Seunghyun se relajó en el momento que Daesung desistió de llamarlo. Esperaría hasta la noche para ver su reacción. Durante algunos minutos medito que lugar podría ser bueno para ir a cenar. Recordó que unos de sus amigos, un artista japonés, le había comentando sobre un lugar agradable y discreto. Por fortuna, el lugar tenia mesas disponibles, así que hizo la reservación para cuatro personas. Al terminar, envió un mensaje de texto a Daesung con la dirección del lugar.
Jiyong estaba cerrando la mochila de Mino cuando el timbre de la puerta principal se escuchó.
“¡Tía Soojoo!.” Exclamo con entusiasmo Mino.
Jiyong se arrodillo al lado de su hijo.
“Tienes que prometerme que iras a dormir a la cama temprano, cuando tía Soojoo lo indique. ¿De acuerdo?”
“Lo prometo.” Mino levanto su pequeña mano en el aire como símbolo de su promesa.
Jiyong beso a su hijo en la frente y bajaron juntos para recibir a Soojoo. Seunghyun no estaba cerca por lo que intuyo que se encontraba en su estudio, trabajando.
“Bienvenida.” Saludo.
Soojoo le devolvió el gesto a su amigo con un abrazo y enseguida se acercó para saludar a Mino.
“Espero que estés listo. Hoy vamos a divertirnos mucho.”
“Siiiiiiiii.” Respondió con entusiasmo.
“Debes enviarlo a dormir a las 8:00.”
“No te preocupes.” Soojoo le giño un ojo a Mino en señal de complicidad.
“Debemos irnos ahora si queremos hacer las cosas que planeamos.” La rubia se puso de pie.
“¿Iremos a comer helado?”
“Claro que sí. Pero primero debes despedirte de papi.” Soojoo acaricio el cabello del pequeño.
“Voy a extrañarte.” Mino abrazo a Jiyong, ocultando su rostro en su pecho.
“Solo será una noche cariño. Mañana por la mañana estaremos juntos otra vez.” A Mino le gustaba la sonrisa de su padre, su aroma y la calidez de sus manos. Sería la primera noche que dormiría lejos de él.
“Debo decirle a papá que esta noche tendrá que cuidarte, ya que iré con tía Soojoo.”
“Mino.” Jiyong lo atrajo más sobre su pecho, abrazándolo con dulzura. “El cuidara de mí, no te preocupes.”
Jiyong mentiría si dijese que no estaba conmovido. Por qué lo estaba, aunque no lo expresara en voz alta.
Soojoo y Jiyong vieron a Mino correr por el jardín en dirección al estudio de su padre.
“¿Estás seguro que no quieres venir con nosotros?. Podemos agregar a una persona más.”
Jiyong sonrió ante las palabras de su amiga. Él habría aceptado con gusto pero tenía una cena esta noche y no podía faltar.
Soojoo observo a Jiyong perdido entre sus pensamientos.
“¿Hay algo que quieras decirme?.” Pregunto con curiosidad.
“Todo está bien. No te preocupes.” Los brazos de Jiyong se envolvieron contra su pecho. Por primera vez le ocultaría algo a su mejor amiga. No estaba listo para un interrogatorio.
Mino regreso después de unos breves minutos y se despidió una vez más de Jiyong. Su pequeña mano se agitaba por una de las ventanas del auto. Era una sensación extraña estar alejado de su hijo, pero no había motivos para preocuparse.
Jiyong y Seunghyun estuvieron solos en casa, aunque en ambientes separados. Y así como el día vino la noche llego.
Jiyong había pasado la mayor parte del tiempo en su habitación buscando que ponerse. No había ido de compras así que tenía que arreglárselas con lo que ya tenía en su closet.
“Ahhh.” Suspiro sentándose en la cama. La ropa estaba por todos lados, principalmente en la alfombra.
“Se supone que solo debo vestirme.” Se suponía que sí, pero no era fácil. Estaba frustrado. Había pasado mucho tiempo desde que salió con alguien en una cita.
Cuando Seunghyun lo invito a cenar esta mañana creía que había escuchado mal. Se imaginó en un mundo paralelo donde este tipo de cosas eran habituales entre ellos, pero la realidad distaba mucho de eso.
