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Ángel Maligno por HarukaChan

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Notas del capitulo:

*Les dejo el primer capítulo de esta historia~ Realmente estoy emocionada con la trama~ 

El invierno azotaba Inglaterra esa noche, y pequeños copos de nieve danzaban en la brisa. El paisaje que se podía observar desde  una alta torre de estilo gótico era precioso o por lo menos así le parecía a Psyche, que protegido por la tela de su gabardina observaba como su ciudad era teñida por una capa de blanca nieve.

—Los inviernos de esta ciudad son tan hermosos, es una pena que estén manchadas con sangre. —comentó para sí mismo antes de levantarse, sostenido por una gárgola que miraba fijamente la calle donde algunas personas transitaban, ignorantes de su presencia.

Tomó un pequeño impulso y pronto saltó siendo detenido casi de inmediato por lo que parecía ser un piso sostenido en el aire. Paso a paso iba avanzando, siguiendo un camino invisible a muchos pies de altura sobre las cabezas de la humanidad. Se veían tan pequeños que parecían simples hormigas.

 

— ¡Amo, Psyche! ¡Amo, Psyche! —la voz que resonó de forma nasal era la de un pequeño gorrión que parecía apresurado. Se detuvo en seco, justo frente a la figura de su maestro. “¿Qué ocurre? ¿Por qué parece que viste un fantasma?” le preguntó, y el pobre animal no pudo evitar moverse en el cielo frustrado —¡Ojala hubiese visto un fantasma!

—Sabes que me molesta cuando no me dices las cosas directamente —un pequeño suspiro escapó de sus labios para posteriormente extender uno de sus dedos, permitiéndole a la pequeña ave detenerse allí —. Cálmate —pidió con voz suave.

El gorrión tomó aire antes de apresurarse a soltar. —Ha aparecido una flor del mal cerca de un café, ya hay una sombra en el callejón junto al lado. Y… Y bueno… Esta devorando el cuerpo de una niña… —por muchas veces que hubiese presenciado escenas similares no podía dejar de sorprenderse y espantarse.

— ¡Oh! Lo de siempre entonces… Ya deberías estar acostumbrado, esto no es más que las consecuencias de los pecados humanos. —con suavidad acomodó a la pequeña ave en uno de los bolsillos de su gabardina, dejando que sus orbes se tiñeran con un tono carmesí —. Mantente quieto y en silencio.

No dudó en hacer del bolsillo su nido protector, dejando apenas un espacio para ver como el paisaje cambiaba y la brisa se filtraba debido a la velocidad con la que corría su contratista. Tarde o temprano ese chico terminaría cansándose de él y buscando un familiar mucho más fuerte. Aún después de cinco largos años no entendía qué había visto en él.

Ignoró la sensación de ser vigilado y continuó con su camino hacia la esencia infernal que empezaba  a brotar de la flor. No es que fuera un héroe o algo parecido, simplemente era atraído por el olor de los pecados y no había nada más delicioso que el sabor de un pecado. —Allí estás, preciosa… —una sonrisa ladina adornó sus labios cuando se dejó caer desde las alturas hacia lo que parecía una enorme rosa de color negro.

En cuanto el chico se detuvo se posicionó sobre el hombro ajeno, cambiando de forma a la de una delgada serpiente que se enrolló protectoramente alrededor del cuello de su maestro. Un impacto chocó contra el campo de fuerza que había creado en torno a su compañero y la silueta de un minotauro se hizo presente —Es él, el demonio que estaba en la sombra.

—Es uno bastante débil, debe estar bajo el mando de un demonio mucho más poderosos. —comentó más para sí mismo que para su familiar, pues a comparación del anterior este era un recién nacido. No lo entendería —. Acabemos con esto, tengo hambre. —desenfundó su arma y con un suave beso en el mango sonrió. —Ven a mí, tú que proteges la tierra. —pidió en un suave rezo.

El arma que anteriormente había sido solo una imitación de madera se había convertido en acero brillante, con la figura de un árbol dorado en el mango y las ramas de este enredadas hacia la abertura del cañón. Era un arma que ni siquiera los demonios podrían derrotar.

— ¡Cuidado! —la pequeña serpiente pudo menguar la fuerza del golpe de aquella hacha, pero fue incapaz evitar que fueran mandados contra el suelo —. Lo siento… —“No pasa nada, vigila mis puntos ciegos, yo me encargaré del grandote” como siempre la voz del contrario lo tranquilizaba, y dejó de preocuparse, atendiendo a cada movimiento del contrario.

