Al fin había llegado hasta la entrada secreta que los llevara al interior de la fortaleza donde Lu era prisionero pero ninguno de los dos se movía aún. Tan sólo estaban ahí observando aquel lugar y sí, eran totalmente conscientes de que debían moverse pero también necesitaban tiempo.
-Deberíamos entrar-habló Han finalmente tras un casi eterno silencio.
-Sí.
-Entonces... Lux espéranos aquí-ordenó rápidamente-Andando-indicó y luego de dar el primer pasó sintió la mano de Sehun envolviendo su muñeca.
-Antes de ir... -comenzó a hablar algo inseguro.
-¿Sí?
-Con respecto a la pregunta que me hiciste antes... yo...
-No temas-lo animó al ver su indecisión por continuar-Sea cual sea la respuesta, yo voy a estar bien-prometió tomando su mano con delicadeza.
-Yo... no hubiera elegido a ninguno de los dos-dijo por fin.
-Ya veo-musitó algo decepcionado y triste.
-Ustedes son muy importantes para mí pero lo cierto es que a Lu no puedo verlo más que como si fuese mi propia familia y en cuanto a ti...
Hubo un larga pausa y él tuvo tanto miedo de que le dijera que en realidad no significaba absolutamente nada y pensó incluso en hacerlo callar pero no lo hizo y continuó oyéndolo.
-Han, yo... te quiero-confesó, sus manos acunaron con delicadeza el rostro del menor y unió sus frentes-Te quiero y no sabes cuánto pero... no puedo.
-Yo... n-no importa, de verdad-decía eso pero su voz estaba cortada y se maldijo por eso.
-Y no es culpa tuya, el problema en realidad está en mí porque aún con lo maravilloso y único que eres, yo... sigo amando a otra persona aún cuando sé que ella ya no está-se maldecía por eso pero al mentir tampoco iba a lograr nada.
-Está bien, Hunnie-sonrió-Yo entiendo eso y no me importa en lo absoluto porque eso no impedirá que mantenga mi promesa de quedarme siempre a tu lado porque...
"Te amo."
-Yo también te quiero demasiado-dijo aún cuando querer no era la palabra correcta-Y tal vez incluso... algún día yo consiga sanar el vacío que Yi Jie dejó-susurró lo último.
-No te merezco, ni a ti ni a Lu.
-Eso no importa porque ambos te elegimos a ti de cualquier forma.
-Han.
-Vamos-dijo tomando su mano-Debemos ir, Lu nos espera.
Sehun asintió al instante y poco después ambos corrían tomados de la mano a través de aquel túnel.
***
-Entraron-dijo Kai abriendo los ojos para mirar a Kyungsoo.
Se había preparado de la presencia del menor hacía mucho tiempo y al informárselo a Kyungsoo, éste únicamente le había dicho que se concentrará en su movimiento y nada más.
-Déjalos avanzar-ordenó.
-¿Estás seguro de esto?
-Confía en mí, yo sabré decirte cual es el momento justo para atacar.
-De acuerdo-asintió.
La mano de Kyungsoo se elevó hacia la pared y segundos más tarde ambos tenían un perfecta imagen de Han y Sehun penetrando en el interior de las instalaciones del laboratorio central. Kyungsoo los observaba atentamente cruzar los desiertos pasillos antes de sonreír y dar la orden para que el primer grupo de Cazadores los interceptaran.
Ellos no demoraron mucho en deshacerse de las bestias y continuar su camino sin ser conscientes de que no eran más que ratas que Kyungsoo manipulaba a su antojo.
-Esa es la mitad del camino, deshazte de Sehun-ordenó Kyungsoo.
Kai asintió sin rechistar y le dio una última mirada a Kyungsoo antes de desaparecer, reapareciendo segundos después frente a los dos intrusos que frenaron de golpe su carrera al verlo.
-Bienvenido, cervatillo-saludó con tono divertido.
Han le gruñó antes de que Sehun se colocará frente a su cuerpo de forma protectora provocando una estridente risa de parte del moreno.
-Su camino termina aquí-sentenció.
Han gritó cuando Kai se lanzó contra Sehun y quiso correr a protegerlo hasta que vio a Kai ser lanzado varios metros lejos de ellos.
