Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Odio los trabajos y las clases. son molestas, aqui dejando la mierda. Les dejo el nuevo capitulo, que esta hermoso y a mi parecer, variado. 

La salida de Cora-san

 

 

Al fin hizo caso. Corazon, por la insistencia de todos. Se tomó un descanso de una noche. En el atardecer, se encontraba en su habitación. Mirándose en el espejo. Mirándose el rostro, quitándose le maquillaje que usa siempre. Puesto era para ocultar su rostro duro que asustaba a los más pequeños. Esto sucedió cuando llego Usopp, quien al llegar luego de la muerte de su madre y su padre lo había abandonado en el orfanato. Tenía tanto miedo que se escapaba y se escondía. Sucedió hace dos años y aún lo usa. Estaba nervioso, muy nervioso. Dejar a los niños solos, sabía que haría tonterías, se escaparían. Destruirían el orfanato, y le daba miedo que le sucediera algo. Pero se decía: Doflamingo se quedara con Crocodile cuidando los niños. Brook traerá a Laboon y Chopper jugara con él. Smoker se quedara. Todo está bien.

Nada pasara.

-¿Papa Cora-san?- la voz de Law le asusto de la puerta.

-Law ¿Qué pasa?- dio sonriéndole. El niño le miraba extrañado. Se acercó y el otro se arrodillo

-te ves muy extraño sin maquillaje- le dijo. El otro rio -¿te vas a ir?- pregunto Law serio. El cuidador ladeo la mirada muy confuso

-¿Qué? No, estás loco Law- le acaricio el gorrito –solo me iré pro ahí. No será nada ¿ok? Volveré en la mañana- el niño miro al suelo con el ceño fruncido

-¿tiene que ser hoy?- pregunto enojándose –quiero estar contigo hoy. Quiero dormir contigo….-

-Law- le dijo rotundo Corazon –no seas mimado. Tienes que entender que puedo salir y tú debes estar pendiente de cuidar a los más pequeños- le pego con los dedos en la frente – ¿en-ten-dis-te?-

Law, hizo un gesto de frustración. Dio la vuelta sin decir nada más y se fue al comedor. Entro enojado, notándose tanto que al solo entrar, un aura gigante de tensión se olía y se sentía perfectamente. Quienes lo notaron salieron corriendo de inmediato a su lado, era el trio que siempre lo buscan.

-¡¿se encuentra bien?! ¡¿Capitán?!- chillo Sachi

-¿alguien le hizo algo malo?- pregunto Penguin queriendo llorar

-¡le romperé la cara si lo le molestaron!- chillo Bepo, los más pequeños le miraron y hasta Law se sorprendió de no estar temblando de miedo. El niño se dio cuenta y bajo la cabeza –Lo siento-

-no importa, Bepo- dijo Law –estoy bien chicos. Pero Papa Cora-san me hecho de su habitación- los niños le miraron sorprendidos, abalanzándose al él.

-¡¿Qué de verdad?!- chillaron a unísono.

-¡no tan cerca!- les grito Law enojándose. Los res retrocedieron con miedo –digo, no se asusten. Vamos a cenar ¿ok?- dijo tratando de calmar el susto. Todos se sentaron tranquilos a comer, la cena servida. Law comenzó a comer un poco de arroz y carne. Sin embargo, mientras comía, mientras bebía su juguito, mientras oía la irreverente pelea de Sanji y Zoro por un flan. Paso el postre. Pero Corazon no estuvo en toda la cena.

Confundido, Law se levantó mientras que Sabo, Koala y Basil recogían los platos. Junto con Doflamingo, el niño se le acerco. Con ganas de preguntar: ¿Y Papa Cora-san?, pero no pudo. Puesto que desde lejos, la canción que todos cantan de hace más de medio mes o dos meses sonaba de nuevo. Cosa que hizo que Doflamingo…

-¡Brook! ¡Si vas a cuidar a los niños deja de tocar esa canción!- grito Doflamingo dejando los platos en la mesa y salir corriendo por la puerta. Law se quedó mirando y chasqueo los dedos molesto.

-Hey Law ¿Qué pasa?- pregunto Sabo al darse cuenta de que Law no se había ido del comedor.

-nada- murmuro y se dio la vuelta. Pero por la puerta se detuvo, puesto los mayores estaban hablando. Bueno los dos que si hablan.

-A Law le afecta más estar separado de Papa Cora-san- dijo Koala dentro del comedor –ha estado mucho más tiempo que todos nosotros con él. Una sola noche que este solo y Law le puede afectar ¿no lo crees?- pregunto preocupada. Law se asomó por el umbral escondiendo su cuerpo y solo mostrando su ojo. Sabo se le acerco a Koala negando con la cabeza.

-él es que esta más apegado- dijo cruzando los brazos –lo mismo paso con Luffy, cuando perdimos a Dadan. Estuvo tan triste que no quiso comer por días y casi se lanza al mar para volver a Goa y buscarla. Además de decaído- koala dejo los platos en la mesa y miro a Sabo apoyada en la mesa.

-¿no crees que necesita que lo distraigan? ¿Un juego?- le dijo Koala dudosa pero sonriente –Cuando yo estaba triste, Fisher Tiger siempre hacia que me riera junto a los otros. Jugando a donde estaba la piedra o al escondida. Como era más chica, le costaba encontrarme- se rio para recordarlo.