—Ah… Pegas duro, pero no eres más que mucho cuerpo y poco cerebro —se burló, recibiendo otro golpe por parte del monstruo. Lanzó la pistola al aire y de un fugaz movimiento saltó sobre el arma ajena para tomar su pistola en el aire y disparar. La bala se incrustó en el pecho del minotauro, haciendo que una marca en forma de pétalo apareciera.

— ¡Grr! ¡Voy a devorarte! —volvió a elevar su hacha y la dejó caer contra el cuerpo de aquel encapuchado. Desde el momento en que había hecho acto de presencia, su naturaleza le fue evidente: no era humano.

—Qué miedo, estoy temblando… —dio un suave giro para escapar del golpe y volvió a disparar: una segunda marca apareció en el contrario, esta vez en su hombro —. ¿Quién te controla? Vamos, escúpelo.

—Eso no le incumbe a un asqueroso traidor. Ustedes lo que traicionan a nuestro señor por seguir a la iglesia son simplemente basura. —anunció y después de un sonoro bramido se lanzó a atrapar al escurridizo gusano.

— ¿Cómo me llamaste? —las grandes manos de ese monstruo no eran un impedimento para él, y pudo esquivarlo sin mayor esfuerzo. Una nueva bala hizo contacto con aquel ser, esta vez en su frente —. Y pensar que de todas las cosas ibas a decir algo que realmente me molestaría. Desaparece como la basura que eres. —una vez más besó el arma y se retiró unos dos metros del contrario. Los pétalos se convirtieron en flores y pronto aquel ser estaba siendo consumido desde dentro por una enredadera que lo partió por la mitad.

La sangre llenó el suelo y salpicó el rostro de Psyche que simplemente lo limpió con la manga de su gabardina. Su familiar lo observó en silencio antes de susurrar un: “Nos estás viendo, date prisa”.

El joven no tardó en obedecer y arrancó la flor para guardarla. La raíz era extremadamente gruesa pero sacarla de la tierra le había parecido un juego de niños. Se apresuró a guardar su arma, que volvió a ser simplemente madera y no dudó en desaparecer a través de un portal.

 

Volvió a aparecer sobre un edificio, sonriendo levemente. Se sentó justamente en los hombros de una gárgola. Nuevamente el frío viento acarició su rostro, y no pudo evitar respirar tranquilamente. La sensación de paz que recorría su cuerpo en esos momentos era peligrosa, lo sabía, pero su corazón estaba extrañamente en calmado.

— ¿Por qué todos los demonios de bajo nivel te ven como un miserable cuervo del vaticano? —preguntó la serpiente, volviendo a cambiar de forma, esta vez a una pequeña ardilla.

—Porque son estúpidos. Piensan que únicamente un cuervo podría vencerlos o son más cortos de mente y creen que las flores solamente atraen demonios. —comentó antes de arrancar un pétalo para llevarlo a sus labios y comerlo. El sabor era dulce con un toque amargo casi al final. —Posiblemente nos quieran tender una trampa, Than.

—También lo pensé, durante todo el tiempo que estuviste peleando sentí que alguien nos veía…  ¿Serían los de la iglesia?

—No, la presencia que sentí definitivamente no era de ellos… Era algo más… ¿Oscuro? Bueno, algo así. —sonrió muy levemente antes de devorar uno a uno los pétalos de esa flor infernal. Siempre se ponía de buen humor después de comer.

—Entonces debe tratarse de un demonio. ¿Está bien que te sigas moviendo tan despreocupadamente en esta ciudad? Ya llevamos más de un año aquí… —señaló el pequeño familiar.

—No lo sé, hasta ahora no parece que quiera atacarme. Además dentro del mundo esta es una de las ciudades donde hay más flores infernales. Ya la sangre humana no me basta. —mordía una y otra vez el pétalo en sus labios.

—Lo sé, pero… Ya sabes, debes cuidarte —ante la voz fría que preguntaba “por qué” suspiró —. Porque no  quiero que mueras en un mundo tan triste.

Una suave risa escapó de sus labios y acarició a la pequeña ardilla. —Eres muy gracioso, Than. No hay otro mundo después de este, así que en algún momento hasta yo tengo que morir aquí—comentó con voz suave, cerrando sus orbes violáceos.

