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Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

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Notas del capitulo:

Este es el capitulo mas aburrido que he hecho. Pero tambien necesito que den ideas. Que voy a avanzar mas tiempo, ya seran un poco mayores. Pero si con Iceburg y Paulie, chan chan. igual, muchas gracias y lean que para eso esta este fanfic. 

Polizona glotona.  

Era de noche. Han pasado tres semanas de lo de Halloween. Para que sepan, luego de la caída de Iceburg y Lucci por la colina. El viejo hombre quedo con yeso y un hueso dislocado de la pierna, luego de caer en un hoyo. Nota, se tuvo que ir al hospital y no ha salido hasta dos semanas después. Luego de eso, se dio cuenta de lo que dijo en el festival y lo negó. Paulie todavía no ha asimilado lo dicho. Pero ahora, por alguna razón, tiene un acosador. Si un acosador. Si raro, por que un niño de cinco años no le para de seguir. Le sigue día y noche preguntando por su trabajo. Preguntando por que le perseguían tantos tipos pidiendo dinero. Etc.

-¿van a hacer algo con el niño?- pregunto Paulie una noche luego de que por fin pudieron separarlo de Lucci. Los hermanos Donquixote bufaron molestos.

-¿Qué en este orfanato solo hay Psicópatas?- pregunto Doflamingo agarrándose la cabeza

-me da pena y ternura- dijo Corazon confesando con la sonrisa

-¿pena y ternura? A veces ese niño da miedo. Jamás cambia la expresión- dijo Paulie sentándose con las piernas abiertas en el sillón –siempre camina detrás mío preguntando cosas y nunc cambia la expresión ¿viene de Ennies Lobby?- los hermanos asintieron –sería la razón, igual, tengo que irme- se levantó –mañana tengo que terminar un barco con los demás. Los veo Donquixotes…-

-¿solucionaste algo con Iceburg?- pregunto con brusca razón Doflamingo, el rubio se detuvo sin mirarlos

-Doffy…. No ahora….-

-¡nada que ahora!- grito Doflamingo -¡¿Cuánto más vas a esperar?! Deben solucionar esto sí o si-

-él tiene la razón, Paulie- le dijo Corazon sincero. Paulie volteo para verlo –nunca le hago caso en la mayoría de sus cosas, pero en esto: debes, no, deben solucionarlo ya- él se rindió

-no puedo…. Y no quiero- dijo apretando las manos- ha pasado un mes… significa nada. Solo fue algo que no se pudo evitar, algo que no se pudo arreglar. Ya no interesa- enojado salió por la puerta refunfuñando y llorando.

Doflamingo y Corazon se quedaron mirando. Les daba mucha pena lo que sucedía con sus amigos. No podían hacer nada. Pero sabemos, que es mentira.

-¿tienes sueño?- pregunto Doflamingo a su hermano

-un día largo luego de perseguir a Luffy de no meterse por tercera vez hoy, al techo….-dijo quedándose dormido en la silla de ruedas. Las piernas todavía nos sanaban por completo. Pero si el brazo, pero aún tenía que tener vendar en las piernas.

Doflamingo agarro la silla y lo llevo a su habitación.

Era de noche. Tarde. Todos ya estaban en cama durmiendo a pierna suelta y ronquidos de orquesta. El orfanato ya estaba reconstruido y los pasillos tenían nuevos pisos de losa lisa, maderas en las columnas y pintura nueva, que pintaba todo de rojo oscuro. Las luces se quedaban encendidas al pasar uno y luego se apagaban al terminar el pasillo. Por el interruptor que tenía en el otro extremo. Cualquiera creía que eran automáticas. Doflamingo entro a la habitación del cuidador y lo ayudo a acostarse. Lo arropo y salió de la habitación a su cuarto. Que lo esperaba Crocodile de hace unas dos horas. Apoyado en la cama leyendo una revista.

-¿me esperabas?- pregunto picaron Doflamingo. Crocodile sonrió, cerro la revista.

-apúrate ¿quieres?- dijo y Doflamingo lamiendo sus labios, dio un salto a la cama.

Fuera de la habitación se oía perfectamente la cama crujir. Pero no veremos esa parte ahora, luego, luego. Porque hoy empieza la aventura de otro. En el pasillo las canciones de los grillos hacia que todo fuera tan suave que cualquiera pudiera quebrar esa calma. En esa calma, descalzo caminaba un niño. Uno de los mayores que tenía hambre iba bostezando rascándose el ojo, iba a la cocina. Por el camino encontró a Paulie saliendo y le saludo, pero no le dio devolvió el saludo. Lo veía muy triste. Pero como es común en Drake, no le intereso. Se pasó el portón y llego a la cocina. Que a esta cerrada (por culpa de Luffy) saco un alambre que siempre guardaba, abrió la puerta con un tirón del alambre. Entro tranquilo. Pero solo al entrar se encontró con luz.

-¿Qué cara…?- murmuro Drake, camino hacia el refrigerador que estaba abierto de par en par. De pronto escucho un sonido de engullimiento y como si mordieran. Alguien se estaba comiendo la comida. Alerta, saco lo primero que vio. Una sartén.

Despacio camino. En puntas, agarrando fuerte la sartén. El chamusquino de dientes masticando y alguien gruñendo. Bebiendo, comiendo, y lanzando las basuras. Las sobras salían volando y a los pies de Drake rodo una botella de vidrio de sidra. El niño miro sus pies, y caminando a la línea de que vino la botella. Encuentra una niña.