Law conocía el pasado de Koala y no era bueno. Puesto le arrebataron a su madre para ser vendida y ella huyo junto a unos piratas. El tal Fisher Tiger por lo que escucho, era un afamado pirata que surco los mares y que luego e proteger a una niña. Quedo como héroe por todo el mundo, esa niña era koala y ahora vivía en el Orfanato gracias a Fisher a su petición. Había pasado más de medio año, así que los recuerdos de ese hombre en Koala se le notaban en el rostro. Se crispaba de una sonrisa o le salían las lágrimas. Esta vez solo fue la primera mientras volvía a recoger los platos y llevarlos con Sabo y el otro a la cocina mientras relataba un juego divertido de simón dice, pero esta vez tenían que cerrar los ojos y al contar hasta diez. El que cuenta abría los ojos y todos tenían que estar en una posición que el contador dijo. Ejemplo: cuanta…. ¡que todos parezcan gatitos! Y todos se deben posar como gatitos. Law se quedó escuchando porque creyó divertido, pero se dio cuenta que estaba perdiendo tiempo rápido. Se alejó del comedor para ir a buscar Doflamingo. Pero en su camino a la mitad de ir a su habitación. Fue agarrado del pecho y fue levantado y cargado como un saco de papas.

-¡¿eh?! ¡Oiga usted!- chillo Law enojado

-¡YOHOHOHO! ¿Tú eres Law? Cora me advirtió de ti- dijo riendo el hombre del inmenso afro, el más grande que alguna vez Law vio –me dijo que un niñito que siempre esta así lado. El mas mimado de todo el orfanato- dijo riéndose, Law estaba tratando de soltarse dándole patadas -¡yohohoho! ¡No me golpees!- lo decía con una sonrisa y riéndose. A Law le estaba molestando el hombre – ¡Ah! Por si acaso. No querrás entrar a la habitación de Doffy- dijo el hombre. Law lo miro raro

-¿Por qué?- dijo brusco. El hombre se volvió a reír.

-cosas de adultos- dijo y Law, no entendió.

 

Crujir, crujir. La cama se golpeaba contra la muralla. Entre ello, el extenuante gemido de un hombre siendo apretado de sus labios con los de otro. Agarrado de las muñecas y el muñón. Doflamingo siempre usaba esa técnica para agarrarlo. Si no, no se divertiría nada. Luego de dar vueltas con la lengua y babearlo hasta por debajo del cuello. Se separó mirando con lujuria con las gafas puestas.

-¿Por qué…?- Crocodile tuvo que respirar para continuar -¿Por qué se te ocurre hacer esto cuando debemos cuidar a los niños?- dijo cansado. Se habían besado mucho rato.

-esta esos esposillos de tarta de bodas para que los cuiden ¿no lo crees?- dijo mas lujurioso mordiendo con fuerza el cuello. Crocodile gruño de rabia, lo brusco se le estaba pasando.

Sus mordiscos eran tan fuertes que ya sabía que dejarían marcado. Doflamingo le lamia el cuello intensamente. Mientras que deslizaba su mano hacia el pantalón de Crocodile para abrirle el pantalon, jugando con su miembro apretándolo contra el calzoncillo. Los pantalones bajaban con la otra mano morena de Doflamingo. Bajando hasta dejándole solo con el calzoncillo. Sus dedos recorrían la pierna de Crocodile con suavidad, usando la palma entera al llegar por la cadera y usarla completa por su abdomen marcado contra la camisa cerrada. Con ese impedimento, con la mano empezó a desabrocharlo de un tirón. Con todo ese movimiento lo besaba. Seguía dejándole la respiración cortada. Sus bocas, cada uno se mantenía besándose. Como si no quisieran separarse, como si los labios fueran cocidos. Como si no tuvieran otra cosa que hacer, más que las manos que se descontrolaban. Las manos de ambos, y la mano única de Crocodile. Agarrada a la camisa abierta del otro, con el muñón rozaba el rubio cabello. Deslizando por la mejilla, sintiendo que con la sensibilidad de no tener su mano hacia que ese momento de acariciarlo y separarse para tocar la boca abierta de Doflamingo. Sentía que era maravillosa.

-estas crucialmente sexy Croco- dijo coqueto Doflamingo sonriente. Se acercó a su cabeza oliendo su cabello -¿alguna sorpresa más? ¿Eh?- el reptil sonrió, agarrando a Doflamingo de las mejillas con su mano

-eres el bastardo- dijo y volvió a besarlo intensamente

La noche se esplendió. Se escuchaba desde lejos los niños reír por las tonterías de Yorkie y Brook. Mientras que Doflamingo, usaba casi toda la mano dentro del trasero de Crocodile que gemía como un canalla ante las manos locas de aquel rubio loco. También por sus pezones apretujados con mordidas chirriantes de Doflamingo que no dejaban de hacerlo temblar y tener espasmos a su espalda. Sus labios que se abrían solo para salirle un orgasmo fuerte y sus ojos vidriosos de lágrimas. Le estaban doliendo. Sus dedos se enredaban en el cabello del rubio para soportarlo, era una sensación de querer más y más. El muñón se escondía detrás de la almohada y ante uno de sus espasmos. Su espalda se curvo de una manera que tenía la nariz contra el respaldo de la cama. Los dedos de Doflamingo estaban más profundo. Más profundos.

