“Seunghyun…”, llamo Daesung alarmado.
Segundos después, Seunghyun tomo su saco y salió a prisa de la galería sin responder a las interrogantes de Sandara, Daesung le dijo que se lo explicaría después. Seunghyun no se encontraba en el estado de ánimo adecuado para manejar su auto por lo que su amigo fue quien lo llevo hasta el hospital, durante el trayecto Seunghyun se preguntó porque no lo habian llamado a su celular para avisarle personalmente.
“Tu celular está apagado y no sabían cómo localizarte, por eso la madre de Jiyong me llamo para avisarme.” Eso respondía a la pregunta de Seunghyun, verifico su celular que estaba en el bolsillo de su saco y efectivamente estaba apagado.
Al llegar al estacionamiento del hospital, Daesung no estaba muy seguro si fue correcto haber traído a su amigo.
“Seunghyun…”
“Estoy bien”, respondió Seunghyun dándole una última mirada antes de bajarse del auto y trasladarse al área de emergencias. Cuando llego encontró a los padres de Jiyong y a Soojoo, ella parecía angustiada mientras observaba a Seunghyun caminar por el pasillo de forma lenta.
“¿Porque tenías el celular apagado?. No podíamos localizarte”, se quejó el padre de Jiyong.
“Lo siento señor”, se disculpó Seunghyun.
“Lo importante es que ya estás aquí para recibir a tu hijo”. El padre de Jiyong se veía muy feliz a diferencia del propio Seunghyun, sin embargo su suegro no tomo a mal esto, ya que creía que se debía al nerviosismo.
El tiempo dentro del hospital comenzó a correr y no había respuesta por parte del médico que atendía a Jiyong, Seunghyun se sentía tenso, no sabía cómo actuar ante esta situación, no se había puesto a pensar en ello, Daesung a su lado trato de apoyarlo.
“¡Es el medico que atendió a Jiyong!”, exclamo Soojoo con voz temblorosa, por lo que todos voltearon a ver en su dirección.
“¿Cómo se encuentra mi hijo?”, pregunto la madre de Jiyong con preocupación.
“Él se encuentra estable.”
“¿Y él bebe pregunto?”, pregunto Soojoo
“Él bebe se encuentra bien, es un niño. Felicitaciones”. Respondió el medico antes de retirarse e informarles que podían pasar a visitar a Jiyong y el bebe.
Seunghyun no se sentía preparado para entrar en la habitación por lo que prefirió retirarse pero justo antes de salir observo como él bebe recién nacido era conducido en los brazos de una enfermera que se detuvo frente a él.
“¿Quiere cargar al bebe?, le pregunto.
Él no estaba listo para cargar a ese niño, no estaba listo para ver a Jiyong, cuando se dio cuenta estaba fuera del hospital; no sabia en que momento había comenzado a llorar cuando se vio por el espejo retrovisor del auto.
“Seunghyun…” Daesung se sentó a su lado para hablar, pero Seunghyun extendió la mano para que guardara silencio, él no quería ser consolado en este momento, el solo quería estar solo y revolcarse en su miseria. Daesung permaneció a su lado todo el tiempo en silencio, la noche comenzaba hacerse visible.
“¿Qué hora es?”
“Las dos de la madrugada”. Respondió Daesung esperando a que su amigo dijera algo más. “Seunghyun… los padres de Jiyong…”
“Lo sé, tengo que estar al lado de mi esposo.”
“Tú no necesitas ir, inventare algo sobre tu ausencia, no debes preocuparte sobre eso.”
“Estoy bien Daesung, gracias”. Contesto Seunghyun limpiándose el rastro de lágrimas y bajando del auto.
“Te ves tan pálido, perdiste mucha sangre pero ya estas estable. Sabes… mi sobrino es un niño, igual de hermoso que tú.” Soojoo hablaba con un Jiyong inconsciente mientras acariciaba su cabello. “Tus padres están aquí…Seunghyun también… el…”, Soojoo no termino la frase porque el mismo Seunghyun se presentó dentro de la habitación. Ambos se miraron a los ojos sin decir nada.
