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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

Hola!!

Estoy muy contenta porque seguimos creciendo en wattpad y estoy segura que aquí también, para celebrar les dejo esto. (clik para ver)

baile

Estaba hablando con mi Beta sobre hacer un grupo en face o una página para poder hablarnos con más fluidez y así poder anunciar nuevos proyectos o hablar sobre teorías locas, no lo sé, ser más cercana a ustedes.

Aquí el cap de la boda! espero que les guste.

—Despierta…

 

 

Sasuke miraba con infinita ternura a Naruto mientras este se hacía bolita contra él, parecía que el pequeño Omega estaba disfrutando mucho sus horas de sueño, pero la mañana estaba en su apogeo y si Sasuke no se equivocaba, era el día de su boda, así que, si Naruto seguía durmiendo así nunca llegarían a tiempo a la ceremonia.

 

 

Volvió a moverlo ligeramente intentando despertarlo y al fin logró ver abrirse esos ojitos azules adormilados que lo miraron fijamente para después regalarle una suave sonrisa.

 

 

—Buenos días, Alfa —ronroneó.

 

 

Sasuke gruñó suavecito reclamando sus labios y Naruto gimió a gusto por tener la boca de su Alfa moviéndose contra él, de verdad le gustaban mucho los labios de Sasuke, le gustaba sentirse cerca y deseoso.

 

 

Cuando el celular de Naruto sonó Sasuke bufo separándose no muy a gusto de su rubio, Naruto se apresuró a salir de la cama buscando sus pantalones en el suelo, y tanteó las bolsas hasta encontrar su celular, en donde pudo leer el nombre de Dan, rápidamente miró la hora ya que se suponía que debía estar con él a las 10, y bueno, ya pasaban de las 10.

 

 

No contestó ya que la llamada se había cortado y en su lugar había caído un mensaje

 

 

“Ven ya o te juro que…”

 

 

Y eso fue todo lo necesario para que Naruto se apresurara, miró a Sasuke y este lo estaba devorando con la mirada, fue ahí que el rubio se dio cuenta de que solo tenía puesta la camisa de Sasuke y sus suaves muslos estaban a la vista.

 

 

Agarró su pantalón y se lo puso, luego vio su camisa, pero no tuvo ganas de quitarse la de Sasuke, simplemente la olió y decidió dejársela, aunque le quedara muy grande, eso hizo que Sasuke sonriera triunfante, su Omega quería llevar su camisa y oler a él.

—¿Me dirás por qué viniste ayer?

 

 

—No podía dormir y estaba muy nervioso —comentó mientras iba al baño para asearse un poco—. Necesitaba estar cerca de ti, lo siento, pero me quedé dormido esperándote y quería llenar la necesidad de tenerte cerca, por eso me puse tu camisa.

 

 

Sasuke salió de la cama para ver a su rubio lavarse la cara, así que decidió ir a la cocina para servirle algo, notando que solo tenía jugo de naranja así que le sirvió un poco y luego lo vio aparecer con su cabello desordenado.

 

 

—Toma —ofreció el vaso y Naruto lo agarró sonriendo—. Déjame decirte que fue la mejor sorpresa, ¿quién diría que pasaría mi despedida de soltero con un candente rubio?

 

 

Sasuke escuchó la risa sofocada de Naruto por el jugo, ahogándose y aguantándose las ganas de escupir, cuando ya no hubo nada en su boca tosió con ganas provocándose ardor en la garganta, Sasuke sonrió divertido y se acercó a Naruto dándole suaves palmadas en la espalda, y, cuando vio a su prometido menos rojo por el esfuerzo, besó su frente.

 

—Vas tarde, cariño.

 

 

Y con eso Naruto volvió a ponerse tenso, dejó el vaso a medio beber para salir casi corriendo de ahí, no sin antes decir un “Nos vemos más tarde” con una radiante sonrisa, cerrando finalmente la puerta del departamento.

 

 

Sasuke miró su celular y supo que no iban a tardar en llegar las personas que iban a ayudarle, y por un momento se permitió sentirse nervioso, estaba tan cerca…

 

 

Era una realidad, ¡se iba a casar!

