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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

Holi!!!

Listas para el final?

Yo sé que sí, así que iniciemos, serán tres capítulos que espero les gusten :)

A leer!!!

Gruñidos de frustración abandonaron los labios de Luhan mientras luchaba por recuperar el control de su cuerpo y lanzarse sobre el ser frente a él, sus ojos eran tan rojos como la sangre que bañaba sus garras y su mirada era igual a la de un animal salvaje con el único instinto de matar a su presa.

 

Kyungsoo sonrió ante ello porque sabía entonces que su plan había funcionado y ya no quedaba ni una sola pizca de humanidad en esa hermosamente letal criatura, él ahora sólo estaba programado para matar y era justo eso lo que parecía querer hacer con él.

-No puedes matarme-dijo con clama mientras se ponía de pie-Te programaron para no atentar contra tu propia vida y ahora ella está unida a mí, justo como tu patético sirviente hizo con esos dos contenedores.

Luhan rugió y trató con más desesperación de alcanzarlo pero era como si cadenas invisibles lo retuvieran impidiendo que alcanzara su objetivo.

-Fue brillante, Luhan-elogió-Aparentar tu muerte para dividir tu alma en dos recipientes que pusiste fuera de mi alcance, incluso te alejaste de Sehun y sellaste sus memorias para protegerlo de mí pero... te olvidaste de algo importante-sonrió con arrogancia-He deseado esto por más años de los que puedo recordar y nadie va a detenerme-sentenció.

Un rugió que terminó por volverse un aullido de dolor brotó de la boca de Luhan que continuaba peleando por llegar a él aún cuando estaba haciéndose daño.

-Nos sumus copulati-le susurró al oído.

Luhan cayó de rodillas al suelo, toda la furia y agresividad que antes mostraba se desvaneció, sus ojos se encontraban sin vida y en ese momento no era más que la marioneta que Kyungsoo había buscado que fuera desde el principio.

-Tal vez creas que estoy siendo cruel pero no es así Luhannie, todo es culpa de ellos, ellos me orillaron a lastimarte a ti y a Sehun, es su culpa y por eso deben pagar-susurró mientras lo atraía a sus brazos-Todo estará bien, una vez que todo acabe tú no tendrás nada de que preocuparte-prometió.

*~*~*

"Sehun."

Había una voz llamándolo pero era diferente a la voz que siempre le hablaba en sus sueños, sin embargo, era una voz demasiado familiar.

"Sehun, despierta."

Pedía ella pero eso era lo último que él deseaba, era mejor tener los ojos cerrados porque de esa forma no tenía que soportar ese sentimiento de miedo que lo había  atormentado antes.

"Sehun abre los ojos, te está esperando."

Sus ojos se abrieron de golpe en ese instante y se encontró en un lugar totalmente desconocido y en ruinas. Miró en todas direcciones en busca de alguna explicación hasta que sus ojos chocaron con la mirada angustiada y maternal de Kana.

-Sehun-musitó con un hilo de voz, sus manos cálidas acunaron su rostro y sus cansados ojos derramaban lágrimas-Gracias al cielo.

-¿Oba Kana?-murmuró confundido-¿Qué haces aquí? ¿Qué es este lugar?-preguntó y la vio negar varias veces.

-Eso no importa ahora. Hay algo importante que debo decirte.

-¿Algo importante?-interrogó sin entender.

-Escucharme Sehun-ordenó-Hace muchos años atrás, después de la guerra entre las dimensiones más específicamente, el segundo gobernante decidió crear un arma en caso de que una segunda guerra estallara, para eso él uso un cuerpo humano que había perecido durante el enfrentamiento y modificó su código genético utilizando el ADN de las dos princesas muertas, justo como...

-Como lo que hicieron conmigo-murmuró incrédulo.

-Exacto, fue así como nació el proyecto DA, sin embargo y aunque el experimento fue físicamente un éxito, la criatura era muy inestable y desde un inicio mostró una gran repulsión por los humanos. Desde un principio aquel proyecto fue un error porque esa criatura era incontrolable y después de un tiempo terminó matando a casi todos los involucrados en dicho proyecto, el único sobreviviente fue la única persona con la que pudo formar un lazo, el jefe de la unidad científica, el doctor Sehun.

