Kei corrió a todo lo que sus piernas podían soportar, se supone que no tendría que ir hasta la semana siguiente al hospital, pero esa llamada había terminado por preocuparlo de sobre manera.
Espero calmar su respiración, la enfermera lo miraba fijamente.— Me llamó Tsukishima Kei, vengo por…
—¿Tsukishima Kei? Pensé que no llegaría hasta la próxima semana, mi nombre es Kiyoko Shimizu, soy la enfermera en jefe, espero podamos trabajar muy bien junto.
—Es un gusto, la verdad es que no empezaba a trabajar hasta la próxima semana, me llamaron por una emergencia de un conocido, Hinata Shoujo.
—¿Hinata?... el muchacho del accidente en bicicleta. — La chica de lentes lo observo, esperando encontrar algún parecido entre el muchacho que había entrado cerca de una hora antes y el médico frente a ella, pero no había que realmente los hiciera pensar de que podrían tener algún tipo de relación. —Sígame, luego veremos el tema de los papeles, creo que por ahora desea saber que él, se encuentra bien, aunque no llegó muy bien.
El hospital era realmente bellísimo, además de ser realmente moderno, Kei observó por unos instantes todo a su alrededor, llegaron al área que probablemente corresponde a urgencias, donde se encontró con un joven de cabello naranjo, recostado en una camilla, con una venda en la frente.
—Se rompió la frente, aunque no hay gran daño, pudo partirse el cráneo con el golpe que se dio, pero parece que es un chico con suerte.
—Un idiota con suerte, mejor dicho. — Kei tenía el ceño fruncido, se veía más que molesto. —Soy Kei Tsukishima
—Koshi Sugawara, es un placer, me informaron que el doctor llegaría la próxima semana, que lastima que tuviera que adelantarse su visita a emergencia por esta situación. —el muchacho de cabellos plata parecía suave y gentil. —aún estoy en mi internado, será mi sempai doctor Tsukishima.
—Se lo pido, llámeme Kei, me sentiré más acogido de esa manera. — Kei no solía ser cordial, pero algo en el mayor había provocado una ternura completamente diferente en su pecho, era raro ver gente tan adulta estudiando medicina, podía saber que Koshi era al menos 3 años mayor que él, recién estaba en su internado, mientras él ya había se había especializado hace bastante tiempo.
—Parece que este chico ya está mejor, le hicimos los exámenes pertinentes, no ha presentado nauseas, ni mareos, tampoco sueño posterior al golpe, pero considero que lo mejor sería mantenerlo en observación, voy a firmar su alta, considerando que la familia del paciente ya está...
—Disculpe. — Kei decidió interrumpir. — preferiría que esta noche se quedara aquí internado, yo me haré cargo de sus gastos, la verdad nos mudamos hace menos de dos días y realmente me es imposible verificar que no tenga algún tipo de síntoma.
—Bueno de ser así, solicitare a Shimizu-chan que nos ayude con el papeleo, deme un segundo. — El peliplata dejó a los jóvenes en silencio.
—Kei… lo siento, no quería molestarte, solo quería ver si lograba hacer una entrega más. — el pequeño habló aun con los ojos cerrados. — estoy ahorrando, ya pude pagar la secundaria.
—¿Sí?¿la pagaste o solo tienes el dinero? Si está en tú casa lo volverás a perder. — Kei desvió la mirada, recordando todo lo que sabía de la familia del menor.
—Yo debo ir mañana…por eso cuando vaya a casa esta noche, lo guardare conmigo…
—No te irás a casa, te quedarás internado, en observación.
—Pero me dijeron que estaba bien…
—Un golpe en la cabeza es algo serio Shoujo, puede ser serio y lo sabes, lo mejor es que te quedes, yo me hare cargo de los gastos.
—No eres mi padre, no puedes decidir por mí y lo sabes. —Shoujo subió su tonó de voz, realmente se encontraba molesto por la situación.
—Soy el adulto a tu cargo y mi decisión ya está tomada.
