La familia.
-¡AMBULANCIA! ¡TRAIGAN UNA AMBULANCIA!- era la voz de Corazon. No lo veía, era solo una figura negra entre una nube gris -¡DOFFY! ¡LLAMEN A UNA AMBULANCIA!- se oía lejos. Él estaba en el suelo. Escuchaba murmullos a lo lejos que se desaparecían. Era solo gritos. Humo que le ahogaba. Unas manos estaban apretando su cuerpo, lo zamarreaban.
Ya no oía nada. Sus ojos ya se solo le dejaban la rendija entre sus parpados, dejando ver las pecas de su hermano hasta dormir.
En su sueño, recorría su casa. Era pequeño, no debía tener más de tres años. Recorría su casa jugando con un barquito, era una de esas pocas veces que podía jugar. Sus padres no estaban y solo estaba una mujer que lo cuidaba. Imaginaba todos los días que era un pirata ¿Por qué? Porque era una noche le llego por la ventana un libro. Cayo en su cama, era de barcos, viajes y piratas. Principalmente de piratas recorriendo el mundo. Una historia que aunque él no supiera leer, le pidió a su niñera que se la leyera. Makino siempre le leía cosas y le enseñaba cosas, modales y consejos de cosas hogareñas. Recordaba muy bien a la mujer, porque fue ella quien le enseño luego a leer a él y a Ace. El muchacho que conoció por ahí de sus cuatro a cinco años, quien de hambre se adentró a su casa queriendo robar. Pero lo detuvo golpeándole la cabeza con un plato. El, quien tenía la cabeza tan dura como roca no le hizo nada. Pero peleando Sabo razono, como le enseño Makino. Le regalo comida. Días después, Ace trajo a su hermano. Luffy, era muy pequeño, más pequeño que apenas sabía hablar bien. Se medía la mano y les miraba con unos ojos adorables siempre. Makino se enamoró del niño de inmediato era adorable y siempre le daba una botella de leche cada día. Makino tenía otro trabajo aparte de ser la niñera de Sabo. Por las noches era tabernera en un bar en la otra orilla del reino de Goa un pueblito llamado Frusia. Como Ace y Luffy comían ahí seguido. Ella les daba de cenar. Como vivían con la vieja Dadan y esta no sabía cocinar ni agua caliente ella los alimentaba. Sin embargo… los padres de Sabo eran horribles, aparte de millonarios. Eran unos enfermantes que maltrataban a sus empleados de maneras horribles.
-Recuerda Sabo, cuando seas mayor te casaras con una chica de la nobleza, así seremos de la realiza ¿Qué te parece?- lo poco que recordaba de la voz de su madre. El mismo mandato.
-No olvides que no importa el amor. Importa que seamos de la nobleza ¿entendido?- era su padre. Su bigote le quedaba horrible y le molestaba mucho que se moviera cuando hablaba. Sus palabras era lo que recordaba.
-si padre- le respondía. No era verdad. Él quería ser libre. Pero estar con esa familia… se sentía solo.
Esa misma noche se escapó de casa.
No iba a perder nada. Ganaría más. Se fue a vivir con Ace y Luffy. Ambos felices de estrenar hermano. Makino fue despedida pero a ella no le importo. Los visitaba seguido llevándoles comida. Dadan les gritaba, pero no les importaba. Paseaban por los bosques. Caminaban por la playa. Cazaban y peleaban con animales salvajes. Luffy no podía mucho, pero igual los esperaba en casa cada noche. Era una vida tan divertida.
Hasta el incendio.
El rey decidió quemar la basura que rodeaba la ciudad principal. En consecuencia, el fuego se deslizo por los árboles y comenzó quemar la ciudad. Mucha gente de nobleza y gente pobre corrieron lanzándose al mar. Él no sabe si sus padres sobrevivieron pero no les importo. Tomo a sus hermano, corrieron por la basura que no estaba quemada pero les persiguió la marina.
-¡Son ellos! ¡Ellos fueron!- se escondieron en chatarra. La vieja Dadan los encontró. Los obligo a evacuar. Los lanzo al barco de emergencia
Viajaron por semanas hasta llegar a Dressrosa, comiendo pescado y lo que encontraban entre las cosas del dueño del barco. Era muy poco. Pero era lo que podían. Cocinaban. Era difícil beber agua. Makino le conto una vez en esa historia de piratas que debían calentar el agua del mar para beberla. Eran niños… casi mueren. Pero fue una suerte atracar en Dressrosa. Cuando atracaron lo primero que hicieron fue buscar agua. Encontraron en una fuente bellísima que lanzaron a Luffy para que bebiera, olvidando que no sabía nadar. Lo sacaron y fueron al puerto donde encontraron a Corazon. En circunstancias raras los llevo al orfanato que residía ahora. Les costó convivir hasta que, si. Llegaron los demás niños.
Esa tarde que llego Zoro al orfanato, fue un mes después de ellos. Un niño frio. Que entro con una mochila puesta en sus hombros. Con la cara fría, su voz fría al presentarse y un hombre llevándolo. Tenía la mirada de halcón. Con unas palabras a Corazon dejo a Zoro a su suerte en el orfanato. Sabo se acercó para compadecer al niño. Pero lo primero que hizo. Fue empujarlo.
-¡hey!- grito Ace -¿Qué te pasa?-
No dijo nada. Solo miraba y no se movía.
-Tengo sed- dijo en seco.
-¿y qué?- dijo Ace enojado
-nada- y camino. Estaban cerca de la cocina. Pero el niño tomo la dirección contraria.