-¿Ese hombre llevaba mi nombre?-preguntó aún más asombrado, recibiendo un asentimiento de parte de Kana.

-Fue por él que se te dio ese nombre, fue porque el proyecto DA tenía una relación especial con ese humano y a él no pudo matarlo como a los demás, y fue el doctor Sehun quien encerró al proyecto DA en una cápsulas de sueño para que nadie lo hallara, y así fue, nadie se atrevió a acercarse a esa cápsulas hasta la llegada del séptimo gobernante, porque con su ascenso Kyungsoo apareció. En un principio Kyungsoo no era más que un problema menor pero todo cambió cuando él descubrió de la existencia de aquella criatura-su mirada era sombría y por más que Sehun estaba esforzándose no lograba entender nada.

-¿Por qué estás diciéndome esto? ¿Qué tengo que ver yo con todo lo que pasó?-preguntó desconcertado.

-Es porque la razón de que tú estés vivo se debe a que Kyungsoo reinició el proyecto DA, ese que creó a 01, él sabía que 01 era una arma inmensamente poderosa pero de poco iba a servirle si no podía controlarla, fue entonces que se creó el proyecto Zeus; con él se pretendía crear a alguien similar al primer gobernante que había sido el único capaz de controlar a ambas princesas, en pocas palabras, tú naciste para contener el arma de Kyungsoo.

-No, esto debe ser un error, Yi Jie no era humana y ella ya está muerta, así que esto no...

-La reina de Incendium nada tiene que ver en esto-lo interrumpió.

-¿De qué hablas?-soltó exasperado-Yi Jie es 01.

-No Sehun, eso es lo que te han hecho creer, ¡¿qué no estás escuchándome?!-exclamó alterada-01 es un ser creado por los humanos, la reina de Incendium ni siquiera había nacido cuando 01 ya estaba con vida.

-No, eso no es verdad, ella se enamoró de un humano, ¡se enamoró de mí!-afirmó casi con desesperación porque se negaba a perder todo lo que creía saber, no podía simplemente volver al principio.

-No Sehun, de quien ella se enamoró fue del hijo del doctor que creo a 01, es por eso que ella conocía la historia además de la misión que Kris le dio.

-¡¿Qué rayos tiene que ver el maestro de Han en todo esto?! ¡No estoy entendido absolutamente nada!-elevó la voz histérico.

-Sehun, pronto volverán a reunirse y necesitas saber todo esto para así poder tomar una decisión-explicó con pesar.

-¡¿A qué decisión te refieres?!-exigió saber.

Un rugido se escuchó a lo lejos y Kana cambió su actitud a una de completo terror.

-Pronto lo sabrás-dijo muy nerviosa-Sé que tomarás la decisión correcta. Por ahora debes irte-ordenó ansiosa.

-No iré a ningún lugar hasta que me digas todo lo que sabes-sentenció.

-No-negó-Mi misión termina aquí, debes hacerlo solo.

-Pero...

-Mucha suerte mi pequeño-sonrió cálidamente y antes de que pudiera hacer algo, todo se esfumo.

*~*~*

-¡KANA!-gritó pero ella no estaba en ese lugar.

-¡Despertaste!-chilló con alegría una femenina voz que no tardó en reconocer como la de Cho Ah-¡Doctora Jena, Sehun ha despertado!

De pronto la habitación se llenó de muchas más personas y todo el movimiento no tardó en hacerlo sentir aturdido. No tenía idea de dónde era que estaba y comenzaba a desesperarse.

-Sehun-llamó la alterada voz de Suho-Me alegra tanto que despertaras, ¿cómo te sientes?-preguntó angustiado.

-Bien pero... ¿dónde estoy?-cuestionó aún algo aturdido.

-En el campamento, Lux te trajo aquí inconsciente-explicó-Ya todo está bien Sehun, por ahora tienes que seguir descansando porque aún estás herido y...

-No hay tiempo para eso-lo cortó y sin más se puso de pie-Debemos ir a buscar a Han y Lu, ese tipo los tiene y podría...

-No Sehun, ya es tarde-dijo con pesar Suho.

-¡No es así!-afirmó-¡Ellos están esperando por mí!-afirmó.

-Sehun, estás herido y también...

-¡NO VOY A DEJARLOS!-gritó.

