- ¡Ohayo Minna! - Saludó Lena al llegar al salón.
- ¡Buenas Lena-chan!
- Buenos días Lee-san
- Buen día Lena.
Me recomienda juntarme con Bookman cuando ella misma es tan popular, es decir, recibió cálida respuesta de casi cada alma presente en el aula. En teoría debería serme más sencillo socializar en su circulo de amistades ya que la conozco desde hace mucho, antes me lleve bien con un par de sus amigas antes pero de compañeros no pasamos, si no me funcionó bien en secundaria no creo que me funcioné ahora, sin mencionar que probablemente quiera que me acerque más a los chicos también ya que ella tiene en su mayoría amigAs...
Suspiré y escanee rápidamente a nuestros compañeros. Lohfa me saludó tímidamente con la mano; parece que hay gente tanto o más introvertida que yo; a su lado Rikei sonrió y Shifu asintió, yo simplemente les devolví la sonrisa por cortesía. Parece que la chica de cabello corto negro no ha llegado, no la he visto desde ayer que me puso en una posición incómoda... justo trataba de olvidarme de ella pero ahora que lo pienso, se me hace conocida de algún lugar, aunque no puedo apuntar el dedo a una dirección.
- Vamos Allen, tu también debes saludar - Dándome un suave codazo ella me susurró sacándome de mis pensamientos.
Ignorándola sujeté con fuerza mi mochila y me adelante a ella.
-Aquí vamos segundo día.- Pensé llegando a mi banco.
Mi lugar estaba junto a la ventana y desde ahí podía ver el triste cerezo en medio del patio, desearía que fuera primavera para verlo resplandeciente como aquel que veía con Mana... dejando la nostalgia junto con mi mochila miré a mi costado. Increíblemente cierto pelirrojo parecía haber llegado antes que nosotros. Probablemente ayer había sido un caso especial, no se, tal vez fui rápido en juzgarlo de irresponsable, aunque con su actitud tampoco es que se ayude mucho que digamos.
- Buenos días Bookman.
Decidí hacerle caso a mi amiga saludando al menos a mi vecino de pupitre. La sonrisa en su lugar. Él se giró a verme levantando su rostro de entre sus brazos cruzados, parecía que yo acababa de matar su aburrimiento porqué cambio esa expresión de sueño a una de ligera sorpresa, como si no se esperara mi saludo.
- ...Lavi.
- ¿eh? - Respondí un poco confundido.
- Puedes llamarme solo Lavi. - Reafirmó sonriendo mientras recargaba su barbilla en su mano. Irradiaba confianza así que...
- Entonces... puedes llamarme solo Allen - Respondí valiente mirándole a los ojos.
No voy a negar que había una súplica escondida en mis palabras, solo espero que de ignorar mi tono al menos no ignorara la mirada de esperanza que decidí mostrarle.
- ...Buen intento Moyashi-chan jajaja - Río con gracia.
*aahh*
Suspiré no esperando que accediera en primer lugar y me regresé para buscar el libro de historia de la primera clase, Miss Lotto no tardaría en llegar.
- Rayos - Renegué por lo bajo mientras seguía buscando un libro que por lo visto no había guardado la noche anterior.
- ...¿Olvidaste tu libro? - Me preguntó Bookma-emm Lavi.
¿Estará realmente bien que lo llame solo así?
- Estaba seguro que lo había metido a mi mochila. - Respondí.
- Podemos compartir
- ¡Ah eso sería genial!
- Aunque yo tampoco traje mi libro jeje.
Reventó el globo de ilusión tan pronto había comenzado a inflarlo.
- umm... - Un ligero tic se presentó en mi ojo. ¿Porqué lo ofreces entonces? le reclamé mentalmente.
- Pero no te preocupes. - Cruzó los brazos sobre su cabeza y sonrió infantilmente. No me inspiró mucha confianza.
No me imaginé que le pediría él libro a otro para compartirlo conmigo, el pobre dueño fue obligado a buscar a otro para compartir libro también... Bueno no debería quejarme ya que me ayudo y además a nuestro compañero no pareció molestarle. Probablemente están acostumbrados al comportamiento de Lavi, consiguió lo que quería sin traba alguna. Puedo imaginar que no es la primera vez que pide un favor así.