—Pero el dinero…—Se sostuvo la cabeza cuando empezó a sentirse mareado. —me palpita…—Kei se acercó a su lado y lo obligó a recostarse nuevamente.
—Es mejor que te quedes en observación, luego veremos el tema de dinero, por ahora te pido me hagas caso.
Los ojos de Shoujo estaban llenos de lágrimas, el rubio desvió la mirada, simple hizo los trámites y firmó los papeles necesario para ingresar al menor, quien rápidamente había cerrado sus ojos y se había dormido.
Kei se despidió de forma cordial, pero guardando las distancias tanto de las enfermeras que se encontró en su camino, como se Koshi, sentía el estómago apretado, le había bajado el azúcar, la verdad es que no había comido bien ese día, pensó en la opción de la cafetería, pero la verdad quería llegar a su casa y terminar de arreglar los desperfectos que habían encontrado junto con Keiji.
Se apoyó en su auto, sacó un cigarro y simplemente le dio una calada, sintiendo la nicotina llenando sus pulmones.
—Disculpa…—Kei levantó, encontrándose con unos profundos ojos negros. —vecino, no creí encontrarlo por estos lugares ¿tienes alguna emergencia?
—Kuroo-san
—Te lo pido Tsukki, no seas tan formal conmigo, solo soy 2 años mayor que tú, además no respondiste mi pregunta.
—Nada de qué preocuparse, además de este será mi lugar de trabajo, así que realmente me verás seguido por este lugar, seremos compañeros, señor abogado.
Kuroo sonrió recordando el encuentre de esa mañana con el rubio, la verdad es que habían tenido una pelea, cuando el pequeño gato de Kotaro se había metido por la ventana del rubio y se había quedado durmiendo en su cama, junto al de lentes.
—Kotaro se sentía realmente mal por lo del gato, dice que realmente no era su intención que el pequeño terminara durmiendo con un extraño.
—No te preocupes, al final es solo un animal, y nuestras casas tienen unas extrañas uniones, los árboles, las cercas y todo parece que quiere que olvidemos la división entre nuestros terrenos.
—Bueno, legalmente puedo asesorarte con eso…
El moreno vio como el de lentes terminaba su cigarro, mientras agregaba. —El cabello del muchacho es hereditario, ¿no?
Kuroo lo miró con los ojos muy abiertos. — ¿Cómo lo sabes? — Kotaro odiaba su cabello desde que era niño, incluso le había pedido permiso para teñírselo en reiteradas ocasiones, pero el moreno se había negado, asegurando que no podía rechazar algo que era parte de él.
—Cuando estuvo frente a mí, él se veía avergonzado, se cubrió con la capucha, escondiéndose a sus espaldas, realmente me llamó bastante la atención que un muchacho que lleva así el cabello pudiese tener problemas de personalidad, creo que por lo mismo asumí que era genético.
—Lo es, es el cabello que tenía su madre, me ha pedido en varias oportunidades que le permita teñirse el cabello, pero la verdad prefiero que tome la decisión cuando sea por algo más que las burlas de los chicos de la escuela.
Kei medito un poco las palabras del moreno, al principio, cuando había visto al moreno correr con un vaso de agua solo para mojar al menor, o cuando había recibido el gato en sus manos esa mañana había pensado que le parecía tonto que un hombre como el pudiera ser un padre responsable, pero después de lo dicho pudo ver que realmente era un buen hombre.
—Yo debo hacer la cena, pero me gustaría que tú y tu hijo vinieran a comer con nosotros esta noche. — Kei lo miró con los ojos muy abiertos
—Hablaré con Keiji, ten. — Kei le acercó una tarjeta, a las manos de Tetsuro.
Repentinamente, un escalofrío recorrió su espalda, para Tetsuro la sensación era conocida, ese palpitar en su pecho, era increíble, pero después de tantos años alguien volviera a hacerlo sentirse como un adolecente enamorado.
Por su parte Kei miraba su mano, el esperaba una vida tranquila, pero al parecer nada de eso sería posible en su nuevo hogar.