-¿Qué?- pregunto Ace mirando a su hermano
-¡es para el otro lado!- le grito Sabo, giro para el otro lado -¡que no es por ahí!- le grito…
-¿Qué onda?- dijo riéndose Ace. Sabo no se contuvo, lo siguió. Pero cuando miro que el niño doblaba una esquina de un pasillo, lo encontró con Luffy. Parados mirando el uno al otro.
-¡Hola soy Monkey D. Luffy! ¿Cómo te llamas?- pregunto con emoción con el brazo estirado, Sabo creo que le pegaría
-Roronoa Zoro- dijo fríamente, levanto una mano –hola- el agarro
Sabo lo recuerda porque esa fue la primera vez que ellos se conocieron, poco después Luffy le dijo que se casaría con Zoro cuando sean grandes. Él se lo comento a Ace. Él se enojó y ordeno a Luffy que no se viera con Zoro.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!- grito Luffy de cuatro años
-¡por que el malo para ti!- chillo Ace -¡él es un niño malo!-
-¡es mentira!- le chillo -¡Zoro es mi amigo!-
-¡pero es malo! ¡No ves cómo se peleó con Sanji el otro día! ¡Él es malo para ti!-
-¡es mentira! ¡Mentira!- le chillo rojo de ira Luffy
Esa noche no quiso ver a Ace por días.
Sabo dijo que esa fue una de las pocas veces que se peleó con Luffy. Pero siempre esas veces era porque era por Zoro… ¿Qué tiene de mal? Cuando apareció Koala no pasó nada ¿eso quiere decir que a Ace no le importaba Sabo? Era su mejor amigo y hermano ¿no se preocupa como a Luffy? Aun así, cuando le dijo la verdad sobre como trataba a los demás. Le hizo caso.
-por favor… despierta…despierta- escucho una voz en la oscuridad –despierta…- una rasposa voz de niño gruñón. En su intento sonrió. La voz del pecoso –despierta…-
-Sabo…- la voz más baja, más chillona y más tierna. La de Luffy
-que despiertes imbécil….- la voz de Ace de nuevo -¡no quiero estar solo!-
-¡¿y yo?!- chillo Luffy
-¡no te comportes tan tonto ahora!- chillo Ace
-¡cállense los dos!- Sabo quedo en seco cuando reía en sus sueños. Era Koala –no deben alzar la voz, estamos en un hospital-
-es por Luffy- acuso Ace
-¡oye!- chillo Luffy, escucho pasos -¿no Koala?- estaba con ella. Sonrió. Por qué escucho a Koala reír.
-Papa Cora-san nos pidió quedarnos. Hay que comportarse por Sabo- dijo Koala -¿Qué te parece Luffy?- el pequeño rio. La voz de Koala era tierna. Siempre le hacia sonreír.
Necesitaba despertar.
Debía decirle todo a Koala.
Porque sí. Aun no se ha confesado. Hace un año lo iba a hacer, pero quedo en paralizado y no pudo. Luego supo que Ace le rompió la pierna a Zoro y fue obligado a ayudar a cuidarlo. Aun así. No odiaba a Zoro y no odiaba a nadie del orfanato. La explosión del orfanato fue porque mientras miraba a los niños cantar en el patio trasero. Retrocedió para dejar la palita de Robin, de punta de metal. La lanzo sin cuidado, dándole al cobertizo de materiales del jardín… luego un pitido. Un pitido que se volvió rápido y luego. La explosión. Era una bomba oculta en ese lugar. Lo habían puesto. Lo último que recordaba eran los gritos de Ace y de Corazon. Ahora estaba en el hospital. Necesitaba abrir los ojos. Despacio. Pero le pesaban. Solo oía a los demás.
-que tierna tu Koalita- dijo Ace burlón –se nota lo mucho que quieres a mi hermanito- Koala chillo y Sabo internamente grito.
-¡¿eh?! ¡¿Eh?! ¡¿Yo?! ¡No inventes cosas Ace!- chillo muy nerviosa Koala -¡es mentira!- se rio muy alocadamente. Se la imaginaba tomando su cabello nervioso.
-¡yo si lo creo Koala!- dijo Luffy ingenuamente
-¡Luffy!- grito ella. Luffy reía entre dientes
-vamos Koala, que siempre estas con Sabo- le dijo Ace mas burlón –sé que una vez estuviste enamorada de mí. Yo ya te dije que le gustas a mi hermano. Aunque nunca oí tu respuesta- ella balbuceaba palabras. Por dentro Sabo gritaba y maldecía a Ace.
-es que yo…- dijo Koala muy nerviosa –no seas malo Ace- el pecoso rio –es que es difícil. Como está ahora…- sus miradas al quizás. Por qué se callaron… necesitaba abrir los ojos –así… me da pena...- escucho un llanto. Era el de ella y a Sabo… le rompía el alma –quiero que despierte- se acercaba sus pasos. Algo tibio acaricio su rostro, eran sus dedos. Suavemente por su barbilla hasta una parte que le dolió. Una venda por su ojo por parte izquierda. Se crispo internamente. Le dolía. Pero también, lagrimas. Sintió las lágrimas tibias de Koala sobre sus vendas. Le dolían a él. Más que todo su cuerpo vendado.
¡SABO DESPIERTA!
¡SABO DESPIERTA!
