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It's not crazy por RoronoaD-Grace

[Reviews - 236]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Holaaa..


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va? Espero que bien… wenuuu yo solo pasaba por aquí a dejarles el nuevo capítulo


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: Say, 1827Forever1827, AoiManami y love sasunaru, otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo… ñlsdfjslkejñslk…


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel, que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 


DE ENSUEÑO


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Cuando Sasuke llego al comedor aun con su pijama puesta y con una media sonrisa en sus labios, Itachi no pudo evitar arquear una cejar y preguntarse por qué rayos, su hermano estaba de tan bueno humor desde hacía dos días.


No es como si sonriera de oreja a oreja, o como si su aura fuera de color rosa y dejara flores por donde pasara. Pero no ver su entrecejo fruncido y una pequeña sonrisita dibujada en sus labios, ya era una gran novedad. Y no se supone que fuera así, no era ese su objetivo.


—¿Por qué tan feliz, hermanito? — sonrió.


—mmm — se encogió de hombros.


Itachi entrecerró los ojos. Sasuke tomo asiento al lado izquierdo de su padre, donde ya estaba colocado su desayuno, cortesía de una señora a la que su padre había contratado, pues ninguno de ellos era un chef.


—Itachi — le llamo Fugaku —. ¿Qué dijeron ayer, en la Universidad?


—¿Ah? Emm… el viejo Sarutobi dijo que solo esta semana y se acaban las practicas, en la siguiente se arreglara el paleo y la que sigue, será la ceremonia de graduación.


El plan de estudio de Itachi era muy diferente al de Sasuke, pues mientras el menor estaba de vacaciones por haber acabado el instituto, el mayor estaba realizando las últimas prácticas antes de graduarse de la universidad.


—¿Y cómo va el informe de las actividades?


—Bastante bien, aunque seria grandioso que pudieras revisarlo y darme tu visto bueno.


—En la noche — acepto.


—Por cierto padre, Sarutobi dijo que luego de la revisión que hizo y por los proyectos que entregamos, aunque aún falta por revisar el informe, es casi seguro que soy el mejor de la promoción.


Fugaku sonrió me dio lado.


—Como esperaba de ti.


Itachi sonrió ampliamente y luego le hizo una mueca de superioridad a Sasuke, sin que su padre se diera cuenta. El menor simplemente rodo los ojos y continúo devorando su desayuno.


 


Más tarde ese mismo día.


—Entonces ¿Enserio iras a verlo otra vez? — cuestiono Sakura.


Tanto ella como Ino y Sasuke, se encontraban en la habitación de la rubia. Un lugar bastante colorido y alegre, quizá demasiado para el azabache. Las dos chicas estaban recostadas sobre la cama, mientras que Sasuke estaba sobre el suelo, con una almohada debajo de la cabeza y las piernas flexionadas hacia arriba.


—Si — fue la vaga respuesta del chico.


—¿Enserio, enserio? — dijo Ino.


Sasuke trabo los ojos.


—Creo que quedo bastante claro, cuando te dije que le dijeras si aceptaba ir a dar una vuelta conmigo, después de su turno — y ese día salía un poco más temprano.


Se incorporo y quedo sentado en el suelo.


—No lo digo por ser mala onda, Sasuke — hablo Sakura nuevamente —. Pero la verdad es que no le veo mucho futuro a esa relación — el azabache cerró los ojos y se masajeo el puente de la nariz.


—Eres tan terca — respondió —. ¿Es que acaso cuesta entender que solo quiero ser su amigo y ayudarlo?


Ambas chicas se vieron a los ojos y luego vieron a Sasuke.


—Si — respondieron.


—Olvídenlo — volvió a recostarse.


—Esta loquito, Sasuke — aseguro Ino —. Incluso si te molesta que digan la verdad, tú sabes que está mal de la cabeza.


—No está loco, solo confundido. Voy a ayudarlo.


—¿Enserio crees que puedes hacerlo? — cuestiono Sakura —. La mitad de su vida ha creído ver cosas que nadie más ve. Perdóname, pero creo que estas perdiendo tu tiempo. Él está completamente seguro que ve cosas, que ve criaturas mágicas, durante años las ha creído ver. No podrás hacerlo cambiar de opinión.


—Por supuesto que puedo — aseguro —. Y voy a hacerlo.