-basta….- murmuro apenas. Doflamingo dejo su pecho para mirarlo –no quiero más… no más de dos- el rubio, viendo como la cara roja de Crocodile estaba prendida sonrió.

-¿quieres otra cosa?- dijo riéndose

-no tengo que decírtelo- Crocodile sonrió mostrando los dientes y una coqueta risa -¿eres tonto? ¿No?- ante ello. La sonrisa de Doflamingo era más extensa.

-ah… Croco. Te adoro- le beso la frente con cariño.

Su melena negra como anoche estaba escurrida en la almohada. Mientras que todo su cuerpo era alzando, con sus piernas sobre los hombros de Doflamingo. Que sonreía y se lamia los labios, al mismo tiempo que se entraba a Crocodile jadeante y deseoso de lo que sucedía. Sudando y mordiéndose la mano. Tener el miembro eréctil y duro de Doflamingo entrar, quería que fuera rápido. Doloroso y rápido.

Tal y como ambos, deseaban.

-estas súper fácil hoy, Croco- dijo Doflamingo –siento que hoy estas más que sexy, excitante y deseoso-

-cállate ¡ah!- tenía todo dentro de improviso, un placentero gemido salió de su labios

-excitante- se rio el rubio más excitado. No se aguantó y lo embistió con fuerza. Rápidamente. Ambos gemían de manera tan rápida y extrema que la cama se movía de un lado a otro. Golpeando la madera de la pared y el cemento que también le agrega soporte. Era embestido rápidamente, embestido dulcemente, embestido sensualmente.

-Hey Croco- murmuro Doflamingo cuando se cansó un momento para ver el lloroso rostro de Crocodile, se acercó con la nariz rozando los labios del otro –te amo…- dijo y le beso. Siguiendo con toda su destreza. Ante lo que hacía.

 

 

Como saben. Esta noche se trata de dos cosas, los niños y el cuidador pasando la noche. Law como sabemos estaba enojado que Brook lo sacara de buscar Doflamingo y preguntara donde estaba el cuidador. Enojado y con un puchero, se sentaba de mala gana en un asiento.

-¿de verdad están pegote a Cora?- pregunto Yorkie curioso a Smoker

-según Doffy, cuando era más pequeño no se soltaba de Cora, ni para ir al baño- le dijo Smoker –solo dejo de hacer cuando llegaron otros niños más pequeños. Como Nami y Luffy- el hombre suspiro sacando un montón de humo de la boca –aunque igual le dan recaídas durmiendo con él en las noches. Ya me imagino cuando crezca- se rio. Ya se imaginaba a un Law de veinte años durmiendo con Cora –eso creo que sucederá…-

-¿dijiste algo?- le pregunto el rubio

-nada, hablaba solo- dijo percatándose de como Killer agarraba a Penguin y lo arrastraba hacia la puerta. Lo agarro y lanzo al rubio lejos.

Par que no te enredes, te explico. Esto sucede al mismo tiempo que los otros estaban succionándose por diferentes lados. Eso quiere decir que quienes se quedaron con los demonios llamados niños que residen en esta casona. Eran Brook, Yorkie y Smoker. Inesperado, esa noche estaban tranquilos. No tanto para quedarse quietos o para hacer alguna tontería. Deberían estar cansados, así que Brook se dio cuenta de ello. Mientras que veía como Laboon jugaba con bloques de madera con el otro niño y único bebe del orfanato, Chopper. Cuando Brook lo vio por primera vez, grito de una manera que se escuchó hasta el otro lado del pueblo. Con los niños cansados, se puso enfrente de todos ellos. Exactamente en medio de todo el mini-living. Sacando de algún lado su violín y colocándoselo sobre el hombro y la barbilla.

El violín empezó a tocar una melodía que denotaba, alegría, nostalgia, amor y destinos. La melodía era la misma que siempre tocaba cada mañana, tarde y noche. Pero de esa manera se escuchaba tan tiernamente que nadie no se dejaba de no tener el gusto de quererla. Cómodos entre todos los lados, en los sillones y cojines. Mirando aquel movimiento de manos suavemente, moviendo sus dedos en puente del violín. La música era hermosa, era idónea. Era perfecta para que todos se le cayeran los parpados junto con sus cabezas. Hacia el suelo y la alfombra. Pero….

Por la cocina se oyó un terrible sonido de algo caer y hacerse trizas.

Los adultos saltaron del susto, despertando a todos y saliendo corriendo a la cocina. Con todos detrás suyo. Llegando a la cocina, los adultos miraron que la luz estaba apagada. Ellos,  confundidos entraron con el viento entrando por las ventanas y era helado. Verdaderamente helado. Algo parecía sonar al dar sus pasos, se rompía y carraspeaban bajo sus zapatos. En ello. Solo se oía un gemido casi mudo. Smoker pensó e indico  los demás con solo sus manos que lo siguieran, porque ya estaba indicando donde venía ese gemido. Los tres siguieron el sonido. Smoker encontró de donde venía, hizo un gesto de silencio y los otros asintieron. El ayudante iba a atacar a quien estaba…. Pero se detuvo.