-despierta por favor, Sabo-
Suavemente abrió los ojos. Primero paso por entre sus pestañas para luego suavemente abrirlas tan despacio que mareaba. Solo veía aun ojo. Escucho los pasos retrocediendo de Koala. Era silencio. Escucho una silla moverse y luego, escucho: un chillido extenuante. Un grito de llanto.
-¡SABOOOOOO!- grito Luffy -¡SAAAAAAAAABBBBBBBBOOOOOOOOOO!- le dolió. Le dolió pero no le importo, porque su hermanito se lanzó a su cuerpo.
-¡Luffy!- bramo Ace entre lágrimas -¡no le rompes!- cayo de rodillas –no rompas a Sabo…- se levantó y abrazo a su hermano. Los tres comenzaron a llorar dentro del cuarto de hospital, Sabo más lento pero los otros gritaban. A lado Koala no quería interrumpir, pero chillaba con sus puños sobre sus ojos.
Lo primero que pregunto Sabo era cuanto fue que durmió. Estuvo tres semanas en el hospital. Casi un mes. Corazon tuvo que suplicar para que lo ingresaran, el hospital le tenían mala cara por los de los desórdenes de la última vez. Provocando una ola de heridos que seguían internados, pero los doctores viendo al niño ensangrentado. Lo atendieron. Durante esas semanas que estuvo durmiendo, como Ace y Luffy se quedaron a dormir. Koala se quiso quedar pero no pudo. No dejaban a la niña, enojándose y entrando por la noche para mirar a Sabo mientras dormí y tapar a Ace y Luffy dormidos en el suelo.
-¿Cómo subiste?- pregunto Sabo asombrado –estamos en un segundo piso-
-se escalar muy bien- dijo Koala orgullosa –por la tarima es sencillo, lo que costo es abrir la ventana. A veces la cierran-
-rompió la ventana- dijo Ace. Ella le golpeo.
-¿y Papa Cora-san?- pregunto Sabo se levantó de pronto asustado -¡¿alguien más se hirió?!- grito desesperado. Ace lo acostó a la fuerza -¡oye!-
-no hagas nada- dijo el pecoso serio –a nadie más le paso nada- le afirmo –lo que sí que la parte de atrás del orfanato quedo muy mal. Tuvieron que restaurarla otra vez-
-Pobre Papa Cora-san- dijo Sabo preocupado -¿y los demás?-
-medios asustados- le comento Ace sentado en una silla, Luffy estaba acurrucado en las piernas de Sabo como un perrito –están vigilando cada cosa que hacen para que no les explote un gabinete o lo que sea. Ni siquiera Kid sale a por sus travesuras, ni Nami se acerca a robar billeteras, n nuestra parte solo venimos a verte. Otra de las cosas que no podemos salir ya es que todos los Papas nos prohibieron salir- dijo el pecoso preocupado –el orfanato está muy oscuro. Nadie está seguro y los más pequeños tienen mucho miedo… bueno menos Luffy que solo quiere estar aquí-
-que horrible- dijo Sabo – ¿y han encontrado a Spandine?- pregunto
-no- dijo Koala –empezaron a llegar los marinos a vigilar la ciudad y toda la isla. También llegaron mercenarios que vigilan y pasan encubierto, algunos están como panaderos y otros están vigilando hasta los bosques. Aun así no encuentran a ese hombre- apretando sus puños enojada respiro –conocí a uno, me dejaran que me enseñe defensa personal. Se llama Hack y es mercenario, pero este me conto que luego se retiraría. Entre preguntas y preguntas me relato que provenía de un grupo de gente mercenaria. Además que es profesor de karate-
-me parece bien- dijo Sabo, ella alzo su cabeza sorprendida
-¿enserio? ¡Los papas me gritaron de que no podía!- grito asombrada -¡Al fin alguien me apoya!-
-¿Por qué?- pregunto Sabo
-por qué me dijeron que era muy peligroso para mi ¡que no podía luchar! ¡Por ser niña!-
-¡qué tontería! ¡Eres súper fuerte!- le animo Sabo -¡eres la primera en darme un coscorrón cuando me mando algún cagaso! ¡Eres demasiado gruñona como un niño!- Koala le sonrió tiernamente… hasta que se dio cuenta.
-¡¿Gruñona?!- le grito, se lanzó a la cama y le estiro los cachetes de la cara con fuerza -¡¿Cómo que gruñona eh?! ¡¿Cómo un niño?! ¡Mira que niño soy!- le grito con tanta fuerza que llegaron las enfermeras.
Y los echaron.
Sabo por despistado no se confesó a Koala… ahora luego de dos semanas en el hospital luego de su despertar. Volvió al orfanato. Más oscuro y ensombrecido que nunca. La parte trasera estaba terminada y al entrar encontró a Robin plantar nuevas flores y vegetales en el nuevo huerto. El antiguo había sido quemado durante la explosión. En compensación le regalaron un nuevo huerto con varias semillas. Franky estaba junto a ella construyendo una verja alrededor.
-¡Hola Robin!- saludo Sabo animado. La niña se levantó y le saludo con la mano -¿tan calladita? ¿Qué pasa?-
-no puede hablar- dijo Franky cortante, Sabo se asustó –cuando supo quién te daño quedó muda. No ha hablado desde hace más de un mes- dejando las maderas en el piso se acercó –me la dejaron encargada para ver si vuelve a hablar- impenetrable ella con sus ojos gigantes y azules se quedó mirando a Sabo, cosa que lo asusto. Extrañado quiso tocarle el cabello para acariciar y lo primero que hizo la niña… fue darle un manotazo.