—No soy gracioso, me preocupó por mi maestro… —movió su cabecita contra la mano que lo acariciaba gentilmente con el cariño que desconocía el mundo.

—Eres un buen familiar, así que quédate al lado de tu egoísta amo, por favor —pidió con voz suave antes de que el último pétalo desapareciera de sus labios—. Bueno, es hora de movernos. ¿Quieres hacer una visita? —preguntó, y al recibir un gesto positivo, sonrió. Había un solo lugar en el mundo en el que un ser como él podía estar seguro, en donde Psyche moría para dejar paso a Kalen.

 

 

Desde un edificio al otro lado de la ciudad un extraño cuervo estaba observando con sus cuatro orbes a lo lejos cierta silueta. Había estado observando todo el tiempo, por lo que la batalla no le había pasado desapercibida y por ello cuando la presencia del joven desapareció el mismo alzó el vuelo. Planeó por la ciudad dejando que dos de sus orbes rojizos desaparecieran, y cuando visualizó a su amo no dudó en posarse sobre la mano que le era extendida.

—Definitivamente posee el poder de Elsabet. No puedo sentir rastro de su alma por lo que no es una reencarnación ni nada parecido a eso…. Lo siento, amo. Ella definitivamente murió. —comentó con pesar el animal.

— ¿Por qué te  disculpas, Raven? No es algo por lo que sentirme triste. La mujer que amaba era tan bella e indomable que fue capaz de rechazarme. Incluso cuando su alma abandonó este mundo, su presencia nunca abandonara la tierra que tanto amaba. Eso es un hecho que ni siquiera yo puedo negar.

—Pero mi señor… Usted creía firmemente en que pudiese ser ella ¿no? —el familiar ladeó el rostro, recibiendo una caricia suave debajo de su pico.

— ¿Es acaso que un demonio tan viejo no puede si quiera mantener la esperanza? —ese hombre sentado tranquilamente en el café poseía un cabello rubio pálido y orbes de un verde vivaz, aunque uno guardado por un parche que cruzaba su rostros. Sus rasgos eran finos, casi con un toque androgénico y a simple vista parecía poseer una contextura delgada.

—No, por supuesto que no me refería a eso… Es que pensé que podría hacerlo feliz dándole una buena noticia… Pero no resultó como esperaba…

—Te preocupas demasiado por un viejo como yo. Ya no soy tan joven como solía serlo en la época en la que la conocí, tampoco soy tan impulsivo…  Ni tan soñador, desde el momento en que vi su muerte a través de tus ojos, fui consciente de que ella nunca sería mía. —

—Pero la amabas… —“Amas no significa ser amado, mi querido Raven” aquellas palabras de los labios de un príncipe, sonaban tan deprimentes —. Ella te quería.

—Lo sé, fui consciente de eso todo el tiempo. Y fue su querer lo que me impidió odiarla de alguna manera, sin embargo eso no impide que odie a la humanidad que ella una vez decidió proteger. —cerró sus orbes con tranquilidad —. Quiero conocer a ese chico que porta el pecado.

El cuervo se mantuvo en silencio hasta que escuchó la petición de su dueño —muy bien, en estos momentos su presencia desapareció pero me haré cargo de tenderle una trampa y llevarlo a sus pies.

—Recuerda no ser demasiado brusco con él, lo menos que quiero es ser odiado por la persona que comparte el mismo trágico destino que compartía Elsabet. —declaró con una sonrisa ese demonio con colmillos prominentes.

—Seré considerado, y si es posible intentaré pedirle por las buenas que me acompañe a hablar con usted. Aunque, sinceramente… ¿Cree que lo mejor es reunirse con él? Ya sabe, debe estar siendo vigilado por muchos seres que esperan a que el capullo se abra.

—No me importa, cualquier enemigo será débil ante mí. Además, no voy tras él, simplemente voy a hacerle una advertencia que podría o no cambiar el curso de la historia. —“Eso es peligroso” le susurró su acompañante, y simplemente sonrió —.Yo también puedo serlo.

— ¿Por qué quieres acercarte a él?

—Es fácil. ¿Qué hizo que la bruja blanca entregara su inmenso poder a una criatura como él? No creo que ella haya sido tan noble como para simplemente permitirle vivir. Algo tuvo que despertar el instinto en ella.

—Bueno, eso tiene sentido, también me parecía raro que fuese a entregar algo tan preciado así como así. —el cuervo cerró sus orbes por un momento, dejando que su amo lo acariciara.

