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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

¡Hey, Hola!


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?


Sdfasjdfls tenía el cap para el día de ayer, pero me dije, naahhh, actualicemos los dos fics el mismo día. Asldkfasd haha, aunque termine los dos capítulos ayer viernes. Pero es que ya eran la una de la mañana y todavía tenía que revisar los errores y eso. ¿Y si solo había que hacer eso hoy, porque estoy actualizando tan tarde? Porque me fui con mis amigos toda la tarde. No salí en toda la pinche semana así que no me odien. Solo llegue a mi house (hahah) y me puse a arreglar ambos caps. Aunque me tomo más tiempo de lo que pensé.


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: 691396, Soten (no puedo poner lo demás, lo siento), HiroDUzumaki, Itery (lkjfgkjdlfkasdkf aun estoy emocionada) Y  yamiCHE, Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo.


Recuerden que los amo a todos bellos lectores.


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

GUARDIÀN

xxxxxxxxxxxxxxxx

 

Los tres chicos se habían quedado en un silencio completamente tenso.  Tanto Naruto como Sasuke buscaban una razón factible que explicara el porqué Sai era capaz de ver a través del encantamiento.

Y es que simplemente no entendían que sucedía. Y menos Naruto, pues en todo el tiempo que llevaba conviviendo con todos en el bosque, jamás había pasado algo similar. Todo el que entraba en el bosque caía en los efectos del encantamiento. Con solo cruzar el límite, su vista se nublaba y dejaba de ser capaz de ver a los seres que era incapaz de ocultar su presencia por sí mismos, así como la gran mayoría de flora del bosque.

Así que, ¿por qué Sai, el primo de Sasuke, podía ver todo con claridad?

Sai por su parte se había sentido completamente abrumado por todo lo que sus ojos observaron al salir del «túnel» hecho de arboles dispuestos uno junto al otro, y ramas y hojas. Cierto era que estaba un poco confundido por todo lo que pudo apreciar en el bosque mientras correteaba a Ramie… pero cuando cruzo la cortina de hileras de hojitas fue simplemente espectacular.

Abrumadoramente espectacular.

Sus negros irises se paseaban de un lugar a otro, observando todas las criaturas que ahí se encontraban. Él estaba completamente fascinado, tanto que no notaba la forma en la que todos lo observaban… con miedo. Todas las criaturas le tenían miedo. Incluso criaturas tan magnificas y fuertes como lo eran los Grifos. Pero es que todos en el bosque eran pacíficos. Y sobre todo, temían a los humanos por todo lo que habían hecho en el pasado.

Porque si, hace no mucho tiempo tanto seres mágicos como humanos convivían juntos. Principalmente con poblaciones de humanos cerca de los bosques, donde era habitual encontrar criaturas mágicas.  Todo era armonioso al principio. Pero pronto los humanos se dieron cuenta del valor de un ser mágico, de lo que podían conseguir vendiendo partes especificas de sus cuerpos, de lo beneficiosos que eran. Entonces comenzaron a cazarlos y asesinarlo por diversión, a venderlos, a utilizarlos… Los humanos hicieron mucho daño a las criaturas mágicas.

Entonces estas dejaron de confiar y se escondieron. Quienes eran capaces de ocultar su presencia se ocultaron, y quienes no podían continuaron sufriendo por más tiempo, huyendo y siempre teniendo miedo. Viviendo en cavernas profundas y oscuras, haciendo agujeros bajo tierra.

Pero entre las criaturas mágicas así como había quienes podían y no podían ocultarse, existían quienes tenían tanta magia en su interior que podían ocultarse no solo así mismo, sino a otros junto a ellos. Todos pasaron por mucho. Tras ser perseguidos, asesinados, estudiados, realmente quedaron muy pocas de estas criaturas dispersas en el globo terráqueo. Pero entonces, estas criaturas que tenían suficiente magia para ocultar a los más débiles, la usaron. Ellos tampoco eran muchos, pero buscaron a todas las criaturas que pudieron por sí mismos, y cada uno resguardo a todos los que encontró.  Por lo tanto, habían más lugares como el bosque que rodeaba la mayor parte de la cuidad de Konoha, esparcidos por el mundo. Aunque estos sitios se podían contar con los dedos de las manos.