Retrocedió confundido. Robin temblando miro el suelo, nerviosa. Franky encogido de hombros la abrazo por los hombros para que se moviera. Regresaron al huerto sin decir más. Desde lejos Sabo los miro como Franky le ayudaba a arrodillarse para seguir las semillas. Con poca suerte lo lograba. Trataba de sonreírle tontamente y se reía como podía. Pero no lograba nada. La niña seguía con una indescifrare mirada.
Esta aterrada. Para su suerte, los demás están iguales.
-oh, despertaste- dijo Law en medio de la cocina limpiando el piso con un trapeador
-sí, creo que si- asintió Sabo –parece pesadilla-
-créeme, hace un mes estaba peor- le dijo Law deteniéndose apoyado en el palo –al día siguiente llamaron a los soldados del palacio para revisar el orfanato. El mismo rey vino a visitarnos. Nos dijo que no nos da la culpa de nada de lo sucedido en la ciudad. Pero si, que es peligroso que salgamos. En especial los niños- suspiro cansado –Papa Cora-san está muy mal…- murmuro preocupado. Sabo se sentía muy mal….
-¿Dónde dejo esto?- pregunto Bepo con una canasta de paños sucios
-En la lavandería Bepo, tú lo sabes- dijo Law tranquilo. El niño más alto y más ancho que él, se puso nervioso –no hay nada en la lavandería- le quiso tranquilizar hablando despacio pero el niño seguía mirando el suelo –diablos, Sabo ¿lo puedes acompañar?- el rubio sorprendido asintió.
-lo siento- dijo Bepo caminando con Sabo por el pasillo
-no te preocupes- le afirmo Sabo sonriendo –no pasara nada ¿no lo crees?-
-es que….- se puso tan nervioso que se quedó callado. Dejando los paños en la lavandería, saliendo se encontraron con Kid y Killer, el pelirrojo sujeto del brazo de su amigo.
-apareció el explosivo- se burló riendo con la boca cerrada -¿eh Killer?-
-no te rías- le dijo tajante. El bufo enojado
-¿Les están copiando a Papa Doffy y Croco?- pregunto queriendo ofender.
-¡¿eh?!- chillo Kid colorándose -¡¿Qué estas diciendo?! ¡No te creas valiente! ¡Mira que te voy a sacar la cara!-
-tranquilo- dijo Sabo sonriendo socarrón –no es nada diferente ¿eh? Viviendo aquí-
-es verdad- dijo Killer
-¡oye!- le grito Kid
-no debes decir nada- dijo Killer –te has pasado los días molestando a Penguin así que cállate-
El pelirrojo se enojó inflando las mejillas desviando la mirada. Sabo se imaginó a un Kid muy celoso y temeroso molestando a Penguin con un ¡Boom! Detrás de ellos o asustándolos de cualquier manera.
-¿y Papa Cora-san?- pregunto Sabo, los chicos le miraron –es que lo perdí cuando me dejo en mi habitación….- de pronto detrás de ellos paso un ensombrecido Corazon arrastrando los pies. Los niños le miraron asustados. Se veía tan penoso que creían que era un Zombie andando a la recepción. No se atrevieron a decir algo, porque iba tan despacio que al entrar a una habitación. Dejaron el shock.
-Pobre Papa Cora-san….- murmuro Kid sin querer
-¡¿tienes sentimientos a otros?!- chillo sorprendido Sabo. Killer no se aguantó y se rio, al igual que Bepo. Kid enojado soltó a su amigo dando media vuelta y se fue.
Por la tarde y luego de dejar a Bepo con Law quien salió corriendo de la cocina cuando escucho lo de Corazon, dejándolo cuidar a sus amigos para luego llevarlos a donde Smoker para protegerlos o por lo menos dejaran de temblar. Sabo comenzó a caminar con sus hermanos que no se despegaban y estaban felices de volver a que su hermano estuviera en el orfanato. En ello que comían helado tranquilamente sentado a la sombra del tejado. Sabo pregunto:
-y Ace- dijo llamando a su hermano, él le prestó atención -¿te disculpaste con Sanji?-
-si… pero no salió como quería-
-¿Qué paso?- pregunto sorprendido
-se cayó encima y aplasto a Sanji! ¡Y lo beso!- chillo Luffy pero justo Ace le dio un coscorrón en la mollera
-¡que no lo bese saco de moco!- le grito
-¿otra vez Ace?- dijo Sabo animado –a este paso le tendrás que pedir que sea tu novio-
-¡que no paso eso cicatrizado!- le grito rojo como tomate -¡fue otra cosa!-
-¿entonces qué?- dijo el rubio
-es que es medio enredado- dijo Ace mirando al frente –el me visito con los amigos de Luffy al hospital una semana después de que explotó la bomba….
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La tarde en cuestión, los mugiwara menos Luffy llegaban al hospital con canastas de dulces para Ace y Luffy. No habían comido bien desde su llegada y se negaban en separarse de su hermano. Mientras Luffy dormía entre las piernas de Sabo junto con Zoro. El pecoso se sentó con Sanji que estaba sirviendo los dulces…
-oye Lollipop- le llamo Ace y el otro se alarmo. De tal manera que se arrastró por el suelo para alejarse -¡que no te haré nada!- desconfiado Sanji se sentó
-¿me lo juras?- dijo el nervioso.