-¡Hawkins! ¿Qué haces aquí?- pregunto sorprendiéndose en encontrar al niño que jamás habla, de cabello rubio corto y mirada indiferente. Con los ojos llorosos recorriendo su rostro y sin cambiar su expresión. El niño poco lo miro, estaba mas pendiente de no moverse y tener extrañamente apretando con fuerza sus manos -¿Qué paso? ¿Se te cayo algo?- el niño no le respondía. En ello, Hancock se acercó altanera como siempre.

-No se esfuerce, ese niño nunca habla- dijo, el niño la ignoro mirando de nuevo sus manos –Papa Doffy y Papa Cora-san han intentado todo de que hable. Pero no sirve ¡porque es un niño tonto!-

-¡Hancock no digas eso!- le espeto Smoker enojado –tal vez solo no sabe expresarse-

-no tanto- apareció Law, Smoker le miro –oye Hancock, tu sabes por claro que si habla. Pero no con nosotros- el hombre le miro extrañado. Al aniña se puso a pensar pero chispeo los dedos

-¡cierto! ¿Dónde está ese brazos de fideos?- chillo cruzando los brazos mirando entre todos -¡Apoo! ¡Ven!- grito.

Desde lejos alguien se acercó empujando a todos los niños.  Con los brazos amorfos sobre su cabeza.

-¿Qué le paso a Basil ahora?- pregunto

-ve y acate ¿quieres?- dijo Hancock enojada. El niño bufo ante la chica mandona, miro hacia el techo enojado pero se volvió con una sonrisa as socarrona de siempre. Para agacharse y estar a la altura de Basil que estaba sumido en miedo con la cabeza entre las piernas. Sin soltar sus palmas.

Apoo se fijó bien que hacer. Puesto el niño era muy introvertido y como es su carácter. De más que lo golpeaba. Tocando el suelo se fijó en toda los pedazos de plato que estaban esparcidos.

-a ver ¿Dónde te cortaste?- pregunto despacio. El rubio miro temblando –vamos… ¡¿pueden prender la luz?!- chillo y alguien de la puerta encendió la luz. Apoo volvió a mirar a Basil, mirando que en su palmas cerradas…. Goteaba sangre. El rubio estaba llorando pero desviaba sus ojos desafiante –dame tus manos- dijo Apoo, el niño temblando acerco sus manitas blancas. El otro las agarro y las separo viendo un corte de un lado a otro en su mano derecha. Los adultos se acercaron y Brook chillo aterrado.

-¡mierda! ¡Llamen a la ambulancia!-

-¡Brook! ¡No seas exagerado!- le grito Yorkie -¡asustaste al niño!- le dijo y el del afro miro como el niño rubio se escondía detrás de Apoo. Ensuciándole la ropa con la sangre.

-ya, vamos Basil. A limpiarte las manos- dijo Smoker, pero el niño seguía acurrucándose en la espalda de Apoo -¿Qué le pasa?-

-no confía en nadie- dijo Drake a un lado. Todos los que estaban cerca (Apoo, Hancock, Drake, Marco y Basil) tenían la misma edad. Los más pequeños fueron sacados y los de ocho y siete y nueve los cuidaban fuera de la cocina –con el único quien habla es con Apoo. Con nadie más- apunto al de los brazos amorfos. Smoker miro con extrañeza, entendiendo lo que sucede. Miro con fuerza a Apoo.

-oye ¿puedes hablarle?- mando Smoker a Apoo. El niño asintió, dando la vuelta dejando al Basil mirando al suelo con miedo.

-vamos a ver- dijo tomándole las manos. El rubio chillo de dolor – ¡que feo! ¡Tenemos que amputarte la mano!- le exclamo y el rubio gimió del susto. El otro se rio fuerte -¡no es nada! Te ponemos una venda y listo ¿Qué te parece?- le sonreía con esa sonrisa larga y Basil trato de sonreírle un poco.

-pregúntale como se cortó la mano- le dijo Smoker al niño

-ya escuchaste- dijo Apoo, Basil se acercó a su oreja tapando su cortada con la manga. En un murmullo que nadie oyó. Apoo escuchaba atentamente -¿un plato? ¿Tenías hambre? ¡Ah te asustaste por un gato que apareció de pronto y se resbalo la comida! ¿No había comida? ¡Ah no! No alcanzaste a comerlo ni poner en el plato. Ya, ok. De acuerdo- miro a los adultos –a Basil…-

-ya oí- le interrumpió Smoker. El suspiro profundo –vamos, te pondremos una venda- dijo alzando la mano para que la de la Basil la tomara. Pero él se negó –Apoo…- le pidió Smoker al niño. El otro se rio y le pidió que siguiera a Papa Humitos. Basil hizo caso y le siguió. En ello, los de diez años se iban a ir. Si no fuese.

El sonido de engullimiento dentro del refrigerador.

Todo ellos se miraron dudosos. Drake, quien era el más valiente. Se acercó al refrigerador tomando la perilla. Con la mirada de todos preocupadas al ver quien estaba haciendo tanto ruido. Drake abrió de un tirón el aparato y de cabeza deslizándose. Caía Bonney con una mata de apio en la boca.

