Los siguientes días transcurrieron tan a prisa para la joven pareja que apenas podían verse. Jiyong pasaba todo el día en la oficina y llegaba pasada la media noche para evitar cualquier posible encuentro con su marido. Seunghyun por su parte había hecho todo lo posible por compartir tiempo con Jiyong, dejando de lado algunos proyectos y encargándoselo a sus subordinados, nada había servido; Jiyong no compartía el desayuno con él y mucho menos la cena por las noches. Llegaba a casa después del trabajo y se encerraba en su habitación hasta el siguiente día, repitiendo la misma rutina diariamente.
Cada mañana al saludar a Jiyong, este se veía molesto y nunca cruzaba palabras con su marido, tal situación había hecho a Seunghyun preocupar respecto a si estaba cumpliendo correctamente su papel de esposo por lo que después de dos largos meses de intentos fallidos para ganar el corazón de Jiyong, se había propuesto hablar con él y poner las cosas en orden para descartar malentendidos y mejorar su relación.
Sin embargo esa noche Jiyong no llego a la hora acostumbrada, aumentando la ansiedad de Seunghyun, así que llamo al celular de su marido para preguntar si estaba bien, siendo enviado al buzón de voz una y otra vez.
Cerca de las tres de la mañana Jiyong hizo su aparición en casa.
“¿Sabes la hora que es?, estuve preocupado por ti, te deje muchos mensajes de voz, ¿porque no contestaste?”, le pregunto Seunghyun angustiado pero Jiyong paso de largo sin decirle una palabra.
“¡¡Jiyong!!”
“Quieres bajar tu maldito tono de voz, me duele la cabeza”, se quejó.
“¿Estuviste bebiendo?”
“Eso no es de tu incumbencia”, Jiyong había bebido un poco esa noche en una reunión después del trabajo, pero por alguna razón no se sentía bien.
“¿Te hice una pregunta, respóndeme?”, grito exasperado Seunghyun ante el rechazo de Jiyong.
“¡Porque debo responderte!”, refuto Jiyong.
“Soy tu esposo, estaba preocupado por ti”, contesto con tristeza Seunghyun.
Jiyong camino unos pasos para enfrentar a su marido y responderle, “¡Bebí!, acaso vas a prohibírmelo.”
“Jiyong no deberías…”
“No seas ridículo Seunghyun, no tienes derecho a prohibirme lo que tengo o no que hacer con mi vida, entiéndelo de una vez, ¡tú no existes para mí!”.
Seunghyun no esperaba esa respuesta, una que lo lastimara tanto, “¡¡Eres mi marido Jiyong!!”, grito enojado tomándolo por las muñecas y besándolo con fuerza haciendo que Jiyong se retuerza en un intento de alejarlo de él, “¡Suéltame!, detente Seunghyun, no me siento bien, ¡por favor!, detente”. Las palabras de Jiyong no estaban haciendo efecto en Seunghyun, realmente se sentía mal, el aire apenas estaba entrando en sus pulmones y su corazón latía tan rápido que en momento todo lo que puedo ver fue oscuridad. Cuando Seunghyun noto que Jiyong no ponía resistencia se dio cuenta que este se había desmayado, “Jiyong, Jiyong dime algo, Jiyong”.
Los empleados de la casa al percatarse de la discusión habían despertado para encontrar a Jiyong desmayado y a Seunghyun intentando reanimarlo mientras gritaba por ayuda, de inmediato fue localizado un médico que se encargó de verificar su estado de salud. Los empleados por su parte habian comenzando a murmurar en la cocina acerca de la acalorada discusión que se había generado entre el matrimonio durante la madrugada, siendo callados inmediatamente por la empleada más vieja de la casa, “Debería darles vergüenza”, les dijo la mujer.
Después de algún tiempo, el medico salió de la habitación de Jiyong para hablar con Seunghyun
“Por favor, dígame que está bien.”
“Tranquílese Seunghyun, todo está bien”. Sonrió el médico.
“¿Fue por la bebida?, es por eso que se desmayó.”
“En parte si, por ahora tendrá que supervisar que no vuelva hacerlo, eso podría afectar su estado.”
“¿Estado?”, pregunto Seunghyun sin entender.
“Si, Jiyong esta embarazado”
“¿Em…barazado?”. Pregunto Seunghyun confundido.
“Si, ahora debo volver a la habitación para revisar su presión, permiso.” Seunghyun había escuchado bien, ¿un bebe?, no, no podía ser posible, Jiyong y el nunca…
¿Un bebe?, ¿un bebe de Jiyong?, ¿un bebe?, las mismas preguntas se repetían una y otra vez dentro de la cabeza de Seunghyun mientras caminaba por el pasillo, se sentía pesado como si el aire fuera extraído de sus pulmones, con mucha dificultad bajo las escaleras y cruzo el salón del primer piso, abriendo la puerta que daba hacia el jardín de la casa.