El silencio se hizo en la habitación y en su corazón sabía que había algo que nadie estaba diciéndole, su mirada abandonó el rostro afligido de Suho y fue a parar a Max que terminó por apartar la mirada.

-Dímelo-le ordenó a Suho.

-Sehun, yo...

-¡Ahora!-exigió.

Pero aún después de gritarle Suho continuó en silencio, abrió la boca una vez más pero antes de que algo abandonara sus labios, alguien tomó su mano y al elevar la mirada sus ojos se toparon con Lay.

-Ven conmigo-pidió.

Sehun no emitió respuesta alguna y simplemente se dejó llevar por el rubio, ambos salieron de la tienda donde se hallaban. Afuera, un peor escenario los recibió y Sehun se quedó mudo ante el suelo cubierto de cenizas y la destrucción a su alrededor. Había muchas personas ahí, algunas estaban tendidas en el suelo heridas o muertas mientras que el resto se hallaba tratando de colaborar o llorando a sus muertos.

-Pero qué...

-Pasaste casi seis días inconsciente y en ese lapso de tiempo pasaron muchas cosas, todas malas-habló Lay-Para empezar Tenebris atacó la Ciudad y apenas pudimos evacuar a los humanos que ahí vivían. Ese mismo día... los príncipes murieron y la Luna nos los hizo saber con una lluvia de fuego y cenizas-su voz se quebró y nada trató de hacer cuando Sehun cayó de rodillas-Dos días después y aunque la lucha fue feroz entre los humanos, Incendium y Tenebris,fueron estos últimos los que ganaron y tomaron la Ciudad. Ahora ellos están tratando de llegar a Kyungsoo mientras nosotros estamos aquí tratando de mantener seguros a los pocos que quedan.

-No es cierto-musitó con un hilo de voz.

-Yo tampoco podía creerlo pero...

-¡MIENTES!-gritó al mismo tiempo que su llanto se desencadenaba-¡Ellos no están muertos, no pueden estarlo!-sollozó golpeando fuertemente el suelo bajo él.

-Sé que no es fácil de aceptar pero...

-¡No murieron!-vociferó-¡Ellos están allá esperando por mí! ¡Esperan que los salve!

-No es así.

-¡¿Y TÚ QUE SABES?!-gritó dándole un empujón al rubio-¡NO SABES ABSOLUTAMENTE NADA!

-¡NEGARLO NO SIRVE DE NADA!-gritó de vuelta, la paciencia se le había acabado varios días atrás y no habría podido detenerse aunque lo hubiera deseado-¡Nada hará que la realidad cambie y lo sabes! ¡Tienes que hacerse a la idea de que fallaste y comenzar a darte cuenta de lo que hay a tu alrededor!-escupió devolviéndole el ataque a Sehun.

Vio atentamente como el pelinegro se desmoronaba en el suelo pero no se permitió sentir remordimiento porque alguien debía hacerle entender cómo eran las cosas. La doctora Jena pasó corriendo a su lado y rodeó al chico en sus brazos susurrándole palabras tranquilizadoras que en nada ayudaban.

-¡Sé que duele!-habló una vez más-¡Pero fingir que no pasó no cambiara nada, así que acéptalo!

-¡Lay, basta!-ordenó Suho.

El rubio masculló algo entre dientes pero obedeció las órdenes del otro y miró en silencio como él y Jena ayudaban a Sehun a ponerse en pie.

-De-debo ir-balbuceó el pelinegro.

-No se puede Sehun, es peligroso y estás herido aún-respondió afligido Suho.

-No, debo ir-repitió y comenzó a luchar contra Suho.

-Sehun, eso es imposible, debes descansar-insistió.

-¡Es que no lo entiendes!-alzó la voz-¡Necesito ir!

Suho no sabía que fue lo que lo llevó a aceptar lo que Sehun pedía; tal vez fue verlo tan devastado o la desesperación que reflejaba o tal vez fue el deseo de complacerlo una última vez, pero aceptó sin saber porqué.

-Lux-llamó Sehun a la loba y pronto estuvo sobre su lomo.

-Iré contigo-dijo Lay y sin más subió al vehículo donde Suho ya se encontraba.

-Vayan con cuidado-pidió Max.