-lo juro- sonrió el pocos con el símbolo de paz con la mano
-de acuerdo- se acercó. Los demás niños miraban a Sabo con pena y a Luffy y Zoro dormir en la cama. Robin no reaccionaba en ese entonces y la única manera de que se moviera era si es que Franky le ayudara. Si no, estaba paralizada todo el día si es posible sin pestañar o llorando -¿Qué pasa Ace?- el pecoso respiro profundo rascándose el rostro con profundidad.
-perdón- dijo con las manos ocultas en su rostro y cabello. Sanji se confundió
-¿Qué?-
-que te pido perdón- dijo Ace apenado –antes de la bomba le dije a Sabo que me disculparía contigo por lo del barco. No debía de quedarme dormido ahí, estaba cómodo el piso y ya no soportaba los ronquidos de Apoo. Pero justo desperté contigo y a ti te incomoda que alguien (no niña) te abrace- suspiro –no me disculpe ese día y de ese día que me evitas ¿no? Te pongo nervioso y por ello me disculpo- Sanji le miro enrarecido por unos segundos –di algo, que me quedo como un tonto aquí-
-lo siento- dijo Sanji –estaba pensándolo- dejo los dulces que había traído en el plato y le entrego uno. Era un muffin de chocolate con crema batida en los lados y dulces por el rededor. Ace lo miro sorprendido –Papa Cora-san me enseño a hacerlos en la casona del viejo… me dijo que les haría bien comer uno así te animas…- el pecoso lo miro, parecía un tomate. Se le coloraban las orejas y la a nariz de una manera descaradamente adorable.
Ace viéndolo así de tierno, tomo el muffin con las manos y le dio un gran mordisco. Un cumulo de azúcar le alegro la sangre.
-¡DELICIOSO!-grito despertando a Luffy -¡Lollipop eres un maldito genio! ¡Esto es genial!-
-dulces….- murmuro a lo lejos Luffy
-Papa Cora-san te dejo uno solo para ti- dijo Nami entregándole una canasta entera, el niño lo tomo y se lo trago rápidamente.
-oye Lollipop debes hacer mas de estos- dijo Ace animado –es como si te trajera fuerzas ¿sabes? ¿Sanji?- cuando miro de nuevo al pequeño este estaba rojo como rubí, paralizado mirando en shock –bien ¿y ahora qué hago?- comento sin preocuparse -¿un golpe servirá?-
-¡con un beso!- le chillo Luffy animado
-¡deja de verte con Papa Doffy!- le grito Ace –veamos ¿tendrá un botón de reinicio? No Ace es un humano, pero algo- por distraído, no se dio cuenta cuando. Nami lo empujo.
Desequilibrado cayó encima de Sanji este regresando del schock, se encontró con la cara entre el cuello de Ace y su cuerpo pesado sobre él.
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-y de ahí que me ha evitado, otra vez- dijo Ace terminado su relato –lo que sí, cocina demasiado bien- comento
-epa, que Marco lo puede oír- dijo Sabo molestándolo
-¡deja de Shipearme tanto!- dijo Ace, sus hermanos le miraron raro -¿Qué?-
-¿Qué es Shipearme?- dijo Sabo
-una cosa que me enseño la Señorita Loca, dijo que es como ver que dos personas se ven bien como parejas… o algo así…-explico mirando al techo.
-ah….- dijo Sabo. Justo que estaban tranquilos, escucharon una discusión.
-¡Vamos Croco!- chillo Doflamingo desde lejos. Los hermanos se miraron y fueron a ver -¡vamos Croco no pasó nada! ¡Fue hace mucho!-
-¡Cállate!- giro Crocodile -¡no me vuelvas a hablar! ¡¿Entendido?!- estaba realmente enojado y al parecer no era de las rabietas de siempre.
-pero Croco, no sabía que tenía mi numero- dijo Doflamingo
-¡mentiras!-
-¿de qué hablan?- pregunto Luffy
-cierto, Papa Doffy tiene un ex novio- dijo Sabo en voz baja –los oí antes de la explosión-
-entonces ¿le llamo? No va terminar bien esto…- dijo Ace. En tanto se escondieron mejor en la muralla para ver.
Ambos hombres estaban gritando, Doflamingo trataba como podía calmar a Crocodile quien pareciera que le saldría fuego de su cabello. Estaba realmente enojado.
-¡ya basta! ¡Me voy!- grito Crocodile -¡no quiero saber nada mas de ti!- se alejó pero justo en que se daba vuelta, Doflamingo le agarro con fuerza del brazo -¡déjame!-
-¡Escúchame!- le grito -¡Vergo y yo terminamos hace más de siete años! ¡Fue antes de conocerte! ¡No hay nada! ¡Ni siquiera me agrada!-
-¿y cómo consiguió tu numero? ¿Eh?- a lo lejos Ace se animó que adivino
-¡yo que sé! ¡Perdí contacto con él hace años! ¡De la vez que casi mata a Cora y a Law! ¿Cómo mierda crees que le tendría de nuevo contacto de nuevo?- Crocodile enojado se soltó y miro el suelo. Todos miran al suelo hoy.
-ya déjame- murmuro –ya déjame y no quiero verte más- se voleo y se fue corriendo. Doflamingo congelado se quedó en el pasillo cayendo al suelo, desplomándose.
Los niños se acercaron, menos Luffy que curioso se alejó para ir con Crocodile.
-¡Papa Crocodile!- llamo Luffy llegando a la puerta del orfanato -¿se enojó?- Crocodile apoyado en la reja respiro como pudo, estaba muy enojado.
-Luffy, ahora no necesito de tu estupidez- murmuro cruelmente y se fue.
