Despertó a causa del fastidioso sonido del despertador, haciéndole considerar la idea de lanzar aquel aparatejo por la ventana. No estaba de buen humor y los rayos de sol que le pegaban de lleno en el rostro no ayudaban a mejorar sus ánimos
Paso la mano derecha por su cabello. Había tenido una pesadilla. Soñó con aquella anciana diciéndole cosas como-“¡Idiota!” “¿Tanto trabajo te cuesta seguir instrucciones?” “Pensándolo bien esto es bueno” “¿Tienes más mercancía?” – hizo una mueca de desagrado al recordar el arrugado rostro lleno de perversión cuando menciono lo último. No recordaba con exactitud lo que había soñado, pero supuso que no era importante y en parte tampoco quería saberlo.
Tenía que levantarse. Aun estaba deprimido por lo de Chiaki pero estando allí acostado no iba a lograr sentirse mejor. Se baño, se cambio, desayuno un café frio y una manzana a medio comer que dejo el día anterior en la nevera. No tenía ni ganas de prepararse algo decente. Después de estar media hora asomada por la ventana mirando el horizonte se decidió a sentarse en el sofá, a ver lo que sea que estuvieran pasando por la televisión.
- ¿eh? – Exclamo extrañado al mirar su teléfono y ver que tenia 35 llamadas perdidas del mismo número - ¿Sera Chiaki?- el teléfono volvió a sonar y procedió a contestar
- ¿Si? ¿Quién habla?
- ¡Buenos días señor Yanase Yuu!- gritaron del otro lado de la línea. Tubo que alejarse para evitar que sus tímpanos fueran reventados
- ¡! ¿? …… ¿Buenas? – hablo aun aturdido por el grito
- Oh! Disculpe, no era mi intención gritar… es solo que, es solo que por alguna razón me encuentro algo nervioso.
- Ajam “loco” ¿Quién habla disculpe”
- ¡Lo siento! Que malos modales los míos. Soy Onodera Ritsu de la editorial Marukawa , editor de Manga Shoujo. Hablo para preguntarle si podría asistir a una de las mangakas que manejo.
- “trabajo” Claro, ¿Qué mangaka disculpe?
- ……… La que usted elija
- ¿La que yo qué? – Aquel chico era extraño pues ¿no lo habían solicitado?
- Jejeje si, puede escoger es que…. Es que todas ¿necesitan ayuda? Si, ¡Eso es! Necesitan ayuda Ejejeje - reía nerviosamente - ¡Yo me encargare de todo!
Todo aquello sonaba muy extraño. Sin embargo Yuu no era un asistente fijo y trabajo era trabajo. Su sueldo dependía de cuantos lo solicitaron y no se iba a dar el lujo de rechazar a nadie.
- Está bien acepto
- ¿Acepta?... ¡Acepta! Qué bien, entonces podría venir a las oficinas de Emerald y…. - el castaño se detuvo a media frase como si estuviera pensando algo - ¡NO! No venga a las oficinas de emerald
- ¿Podría preguntar el por que?
- Ejeje es que pues jejeje
- ¡ZORRA!- Se escucho gritar a todo pulmón a una segunda voz del otro lado de la línea- ¡Yo había investigado su teléfono! ¡Lo robaste!
- ¡No se dé que me hablas!
- ¡Sí que lo sabes! ¡te vi husmeando en mis cosas! ¡Además me robaste la idea!
- ¡Cállate idiota! ¡Toma esto!
Yuu pudo escuchar claramente el sonido de un plato rompiéndose. Se podía distinguir a aquellas 2 furiosas voces gritando y lanzando insultos. No podía imaginar que alguien que se oía tan tímido tuviera vocabulario de trailero. Podían escucharse objetos siendo azotados fuertemente contra el piso, rugidos, maullidos…… un momento, ¿Rugidos y maullidos? ….. ¡¿Pero qué diablos estaba pasando allí?! Bueno, fuera lo que fuera, se alegraba de no estar allí.
Se escucho un ruido aun mas fuertes y luego de unos segundos de silencio.
- ¡¡AHHHHHHH!!! ¡Mi pierna!
- Pero que diabl…..
- Ejem, disculpe Yanase-san. Soy Kisa Shouta. En mi caso mi mangaka si lo solicito ¿Podría por favor venir y….?
- Trabajara con Motou-sensei
- ¡devuelveme el teléfono
- ¡NUNCA!
*BIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIP*
Se había cortado la llamada.
Después de lo de la anciana loca, esto era lo segundo más raro que le pasaba en el mes. Pero en fin, trabajo era trabajo. Además los editores de Emerald de por si actuaban raro. Cambio de canal pues no podría interesarle menos el comportamiento de la lagartija roja.
Yo soy tu amigo fiel, yo soy tu amigo fiel . ¿Tienes probl….?
Apago de golpe la televisión. Fue mala idea ponerle a Disney Chanel. No necesitaba deprimirse más. Iría de una buena vez a Marukawa a ver que querían exactamente, tomo las llaves de su casa y se marcho.