Heechul se asomó por la puerta de la recámara antes de apresurándose a bajar las escaleras hacia la recámara de Luhan. No se molestó en tocar. Estaba demasiado asustado para que le importara.
— Bien, adelante, Heechul. —Luhan estaba sentado en el rincón junto con Baekhyun. Ellos jugaban a las cartas. Heechul pensó que era extraño estar haciendo eso en momentos como éste, pero lo que sea para atravesarlo.
— ¿Quieres jugar? —Baekhyun lanzó sus cartas— Jugamos póker.
Heechul se sentó al lado de ellos, cruzó las piernas frente a él, sus ojos rápidamente fueron hacia las cartas en el suelo. Baekhyun dijo que jugaban al póker pero eso parecía más bien gin rummy. Quizás el chico estaba confundido.
Jaló el cabello hacia atrás y bajó la vista hacia su regazo. La imagen de la cara de Baekhyun cuando vió el cuerpo de Heechul aún lo hacía sentirse inseguro de cómo ellos se sentían con él. Levantó la vista cuando Luhan palmeó su rodilla con el puño.
— Está bien, todos nosotros tenemos nuestras propias cosas. Lo tuyo solo es… diferente. —Luhan sonrió ampliamente.
Heechul vió la inocencia de Baekhyun. — No soy un loco —murmuró.
— Nadie dijo que lo fueras.
No estaba seguro de poder creerle a Luhan. Se sentía como uno. Solo que no quería que ellos lo vieran como uno. La casa entera sabía de su sórdido pasado. Sabían que había sido una puta. Heechul a menudo se preguntaba si alguno de los guerreros no lo veía con aire de disgusto.
En momentos como este, deseaba haber tenido una vida normal como la de los dos chicos sentados frente a él. Que hubiera crecido con una mamá, que lo amara incondicionalmente y no haber sido abusado. Supongo que esas no eran las cartas para él. Heechul se rió cuando levantó una carta. Era el joker. Qué apropiado.
— ¿Vamos a jugar? —Baekhyun levantó todas las cartas haciendo su mejor esfuerzo en acomodarlas. Más terminaron en el suelo que las que seguían en sus manos.
— Puedo hacer eso —Heechul ofreció extendiendo la mano.
— Está bien. Tienes que entregar siete cartas a cada uno. Si los números o las letras combinan, las bajas. Pero tienen que ser tres de ellas. —Bekhyn siguió hablando. Está bien, ellos no jugaban póker.
— Hey, Baek, dile a Heechl acerca de tu mamá. —Luhan palmeó la pierna de Baekhyun señalando con la cabeza hacia Heechul.
— No me gusta hablar de ella.
— No lo obligues, Luhan. —Heechul se dirigió al lindo castaño— No tienes que hacerlo.
— Yo solía estar con ese tipo. Su nombre era Sehun. Su manera de decirme que me amaba era con el puño.
Heechul dejó caer las cartas, dándole a Luhan toda su atención.
— Creo que eso era todo lo que conocía. No sabía cómo salir de eso. Entonces Jong In llegó. Niño, eso fue impactante. —Luhan se rió— Prácticamente me dijo que yo era suyo y eso fue todo. Estaba tan asustado de confiar en él, pensaba que podría ser como Sehun.
— Mi mamá era una drogadicta —Baekhyun comentó— Ella siempre nos dejaba a mi hermano y a mi solos. Entonces mi hermano me atrapó y, bueno… —Baekhyn pasó la punta de sus dedos por su mejilla. Una fea cicatriz cruzaba bajo su ojo derecho— Voy a buscar a Channie.
Heechul lo vió irse. El chico se veía triste. — ¿Qué sucedió? —Heechul se giró hacia Luhan.
— Su hermano lo usó como saco de boxeo y casi lo mata. No ha sido el mismo desde entonces. Al punto que estoy tratando de llegar es que todos tenemos nuestros asuntos. Los tuyos no son tan diferentes. ¿Entiendes?