El mono regreso llorando con los demás. Relatando lo que le dijo Crocodile y Doflamingo hecho polvo en el suelo no pudo hacer otra cosa, que darle un abrazo.
Más tarde. Ace, Sabo y Luffy ayudaron a arrastrar a Doflamingo a su habitación de la cual no salió hasta la cena. En tanto los niños recorrían el orfanato encontrándose con algunos que no querían salir de los pasillos, tampoco de las habitaciones. Como cuando encontraron a Drake y a Bonney, sorprendentemente en la misma habitación.
-¿Están enfermos?- pregunto Sabo entrado a la biblioteca. Ambos lo miraron, Drake leía un libro de reptiles y Bonney un manga shojo.
-Smoker nos dijo que leyéramos un poco- dijo Drake alzando la mirada del libro –anoche la señorita esta no durmió nada y me pidió que la distrajera-
-¿leyendo?- dio sorprendido Ace
-se leer- dijo austera Bonney –no está malo esto, es bastante tranquilo- recostada en un puff se acomodó mejor para seguir leyendo el manga.
-a mí me sorprende de que no peleen- dijo Sabo
-orden de Smoker- respondieron a dúo
-Ouran high School- leyó Sabo -¿es bueno?-
-no está mal, es gracioso- dijo Bonney –es como cuando todos se vistieron de niña. Buen divertido- se rio maliciosamente
-tú te veías horrible con esa maldita capucha que usaste- dijo Drake pasando página sentado en un sillón único. Bonney se aguantó arrancarle los pelos
-era tu ropa- dijo cortante siguiendo en su lectura. A los hermanos les pareció demasiado tétrica y rara la situación así que se fueron. Pero antes, Sabo se quedó en la puerta por una conversación.
-¿de verdad soñaste eso?- le pregunto Drake a Bonney y cuando todos se fueron. Ella asintió -¿de verdad soñaste con ese hombre?- ella volvió a asentir
-La cosa es que nunca antes lo vi… bueno, no sé si era exactamente ese hombre. Tenía las cuencas negras, era un panda pero llevaba una máscara de hierro… es muy raro, pero recuerdo que me apuntaba con una pistola y desperté- comento ella dejando el manga en el suelo.
-¿ya antes te habían apuntado con una pistola?- pregunto Drake
-¿eres psicólogo?- dijo ella, el niño dudo con los hombros –muchas veces. Una vez fue una flota entera de marinos-
-¿una flota entera? ¿Qué hiciste?- le pregunto interesado Drake
-le di una patada en los huevos al capitán porque me tironeo del brazo- dijo ella –se los deje morados, creo… eso es lo que escuche en el calabozo. Me escape del barco porque olvidaron poner candado-
-Todo esto a los ocho- ella sonrió orgullosa con la mano posada en su mejilla -a mí me punto una tripulación de piratas- dijo Drake animado en la conversación –y fue la de mi padre-
-¿tu padre era pirata?- dijo Bonney atónita
-es- corrigió el –sigue por ahí-
Sabo cerró la puerta. Al menos algo bueno sucedió de su error al lanzar despreocupadamente esa pala de metal. Acerco más a dos almas parecidas en su soledad.
Caminando de nuevo a su habitación. Una sorpresa los asusto a los tres y atrapo a Ace entre los brazos pálidos de… Marco.
-¡Piña!- grito Ace
-¿Cómo les va?- dijo sonriendo con su profunda voz -¿Cómo estas Sabo?- pregunto despreocupado de que Ace estuviera retorciéndose entre sus brazos.
-mejor…- dijo Sabo riendo nervioso. En tanto Luffy miraba expectante a Marco
-¿eres el novio de Ace?- pregunto ingenuamente. Los tres quedaron en seco
Luego de unos segundos hablaron.
-no es mala idea…- comento Marco sin soltar a Ace
-¡Luffy! ¡Ya diste ideas innecesarias!- grito Ace colorado. Se soltó –ya escúchame, ahora no estamos para juegos. Así que mejor te alejas un poco para que estamos los tres juntos ¿ya?- le pidió
-bueno- dijo Marco sin remordimiento
-¿de verdad?- pregunto Ace
-si-
-¿de verdad? ¿De verdad?-
-si-
-¿de verdad? ¿De verdad?-
-Pareces disco rayado- le dijo Sabo callándolo –si te importa tanto. Díselo-
-eh… ¿de qué hablas?- dijo desviando la mirada.
-no importa- dio Marco serio, los tres le miraron –o debí molestarlos. Como son hermanos y hace mucho que no están juntos, es mejor que pasen el día junto ¿no lo creen?- le sonrió. Como su mirada adormecida y su voz, los calmaba. Pero también dejaba asombrado a Ace de su manera de ser era tan, confortante –bien- aplaudió para sacar a todos del trance –voy a comer, los veo- se fue dando la vuelta.
-que respetuoso- alabo Sabo –puedes convencerte que puede ser tu novio Ace- el pocos se crispo
-¡deja de Shipearme!- le grito colorado. Sus hermanos se rieron.