 


Itachi se encontraba en la jefatura de policía, estaba en la oficina de su padre, pero Fugaku estaba fuera en ese momento, así que solo estaban él y Shisui. Los chicos estaban revisando unos papeles referente a un caso de homicidio múltiple. O al menos eso esperaba Shisui, que hiciera Itachi.


Estaba sumido en sus pensamientos, el mayor pudo haber pensado que estaba leyendo los documentos, pero hacia como media hora que no pasa de pagina.


—¿Sucede algo? — cuestiono. Itachi parpadeo un par de veces, y luego volteo a verlo.


—¿mm?


—¿Sucede algo? — repitió —. Estas muy distraído.


—Ah, si… es respecto a Sasuke.


—¿Ocurrió algo que no sé?


—Sí. Anda muy feliz últimamente — dijo con aflicción.


Shisui entrecerró los ojos y arqueo una ceja. Observo unos segundos Itachi y luego hablo.


—Se supone que eso es algo bueno — comento.


—¡Por supuesto que no! — indignado —. Tendría que estar odiando estar en casa, todo el día, todos los días — llevo el dedo pulgar de su mano derecha hacia su boca, y mordió la uña —. ¿Qué puedo hacer? — susurro para sí mismo.


—Que tal, ser un buen hermano mayor y dejar de molestarlo a cualquier oportunidad que veas — sugirió.


—Ha-ha-ha, que gracioso — respondió, en tono sarcástico.


A Shisui le dio un tic en el ojo izquierdo.


—Me agradabas más cuando eras un buen hermano — dijo el mayor.


Itachi lo observo a los ojos durante unos segundos, ninguno de los dos dijo nada, y ninguno de los dos desvió la vista. Ambos completamente serios.


—No es como si me importara lo tú piensas de mi — dijo al fin.


Puede que anduvieran juntos de aquí para allá, pero no es como si fueran precisamente amigos. Familia eran, pero no amigos. De hecho, Shusui solo estaban junto a él porque Fugaku lo había asignado a su persona. Hablan y todo, pero era como si no tuvieran más opción.


Cierta tensión se comenzó a sentir en el ambiente, ninguno quería ceder ante la mirada del otro. Así que hubo cierto alivio en ambos cuando Fugaku regreso a la oficina.


 


A las cuatro y media, Naruto salió del Mini-Market y no vio a Sasuke por ningún lado. Cierta decepción se apodero de su pecho. Con lo nervioso que había estado todo el día, y al final resultaba que después de todo no iban a salir.


—¿Esperando a alguien? — dijeron a su espalda, y el rubio no pudo evitar dar un pequeño brinquito.


Cuando se giro, observo que Sasuke estaba sonriendo de medio lado, usaba esa misma sudadera del otro día, y sus manos estaban dentro de la bolsa. Como el astro sol, yacía en el horizonte, el viento soplaba helado, por lo tanto, hacia frio así que Naruto no pensó que fuera extraño que el azabache usara su sudadera.


—Me asustaste — le informo.


—Me di cuenta. ¿Nos vamos?


Ambos comenzaron a caminar, Naruto no tenía idea de a donde se dirigían. Y para ser sincero consigo mismo, Sasuke tampoco. Quizá en lo que iban caminando se le ocurría algo, y esperaba que fuera así, pues no quería verse como un idiota.


Los primero minutos no dijeron nada, el azabache estaba pensando en que decir, y se turnaba para pensar a donde podían ir. Naruto estaba un poquito nervioso y tampoco sabía de qué hablar.


—Entonces… ¿A dónde vamos? — se animo a preguntar.


—… aamm…. Por ahí.


En definitiva, se sintió estúpido. Entonces se le ocurrió algo.


—¿A dónde quieres ir tu? — sí, su inteligencia se iba de paseo cuando estaba en presencia del rubio.


Naruto se adelanto unos pasos y se coloco frente a Sasuke, se vieron a los ojos mientras el rubio caminaba hacia atrás.


—No hagas eso — le dijo el azabache —. Te puedes caer.


—Vamos a mi casa — sonrió. Sasuke paso saliva —. Si quieres, claro.


—¿Tu casa?


—Si… es pequeña pero agradable. Y no te preocupes, no es como si fuera a descuartizarte vivo.


—No me preocupa eso —. Lo medito durante unos segundos, luego se encogió de hombros —. Porque no. Vamos.