Sin más problemas llegamos a mitad de clase.
- pssss - Me llamó y me mostró un garabato en su libreta.
No estaba muy seguro pero creo que eso era un viejo panda enojado. No se ni porqué me estoy riendo.
- ooh... - Me miró con ligero asombro y movió de nuevo el lápiz. - Mira este - Susurró.
Era un conejito de cara graciosa con la lengua fuera. Parecía el tipo de expresión que el hermano de Lena ponía cuando creía que sus planes saldrían bien. Casi puedo ver a Komui diciendo "déjenmelo a mi" y eso se me hizo más hilarante.
- pftt jajaja - Tuve que cubrirme la boca para ahogar mi risa pero parece que no fue suficiente.
- ¡Bookman, Walker! si-silencio... Atiendan a la clase po-por favor.
Parecía que le había costado un poco de trabajo a Miss Lotto el llamarnos la atención, no era el tipo de maestra regañona así que naturalmente todo el salón giro en nuestra dirección. Por extraño que parezca no me molestó como siempre la atención innecesaria en ese momento.
- Nos han regañado por tu culpa... - Le reclamé susurrante y sonreí. - ...¿Qué? - Le pregunté en voz baja para evitar otro regaño.
¿Por qué parece tan intrigado desde hace un rato? además esa expresión y aquel brillo de maravillado en esos ojos verdes atrayentes. No me había dado cuenta de mi propio gesto hasta que...
- Nada, es solo que... esa si fue una sonrisa real. -
Bueno, eso me desconcertó, bastante debo decir.
- Ayer le ofreciste una sonrisa a todo mundo, pero ninguna parecía sincera... - Completó.
Internamente estaba en shock, ¿Cómo pudo él darse cuenta? Ni la misma Lenalee puede descubrirme tan fácil y eso que ella me conocía prácticamente de toda la vida. No puedo decir que no confío en ella, es cómo una hermana, es mi familia y la aprecio pero cuando yo así lo quiero nadie puede ver a través de mi, nadie. Por eso me preocupa, él solo me conocía de un día. ¿Cómo podía discernir la diferencia?
Tal vez bajé la guardia demasiado.
- Nos regañaran de nuevo. - Advertí, la sonrisa previa se había desvanecido de mis labios.
Después de recuperarme, con una expresión más neutral juro que traté de no sonar demasiado frío u hostil, aunque puede que no lo lograra. Él no volvió a decir nada por el resto de la clase.
...
¡RIIIIIIING!
...
- ¿Y qué tal tu segundo día? - Preguntó Lena cuando ya nos habíamos sentado a comer nuestro lunch.
La terraza del techo de la escuela invitaba a sentarse en las encantadoras y blancas bancas desperdigadas estratégicamente. El mismo pensamiento de la mañana: quisiera que ya fuera primavera. La vista panorámica en primavera probablemente sería mejor porque ahora solo se alzaban las ramas prácticamente vacías del sakura en el medio del patio; quisiera que fuera primavera pero aún es otoño y todavía quedaba una estación más. El viento aunque ligeramente frío soplaba agradablemente, un par de semanas más y sería invierno así que teníamos que aprovechar antes de que el frío nos impidiera disfrutar a nuestras anchas del exterior.
- Llevadero. - Respondí hincando el diente en el yakisoba pan que me había comprado en la cooperativa.
- Umm okay~ - Canturreo ella como hace siempre cada vez que tiene segundas intenciones.
- ¿Qué?
- Me pareció que te llevabas bien con Lavi, ¿de que reían en clase?
- Ah eso umm... - Tragué otro bocado que acababa de morder. - Me enseñó unos dibujos que me hicieron gracia.
- ... ¡¿Es todo?! - La incredulidad bañaba su voz como una cascada golpeando con toda su fuerza las rocas al fondo de su caída.
- Si, es todo.
- mmm - Desconfiada, no parecía contenta con mi respuesta restándole importancia a ese incidente.
- ¿Qué esperabas escuchar? - No me voy a poner defensivo con ella, pero creo que romperé su burbuja ahora antes de que la infle más.