Era pequeña, de cabello rosa corto y le daba la espalda. Usaba ropa rasgada y sucia. Estaba flaca, desnutrida por la espalda. Por fin, ella se dio cuenta de que alguien estaba detrás de él. Giro con la boca llena de comida, en una mano una manzana y en la otra un pedazo de carne mordisqueado. Drake vio a la niña atónito y la niña lo miraba atónita con sus ojos morados y la cara sucia. Pero antes de que dijera algo.

La niña lo ataco.

Desde lejos del orfanato se escuchó un grito tremendo. Todos los niños saltaron de sus camas, Corazon cayo de la suya quejándose del dolor. Doflamingo no quería, pero Crocodile si, salieron de la habitación solo con los pantalones puestos.

-¿Qué fue eso?- dijo Crocodile en  la puerta

-¡que me importa!- pero Crocodile ya iba corriendo hacia la cocina.

Los niños se acolopablan para ver la batalla más épica que había habido en el orfanato luego de la pelea de Halloween un mes antes. Drake con su sartén trataba de golpear a la niña de pelo rosa, pero esta que era más baja que el la esquivaba con facilidad. La niña ligera como un pétalo, se lanzó de un salto a la cabeza de Drake. Para morderla y tironear de sus cabellos.

-¡AAAAHHHHHHH! ¡PAPA CORA-San!- grito Drake pidiendo ayuda, golpeando a la niña con mala fuerza con la sartén

Doflamingo y Crocodile encontraron la escena. El primero no aguanto y se dio una zancada de risas que llego a caerse. Todos estaban alabando de quien ganaba, las niñas alegaban por la niña. Los demás por Drake, Sanji, iba con las mujeres. De inmediato miro que la niña era muy bonita. A pesar de lo desnutrida que tenía el rostro. Entre rasguños, las mordidas y los saca pelo que hacia la niña a Drake. Alguien la tomo de la ropa, soltando a Drake.

-¡¿Qué sucede aquí?! ¡¿Tan tarde y con peleas?!- grito Smoker con…un puro en la boca -¿Quién demonios es ella?- la niña le sacaba la lengua.

-¿están seguros que no duerme con ese puro?- pregunto Sabo en un costado.

-¡estaba robando la comida!- acuso Drake gritando -¡estaba en la cocina y abrió el refri! ¡Se comió casi todo!—

-¿robaba comida?- pregunto Smoker, de inmediato sonó el crujido del estómago de la niña

-¿pero cómo entro?- se preguntó Crocodile –la puerta tiene llave… Drake ¿Cómo entraste tú?-

-tengo mis métodos- dijo Drake serio como siempre –la niña ya estaba cuando entre-

-¿ya estaba?- pregunto Smoker asombrado -¿Quién eres tú?- la niña no respondió, le mordió la mano -¡AH! ¡Niña estúpida!- bramo Smoker enojado agitando la mano para que la soltara -¿Dónde demonios esta Cora?-

Al decir esto, todos se dieron cuenta….

-¡¿alguien me puede ayudar?! Por favor- dijo Corazon en el suelo sin poder moverse, con Chopper riendo sentado en su cuna.

 

En la mañana siguiente, los adultos estaban en frente de la niña que no quería decir nada. Tenía una mirada de guerrillera y no se había ni dejado cambiarse de ropa. Para controlar sus mordiscos o sus escapadas, la encerraron en la Zona de Castigo que destruyó por completo. Dejándola con las sillas destruidas y las paredes de madera rajadas.

-¿Cómo te llamas?- pregunto Corazon por décima vez, la niña seguía gruñendo.

-déjala Cora- dijo su hermano a su lado –demás que no tiene ni lengua- le sonrió y se agacho a su altura -¿no será que la  niña es muy caprichosa para que no hable? ¿Eres un bebe?- ante ello, la niña le mordió la nariz. Doflamingo la empujo con la mano y cayó al piso -¡niña del infierno! ¡Ven para acá!- la niña comenzó a escaparse, corriendo por la recepción. El hombre trataba con poca suerte atraparla, la muy escurridiza y muy agresiva. Le lanzaba todo lo que veía a mano a la cara de Doflamingo. Cuando logro salir por la puerta, se encontró con alguien chocando.

-¿sigues aquí?- pregunto Drake, detrás suyo había un montón de niños que querían ver a al recién llegada. Por supuesto, el grupo de los mugiwara estaba entre ellos.

-¡al fin otra niña!- grito Nami desde lejos –era demasiado con tantos niños tontos aquí-

-¡¿no creen que es bonita?!- grito Sanji con los ojos enamorados de siempre

-que pelo más extraño- dijo Zoro, quien saben no tiene mucho que decir por su cabello alga -¿todavía no saben quién es? ¿Papa Doffy?- la niña abrió los ojos y antes de que pudiera huir, la agarra las manos del emplumado atrapándola, ella quería resistirse pero no cedía.