Dejemos descansar a Sabo. Que de pasar con sus hermanos el día, los tres se durmieron a pierna suelta en la alfombra del mini living y no despertaron hasta la noche. Nos trasladaremos con Law, quien le traía unas pastillas, dulces y un botella de jugo a Corazon hecho mierda sentado en su escritorio abatido y fumando lentamente un cigarro. Law acomodo la charola con los dulces en la mesa y se acomodó en el sofá para prepararle un poco la mesa. Le apenaba mucho ver a Corazon así de mal. En la mañana actuó para ir a buscar a Sabo al hospital y se desplomo como una piedra en su cama a llorar. Luego se vino a la recepción para escribir el accidente de Sabo en su hoja de vida de la carpeta que tiene a todos anotados. Con pena y lágrimas manchando el papel anoto la fecha y la causa del accidente.
-tendremos que cambiarle la foto a Sabo- le comento Law queriéndolo animar –ahora tiene esa cicatriz ¿no?- el hombre seguía sin contestar. Se le relava la ceniza del cigarro al escritorio y sus brazos tenían quemaduras cuando quiso encenderlo –Papa Cora-san, la Vieja Kureha dijo que bebieras esto, así se te calmaran los nervios- dijo. Aun no decía nada. Law apretó sus puños, se enojó. Escalando el escritorio, agarro la frente de Corazon, le abrió la quijada y le metió contra voluntad la pastilla a la boca y le enterró la botella vertiendo el jugo. Corazon sorprendido se estaba ahogando entre el jugo y lo escupió parte.
-¡Law!- le grito Corazon -¡Casi me matas!-
-¡no me hacías caso!- grito Law enojado parado en el escritorio -¡te debías tragar las pastillas!-
-¡pero no con el cigarro!- espeto Corazon enojado
-¡me da lo mismo! – le grito más fuerte, soltándole sin querer un agudo chillido –no quiero verte así de penoso- se le estaba yendo la voz.
-Law…- dijo Corazon atónito, relajando la mirada, abrió los brazos –ven- sin pensarlo Law se lanzó a sus brazos cariñosamente. Apretujando su rostro en el hombro del adulto, se acomodó apretando con sus piernas el dorso de Corazon y dejarse acariciarse por debajo del gorrito que se cayó al escritorio.
-quiero que Papa Cora-san este bien- dijo Law entre el gorrito de Corazon y su camisa –si quiere voy y mato a ese Spandine para que este bien….-
-¡hey!- le grito Corazon separándolo –no te pases- dijo sonriéndole
-pero…pero él le hace que Papa Cora-san se ponga mal- dijo Law apenado –si el no está, todos estaremos bien-
-Law- le dijo rotundamente –no quiero que te acerques a él. No quiero que lo busque ni menos le ataques, él es muy peligroso-
-aun así- dijo Law muy seguro –no quiero que te mueras de un ataque de nervio. Oí por ahí que te puede dar una cosa llamada epilepsia con tanto estrés y que es malo-
-¿medicina?- dijo Corazon
-la Vieja Kureha me enseña un poco- comento Law –me interesa para cuando sea grande pueda curar a los niños que vengan y a Papa Cora-san de viejo-
-¿quieres ser doctor?- dijo Corazon relajad e interesado. Law asintió
-como siempre pasa algo en este orfanato, quiero curar a todos y ser un gran doctor. Mis padres lo eran y yo lo seré también, para curar a los niños y a ti principalmente- lo dio sin pudor y sin incomodidad. Demasiado seguro que a Corazon le pareció interesante y muy preocupante.
-me alegro que lo pienses- dijo Corazon sacando un cigarro, antes de que lo encendiera, Law le tomo el encendedor y lo hizo por el –no es necesario-
-cállese- dijo Law serio –así no se quemara- se acomodó de nuevo con el humo del cigarro revolotear la habitación -¿Cómo eran sus padres Papa Cora-san?- pregunto de pronto Law. Corazon sonrió antes de contestar.
-muy buenas personas- dijo tiernamente –las mejores personas del mundo pero a la vez las más desdichadas. Los pisoteaban mucho por su amabilidad y su gentileza para dar a otros- Law pendiente de que hablaba se colocó su gorrito –mi padre era un hombre de largo bigote y humilde, tan humilde que se alejó de su familia real para vivir en un pueblo a la otra punta del mundo para alejarse de ellos. Mi madre le siguió por amor, era una mujer delicada y hermosa. Siempre nos contaba cuentos antes de dormir y nos decía lo maravilloso de un día antes de salir de la casa, me acuerdo de ella siempre- escupió humo por la nariz –ambos murieron cuando tenía tu edad. Se pasaron algunos minutos u horas de diferencia- se quitó el cigarro y lo acomodo por su cien –hay muchas veces que me gustaría preguntarles que hacer-
-Papa Cora-san….- le llamo Law, él le miro -¿somos tu familia?- Corazon separo su mano de su cabeza para mirarlo atónito
-¿Cómo?-
-es que… ¿somos familia? Como la de ti y la de tus padres con Papa Doffy- se sacó los brazos nerviosos –es que pensé que por nosotros estas aquí cuidándonos y creí que como eres un adulto, te gustaría hacer más cosas…. No se…- en un momento Corazon soltó unas carcajadas -¡hablo en serio!-
-¡y yo me rio en serio!- le grito sonriendo -¡Law! ¡Tú y cada uno de los niños aquí son mi familia! ¡No sería nada sin ustedes!-
-¿y yo?- pregunto más nervioso, Corazon ahora sí que lo veía raro -¿Qué soy para ti?- Corazon creyó ver algo adorable y a la vez tan débil.
Su alegría lo manifestó levantándose agarrando a Law de las axilas y darle vueltas por la recepción sonriendo y riendo. Law se manifestaba entre grito si chillidos de que lo soltara.