Estas criaturas fueron llamadas «Guardianes» por quienes fueron salvados.  Ellos buscaron un lugar en específico, y colocaron encantamientos. No solo rescataron a criaturas sino también flora mágica. Dándole vida al bosque en el que actualmente habitan. Y tras ocultar su presencia y el paso de las generaciones, las personas comenzaron a dudar de la existencia de estos seres, hasta que dejaron de creer en ellos y estos se volvieron solo una leyenda sin fundamentos. Pues el Guadianés, tras resguardar a las criaturas a quienes habían rescatado, se encargaron de obtener los restos de los fallecidos, y les dieron entierre entre sus bosques protegidos. No pudieron encontrar a todos, pero los restos que quedaron esparcidos era tan pocos y extraños, que las personas dudaban de que en realidad fueran de criaturas mágicas. Dudaban de su autenticidad.

Se les hizo mejor creer que eran trucos. Pues con varias generaciones transcurridas, la sola idea de criaturas diferentes a los humanos sonaba aterradora. Así que dejaron de creer y eso cegó parte de su vista para el mundo mágico.

Y para los seres mágicos era mejor así. Querían vidas tranquilas y sin preocupaciones, querían dejar de tener miedo. Y gracias a los Guardines las habían obtenido. Todas las criaturas que Vivian en el bosque de Konoha, habían pasado por muchas cosas antes de que el guardián los encontrara. Pero ahora Vivian bien. Sin temor a ser vistos y sobre todo, si el terror de volver a esos tiempos. Eran realmente pocos los que quedaban, algunos hicieron vidas con otras criaturas de su misma especia, otros permanecieron solos. Pero sin duda el numero se sobrevivientes no aumento demasiado en todos esos años.

Todos los allí presentes no sabían cómo Vivian las demás criaturas junto a los otros Guardines, pero al menos ellos habían vivido en armonía hasta ese momento, sin temor.

Así que ver allí a un humano que era capaz de verlos era terrorífico. ¿Y si estaba utilizando alguna especie de truco y podía enseñarlo? ¿Y si hacía que otros humanos también fueran capaces de verlos? ¿Y si eso solo era el comienzo, y otra vez volverían al infierno que pensaban ya había quedado atrás?

«Todos estén tranquilos». La suave voz del Guardián resonó en la mente de los presentes. «No tengan miedo».

Sus palabras parecieron calmar a las criaturas y a Naruto. Pero la desconfianza continuaba estando presente en sus expresiones. Si no había motivo para temer, bien, pero era preferible que ese humano se mantuviera a kilómetros de distancia.

La voz del guardián en su mente, llamo la atención de Sai, quien supo identificar el lugar en el cual se encontraba. Sus negros ojos se movieron en dicha dirección.

—¡Wou! — exclamo.

Sasuke siguió la dirección en la que su primo observaba, era el árbol. Pero ahí no había nada.

—¿Qué estás viendo? — cuestiono curioso.

—¿¡Es que no lo ves!? — En sus labios se dibujaba una gran sonrisa —. Esa criatura es… hermosa.

—¡Oh, genial! — Dijo Naruto con notable molestia —. Incluso puede verlo a él.

Ya demasiado curioso, Sasuke dirigió la vista nuevamente hacia el árbol, y entorno los ojos, ¿Quizá y se le estaba pasando algo por alto? De repente tuvo un flashazo mental. ¡Claro! ¡No podía tratarse de otra criatura! Volteo a ver a Sai, el chico continuaba fascinado observando en la misma dirección.

Sasuke sintió un poco de celos.

—¿Cómo es que él puede ver al Guardián y yo no? — pregunto a Naruto. Los azules ojos del chico se posaron en él. Estaba molesto y se notaba claramente, pero luego de unos segundos le sonrió.