-¿Qué harán con ella?- dijo Luffy -¿se quedara aquí?-

-si nos dice su nombre lo vamos a considerar- dijo tratando que la niña se tranquilizara

-yo que ustedes llamo a los marinos para que se la lleven- apunto Drake, la niña le gruño -¡eres un amenaza para el orfanato!-

-no Drake- dijo Corazon tratando de mover con éxito su silla de ruedas hacia la puerta. Todos los niños lo miraron –ella solo está asustada y traer a los marino, no es la solución- la niña dejo de pelear y lo miro asombrada –Doffy, dámela-

-Cora- dijo Doflamingo, el aún estaba débil como para que tomara al demonio que tenía en sus manos

-dámela, vamos- dijo estirando sus manos hacia él. El hermano obedeció entregándola con riña. La niña sin pelar o morderlo, se sentó en sus piernas -¿Cómo te llamas?- todos daban por caso perdió que siguiera preguntando, sin embargo la niña, sin dejar de mirarlo

-Bonney- murmuró, pero se oyó perfectamente. Todos gritaron de asombro

-¿Bonney cuánto?- le dijo Corazon sonriendo

-Jewelry Bonney- le respondió la niña -¿no llamaran a los marinos?- pregunto, el cuidador negó suavemente –que bueno-…. Y se durmió en las piernas de Corazon. Al parecer estaba agotada.

Doflamingo la llevo a la habitación de Nami y Robin que les sobraba una cama. La niña durmió por toda la mañana. Despertando con una muda de ropa a su lado, Bonney solo con instinto se levantó y se cambió de ropa. Le habían dejado un poleron rojo con un osito de dibujo y pantalones cortos café, zapatillas y salió de la habitación. Encontrándose con la primera sorpresa.

-¡¿eh?!- chillo.

Eran Zoro y Luffy besándose en frente de la puerta. Con sus manitas juntas y luego juntándose las frentes. Vio que un grupo de niños les sonreía y uno hacia que vomitaba en un lado. Todos se dieron cuenta de su despertar

-¡Hey! ¡¿Tú eres Bonney?!- chillo Luffy con su manita tomando la de Zoro. La niña asintió de la sorpresa. De inmediato el niño que hacía que vomitaba, salto a su lado con los ojos rosa de enamorado y sonriendo como idiota

-¡¿tú eres Bonney?! ¡La más bonita que he visto en la vida! ¡Eres una polizona bonita!- grito girando alrededor de ella. La niña lo miraba raro ¿Qué le pasaba a este? En un momento se detuvo tomándole la mano -¿no me darías un beso?- pero la niña de pelo naranja le dio un golpe en la cabeza

-¡compórtate!- le grito -¡desde que besaste a Ace te comportas como un tonto!- le inquirió con malicia

-¡no me acuerdes de eso!- chillo casi llorando el niño. Bonney perpleja de lo que veía, se corrió con sigilo y se fue corriendo de donde los mugiwara.

En el camino no sabía si ir con los adultos o ir a la puerta e irse. Era su costumbre. De mas que le mintieron que no llamarían a los marino y luego s quedo dormida. No había dormido en días. Pero en sus pensamientos choco contra Ace y Sabo.

-¡oye! Es la niña que se comió casi toda la comida- dijo Ace al verla en el suelo

-Señorita ¿está bien?- ella lo miraba con desconfianza –yo soy Sabo, mucho gusto- le tendió la mano pero no la acepto, arrastrándose por el suelo –parece que no es de confiar, Ace- el otro asintió. Ace, el nombre que había oído hace un rato. Ella se levanto

-oigan ¿aquí los niño se besan con otros niños?- pregunto la niña y los hermanos se miraron

-¿Por qué lo dice señorita?- pregunto Sabo dudoso

-hace un rato una niña dijo que un Ace había besado a un niño rubio que quiso besarme a mí, pero también vi a dos niños besándose cuando desperté y salí del cuarto- pero cuando termino el pecoso salió corriendo dejando ventisca a su paso -¿dije algo?- mío al rubio y encontró que estaba rojo de furia

-ese Zoro…. Le dijimos que dejase de besar a nuestro hermanito… ¡ese pendejo!- y salió corriendo dejando a la niña perpleja de lo que sucedía. Entendió que si estaba ahí, debería sacar información de alguna parte. Por qué los enredos ya la estaban mareando.

Ahora solo camino. Si la iban a llevar, huiría lo más rápido que quisiera y pudiera. Nadie la había podido meter en el internado de Ennies Lobby, tampoco en los confusos mercados que vendían niños para diversos usos. Ella se escapó de todo ello mordiendo y escurriéndose por lugares impensables. Incluso una vez se pasó por un contenedor de basura solo para que luego la lanzara por la borda de un barco y ella florara con una bolsa de comida. En sus pensamientos llego una pelea, escondiéndose detrás de una muralla escucho y vio de reojo a un grupo de chicos peleando.

