-¡Kim Tae Hyung! ¡Deja de ignorar a tu madre y baja en este momento!-
El chico de 18 años rueda los ojos y suspira hondamente y solo sube el volumen de la música que se escucha a través de sus auriculares. La puerta está sonando pero no puede escucharla.
-Tae-llama la persona que entra con cuidado, el menor voltea la vista a la puerta, no porque la haya escuchado sino por el cambio de luz. Cuando ve de quien se trata, simplemente regresa su vista al techo.
-Solo vete de aquí-dice a través de la música sin escucharse a sí mismo, cerrando los ojos de nuevo.
-Tae Hyung-llama de nuevo y desconecta los audífonos del celular alejándolos del alcance del rubio.
-¿Qué quieres Jin?-
-Te he dicho que debes llamarme hyung-dice frunciendo el ceño pero luego sonríe-Mamá dice que bajes a comer, cocinó la comida que más te gusta-
-No tengo hambre, y tengo mucha tarea. Pero dile que gracias-dice quitándole sus audífonos de la mano.
-Papá está muy enojado y…-
-Gracias, hyung-dice dándole una sonrisa para luego colocarse sus audífonos e ignorarlo de nuevo.
Jin sonríe con nostalgia para salir de la habitación y recargarse en la puerta. Saca su celular y marca el segundo número que tiene como marcación rápida.
-¿Jin hyung?-
-N-Nunca va a perdonarme, Nam Joon-
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-Jin, hoy tenemos una sorpresa para ti-dijo la mujer con una enorme sonrisa a su hijo de 18 años-Hemos estado esperando por esto, mucho tiempo-
-¿Una sorpresa?-respondió con una gran sonrisa el pelirosa-¿De qué se trata?-dijo dejando a un lado su celular.
-Vamos, una sorpresa no es una sorpresa si te decimos de lo que se trata-le respondió su padre revolviendo sus cabellos.
-Uhm, bien-dijo inflando las mejillas-¿Pero cuando sabré?-
-Hoy por la noche-su madre le contesta terminando de beber su café-Cuando volvamos de la empresa, la sorpresa vendrá con nosotros-
-Bien entonces… Papá…-dijo el menor poniendo su mejor sonrisa hacia su progenitor.
-¿Qué quieres?-le contestó inmediatamente el señor-Cuando pones esa carita de borrego a medio morir, significa que quieres algo-dijo dejando su periódico a un lado.
-Bueno… tú sabes que me gusta tomar polaroids-comienza a excusarse-Quiero la nueva Snap+ No cuesta mucho-se apresuró en excusarse de nuevo-150 dólares solamente-
-150 dólares solamente, aquí están-su padre le contestó sacándolos de su cartera y pasándoselos-Solo no quiero ver que te los gastas en otra cosa-
-¡Por supuesto que no!-Jin se levantó y abrazó a su padre por la espalda-¡Los veo por la tarde!-dijo tomando su mochila para salir a la escuela.
-Este muchacho-su madre sonreía viéndolo salir-¿No crees que lo consentimos demasiado?-
-No por ahora-
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-¿Estás listo, TaeTae?-
-Estoy emocionado, hyung-decía el chico de 15 años metiendo todas sus pertenencias en su maleta-Los señores Kim, me agradan mucho-
-Me agradan también, además de que tienen un hijo, será divertido-
-¡Va a serlo!-respondió gritando el rubio-No puedo esperar por esto-
-Tienes que prometer mantenerte en contacto-
-Lo prometo-contestó levantando su mano en señal de promesa mientras le daba una de esas sonrisas cuadradas que le gustaban a todos.
-Tae Hyung. Vamos, ¿Ya estás listo?-
-Ya lo estoy-anunció poniéndose de pie y cerrando su maleta-Supongo que nos veremos luego, hyung-
-Voy a extrañarte, V-dijo el otro chico dándole un cálido abrazo.
-Vamos, vamos que los señores no tienen todo el tiempo del mundo-apresuró la mujer.
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-Mamá-se quejaba el menor afuera de su casa, hablando por celular-Olvidé las llaves y supuse que ustedes estarían aquí para cuando llegara-
-Cariño, lo siento, vamos llegando-contestó la mujer del otro lado.
-¿La sorpresa viene con ustedes?-preguntó emocionado.
-Algo así, cariño, voy a colgarte. Ya estamos llegando-
Justo cuando la mujer colgó el auto de su padre se estacionó frente a él haciéndolo sonreír ya que llevaba al menos 30 minutos esperando allí afuera.
-¡Estamos aquí!-anunció la potente voz de su padre al bajar del automóvil-¿Compraste la polaroid?-preguntó serio.
-Por supuesto que si-dijo el pelirosa con una sonrisa levantando una bolsa en sus manos-No puedo esperar a probarla-
-¿Algún día nos enseñaras algunas de esas imágenes?-
-Lo siento, pero son reservadas para mis futuros hijos-
-Con cuidado-escuchó la voz de su madre haciéndolo girar su vista en dirección a ella.
Su ceño se frunció en confusión cuando observó a un chico, más bajo que él, estaba batallando con su gran maleta y por poco cae si no fuera por su madre que lo ayudó.