—No sé porque puede verlo él. Pero tú también verlo si te concentras mejor — lo tomo de la mano y volvió a sonreírle —. Vamos, inténtalo. Cierra tus ojos, concéntrate y luego centra tu vista en el árbol.

El oji-noche hizo lo que el rubio le indico. Cerró los ojos, inhalo hondamente y luego soltó todo el aire. En el momento que sus parpados volvieron a abrirse, fue capaz de verlo claramente esta vez.

Y si, Sai tenía razón… era hermoso.

Primeramente, el árbol no era del todo como lo había estado observando hasta ese momento. Donde terminaba el tronco y comenzaban las gruesas ramas, había una especie de construcción, ¡Como una casa del árbol!... pero había algo diferente en ello, pues no había ninguna casa de árbol. Solo estaba dispuesto como un suelo hecho con lo que parecían rocas planas recubiertas de musgo y florecillas. Y en medio de ese mini jardín en el árbol, estaba una criatura sentada, o eso era al menos lo que parecía estar haciendo.

Era un gran, una enorme ave azul.

Era bellísima, con sus hermosas plumas azules que parecían brillar; y no se trataba de ningún efecto solar, pues las ramas y hojas del árbol evitaban que los rayos del sol tocaran su cuerpo. Tenía un pico que a simple vista se notaba poderoso, y unas plumas que partían por arriba de los ojos y asimilaban la forma de unos cuernos, azules y emplumados cuernos. Sus ojos clavados en ese momento en Sasuke, destacaban debido a que eran lo único que no era azul, sino dorado. Un hermoso dorado.

—Wou — susurro Sasuke. Y Naruto sonrió al escucharlo.

En ese momento, el Guardián se levanto y extendió sus enormes y azules alas. Con sus grandes y fuertes garras camino hacia la orilla. Al verlo moverse, fue que Sasuke noto que su cola no eran más plumas, sino una cola. Una cola hecha con musculo, carme y hueso, pero recubierta con muchas plumas pequeñas que daban la sensación de ser pelo.

Y entonces el Guardián se lanzo al vacío.

Verlo blandir sus hermosas alas y volar fue para Sasuke una maravillosa experiencia. Se movía con gran facilidad y elegancia en el aire que simplemente no era posible despegar la vista de él. Y si Sasuke pensó que era imposible que hubiera algo más que fuera capaz de sorprenderlo ese día, si creyó en verdad que no había nada más que lo dejara sin aliento… estaba muy equivocado.

Era fácil adivinar la dirección en la que se dirigía el Guardián. Iba directo hacia Sasuke. Lo sorprendente ocurrió antes de que volviera al suelo. Pues conforme descendía, una luz comenzó a cubrir todo su cuerpo, y sus garras dejaron de ser garras y tomaron la forma de un par de piernas con una piel muy clara. La cola desapareció y el pico poco a poco fue formando un par de labios en un rostro. Todas las plumas se esfumaron y más piel blanca fue visible. Y por último, antes de sus pies tocaran el suelo, sus alas se transformaron en un par de brazos con largos y pálidos dedos al final de estos.

Frente a Sasuke ya no había una gran e inmensa ave, sino un chico joven con un hermoso y largo cabello azul suave y ojos dorados, y con una suave piel blanca cubierta por lo que parecía una especie de Yukata blanco con «dibujos» de plumas azules, e iba descalzo.

El Guardián sonrió. Y su sonrisa era hermosa y transmitía paz.

—Uchiha Sasuke — dijo sin perder la sonrisa —. Un placer — inclino un poco la cabeza hacia delante.

Sasuke alucino.

Primeramente, jamás se espero que el Guardián pudiera tomar la forma de una persona tan hermosa y con una mirada llena de dulzura. Segundo, no creyó que fuera capaz de hablar al igual que él, y no como lo había hecho antes, en su mente. Su voz era suave y relajante, armoniosa.

