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NO TE ENAMORES por Cafetonight

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Notas del capitulo:

Hola, ¿Cómo están?, espero que bien. Bueno este capítulo viene con más drama para variar, espero que próximamente haya un cambio, y también espero que la inspiración venga a mí. Como lo dije anterior, por ahora se me está haciendo algo difícil pero estoy tratando de hacer lo mejor posible para ustedes, así que espero su comprensión.


Buen fin de semana para todos.

En algún momento Sandara había aparecido a su lado, trato de confortarlo mientras pasaba suavemente una mano sobre su espalda pero nada servía. Con ayuda de Lalisa, Sandara logro llevar a Jiyong hasta el cuarto de baño, trato de limpiar el desastre en su rostro, pero era casi imposible, sus lágrimas no dejaban de salir una tras otra.

“Jiyong… Jiyong cariño mírame”, sus delgadas manos sostenían el rostro de Jiyong.

“Él no está bien”, Lalisa parecía asustada.

“Guarda silencio.” Reprendió, “Busca a Daesung y dile que venga aquí, muévete”, ordeno.

“Si.” La muchacha salió de la habitación dejando a Sandara y a Jiyong a solas.

“Por favor Jiyong, vuelve.”

Jiyong la miro pero no dijo nada.

“Vas a estar bien”, le dijo acariciando su cabello.

Daesung apareció minutos después en la puerta y observo a Jiyong, quien seguía quieto en el mismo lugar.

“¿Que paso con Seunghyun?, pregunto Sandara, alejándose un momento para hablar con Daesung.

“No pude alcanzarlo.” Daesung estaba preocupado.

“¡Dios mío!, que vamos hacer.” Exclamo Sandara, cruzando los brazos.

“Tranquilízate, hallaremos la forma. Por ahora es mejor que llevemos a Jiyong a casa, yo me encargare de Seunghyun.”

Sandara asintió, dejándose confortar por los brazos de Daesung, quizá no era el mejor momento pero le gustaba estar a su lado.

Lalisa y Sandara trasladaron a Jiyong hasta su auto, era obvio que en las condiciones en las que se encontraba no podría manejar. Sandara se preguntó dónde podrían estar sus llaves ya que no las veía por ningún lado.

“Su bolso, deben estar ahí”, dijo Lalisa. Sandara tomo el bolso de Jiyong y comenzó a buscar dentro de él, era incomodo hacerlo, pero no había otra opción. Con suerte logro encontrar las llaves.

“Llámame si necesitas ayuda.”

“Así lo hare Lalisa, gracias.”

 

Era muy tarde cuando al auto arranco de la casa de Daesung. Sabía que algo iba a salir mal desde el momento que vio a Jiyong en la galería. Él nunca iba, ¿Por qué lo hizo ahora?, ¿estaba espiándolo?, no, no podía ser posible, él y Jiyong nunca habian tenido nada. Nunca fueron realmente una pareja, pero porque era diferente esta noche. ¿Que había de diferente?, no importaba, de todas formas ya estaba acabado. Fue así desde el comienzo.

Seunghyun no sabía a donde se dirigía exactamente, pero cuanto más lejos mejor. Era viernes por la noche, había mucha gente en las calles, jóvenes en su mayoría, trasladándose de un lugar a otro. Entro en el primer lugar que vio, siendo recibido por un mar de luces neón, apenas y podía distinguir un rostro de otro, “Eso está bien”, pensó. Camino entre el mar de gente que bailaba animadamente, y se sentó justo delante del bar, una joven pelirroja lo saludo, él no estaba prestándole atención a sus palabras pero recibió con gusto el primer trago que le ofreció, luego vino y uno más, y otro más, hasta que apenas podía ver con claridad, cerro sus ojos un momento, la música seguía tocando fuerte.

“Deberías parar”, le sonrió la pelirroja de la barra. “Sea lo que sea que te pase no vale la pena.”

Seunghyun no dijo nada y saco su billetera para pagar lo que había consumido, la pelirroja parecía satisfecha.

“Si necesitas algo más, avísame”, volvió a decir, colocando su mano sobre Seunghyun y luego volvió para atender a otro cliente.

Seunghyun no sabía cuánto tiempo había transcurrido en lugar, pero por el poco volumen de gente creyó que mucho. Busco en unos de sus bolsillos para ver en su celular pero este no tenía batería, “mierda”, maldijo.  Miro una vez más a la pelirroja de la barra y luego a su vaso.

“¿Quieres que te sirva otro trago?”, No hacía falta decirle que sí, la pelirroja entendía.

Seunghyun  tomo el trago, sintiendo la quemadura en su garganta, ardía, dolía, pero no importaba. Tomo algunos billetes más y se los entrego, antes de ponerse de pie.

“¿Quieres que te consiga un taxi?”

“No”. Su voz sonaba extraña.

La pelirroja se acercó a él, “Ten cuidado entonces, sería un pecado no volver a ver una cara tan hermosa,” y lo beso. Seunghyun cerró los ojos y le devolvió el beso, luego salió del lugar.