-¡eres adorable!- grito alegre -¡estoy tan feliz de tenerte Law! ¡Siempre me alegras la vida!- fue sin intensiones. Pero a Law se le vinieron tantos colores que creyó que era un arcoíris viviente
-¡a mí también me alegra la vida Papa Cora-san!- grito a fuerte. El hombre se detuvo -¡Papa Cora-san es la mejor persona en este mundo! ¡Y siempre quiero verle sonreír!- del aire. A su pecho musculoso, acomodando la cabeza de Law sobre su cuerpo y acariciando su gorrito.
-Gracias Law- murmuro.
Justo en momento que Law iba a replicar, la puerta se abrió con tres niños de siete años saltando a las piernas de Corazon botándolo junto con Law. Detrás Smoker pidiendo disculpas, que los amigos de Law pendían tanto por su “capitán” que los llevo a la recepción.
-¡que les dije!- grito Law
-¡también queremos alegrar a Papa Cora-san!- grito Sachi -¡guerra de cosquillas!-
Y entre los tres le empezaron dar cosquillas a Corazon. Este no se resistió y se dejó que le dieran cosquillas de manera de tortura. Law se incorporó también comenzando a seguirlos, para seguir así hasta que el adulto tuvo que ir al baño.
Unas cuantas semanas pasaron. Los marinos vigilaban por toda la isla indicios. Doflamingo les relato que Vergo llamo a su Den Den Mushi y cambiaron todos los números. Buscando indicios de sus andanzas. Crocodile de enojado de lo que estaba, se escapó a un viaje de negocios durante tiempo indefinido cortando con toda comunicación con los del orfanato e incluso con Iceburg, quien invitó a cenar dos semanas después de la desaparición de Crocodile.
-¿aun nada?- pregunto seriamente comiendo un plato de puré con cerdo asado.
-nada- dijo derrotado Doflamingo –lo he intentado contactar, pero nada-
-¿y Paulie?- pregunto Corazon
-dijo que tenía algo que hacer y por eso no pudo venir- dijo Iceburg –está muy distante últimamente-
-¿Cómo distante?- pregunto Corazon
-es como si evitara hablar de algo- respondió Iceburg jugando con su comida
-tal vez lo dejaste embarazado- le dijo Doflamingo con la cara contra la mesa
-no- dijo Iceburg como si nada –no sé qué le pasa-
-¡que ya no lo quiere!- le grito Lucci en el fondo y Iceburg le lanzo un montón de puré a la cara
-¡Iceburg!- le grito Corazon
-no me aguante- dijo el hombre del traje. De pronto por la puerta del comedor, aparecía Paulie con traje y bien peinado.
-disculpen, pensé que no estaban cenando- dijo desde lejos
-ven siéntate, ve por un plato y sírvete- le indico Corazon
-no, no. Solo vine a buscar a Iceburg…- dijo ya teniendo a Lucci abrazándolo de la pierna –hola Lucci – le saludo el niño levanto la mirada
-¿viene a botar a Papa saca moco?- pregunto, otro montón de puré le llego a la cabeza
-¡Iceburg!- gritaron a dúo Corazon y Paulie.
-¿Qué? En inevitable-
-mejor vamos a bañarte- dijo Corazon -¿me acompañas Paulie? Tengo que hablar contigo- el hombre asintió y lo acompaño al baño.
-esto me huele feo- dijo Doflamingo mirando como Iceburg se preocupaba de la mirada asustad de Paulie.
Saliendo de la bañera, Lucci tenía una toalla sobre la cabeza en turbante y usaba el pijama. Todo, colgado en los brazos de Paulie.
-Papa Paulie quédese conmigo- dijo con cariño
-no, tengo que irme a casa- dijo tranquilamente Paulie mas paternal que nunca.
-no…- cuando menos lo espero, Lucci se durmió en sus brazos. Paulie lo llevo a su habitación donde lo esperaba Kaku despierto.
-despiértalo y sécale el cabello- le ordeno Paulie a Kaku, este asintió y entro a la habitación sonriendo.
-ya pareciera que tuvieras experiencia- dijo Corazon tranquilo -¿aún no le dices a Iceburg?- el hombre encendió un puro.
-no encuentro el momento- dijo Paulie angustiado –siempre pienso que es el momento pero luego me acobardo- Corazon se acercó tomándole de los hombros.
-Paulie, tu eres un adulto y el también. Además de ser tu novio, debe respetar tus opiniones y disiciones ¿no lo crees?-
-lo se…- dijo Paulie mas nervioso –no se como lo tomara-
-¿Qué tomare?- dijo detrás de ellos Iceburg asustandolos. Los adultos se separaron y se alejaron nerviosso –vamos ¿Qué?- era brusco.
-no me metan en este lio- dijo Corazon –ire a ver a los niños- se adentro al pasillo interior dejando a la pareja solos en la noche.
-dime- le inquirio brusco Iceburg -¿vas a dejarme?- pregunto
-no- le murmuro Paulie
-¿entonces? ¿Qué me quieres decir?-
Paulie tuvo que pensar detenidamente lo que diría, peor hace mas de un año que lo ha pensado y se cumplirían tres años de novios con Iceburg dentro de poco. Aun así, temiendo que arruinaría la fecha… se desplego los labios.
-Iceburg…tengo todo listo, he estado buscando departamentos grandes por la ciduad y he encontrado uno perfecto para algo que queir hacer de ahce mucho….- trago lo nada de saliva que le escucrria por la lengua -quiero adoptar a Lucci y a sus amigos-