 

 

*

*

*

 

 

Naruto terminó de ponerse el pulcro kimono blanco y se miró en el espejo de cuerpo completo que tenía, quedándose mudo, el kimono de verdad lucía muy bien en él, y no sería la primera vez que ocupara uno, aun recordaba el kimono que Sasuke le había regalado para la fiesta de máscaras en casa de sus padres.

 

 

Mientras el aún estaba metido en sus pensamientos, Dan le terminó de arreglar el cabello y Tsunade lo miró orgullosa, luego se acercó para ayudarle a su Omega a ponerle el watabōshi, dejándolo listo para la ceremonia.

 

 

El Omega se vio en el espejo y se sonrojó, se miraba hermoso y esperaba de todo corazón que Sasuke también lo viera así.

 

 

Dan terminó de arreglarse mientras que Tsunade agarró los anillos y a Daichi para salir de ahí.

 

 

El Omega mayor ayudó a Naruto evitando que arrastrara el kimono —ya que él no estaba acostumbrado a usarlos—, y cuando al fin se subieron al carro, Naruto apretó sus delicadas manos viendo la ventana, tenía un gran nudo en el estómago y comenzaba a sudar y a sentir ganas de vomitar.

 

 

Nunca en su vida se había sentido tan nervioso.

 

 

Cuando se detuvieron fuera del templo supo que había llegado la hora, salió con cuidado agarrando sus flores y juntos subieron las gradas del templo. Cuando estaban a punto de entrar, vieron a Minato esperándolos afuera con la sonrisa más hermosa que Naruto había visto en su padre, eso hizo que su felicidad fuera completa al saber que su papá estaba consciente, apoyándolo.

 

 

Dan y Tsunade entraron al salón donde sabían que estaban todos los invitados, dejando a Minato con Naruto y este pronto comenzó a consolar a su cachorro, notándolo como un pequeño ratoncito nervioso.

 

 

—Todo estará bien —dijo Minato con una sonrisa discreta—. Ese hombre que está ahí adentro esperándote te ama demasiado, no veo porqué deberías estar nervioso. Han pasado muchas cosas juntos, y se conocen desde hace tiempo, ten confianza cariño. Todo saldrá bien.

 

 

Minato le acomodó un poco el cabello sobresaliente y acarició tiernamente sus mejillas, Naruto ronroneó y se apegó más a su padre, restregándose un poco buscando su calor y Minato permitió gustoso que su cachorro lo hiciera.

 

 

Eran del mismo tamaño y eso hacía que Naruto tuviera que inclinarse un poco.

 

 

—Ahora ven, tenemos que entrar.

 

 

Naruto aceptó la mano de su padre y ambos entraron al salón, notando a las personas que se encontraban dentro. Pudo ver a Sasuke sentado en su lugar correspondiente y con calma llegaron hacia donde Naruto tenía que sentarse, luego Minato se retiró a su asiento y segundos después Sasuke levantó la vista por primera vez, viendo a su Omega directamente y quedándose mudo.

 

 

¿Acaso podía existir tal belleza?

 

 

Su rubio estaba hermoso, radiante y le llamaba irremediablemente, quería comérselo a besos y no soltarlo nunca, sus manos picaban por contacto. Sabía que estas iban a ser las horas más largas de su vida.

 

 

Naruto recorrió con disimulo el salón encontrando a Mikoto y Fugaku viéndolo con tal anhelo e ilusión que hizo que Naruto sonriera sinceramente, quería decirles a ellos dos “Dejen en mis manos a su hijo, yo lo cuidaré”, luego reparó en la mirada de su Alfa y pudo analizarlo completamente.

 

 

Sasuke estaba hermoso en su traje tradicional, se miraba imponente y fuerte, suspiró soñador, no podía creer que todo esto le pasara a él. Hace no mucho vivía en un zoológico y no sabía más que de su existencia ahí dentro, ahora había aprendido tanto durante todo este tiempo, había madurado y crecido.

 

 

Se removió en su asiento y no pudo despegar sus ojos de los contrarios, mirándose entre sí con amor y añoranza.

 

 

Y así comenzó la ceremonia.

 

 

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La ceremonia acabó con Naruto viendo relucir el anillo en su dedo, y, cuando las palmas de sus manos se conectaron con las de Sasuke fue todo, se acercaron buscando un suave beso, logrando con ello que el público presente vitoreara feliz.