Era de madruga, lo puso por el color claro del cielo, aspiro una bocanada de aire, sintiendo el frio hasta la medula, “¿Dónde está mi abrigo?”, se preguntó, trato de recordar, pero su cabeza no le permitía pensar con claridad, al contrario sentía que iba a explotar en cualquier momento, subió a su auto como pudo y condujo lo más despacio posible, en su estado era incorrecto hacerlo, pero lo hizo. Pensó en las posibilidades de morir en un accidente de tránsito pero todas se vaporaron cuando llego a su casa.

 

“Quieres que te prepare algo”

“Estoy bien.”

“Jiyong…”

“Dije que estoy bien”. Grito.

Sandara se sorprendió por el cambio repentino de Jiyong.

“Voy a estar bien, solo… necesito descansar.” Jiyong no quería ser grosero, pero necesita estar solo.

Sandara no estaba segura, sus palabras no concordaban con sus acciones, Jiyong no estaba bien, pero era mejor darle su espacio.

“Entiendo.”

“Gracias… por todo.”

Sandara sonrió acariciando su cabello, “Si necesitas cualquier cosa llámame.”

Jiyong asintió, Sandara lo miro una vez más y le dio un beso en la frente,  luego salió, cerrando la puerta de su habitación.

Cuando Jiyong sintió que Sandara no estaba más ahí, se arrastró por la puerta, cayendo al suelo y entonces no pude contenerse más, las gotas saladas brotaron de sus ojos, nublando su visión. Su pecho subía y bajaba hipando con fuerza, y el medio se apodero de él, temiendo que su hijo lo escuchara, cubrió su boca con una mano tratando de contenerse pero era imposible, dolía, y dolía mucho. Seunghyun le había dicho que se había acabado.

“Seunghyun… perdó…name”. Gimoteo, abrazando sus rodillas y ocultando su rostro. Sus pantalones estaban mojados por las lágrimas, y sus ojos estaban cansados, su cuerpo se sentía desgastado, como si hubiera corrido por mucho tiempo. Miro su habitación y se recostó en la alfombra, observando el cielo oscuro por la ventana, quedando dormido.

El ruido de un motor despertó a Jiyong de sus ensoñaciones, “Seunghyun…”, pronuncio y como pudo se arrastró hasta llegar a la ventana, su corazón dio un vuelco en la anticipación, era su marido. Jiyong tenía que hablar con él, tenía que decirle como pasaron las cosas, tenía que pedirle perdón.

 

Seunghyun se quedó viendo la puerta por un momento antes de meter las llaves en la cerradura e ingresar, tuvo que tener cuidado con los escalones, había tropezado un par de veces y el dolor de cabeza no estaba ayudando, se apoyó en las barandas para sostenerse y llegar al segundo nivel.

“Seunghyun…”, escucho, sabia de quien era esa voz. “Seunghyun”, volvió a escuchar. Él no estaba en condiciones de hablar, el no quería hablar con Jiyong, así que lo ignoro sin siquiera mirarlo y entro en su habitación, cerrando la puerta.

Podía escuchar a Jiyong desde afuera, diciendo su nombre, se llevó las manos a los oídos e intento no escuchar, no quería escuchar su voz: Jiyong era insistente pidiéndole abrir la puerta y las náuseas se propalaron hasta su garganta, desde el interior de su estómago, Seunghyun corrió tambaleándose hasta el cuarto de baño y vomito todo, quizá hasta su corazón. Trato de respirar mientras se lavaba la boca, era un desastre cuando se vio en el espejo, con los ojos hinchados, y la ropa sucia, estaba demasiado cansando como para hacer algo, así que salió de ahí y fue directo a la cama, envolviéndose como un ovillo entre las sabanas, la voz de Jiyong ya no se escucha ha y estaba agradecido, con los minutos  fue cediendo al cansancio y su ojos se cerraron, quedándose dormir.

 

Seunghyun no quería hablar con él. Insistió un tiempo más pero no hubo respuesta de Seunghyun, Jiyong se quedó mirando la puerta de su marido y más lágrimas escaparon de sus ojos. Después de eso Jiyong no pudo dormir, así que tomo un baño rápido y se vistió con lo primero que encontró en su armario, no quería que su hijo lo viera así, solo rogaba porque Mino no preguntara nada.

El pequeño aún seguía dormido en su cama, descansando como si nada pasara a su alrededor y Jiyong estaba agradecido, no quería que Mino se involucrara en esto. Jiyong se sentó a un lado de la cama y acerico con ternura a su hijo.

Mino se movió entre las sabanas y suspiro. “Uhm… Papi.”

“Lo siento, no quería despertarte”, se disculpó besando su frente.

Mino abrió un poco los ojos y observo a su padre, algo andaba mal, podía sentirlo.

“¿Estas bien?, pregunto.

“Siempre estoy bien cuando estás conmigo”, Jiyong trato de sonreír, Mino no le creía.

Cuando el pequeño término de vestirse, bajo al comedor con Jiyong para tomar desayuno, y pidió que comieran en el jardín. Jiyong acepto.