-Hola- saludo. Drake quien la vio y había tenido que soportarla por todos estas semanas a petición de los papas. Pero la verdad que no la soportaba mucho. Era gruñona, maleducada y muy asquerosa al comer. La agarro de la ropa y la jalo para sacarla, pero la niña ya se había sujetado de las manecillas de la puerta.

-¡suéltala maldita niña!- bramo con fuerza, tratando de sacarla agarrado de sus tobillos delgados.

-¡ni enferma! ¡No hace caso a un cara cortada!- chillo la niña el refrigerador se estaba tambaleando

-¡que pesada eres!- grito Drake, sujetando mas fuerte las piernas con el antebrazo y el brazo entero. Rodeándola hasta llegar a sus caderas -¡ya vámonos! ¡Te comiste casi todo de nuevo!-

-¡mentira! ¡Mentira!- le chillo Bonney -¡solo me comí las sobras de ayer!-

-¡de lo mismo! ¡Es igual! ¡Te comiste la comida del orfanato!- la zafo casi botándolo el refrigerador. El aparato de tambaleo peligrosamente, los niños lo miraron hasta que se detuvo por completo.

Mientras que quedaban expectantes del susto de que cayera ese inmenso mueble de metal y plástico. Una risa estruendosa y grosera exploso en el ambiente silencioso. Todos miraron como Hancock se reía estrepitosamente y más bien, molesta.

-¡que graciosos! ¡Qué graciosos!- chillo llorando de la risa

-¿de qué te ríes?- pregunto el cabeza de piña Marco. Hancock tuvo que respirar antes de hablar, secándose las lágrimas que recorrían el lagrimal y parte del labio. Se irguió pero con una sonrisa contradecía en una carcajada. Alzo la mano y apunto a su frente.

-ni se dan cuenta de que tan abrazados- dijo y volvió a reírse de como Drake y Bonney estaban abrazados ante el susto.

Ambos mencionados se miraron y se dieron cuenta, recién, de lo que hacían. Bonney estaba colgada como un koala apretada de piernas al torso de Drake y sus brazos abrazando su cuello. Drake en su caso, estaba agarrándola por debajo de sus caderas con ambos brazos. Ante lo visto, se soltaron gritando aterrados, dejando caer de trasero a Bonney y Drake limpiándose las manos como si hubiera tocado algo asqueroso.

-¡por la cresta!- grito Drake sacando la lengua asqueado -¡toque un bicho feo!-

-¡nooooo!-chillo molesta Bonney -¡me tendré que bañar!-

Se volvieron  a mirar y se asquearon de nuevo. Todos en la cocina, estaban partiéndose de la risa.

 

En otro lado. Digo mucho eso. Kid y Killer estaban viendo un libro antiguo de mecánica. Mientras, todos los niños estaban sentados escuchando las historias de Yorkie y Brook, en sus viajes a otros mares e islas increíbles.

-¡miren niños! ¡Una vez llegamos a un país tan helado que nos congelábamos los dedos de los pies! ¡Era tan helado que al tomar mi espada y para protegerme de árboles de hielo y ramas de acero! ¡Se me congelaban los dedos y se me pegaban en el mango!- y todos los niños rieron al ver un truco simple de que el hombre tomaba una cuchara y la pegaba en sus mano. Como si estuviera flotando.

Kid bufo molesto.

-¿hay lugares así Killer?- dijo Kid a su amigo, no le pescaba mucho. Le entretenía mucho la historia –que pesado- bufo molesto Kid.

-no digas nada. La historia esta buena- dijo Killer cómodo en el suelo.

Yorkie seguía con la historia.

-¡en Drum! Aquel paisaje frio y peligroso ¿saben que nos encontramos?- todos los niños atentos dijeron “no” a unísono -¡conejos!- los niños ladearon la cabeza -¡conejos gigantes! ¡Conejos gigantes! ¡Conejos gigantes que comen humanos!- grito y a los más pequeños se asustaron.

-¡ahora los asustaste tú!- le dijo Brook riendo. El grupo menor de Law estaba llorando del susto.

-¡Kid tenía razón! ¡Hay Mounstos come niños!- chillo Penguin

-¡no quiero ir allá! ¡No quiero!- dijo con los mocos en la boca Sachi. Yorkie viendo que la situación se descontroló un poco, pidió ayuda a Brook. Saco de nuevo su violín, y como en un principio, comenzó a tocarlo. La misma melodía. Solo unos acordes, hasta terminar y los niños que lloraban ya estaban tranquilos –gracias-

-de nadita- dijo Brook guiñando un ojo. En ello, a su falda, Luffy lo miraba expectante y curioso como siempre -¿Qué pasa pequeño?- el niño sonriendo como siempre y con la cara demonito adorable que tenía, se escaló las larga pierna de Brook y se sentó en ella. Le reflejo la mirada de nuevo inocente y adorable.

-¿Cuál es el poder que tiene le afro?- pregunto Luffy

-¿de qué hablas?- pregunto Brook con una sonrisa

-¡el poder maravilloso del afro!- chillo alegre Luffy -¡como es tan grande debe tener poderes! ¿No?- Brook se rio de lo inocente que era Luffy acariciando su cabecita -¡lo digo enserio!-

-no seas tonto Luffy- dijo Sanji. El niño le miro desde la pierna de Brook –el pelo de la Papa Huesos no tiene poderes-

-¿Papa Huesos?- pregunto Brook extrañado

-¡ah! Yo le puse así- dijo orgulloso Luffy levantándose en la pierna del hombre – ¡es que usted es muy delgado! ¡Esta en los huesos!- el niño se rio. A la inercia y a la gracia del asunto, Brook se rio junto al niño.