“Deberías descansar, yo me quedare a cuidarlo”, Hablo él.
“Gracias, estoy bien así”, respondió ella.
“No voy a lastimarlo si eso te preocupa”, Soojoo se sentía avergonzada pero realmente eso era lo que pensaba, después de todo el niño no era de Seunghyun.
“¿Porque no le dijiste nada a sus padres?, pregunto la amiga de su marido.
“Eso no es de tu incumbencia.”
“Cierto, pero tampoco me iré de aquí”. Respondió ella.
Después de la breve conversación ambos no dijeron nada más, sumiéndose en el silencio mientras cado uno sentado dentro de la habitación vigilaba a Jiyong desde ángulos diferentes. Después de unas horas Soojoo simplemente cedió al cansancio. Seunghyun nunca cerró los ojos, observando a Jiyong dormir sobre la cama, era incluso la primera vez que veía dormir a su marido, se veía cansado, con la piel más pálida que de costumbre y el cabello más largo, aun así no dejaba de verse hermoso, porque realmente lo era a pesar de las circunstancias.
A la mañana siguiente una de las enfermeras entro para revisar a Jiyong.
“Lo siento, el señor se retiró hace unos instantes por lo que creí que no había nadie”. Se excusó la enfermera frente a Soojoo. Al volver del sueño la rubia se dio cuenta que efectivamente Seunghyun ya no estaba en la habitación.
“Está bien, no hay problema”. Constesto la rubia.
Realmente era incomodo dormir sentando dentro del auto, pero no había otra cosa que pudiera hacer Daseung, el no dejaría solo a su mejor amigo en estos momentos. Se preguntaba cómo la estaba pasando Seunghyun adentro, por lo que decidió comprobar por el mismo su estado de ánimo, al cruzar el pasillo que daba a la habitación de Jiyong se encontró con la mujer rubia que estaba todo el tiempo con Jiyong.
“Disculpa, ¿Sabes si Seunghyun ya despertó?”
“Él no está aquí.”
“¡¿Qué?!, yo lo vi entrar anoche.”
“Estuvo aquí, pero se fue.”
“¿A dónde?”
“No lo sé.”
Ante la falta de comunicación con Soojoo, Daesung marco al número de celular de su amigo pero este no le devolvía la llamada, preocupado decidió enviarle un mensaje de voz, “Seunghyun, ¿Dónde estás?, ¿Por qué te fuiste así?, por favor llámame.”
Al otro lado de la cuidad en medio de un taxi Seunghyun ocultaba su tristeza bajo sus gafas oscuras y se trasladaba al cementerio para visitar a su madre, a él le hubiera gustado visitarla en otras circunstancias, pero ese era el único lugar a donde podía ir cuando se sentía triste, como ahora. Al llegar pago al taxi y compro las flores favoritas de su madre. Saludo al velador de la entrada como de costumbre y camino por el hermoso pasto verde, sentándose a un lado de su sepulcro.
“Hola mama, Te traje tus flores favoritas, ¿Cómo has estado?”, le pregunto mientras acomodaba las flores.
“Yo, no tan bien”, respondió entre lágrimas, “Lo siento, no quería que me vieras así… no puedo evitarlo, me haces mucha falta mamá, deseo tanto poder abrazarte”, él lo deseaba mucho, deseaba fundirse entre sus brazos y llorar hasta cansarse, hasta que su madre le diga que todo estaría bien.
Seunghyun, desconcertado al escuchar su nombre giro su rostro para ver quien lo llamaba.
“Da…Daesung”
“Sabía que estarías aquí”, contesto su amigo con tristeza. Seunghyun respondió con un fuerte sollozo que no pudo contener.
“Llora, llora todo lo que quieres, voy a estar aquí”. Le dijo Daesung abrazándolo.
Daesung estuvo con Seunghyun todo el tiempo para confortarlo, durante ese día y los que siguieron. Daesung sabía que Seunghyun era un hombre talentoso pero tenía ciertos miedos sobre sí mismo, y estar en esta situación solo lo hacían sentirse más inseguro respecto a lo que podía ofrecerle a Jiyong, y ese era el problema que el mismo Jiyong había comenzado alimentar su inseguridad.
