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Tradiciones Rotas. por Whitekaat

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Notas del capitulo:

han pasado cuanto? seis meses de que no aparecía por este fic? Lo lamento, pero la universidad me absorbió la vida y la creatividad, espero que aún se acuerden de mi y este fic. 

Esta vez hice un capítulo más largo, viendo todo lo que escribí para él doy aviso que no deben qudar más de dos capítulos para el final, espero les agrade como quedó.

Aclaraciones del capítulo: momentos tensos, honey, and cute moments. los textos largos son flash backs, y si es sólo una frase es poque son las frases romanticas que saca Aioria de sus libros amors que  guarda escondido.

 

CAPÍTULO XVIII

HOGAR

 

— Organizaremos un escuadrón con caballeros de plata y bronce que recorrerán los poblados cercanos buscando su paradero y…—La voz del lemuriano fue interrumpida por una molesta voz del caballero de escorpio.

— Mu, creo que no estás entendiendo y dado que al parecer no recuerdas lo que ocurrió en la arena te refrescaré la memoria, ese sujeto deformó el coliseo completo en una jaula donde nadie podía salir, dónde él se escondió sin siquiera moverse de donde estaba, un ejército de caballeros de plata y bronce no serían nada para él y mucho menos si el caballero que dejó dormido a todo el santuario es su aliado — sus manos golpearos con fuerza la mesa obteniendo la atención de los otros dorados y un par de chasquidos de lengua por su actitud— lo que debemos hacer es ir todos nosotros por él y traerlo para un  juicio — terminó concluyendo.

— Que buena idea, Milo, deja desprotegido tierra santa, sin dorados capaz de protegerla cuando hace sólo un par de meses atrás ingresaron los jueces del infierno, sin patriarca, sin nosotros, sin diosa. El santuario es un blanco fácil para los jueces y si los dioses gemelos llegaran a unirse estaríamos perdidos, lo mejor sería dejar al omega en paz, un enfrentamiento contra él sólo causaría bajas y no estoy dispuesto entregarle a la diosa Athena un santuario vacío— la voz fría y sarcástica que enfureció aún más al caballero de escorpio pertenecía al sereno dorado de acuario sin prestarle una real atención a lo que su compañero de armas reclamaba.

— Entiendo tu postura, Camus, pero hay cosas que necesitamos saber, no estoy de acuerdo de crear una guerra contra el omega de nombre Saga, pero considero necesario toda la información que posee, no sabemos cómo llegó, desde cuando está aquí y porqué Shion lo eligió y porqué afrodita se le unió, como ex patriarca conoce secretos antiguos del santuario que ninguno aquí conoce, y si esa información llegara a caer en manos enemigas no sería nada bueno— Shura estaba con su rostro serio mirando a los demás dorados, con sus codos apoyados contra la mesa y enlazando sus manos cerca de su barbilla. —pero como también dices estamos desprotegidos, vulnerables, no podemos ir con un ejército a buscar a ese hombre. —

— Propongo que Aioros, Shaka y Camus sean el reemplazo del patriarca, Aioros tiene la confianza de los soldados y los demás caballeros, de Camus necesitamos sus estrategias para seguir con la búsqueda de información sobre nuestros visitantes del inframundo, y Shaka eres el más indicado para mantener las protecciones de tierra Santa, no podemos detenernos, hemos estado mucho tiempo parados en el mismo sitio, todo el santuario está inquieto y es hora de retomar las riendas— el caballero de Leo fue escuchado por todos los dorados presentes, obteniendo asentimientos de cabeza por algunos de ellos— yo me encargaré del omega, lo traeré a aquí para el juicio que se merezca, sin guerra ni batallas que afecten al santuario. —

— ¿Alguien está en desacuerdo con lo que plantea Aioria? — preguntó Aioros, obteniendo sólo silencio por parte de los otros— bien, hoy hablaré con las tropas de las medidas tomadas, y Aioria saldrá hoy mismo del santuario. —

La reunión se había dado por concluida, dejando clara las tareas que tendría cada caballero desde ese momento, sus papel en el santuario y la preparación necesarias a tomar durante los tiempos que se avecinaban sólo ambos hermanos quedaron solos dentro del salón mirándose el uno al otro.

— ¿Qué es lo que pretendes hermano? — preguntó el de cabellos castaños más obscuros.