 

 

Salieron del salón seguidos por los invitados para comenzar a tomarse las fotos correspondientes, luego pasaron a la recepción que se llevaría a cabo en la mansión Uchiha.

 

 

Entre todo el revuelo, se presentó la oportunidad de una foto a solas con Naruto, y Sasuke aprovechó atrayendo a su esposo para verse fijamente, Naruto, dulcemente avergonzado, había puesto un abanico frente a su rostro mientras a su vez cerraba los ojos, el fotógrafo tomó la foto pareciéndole el momento perfecto.

 

 

—Una pareja perfecta —dijo el fotógrafo—. Con esto hemos terminado, las fotos estarán listas la próxima semana. Muchas felicidades matrimonio Uchiha Namikaze.

 

 

Naruto se emocionó al escuchar eso, y al verlo Sasuke se acercó a mordisquear la sonrojada mejilla de su rubio. Cariñosos, se dirigieron al carro para poder ir a la recepción y poder cambiarse de ropa rápidamente para mayor comodidad.

 

 

La mansión Uchiha se veía tan pulcra y hermosamente decorada, tal como si fuera una boda de la realeza. Naruto miró todo con grandes ojos, los escalones tenían velas encendidas y el pasillo que llevaba a la puerta estaba lleno de lámparas de techo antiguas y plantas con pequeñas flores rosas alrededor, Sasuke supo que su mamá también se había emocionado con todo eso. Nunca había visto su casa tan hermosa, todo parecía un sueño.

 

 

Ambos entraron a la mansión viendo los grandes arreglos florales y subieron rápidamente al cuarto de Sasuke, entre risas, caricias y besos cortos se cambiaron, ahora el Alfa llevaba un traje oscuro mientras que el rubio tenía puesto un traje blanco.

 

Sasuke jaló a Naruto hacia él para poder hacerle la corbata y dejarlo como todo un muñequito, luego agarró la pequeña mano de Naruto y besó el anillo.

 

 

—Al fin eres mi esposo…

 

 

—Y me gusta serlo —dijo suavecito, acariciando dulcemente las mejillas de su esposo.

 

 

Sasuke lo miró fijamente, bajando un poco para dar suaves besos por toda la cara de Naruto, besando con cuidado la comisura de sus labios para luego darle un beso suave y dulce en esa boca que era su perdición.

 

 

Naruto se acurrucó contra él ronroneando, y sintió los brazos de su Alfa rodearlo, estaba tan feliz, se sentía pleno, se sentía amado. Se sentía completo.

 

 

—Ven, creo que nos están esperando.

 

 

Ambos bajaron las escaleras para llegar a donde sería la recepción, claro que cuando entraron al salón todos estaban ahí, gritando y recibiéndolos con grandes abrazos. Kiba saltaba llamando la atención de Naruto, haciendo que ambos gritaran con emoción, Shino, en cambio, se acercó a Sasuke para felicitarlo mientras los dos Omegas hacían de las suyas.

 

 

Todos sus conocidos estaban ahí, así que cuando Mikoto se acercó a Sasuke, el Alfa la abrazó fuertemente apachándola y haciendo que la mujer llorara.

 

 

—Gracias ma, todo quedó muy hermoso.

 

 

—No lo hice yo sola —dijo gimoteando—. Nunca pensé verte casado.

 

 

—¿Estás feliz?

 

 

—Muy feliz, sé que no soy tu madre, pero…

 

 

—Calla —demandó el Alfa—, no vuelves a decir eso, eres mi mamá, no hay nadie que cambie ese hecho y me siento orgulloso de hacerte feliz. Ahora ven, tienes que abrazar a Naruto.

 

 

A lo lejos, Minato sonreía educadamente a las personas que lo felicitaban por la boda de su hijo, claro que no conocía a muchas de las personas ahí presentes, o simplemente no se acordaba.

 

 

Cuando sintió sus mejillas entumecidas por sonreír tanto se alejó con cuidado, no pudo evitar mirar las fotografías de la familia que decoraban los pasillos, también admiraba la estructura de la mansión, en la decoración de la recepción predominaban los toques negros y unos grandes arreglos en las mesas, a lo lejos podía ver el hermoso y gran pastel que el rubio había escogido, con rosas de dulce decorándolo.