-¡yohohoho! Creo que nos haremos grandes amigos querido monito- dijo dándole un apretón en la nariz. El niño se rio.

El tiempo pasó. A Law se le quitaron las ganas de escaparse en la noche, pasó tres ocasiones, queriendo ir a la ciudad por Corazon. Pero quedo enojado en un sillón casi toda la noche que aun estaban despierto los niños, la falta de Corazon para decirles buenas noches, se convirtió en una entretenida pijamada con todos de todas las edades. Basil que ya estaba vendado de la mano siguiendo estando callado, en una esquina leyendo libros o mirando a todos jugar. Ace y Sabo jugaban a un juego de mesa que se contaba en tiburones y salvavidas, que si llegabas a los tiburones, perdías un turno o haces una penitencia. Si llegabas al salvavidas, salvas el turno y si quieres avanzar más deberás contestar una pregunta. Koala a su lado los miraban divertidos y Bonney fue obligada a sentarse ahí, con la vigía de Drake a que no se fuera a la cocina de nuevo a robar comida. Ella giro y le saco la lengua, el hizo exactamente lo mismo. El grupo de Lucci dibujaba barcos como les había contado Paulie, el último tiempo cuando los venía a visitar, este grupo tan apartado rogaban a que les contara historias de barcos y carabelas de mar. Kaku, el más entusiasmado de todos dibujo uno con alas de pájaro y una cresta en el mástil diciendo que con ello iría a la Isla del Cielo a buscar frutas gigantes. Chopper y Laboon, estaban exhaustos. Brook decidió llevarlos a la habitación de Corazon dejándolos dormidos juntos en la cuna más grande. La de Laboon, que habían traído de la casa de al lado. El huesudo no lo evito y no quiso evitarlo, saco su cámara de no se sabe dónde, de verdad es un enigma. Y les saco una fotografía. Ya se verá enmarcado en su casa alguna vez. En tanto los Mugiwara eran vigilados por un cansado Smoker que dormitaba en un sillón único.

-oye Humos- dijo Yorkie en un momento que el ayudante se dormía –vete a dormir, o me quedo con ellos- el hombre de cabello blanco se negaba a dormir. Pero le estaba ganando el cansando, se levantó y se fue a su habitación.

Siguiendo con los niños. Kid estaba jugando destartalando una vieja cafetera que le regalo el cuidador para que practicara con su nuevo equipo de herramientas. Killer ya se dormía mirando un libro de animales salvajes. Comparando a Penguin con un pingüino bebe. Entre tanto este último con su amigo inseparable Sachi y Bepo jugaban a que eran piratas con peluches… muy parecidos a ellos.

-¡yo soy el comandante Penguin!- chillo Penguin con un peluche de pingüino que le regalo Corazon a su llegada -¡he venido pro los tesoros más grandes de los mares!-

-¡yo el tirador Sachi! ¡La ballena más genial del  mundo!- chillo Sachi

-Lo siento ¡ah! ¡No! ¡Soy Bepo el navegante! ¡Sin mí se pierden!- dijo sonriente.

Estaban jugando de los más tranquilos. En eso, Kid se molestaba. Tanto que chillaban, no le dejaban leer bien las instrucciones de desmantelamiento. Se iba a gritarles pero apareció de pronto Law mirando su trabajo.

-¿Qué haces tú?- pregunto Kid desafiante.

-miro- le dijo serio. Kid bufo molesto volvió a su mecanismo, pero no dejaba de molestarle la mirada ojerosa de Law

-¿no tienes otra cosa que hacer?-

-no- dio tajante.

-eres molesto- dijo Kid siguiendo su trabajo ya estaba en la mitad cuando se dio cuenta de que Killer estaba dormido a su lado -¿Qué te pasa? Juega con tus amigos- le indico Kid, pero el ojeroso solo se encogió en sus piernas suspirando, se había sentado sujetando con sus brazos las piernas y cómodamente colocando su cara en sus rodillas. Molesto –déjame adivinar- tomo su atención el pelirrojo -¿extrañas a Papa Cora-san?- el ojeroso le sorprendió mirándolo con sus ojos abiertos.

-¿Por qué lo dices?- dijo Law

-se te nota tonto- dijo riendo Kid –mira tu cara de aburrido. Se te nota de inmediato, ni me ha molestado en toda la noche. No quieres ni jugar con tus amigos, y hace un ratito que te vi que gritabas a tu amiguitos- Law tuvo que confesarse

-quiero a Papa Cora-san- le dijo tratando de quitar su mirada de Kid. Este se rio y a Law le molesto

-se nota lo tonto que eres ¡muy tonto!- le dijo Kid, Law le iba golpear pero se detuvo cuando el pelirrojo le miro –oye, Papa Cora-san tiene el derecho de salir y divertiré ¿no crees que es verdad?- le dijo sonriendo tomando su gorro y bajándoselo para taparle los ojos de juego. A Law le molesto agarrando sus brazos y a que le soltara, cuando pudo ver. Vio que Kid le sonreía socarrón, no sabía si era por la falta de Corazon esa noche. O que el sueño ya le estaba ganando. Pero, veía la que siempre pensó una tonta cara de Kid sin cejas y pálida, se veía con mucha luz y adorable.