Mino comenzó a engullir su comida, era obvio que tenía hambre a diferencia de Jiyong que había estado jugando con sus cubiertos.

Mino dejo de comer cuando vio el estado de Jiyong, y Jiyong se sentido culpable. Había algo en su hijo que le recordaba a Seunghyun, y se sentía  avergonzado al mirarlo a los ojos.

“Estoy bien”. Le dijo.

“No mientas, mentir es malo, me lo dijiste.” Jiyong no sabía que decir a eso.

“Peleaste con papa”. Si, quería decirle Jiyong.

“No debes preocuparte por cosas de adultos.” Fue lo que dijo a cambio.

Mino no le pregunto más después de eso y Jiyong estaba agradecido, quería decirle que encontraría la manera de arreglar las cosas.

El resto de la mañana Jiyong ayudo a su hijo en las tareas, y por la tarde jugo con él, vieron una película, y cenaron. Mino era un buen niño, se había quedado dormido entre sus brazos mientras le leía un cuento, Jiyong se recostó junto al pequeño y se quedó dormido de inmediato, estaba agotado.

 

Seunghyun comenzó a dar vueltas en su cama con los ojos cerrados, podía sentir el dolor de cabeza martillando en su cerebro y era insoportable. Tuvo que sentarse un momento y buscar en su mesa de noche algo de analgésicos y agua. Encontró las pastillas pero no el agua. A regañadientes se puso de pie y fue hasta el cuarto de baño para buscar algo de agua y tomar las pastillas, cuando lo hizo, prendió la luz y se miró en el espejo. Su aspecto era sucio, con el cabello desordenado y la camisa llena de manchas, Seunghyun se quitó la ropa y se metió a la ducha sumergiéndose en el agua temperada, limpiando cada parte de su piel.

Después de unos minutos tomo su bata  y se secó el cabello con una toalla. Ahora se sentía más cómodo y el dolor de cabeza se había ido. Se sentó en su cama y miro su ropa tirada en el suelo y su celular, recordó que no tenía batería así que lo conecto al cargador y volvió a la vida, un sin número de pitidos se escuchan uno tras otro, eran mensajes de texto y llamadas de Daesung, Sandara y Taehyun, el no abrió ninguno, y por el contrario escribió un texto, “Estoy bien”, y se lo envió solo a Daesung, de inmediato su amigo lo llamo pero Seunghyun no contesto.

Seunghyun se recostó otra vez en su cama queriendo conciliar el sueño pero su estómago pedía a gritos algo de comer,  y no podía ignorar eso, así que suspirando se vistió con su pijama, y salió de su habitación lo más silenciosamente posible, bajo por las escaleras y llego hasta la cocina.

 

Jiyong se dio cuenta de que se había quedado dormido en la habitación de su hijo mientras le leía un cuento, con cuidado saco el brazo debajo de la cabeza de Mino y se sentó en la cama, bostezo y miro al reloj de la pared, eran las dos de la mañana. Camino despacio hasta llegar a la puerta y el cerro mientras daba una última mirada a su hijo. Jiyong camino por el pasillo y se quedó parado un momento frente a la puerta de Seunghyun, él no había salido en todo el día, y le preocupaba, luego camino hasta  su habitación pero por alguna razón prefiero ir primero a la cocina y tomar un vaso de agua.

Jiyong bajo las escaleras despacio y se acercó a la cocina prendiendo el interruptor de la luz.

“Auuuuuu”. Escucho un quejido, Jiyong se asustó, pero se dio cuenta de que no había porque hacerlo.

“Seunghyun.”

Seunghyun levanto la vista y miro a Jiyong, se veía triste y cansado.

“uhmmm”, se quejó tomándose el pie.

Cuando llego a la cocina lo que menos pensó fue en prender la luz, así que fue directo al refrigerador para tomar algo de comer, entonces Jiyong lo había sorprendido perdiendo e equilibrio y golpeando su pie con la parte baja de una de las sillas de la encimera.

Jiyong se acercó a él, “Estas bien”, Seunghyun no le dijo nada, “Lo siento, no sabía que estabas aquí”, se disculpó.

“Estoy bien”, dijo de forma seca, era obvio que Seunghyun no quería hablar con él.

“Lo siento”, se disculpó de nuevo. “Yo…” comenzó Jiyong.

Seunghyun y Jiyong se miraron sin decir nada, como cuando estaban en la galería, pero con una sensación diferente que ninguno de los dos reconocía.

“No me mires así, por favor”, Quiso decirle Seunghyun, pero se calló.

“Yo… yo quiero…”

“Es tarde… debo dormir”. Seunghyun comenzó a caminar en dirección contraria pero Jiyong lo tomo de la mano, esperaba que Seunghyun lo mirara otra vez pero para su sorpresa se soltó del agarre y camino sin voltear a verlo.

Jiyong se quedó solo en medio de la cocina, observo al vacío, con la mano extendida, esperando quizá, que Seunghun volviera para verlo una vez más.

 

 


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