 

 

Fijó su mirada en una foto donde parecía estar la familia Uchiha completa y Minato sintió un hueco en el estómago, no pudo quitar su mirada de encima y pronto su cabeza pareció hacer click, recordándole todo su pasado de golpe. Miró con miedo la foto, ahí salían Itachi y Madara… Ahí estaban sus peores miedos y pesadillas.

 

 

Retrocedió con el alma en la mano y se golpeó contra una pared, ahora sabia porque Sasuke se le hacía tan conocido. Comenzó a negar con temor y luego salió corriendo hacia el salón para sacar a Naruto de ahí, pero cuando llegó, sólo pudo ver a su niño feliz con Sasuke, saludando a todos los invitados.

 

 

Minato retrocedió consternado y supo que no podía hacer mucho, su hijo estaba celebrando su boda y él no podía simplemente llevárselo de ahí. Tragó el nudo que se le había formado en la garganta y salió con paso apurado fuera de esa casa, llegando al gran patio en donde solo había unos cuantos invitados pasando la velada entre copas y cigarros.

 

 

Minato se apartó de toda esa gente y trató de tranquilizar su corazón que latía rápidamente, sentía que le faltaba el aire, se maldecía por estar defectuoso, ni siquiera podía defender a su hijo, se lo había entregado a un “Engendro del mal”.

 

 

Como pudo se agarró de un árbol para no caer, y, cuando una suave mano se posó en su hombro, saltó del susto mirando a la persona que lo había tocado, encontrándose con un pelirrojo de ojos verdes, sintió sus ojos cristalizarse, claro que reconocía al Omega frente a él, nunca se conocieron en persona, pero Kushina le había enseñado fotos de su hermanito, le había contado tanto de Gaara y al parecer el pequeño no había cambiado mucho en esos años.

 

 

—Creo que no nos estamos conociendo en las mejores circunstancias —dijo el pelirrojo—, pero soy Gaara…

 

 

—El hermano de Kushina —dijo suavemente, cortando las palabras del pelirrojo, este asintió viéndolo y fue ahí que noto que Gaara estaba acompañado de un Alfa peliplateado, que estaba a un espacio prudente de ellos, dándoles un poco de intimidad.

 

 

—¿Estás bien? Al verte creí que estabas a punto de desmayarte.

 

 

—Estoy bien, solo necesitaba aire. Perdón por sonar grosero, pero ¿qué haces aquí?

 

 

—Solamente quería ver a Naruto —dijo nostálgico—, pensaba que el rubio era mi sobrino —Minato iba a decir algo, pero Gaara no lo dejó y continuó—, sé que no lo es, pero le tomé cariño cuando estábamos encerrados, y, sé que ahora me odia, o simplemente me tiene miedo, por eso prefiero verlo de lejos.

 

 

—Yo no…

 

 

—Está hermoso, ¿no lo crees? Me siento cálido al verlo sonreír sinceramente y no quiero arruinar eso, así que, por favor, no le digas que estoy aquí.

 

 

—Haré lo que tú quieras.

 

 

Minato se mantuvo en silencio y vio como Gaara miraba hacia adentro de la mansión viendo a Naruto bailar con Kiba y sus conocidos, lo escuchó susurrar “Ambos están bien, me alegro mucho”, después de eso Minato recordó algo importante y llamó la atención de Gaara nuevamente.

 

 

—Perdóname.

 

 

—¿Qué? —dijo Gaara.

 

 

—Perdón por no haber cuidado a tu hermana.

 

 

Gaara lo miró y su seriedad se quebró en cuestión de segundos, sus ojos verdes demostraron el dolor más profundo que guardaba en su corazón, nunca había esperado que Minato le pidiera perdón o mencionara el tema de su hermana.

 

 

—Dejemos las cosas del pasado en el pasado, mejor pon atención al presente —dijo Gaara y Minato sintió sofocarse de nuevo, vio como el pelirrojo buscaba refugio en el Alfa que lo acompañaba mientras este, le tocaba la cintura con sutilidad susurrándole cosas al oído.