—El placer es mío, Guardián — respondió Sasuke fascinado, había una sonrisa en sus labios. Al igual que el Guardián, Sasuke también inclino la cabeza en un gesto de respeto.

—Uchiha Sai — dijo esta vez el Guardián, viendo en dirección hacia el menor —. Puedo ver que has crecido bien — menciono, sonreía —. La última vez que te vi, eras tan solo un niño pequeño y asustado.

Tanto Naruto como Sasuke no creían lo que escuchaban. ¿Es que acaso Sai ya conocía al Guardián? Los chicos clavaron sus ojos incrédulos en el moreno.

—Tu… — dijo Sai, completamente sorprendido. El Guardián sonrió otra vez —. Eres el que estaba ahí esa vez.

—Es agradable saber que me recuerdas.

—¿Cómo podría olvidarte?

Sasuke y Naruto movían la cabeza de un lado a otro observando al Guardián y a Sai hablar. Era increíble. ¡Ellos ya se conocían! ¿¡Como era posible!? ¿¡Cuando sucedió!? A Sasuke no le cabía en la cabeza que Sai todo ese tiempo hubiera conocido al Guardián y no le hubiera dicho nada, bueno, que él no se hubiera dado cuenta de ello. 

—Guardián — la voz de Naruto se escucho —. ¿Qué está sucediendo?

El Guardián sonrió en dirección hacia el rubio.

—Te lo explicare, Naruto. Y a ti también, Sasuke — se giro dándoles la espalda a los tres chicos y observando en dirección hacia las demás criaturas —. No hay nada que temer. Sai no es alguien peligroso, no le hará ningún daño a nadie, ni revelara nuestra presencia en el bosque.

Los murmullos se escucharon tanto en la mente de Naruto como la de Sasuke y Sai, pero pronto estos se dejaron de escucharse. Al estar otra vez en silencio, el Guardián volvió a girarse en dirección a los chicos.

—¿Me acompañan? — pidió amablemente y con una sonrisa. Los chicos asintieron —. Liliah, ¿podrías acompañarme tú también?

Sasuke observo como una de las hadas tomo su forma humana, se trataba de la que siempre se desmaya cuando los veía besarse a Naruto y él. La de cabello blanco y ojos azules,

«Por supuesto, Guardián». Sai se le quedo viendo al Hada, con los ojos entornados y pensativo.

—Y tú también si gustas, Kurama.

«Sera un placer, Guardián».

En el lugar en el que Sai se encontraba de pie, giro el cuello hacia su derecha, un solo segundo observo, y luego dio un brinco en su lugar.

—¿¡Quien ese este peluche extra grande, peludo, esponjoso y súper adorable!? — cuestiono emocionado.

Sasuke jamás lo había visto tan emocionado por algo, es más, no lo habían visto emocionado por nada. Observo como su primo se apresuro a ir en cierta dirección y tratar de abrazar algo, pero al parecer no salió bien, pues cayó de rodillas abrazándose así mismo.

«Uf, eso estuvo cerca», dijo la voz de Kurama en su mente. «Casi se me pega una plaga Uchiha… espera, ¿¡Como que peluche extra grande, peludo, esponjoso y súper adorable!? ¡No soy un peluche… además de que no soy adorable! ¡Soy muy rudo!».

—¿¡Que!? — grito Sasuke incrédulo —. ¿¡Es que también puede ver a Kurama!?

¡Oh, eso era el colmo!

Sasuke estaba muriéndose de celos en ese momento.

—Oye, no huyas de mi — dijo Sai levándose del suelo y caminando en cierta dirección.

«Acércate y te vuelo la cabeza un mordisco»

Sai ignoro la advertencia y continúo caminando, así que Naruto se vio en la necesidad de intervenir, porque Kurama no bromeaba. El rubio se interpuso entre Sai y Kurama. Eso era lo que pensaba Sasuke pues solo veía al rubio a y a su primo uno frente a otro.

«Maldito Sai», pensó Sasuke.