-Vamos Eusstass-ya ¿a que no te atreves a pelear?- amenazo el chico de una ojeras prominentes –vienes aquí a molestarnos ¿Por qué no pelear?-

-por qué Papa Cora-san ya me amenazo en vender mis juguetes si seguía peleando- dijo el pelirrojo Eustass –prefiero pelear luego-

-¿Papa Cora-san?- dijo el de las ojeras -¿Papa Cora-san te dijo eso?-

-más bien dijo: Kid, si dejas de pelear por un día te comprare un helado, si dejas de pelear una semana haría de cenar rollos de col y un mes le comprara un juguete- le explico otro niño de cabello rubio y enmarañado –a mí me dijo lo mismo, pero en vez de rollos de col, son pastas…-

-así que deja de perseguirme ¿entendiste Trafalgar?- dijo Kid apuntándolo -¡yo quiero mis juguetes! Que Papa Humitos rompió mi pelota ¡así que no quiero que te me acerques! ¡Tu cara siempre me dan ganas de golpearla!- grito, el otro gruño

-tienes suerte de que fuera un orden de Papa Cora-san, si no, de inmediato te hubiera dejado sin esa horrible cara de imbécil que siempre tienes- Bonney entendió perfectamente que estaba tratando intencionalmente en que se metiera en problemas. Se acercó más para oír, otros tres más pequeños vociferaban alegres: ¡Capitán! ¡Capitán! ¡Que no le den su juguete!

-que tontos- susurro Bonney, dándose vuelta y encontrándose con un niño. El de la cicatriz en la cara que peleo la otra noche.

-¿Dónde vas tú?- le dijo, era alto y la niña desde abajo lo miraba asustada, pero volvió a enojarse

-¿Qué te importa? – le gruño la niña, se iba a ir pero Drake la tomo del brazo

-Los Papas me mandaron a buscarte, no te encontraron en la cama así que te estaba buscando- le dijo Drake serio, el niño le parecía una amenaza y no le creía mucho –vamos- la jalo pero no le hizo caso

-yo no voy contigo, puedo buscarlos sola- le dijo queriéndose soltar. Pero el otro se enojó, la agarro de la ropa y le dio una llave por la espalda -¡oye!-

-mira, me estas cayendo como una reverenda mierda. Así que hazme el favor de irnos y te dejo tranquila ¿vale? Eres peor que eso… ya están peleando de nuevo- dijo Drake, Bonney miro y encontró a el grupo que discutía peleando a puño limpio. Aunque veía perfectamente, como el del cabello enmarañado trataba de escaparse con un niño pequeño con gorra negra y un pompón. Con el nombre PENGUIN escrito –mejor vámonos, que esto llegan a puño limpio y  sangre- le dijo y se fueron a la recepción.

En el camino, Bonney pudo ver que el orfanato donde había ido a robar comida la noche anterior. Era más grande de lo que creyó. Tenía varias habitaciones y salas que eran inservibles o eso creía, se veían mesas y sillas y un pizarrón que creyó que no usaban. Estaba muy limpio. En el paseo, muchos niños la miraron de como Drake se la llevaba, todos la miraban. Desde los más grandes hasta los más pequeños. Desde lejos logro oír como los niños que estaban peleando reclamaban, miro y se encontró con un hombre de cabello blanco con un puro en la boca. Enojado y con arañazos. Con cada mano tomando dos y cuatro niños.

-¿Qué hicieron las bestias ahora?- escucho hablar a uno de los supuestos “Papas” que oyó decir Bonney. Era un alto, que le interrogaba junto al tal Cora-san -¿Qué le prometiste a Cora, Kid?-

-Trafalgar me provoco- dijo inflando sus mejillas

-molestaba a Penguin- se excusó el otro niño

-que molesto- dijo Doflamingo –vamos con Cora, a ver si se comportan de una maldita vez- el hombre de cabello blanco siguió al otro con todos los niños agarrados todavía de sus ropas.

-¿en dónde me metí?- dijo para sí misma Bonney

-tendremos que esperar- dijo Drake sentándose en el borde del pasillo, con ella sentándose en el suelo –con esos tontos demás que se pasara el día Papa Cora-san en solo sermonearlos. Que tedio-

-¿Cómo te llamas?- pregunto Bonney austera hacia el niño

-Drake- le dijo en seco

-hablas mucho- dijo Bonney sarcástica -¿no conoces la socialización?- le pregunto riéndose

-¿Cuántos años tienes? Pareces una bebe de tanto que balbuceas- le dijo Drake irritado, la niña le estaba molestando

-ocho- dijo Bonney mirando a otro lado. Desde lejos vio como un niño de cabello celeste entraba al orfanato, parecería que fuera de la misma edad que el chico a su lado. Pero justo lo vio como una niña más pequeña que ella, lo arrasa de un abrazado en el pecho empujándolo al suelo. Bonney miro sorprendida de como la niña lo había botado con esa fuerza. Desde lejos escucho:

-¡Robin! ¡Suéltame! ¡No me dejas respirar!- grito tratando de que la niña le soltara. Pero se veía claramente de que no quería.

-ese es Franky, no vive aquí pero debe venir seguido por dos cosas: Papa Cora-san lo cuida cuando puede puesto es demasiado peligroso que trabaje con su tutor Iceburg. Una vez oí que se hecho un barco porque quería hacer un nuevo diseño. Pero lo hundió. Así que esperara a que sea un poco mayor para empezar a que le enseñe. El hace barco por si acaso. Segundo: es por esa niña- apunto Drake a la niña de cabello negro y ojos profundos que estaban colgada de la camisa playera de Franky –ella es Robin, tiene cinco años pero está más que agarrada a Franky-

-¿son novios?- pregunto Bonney -¿no es muy mayor el chico para la niña?-

-existe un rango de siete años para que vaya a la cárcel, pero si, es muy mayor. La otra vez quiso besarlo- dijo Drake y Bonney se le abrieron los ojos de asombro

-¡¿Besarlo?!- dijo roja

-si un beso ¿nunca diste un beso tú? Patética. Igual, no se pudo- dijo Drake

-¿Cómo fue eh?- dijo Bonney curiosa

-¿quieres que te lo diga?- pregunto Drake levantando una ceja. Ella asintió enérgica de curiosidad –bien: haca una semana repararon el orfanato completo. Había sido destruido por una tormenta. Franky quien es dueño del quien reparo el orfanato, tenía que irse a vivir de nuevo con el puesto había pasado un mes entero aquí. Pero Robin no quería se fuera….