— Traeré a Saga devuelta a su hogar, donde siempre ha pertenecido y haré lo que Shión no alcanzó a hacer en vida. Sólo confía en mí y en mi regreso,  hermano—

 

***°***°***°°***°***°***

 

Aioria no podía dejar de admitir que se encontraba nervioso por lo que estaba a punto de hacer pero cuando dio el primer paso dentro de la barrera del santuario no había tiempo para dar un paso atrás, el tiempo había llegado y a pesar que aún tenía a un durmiente Saga sobre su espalda que no sabía de sus planes ni de lo iba a ocurrir sólo esperaba que supiera que lo estaba a punto de hacer era para mejor.

Aioria sintió los pasos de un grupo de hombres a travesar la barrera seis hombres, cuatro caballeros de plata encabezados por Camus que llevaba amarrado a una persona que poseía una armadura de color negro algo que sólo podía pertenecer a un espectro del ejercito de Hades.

— Al parecer nos pusimos de acuerdo para completar nuestras misiones, Camus— comentó con toda la naturalidad del mundo el leonino como si no llevase a uno de los más grandes enigmas que haya existido en el santuario en su espalda.

— Si, pero nuestra tarea debe haber sido sencilla en comparación a la tuya, veo que no tienes ningún rasguño y trajiste al omega en una sola pieza— comentó con una mirada aguda buscando unir las piezas de aquella extraña situación. — Caballero de cuervo, avíseles a todos que hemos regresado, que cada soldado y cada santo se reúna en el coliseo, que tanto acuario como leo han llegado exitosos de su misión. —El plateado con un asentimiento de cabeza comenzó a correr por las escalinatas.

— Nos vemos Aioria, quizás me pierda el juicio pero creo que será más interesante lo que este hombre deba decirme, apenas termine con él me uniré a ustedes— habló Camus con seriedad mirando al hombre que llevaba aprisionado— Confío en ti caballero de Leo, veo en tus ojos que sabes ya que decisión tomar— volvió a decir pero ahora mirando al de azulada cabellera en su espalda— Asterión, acompáñame, tu técnica nos será de mucha utilidad para saber que puede contarnos este tipo. —Tras un asentimiento del caballero de plata el acuariano se marchó por las escaleras dejando a un sorprendido Aioria en las escaleras.



***°***°***°°***°***°***



Sentía su cuerpo entumecido, cansado a pesar de recién estaba despertando después de haber dormido mucho tiempo, sentía el piso frío bajo él, algo que evitaba que moviese su cuerpo y algo que no se atrevía a decir si era real o no. Los gritos, los olores, el cosmos de todo un ejército enfurecido a su alrededor y cuando abrió sus ojos pudo notar que era aquello exactamente lo que ocurría, su cuerpo estaba apresado por unas duras cadenas enrollados a su torso que no lo dejaban levantarse del suelo, estaba al centro de la arena, con cientos de ojos mirándolos desde las gradas y frente a él ocho hombres que lo miraban curioso u otros con recelo, no debía ni si quiera voltear su rostro para saber quién se encontraba a su costado su olor, su cercanía, su cosmos y la sensación de todo su cuerpo hormigueando de volver a tenerlo cerca después todo ese largo tiempo.

— ¡Como lo he dicho, he cumplido con mi misión, traigo ante ustedes al omega que sus voces clamaban, el omega que ha engañado a todo el santuario! — la voz del león resonaba por cada rincón del coliseo, parando todo murmullo y grito que hace segundos se escuchaba.

Saga sentía su corazón roto, un dolor en su pecho, tristeza extrema, se sentía engañado, traicionado, por aquel hombre al cual su corazón le pertenecía, de quien llevaba no sólo su marca tras su nuca, sino que también su hijo en su vientre, sus ojos comenzaban a humedecerse, el omega en ese momento sintió que realmente todo estaba destruido, que quizás era el momento de recibir lo que se merecía, que por mucho que huyese jamás podría escapar de lo que alguna vez fue pero no esperaba que todo aquello fuese en manos de aquel que alguna vez le recitó todas esas palabras de amor.

— Si, el momento ha llegado, el juicio que tanto habían esperado, pero este será un juicio contra ustedes— por un momento en el coliseo nadie pudo respirar del asombro, todos esos ojos sólo lograron ver como el caballero de leo abría el candado de las cadenas que aseguraban el control sobre el patriarca. El único sonido que se escuchó fue el del metal caer y como el cuerpo que una vez estaba aprisionado era levantado por el caballero de la quinta casa.