Mientras tanto, el Guardián observaba la escena con una hermosa sonrisa en sus labios. Espero que a los chicos estuvieran más tranquilos y volvió a hablar.

—¿Vamos? — Cuestiono amable.

Los chicos se sonrojaron por el jaleo que habían armando. Luego asintieron.

El guardián comenzó a caminar en dirección hacia el «túnel» hecho de arboles, ramas y hojas, seguido por Naruto, Sasuke, Sai, Kurama y Liliah. Atravesaron la cortina de hilera de hojitas verdes, e ingresaron. Sasuke se sorprendió al estar otra vez allí, pues ahora podía ver todo con claridad, y notaba las cosas que antes no había visto. Por ejemplo, los capullos blancos y un tanto grandes que colgaban del «techo». Y también que las hojas no eran todas verdes, sino que habían de diversos colores: rosas, violeta y azules.

—En las noches — le susurro Naruto al oído —, los capullos se abren y desprenden un brillo similar al de las luciérnagas, solo que con más intensidad y de color blanco y no amarillento.

Sasuke lo observo con las cejas alzadas.

—Genial — fue lo único que dijo. Esperaba poder verlo con sus propios ojos.

Caminaron en silencio durante todo el «túnel», hasta salir de este, y cuando eso sucedió, Sasuke si que alucino. Caminaban siendo guiados por el Guardián, ninguno de los chicos tenía idea de a donde se dirigían.

Los arboles era más grandes de lo que había creído, y las hojas de estos eran de diversos colores también. Ahí estaba otra vez el rosa, el violeta y además, rojo. Todos los colores se mesclaban en las copas, y el suelo estaba tapizado con una alfombra multicolor hecha de hojas y florecillas. De los arboles colgaban otros de esos mismos capullos que Naruto le había explicado a Sasuke que se abrían en la noche. Y estaba el follaje verde y flores silvestres con capullos similares. El ambiente parecía encantado y los rayos del sol se filtraban entre las ramas aumentando esa sensación.

Sin poder aguantar la curiosidad, Sasuke se acerco a uno de los capullos más próximos que estaban entre el follaje. Estiro la mano y lo toco, y al instante, este se escupió lo que parecían ser brillos, dándole tremendo susto al azabache, y luego termino de abrirse. Los brillos se extendieron gracias al viento fresco que soplaba.

—¿Qué fue eso? — cuestiono viendo hacia Naruto.

—Genial, ¿verdad? — dijo el rubio con una linda sonrisa. Sasuke asintió y volvió a hacer lo mismo con otro capullo.

—Los de los arboles brillas en las noches, los de los follajes suelta lo que parecen esporas. ¿Qué hacen los capullos de las flores silvestres? — quiso saber el azabache.

—Ah, esos también se abren y brillan en las noches, pero a diferencia de los que crecen en los arboles, estos se sueltan y vagan durante toda la noche de aquí para allá.

—Tengo que ver eso — dijo esta vez Sai. Sasuke estaba de acuerdo.

—Sasuke, ¿puedes ver todo con claridad ahora? –cuestiono el Guardián.

—Sí, Guardián… es fantástico.

El Guardián sonrió. Y entonces procedió a explicarle tanto a él como a Sai, el porqué las criaturas se encontraban reunidas en ese bosque, y porque eran tan pocas. Eso resolvió completamente las dudas que Sasuke habían tenido. El Guardián explico que por mucho tiempo vivieron en anonimato, pero cuando se revelaron, los humanos estaban encantados con su presencia y convivían con ellos de forma armoniosa. Existían criaturas mágicas en todo el planeta, en los bosques más que en ningún otro lugar, y por supuesto, en el océano que era el lugar de las sirenas y tritones, y ciertas áreas montañosas donde reposaban los Grifos. Durante varias generaciones todo era tranquilidad.

Pero eso cambio cuando los humanos con los que las criaturas convivían. Las cazaron y asesinaron por diversión, los vendieron, los utilizaron para investigaciones y fueron muy que crueles y despiadados. Provocando que las criaturas dejaran de confiar y se escondieran.