-Vete-ordenó Sehun.
-No, me niego a dejarte-sentenció.
-Estaré bien-prometió.
-Pero...
-Confía en mí y ve por Lu.
Han lo miró con indecisión antes de finalmente asentir y echarse a correr lejos. Kai no trató de impedirlo en ningún instante y se puso de pie lentamente, incluso se tomó el tiempo de sacudir su ropa, ignorando en todo momento la mirada feroz de Sehun.
-No importa lo que hagan, ya es tarde-dijo con malicia-Él está muriendo.
-Mientes-masculló Sehun.
-No, no lo hago-aseguró-Lo que digo es tan cierto como el hecho de que Lu ya no es tan puro-sonrió perversamente.
-¿Qué?-inquirió confundido y algo asustado.
-Ya lo sabes-afirmó-Él te pidió justo eso antes, ¿lo recuerdas?-preguntó divertido.
Sehun palideció luego de lo que dijo y Kai no pudo hacer otra cosa más que dejar ir una carcajada.
-Seguramente hubiera sido menos doloroso para él si tú hubieses aceptado y sido el primero-suspiró-Supongo que te debo las gracias por rechazarlo-dijo con una sonrisa torcida adornando sus labios-Al principio fue muy molesto pero todas las demás veces tan sólo se quedó quieto y creerme cuando te digo que no tienes ni una idea de lo mucho que gocé cuando comenzó a gritar tu nombre mientras yo me enterraba en él con fuerza-relató con malicia.
-¡BASTARDO HIJO DE PUTA!-gritó furioso.
Kai rió con fuerza mientras esquivaba cada golpe del pelinegro, ver las lágrimas de rabia que bajaban por sus mejillas era demasiado bueno y sólo por eso iba a tomar su tiempo para jugar con él.
***
-¡LU!-gritó tan pronto llegó a la puerta de la celda de la cual percibía la presencia del menor-¡Lu, háblame!-suplicó.
Sin embargo no hubo nada por segunda vez y la desesperación comenzó a apoderarse de él, golpeó la puerta con todas sus fuerzas pero apenas consiguió hacerle un insignificante rasguño, aún así se negó a rendirse y siguió golpeando una y otra vez hasta que sus nudillos sangraron y la puerta se vino abajo.
Horror fue todo lo que pudo sentir cuando sus ojos presenciaron aquel horrible escenario. La habitación era una asquerosa pocilga manchada con oscuras manchas de lo que alguna vez había sido sangre fresca, las que una vez habían sido las bellas alas de Lu se hallaban en una esquina como no más que restos en proceso de descomposición y en medio de aquel repulsivo lugar estaba un pequeño cuerpo con la ropa desgarrada y sucia, cubierto por sangre seca y fresca.
-¡LU!-gritó/sollozó corriendo hacia él y cayendo de rodillas a su lado.
Lágrimas se derramaron de sus ojos mientras miraba con horror la desgarradora imagen del rubio, sus grises orbe habían perdido su brillo y parecían ya no mirar más que a la nada y su pequeño cuerpo estaba tan lastimado que tenía miedo de tocarlo y causarle más daño.
-¿Qué te ha hecho ese malnacido?-preguntó llorando aún cuando los profundos rasguños y los hilos de sangre que manchaban sus muslos ya le daban una respuesta.
Lloró por ello y sin poder contenerse atrajo el maltrecho cuerpo de Lu a sus brazos, él no se opuso ni se quejó y eso únicamente le mostró la magnitud del daño porque entonces Lu no era más que un muñeco hueco y roto.
-Todo saldrá bien-sollozó aferrándolo a sus brazos-Voy a sacarte de aquí e iremos con Sehun, él va a ayudarte-prometió.
Pero Lu no dijo ni hizo nada, ni siquiera había lágrimas, Lu en esos momentos era como un cadáver sin embargo Han sabía que continuaba vivo porque continuaba respirando, pero era una respiración muy débil y eso era lo que más le preocupaba porque temía que muriera antes de poder intentar hacer algo siquiera.
-Lu, ¡joder, di algo!-exigió.
No hubo nada y Han no pudo hacer más que llorar por eso.