- No lo se, pensé que te harías su amigo.
Si antes lo había considerado ahora me había decantado a la negativa; con lo que me pasó ayer con el tamagoyaki que le sorprendí comiendo en clases y lo de hoy, no me voy a arriesgar, no de nuevo.
No lo voy a evadir, obviamente no es buena opción, pero no bajaré mi guardia de nuevo.
- Vamos Lena, no quiero que te pongas celosa, tu ya tienes mi corazón. - Le dije bromeando.
- Oh vaya Allen, me alagas y claro que ya lo sabía pero...
- No puedo depender de ti todo el tiempo, necesito confiar más en las personas y relacionarme o terminaré amargado viviendo solo con 15 gatos, etcétera etcétera.
Le corté el rollo imitando uno de sus sermones y la miré de reojo. Ella cruzó los brazos y me lanzó una mirada, realmente odia que le haga eso.
- Jeje - Reí suavemente. - Okay, que conste que después de Timcanpy me la pensaré antes de adoptar otro gato, no pensaría en otros 14 y mucho menos al mismo tiempo, por esa parte despreocúpate...
Timcanpy es un gato rubio que Mana le regaló a Cross. Cuando comencé a vivir con él me contó que originalmente Mana lo había adoptado para que fuera nuestra mascota, iba a ser una sorpresa para mi pero resultó que el dueño de nuestro apartamento no permitía animales. La criatura le tomó cariño a Cross, quien lo estuvo cuidando días antes de la supuesta sorpresa y este termino por quedárselo. Claro que me enteré de esta versión años después porque Mana no quería que me decepcionara diciéndome "Lo siento Allen, íbamos a tener un gatito pero siempre no por que el casero es un idiota", o eso dijo Cross.
Francamente, no se como fue que Mana lo convenció de quedárselo, esa bola de pelos es bastante curiosa e inquieta y ha roto varias cosas. Es molesto como le encanta revolver los botes de basura y mordisquear los cables de mis cargadores, y no se de dónde rayos las saca pero siempre deja servilletas en su agua, también deja restos de cuantos bichos caza en la entrada de mi cuarto, lo peor no son las patitas de cucarachas si no las pobres lagartijas, pobres lagartijas. Igual tiene una estúpida manía por morderte cuando quiere atención y adora robar comida, ¡mi comida!... Si, positivamente suena como un engendro de satan, gato problemático en toda regla, pero ese es Tim y definitivamente no lo cambiaría, parece tonto pero realmente me escucha cuando le cuento las cosas, deja que lo acaricié y lame mi mejilla para distraerme cuando llevo un rato pensando cosas no muy agradables. es mi gran amigo y un recuerdo viviente de Mana. El día que Tim ya no esté definitivamente lloraré...
Ops.
Me desvíe demasiado. Antes que me ponga más sentimental retomaré desde dónde me había quedado.
- En cuanto a la parte del solo, triste y amargado...
Regresé mis ojos hacia el patio de la escuela en la planta baja, cierto chico pelirrojo iba pasando y pareció girar en mi dirección.
- Lo solucionaré antes de los 30, lo prometo. - Concluí fingiendo no haberlo visto pero aún evitando la mirada de ella.
- ¡Agh! - Suspiró algo exasperada cerrando sus ojos para calmarse. - Mas te vale, y ya que estas en eso agrega a tu lista encontrar pareja. ¡Quiero que nuestros futuros hijos jueguen juntos como nosotros!. - Farfulló cortando ahí su rollo. Sabe cuando no seguir presionando.
- ¡HAI! - Exclamé llevando la mano a mi frente como soldado saludando a su superior. Lenalee rió.
- Aunque podría ser solo el Tio Cool.
- Primero tienes que ser cool para eso.
- Jeje, siempre puedo sobornarlos con dulces y juguetes.
- Cielos Allen, que voy a hacer contigo.
Obviamente una pregunta retorica, por lo menos había desviado su atención de un tema que no quería tocar, aunque estaba seguro que ella no lo olvidaría tan fácil al menos me había comprado un poco de tiempo para pensar cómo debía tratar con Bookman.
No lo llamaré por su nombre.