Explico lo terrible que fue para las criaturas y los años de tormento hasta que esto se acabo. Hablo acerca de los otros Guardianes y como cada uno había buscado a las criaturas restantes y capturadas, y las habían protegido durante las generaciones siguientes, y como estas mismas pasaron de ser una realidad a leyendas de fantasía al ya no ser vueltas a ver. Y como eso cegó las mentes del os humanos al mundo mágico por ya no creer.

Tanto Sasuke como Sai escuchaban con suma atención y cierto horror por lo que los seres humanos llenos de codicia eran capaces de hacer.

—Pero… — dijo Sai —, ¿tan fácil dejaron de creer? Es decir, esto sonara cruel pero, ¿Qué no habían comercializado y estudiado con muchos cuerpos?

—Es que ellos los obtuvieron de vuelta — dijo Naruto.

—¿Cómo? —cuestiono Sasuke.

—Con encantamientos — procedió a explicar el Guardián —. Encantamientos de búsqueda y recuperación. Mis hermanos y yo realizamos estos encantamientos, y con ellos obtuvimos de vuelta los restos de las criaturas mágicas que habían perdido la vida, al menos casi la mayoría. No podíamos abarcar más que varias millas a la vez, pero no descansamos hasta que todos los seres mágicos caídos que pudimos encontrar, tuvieran sepultura en los bosques protegidos.

Los chicos observaron como el Guardián se detuvo durante unos segundos, y empuñado las manos. Era obvio que recordar esos años era terrible para él. Guardaron silencio por respeto y también se detuvieron hasta que el Guardián continuo avanzando. Los chicos no quisieron hacer ningún pregunta más, pues habían comprendido lo que el Guardián había explicado, y creyeron que era mejor no hacer ninguna otra cuestión, pues a pesar de los años, continuaba afectándole mucho. Y así como el Guardián parecía muy afectado, Liliah, el hada, también lo estaba, y Sasuke estaba seguro que Kurama también, incluso si no podía verlo.

Hablando de Kurama, el cabello de cacatúa no había visto ninguna criatura parecida a un zorro mágico. ¿Era Kurama el único? ¿O todos eran tan cabezotas como para no dejarse ver por él? Se dijo a si mismo que luego le preguntaría a Naruto para aclarar esa duda. Por ahora, Sasuke comprendía mejor el temor que habían sentido todas las criaturas al ver a Sai, porque todas se llevaban bien y porque no eran grandes las cantidades de la misma especie.

—Respecto a mi — dijo Sai llamando la atención —. No termino de entender cómo es que puedo verlos a todos.

A lo que el Guardián iba a decir, tanto Naruto como Sasuke prestaron suma atención. El Guardián sonrió.

—Liliah — dijo —. ¿Podrías mostrarles? — pidió con amabilidad.

«Por supuesto que sí, Guardián».

—Gracias.

Liliah, cambio de su forma humana a su forma original y sobrevoló a los tres chicos, así como a Kurama también, pues el Zorro tampoco tenía idea. Bueno, no estaba seguro aun.

Inmediatamente, en la mente de los cuatro una serie de escenas se hicieron claramente visibles. Reproduciéndose como una película.

Hacía seis años atrás, en un día bastante lluvioso, un automóvil habían sufrido un accidente debido al asfalto húmedo, mientras se conducían hacia la cuidad de Konoha, estando ya casi por llegar. El conductor había perdido el control del vehículo y este habían dado varias vueltas hasta que al fin se detuvo. En el auto viajaba una familia, los esposos y dos hijos. Los adultos estaban inconscientes y habían resultado heridos, sin embargo, sus heridas no eran mortales. El mayor de los hijos también se encontraba inconsciente gracias a un fuerte golpe en la cabeza el cual sangraba, pero al igual que sus padres, sus heridas no eran de gravedad. Sin embargo, el menor de los hijos si se encontraba en serio peligro.