—Seamos pacientes, tarde o temprano todos los misterios serán revelados por aquel que tiene las claves. —comentó seguro el demonio.

—Es así —susurró el familiar mientras sacudía sus alas y se recargaba en el cuello ajeno mientras su amo se disponía a tomar una taza de café.

 

 

Lejos de allí, sumergiéndose en el bosque. Se encontraba una silueta de largos cabellos platinados que rodeaban su cintura y se movían suavemente con el viento. Después de haber abandonado la protección de su gabardina, el chico conocido como Psyche dejaba ver su rostro. Una expresión llena de serenidad que complementaba la leve sonrisa que adornaba esos finos labios de color rosa. Su cuerpo era delgado y no superaba el metro sesenta de altura. Esos orbes violáceos eran seguramente el rasgo más hermoso de su rostro, que era perfilado y de un tono tan pálido que podría ser comparado la nieve.

Era una persona hermosa.

El silencio en ese lugar era total, no había aves cantando ni sonidos de animales correteando. Era un lugar tan solitario y que le traía tantos recuerdos de su infancia que a veces pensaba en destruirlo completamente. Siendo consciente de que con su hogar moriría una parte de su personalidad también.

—Bienvenido de regreso, Kalen. Hace tiempo que no venías de visita. ¿Te sentiste solo? —la joven deidad de cabellos rubios se encontraba como siempre en una de las ramas del Dios del bosque. Ese enorme árbol que llevaba allí casi desde el inicio de los tiempos.

— ¿No es eso muy arrogante de tu parte, Cecil? —una pequeña sonrisa se apropió de sus labios mientras veía a la mujer saltar y abrir los brazos para recibirlo. Sin dudarlo la abrazó, dejando que recargara la cabeza sobre la suya.

— ¿Cómo has estado, Kalen? Estás un poco más delgado ¿Te estás alimentando bien? —tocó las mejillas del dhampyr para estirarlas suavemente. “Claro que sí, hay una gran cantidad de flores infernales en Inglaterra” las palabras del contrario la hicieron suspirar —. Sabes que no es bueno que te alimentes únicamente de ellas. El rencor de la tierra terminara entrando a tu corazón.

—Está bien que lo haga. Porque soy un ser que no debería estar respirando, debería estar agradecido que por lo menos la tierra me permita alimentarme de su odio. —el golpe en su  mejilla lo hizo desviar la mirada —. Lo siento.

“No olvides, Kalen que el hecho de que hayas llegado a una edad adulta ya es un milagro. Si tú existencia no debiese estar en este mundo, el poder que te fue dado te hubiese asesinado hace mucho”

Como siempre la voz del gran árbol iba cargada con la sabiduría de miles de años, cosa que ni siquiera el necio chico podía negar. —Haber ¿cómo va todo? ¿Has estado siendo un buen niño y protegiendo tu nombre?

—Claro que sí, Than no me ha llamado ni una vez por mi nombre desde que está conmigo. —dirigió su mirada hacia la pequeña ardilla que dormía en el bolsillo de su camisa. —El nombre es un reflejo del alma, por eso cuando das tu nombre a otra persona esta puede dar un vistazo a tu alma. Tú que eres consciente de lo que habita en tu corazón debes tener mucho cuidado de a quién le revelas tu identidad.

—Bien dicho. El abuelo está orgulloso de ti. ¿Verdad, mi Dios? —comentó, recibiendo como aprobación una caricia del viento —. Sabes que no queremos que te aísles enteramente del mundo… Solamente queremos protegerte, porque eres el preciado niño que criamos. —observó con ternura al pequeño familiar dentro del bolsillo.

—Gracias. Lo sé, soy consciente de que buscan lo mejor para mí. Incluso si todavía soy muy joven como para entender del todo sus razones. —sonrió con ternura, antes acurrucarse en ese amplio pecho que lo había protegido en tantas ocasiones. —Él está haciendo lo mejor que puede como mi familiar, y aprecio mucho el regalo que ustedes me han dado.

—Es bueno que te sea útil. ¿Vas a quedarte a dormir hoy? Tú presencia seguramente calmara un poco a los espíritus que andan por aquí últimamente.

— ¿Qué clase de espíritus? —al ver que la mujer simplemente unía sus manos en gesto de oración, suspiró —. ¿Están regresando?