 

 

Minato se puso nervioso cuando vio salir a Fugaku, su corazón se detuvo y automáticamente quiso esconderse, ¿y si todos los Uchihas eran malos? ¿Y si Madara o Itachi volvían y le hacían daño? Ahora ya no había nadie que pudiera defenderlo, sintió ganas de vomitar de nuevo y Gaara lo notó.

 

 

—¿Qué te pasa?

 

 

—Y-yo… no, ellos… son malos —formuló entrecortadamente mientras Gaara volteaba a ver fijamente a Fugaku—. Me hicieron mucho daño. Naruto está en peligro…

 

 

—No lo creo, Sasuke salvó a Naruto de un destino muy cruel y desde entonces lo ha cuidado, si quisiera hacerle daño lo hubiera hecho hace mucho. Si lo que te preocupa es Madara, olvídate de él, nunca más se acercará a ti y no sabe de la existencia de Naruto. Cuando Kushina te rescató de sus manos, mi padre lo amenazó con quitarle todos sus bienes si volvía a acercarse a ti y por mi parte esa amenaza sigue en pie.

 

 

—Pero, no quiero que a él le pase nada de lo que me pasó a mí.

 

 

—No hay nada de qué preocuparse, creo que has podido conocer a Sasuke y sabes muy en el fondo de tu corazón que él es bueno.

 

 

La conversación paró cuando vieron a la pareja salir de la mansión, Minato sintió en su mejilla una suave caricia de Gaara para después desaparecer con el Alfa, no pudo retenerlos y respetó la decisión del pelirrojo de no presentarse delante del rubio.

 

 

Se quedó más tranquilo al verlos, parecían verdaderamente felices, tan felices como una vez él lo fue con Kushina, se recostó en el árbol y suspiró, realmente el azabache no irradiaba ninguna gota de maldad.

 

 

Lenta y tranquilamente, dirigió su mirada al cielo.

 

 

—Espero que ellos sean felices como lo fuimos nosotros.

 

 

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—El primer baile como esposos —dijo Sakura desde la cabina del DJ haciendo que todos aplaudieran, Sasuke dejó de tomar y miró a su rubio sonrojado por todos los ojos puestos en ellos, sonrió galán y le ofreció su mano a Naruto, que la agarró con suavidad para luego dirigirse al centro de la pista, estando ahí el azabache agarró la cintura de Naruto con una mano y con la otra tomó la del Omega, luego sintió la pequeña mano de su ahora esposo tomar su hombro, seguido del comienzo de la música. Automáticamente Sasuke sonrió, sabía que su rubio no conocía ese tipo de bailes así que con decisión y cuidado lo guió, bailando un suave vals.

 

 

—Te ves hermoso aun cuando estás nervioso.

 

 

—No se bailar esto, de hecho, no se bailar —confesó Naruto.

 

 

—Por eso yo te guío —se separó un poco y con gran sutileza lo hizo dar una vuelta para luego volver a su posición original y seguir con el suave meneo—. Vez, no es tan complicado —el rubio asintió y siguieron así.

 

 

Cuando la música se detuvo, todos estallaron en grandes aplausos y luego llegó Sakura con un velo de novia que le colocó en el cabello, logrando que todas las chicas gritaran mientras Naruto chisteaba feliz.

 

 

Entrada la noche la fiesta siguió, y, entre copas de vino y champagne el rubio no pudo evitar emborracharse —claro estaba que era la primera vez que él tomaba una bebida alcohólica—, y entre tantas risas y bebidas, el pastel fue partido.

 

 

Los cuerpos sudorosos en la pista de baile no paraban, así que Sasuke aprovechó y pegó más a su cuerpo el menudo del rubio que meneaba las caderas, el Alfa respiró profundamente contra el cuello de Naruto haciéndolo gemir con suavidad, sus manos posesivas apretaron sus caderas pegando más su pelvis contra el trasero abultado de su pareja mientras que sus labios codiciosos besaron el tierno cuello expuesto.

 

 

La canción lenta y sensual convertía el momento en la oportunidad perfecta para meterle mano a su esposo, y, el rubio, que se comportaba tan sensual gracias al alcohol en su sistema, se dejaba hacer. Cuando se sintió muy acalorado jadeó libremente, a su vez Sasuke subió una de sus manos por el delicado pecho y notó el pezón erecto, eso provocó que gruñera con aprobación contra el oído de Naruto haciendo que este se pegara más contra él.