El niño no había llevado el cinturón de seguridad, y su pequeño cuerpo había golpeado los laterales del vehículo con mucha fuerza. Cuando el automóvil se había detenido, el niño ya no se encontraba dentro, sino que su cuerpecito estaba en el asfalto, cubierto de sangre y heridas. Y con un pedazo de cristal de la ventana, incrustado en su pecho.

Como la carretera estaba justo en los límites del bosque, un hada que se encontraba cerca se había percatado del accidente y la gravedad de este. Normalmente evitaban a los humanos pero al ver el cuerpecito del niño y lo seriamente herido que se encontraba, pero aun si luchaba por respirar y continuar viviendo, el hada corrió hacia el Guardián. Pues quería que este le permitiera ayudar a ese niño.

Por supuesto, el Guardián acepto, y juntos fueron hacia el lugar del accidente, que como era demasiado reciente, nadie se había percatado aun y por ello, de los paramédicos ni sus luces.

El Hada estaba muy asustada, pues no sabía qué hacer, el tipo que magia que poseían las Hadas no era curativa. Podía hacer crecer plantas, proyectar sus recuerdos en las mentes de otras personas, adquirir forma humana y varias cosas más, pero no curar heridas. Ninguna Criatura podía hacerlo.

Sin embargo, el Guardián le dio la solución.

Puede que su magia no pudiera ayudarlo, pero la sangre de Hada tenía propiedades curativas, todas las criaturas mágicas tienen sangre con propiedades curativas. El Hada no era tan valiente como para lastimarse a sí misma; pues las criaturas mágicas eran muy delicadas, una simple herida podía resultar fatal, pues incluso si su sangre sanaba a los humanos, no podían sanarse a sí mismos, y una herida tardaba mucho en sanar; por lo que busco la colaboración del Guardián, quien no estaba nada feliz con lastimarla, pero ella quería de todo corazón ayudar al niño, así que respeto su decisión.

Le hizo una herida en el brazo en un lugar especifico, tratando de que no fuera muy profunda y dañina, y cuando la sangre broto, la mezclaron con la del niño, dejándola caer en las heridas que tenia, sobre todo, mezclaron mucha más en la herida que tenía en su pecho.

Las heridas no tardaron casi nada en comenzar a cicatrizar, y pronto, el niño despertó.

Se encontraba muy desorientado y un tanto adolorido aun, pero sus ojitos negros se posaron sobre los dorados ojos del chico de cabello azul suave que lo tenía en sus brazos y le sonreía. Aunque le habían enseñado al niño a no acercarse a personas que no conocía ni hablar con estas, ese chico le transmitió mucha tranquilidad, por lo que no pudo apartarse.

¿Cuál es tu nombre, pequeño? le cuestiono con dulzura.

Uchiha… Sai susurro.

Hola, Sai le sonrió . Estas a salvo ahora. Tu cuerpo duele pero pronto estarás mejor. No tienes que tener miedo. Tu familia también está bien. No podemos curarlos a todos, porque se requiere mucha sangre de hada, y ahora el hada que te ayudo está muy débil, pero ellos están bien. Sus heridas no son graves. Vivirán. Se recuperaran pronto.

-¿De… v-verdad? –cuestiono el pequeño Sai con tan solo ocho años, sus ojitos negros goteaban. Había estado muy asustado.

-Sí. ¿Me perdonas por no sanarlos a ellos también?

El niño sonrió y asintió, y luego de ello, sus ojitos volvieron a cerrarse y cayó en la inconsciencia.

 

Para los chicos ahora todo tenía sentido.

—Eso explica perfectamente porque cuando los paramédicos te encontraron — dijo Sasuke dirigiéndose a su primo —, estabas cubierto de sangre pero sin ninguna herida, aunque si una gran cicatriz en el pecho.

—Ya veo — susurro Naruto —. Tienes sangre de Hada corriendo por tus venas. Por eso las criaturas ni la verdadera apariencia del bosque no son invisibles para ti.