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La mañana que todos volvieron al orfanato, celebraron con un desayuno gigante que dejo todo satisfecho y Luffy pidiendo más. Pero era la hora de que Franky tomara sus cosas de la habitación de los Mugiwara. Sin embargo en la salida, Robin estaba llorando a gritos.

-¡vamos Robin no llores más!- trato de animar Corazon sin resultados buenos. La niña seguía llorando -¡oye te comprare libros si dejas de llorar!- dijo pero la niña siguió llorando

-¿Por qué llora tanto?- pregunto Zoro cerca de él

-es que Franky se va hoy- le respondió Corazon a Zoro, Sanji se acercó a Robin todo enamorado

-¡Vamos Robin-Swan! ¡Mira que eres bella y llorar no te hará ningún bien! ¡Vamos!- dijo pero la niña lo ignoraba -¡FRANKY! ¡COMO HACES LLORAR A ROBIN-SWAN!-

-no es mi culpa, yo ni vivo aquí- dijo brusco Franky. Todas sus cosas importantes estaban en la mansión ya, pero le faltaban algunas que quedaron –no me importa que llore- Robin lo miro un momento y se volvió a llorar de nuevo. Franky se crispo al verla. También todos lo miraron enojados –ya, ya. Me despediré bien y si quiero puedo volver cuando pueda-

-¿Cómo?- por fin dijo Robin dejando de llorar. Ella se acercó mirando desde abajo. Franky se arrodilla y le sonrió de oreja a oreja, le parecía que era muy tierna. A veces.

-mira, vendré todos los días a verte. También vendré por los Mugiwara ¿Qué te parece? Solo no dormirás mas conmigo en mitad de la noche, nada más ¿eh?- le sonreía. A Robin con la carita repleta de un lindo tono rubí, se puso de puntillas y le beso la frente a Franky. Este se le detuvo el tiempo por unos segundos y luego de que Robin se separara reacciono poco después de tres segundos -¡AH! ¡NIÑA ENFERMA!- se levantó y ambos se golpearon las frentes. Se quejaron de dolor, pero todo el orfanato los vio riéndose. Estaba claro que en un futuro, ese beso en la frente sería más profundo.

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-el loco pedófilo- dijo Bonney asombrada en voz alta. Drake se rio -¿Qué te ríes eh?- le grito desafiante

-nada. Solo digo que pareces muy asombrarle. Tonta niña que se asombra con todo, eso es lo que eres- dijo Drake divertido. La niña se levantó inflando sus mejillas, enojada

-tu eres bastante aburrido- dijo Bonney enojada. Drake la miro con seriedad –te vez tan genial, pero creo yo que debes ser aburridísimo- sonrió triunfante cruzando sus bracitos.

-no soy aburrido. Pero mi clase de diversión supera a la tuya- le respondió Drake. La niña sonrió más

-¿y que sería eso?- pregunto ella

-Reptiles- ella lo miro perpleja –busco lagartijas y serpientes- ella exploto de la risa

-¡¿Qué buscas que?! ¡¿Gusanos con escamas?!- grito riéndose. El niño se enojó levantándose -¡¿Qué eres?! ¿Un busca gusanos con escamas? Que asqueroso ¡y tonto! ¿Qué no tienes amigos eh? ¿Eh?- pregunto riéndose. La niña se comenzó a reír como loca apuntándolo e inventándole muchos sobrenombres con los reptiles. Drake furioso, perdió la paciencia.

Con su mano, le agarro de la cabeza y la lanzo hacia la pared. La niña choco golpeándose contra la muralla quedando con los brazos extendidos al igual que sus piernas y deslizándose hasta el suelo. Gruñéndose se levantó, se había raspado la nariz. Volteo para mirar al niño que le sonriera con soberbia. Dio impulso y se lanzó a golpearlo. Le tomo la cara rajándole con sus uñas la cara, enterrándolas para mientras que se apoyaba con la piernas para acorralarlo y no caer. Drake comenzó a sacudirse para que la soltara.

-¡ustedes también!- escucho la voz de Doflamingo. Ambos dejaron de pelear -¿Qué nadie se puede llevar bien hoy?- pregunto enojado. Agarro a Bonney de la ropa para dejarla en el suelo parada -a ver pequeña ¿Por qué pelear con este tipo? ¿Te hizo algo?-

-¡me lanzo a la muralla! ¡Lo odio!- grito Bonney enojada. Se giró y le saco la lengua a Drake

-otra pareja más- dijo Doflamingo riendo entre dientes

-¡¿Qué?!- gritaron los dos rojos de vergüenza. Luego Doflamingo le tomo la mano a Bonney y la llevo a la recepción. Donde el cuidador estaba esperando fumando lentamente un cigarro. Los otros niños salían a regañan dientes, menos uno que quedo sentado en las piernas del cuidador abrazándolo.