Heechul pensó acerca de eso. Supongo que después de todo, ellos no habían llevado una vida normal. Levantó la vista y vió a Siwon parado en la puerta. Heechul se levantó, dirigiéndose a su pareja. — Te amo, Siwon.
— Eres todo para mí, rayito de sol. Siempre recuerda eso, vales más que mi propia vida.
Bueno, infiernos. Heechul iba a llorar como un idiota llorón si su lobo no se callaba. Se acurrucó en los brazos de Siwon. — ¿Podemos ir arriba?
— Leíste mi mente.
Heechul gritó cuando Siwon lo levantó y lo lanzó sobre su hombro. — ¿Impaciente?
— ¿Qué crees? —Siwon se rió y se apresuró hacia las escaleras— No conseguí la fruta.
— ¿Qué fruta? —Heechul preguntó mientras su pareja pateaba la puerta de la recámara abriéndola— Cavernícola.
— Mi querer a Heechul. Desnudo, tener sexo.
Heechul rodó los ojos ante la mala actuación de Siwon. Su respiración se quedó en los pulmones cuando Siwon lo lanzó a la cama. Su pantalón de pijama y su camiseta fueron rápidamente retiradas. Siwon bajó sus pantalones a los tobillos y luego se sacudió quitándoselos. Su pareja era un dios. Ese cuerpo era para babear y tenía el pene de Heechul saltando a su abdomen en cero punto cinco segundos.
Los caninos de Siwon salieron. Heechul pensó que era lo más sexy que hubiera visto. Su piel comenzó a hormiguear con la anticipación de ser mordido.
Siwon pasó sus manos por las piernas de Heechul. —Tan suave.- Se inclinó hacia adelante mordiendo el muslo de Heechul.
Heechul separó sus piernas, su piel se erizó en piel de gallina cuando Siwon mordió el otro muslo. Heechul pasó las manos por la cabeza de su pareja, sus dedos recorrieron el hermoso cabello del lobo. Tocar a Siwon era mejor que cualquier experiencia que hubiera tenido en su vida. Mejor que el chocolate y golpeaba su sistema rápidamente.
La cabeza de Heechul se movía de un lado a otro mientras Siwon empujaba las piernas hacia atrás. Un sonido escapó de él, inseguro de que fuera humano. Siwon lo hacía perder la cordura rápidamente.
Podía sentir el caliente rastro por la parte de atrás de sus muslos, Siwon lamía y sellaba las heridas.
La mano de Heechul bajó por su abdomen y tomó su pene.
— No lo hagas —Siwon le advirtió mientras pasaba su lengua por la grieta del culo de Heechul. Infiernos, necesitaba bombear su pene para liberarse. La lengua de Siwon estaba haciendo el trabajo por él.
La necesidad de Heechul aumentó cuando la lengua de Siwon recorrió su pene, su lobo chupaba la corona de su pene. Heechul jalaba el cabello de Siwon, su primitiva necesidad de correrse le quitaba toda razón.
Su espalda se arqueó cuando un dedo entró en él. Heechul gritó cuando la doble sensación movió su mundo. Jadeó cuando algo duro se empujó dentro de él. — ¿Qué estás haciendo ahí abajo?
— No te gustaría saberlo —Siwon se rió, se inclinó y miró a los ojos a Heechul— Siente, bebé.
Todo el cuerpo de Heechul saltó cuando su agujero comenzó a vibrar. — Siwon. Oh, Dios, ¿Qué es eso?
— Un huevo vibrador ¿Te gusta?
— ¿Un pato caga en el aire?
Siwon se detuvo a ver a Heechul con mirada intrigada. La expresión del lobo era cómica.
— Hey, no esperes que tenga sentido lo que digo cuando me haces cosas como esta. —Los dedos de Heechul se curvaron cuando la velocidad aumentó. Tenía su boca abierta jadeando por aire cuando Siwon mordió su nalga— Oh Dios—gritó mientras se corría con toda la fuerza de sus bolas, su cuerpo se estremeció con el placer que lo recorría.