El líder tan sólo asintió como había hecho desde que Sehun había pedido ir, miró una última vez hacia Sehun y finalmente se pusieron en marcha.

***

"Estás cosas son interminables."

Pensó con rabia y frustración mientras los Cazadores y los soldados humanos de Kyungsoo continuaban apareciendo, miró a su alrededor una vez más viendo a sus compañeros luchar con desesperación porque parecía ser inútil a esas alturas. Escuchó el rugido de su rey y miró rápidamente en su dirección para asegurarse de que él se encontraba bien y al verlo rodeado corrió en su ayuda.

Él todavía podía recordar con claridad el día que se reunió con él. Esa vez se suponía que iba a decirle que se detuviera pero entonces la Luna les había anunciado aquel trágico acontecimiento y sin pensarlo dos veces se había unido a la lucha para vengar a su pequeño príncipe.

Sin embargo, ahora parecía que no iban a lograr nada, las fuerzas estaban abandonándolos luego de días de luchar sin descanso y aunque el ejército de Incendium se había retirado, esas cosas y los humanos no dejaban de ser enviados y aunque se encontraba exhausto se obligó a sacar fuerzas de dónde ya no tenía porque fuera cual fuera su destino, no dejaba de repetirse que había sido un gran honor pelear codo a codo con su rey.

El sonido de las puertas de aquella fortaleza llamó su atención entonces y supo que algo andaba mal cuando los Cazadores y los soldados humanos comenzaron a retroceder. Sus orbes color violeta fueron inmediatamente hacia la puertas y entonces lo vio.

Un joven de cabello tan negro como la noche, sus ojos eran cubiertos por una venda negra y aunque se parecía, Chanyeol sabía que no era ni Lu ni Han; gruesos grilletes rodeaban sus muñecas de frágil apariencia que contrariaba su mortal aura.

-¿Qué demonios es eso?-preguntó temeroso, porque no iba a tratar de ocultarlo; él le daba mucho miedo.

Miró con angustia a su rey y apenas pudo creerlo cuando vio lágrimas corriendo por su rostro y eso tan sólo disparó más sus niveles de preocupación.

><><>< 

-¿Qué hará ahora?-preguntó aquel hombre de joven apariencia.

-¿Quién eres tú?-soltó mostrándose amenazante.

-Mi nombre es Kris y le tengo una propuesta.

-¿Una propuesta?-repitió con desconfianza.

-Su esposa acaba de morir sin dejar un heredero y usted sabe que eso es una falta imperdonable, yo le ofrezco una solución a eso.

-¿De que solución hablas?

-Yo puedo darle un heredero-dijo seriamente-Este pequeño-señaló al niño castaño del cual hasta entonces se percataba.

-De nada me sirve adoptar al mocoso, todos van a sospechar en cuanto vean lo mayor que es y pedirán que pruebe que tiene sangre real, en cuanto descubran que no es así nos ejecutaran a ambos.

-Pero él si tiene sangre real-afirmó-La sangre de la princesa Scatha corre por sus venas y en cuanto a la edad, usted puede decir que lo ocultó debido a su frágil estado de salud.

El monarca lo miró con desconfianza y luego al pequeño a su lado, el castaño eligió justo ese momento para elevar la mirada y al ver sus ojos no pudo hacer nada para evitarlo y se quebró.

-No llores por favor-pidió el pequeño de dulce voz al verlo derrumbarse.

-T-tú...

-Todo estará bien-prometió mientras limpiaba con mucho cuidado sus lágrimas-Yo estaré a tu lado-susurró tras envolverlo con sus pequeños bracitos y fue cuando lo supo.

Ese niño sería su hijo porque tenía los ojos de su amada esposa muerta.

-Está bien-aceptó sin pensarlo más.

-Sin embargo, tengo una condición.

-¿Cu-cuál?

-Usted recordará siempre que él tendrá que irse en algún momento por mandato de la Luna y también me permitirá acercarme a él llegado el momento.

-De acuerdo.

-Muy bien entonces, cuide mucho de Han.

><><>< 

Pero ese ya no era su pequeño bebé, ese joven en realidad era el monstruo del que Kris le había hablado por mucho tiempo. Él monstruo que se había llevado a su pequeño.

