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inMORAL [jinkook] por Sou-Tan

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Seokjin comenzaba a odiar la forma en la que Jungkook lo miraba por sobre su hombro cuando sabia que el mayor caminaba detrás de él, la forma en que sus ojos se desviaban siempre hacia la mesa que Jin compartía con Jimin, la profesora de matemáticas; o como lo miraba desde el segundo piso, apoyado en la baranda mientras fingía no observar nada en especifico cuando sus amigos le preguntaban porqué estaba tan distante. Sobre todo, la forma en la que sus ojos su clavaban sobre él mientras sostenía la mano de su novia, Saeron; incluso cuando Jin sólo iba caminando tranquilamente por el centro comercial porque quería un libro nuevo y una rica comida tailandesa.


En fin, Jungkook comenzaba a perturbarlo de una forma que no le gustaba.


O mas bien, si le gustaba, pero pensar en ello no le gustaba. Espera, ¿qué? Bueno, no es como que pudiese pensar correctamente cuando un puberto que extrañamente se siente como el amor adolescente que cualquiera quisiera tener, le está observando como si lo quisiera follar, o descuartizar. 


Se suponía que estaba encargado de los castigados, pero esto parece más algo para torturarlo a él. 


-¿Profesor? 


No recordaba el nombre del joven que le habló, y poco le importaba en ese momento, en el que su mente divagaba entre mil frases de arrepentimiento por haber escogido esa profesión.


A todos les pasa en algún momento.


-¿Profesor? 


-A la mierda, todos se pueden ir. Estoy cansado y ustedes y yo sabemos - se señaló a si mismo y les dedico una mirada de si dicen algo se mueren - que este castigo no ayudará en nada a corregir su tan molesto comportamiento. Así que omitamos las cortesías y hagámonos el favor mutuo de pretender que este castigo nunca existió.


Los alumnos se quedaron pensando un momento, decidiendo entre irse o quedarse porque era la primera vez en todos sus años de educación que alguien que no era el profesor de educación física les hablaba de es forma tan informal. Pero cuando Jin les abrió la puerta para que salieran, sonrieron y dejaron el aula antes de que les dijera que era una broma o algo por el estilo.


Seokjin suspiró, cansado, y deseando internamente que ese repentino ataque de temeridad no les costase un despido. Pero vaya que se sintió bien.


 


-Luce un poco enfermo.


 


-Maldición, Jeon; acabo de tener dos infartos y un paro respiratorio. Todo en un segundo, por su culpa - Seokjin se llevó un mano al pecho y le hizo un ademan al chico para que retrocediera, como en busca del aire que súbitamente había escapado de sus pulmones.


 


Jungkook cacareó, pero eso no consiguió calmarlo. Al contrario, todo lo que venia de ese adolescente de quince años, mas bajo que el por varios centímetros y con escasa musculatura que comenzaba a aumentar gradualmente; todo lo que venía de Jungkook, sólo le generaba una desconfianza descomunal.


 


-¿Que hace aquí? Acabo de ordenarles expresamente que se fueran a casa - se quejó, buscando una forma rápida de ir por su maletín, pero Jungkook bloqueaba su camino y lo ultimo que quería era tener que rozarle, tocarlo o lo que se le compare.


 


El chico dio un paso al frente y Seokjin sintió que el mundo perfecto que construyó con tanto esfuerzo durante años temblaba bajo sus pies, pero no le dio importancia y con hastío indisimulado lo apartó sin dejarle hablar y abrió la puerta, dispuesto a tomarse todas las atribuciones correspondientes a su profesión como educador y los deberes de Jungkook, como su alumno, y lo sacó de ahí sin escucharlo. Agarró el maletín luego de tomarse unos minutos para calmarse, y abrió la puerta al tiempo que el teléfono vibraba en su bolsillo.


 


-¿Yeoboseo?


 


-Hola, tisher, los muchachos y yo vamos a reunirnos en el bar esta noche para bebernos unas cervezas.


 


-¿Es así como invitas a salir a tu mayor, bastardo?


 


La grave voz de Taehyung se profundizó en varias carcajadas, mas queriéndole decir que no le importaba, y no que le parecía gracioso. 


 


-Vamos, quiero saber qué has hecho en durante estos días en tu vida secreta por las noches.


 


Pudo deducir que el chico guiñó un ojo después de decir eso, porque las expresiones de Taehyung eran tan especificas que iban con su tono de voz y podías anticiparlas antes de confirmar tu teoría.


 


-Soy gay, no Batman, zopenco.


 


-Vamos, a que si. No me digas que no hay nada de acción en tu vida en estos momentos. 