-¿Law no se quiso ir?- pregunto Doflamingo al entrar

-no, dijo que mejor estar alejado de Kid por el día. Para enojarme yo creo- dijo riendo acariciando la cabeza de Law cómodo en sus piernas -¿Cómo te sientes Bonney?- pregunto Corazon sonriéndole. La niña asintió enojada -¿Cómo entraste al orfanato?- pregunto directamente. Law abrió un ojo atento. La niña se asustó, pero volvió a mirar al suelo.

-la ventana estaba abierta-

-las ventanas tienen rejillas- dijo Corazon sin contraerse

-rompí la rejilla con un alicate- dijo Bonney, estaba confesando algo y no era común en ella.

-mmmhh…- murmuro Corazon –me parece que eso es ilegal pequeña, también robaste comida-

-¡pero no era la idea! ¡Tenía hambre! ¡Tenia frio!- grito asustada

-¡llamen a los marinos!- grito desde el otro lado de la puerta Drake

-¡Cállate Drake!- grito Doflamingo pateando la puerta

-¿tienes casa?- pregunto Corazon suavemente, Bonney negó comenzado a llorar -¿padres?- ella volvió a negar rascándose los ojos

-no tengo papá, se fue antes de que yo naciera y mi mamá murió de une enfermedad hace dos meses- dijo la niña cabizbaja. Tenía miedo de que llamaran a los marinos

-ósea no tienes donde ir- ella asintió. El cuidador se sentó, dejando que Law se sentara en su pierna que ya estaba casi sanando

-te quedaras aquí- dijo Law directamente, Bonney levanto la mirada sorprendida –si no tienes casa, te quedas aquí. Así de simple-

-¿Qué? ¿No me echaran?- dijo asombrada Bonney

-te dimos ropa, no te vamos a dejar así. También nos debes unas rejillas- dijo Doflamingo agarrando su cabeza para acariciarla con fuerza –no te asustes no llamaremos a nadie-

-qué bueno…- dijo aliviada

-¿Por qué no quieres que llamemos a los marinos?- pregunto Law indiferente apoyado en sus codos

-por qué hace un par de días les robe un pastel que era para el capitán de la flota- dijo Bonney cosa que era verdad –por ello me buscaron y me escondí aquí. También porque unos tipos raros me estaban persiguiendo en otra isla, tome un barco y me vine-

-bueno, es factible- dijo el cuidador –te quedaras en la habitación donde dormiste, es la de Nami y Robin. Son niñas amables pero algo raras, pero te caerán muy bien- le sonrió.

Sorprendida de que un adulto fuera tan amable, le sonrió asintiendo. Dando las gracias reverenciando. En la puerta se abrió la puerta, con Drake enojado.

-¿se va quedar? Ósea ¡es una ladrona!- grito Drake, Bonney furiosa de su acusación salto y le comenzó a jalar los cabellos otra vez

-¡BASTA AFUERA LOS DOS!- grito Doflamingo agarrándolos y lanzándolos fuera de la recepción, el los siguió para que por lo menos. Dejaran de pelear.

Fuera todos, Corazon se quedó escribiendo el nombre de Bonney en una agenda gigante donde tenía escrito ya muchas páginas. Era el registro completo del orfanato y todos los niños que habían llegado. Del cómo llegaron, cuando llegaron y que edad tenían cuando llegaron.

-¿Por qué siempre tomas niños como perritos falderos? ¿Papa Cora-san?- dijo Law apoyado en su barbilla en el escritorio

-¿Qué hice contigo cuando te encontré hace años? No podía dejarse ahí enfermo, Law- dijo Corazon escribiendo y escuchando al niño –Como Bonney están solos y yo solo quiero cuidarlos. No puedo reemplazar a sus familias, menos sus pasados. Pero lo que quiero es que estén el futuro a salvo y felices ¿me entiendes?- el hombre sonreía feliz. Law también sonrió.

-una consulta- dijo Law perdiendo la sonrisa -¿Por qué escogiste a Kid? Es muy molesto- reclamo Law apoyando sus brazos en la madera

-deja de decir eso, Law- dijo Corazon serio –sabes que tenía esa promesa con Kid y lo único que haces es que la pierda. Si dices que el molesta mucho ¿Por qué haces tú lo mismo?- pregunto. Law se dio cuenta que de conversación, era más bien un sermón

-no me gusta que moleste a Bepo, A Sachi, ni a Penguin- dijo enojado –siempre está gritándole cosas horribles y los asusta. Quería que pagara lo mismo- el cuidador dejo el lápiz de pronto rascándose los ojos

-Law. Eso está mal- le dijo Corazon con énfasis –si lo molestas, te rebajas a su nivel. Tú eres mucho más maduro, mentalmente que él. No puedes ir por ahí y molestarlo o provocar que pierda la promesa. Ahora que lo perdió, molestara mil veces peor a tus amigos- el niño salto del susto –si ves una moneda, veras las dos caras. Deberías averiguar cuál es el lado de la moneda que Kid le provoca molestarlos tanto, aunque sé muy bien que la conoces ¿no?- Law asintió. Era Killer y su locura por Penguin –no digo que Kid sea molesto. Pero debes darte cuenta de que esta solo quiere atención. Como tú- Law lo miro con sus ojos grises sorprendido –recuerda-

