Tragó nuevamente, era la cuarta vez en menos de treinta minutos que lo hacía. Se encontraba de pie frente a la puerta del departamento del castaño pues no se atrevía a tocar el timbre yanunciarse, estaba llegando tarde, la media hora acordada por el menor se había transformado en cincuenta minutos luego de que pasara a dejar al menor y decidiera pasar a una tienda, ya que no quiso aparecerse con las manos vacías. Trajo entretenimiento, ya que de la comida se encargaría mejor Kibum.
Es decir, apenas serían las ocho de la noche, él debía irse a la radio hasta pasadas las once. Era más que seguro que no pasarían todo ese tiempo viéndose las caras, al menos eso concluyó en el viaje, pero ahora se arrepentía de ser tan indeciso y hacer esperar al castaño.
“Vamos Jonghyun, solo debes entrar como que nada sucedió”
Alzo su diestra en posición para tocar el timbre, pero se quedó en eso, sólo la posición, por otros cuarenta y cinco segundos hasta que la vibración en su bolsillo interrumpió su debate interno.
De: Kim Bummie.
-Vienes retrasado~ Debí imaginarlo
19:53.
Eso solo bastó para tensarle los hombros. ¿Estaba molesto?
No le dio tiempo a seguir ahogándose en su vaso de agua pues recibió varios mensajes seguidos casi al instante.
De: Kim Bummie.
-Media hora era poco tiempo para hacer todo
19:53.
-No te preocupes, ¡ya elegí que comer! Es más ya lo estoy cocinando `ㅂ´)/
19:54.
-Cuando llegues entra por tu cuenta, la clave es mi día de cumpleaños, el día de debut y el número de miembros ^▽^
19:54.
“De acuerdo” Pensó. “No parece molesto, es buena señal”.
Inmediatamente soltó todo el aire en sus pulmones, el cual no sabía que había estado conteniendo. Tomó aire nuevamente y abrió el compartimiento de la cerradura para colocar la clave.
“2-3-2-5-5”
Introdujo los números uno a uno con parsimonia, recibiendo el característico sonido de apertura. Se adentró despacio en la casa ajena. Fue recibido por un corto pasillo en el cual, al final del mismo se encontraba una desviación tanto a la derecha como a la izquierda; solo había visitado ese lugar contadas veces por lo que no recordaba bien hacía donde ir.
Esperaba que el dueño de la misma se asomara por la puerta de la habitación en la que estuviera más no fue así, esperó unos segundos, y nada. Se decidió a llamar a gritos a Kibum para que le diera su ubicación, pero algo lo detuvo al momento de abrir la boca.
Una voz. Una canción.
“I heard he sang a good song, I heard he had a style
And so I came to see him, to listen for a while
And there he was, this young boy, a stranger to my eyes”
Esa era su voz, aquel sonido que invadía y tomaba posesión de sus oídos, inundándolos con una melodía sueva cual seda y dulce como la miel provenía nada más y nada menos que del de ojos gatunos.
Por inercia la siguió hacia su izquierda, tomando un corredor a una habitación iluminada, vislumbró una mesa blanca al final del mismo. Supuso era la cocina, aunque no recordaba eso allí la última vez.
“Strumming my pain with his fingers
Singing my life with his words
Killing me softly with his song
Killing me softly with his song
Telling my whole life with his words”
Ante él se encontraba ahora una habitación totalmente blanca, pudo ver a su derecha la sala de estar, a un costado de la mesa que vio anteriormente; volvió su vista a la izquierda, logrando así ver al castaño responsable de su ensoñación. Estaba de espaldas picando ¿vegetales? No podía asegurarlo desde su posición.
Se veía perfecto a sus ojos, con aquellos cables blancos colgando desde su cuello hasta perderse en su bolsillo, conectados posiblemente a su reproductor. Ahora todo tenía sentido, no lo oyó entrar por estar ocupado en su propio mundo musical.
“Killing me softly with his song”
Seguía de pie en medio de la entrada a la habitación, embelesado con aquel ser que tantas sensaciones producía dentro de él. Quería hacerle notar su presencia, pero ninguna palabra cruzaba su mente, es más certero el decir que no podía pensar nada claramente.
- Ya llegaste. -Dijo el menor sin apartar la vista de su labor o quitarse los auriculares. Jonghyun se sorprendió más no lo aparentó.
-Eh… Sí, recibí tu mensaje cuando estaba en la puerta.
- ¡No te oigo, espera!
Luego de decir esto, Kibum apartó el cuchillo que hasta ese momento había estado en su mano para proceder a sacar su celular del bolsillo y pausar la canción que le impedía escuchar a su compañero.
-Ahora sí, ¿Qué decías?
-Dije -Hizo una pausa y continuó. -Que recibí tu mensaje justo cuando estaba en la puerta.
-Ah… No te oí, pero es raro que ellos no te oyeran tampoco. -Habló en referencia a los cachorros que se encontraban recostados a sus anchas en el sofá de la sala de estar. -Qué bueno que pude oler que estabas allí sino me hubiera llevado un buen susto y seguramente una cortada~
Eso último dicho descolocó un poco al mayor. ¿Oler había dicho?
- ¿Olerme, como…? -Manifestó abiertamente su duda, incrédulo.