Naruto sonrió ampliamente, y su sonrisa era sin duda alguna, una de las cosas más hermosas que Sasuke habían visto alguna vez. El rubio parecía brillar, resplandecer como si fuese una estrelle del firmamento. Incluso si lo intentaba, le era difícil negar que el oji-azul era bastante atractivo.


El rubio tomo de la mano al azabache y comenzó tirar de él, en la dirección contraria a la que iban.


Sasuke sentía su piel caliente, ahí donde esta hacia contacto con la piel del rubio. Era plenamente consciente de la suavidad y pequeñez de su mano. Se sentía muy agradable. Observo su silueta y como sus dorados cabellos se mecían de un lado hacia otro. Otra vez tuvo ganas de enredar sus dedos en su cabellera.


Dejo de prestar atención a su alrededor, y solo se concentro en la persona que lo sujetaba de la mano. Una sonrisita de medio lado se mostro en su rostro.


El rubio también sonreía. Desde hacía mucho había dejado de añorar la sensación de estar con otras personas, ya se había hecho a la idea de que se alejarían de él. Y no es como si le importara mucho a decir verdad. Que Sasuke quisiera ser nuevamente su amigo le daba mucho miedo, no quería que lo lastimara, que le dejara ilusionarse y luego se alejara nuevamente. Al menos eso es lo que Kurama le había dicho que sucedería, y por supuesto la semillita de la duda ya estaba plantada en su mente. Pero Naruto esperaba que no fuera así, y por ello estaba feliz de poder estar junto al azabache.


En el camino, se toparon con unas cuantas personas, quienes los veían de arriba abajo, preguntándose quien podía ser el chico que estaba con Naruto. Pues gracias al gorro de la sudadera y que Sasuke que llevaba la cabeza un poco gacha, con los ojos clavados en su mano y la mano de Naruto, no se le podía ver el rostro. Pero seguramente era otro loco de remate.


Caminaron una media hora antes de llegar a las orillas del bosque. Entonces el rubio se detuvo y sin soltarle la mano, se giro.


—Aun puedes arrepentirte.


Sasuke sonrió de medio lado.


—Puedo — dijo —. Pero no lo hare… así que vamos, no vas a deshacerte de mi tan fácilmente.


Las mejillas del chico rubio se coloradearon levemente, dándole un toque bastante lindo, que no paso desapercibido para los negros ojos de Sasuke.


—Que quede claro que vienes por tu propia voluntad.


Tiro de él y comenzaron a internarse en el bosque. Como siempre era la ruta que Naruto tomaba, había un camino entre el follaje. Las hierbas de esa parte estaban muertas debido a las repetidas veces que el oji-azul pasaba por ahí. Con forme fueron adentrándose más, los arboles comenzaron a ser más altos, el solo se colocaba entre las ramas y los contos de las aves se escuchaban a lo lejos, así como el de un par de grillos y cigarras.


—¿Cómo es que  no te da miedo pasar por aquí en la noche? — cuestiono Sasuke.


Naruto se giro, y en sus labios había una sonrisita.


—No tengo porque tener miedo — dijo —. Todos en el bosque me conocen y son mis amigos.


Sasuke observo su rostro, sus ojitos azules brillaban. Pudo ver en su expresión la seguridad que tenía en lo que estaba diciendo. La certeza, la convicción de que lo que veía era real. No pudo evitar rememorar los pensamientos que tenia de Naruto, cuando ambos eran unos niños de diez y once años.


Esos tiempos en los que su instinto le decía que Naruto era un buen chico, y habían pasado mucho tiempo juntos como para comprobarlo, habían compartido y habían reído. Y como había obtenido esa seguridad de que Naruto no estaba loco. Si no que tenía unos ojos privilegiados por poder observar lo extraordinario que habitaba el mismo mundo que los humanos.


Entonces también recordó que él pensaba que para poder ver también a esas magnificas criaturas, o al menos al zorrito, no bastaba solo creer en su existencia, sino que tenía que ganarse la confianza del ser mágico. En ese tiempo el quería ser digno de confianza, quería ver lo que Naruto veía. Aunque eso cambio después del accidente.