— Eso es bebé. Muéstrame lo que te hago. —Siwon disminuyó el ritmo hasta que el vibrador se detuvo. Heechul jadeaba fuerte. No podía recordar ni su propio nombre ahora. Siwon estaba en misión de matarlo con juguetes. Sintió un “pop” y vacío cuando el juguete fue retirado de su culo.
Siwon empujó la lengua alrededor y luego adentro. A ese ritmo, Heechul pronto estaría en coma. Envolvió sus largas piernas alrededor de los hombros de su pareja y empujó duro dentro de su culo ese maravilloso apéndice. — Fóllame, Siwon —Heechul gimió.
Un gruñido vibró en su culo cuando Siwon salió. Heechul rápidamente se colocó sobre sus manos y rodillas cuando su pareja lo giró. — Oh, mierda —Los ojos de Heechul saltaron de sus órbitas cuando Siwon tomó unas esposas del cajón de la mesa junto a la cama. Su pareja se inclinó hacia él y tomó las muñecas de Heechul una por una asegurándolas en la cabecera.
Heechul jaló sus brazos, sintiendo el acero en sus muy lastimados huesos. Siwon palmeó su trasero, haciendo que la piel hormigueara y entonces lo mordió. Heechul gritó. Su sangre se sentía como fuego. Eso era demasiado, demasiadas sensaciones recorrían sus terminaciones nerviosas.
Jaló las esposas de nuevo, desesperado por tocar a Siwon, anhelando sentirse totalmente seguro. Su cerebro estaba haciendo corto circuito.
Cuando Siwon repitió el proceso en la otra nalga, Heechl estaba perdido y se corrió de nuevo. Su cuerpo se estremecía mientras Siwon tomaba su cintura y cubría su espalda.
— Te tengo, rayito de sol. Te tengo. —Su pareja besó su columna. Heechul gemía. Había odiado el sexo hasta que su pareja le había mostrado que no tenía que carecer de sentido. El sexo no tenía que ser frío.
El cuerpo de Heechul se sacudió cuando Siwon empujó sus lubricados dedos en su interior. Su cuerpo se sentía sin huesos. Todo lo que Heechul hacía era gemir. Su frente golpeó contra el colchón cuando Siwon entró en él. Si se corría una vez más los fluidos de su cuerpo iban ser totalmente drenados. Podía sentir su piel estremecerse.
— ¿No puede mi pareja manejar un poco de amor? —Siwon bromeó mientras besaba la piel de Heechul entre cada palabra.
— ¿Un poco? Si aumentas esto tendrás que negociar conmigo para una venta especial.
Siwon tenía una sexy risa. Sus manos apretaban las caderas de Heechul mientras se hundía. Los hombros de Heechul colapsaron cuando Siwon lo mordió. Podía sentir su corazón acelerarse y su boca como un trapo seco. Gritó cuando Siwon tomó su cabello y lo jaló hacia atrás, el dolor y el placer de la mordida lo enviaron al borde de nuevo y disparó hacia las sábanas. Lo único que lo sostenía era su lobo.
— Mío. —Siwon gruñó cuando selló la herida.
— Sí. —Eso fue todo lo que Heechul logró que saliera. Su cuerpo se sentía menos que una bolsa de huesos. Había sido muy bien amado esa noche.
Siwon se tensó y aulló su liberación, envolviéndose en torno a Heechl mientras chorros de su semen llenaban su canal.
Sus muñecas fueron liberadas pero Heechul vagamente fue consciente de eso.
Siwon lo jaló a su pecho y ambos se quedaron dormidos rápidamente.
Siwon trató con todas sus fuerzas de esconder su sonrisa mientras ayudaba a su pareja a bajar las escaleras. Por alguna razón Heechul estaba cojeando hoy.
— No más amor para ti, amigo —su pareja le gruñó.