Sin embargo aquella visión de adorabilidad…. se le fue con un flash.

-¡Yohohoho! ¡Hay que linduritas!- chillo Brook, despertando a Killer riéndose de la escena que hacia su amigo con el ojeroso -¡va directamente a un álbum de fotos!- en sus manos largas y huesudas, una cámara. Le había sacado una fotografía y ellos aún seguían de la misma manera. Se separaron rojos de vergüenza.

Luego de esa mera vergüenza, pasaron como una hora de que los niños iban y venían jugando. Por qué pasando esa hora, se quedaron dormidos en el piso. Para la suerte del sapo encabronado, todas las habitaciones tenían el nombre de cada uno escritos en un cartel pegado a la puerta. Lo hicieron a petición por que muchos olvidaban donde eran sus habitaciones y para el después cuando Zoro no se pierda buscando su habitación. El cuento, es que era muchos niños y solo dos hombres despiertos. Despertaron a los mayores para que fueran solos a sus habitaciones, algunos de tercos tomaron a algunos más pequeños para llevarlos a sus habitaciones. Dormidos en sus hombros, dejándolos en las camas arropados. Para una suerte, Ace fue llevado contra su voluntad por dos personas. Una era Apoo y el otro Marco, como a cual llevaban un canasto. Lo lanzaron a la cama, sin embargo. Hancock entraba con un Sabo adormilado. Se haya despertado a mirad del camino.

-¿Qué hacen aquí?- pregunto bostezando

-Vinimos a dejar a tu hermano- le explico Marco. Apoo no contesto fue por los demás niños. Sabo fue acompañado con Hancock a su cama.

-¡epa! No me tienes que dejar, no soy tan niño- le dijo Sabo medio adormecido

-si pero apenas te puedes poner de pie- le chillo mandona Hancock, también se estaba durmiendo –mira, vete a la cama ¿ok? Antes de que llegue Papa Cora-san-

-ñe… no quiero- dijo pero ya se estaba tropezando con sus pies -¿y Luffy?- en ello la chica se sonrojo

-¡Oh no! ¡Se me olvido dejarlo!- dijo saliendo corriendo de la habitación.

-esa chica no tiene criterio- dijo Marco –siempre va criticando a Franky y Robin, que tonta- comento Marco, pero Sabo ya estaba dormido. Él sonrió, se acercó para taparlo y luego a Ace que por inercia creyó en un sueño ver un pedazo de carne, agarro entre sueños el brazo de Marco. El niño se percató, pero para soltarlo tuvo que moverse entero. Ace tiene los brazos fuertes, era difícil que se soltara. Pero no lo lograba, en un momento se reveló. Cayendo al suelo, mientras que Ace confunde su cabeza con una piña y la comienza a lamer.

-¡oye! ¡Deja de comerte mi cabeza!- dijo cuándo Ace abrió la boca y empezó a morderle la cabeza. Cuando por fin pudo sacárselo, distrayéndolo con una almohada para que la mordiera. Se salió levantados y sacándose la saliva que le escurría por la cabeza.

Se dirigió a la puerta llegando al umbral. Deteniéndose y dando la vuelta. Mirando al pecoso que dormía a pierna suelta, con la boca abierta y medio torso en el suelo.

-este niño es interesante- dijo Marco y salió de la habitación.

 

En la habitación de Law, seguía preocupado y queriendo mantener sus ojos abiertos, oír que Corazon entrara por el portón y dormir con él. Estar tanto tiempo lejos de él, era duro y le molestaba. Aunque hayan pasado unas horas, empezaba recordar los días que era más pequeño y cuando lloraba Corazon corría hacia él y le abrazaba. Le sacaba lo mocos y le acariciaba la cabeza para que dejara de llorar. Aun lo recuerda y paso hace dos años. Ahora estaba muy ocupado para que le estuviera dando abrazos cuando quería o dormí cuando quería. Cuando tenía pesadillas o cuando el insomnio le ataca y no le suelta. Extrañaba al hombre torpe. Quería a Papa Cora-san. Quería que jugará con él, quería dormir con él, quería a Corazon en ese momento. Le daba pena que no estuviera ahí ¿Dónde fue? ¿Le habrá pasado algo? ¿Por qué no se despidió? ¡¿El volverá a decirle buenas noches?! La mente le venía millones de ideas finales de novela. Que Papa Corsa-san los abandone. Que no vuelva. Que….que…

-¿Capitán?- pregunto una voz pequeña gateando sobre su cama -¿está bien?-

-¿Penguin?- dio Law sentándose – ¿Qué pasa?- el niño que ni para dormir se quita el sombrero se acercó incómodamente cerca.

-está llorando- dijo Penguin, Law se tocó el rostro, el lloraba –lo oí llorar y me levante- dijo -¿extraña a Papa Cora-san?- pregunto el niño ingenuamente. Law no podía evitarlo, siendo ellos sus amigos, no les guardaría nada.