-Voy a sacarte de aquí-sollozó alzando al rubio en brazos y corriendo a la salida.
Pero Han ya debería saberlo, nada era fácil pero él estaba tan enfocado en su deseo de salvar a Lu que no vio a Kyungsoo hasta que fue muy tarde y su cuerpo golpeó contra una de las paredes antes de caer duramente al suelo junto con Lu.
-Bienvenido-lo saludó la burlona voz de ese despreciable ser.
Se puso en pie tan rápido como consiguió que sus piernas le respondieran, una mirada cargada de odio estaba dirigida únicamente hacia él y un bajo gruñido brotó de los labios del castaño mientras le mostraba los colmillos.
Se estaba arriesgando demasiado y sabía que no iba a poder ganarle a Kyungsoo y proteger a Lu a la vez pero no iba a tan sólo a dejarse caer de rodillas. Kyungsoo emitió una sonora carcajada importándole nada cuando el menor se fue contra él y sin problemas volvió a lanzarlo al duro suelo.
-¿Eso es todo?-preguntó con burla.
Siete fueron las veces que se puso en pie y siete fueron las veces que Kyungsoo lo lanzó al suelo con golpes cada vez más brutales, su cuerpo comenzó a ser atacado por intensas oleadas de dolor que hacían su cuerpo suplicar no volver a levitarse pero no lo escuchó y volvió a levantarse.
Un grito le quemó la garganta luego de que sentir las garras de Kyungsoo clavarse en su carne y cortar profundamente, la humedad no demoró en hacerse presente y sus brazos temblaron cuando una vez más intento ponerse en pie pero ya no podía.
-Se acabó la diversión, es hora de acabar con esto-sentenció Kyungsoo.
Han miró con miedo y frustración como Kyungsoo apuñaba con regocijo la misma espada que le había arrebatado la vida a Yi Jie años atrás, una sonrisa perversa adornaba sus labios y él ya podía sentir el final y lo único que le dolía en ese momento era no haberle dicho a Sehun lo que realmente sentía.
-¡Desaparecer!-exclamó Kyungsoo antes de dejar ir una risa psicópata.
Sus ojos se cerraron con fuerza y su mente grito un solo nombre: Sehun. Sin embargo nada pasó y por un momento pensó que tal vez la muerte no era tan aterradora como decían, se atrevió a abrir los ojos luego de varios segundos y al mirar la frente se encontró con lo último que quería y esperaba ver.
-Así que todavía podías moverte-murmuró algo asombrado Kyungsoo mientras observaba a Lu.
-No-murmuró Han que aún trataba de procesar la imagen frente a él.
Ahí, como un escudo, estaba Lu con la espada de Kyungsoo atravesándole el pecho, él lo había protegido con su vida y Han no podía creérselo aún. Kyungsoo sacó la espada sin ningún tipo de consideración y Han gritó en cuanto vio el cuerpo del pequeño rubio desplomarse en el suelo y no demoró en arrastrarse hasta él.
-¡Lu!-llamó desesperado-¡Lu, no hagas esto! ¡Resiste maldición!-exigió.
La sangre de sus pasadas heridas y la que entonces abandonaba el cuerpo del pequeño rubio se mezclaban en un charco en el suelo, una sonrisa apenas perceptible asomó en los maltratados labios el pequeño rubio y Han negó frenéticamente a sabiendas que esa era su despedida.
-¡No le hagas esto a Sehun!-exigió llorando.
Los labios e Lu se movieron apenas y Han alcanzó a leer en ellos un silencioso “hazlo feliz” en ellos, volvió a negar con desesperación y sus manos comenzaron a mover bruscamente el pequeño cuerpo del rubio en un desesperado intento de mantenerlo con él pero estaba siendo inútil.
La ira crecía en su interior al igual que el miedo mientras luchaba de igual manera por mantener a la bestia contenida. Escuchó algo pero no prestó atención porque únicamente podía pensar aferrarse a la idea de mantener a Lu con vida y a su casi nulo autocontrol.
-Mi trabajo está hecho, el humano ya no será un problema-aseguró Kai apareciendo a un costado de Kyungsoo.