—En efecto, las almas del pasado han empezado a regresar poco a poco a la tierra… Vienen llorando, lamentándose… Gritan en las noches sobre cómo sufren por culpa de la humanidad… Y luego desaparecen, pareciera como si alguien las tomara.

— ¿Crees que alguien las esté reuniendo? —al verla asentir, suspiró —. Siempre me he preguntado cómo se sentirían las personas que fueron asesinadas en nombre del príncipe de la paz… Estoy seguro que deben sentir mucha rabia y dolor. Si yo quisiera traer el infierno al mundo, definitivamente reuniría esas almas… —cerró sus orbes con tranquilidad.

—No digas cosas tan tristes. Seguramente si tú desearas que este mundo desapareciera, la tierra escucharía tu petición. —acarició el rostro de su pequeño “hijo” hacía años atrás nunca se imaginó que terminaría tan encariñada al bebé que una vez prometió dejar ir, pero incluso el árbol que le había pedido no encariñarse esperaba ansioso las visitas del chico.

—Es porque los humanos son estúpidos, Cecil… Ellos hicieron que los Dioses les dieran la espalda, incluso el Dios que crearon con sangre inocente reniega su existencia.

—Algún día eso puede cambiar, porque aunque la humanidad es mala por naturaleza, todavía tienen esperanzas. Cuando la esperanza en sus corazones se haga más fuerte que su propia naturaleza, este mundo cambiara.

—Pero la tierra no olvidará. Los gritos, las torturas, la sangre derramada en tierras vírgenes. Pero incluso si el mundo no quiere perdonarlos, yo debo intentarlo ¿no? Porque quiero descubrir que había en ellos tan bueno que las anteriores portadoras de este poder dieron un veredicto para declararlos inocentes.

—Eres joven, Kalen. No tienes que forzarte a hacer todo de un solo golpe. ¿Cómo va el trabajo? ¿Es divertido?

—No lo sé, nunca pensé que eso de trabajar en un café fuese lo mío… Los clientes son pesados, y el jefe siempre tiene alguna queja pero me gustan los postres que hacen. Y son discretos así que me permite tener suficiente libertad. —le sonrió, tratando de borrar su preocupación.

—Iré a preparar algo para comer, y no vengas con que no te apetece. Ya ha pasado casi una década desde que viniste. Tienes suerte de que el tiempo pase tan rápido para nosotros. —

—Bien, bien. No me negaré. ¿Podrías llevar a Than para que descanse? —sacó a la pequeña ardilla para entregársela a la alta rubia que se fue apresurada hacia la cabaña.

“¿Algo te preocupa, hijo del mal?”

—No lo sé, abuelo. Últimamente personas muy extrañas se me acercan… El otro día un detective privado vino a hacerme unas preguntas sobre desapariciones. Hoy me enfrenté a un Minotauro pero su presencia allí parecía haber sido todo tan preparado…

“Tarde o temprano eso pasaría” el viento llevaba la voz del árbol como un susurro lejano. Después de todo una deidad como lo era él era incapaz de comunicarse directamente con los demás.

—Lo sé, pero me preocupa. ¿Cómo podré confiar en alguien cuando soy como un imán? —se subió lentamente a una de las ramas para balancear los pies con suavidad. Se recargó en el grueso tronco y cerró sus orbes, queriendo descansar.

“Tú corazón te lo dirá, por eso no debes cerrarlo completamente. La coraza que están formando puede que no dejé entrar el dolor pero tampoco serás capaz de experimentar las cosas buenas que te pueden ocurrir. Confío en que encontraras el balance, tú que podrías convertirte en el rey demonio tanto como en un cuervo blanco. Las posibilidades de tu destino son tan grandes que ni siquiera yo que he vivido más de mil años podría darte una respuesta certera.”

—Lo sé, no te pediría algo tan imposible. —una suave risa escapó de sus labios y acarició la madera del tronco. Dejó que el viento lo acariciase, y pronto fue consciente de que ese era su lugar favorito de todo el mundo —. Por favor, no desaparezcan nunca. —murmuró el albino con una sonrisa tranquila.

 

 

Lo que ignoraba en esos momentos ese dhampyr era que todo en el mundo tenía una fecha final.

Lo que quería saber era la tragedia que se estaba formando en torno a su existencia.

Lo que le esperaba en el futuro no era algo que estuviese preparado para enfrentar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

*Muchas gracias por leerme~ 

 

*Si es la primera historia que leen de mi autoría los invito a ojear alguna otra~ 


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