Pero ahora, contemplando el rostro del rubio, viendo sus azules ojos y la hermosa sonrisa que le mostraba. No sabía que pensar. Luego de todo lo que le dijeron los médicos y el Psicólogo, había creído que estaba mal creer en criaturas mágicas. Pero viendo a Naruto, viendo su seguridad, su certeza… no tenia de que creer y que no.


Y entonces comprendió algo, entendió que Sakura tenía razón, Naruto había vivido la mitad de su vida viendo seres mágicos en ese bosque, no había forma de hacerle pensar que todo había sido imaginación, no había forma de que el pensara que todo había sido obra de su mente.


Pero…


¿Y si esas criaturas realmente existían?


¿Podían en verdad vivir seres mágicos en ese bosque?


¿Podía él ser digno de confianza, y ver lo que Naruto veía?


Sacudió la cabeza y trato de alejar de su mente esas cuestiones. Naruto se giro y contiguo guiándolo, aun sosteniendo su mano. Sasuke se dio un par de bofetadas mentales. ¿Cómo podía tener esa clase de pensamientos? Se supone que él sabe que no es real lo que Naruto cree ver y, por ello, se decidió a ayudarle. Tenía diez y ocho años, prácticamente ya era un adulto.


No podía permitirse creer en algo que no existía.


Un par de minutos más de recorrido por el bosque, y entonces Naruto se detuvo y le sonrió ampliamente.


 —Ya llegamos… bienvenido a mi humilde hogar.


Se coloco de medio lado y extendió su mano, mostrándole el frente.


Sasuke contuvo el aliento. Lo que se mostraba ante sus ojos era simplemente de ensueño. No le gustaba para nada la habitación de Ino, era muy colorida y alegre, había flores pintadas en las paredes y otras cosas. Pero la fachada del lugar donde Naruto vivía, lo dejo impresionado.


La pequeña cabaña estaba justo en medio de una media luna formada por arboles un poco más pequeños que los demás. Había algo muy parecido a la gramilla enfrente, en ella había todo tipo de flores silvestres y pequeñas, las cuales solo estaban a unos cuantos centímetros sobre el «pasto» verde. Había un caminito de piedras planas hacia la entrada. La cabaña, las paredes de esta, eran de madera y estaba pintada de un color café brillante, tenía un par de ventanas y en ellas había más flores de diferentes colores. En las paredes también habían enredaderas, dándole un aspecto como antiguo, pero hermoso. El techo estaba cubierto de esas mismas enredaderas, pero estas tenían pequeñas florecillas blancas.


Lo que hacía que todo se viera mágico, era que los últimos rayos de solo que se filtraban por las ramas de los arboles, hacían que el lugar se viera como si brillara, como si hubiera destellos cubriendo todo.


Parecía un lugar que encontrarías en un cuento de hadas.


—Es… increíble — dijo Sasuke.


—¡Lo sé! — Naruto estaba emocionado —. Quizá sea un poco femenino para mí, puesto que soy un chico, pero me encanta como se ve todo — observo su hogar y suspiro —. Pero no creas que lo hice solo. Las hadas me ayudaran con su mágica, ¿De qué otro modo sería posible que esas enredaderas pudieran cubrir el techo? De ninguna forma — sonrió ampliamente.


Sasuke observo unos segundos más el lugar, luego fijo su vista en el rostro de Naruto.


—¿Hadas? — cuestiono en un susurro. El rubio asintió de forma rápida y repetitiva.


—Vamos, te voy a mostrar el lugar por dentro.


Tiro de él y se encamino hacia la puerta.


Pero antes de que pudieran si quiera llegar a estar un poco cerca. Algo peludo y suave se poso sobre ambas manos unidas de los chicos, y deshizo el contacto de forma brusca. Entonces, algo firme se apoyo contra el pecho de Sasuke, y lo empujo tan fuerte, que el chico trastabillo hacia atrás, y estuvo a punto de caerse.


Recupero el equilibrio, entonces abrió mucho los ojos y comenzó a ver en todas direcciones.  No había nada, Solo Naruto frente a él, y tenía el entrecejo muy fruncido.


—¡Kurama! — alzo la voz —. ¿¡Que se supone que estás haciendo!?


El azabache observo a su amigo rubio, hablarle a la nada.


—No hay nada de malo en traerlo — se cruzo de brazos —. Ya te dije, que si eso fuera a ocurrir, y no lo hará, yo sé cuidarme muy bien solo… ¿Cómo que porque? Yo confió en él.