-eso era otra cosa, Papa Cora-san- dijo sonrojado –he estado más tiempo contigo que cualquier otro. Me daba envidia que cuidaras a los más pequeños-

-es mi deber y ya te explique ese lado, Law- dijo Corazon sonriendo –con Kid es lo mismo. Quiere la atención que quiere y lo que se debe hacer, es seguirle la corriente hasta que todo se vaya patas para arriba- Law hizo un puchero

-no quiero que te enojes por el- dijo apoyando su cara en el pecho del cuidador. Lo abrazo para apretar más su rostro contra su pecho –no quiero que te hagas viejo-

-¿Por qué Law?- dijo el cuidador acariciando con cariño su cabeza

-por qué viejo serás feo y no quiero que seas feo. Quiero que seas lindo- se apretó más y el cuidador se rio –quiero que seas bello para siempre-

-eso es imposible- dijo Corazon y el niño levanto su mirada –seré viejo alguna vez y tú serás mayor. Vivirás en otro lado y serás feliz-

-¡no!- chillo Law levándose y sentándose en el escritorio -¡quiero ser viejo con Papa Cora-san!- pro un buen rato Corazon quedo perplejo

-¿Qué no querías que no fuera viejo?-

-¡cambie de idea! ¡Quiero envejecer junto a ti!- chillo levantando los brazos -¡estaremos juntos para siempre!- Corazon le vio por unos momentos. Pero se mordió el labio superior aguantándose la risa y luego, grito como nunca de lo ternura que era Law

-¡que lindurita Law!- chillo alegre. El niño estaba más que avergonzado -¡hace tanto que no haces esas cosas adorables!-

-¡Papa Cora-san!- chillo Law -¡suélteme! ¡Duele!-

-¡ah perdona Law!- dijo el cuidador soltándolo -¡no pude evitarlo!- se rio. Law estaba rojo como un rubí, mirando apenado a Corazon que sonreía como tarado

-¿vas a envejecer junto a mí?- pregunto el niño temblando. El cuidador dejo de sonreír, mío a Law que estaba rojo

-envejeceré primero, Law- dijo Corazon sinceramente –cuando tú seas joven, el viejo seré yo-

-pero…- iba a decir algo Law pero se silencio

-Debes darte cuenta de la edad, Law. Yo tengo veinte y algo, y tú apenas ocho tenemos mucho que recorrer por separado y juntos a la vez. Law- el cuidador se acercó para pegar su frente con la de el –aunque yo un día, ya no aparezca sentado aquí. Estaré contigo y me recordaras sonriendo ¿Qué te parece?- la sonrisa de Corazon provocaba a Law temblar con parálisis emocional conjunta. El crecería y el envejecería, a Law, le valía una caca.

-Claro Papa Cora-san- dijo sonriéndole. El tiempo era lo que solo dirá que pasara y los caminos, será lo que los guiara, aunque den vueltas. El seguirá con él, seguirá con Papa Cora-san. Aunque todo cambie.

-oye, una pregunta- dijo Corazon de pronto separándose de Law -¿Por qué no le das una oportunidad de ser amigo de Kid? Te ahorraras muchos de estos sermones-

-primero me visto de chica y ahí lo hablamos- dijo Law y Corazon se rio divertido.

En el otro lado del orfanato. Zoro corría por su vida contra dos hermanos sobreprotectores que quería machacarlo con bates con clavos.

-¡No vuelvas a tocar a Luffy!- grito Ace echando fuego

-¡maldito cabeza de moco!- grito Sabo también en llamas

-¡dejen de ser idiotas! ¡Idiotas!- grito Zoro esquivando al grupo de Lucci que sentado estaban comiendo dulces

-estos tontos….- dijo Nami enojada –no paran de gritarle a Zoro que pare y saben que quiere a Luffy-

-yo tampoco lo entendiendo….- dijo Luffy –yo quiero besar a Zoro… ¡Sanji!-

-¿Qué pasa?- le pregunto el rubio

-¡besa a Ace y me dejara besar a Zoro!- chillo ingenuo Luffy

-¡ni se te ocurra!- chillo el niño agarrándole la ropa -¡yo voy a besar a Robin-swan  o a Nami-swan! ¡O a Bonney que es tan bonita! ¡Califa o a cualquier chica! ¡Pero no vuelvo a besar a un hombre!-

-¿no te da lo mismo?- pregunto Luffy ingenuo como siempre, pero Sanji dejo de zamarrearlo –sea un niño o una niña ¿Qué importa? Como Papa Doffy dice: si es lindo ¡bésalo!- con la cara roja de Sanji, lo soltó tapando su rostro

-eres un tonto Luffy- dijo Sanji enojado

Los que corrían como tarados, Sabo y Ace tropezaron. Chocaron con Zoro y comenzaron a giran, chocando con todos los mugiwara y saltando a todos lados. Quedando regados todos adoloridos. Ace se levantó y para su suerte cayó encima de Zoro y con las piernas encima de Sanji. Luffy estaba chocado contra una muralla, Sabo con la cabeza en un arbusto. Se levantó con el cuerpo, sin querer encima del rubio que chillo, lazándolo.