Después de la salida del hospital de Jiyong, las cosas se volvieron más monótonas y complejas entre la pareja, los padres de Jiyong no pasaron esto desapercibido pero lo atribuyeron a la llegada del bebe, por lo que decidieron no intervenir. Jiyong estaba agradecido por ello, ya que por lo único que quería preocuparse era por el bienestar de su pequeño al que nombro Mino.
El pequeño resulto ser lo mejor que había sucedido en la vida de Jiyong después de tanto tiempo, Mino lo había ayudado a sonreír otra vez.
Por su parte, Seunghyun nunca dijo nada cuando veía a Jiyong pasar de su habitación al jardín, o del jardín hacia la cocina en brazos con su hijo; él bebe se veía saludable y los empleados lo adoraban. Seunghyun nunca intento acercarse, en principio por miedo a su propia reacción y luego porque Jiyong nunca se pronunció al respecto, por lo que tomo la falta de interés de su marido como algo normal. No culpaba a Jiyong, después de todo su relación no marchaba bien antes de la llegada de Mino y eso no iba a cambiar ahora.
Durante el día en la oficina, supervisando a los novatos había resultado agotador para Seunghyun, pero una vez que llegaba a casa se permitía relajarse y disfrutar de una copa de vino, su mente había estado tan ocupada en las últimas semanas que no se había percatado de las grandes ojeras que adornaban sus ojos, tampoco era como si le interesara su aspecto, pero como un hombre arte debía cuidar su imagen al igual que su trabajo.
Al terminar su copa de vino se trasladó al segundo piso por las escaleras y cerca de llegar a su habitación escucho un llanto; movió su cabeza de un lado a otro para ver de dónde provenía el sonido, acercándose por el pasillo, llego a la habitación de Jiyong y al entrar observo al niño en medio de la cama llorando con tanta fuerza que las lágrimas salían a toda prisa de sus pequeños ojos, y desaparecían por sus mejillas. Se preguntó qué es lo que pasaba pero el llanto del bebe parecía tener más fuerza por lo que se alarmo al no saber qué hacer, desesperado busco información en su celular, dando click a la primera página donde se hablaba de muchas cosas diferentes, llamando su atención una de sus respuestas “el chupón”, Seunghyun trato de ubicar el chupón del niño pero no lo encontraba por ningún lado, desesperado busco una vez más para darse cuenta que el pequeño chupón había estado todo el tiempo frente a él, a un lado de la cama. Cuando lo tomo entre sus dedos, su mano temblaba, pero luego se dio cuenta de lo fácil que fue calmar al niño una vez que el chupón se quedó en su boca, el llanto seso y el sin darse cuenta estaba sonriéndole al bebe mientras le limpia las lágrimas con el dorso de su mano.
“¡QUE ESTAS HACIENDO AQUÍ!”, Seunghyun volteo alarmado al oír la voz de Jiyong.
“Él bebe… el…”
“¡Como te atreves a tocar a mi hijo!, quieres lastimarlo”.
“¡No!, por supuesto que no…”
“Entonces que haces aquí.”
“El lloraba tanto que me preocupe.”
“¿Preocuparte?, como puedes preocuparte por alguien que no es tuyo”. Respondió Jiyong con sarcasmo.
Escuchar eso de la boca Jiyong fue como tener una daga en el pecho, Seunghyun realmente no sabía que responder a ello, pero nunca había pensado en lastimar al niño, a pesar de su propio miedo.
“No tienes que recordármelo”, le respondió Seunghyun con dolor.
“Entonces no vuelvas a inmiscuirte en asuntos que no son tuyos, porque este no es tu hijo.”
Que había hecho mal esta vez Seunghyun, el solo había querido ayudar, el no estaba pensando en lastimarlo, pero Jiyong en cambio sí, con su actitud y sus palabras, siempre lo lastimaban.