Naruto revolvió sus cabellos de forma desespera y luego suspiro.


—¿¡Que!? — grito sorprendido —. Claro que no puedes comértelo... Kurama, ven aquí —. El rubio giro, pues estaba de lado, y observo en dirección hacia Sasuke —. Kurama, te estoy diciendo que vengas aquí… ¡No puedes comértelo!


Sasuke, de repente, sintió pánico. No veía nada aproximándose a él, pero algo le decía que debería salir corriendo.


Entonces, algo choco contra la piel de su mejilla izquierda, algo un poco rasposo, un tanto caliente y húmedo.


—¡Kurama! — grito Naruto, indignado.


El azabache elevo su mano y acaricio su mejilla, en esta, su mano toco algo viscoso. Ese algo visto le recordó la vez que el fallecido perrito de Ino se lanzo contra él y le lamio toda la cara.


Y Sasuke se quedo de piedra, solo porque su mejilla estaba repentinamente impregnada de lo que parecía ser baba de perro, sino porque sintió algo respirar contra su oreja, y luego un gruñido como de bestia salvaje, se dejo escuchar cerca de su oído.


El de ojos azules observo como su amigo azabache se ponía tan pálido como una hoja de papel.


«No tiene tan mal sabor», dijo una voz en la rubia cabeza del oji-azul.


Naruto sujeto sus cabellos y tiro de ellos. Luego se dio unas palmaditas en las mejillas, suspiro y entonces comenzó caminar hacia Sasuke, lo tomo de la mano y tiro de él. Comenzaron a alejarse de la casa de Naruto, regresando por donde habían llegado. No sin antes, Naruto darle una mirada furiosa a Kurama.


Mientras caminaban hacia los límites del bosque, ninguno de los dos chicos dijo nada. Sasuke aun estaba demasiado shockeado como para hablar, y el rubio demasiado apenado por lo recién ocurrido.


Cuando al fin salieron, Naruto se giro y observo la expresión de Sasuke, parecía como si fuera a salir corriendo en cualquier instante, o peor, como si fuera a desmayarse.


—Perdón — dijo el rubio —. Kurama está muy molesto porque fuiste sin avisar. Quería mostrarte la casa por dentro, pero será mejor otro día —. Su voz apenada —. No pienses que es así de gruñón todo el tiempo, normalmente es muy tranquilo y tierno. Es solo que no confía mucho en ti… ¡Pero yo si lo hago! — se apresuro a agregar —. Voy a bajarle la cólera y convencerlo de que puedas venir para mi día de descaso, ¿Te parece?


Observo el rostro de su amigo, Naruto tenía un poco de miedo. No quería que Sasuke se alejara de él por el tremendo susto que Kurama acababa de darle. No quería que Sasuke se apartara otra vez de su vida.


El azabache tardo unos segundos en responder, sacudió la cabeza y observo los azules ojos de Naruto.


—Por supuesto — dijo —¿Qué día descansas?


A Naruto se le ilumino el rostro. Sonrió ampliamente.


—Pasado mañana — informo —. Puedes venir a este mismo lugar, yo estaré aquí, esperando. ¿A qué hora puedes?


—¿Te parece a las diez?


—¡Sí!... ¿Te acuerdas de esa caída de agua en la que nos bañábamos cuando éramos niños? — Sasuke asintió —. ¡Todavía esta! así que podemos ir. Claro, si tú quieres.


—Suena estupendo.


—¿De verdad?


—Por supuesto.


Naruto volvió a regalarle una de esas grandes, resplandecientes y hermosas sonrisas suyas.


—Entonces nos vemos — dijo.


Sasuke elevo su mano y acaricio la mejilla de Naruto, el chico se sonrojo levemente.


—Nos vemos — respondió.


El rubio sonrió de medio lado mientras veía como Sasuke se alejaba más y más, hasta que ya no pudo verlo. Elevo la mirada hacia el cielo, los tonos en este eran entre naranja y carmín, un muy bonito anochecer. Observo una vez más el lugar por el que el azabache se había ido, suspiro y sonrió. Luego su expresión cambio, su entrecejo se frunció y las venas de sus sienes se hicieron visibles.


Kurama sí que lo iba a escuchar.