-¡AH! ¡Para de molestar ACE!- grito Sanji harto, el pecoso lo miro enojado -¡si Luffy y Zoro quieren estar juntos! ¡Que estén juntos! ¡¿Entendiste?!- chillo apretando sus manitas enojado. Ace le agarro de la ropa

-¡no te metas entre hermanos!- le amenazo Ace juntando mucho su rostro -¡tú no tienes hermanos!- le grito. Sanji con una patada se soltó al golpearlo en la pierna.

-¡si tengo!- chillo y todos lo miraron sorprendidos –si tengo ¡pero no hacen que me separe de mis amigos!- de pronto se puso a pensar –bueno creo… hace mucho que no los veo-

-¿tienes hermanos?- pregunto Nami de pronto. Ace lo miro un poco. Al parecer se puso un poco serio y algo oscuro. Por alguna razón, en su mente o su cuerpo mismo. Quería acariciar su cabeza. Como lo hacía con Luffy cada vez que recuerda Goa. Pero, Sabo le zamarreo del brazo.

-¿Qué pasa?- le pregunto despertando

-Luffy se fue- dijo

 

En otro lado. Luffy y Zoro iban caminando de la mano por el bosque. Como ya era invierno por completo, el suelo estaba pastoso por el barro. Pero igual a los niños les daba igual. Puesto estaban en silencio. Mirando el cielo nublado y los arboles desnudos. En un momento Zoro se detuvo.

-Luffy ¿vámonos?- dijo

-¿Dónde?- pregunto sujetando aun su mano -¿al orfanato?-

-al mar- dijo Zoro serio. Luffy no entendió –vámonos lejos de Ace-

-¡¿Qué?! ¡No!- chillo soltándose de Zoro

-Ace no quiere que te bese. Yo quiero besarte, quiero ir al mar contigo- dijo mirándole a los ojos –dicen que en el mar eres libre. Podemos estar juntos ahí-

-¡no!- chillo Luffy enojándose -¡no me iré lejos de Ace, ni de Sabo, ni de ti!- corrió hacia una colinilla que se formaba -¡cuando seamos grandes nos casaremos! ¡Viviremos en el mar! ¡Pero no lejos de mis hermanos! ¡Ni de los demás!- Zoro miro lo tierno que se veía creyéndose un capitán como cuando jugaban que eran piratas del cuento. Le sonrió. Corriendo a su lado.

-mira- le indico a los árboles. Luffy miro -¡hagamos una casa! Busquemos madera y hagamos una casa ¿Qué te parece?-

-¡WOW!- chillo Luffy emocionado -¡busquemos madera!- como unos ingenuos que son. Buscaron ramas, pasaron horas buscando ramas y hojas para un techo. Poco ya en la tarde habían hecho un tienda de ramas y hojas. Luffy estaba orgulloso y Zoro veía que no era lo que pensaba.

-¡Luffy! ¡Zoro!- escucharon gritar a Doflamingo desde lejos -¡vengan a cenar!- el rubio ya estaba consiente de donde se iban a escapar cada vez que se enojaban con los Hermanos sobreprotectores. Era el mismo sector donde se besaron por primera vez. Que ahora, solo era barro y una tienda mal hecha.

En la cena, todos estaban expectantes de la cena. Por fin Corazon podía cocinar. Que Doflamingo ni Smoker se vuelvan a acercar a la cocina. Estuvieron comiendo cosas quemadas por tres semanas. Los platos ya se estaban sirviendo, en frente de todos los grandes pedazos de carne cocida y arroz a montones. Jugo y muchas cosas más. Cuando pidieron las gracias, alguien no se aguantó.

-¡¿eh?! ¡Bonney siéntate en la silla!- grito Corazon viendo que la niña estaba sentada en la mesa agarrando la comida con la mano y comiendo tan rápido que se atragantaba. Bebía jugo y volvía a comer -¡bájate de la mesa!-

-¡Papa Cora-san! ¡Bonney se está comiendo todo!- chillo Luffy subiendo a la mesa. La niña estaba tomando un pedazo muy gran de carne. Se lo hecho a la boca, pero Luffy agarro del otro extremo con un mordisco.

-¡Pelea!- grito Kid alzando los brazos. Las voces de todos gritoneaban quien ganara como todas peleas en el orfanato. Los niños que gruñían como animales por la carne, jalándole uno a uno.

-¡le dije que esa niña era un peligro!- le dijo Drake a un Corazon agarrándose de la cara.

Pero, el cuidador, sonreía. No estaba enojado, estaba riendo y feliz.

Una polizona encuentra un nuevo mundo en que vivir. Como todos. Estamos experimentando lo que sintieron todos los niños al llegar a este orfanato, desconfianza, miedo, alegría. Encontrar un hogar. El frio y el hambre, provoco que una niña entrara solo porque tenía frio y hambre. Aunque sea un caos entero cada día. Ese caos, era la mejor familia que pudiera existir. Aunque no fuera por sangre, aunque no sea por nada. Ellos, están unidos. 

Notas finales:

Que pasara con Iceburg y Paulie? adoro a Bonney es una de mis favoritas si no que el gran Eicchiro cambia de aprecer y le pasa algo. pero eso si se parece ami si no fuese que tengo clase ctm! jajajjaja igual, si tienen ideas digan, digan que necesito ideas. 

Denle

Muchas Gracias XD 

ATTE 

E.yaoi, tengo hambre ¿tiene comida de emergencia? XD 


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