Si de tu palabra me apodero, llámame tu amante, y creeré que me he bautizado de nuevo, y que  he perdido el nombre de Romeo — Aquellas palabras fueron dichas suaves contra el oído de Saga, para que tan sólo él pudiese escucharlas y para que sólo él volviera a mirarlo de aquella manera, para que sólo Saga cambiara ese dolor en sus rostro y ese sentimiento acongojado que poseía en su pecho pasara a ser júbilo. El gemelo tuvo ganas de llorar nuevamente pero esta vez no de tristeza, si no que de extrema felicidad.

Una felicidad de volver a estar junto a él, al que desde que dejó tierra santa extrañó, aquel que por su marca cada día podía sentir la soledad que sentía y no lo dejaba dormir por las noches tras el amargo recuerdo del que ni si quiera hubo un adiós.

— No creo que sea el momento adecuado para recitar a Shakespeare, caballero de Leo—  respondió con una sonrisa en su rostro dejando caer aquella gota salina que se había acumulado en la comisura de su ojo.

—  Es el momento perfecto, tengo muchas frases acumuladas en mi garganta desde que te marchaste, y no hay nadie más que tú con quien quisiese compartirlas — Esta vez fue el turno del moreno sonreír ignorando por completo a aquella masa de gente que veían perplejos el cómo se relacionaban aquellos dos hombres.

— ¡Aioria, que significa esto! — Gritó enfurecido un para nada contento Milo.

— Es como lo dije Milo, es el momento del juicio, del juicio de cada caballero que se atrevió a levantar su cosmos contra el patriarca del santuario, porque eso es lo que Saga es, el patriarca del santuario, el hombre más cercano a Athena y si hay alguien que no considere que él no merece el puesto deberá luchar contra mi primero. —  Respondió el león ganándose miradas de asombro y odio, unas miradas que se dirigieron hacia  a otro punto cuando un brillo dorado apreció por una de las entradas al coliseo.

— Y contra mí también, y si pude dejar a cada uno de ustedes durmiendo en un parpadeo, les recomiendo ni si quiera hacer el intento — la voz burlona de Afrodita era inconfundible, sus cabellos celestes se movían con la brisa tan gráciles como siempre y su voz se mantuvo como un eco en los odios de todos los demás santos hasta que se acercó hasta su amigo al cual le sonrió demostrándole que aquel lazo de hermandad que compartían prevalecería hasta en los momentos más difíciles.

— Si así están las cosas, creo que conseguiré la información que quiero más fácilmente con ustedes...  Además aún te debo una por salvarme —  para sorpresa del mismo Saga fue su hermano quien se colocó junto a él al igual como lo hizo Aioria y Afrodita.

— Estas provocando un momento demasiado tenso Aioria, pero confiaré en ti como lo prometí— y finalmente fue Aioros el que se puso junto al otro chico de cabellera castaña.

Los dorados restantes se quedaron frente al grupo de cuatro dorados que estaban al costado del ex patriarca, algunos analizando la situación y viendo cual era la decisión correcta que debían tomar.

— Yo, ya lo he dicho, no necesitamos una guerra civil entre nosotros mismo, lo único beneficioso en este momento es información, nada más, no tomaré partido de ningún de los bandos que se han formado— Shura fue quien habló al momento que dio un paso al costado, declarando su posición dejando sorprendido a todos mientras un par de dorados se miraban entre sí como si estuviesen pensando lo mismo.

— En esto estoy con Shura, no considero que sea beneficioso una lucha entre nosotros mismo, declaro mi neutralidad en este asunto y acataré cual sea el resultado— la enorme figura del toro se movió junto a la cabra, manteniendo sus brazos cruzados.

— Esto se ve demasiado divertido y prefiero ser un espectador de primera fila — Mascara de muerte se encogió de hombros mientras que caminaba a paso despreocupado junto a sus otros dos compañeros.

Los otros dos caballeros restantes tanto Escorpio como Aries se mantuvieron en el mismo lugar, con una pose de lucha, aumentando su cosmos y dejándose salir aquellos gruñidos de alfa, tras ellos se pusieron varios hombres compuestos por soldados, caballeros de plata y bronce dispuestos a luchar, el ambiente tenso parecía querer explotar en cualquier momento dando paso a la batalla campal que se esperaba que se detonara en cualquier momento.