 


Jin no quiso, pero soltó una carcajada de todos modos, pero se le esfumaron los colores del rostro al ver a Jeon Jungkook recargado en la pared al otro lado del pasillo, mirándolo. Y se maldijo por tener el altavoz, porque estaba seguro que ese pequeño cotilla lo había escuchado todo desde que salió del salón. Que día tan bonito, de verdad, lo primero había sido el café derramado sobre su perfectamente planchada camisa celeste, el trafico, la falta de su comida favorita en la cafetería y un sinfín de mierdas que le fastidiaron el día, y ahora esto.


 


-Tae, voy a colgar. Estoy ocupado.


Y odio con toda su alma la forma en la que él simplemente suspiró, como cansado de estarlo esperando.


 


-¿No le acabo de decir que es hora de irse?


 


-Quería saber como estaba, ya le dije, luce un poco enfermo - recalcó, sonriente de nuevo.


 


Mentira, todas mentiras. Ese chico estaba tramando algo que lo involucraba y sinceramente ya era demasiado estrés para él como para que el destino o lo que sea que rija el mundo le venga a poner esta piedrita en el camino. Un piedrita con rostro de modelo, pero bastante molesta.


 


-Gracias por tu preocupación Jungkook, pero no es necesaria. Si no tienes algo realmente importante que decirme, por favor vete a casa. 


 


Jin ya no sonaba amable, mas bien comenzaba a perder los estribos. Tenia muchas cosas en mente, y Jungkook actuaba como un detonador. 


 


Casi como si fuese un chiste, el chico se relamió los labios y asintió, las palabras no había calado en él de ninguna forma. Se echó el cabello de la frente hacia atrás y le sonrió, como echándole algo en cara. Jin se dijo a si mismo que hubiese sido mejor tratarlo bien, después de todo era el profe gay que debía cuidar su secreto, y Jungkook conocía ese secreto.


 


 


-Y ve con cuidado, eh.


 


 


- también, Jin-hyung.


 


Seokjin le gritó mentalmente por el tuteo, pero de su boca no salió nada. Esa actitud altanera no era algo a lo que estaba acostumbrado en la escuela, ¿y quién le había dicho que ese era su apodo? Jungkook era peligroso, así que debía mantenerse alejado de él.


 


En su vida siempre había conocido tipos así, esos que son el modelo hetero frente a todos su amigos y familiares, pero si nadie los observaba, siempre estaban dispuestos a jugar un poco. Incluso en sus días de escuela había chico que se la pasaba de coqueto con los profesores en secreto, Jin lo sabía porque era su amigo en ese tiempo. Su nombre era Yoongi y se las daba de machote, pero estaba encerrado en el closet mas grande que Jin hubiese visto jamas.


 


Y Jungkook era extremadamente guapo y encantador, tanto como para hacerlo pensar. No estaba dispuesto a caer en un tonto juego de adolescente hormonal. El teléfono sonó de nuevo y contestó sin ver, suponiendo que era Taehyung, se limitó a gritarle que lo dejara en paz.


 


 


-Yah, idiota, ya se que esta noche en el bar.


 


Del otro lado se escuchó una risa, Jin supo de inmediato que Taehyung no se reía de esa forma. Taehyung se reía como una morsa.


 


-¿Vas a beber hoy, sin mi? 


 


-Yah, Sehun, olvidé que te vería hoy e hice planes con los chicos, pero puedes venir si quieres. - ofreció, sabiendo de antemano que Sehun diría que no.


 


-¿Beber con un montón de aburridos y viejos prematuros? Ugh.


 


-¿Yo soy un viejo prematuro? 


 


-Para algunas cosas, pero tranquilo, para las cosas importantes aun estas en forma. 


 


-Eres un idiota, pero solo porque estoy caliente iré esta noche a tu departamento. Solo deja la llave en la maceta.


 


-Compra comida china.


 


Seokjin se rió fuerte de eso, caminando hacia la salida.


 


-¿Aun no olvidas a Luhan, eh? Y no voy a compra nada, no soy tu papá.


 


-Cállate, su madre cocina rico.


 


-Uh, se nota que te gusta comerte todo lo que la mama de Luhan ha hecho, sobre todo a él.


 


-Hyung, a veces me pregunto como es que te soporto.


 


-Fácil, es porque te gusta cuando te...


 


-No lo digas, estas en altavoz, ¿ y sabes que? Yo compro la comida.


 


Seokjin sonrió con malicia entes de decir sus ultimas palabras y colgar.


 


-Y compra lubricante también, sabes como me pongo cuando bebo vodka.


 


 


-¿Quien es Sehun?


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