El chico se puso de pie correctamente de nuevo con una sonrisa peculiar en el rostro, sonriéndole a su madre.
-Debes ser más cuidadoso, Tae-
-Lo seré, señora Kim-
-Ya dije que debes empezar a llamarme mamá-se quejó su madre.
-¿Llamarte mamá?-preguntó Jin aún más confundido sin gustarle el rumbo que estaban tomando las cosas-
-¡Oh! Cariño, hablaremos de eso, pero primero vamos a entrar. ¿Podrías ayudar a Tae Hyung con una de sus maletas?-
Y así con la confusión en su cabeza y sin pensar mucho le ayudó al chico a ingresar su maleta a la casa.
-¡Woah! Todo es muy grande-exclamó sorprendido el rubio.
-¿Quién es él?-preguntó por fin tomando asiento en el sofá frente a sus padres-¿Algún familiar que viene a pasar las vacaciones?-
-No, cariño. ¿Recuerdas la sorpresa que teníamos tu padre y yo?-
-¿Dónde está?-preguntó emocionado.
-Justo aquí-contestó su padre tomando al rubio por los hombros-Su nombre es Kim Tae Hyung y desde ahora será tu hermano, pertenece a la familia ahora-
-M-Mi hermano… ¿Un hermano?-dijo frunciendo el ceño.
-Sí, un hermano-
Jin observó de nueva cuenta al menor, porque era más que obvio que era menor que él, de cabello rubio y complexión delgada, y esa sonrisa cuadrada que lo hacía ver más pequeño.
-Mi nombre es Kim Tae Hyung, tengo 15 años ¡Por favor cuida de mí, hyung!-habló el menor haciendo una reverencia.
-A-Ah, sí. Yo me llamo Seok Jin. ¿Puedo subir a mi habitación?-
-¿Eh? Claro-le concedió su madre extrañada.
-Parece que no le caí bien-mencionó.
-Claro que si-le animó la mujer-Solo es que, Jin está acostumbrado a estar solo en casa, tal vez sea eso-
-Pero verás que con el tiempo va a acostumbrarse y verás la gran persona que es-
-Eso espero de verdad-
-Ahora, ¿Tienes hambre?-la mujer preguntó.
-¡Bastante!-
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Los días continuaron pasando, Jin realmente no estaba acostumbrado a vivir con alguien más a parte de sus padres, además de que mucho menos estaba acostumbrado a tener un “hermano” y menos uno como Tae Hyung. Vamos, que él mismo era muy alegre e inquieto, pero el pequeño se llevaba el premio al primer lugar, era tan inquieto y tan… molesto. Justo como en esos momentos, cuando él se dedicaba a preparar un pastel y el rubio no dejaba de meter las manos en todo.
-Tae Hyung, deja de meter las manos en todo-dijo ya un poco cabreado.
-Oh, lo siento, hyung-se disculpó el menor lamiendo su dedo y alejándose unos cuantos pasos atrás-¿Ya casi va a estar listo?-
-Listo para meterlo al horno, si-
-¡Ya quiero probarlo!-
-No grites, soy el único que está aquí-
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-¡Kim Tae Hyung!-grito el mayor rojo de la cólera-Te dije que no mezclaras colores al meter la ropa a la lavadora.
-¡Lo siento, hyung!-se disculpó el menor con una reverencia exagerada.
-Nada de “lo siento” ¿Cómo voy a usar esto de nuevo? Dime-dijo extendiendo su par de pantalones favoritos-Esto no lo conseguí aquí-
-Deja de gritarle ya, Seok Jin-su madre lo regañó-Cuando vayamos de nuevo puedes comprar un par más-
-¿No vas a reprenderlo?-preguntó molesto aún más.
-No fue con intención, ¿cierto Tae?-dijo acariciando su cabello.
-Claro que no, mamá-
-¿Lo ves?-
-Como sea entonces, iré a mi habitación-
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-Jin hyung-decía el menor parado en la entrada.
-¿Mhm?-murmuró un somnoliento chico retorciéndose sobre las almohadas para luego observar el reloj en su cómoda-Son las 2:35 am Tae Hyung-se quejó abriendo un poco los ojos-¿Qué quieres?-
-Tengo miedo-dijo el menor de ambos-Sé que tengo 15 años, pero no estoy acostumbrado a dormir solo… ¿Podría…-
-Ni lo pienses-
-Por favor-suplicó el menor de nuevo-Prometo no perturbar tu sueño. Por favor, por favor, por favor-
-Oh Dios, ya dije que…-
El menor no espero más respuesta y cerró la puerta para acostarse a un lado del pelirosa que miraba todo entre enojado y sorprendido ¿Acaso ese chico no sabía escuchar una negativa?
-Gracias-
-No me des las gracias por algo que no aprobé… y deja de abrazarme-
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Esto de verdad era el colmo. Jin había esperado tanto por ese día, había ahorrado dinero y había conseguido el permiso de sus padres, algunos de sus compañeros y él, iban a asistir a la exposición de polaroids que estarían en Seúl solo por esa noche. Todo iba muy bien hasta que a sus padres se les ocurrió darle la gran noticia de que no podía asistir, tenía que cuidar de su lindo hermanito.