—Luego del accidente — hablo Sai —. Olvide por completo lo que había ocurrido, pero un tiempo después recordé.

—Jamás dijiste nada — comento Sasuke.

—Recordé esto después de un año… y sinceramente, nunca espere que me creyeran si decía algo, no después de ver como tío Fugaku se comporto contigo tras la muerte de tía Mikoto — Sasuke entendía perfectamente —. Cuando vi a Ramie al salir de tu casa, me emocione mucho porque era la primera vez después de tantos años, que volvía a ver a un ser mágico. Porque incluso si casi me había muerto y tenía nueve años, sabía que el Guardián no era humano, además de que menciono a un hada. Esos sentimientos fueron los que recordé y no mencione nunca. Hasta ahora.

—Vaya… jamás lo hubiera pensado — dijo Naruto, lamentaba su comportamiento hacia Sai, luego de ver el terrible accidente y lo cerca de morir que estuvo.

«Yo tenía una idea». Menciono Kurama.

Naruto observo al zorro, o eso pensaba Sasuke.

Todos en ese momento se encontraban de pie en medio del colorido y hermoso bosque, observándose entre ellos.

—Jamás pude agradecerles —dijo Sai —. Sobre todo a ti, Liliah.

El hada volvió a su forma humana, y sus hermosos ojos azules observaron a Sai.

«No hacía falta. Lo hice de corazón». El moreno sonrió.

—Gracias.

Esa tarde fue una tarde muy larga para Sasuke y para Sai, pues  el Guardián en persona se encargo de darles un tour por los lugares más hermosos del bosque, así como mostrarles otras criaturas que no pudieron estar antes presentes, por estar ligadas a cierta parte del bosque. Por ejemplo, Enebro. Esa Dríade rastrera que lo había golpeado. Pero ella era un amor, era muy dulce y se disculpo por su rudeza, así que Sasuke la perdono, aunque ya la había perdonado desde hacía mucho.

Visitaron muchos lugares del bosque y los chicos no dejaban de sorprenderse con lo hermoso que era este. Con las plantas extravagantes que ahí habían y los sitios tan impactantes.

Las criaturas que se habían quedado en el «claro», se podría decir, pronto se esparcieron por el bosque y los chicos compartieron con todos ellos, hablaron y disfrutaron de la extravagancia de algunos árboles frutales que nunca antes había visto, pero que su fruto era delicioso.

Pero sobre todo, lo que los chicos más recordaron y disfrutaron, fue la sensación de sentir el viento sobre sus rostros, cuando los Grifos, Leo y Age, los dejaron montarse en sus lomos y se elevaron en el aire haciendo maniobras provocando gritos entre aterrados y fascinados de ambos morenos.

«Ni con los Pegaso van a sentir tanta adrenalina». Habían asegurado Age, quien no era otro que el presumido, mientras continuaba blandiendo sus alas y sobrevolaba todo el bosque.

Sasuke se prometió a si mismo que se encargaría de comprobarlo.

 

Notas finales:

Y eso fue todo.


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


¡QUE NARUTO NI QUE SASUKE!


¡YO LE ENCONTRO AL GUARDIAN Y CON MUCHAS GANAS!


¡SHUROROROR!…


Ya me calmo.


Pero, ¿Les gusto la descripción del Guardián? ¡Necesito saberlo!


Como que hay demasiado accidentes en la familia Uchiha, ¿no? lsdkjsd ¿Se esperaban algo así de porque Sai puede ver a través del encantamiento? ¿O de plano andaban perdidos?  heheh. No sé si quedo claro pero, Sai no es de Konoha, ni sus padres ni su hermano. Aunque Shisui si vive ahí pero es por trabajo. De todos modos, solo se ven para festividades, pero es muy corto el tiempo en el que están en la cuidad, y el patojo este no salía de casa mientras estaba ahí. Así que por eso no había visto otras criaturas.


Yo espero y el cap. si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho. Bellos lectores.


Hasta la próxima.


 


Pd: Cada vez está más cerca el zepzo 7u7


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