La rabia lo cegó cuando vio la venda caer y se encontró con unos mortales ojos rojos, rugió herido y furibundo a la vez e ignorando las advertencias empuñó su espada y corrió hacia esa cosa que le había arrebatado su más grande tesoro.

Escuchó los grilletes caer al suelo y vio el momento justo cuando la pálida mano de la criatura se elevó y fue entonces que su cuerpo dejó de moverse, un brillo perverso destelló en aquellos ojos rojos cuando su otra mano se alzó hacia el cielo y luego se cerró en un puño.

-¡Mi rey!-gritó Chanyeol al ver aquello.

Todas las armas que antes ellos habían empuñado atravesaban el cuerpo de aquel que llamaba su rey, una sonrisa torcida adornaba los labios de aquella criatura y una carcajada escalofriante la reemplazó cuando el cuerpo sin vida de su rey cayó a sus pies.

La furia estalló en su interior y se lanzó hacia él, obteniendo el mismo resultado que su rey muerto. La sonrisa torcida volvió a aparecer y supo entes que algo mucho peor pasaría.

-¡CHANYEOL!

Escuchó el aterrorizado gritó de Baekhyun y antes de poder gritarle que corriera hubo una pequeña luz antes de que todo fuera envuelto por las llamas y la oscuridad.

***

Dolor.

Fue todo lo que percibió mientras abría lentamente los ojos y fue recibido por la imagen del oscuro cielo nocturno. Un pitido era lo único que sus oídos podían registrar y el olor a sangre y la sensación de humedad impregnaban gran parte de su cuerpo.

"¿Qué pasó?"

Se preguntó mientras luchaba por ponerse en pie. Miró a su alrededor una vez pudo sentarse y se encontró con el infierno mismo.

La Ciudad había quedado reducida a nada y era adornada por cuerpos agonizantes y desmembrados, había fuego alrededor y Baekhyun no sabía si eran soldados muertos de Tenebris o era el fuego que percibió antes de quedar inconsciente. Su corazón comenzó a latir a su máxima velocidad y sus entrañas se retorcieron obligándolo a expulsar todo lo que no había comido, sus ojos expulsaron varias lágrimas que no se detuvieron aún cuando se puso de pie trabajosamente. Un gemido de dolor fue arrancado de su boca y aún sabiendo que no debía, se obligó a caminar entre aquel tétrico escenario adornado con miembros humanos, sangre y fuego.

-¡CHANYEOL!-gritó tan fuerte que se daño la garganta.

El miedo estaba carcomiéndolo desde dentro y los lamentos que se oían por todos lados no ayudaban a tranquilizarlo por mucho que estuviera repitiéndose que él estaba bien y que iba a hallarlo sin importar qué.

-¡CHANYEOL!-gritó un poco más fuerte para que su voz fuera distinguida entre los llantos y quejidos que salían de todas partes-¡CHANYEOL!

-¡Que alguien acabé con mi miseria!-se escuchó a lo lejos y Baekhyun sólo pudo llorar más intensamente.

-¡CHANYEOL!

Algo tocó su tobillo y al ver hacia abajo se encontró con el desfigurado rostro de uno de los soldados humanos.

-Ma-tame-pidió y Baekhyun gritó horrorizado.

Se liberó y trató de correr tan lejos como le fuera posible pero su pierna lastimada apenas le permitió avanzar un par de metros antes de enviarlo duramente al suelo dónde continuó llorando por el agonizante dolor y lo muerto de miedo que estaba.

-Chanyeol, por favor-sollozó con el rostro hundido en la tierra-Ven por mí, tengo miedo-suplicó.

El sonido de pasos llamó su atención y rápidamente elevó la mirada esperando encontrase con Chanyeol pero en su lugar halló un par de letales ojos rojos que  lo hicieron paralizarse debido al infinito temor que lo embargo.

-Baek-hyun-pronunció él con su gélida voz-Baekhyun-repitió.

-¿Qui-quién e-res tú?-tartamudeó aterrorizado.

-¡Él es mío!-rugió.

Sus ojos se cerraron con fuerza cuando vio venir el golpe pero este nunca llegó y en su lugar fue envuelto por un par de fuertes brazos que lo alejaron de aquel terrorífico ser.

-¡Baekhyun!-llamó un angustiado Chanyeol.

-Cha-Chanyeol-balbuceó.

-¿Estás bien?-preguntó alterado.