“No”, no, no, no, no, esto no es verdad, no…. el no puede no, no. Todo se sentía como la vez en que el médico le había dado la notica de la muerte de su madre, sentía la misma sensación de asfixia y dolor dentro de su corazón, trato de sostenerse contra una pared cercana pero apenas podía respirar y mientras todo se volvía negro ante sus ojos una voz estaba llamando su nombre.
Seunghyun no sabía cuánto tiempo había pasado ni donde estaba, mientras abría los ojos y trataba de enfocarse en la sombra borrosa que estaba a su lado por lo que intento ponerse de pie.
“¡Ey!, no hagas eso, el medico dice que necesitas descansar.”
“¿Da…daseung?”, pregunto confundido.”
“Si, ahora vuelve a recostarte, necesitas descansar.”
“¿Qué paso?”, volvió preguntar sintiendo su corazón comprimido.
“Te desmayaste en el jardín. Uno de tus empleados me llamo de inmediato, por lo que vine de prisa, afortunadamente ya había un médico aquí, cuando llegue te estaba revisando.” Daesung observo como Seunghyun comenzaba a llorar.
“Debes descansar”, respondió su amigo con pena.
“El… él está embarazado. Él está embarazado”, sollozo con fuerza.
“No habías tenido una crisis como esta desde la muerte de tu madre”, Daesung solo podía escuchar el llanto de Seunghyun como respuesta. “No voy a dejar que pases por lo mismo otra vez”, le dijo mientras abrazaba con fuerza a su amigo y trataba de aliviar su dolor. Minutos después el medicamento que había sido aplicado a Seunghyun hizo efecto haciéndolo dormir.
Daesung observaba a su amigo dormir, sus ojos se veían tan cansados de tanto llorar, solo ahora podía comprender la magnitud del problema que había producido este matrimonio, “Fui yo el que te alentó a esto y mira como estas”, se dijo Daesung así mismo sintiéndose culpable.
Al otro lado del pasillo Jiyong se sentía mareado y con mucha sed, giro para tomar un poco de agua de su mesa de noche encontrando la jarra vacía, por lo que con las pocas fuerzas que le quedaban se puso de pie sosteniéndose de la pared hasta llegar a la puerta de su habitación y abrirla.
“¿Hijo?, ¿Qué estás haciendo?, tienes que volver a la cama, no puedes estar de pie, necesitas descansar.”
“¿Madre?”, se preguntó Jiyong desorientado al no entender su presencia.
“Si, cariño, vamos vuelve a la cama”. Le dijo, mientras lo ayudaba a volver a la cama.
“¿Qué haces aquí?, ¿Qué paso?, ¿papa… papa está bien?”, pregunto Jiyong con preocupación.
“Tu padre se encuentra bien, no te preocupes. Lo único importante desde ahora eres tú y él bebe”, respondió su madre con una sonrisa.
“¿Bebe?, ¿Cuál bebe?”, pregunto confundido.
“Seunghyun y tu serán padres”, respondió su madre mientras lo abrazaba en agradecimiento.
“Espera, de que estás hablando madre”, volvió a preguntar Jiyong esta vez con preocupación.
“Tranquilízate Jiyong, quizá no esperabas encargar un bebe tan pronto, pero ya está en camino. Seunghyun tiene que cuidar de ti y del bebe desde ahora.
“¡Seunghyun!, ¿Dónde está Seunghyun?”, recordó Jiyong mientras trataba de buscarlo.
“¡Jiyong espera!, tienes que descansar el medico lo ordeno!”. Sin hacerle caso a su madre Jiyong fue hasta a la habitación de Seunghyun. Él no pensó encontrar a Daesung y mucho menos a Seunghyun en cama; al notar su presencia, Daesung lo observo y por primera vez Jiyong sintió miedo.
“Daesung….”, fue lo único que alcanzo Jiyong a decir ya que su madre volvió a trasladarlo a su habitación para descansar. Jiyong no lo había notado pero estaba llorando.
“¡Oh! cariño no llores, estas sensible por el embarazo, todo va a estar bien”. La madre de Jiyong parecía tan feliz que él no sabía cómo actuar ante todo lo que le estaba pasando.
Lo siguientes días pasaron con normalidad y una vez que Jiyong fue dado de alta volvió a sus actividades cotidianas.
“¿Jiyong me estas escuchando?”, Soojooo observaba a su amigo con preocupación.
“Lo siento, no escuche lo que decías.”
“¿Te sientes bien?, ¿Quieres que te traiga algo?”, le pregunto mientras acariciaba su cabello.