-¡Pero ya tenía el permiso!-se quejaba realmente molesto.
-Ya he dicho Seok Jin-
-¡Pero papá!-
-No importa, puedo cuidarme yo solo…-
-Guarda silencio, Tae Hyung-
-¡Acaba de decirlo!-
-Esto no está a discusión-lo calló su padre de una vez-Siempre hemos cumplido cada una de tus peticiones y te hemos dado lo que pides. Esta vez, tu madre y yo tenemos algo muy importante que atender fuera de la ciudad y es necesario que nos hagas el favor de cuidar a tu hermano, todo es tan simple como eso. Y si te preocupa la exposición, no será la única que vez que se presenten, incluso puedes viajar a…-
-Como sea, ya entendí-dijo resignado el mayor-Ya pueden irse a trabajar-dijo molesto.
-Espera cariño-intervino su madre-Es verdad, Tae ya no es tan pequeño. Tengo una solución para todos. Jin, puedes ir-
-¿Enserio?-preguntó sonriendo el mayor.
-Sí, pero, vas a llevar a Tae Hyung contigo. Es la única manera y si lo vas a llevar quiero que lo cuides-
-No es necesario yo en verdad puedo…-Tae se calló cuando la mirada de advertencia de su padre se lo indicó.
-Está bien-cedió el pelirosa resignándose, al menos no faltaría.
-Tengan mucho cuidado, cariño y no descuides a Tae Hyung. Nos veremos en 2 semanas, te amo-la mujer le dio un beso en la frente haciéndolo sonreír un poco y luego su padre le dio un abrazo.
-Deja de renegar que tu cara tan perfecta se va a arruinar-le dijo en tono de broma.
-Adiós mamá, adiós papá-se despidió por último el menor sonriendo.
-Los vemos luego, cuida de tu hermano-se despiden por ultimo antes de salir por la puerta.
-... Hyung, tu puedes ir solo si…-
-No me digas nada ahora, no me hables por favor-le contestó el mayor comenzando a subir las escaleras-Y ve a cambiarte que no quiero llegar tarde-
-¡Me cambio rápido, hyung!-
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-Oh, no sabía que el pequeño Tae nos acompañaría-decía sonriendo Ken quien venía acompañado de Leo y Ravi también.
-Yo tampoco sabía-responde Jin mirando a su hermano.
-¿Cuántos años tienes, pequeño?-pregunto sonriendo Ravi.
-Tengo 15 años, soy una persona grande-se defendió el rubio haciendo un puchero.
-Es adorable, ¿cierto?-preguntó Ken a su amigo a su lado.
-¡Vamos Leo, sonríe!-animaba Ravi-Es mucho más amable y tímido de lo que parece-le explicó a Tae Hyung quien miraba al serio pelinegro.
-¡Bueno, a lo que veníamos!-ordenó el pelirosa-Tae Hyung, puedes perderte por allí si quieres, solo regresa a este lugar a las 11 ¿De acuerdo?-
-¡Claro, hyung! Te veo luego-dijo robándole un abrazo a su hermano mayor.
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-¿Seguro que está bien?-preguntaba Ken preocupado mirando hacia la calle.
-Sí, te digo que está bien. …l sabe cómo llegar a casa-decía Jin observando también-Ya le mandé un mensaje diciéndole que regresé pronto o me iré sin él a casa. Si no regresa tiene dinero para tomar un taxi-
-Oye, pero ¿tus padres no van a regañarte por eso?-
-No, yo no fui el que desobedeció las indicaciones. Tae Hyung es muy inquieto y muy amigable, seguro hizo algún amigo y está jugando por allí. Una vez le hizo lo mismo a mi madre, luego llegó a la casa por si solo-
-Correcto, entonces nosotros ya nos vamos-se despidió Ken de su amigo, seguido de Ravi quien cargaba a un dormido Leo.
-Nos vemos luego, amigo-
-Hasta luego-se despidió el pelirosa aun buscando por la calle-¿Dónde te metiste Tae Hyung?-dijo frunciendo el ceño.
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-¿Están ya en casa?-decía su madre del otro lado de la línea.
-Sí, ya estamos en casa-respondió Jin mirando al rubio acostado en su cama.
-¿Acaban de llegar?-preguntó su madre en un tono molesto-Y no se te ocurra mentirme, Kim Seok Jin-
-Sí, lo siento. Acabamos de volver-
-La exposición terminaba a las 11, son las 2:00 am… Bien, solo lo dejaré pasar porque ambos ya están en casa, no le diré a tu padre sobre esto-
-Gracias, mamá-
-Tengan un lindo sueño, descansen bien-le dijo por último la mujer mandándole un beso a través de la línea.
-Mamá…-
-¿Qué sucede, cariño?-
-Te amo-
-Yo también los amo, cuídense, hasta dentro de unos días-dijo para terminar la llamada.
Jin se quedó allí un momento con el celular en su oído, mientras acariciaba los cabellos de su hermano.
-…Lo siento, mamá-