— Si tú lo dices. —Siwon no pudo contenerse más y soltó una burbujeante carcajada. Su pareja lo miró fijamente— Lo siento.
— Lo apuesto.
Siwon guió a Heechul al estudio. Por qué su pareja con el trasero adolorido quería bajar ahí, estaba más allá de su entendimiento. Heechul había estado gimiendo todo el tiempo que estuvo en la tina, Siwon no le diría, pero se sentía orgulloso. Un hombre siempre lo estaba, cuando su pareja cojeaba después del sexo, entonces lo había hecho bien. Esa era su historia y él se apegaba a eso.
— ¿Estás bien, Heechul? —Baekhyun llegó junto a ellos dándole a Siwon una diabólica mirada.
— No me veas a mí. Heechul se lastimó la cadera jugando a leapfrog
Baekhyun cruzó sus brazos sobre su pequeño pecho, su mirada le dijo que no se lo había creído ni por un segundo.
— Estoy bien. —Heechul soltó la mano de Siwon y se sentó en el sofá.
— Supongo que no quieres jugar con el Xbox. —Luhan se rió y le dió un guiño a Heechul— Jong In me ha dejado cojeando antes.
Heechul palmeó la mano de Siwon cuando trató de colocar un cojín detrás de él. Siwon realmente estaba tratando duro de no carcajearse pero pequeñas risas se le escapaban.
— E.Den y Baekho regresaron. No tuvieron suerte en rastrear al elusivo y psicótico Ji Hoon. —Chanyeol le informó a Siwon.
— Cometerá un error. Daremos con él. —Siwon no estaba seguro si era para calmar a su comandante o a él mismo. Todo lo que sabía era que nadie se iba a acercar a su pareja de nuevo. Eso lo atemorizaba hasta el punto de quitarle cien años.
— Jugando a esa mierda homo. Ya veo.
Siwon giró la cabeza para ver a Kibum parado en el marco de la puerta.
— Cuida tu lengua, jovencito. Es de tu propio hermano de quien hablas. —Siwon le gruñó al cachorro, dando un paso hacia el jovencito. Quizás podría estrangularlo ligeramente.
Kibum se lanzó hacia él.
Jonghyun sacó a Kibum fuera del camino de Siwon que se lanzaba hacia él. Niño o no, Siwon le iba a enseñar modales al malcriado.
El guerrero Jonghyun levantó a Kibum y lo llevó escaleras arriba.
— ¿Estás bien, rayito de sol?
Su pareja suspiró. — Sí, supongo que hay algunas cosas de las que uno no puede correr lo suficientemente lejos. —Heechul negó con la cabeza— Sé lo que hice para sobrevivir y tendré que vivir con eso. Lo que me preocupa es mi hermano. Cualesquiera que sean los demonios que lo estén acechando, no será capaz de alejarlos. Él tiene que enfrentarlos y tengo fe en que lo hará.
Jonghyun jaló del brazo a Kibum, cuando lo detuvo en la recámara. El niño luchó todo el camino mientras subían por las escaleras, su desafío era increíble. Este jovencito estaba luchando contra todas las personas que trataban de ayudarlo. Jonghyn hacía su mejor esfuerzo por entender lo que Kibum estaba atravesando y darle algo de espacio, pero el ser tan abiertamente cruel estaba mal.
— Aquí es donde vas a dormir. —Señaló la recámara adjunta— Te sugiero que cuides tu lengua.
— Jódete. No eres mi padre. —Kibum jaló su brazo del agarre de Jonghyun.
— Estás en una casa llena de hombres que no toleran tu actitud, ni tu conducta, hasta que puedas adoptar una conducta decente, te quedarás en nuestro cuarto. —Jonghyun le gruñó.
No podía creer que su pareja hubiera atacado de esa forma a su propio hermano. Jonghyun suspiró fuerte, pensando en el largo camino que su pareja y él tenían por delante en la lucha contra los demonios de Kibum.
Fin
CONTINUACION…..