“Estoy bien, no me trates como un niño Soojoo.
“Solo estoy preocupada, deberías descansar, te ves pálido Ji.”
“Ya te dije que estoy bien, no puedo darme el lujo de dejar de lado mi trabajo ahora.”
“Jiyong, estas embarazado.”
“Lo sé, no tienes que recordármelo cada cinco minutos”, respondió molesto.
“No digo esto para molestarte, solo quiero que entiendas que necesitas cuidar más de ti y del bebe.”
“Porque me pasa todo esto a mí”, hablo Jiyong llevándose las manos al rostro mientras lloraba.
Soojoo trato de confortar a su amigo abrazándolo, “Todo va a mejorar pronto.”
“¿Cómo va a mejor?, ¿Cómo?, estoy casado con alguien que no soporto y voy a tener un hijo del hombre que amo y que no sé dónde está.”
“Por favor Jiyong necesitas calmarte, eso no le hace bien al bebe.”
“Ya no puedo soportar esto, es demasiado, demasiado”, lloro, llevándose sus manos al vientre, “¿Que voy a decirle a este bebe?, que no sé dónde está su padre, que estoy casado con alguien que no amo, que no podre darle la familia que merece.”
“Deja de decir tonterías. Donde esta mi mejor amigo, el hombre valiente, el que siempre lucha por sus sueños.”
“Ese Jiyong está muerto, no existe.”
“No puedo creer estar escuchando esto de ti, Jiyong.”
“¡¡Las cosas no son tan fáciles Soojoo, no lo son!!”.
Jiyong tenía razón, las cosas no iban hacer fáciles a partir de adelante.
Con el transcurrir de los meses el distanciamiento entre Jiyong y Seunghyun se hizo más evidente para sus amigos, a excepción de los padres de Jiyong a los cuales se le había ocultado la verdad; Jiyong no se sentía preparado para decirle a sus padres sobre el origen de su embarazo, temía la reacción de ellos , quizá nunca llegarían a querer a su hijo y por otro lado Seunghyun nunca dijo nada al respecto, intrigando a Jiyong de sobremanera por cual serían las verdaderas intenciones de su esposo.
Las veces en que Jiyong veía a Seunghyun eran escasas, como si no existiera. Jiyong se preguntaba cual diferente hubiera sido su vida con Soohyuk, su hijo y su propia familia. Imaginarlo lo entristecía.
Por su parte Seunghyun consumía todo su tiempo en la galería, desde que amanecía hasta que anochecía, cambiando su estado de ánimo y volviéndose cada día más exigente y menos flexible con sus trabajadores, algo que los había sorprendido pues Seunghyun siempre se había caracterizado por su amabilidad. Cuando llegaba a casa era como un fantasma, apareciendo y desapareciendo, siempre acompañado de sus inseparables cigarrillos. La última vez que Seunghyun había comenzado a fumar fue durante la muerte de su madre quien sufría del corazón, volviéndose una costumbre dañina que aliviaba su tristeza. Él se estaba sintiendo el mismo dolor ahora mismo, en su propia casa con su marido, con el cual soñó hacer feliz. Se sentía patético, se preguntaba quizás si esa era la forma en que Jiyong siempre lo había visto, como alguien débil, como alguien indigno para él, quizá esa era la razón por la que Jiyong nunca había mostrado interés en él, quizá era la razón por la que había buscado alguien más.
“Hable con el asistente de Kohei Nawa y dijo que vendría personalmente este fin de semana para entrevistarse contigo.”
“Muy bien Dara, es una buena noticia. Dime, ¿Cómo van los preparativos con los novatos, ya hay candidatos?
“Si, he preparado una carpeta con los mejores prospectos que desean trabajar con nosotros en el área creativa de publicidad, exposición, diseño, y restauración”, Sándara ubico una carpeta con toda la información en el escritorio de Seunghyun.
“Voy a revisarla ahora, muchas gracias.”
“De nada, deseas pedirme algo más.”
“No, eso es todo, gracias.”
“Bien, si necesitas algo solo llámame”. Con una sonrisa Sandara, su asistente personal se retiró, el realmente estaba agradecido con ella, no solo por su eficiencia para trabajar si no por soportar su mal humor de forma dulce.
Cuando Seunghyun estuvo solo dentro de su oficina, procedió a revisar la carpeta con los perfiles de las personas que aspiraban a trabajar en la galería.
“¡¡¡¡SEUNGHYUN!!!!”, grito Daesung entrando de forma agitada a la oficina de su amigo.
“¿Qué sucede?, ¿Porque esos gritos?”
“JIYONG, EL… ESTA DANDO A LUZ, AHORA MISMO”.
Seunghyun se quedó viendo a su amigo sin reaccionar.