 

 

—Estoy húmedo —gimoteó Naruto y Sasuke sonrió.

 

 

—Lo sé, cariño, puedo olerte y quiero joderte tan mal —dijo Sasuke jadeante y Naruto se sonrojó por las sucias palabras.

 

 

El Omega no pudo contestarle ya que las luces se prendieron y Tsunade tomó el micrófono para hablar, al momento la música paró y Sasuke se separó un poco dejando que el rubio respirara.

 

 

—No es por ser aguafiestas, pero los esposos tienen que irse o perderán el vuelo —Sasuke agarró una copa de champagne y la alzó en dirección a Tsunade para luego tomar todo el contenido de un solo trago—, así que Naruto tiene que tirar el ramo de rosas.  Fórmense chicas.

 

 

Naruto agarró su ramo y con ayuda de Tsunade se posicionó listo para lanzarlo, y después de la clásica cuenta hasta tres, lo lanzó. Todas las chicas saltaron para atraparlo, pero el ramo cayó directamente en quién menos se esperaba logrando que Sakura mirara con cierto recelo el arreglo entre sus manos.

 

 

—Esta mierda no es para mí —dijo ebria y todos rieron por el comentario de la Beta.

 

 

Sasuke se acercó a su rubio y lo notó un poco caliente, pero decidió no darle tanta importancia, así que lo cargó en forma nupcial para irse de ahí.

 

Todos los invitados salieron a despedirlos, Naruto los saludó con la mano y con una enorme sonrisa en la cara les dijo adiós.

 

—Que no se les peguen las sábanas —gritó Shino y Sasuke pegó una carcajada.

 

 

—No podemos prometerlo, ¿verdad Naruto? —dijo solo para el rubio y este asintió escondiendo su cara en el cuello de Sasuke, aspirando su olor—. ¡¡Nos vemos!!

 

 

Luego de eso, la pareja subió al carro en dirección al aeropuerto.

 

 

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—Señor, ¿necesita algo más?

 

 

—No, gracias —la aeromoza hizo una reverencia y se fue de ahí.

 

 

Sasuke cubrió a su rubio con la manta que le había pedido a la chica, en comparación la ebriedad que llevaba él era menor a la que Naruto cargaba —ya que él sabía beber y el rubio no—, pero aun así pudo notar algo que no estaba bien, su Omega estaba caliente, y eso solo podía significar un celo muy cercano.

 

 

Lo podía escuchar gimotear suavemente contra su pecho, así que lo cobijó bien y besó su frente mientras lo tenía en sus piernas y el rubio dormía contra su pecho.

 

 

Daba gracias a Dios por haber comprado los boletos en primera clase, tenían mucho más espacio y no tenía que preocuparse por incomodar a nadie, sabía que, si su deducción era cierta, su rubio estaría en pleno celo cuando llegaran a su destino.

 

 

Sasuke cerró los ojos y olisqueó a su Omega, que cada vez tenía un aroma más fuerte y eso lo tenía inquieto, volviéndolo muy posesivo.

 

 

—Dios, dame fuerza…

 

Notas finales:

Para el próximo cap les tengo un dibujo especial! 

Muchas gracias por el amor que me dan, y espero que les gustara mucho.

Si tienen dudas por favor hacerlas. aqui vienen las fotos. dar clik para ver.

primer traje de sasu y naru

pasillo para entrar a la mansion

decoracion

pastel

segundo traje de sasu y naru

escalones

a peticion de Lai, aqui esta el tamaño de los tigres de sasuke y naruto a mi parecer.

tigres

datos informativos

sombreros 

El sombrero de la izquierda se llama tsunokakushi, y el de la derecha es el watabōshi y este es el que ocupo naruto, dato curioso sobre este sombrero es:

El watabōshi  es una capucha completamente blanca y cuyo nombre significa “sombrero de algodón”. La tradición del watabōshi es más antigua que la del tsunokakushi y su función es la de ocultar la cara de la novia a todo el mundo menos al novio, y se parece pues, más al velo occidental. 

 Nos vemos el próximo jueves, y quien adivine el país hacia donde van, les dedico el cap.

 


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