Pero Saga no lo iba a permitir, no mientras él estuviese presente. De su interior nació un fuego, un fuego de lucha que antes no había sentido, un sentimiento de orgullo proveniente desde su alma, el orgullo que debía sentir de él mismo, de todo lo que había logrado, de todo su esfuerzo, de cada una de las cosas que había pasado para lograr estar en aquel lugar y si quería respeto no podía dejar que alguien más librase sus batallas, no, era momento de los cambios, de demostrarle a cada uno de los presentes que los tiempos debían cambiar, que eran tiempos nuevos para la gente como él y Afrodita y él sería el encargado principal de ser el primer paso para una nueva era dentro del santuario.

—  Les agradezco a ustedes cuatro caballeros, pero si deseo ganarme el respeto de todos lo deberé hacer yo mismo contra todo aquel que desee enfrentarme— Saga camino hasta ponerse frente a los dos caballeros restantes encabezando a los demás hombres que planeaban luchar contra él y dejó salir aquel resplandeciente cosmos libremente, su cuerpo se envolvió de una aura dorada, el piso bajo sus pies comenzó a temblar, sus cabellos comenzaron a ondear; junto con la energía que emanaba su cuerpo, partículas de tierra comenzaban a suspenderse en el aire y todo aquel que se encontraba junto a él se alejó asustado de aquel desplante de poder.

— Yo soy Saga, un omega, quien bajo la máscara ocupaba el nombre de Arles, patriarca del santuario, discípulo de Shion, nacido bajo la constelación de géminis, hijo de la amazona quien una vez portó la armadura de Aurora Boreal, hermano gemelo de caballero de géminis y protector de tierra Santa.(1) — Cuando su presentación formal frente a los santos terminó se podía sentir el aire de todo el lugar cargado en energía, haciendo temblar hasta al más poderoso Alfa, menguando a todo cosmos que se atreviera sobrepasarlo. — Todo aquello soy, ese es mi verdadero ser, sólo les pido a cada caballero, santo, soldado y amazona que confíen en mí, como una vez lo hicieron cuando mi nombre era Arles, y si aún no creen en mí déjenme demostrarles todo lo que puedo entregar. —

Hubo un eterno silencio, dentro de tierra santa, donde hasta el aire se detuvo, algo había quedado claro, que no importaba que ese hombre fuese un omega porque sabían que aquel hombre con un solo pestañear sería capaz de acabar con todo aquel se atravesara en su camino.

— ¡Salve Saga! — se escuchó un grito desde las gradas, al cual se les unieron más mientras se levantaban de sus asientos, hasta que todo el coliseo clamaba su nombre, pero esta vez no tras su cabeza, no está vez era un grito de reconocimiento, de aceptación y con cada grito y vitoreo aquel poderoso cosmos comenzaba a disminuir hasta volverse una cálida suave brisa.

Todo aquel una vez se le opuso gritaba su nombre, su verdadero nombre.

— Bienvenido otra vez, patriarca — Mencionó el último caballero restante que apreció cuando los gritos de alabanza comenzaron a resonar por el coliseo, caminando con tranquilidad sosteniendo en sus manos aquel brillante casco dorado que una vez portó sobre su cabeza. — Creo que esto vuelve a pertenecerle una vez más. — pronuncio entregando el objeto en sus manos.

— El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad — El caballero de leo tomó entre sus manos el dorado metal y lo posicionó sobre la cabeza de Saga cual rey en su coronación— ¿Es ahora el momento adecuado para citar a Shakespeare?

— Supongo que sí, este puede ser el momento adecuado — sólo se atrevieron a  sonreír en ese momento, aunque sus corazones clamaran por más, ya habría más tiempo de todo aquello, pero no aun, no cuando todos esos ojos veían cada una de sus acciones, sonrieron el uno al otro, y dejaron escapar un “te amo” insonoro al aire entre los gritos y aplausos de los presentes.

 

 

Notas finales:

(1) admito que me reí mucho en esta parte al vovler a reeleerlo, me recordó a Daenarys  de game of thrones con su nombre eterno jajajaja lo siento pero no me di cuenta cuando lo escribí, luego de aquello estuve tentado a ponerle SAGA de la Tormenta, de la Casa Targaryen, El Primero de su Nombre, Rey de Meereen, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos, Khal del Gran Mar de Hierba, El que no Arde, Protector del Reino, Rompedor de Cadenas y  Madre de Dragones. ajajajajjaja 

 


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