-quiero dormir con Papa Cora-san- confeso verdaderamente –quiero estar con el- el niño le sonrió.

-¿Por qué no duerme conmigo?- dijo, Law lo vio sorprendido –así duerme con alguien y está más tranquilo ¿no?- Law lo miro un momento. Tranquilizándose, levanto el cubrecama de estampado de leopardo blanco.

-vamos, ven- dijo Law sonriendo. Penguin se alegró, entrando al cobertor.

-¡yo también quiero!- chillo de pronto Sachi, había despertado – se adentró al cubrecamas y entro sin mas

-¡yo también!- chillo alegre Bepo, lanzándose hacia todos. Aplastándolos y alegrando a que se quitara de encima.

 

¿No se dan cuenta de algo? Corazon salió una noche. Se pasó una noche tranquila y el orfanato, sigue igual de locura y caos. Si la libertad de que pudieran hacer todo sin que el cuidador estuviera era mucha.

Pero en la mente de los niños decía:

Luffy: ¿Papa Cora-san? ¿Volverá?

Sanji: ¿se habrá ido al Baratie? ¡¿Por qué no me llevo?!

Robin: ¿y Franky?

Kid: espero que llegue pronto.

Killer: ¿estar bien?

Penguin: ¡quiero a Papa Cora- san!

Drake: ¡tengo que cuidar a esta niña porque Papa Corsa-san me lo pidió! ¡Por él lo hago!

Hancock: espero que este bien.

Koala: que vuelva pronto.

Nami: cobrare una recompensa si no vuelve pronto.

Usopp: tengo miedo que no vuelva.

Bonney: espero que no me abandone o llame a los marinos.

Zoro: ¿se perdió?

Sabo: por favor, Papa Cora-san. Este lugar es un caos sin usted. Vuelva.

Ace: que no le pasa nada malo.

Sachi: ¡Papa Cora-san! ¡No se vaya!

Lucci y su grupo: ¿se habrá ido? ¡No!

Bepo: ¡lo siento si hice algo malo!

Todos: quiero a Papa Cora-san.

Todos y cada uno estaban asustados. Aterrados de que no volviera. Que se perdiera. Que los dejara. Todos los males, los pensaban. Pero. Sabían que estaba cansado. Mantuvieron la boca cerrada. Su actitud igual de despreocupada ante todos. Por ello no se movían o hacían alguna tontería. Por qué no querían             que se preocupara.

Estaban aterrados de que ya no pasara por ese portón.

Pero no pasaría.

Primero sepamos donde esta Corazon. Quien caminante, tarde con el frio sobre su abrigo de plumas y su gorrito rojo que alguien alguna vez le dio. Por el frio de ese lugar. Pidió permiso al guardia que conoce hacía muchos años y le dejo pasar sonriéndole. Paso por los pasillos de tierra y cemento, piedra y mo. Camino despacio y el frio le toaba el rostro. Pero no se detuvo hasta llegar a la última tumba del cementerio que daba vista al océano.

-hola ¿Cómo estás?- le pregunto a la tumba sentándose. Dejando el ramo de flores frente a la cruz que rezaba un nombre en piedra, el hombre paso su mano en las letras. Suavemente las acaricio. No importaba lo sucia que estaba, ni sus dedos congelándose. Aparato su mano, sacando de su bolsillo. Una mandarina, colocándola en un platillo posado a la falda de la tumba –bien Belle, estamos aquí- dijo sonriendo. Irguiéndose –perdón primero. Recuerda, esos niños me dejan muer…digo, cansado. Tendrías que ver a Nami, esta gigante, astuta igual que tu- el silencio era penetrable a su agonía -¿sabes? Doffy y Crocodile ya cumplieron dos años… adivinaste. Eran buenos tus consejos- se rio. Su risa fue oculta por una ola –también traje flores amarillas, los girasoles no crecen en esta época. Pero volverá con ellas a la próxima ¿Qué te parece?- el silencio era peor –Belle…- la fortaleza, que tantos años oculto por los niños. Se quebró –Belle…- su voz se estaba descabrajando –esta fue tu idea. Y yo la estoy siguiendo, la sigo como puedo y quiero. Esta fue tu idea. No la mía, ni la de Doffy, ni de Shiroge… fue tu idea- se acercó de nuevo al nombre tallado –Bellmere… no me rendiré. Sé que estás ahí, solo necesito que me hables. Una vez más…- sus lágrimas cayeron cruelmente al pasto.

La tumba a la luz de la una y el olor del océano. Dejaba a un hombre llorar. Por fin:

“Bellmere. Madre y cuidadora, amante de las mandarinas”

Corazon se dejó caer al suelo. Acurrucado en la tumba. Deseando que su calor le abrazara, solo una vez para siempre. 

Notas finales:

CHAN CHAN!!!!!! que sucedio aqui? ¿eh? ¿Bellereme? ¡¿que paso hace dos o tres años?! ante la revelacion ¿que sucedera? ¿que pasara? ¿muchos secretos? ¿enigmas? queridas Pervert Rangers, el tiempo es lento, rapido o confuso. 

Solo con la verdad se contruye. 

ATTE 

E.yaoi. la que te deja con igncognita, por que soy un demonio. 

ok, no. Pero si soy gato. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).