-S-sí-logró responder.

Sus ojos viajaron hasta dónde anteriormente estaba esa persona, que aunque se parecía a Han y Lu no era ellos, y vio su cuerpo inmóvil en el suelo y cubierto por el fuego haciéndolo sentir alivio en ese momento.

-¡Chanyeol! ¡Baekhyun!

Ambos se giraron ante la familiar voz de Suho que corría hacia ellos junto con Lay. La alegría que sintió en ese momento fue enorme pero esta pronto vio su fin cuando esa voz volvió a escucharse.

-Baekhyun-gruñía mientras se ponía de pie evidentemente furibundo. Los cuatro hombres se giraron hacia el pelinegro que ya estaba de pie y sin ningún rasguñó.

-¿Su alteza?-murmuró un incrédulo Lay.

-No, esa cosa no es ni Han y mucho menos Lu-corrigió Chanyeol que ya se hallaba de pie como una barrera para Baekhyun.

Letales ojos rojos chocaron con la mirada marrón del hombre tras Lay y fue eso lo único que bastó para que el mundo de Suho quedara de cabeza por completo y miles de imágenes golpearan fuerte en su cabeza.

«Muchas gracias, siempre puedo contar contigo... »

-Junmyeon.

Suho lo miraba en estado de shock antes de desplomarse hacia el suelo. Lay corrió hacia él y al ver a esa criatura comenzar a acercarse desplegó sus blancas alas. Una sonrisa perversa fue esbozada por él y un par de majestuosas alas negras hicieron su aparición haciendo crecer su temor y ansiedad al verlo cada vez más cerca, su mano se elevó y los tres cerraron los ojos en espera de lo peor y tan sólo escucharon dos disparos.

El pelinegro se había detenido cuando esos tres volvieron a abrir los ojos, su cuerpo se tambaleó con el tercer disparó y gruñó furioso cuando se dio la vuelta para encarar a su agresor, encontrándose con esos hermosos e inusuales ojos que tanto había anhelado volver a ver.

-Hunnie-susurró apenas sin aliento.

El arma resbaló de sus manos en el segundo que sus ojos se conectaron con los grises orbe del pelinegro frente a él, una punzada de dolor hizo a sus rodillas doblarse y un grito de pura agonía brotó de su garganta mientras se sostenía la cabeza con ambas manos y se retórica de sufrimiento.

-¡Sehunnie!-lo escuchó gritar y segundos después pudo percibir su suave toque-¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué tienes?! ¡Sehun!-decía llorando.

Esa persona, Sehun sabía que la conocía, su corazón estaba latiendo de emoción de sólo verlo y lo recordaba, comenzaba a hacerlo.

« ¿Por qué abriste la capsula?»

Su primer encuentro.

«Pero tengo miedo... déjame dormir contigo por favor... »

La primera vez que supo que no iba a poder resistirse a él.

«Mira esto Hunnie, ¿verdad que es muy bonito?»

El momento en que supo que su sonrisa lo valía todo.

« ¡Los odio! ¡Ellos siempre te hacen daño y yo nunca puedo protegerte!»

La primera vez que sintió qué odiaba las lágrimas.

« ¡Mira Sehunnie, son estrellas fugaces!»

La primera vez que fueron realmente libres.

« ¿Quién es ese?»

La primera vez que lo vio realmente celoso.

«Sehun, yo no tengo nada con Suho porque te amo a ti... »

La primera vez que le dijo esa palabra.

«Porque te amo... »

Lo que siempre decía para salirse con la suya.

«Suho me dijo que le gusto... »

La primera vez que lo hizo sentir celoso.

«Sehun... intentémoslo otra vez... hazme el amor... »

La primera vez que se entregó a él.

«Confía en mí... »

Eso lo dijo muchas veces.

«Todo irá bien...»

Eso lo prometió hasta el final.

«Perdóname, Sehun...»

Y eso lo dijo la última vez que lo vio.

-Sehun, dime algo por favor-imploró llorando.

-Luhan-susurró.

Ese era su nombre, él se lo había dado cuando finalmente pudo verlo a los ojos, era de quién estaba enamorado y fue su rostro lo último que vio antes de que todo se desvaneciera.

Notas finales:

Se rencontraron >.<*gritos internos*


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