-Claro, tu perfume. Huele a madera, con una suave esencia de ámbar. -Dijo simple. -Lo has usado por tanto que lo reconocería donde fuera, es increíble que aún lo perciba, aunque me haya acostumbrado a él. Agregó encogiéndose de hombros entre risillas disimuladas, dejando estático a su contrario. ¿Era siquiera posible eso desde la distancia a la que estaban? -No sé cómo explicarlo pero… me es muy familiar; ¿Cómo es que se llama?
- Voyage d'Hermes’. -Habló en un torpe francés. Causando una risa socarrona del oriundo de Daegu. - ¿Qué es tan gracioso?
-Eh, no lo sé… ¿Tú pronunciación quizás?
-Como digas. -Dijo algo ofendido, más divertido. - ¿Qué preparabas? -Desvió hábilmente el tema de conversación.
-Decidí hacer algo práctico ya que te di poco tiempo para venir, o sea, poco tiempo para ir a comprar para mí también. -Ahora fue tiempo del mayor de reír. - ¡Yah, ya lo sé, me di cuenta después! Como sea, estoy preparando pasta con trocitos de salchichas. Perdón si no es mucho, pero la fila para comprar carne era infernal -Añadió inflando los mofletes de manera infantil.
-No te preocupes Key, sabes que si tú lo haces lo comeré con gusto. -Soltó en tono casual Jonghyun hechizado por esos cachetitos redondos frente a él. - ¿Te ayudo en algo?
-Hmm… Pues, ya que insistes. Pero lávate las manos primero, vamos a preparar la masa de la pasta juntos. -Pronunció con autosuficiencia. -Bueno, lo intentaremos.
El tiempo en la cocina paso sin contratiempos, bueno, casi.
-La salsa estará lista pronto. ¿Ya te pusiste la bandita? -Escuchó un “mm-hmm” como respuesta. -Te dije que debías cortar la masa más despacio, era tu primera vez. -Rio suave al ver el puchero formándose en los labios contrarios.
-Pero yo quería hacerlo como tu… -Susurró el mayor balanceándose en una de las sillas cercana a la mesa en medio de la división de la cocina y la sala. Se resignó a simplemente a observar como Kibum enrollaba la masa para luego cortarla velozmente. -Al menos dame algo para hacer. -Suplicó. -Moriré de aburrimiento si sigo sentado sin hacer nada.
Kibum tomó algunas de las espirales de masa que eran el resultado de lo que él había cortado, desenrollándolas frente a los ojos de su mayor, indicándole con la mirada que esa era su nueva tarea. Continuaron cada uno en lo suyo, en silencio, más no uno incomodo como solían serlo sino uno sereno. Una vez ambos terminaron y la pasta se encontraba en el fuego para su cocción llegó el momento que Jonghyun más temía. La hora de romper el silencio para hablar como los amigos que se supone eran, decidió dar él el primer paso, aclarándose la garganta.
-Y… bien…
- ¿Y bien…? -Pudo ver a Kibum alzar una ceja divertido por tan repentino cambio de atmosfera.
-Bueno, ya sabes… ¿Cómo has estado? Añadió, dándose un golpe mental, por supuesto.
-Nos vemos todos los días, sabes que bien. -Replicó serio para luego soltar una risilla suave, desviando la vista al suelo por la misma. - ¿Tan mal estamos que no sabes cómo iniciar una conversación normal conmigo? Continuó, ésta vez posando sus ojos directamente a los ojos de Jonghyun quien no pudo evitar abrir los suyos en demasía; lo había tomado por sorpresa la forma tan directa del castaño para preguntar.
Lo observó suspirar cuando no obtuvo su respuesta.
- Entiendo que sea extraño, todo esto, pero comprende que para mí también… -Algo dentro de Jonghyun comenzó a alertarlo, no sabía porque pero se sentía alarmado. -Yo… Bueno… Es decir, soy consciente de que esto se nos fue de las manos, a ambos, no es culpa de nadie. -Si antes estaba alerta, ahora estaba en pánico, ¿De que hablaba Key? ¿Era de lo que él pensaba? -Pero creo que ya es suficiente. -Lo miró nuevamente a los ojos. -Jonghyun, quiero que arreglemos esto.
Esto, esto, esto, esto. Esa palabra seguía resonando en su interior. ¿Qué quería decir con “esto”?
-Por favor, ya no soporto seguir así. Te extraño. Te necesito hyung. -Jonghyun tragó grueso. La mirada y los gestos de Kibum se suavizaron al punto de que parecía que en cualquier momento rompería a llorar. -Yo nunca quise que las cosas pasaran así, pero tuve miedo de hacer algo y que todo se volviera irreparable pero viendo que de todos modos terminamos así, de nada valió…
La mente de Jonghyun era un enorme caos, ¿Key se refería a…? No podía ser. ¿Había sido él tan obvio sobre sus sentimientos como para ponerlo incómodo, era eso?
-Key, yo no.
-No, déjame terminar por favor. -Suplicó Kibum acercándose más, para mayor nerviosismo del contrario. Se sentó justo frente a él, tomando aire antes de continuar, tomando sus manos entre las propias mientras bajaba la mirada a la vez. – Lo lamento. -Soltó, pareciendo casi como si dejara ir un gran peso.
Se pudo oír el sonido típico del agua hirviendo dentro de la olla que anteriormente pusieron al fuego. Y todo dentro del mayor se derrumbó, es más, él mismo creyó poder oír algo quebrarse.