No sabía que esperar, era su primera cita con Seunghyun y no eran una pareja de adolescentes, ambos eran adultos. Generalmente los adultos pasan de la etapa de enamoramiento algo más intenso. Jiyong no sabía si estaba listo para dar el siguiente paso pero tampoco quería rechazar a Seunghyun si le pedía pasar la noche con él.
Por un momento recordó a Taehyun, las probabilidades que tuvo con él. Las cosas que ese muchacho podría ofrecerle a Seunghyun o que ya le había ofrecido. Jiyong no quiso pensar en la posibilidad de Seunghyun despertando en la sabanas de una cama extraña, menos en la de Taehyun. No podía negar que le dolía imaginar que algo había pasado entre ellos. Aun recordaba su última mirada en la galería, el odio impreso en sus ojos como dagas. Jiyong se sentía vulnerable como si estuviera haciendo algo malo, como si él fuera la tercera rueda en la habitación. El quería huir y Seunghyun simplemente lo había impedido entrelazando sus manos frente a Taehyun.
Era consciente de las cosas que había hecho mal. Estaba convencido de no cometer los mismos errores con Seunghyun. Esta cena era el comienzo de una segunda oportunidad para ambos, Jiyong no iba a desaprovecharla.
El humo del cigarrillo llenaba el aire mientras lo dejaba salir de su boca. Fumar era una costumbre que adquirió para aligerar su ansiedad, un mal hábito. Era lo mejor que podía hacer mientras esperaba a Jiyong. Esperar pacientemente mientras intentaba eliminar la intranquilidad que por momentos lo hacía temblar.
“Es mi primera cita con Jiyong”, Pensó.
“Siento la demora.” Se disculpó.
El cigarrillo quedo olvidado entre sus dedos y el humo de expandió por el aire fuera de su boca. Seunghyun levanto la vista para observar a Jiyong y su corazón de detuvo, ¿cuánto tiempo había pasado?, él no lo sabía. Frente a él estaba Jiyong, vestido con una camisa que dejaba ver la piel pálida de su cuello, con pantalones rasgados que acentuaban sus caderas, con el cabello alborotado y la sonrisa brillante. Por un momento olvido como respirar, absorbiendo cada detalle en la silueta de Jiyong.
“¡WOW!”. Jiyong estaba fascinado. Había visto a Seunghyun vestido cientos de veces con trajes perfectos y aquí estaba el con pantalones de mezclilla, y un suéter negro bajo una sencilla camisa blanca, dejando ver su bien formado torso. Jiyong no pudo evitar exclamar su sorpresa. Seunghyun era mucho más atractivo de esta forma.
“Te vez… hermoso.” Seunghyun no pudo evitar decir lo que había dicho. Un ligero rumor se acentuó en sus mejillas.
“Gracias.” Jiyong estaba encandilado con las palabras de Seunghyun.
Seunghyun se acercó lentamente a Jiyong. Jiyong podía observar de cerca la diferencia de altura entre ambos, le gustaba.
“¿Puedo?” Pregunto Seunghyun, esperando la respuesta de Jiyong.
Seunghyun le estaba pidiendo permiso para tomar su mano. Jiyong no respondió y por el contrario tomo su mano entrelazando sus dedos al igual que lo habian hecho en la galería. Seunghyun le devolvió el gesto con una sonrisa tímida. Caminaron juntos en silencio hasta llegar al auto del Seunghyun.
Por un momento se quedaron dentro del auto, en silencio.
Seunghyun buscaba la manera decirle a Jiyong que esto no era precisamente una cita para los dos. El quería ser sincero, aunque le inquieta la respuesta de Jiyong.
“Jiyong.”
“¿Si?” Jiyong lo miraba con ojos brillantes.
“Yo…uhm…” Seunghyun miro a otro lado.
“Te arrepentiste de salir conmigo.” Jiyong sonrió, queriendo sonar bromista pero Seunghyun pudo notar el cambio en su cuerpo, la vulnerabilidad y el miedo.
“No.” Sus palabras salieron con fuerza y Jiyong lo observo estudiando su rostro. Buscando algún indicio de duda.
“Quiero decir, estoy agradecido que aceptaras mi invitación. Es solo que…” Jiyong guardo silencio, esperando a que continuara.