Han levantó la mirada incrédulo, las ropas del moreno estaban manchadas de sangre y cuando Kai lo vio le dio una sonrisa cruel antes de arrojar al suelo algo que Han no demoró en reconocer. El collar de Sehun yacía en el suelo manchado de rojo, la pequeña esfera estaba rota y no había ninguna cipsela en su interior lo cual sólo corroboraba la historia de Kai.
La rabia lo cegó y no trató ni pudo seguir luchando contra ella, en esa ocasión la bestia surgió y con ella todo rastro de Han desapareció, ella se abalanzó contra Kyungsoo y rugió sobre su rostro dejándole ver sus afiladas fauces, una sonrisa apareció de los labios de Kyungsoo antes de desplegar sus alas y provocándole un bramido de dolor a la monstruosa criatura que rápidamente se apartó.
Sus ojos rostro chocaron con un par de apagados ojos grises mientras retrocedía, lo vio estirara su manos apenas hasta alcanzar lo que quedaba del collar de Sehun y bramó de dolor. Un equipo humano no tardó en aparecer, lazos cayeron sobre el cuerpo de la feroz criatura aprisionándola y al ver como uno de los humanos tomaba a Lu en brazos rugió furiosa tratando de liberarse de sus ataduras.
-Ya saben que hacer, inicien la siguiente fase del plan-ordenó Kyungsoo.
La bestia rugió mientras era arrastrada lejos, la mano del pequeño rubio caía inerte en el aire y alrededor de su muñeca yacía lo que quedaba del collar de Sehun y todo eso simplemente significaba algo; había ganado.
***
Un sin fin de explosiones y disparos venían de todos lugares, podía escuchar gritos y el fuego cubría varios sitios a su alrededor y Baekhyun no sabía que era peor, si ver a los soldados caídos de Incendium convertirse en bellas cipselas de brillante color azul que se iban con el viento o ver a los soldados caídos de Tenebris volverse ese fuero que estaba desperdigado por todos lados.
-Chanyeol-llamó asustado mientras apretaba más fuerte la mano del más alto.
-No temas-pidió.
Pedirle no tener miedo era la cosa más absurda que podía decirle, pero no había opción porque en realidad él no era más que una carga para Chanyeol y luchar contra él medio era lo único que podía hacer por el momento.
Hubo un ensordecedor sonido y lo siguiente que Baekhyun supo era que Chanyeol estaba sacándolo del camino de aquel proyectil y lo cubría con su cuerpo, lo escuchó soltar un alarido de dolor y comenzó a luchar desesperadamente por liberarse de sus brazos e intentar hacer algo para defenderlo también, pero Chanyeol no lo soltó.
Una llamarada de fuego fue disparada siguiendo la misma dirección de la que había surgido el ataque que había tratado de herirlo y Baekhyun cerró los ojos con fuerza al escuchar los desgarradores gritos de quien fuera que había sido alcanzados por el fuego de Chanyeol.
Su mano volvió a ser tomada firmemente por Chanyeol y nuevamente ambos estaban corriendo pero en esa ocasión estaban siguiendo un camino completamente distinto al que habían estado avanzando. No tardaron en llegar a una pequeña edificación por la cual Chanyeol lo condujo hasta lo que parecía un oscuro sótano.
-Quédate aquí y no salgas por nada del mundo-indicó.
-No, yo no voy a dejarte ir solo-afirmó rápidamente.
-Debes hacerlo Baekhyun, eres un objetivo para ambos bandos y debes quedarte aquí para estar seguro-explicó.
-Pero…
-Yo estaré bien, volveré por ti-prometió.
-Chanyeol-murmuró angustiado.
Gentiles labios fueron presionados contra los suyos que habían comenzado temblar e inocentemente cerró los ojos dejándose arrastrar por ese sentimiento de infinita calma y seguridad que él le trasmitía sólo con mirarlo.
-Nunca abandonaría a mi pequeño rayo de Luna pero tampoco voy a ponerte en riesgo, quédate-suplicó.
-Está bien-aceptó por fin-Pero no tardes.
-En menos de lo que imagines yo volveré por ti-dijo con una sonrisa y finalmente se fue dejándolo ahí con un nudo en la garganta y el corazón lleno de miedo.