 


Eran las diez de la noche y Sasuke al fin llego a su casa, luego de haber estado en la casa de Sakura, cabe decir que no dijo ni una sola palabra mientras estuvo allí, simplemente se dejo caer boca abajo en la cama, y cerró los ojos tratando de dormir para alejar los recuerdos de lo ocurrido en el bosque, lo cual funciono. Entonces se despertó y los recuerdos volvieron.


Su rostro estaba pálido, su expresión afligida. Se veía tan lamentable, que cuando Itachi lo vio, no pudo evitar alzar las cejas y quedarse callado mientras el chico subía por las escaleras, directo hacia su habitación. Mientras el ojeroso se pregunta qué rayos le había pasado, para tener cara muerto en vida.


Sasuke, recostado en la cama de su habitación, se repetía una y otra vez que lo que había sucedido en el bosque, no podía ser verdad. Lo más seguro era que su mente estuviera jugándole una mala pasada. Solo podía tratarse de eso.


Pero algo en lo más profundo de su subconsciente le decía que debía empezar a creer nuevamente en que todo lo que Naruto decía, era verdad.


 

Notas finales:

Y eso jue todo…


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


Wahaha… ¡No se lo esperaban! ¡Estoy completamente segura! Dkjfñaslkjfñeisñeis, bueno, pero si si… ándele que ustedes si saben cómo pienso. Heheheh… Pobre Sasuke. Pero eso le pasa por medio incrédulo hahaha. Naruto mi vida… Creo que Itachi necesita unas buenas patadas en la cabeza.


Ah mi semana fue equilibrada. Primero, mi hermana conecto su celular a las bocinas de mi hermano y puso una canción que me hizo mierda, y esta decía en el coro esto: Hubiera deseado estar, y un día más contigo pasar, pero aunque ya no estés aquí, te veo en el cielo, te veo en el cielo. Aun es que perderte me duele más, los años que no estuve a tu lado, quiero correr hacia ti, te quiero enseñar, lo que he logrado. Pues lo que más duele, es ya no poder vivir junto a ti.


Hubiera deseado estar, en tus brazos otra vez, aunque ya no estés aquí, allá te abrazo, te abrazo en el cielo. (y después sigue lo mismo que arriba desde, Aun es que perderte…)


Solo un minuto nada más; hubiera querido decir: te amo, mas te lo diré, allá en el cielo, allá en el cielo. (lo mismo que arriba, otra vez)


Quizá algunos saben pero otros no, pero mi hermano falleció en Julio, así que esta canción enserio me hizo sufrir mucho, y no puedo sacármela de la cabeza.


Segundo: mi madre al fin me hizo el vendito postre por el que estuve rogándole que hiciera, aunque para ser sincera, la mayor parte la hice yo, porque a ella le daba hueva. Se llama: Mollete.  Es muy rico y me encanta.


Terecero: nos peleamos con mi hermana y mi mamá. Es que mi madre consciente mucho a esa tonta, a mi me regaña por un berrinchito y hasta me quiere pegar, pero a mi hermana no le dice nada. Se suponía que teníamos que hacer algo entre las tres, pero como a mi hermano no le dio la gana, mi mamá tuvo que hacer la parte de ella. y eso como me cae mal. Si mi hermana dice que no, bueno, pues no. pero si yo digo que no, incluso si solo es por molestar, porque siempre termino haciéndolo, mi mamá ya esta gritándome. Dfjasñlkfjasñd


Cuarto: nos arreglamos. Hahaha, aquí nadie se molesta más de un día. Hahaha. Además de que vino Hami, el novio de mi hermana, y obviamente ella  no podía verse molesta. Sldfjasldf… los sábados vamos a las canchas, mi mamá y mis dos hermanas juegan baloncesto en un equipo, hay cuatro equipos y están haciendo como un mini campeonato. Son buenas lo peor de todo. ¿Yo? Nel. Lo mío es dibujar, escuchar música, escribir y leer.


Wenu, ya seguramente ni lo leyeron o les aburrió. Por cierto, como dije en las notas de otro fic, estaba pensando en dejarles mi Whatsapp, por si querían hacer algunas preguntas respecto al fin, si quieren, claro.


Yo espero y el cap., si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto, y espero que esta vez no se borren. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que ángel cuide de su inshes almas, besos y abrazos para todos, amor y paz…


Bye.


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