“Daesung y Sandara también estarán con nosotros.”
“¿Una cita doble?”
“Algo así. Lo siento sino te lo dije antes.” Bien Seunghyun lo has arruinado, pensó.
“Suena divertido.”
“¿No estas molesto?
Jiyong negó con la cabeza y llevo una de sus manos hacia su boca para ocultar su sonrisa.
Cuando llegaron al lugar, Seunghyun tomo nuevamente la mano de Jiyong. Era una sensación agradable, única, muy personal, como lo haría cualquier pareja.
Jiyong examino el lugar, un bonito restaurante italiano, bien iluminado, con un decorado exquisito.
Daesung se puso de pie cuando los vio acercarse a la mesa.
“Bienvenidos.” Saludo amenamente.
Jiyong no conocía de cerca Daesung, no como Seunghyun. Pero estaba agradecido por su amabilidad, aunque no se llevaran bien.
“Sentimos la demora.” Se disculpó Seunghyun.
“No por favor, acabamos de llegar.” Sandara extendió sus brazos y beso en ambas mejillas a Jiyong.
“Te vez hermosa.”
“Lo mismo digo. Te vez muy…sensual.” Jiyong se ruborizo ante el cumplido. Se preguntó si Seunghyun pensaba lo mismo.
“Jiyong es sensual por naturaleza.” Comento Daesung mientras todos tomaban asiento.
“Seunghyun me lo dice todo el tiempo.” Todos los ojos se posaron en Seunghyun.
“Vamos Seunghyun vas a decirme que ahora eres tímido.” Daesung se estaba divirtiendo con Seunghyun, una pequeña dosis de lo que pasaba cuando le colgaban las llamadas.
“Vete a la mierda”, quiso decir Seunghyun, pero no pudo. La sonrisa de Daesung era una burla.
Seunghyun trato de sonreír lo mejor que pudo, “Mi querido amigo, te conozco tantos años y es la primera vez que te veo tan enamorado. Sandara es especial, ¿recuerdas cuando me lo dijiste?” Esta vez fue el turno de Daesung para sonrojarse.
“Vamos Daesung, vas a decirme que ahora eres tímido.” Seunghyun utilizo las mismas palabras con las que fue atacado, y se sentía muy bien, ver la cara de su mejor amigo enrojecida.
Sandara se había ruborizado y Seunghyun se sintió responsable, después de todo ella no tenía la culpa del sarcasmo que utilizaba con su amigo. Aunque nada de lo que había dicho era falso. Daesung estaba enamorado pero era un cobarde para aceptarlo.
El resto de la velada transcurrió con tranquilidad, Daesung había estado muy silencioso, a excepción de los momentos en los que respondía cuando se le preguntaba algo. Si fuera otra persona creería que lo había lastimado pero Seunghyun conocía demasiado bien a su amigo como para no pensar que estaba planeando algo. Por desgracia, todos los miedos de Seunghyun se hicieron realidad, cuando entraron a uno de los lugares que más odiaba.
“Es el mejor lugar para bailar de cuidad.” Exclamo Jiyong.
“¿Cómo conseguiste las entradas?, sé que es difícil obtenerlas” Dara estaba dudosa pero contenta aferrada al brazo de Daesung.
“Hable con algunos contactos y las conseguí.” Daesung era demasiado bueno para obtener contactos y esto era un ejemplo de ello.
Parecía como si su amigo había planeado mucho mejor esto que el mismo Seunghyun, llevándolos a un club. Uno de los lugares que Seunghyun mas odiaba, por la sencilla razón de que no sabía bailar.
“Bien Daesung tu ganas.” Pensó, dándole una mirada de desaprobación.
Ambas parejas fueron llevadas a un box, donde tuvieron el mejor trato personalizado y las mejores bebidas. Seunghyun no pudo evitar sentir celos cuando muchos de los desconocidos miraban a Jiyong.
“Cambia esa cara.”
“Hijo de puta.”
“Jajajaja no deberías insultar a mi madre Seunghyun.”
“Elegiste el peor de los lugares para castigarme.” Seunghyun llevo su bebida a la boca, tomando un trago. Daesung noto la mirada de resignación de su amigo y al instante se arrepintió de lo había hecho.
“Seunghyun…”
El ruido chillón de la música, acompañado de las luces neón y una multitud de cuerpos moviéndose, solo lo hizo sentirse peor.
“Cállate la puta boca.” Su voz sonó rasposa.
Daesung no pudo continuar la conversación porque Jiyong se acercó a Seunghyun y rezo para que Jiyong no escuchara nada.
“Vamos a bailar”, Jiyong tomo su mano y Seunghyun se tensó al instante.
Daesung observaba todo desde el otro lado.
Seunghyun podía sentir sus ojos sobre él. Seunghyun tomo otro trago de su bebida.
“¿Te sientes bien?” Pregunto Jiyong preocupado, quien ahora se encontraba sentando a su lado.
Ambos se quedaron en silencio escuchando la música de fondo. Daesung y Sandara los habian dejado solos en algún momento que Seunghyun no recordaba.
“Lo siento.”
“¿Por qué?”
“Te estoy aburriendo, lo siento.”
“Seunghyun.” Jiyong tomo su rostro para que lo observara y Seunghyun sostuvo su mirada. Jiyong se acercó lentamente dándole un beso y Seunghyun cerró los ojos.
“Ven…” La voz de Jiyong sonaba dulce, sosteniendo su mano.
“No se bailar.” Dijo por fin abriendo los ojos y mirando a Jiyong de pie frente a él.
“Ven.” Volvió a llamar Jiyong con una sonrisa, Seunghyun lo siguió esta vez sin protestar. Trasladándose entre la gente que pasaba a su lado y llegando por fin a la pista de baile.
Seunghyun ni siquiera estaba escuchando la canción de fondo, solo podía observar a Jiyong, moviéndose con agilidad, entrelazando sus brazos sobre su cuello y guiando las manos de Seunghyun hasta su cintura.
“Escucha la canción.” Susurro Jiyong.
Seunghyun cerró los ojos otra vez, concentrándose en la canción, y entonces la escucho, escucho la melodía, la particularidad de la voz, y la sensualidad de la letra, cuando volvió abrir los ojos Jiyong estaba viéndolo fijamente y Seunghyun se estaba moviendo bajo su mirada, todo era sensitivo, placentero, como si nada más importara que el momento. Seunghyun era consiente de las parejas a su alrededor, contorneándose y tocándose con un aura de erotismo, bajo las luces neón.
Cuanto termino la canción, Jiyong se separó unos centímetros para tomar la mano de Seunghyun y tomar un descanso, pero fue sorprendido por Seunghyun aferrándose a su cintura. Minguo fue consiente del tiempo que pasaron juntos, aferrados al cuerpo del otro, mientras la música vibraba al igual que ellos.
“Necesito algo de beber” Jiyong respiraba con dificultad, las gotas de sudor amenazaban con expandirse a todas las partes de su cuerpo.
Seunghyun asintió siguiendo a Jiyong hasta su mesa, Daesung estaba besando a Sandara pero se separaron cuando vieron llegar a sus amigos. Jiyong sonrió en su dirección tomando su bebida. Seunghyun no dijo nada, no estaba en derecho de decir algo después de lo que acaba de hacer con Jiyong, así que estaban empatados.
Jiyong suspiro y cerró los ojos recostando su cabeza sobre el respaldo del sillón.
“Deberíamos volver a casa.” Seunghyun hablo.
“Si.” Jiyong estuvo de acuerdo. Ambos se despidieron de Daesung y Sandara.
“Es más agradable sin todo ese ruido”
Jiyong sonrió. Eran cerca de las 4:00 am.
Seunghyun pensó en lo raro y especial que había sido esta noche mientras caminaban hasta la parte trasera del club para recoger su auto, caminaban en silencio, observando el cielo aun oscuro y las calles vacías. Seunghyun creía que la atmosfera era agradable después de tanto ruido.
“Ahhhh”, Se escuchó un audible jadeo.
“Mi..erda, hazlo más despacio, ahhhh ugr…..”
En plena calle detrás del club había una pareja de hombres follando. Uno de ellos estaba contra la pared con las manos sobre la espalda, y los pantalones abajo, y otro detrás de él, sujetando sus manos, mientras lo embestía con fuerza. Seunghyun se había quedado de pie observando la escena.
Jiyong quien lo había seguido detrás se acercó al ver su rostro desencajado, “Seunghyun…” las palabras murieron en su boca.
“Voooy a correr…me.”
“Si,si,si,si, ohhhh…mierda.”
La pareja se besó lascivamente mientras gemían. El hombre contra la pared observo a Seunghyun y luego a Jiyong, con el rostro contorsionado por el placer.
Jiyong comenzó a caminar, Seunghyun lo siguió en silencio y al igual que al principio se quedaron sentados en el auto, sin decir nada. Parecía que ninguno se sentía lo suficientemente confiado para decir algo, no después de lo que acaban de ver. Seunghyun no dijo nada y Jiyong no lo presiono, estaba demasiado excitado como para decir algo, podía sentir la calentura en sus mejillas, el no quería mostrar esto para Seunghyun.
Seunghyun había comenzado a conducir manteniendo la vista al frente, “Pero que mierda.” Dijo mentalmente, “como es que alguien tiene sexo en la calle frente a todos”.
“¡SEUNGHYUN!”, Jiyong estaba gritando a su lado, el apenas pudo darse cuenta que se había pasado una luz roja y casi iba a ser embestido por otro auto.
Seunghyun detuvo el auto un momento, respirando con dificultad. “Demonios”, se quejó golpeando el volante.
El rostro de Jiyong aún estaba ruborizado. Parecía asustado, preocupado por lo que acababa de pasar.
“Yo…, lo siento, no sé qué me paso”, Seunghyun se disculpó. Estaba pensando en la escena de sexo explícito de hace unos momentos, pero no ida a decírselo a Jiyong.
“Descuida, ha sido una noche muy larga”… para terminar viendo a dos personas tener sexo frente a nosotros, quiso decir Jiyong, pero no lo hizo.
Después de su pequeña charla, no volvieron hablar, había silencio pero no era incomodo, estaba bien estar sentando uno al lado del otro sin decir nada.
Seunghyun y Jiyong entraron a su casa.
“Gracias, por la cena.” Dijo Jiyong.
“Gracias por el baile.” Respondió Seunghyun.
Dentro del salón principal todo estaba oscuro, apenas podían distinguir el espacio libre de los muebles, dada la poca luz de las ventanas. Jiyong esperaba no hacer el ridículo y tropezarse. Fue muy tarde cuando se dio cuenta que su pie se había enredado con algo en el suelo, perdiendo el equilibrio y llevando a Seunghyun consigo.
Seunghyun había caído primero, con la espalda contra el piso, con un ligero quejido de dolor debido al golpe. Jiyong había caído sobre él, con las manos apoyadas contra su pecho y con una de sus piernas enredada en algo que no podía ver debido a la poca iluminación.
A pesar del poco alumbrado, podía observar el rostro de Seunghyun, mirándolo en una expresión que no podía distinguir. Muy cerca, demasiado cerca de su rostro, perdiéndose en la profundidad de sus ojos, casi podía sentir su aliento. Jiyong suspiro sin poder evitarlo, presionando suavemente sus labios contra los de Seunghyun. Seunghyun se quedó muy quieto, disfrutando del gesto. Jiyong se separó para observar a su marido pero no tuvo tiempo, porque lo siguiente que supo fue que Seunghyun estaba tomándolo de la nuca para profundizar el beso, demasiado caliente, muy sensual. Jiyong gimió de satisfacción, aferrándose al suéter de Seunghyun. Jiyong no se había sentido tan bien desde hace tanto tiempo. Él estaba concentrando en el beso que apenas había notado el cambio de Seunghyun, sentando y sosteniendo a Jiyong sobre él, Jiyong comenzó a moverse lentamente, tomando el rostro de Seunghyun con una de sus manos. Jiyong había tenido dudas al principio de esta cita pensando en cómo iba a terminar, pero ahora que estaba en el momento preciso, no le importaba, el quería a Seunghyun tanto como su marido lo quería a él.
“¿Jiyong?, ¿Seunghyun?”
Jiyong y Seunghyun se miraron entre sí, sin aliento. La luz del salón estaba encendida delatando lo que habian estado haciendo a la persona que estaba delante de ellos.
“¡Soojoo!” Dijeron ambos separándose de inmediato.