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Jeho divoké oči (Ojos salvajes) por yue-sama

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Notas del capitulo:

bien!! que dios es hoy?!

hoy es el dia mas cursi del año, asi que feliz dia del amor y la amistad!! les quiero mucho, mucho!

y como regalo les traje un nuevo cap.

IMPORTANTE!

ya subi mi nueva historia, espero que puedan pasearse por ahi y leerla y dejarme sus comentarios para ver que les parece.

por favor, dejenme sus buenas vibras ahi tambien.

sin mas aqui el cap.

—¿A dónde vas? —gritó Shino al ver como Sai se adelantaba y salía del avión sin decir nada.

 

 

—A ningún lado —respondió mientras sonreía, haciendo que Shino lo viera extraño.

 

 

—¡¡Espera!!

 

 

La gente a su alrededor lo miró mal por perturbar el ambiente con gritos, y claro que no se apartaron cuando Shino trató de salir del avión para seguir los pasos de Sai, así que cuando por fin lo logró ni siquiera vio rastros del Alfa y eso le generó dudas.

 

 

¿Por qué se había ido así?

 

 

Sintió la pequeña mano de Kiba en la suya y supo que su responsabilidad ahora era poner a su Omega a salvo, vio como Sasuke venía detrás junto a Naruto.

 

 

Que su compañero estuviera actuando raro no quería decir que fuera malo, tampoco podía decírselo a Sasuke o Tsunade… aunque Shino lo hubiera estado presintiendo desde antes. ¿¡Qué disparates decía!? Por Dios estaba mal.

 

 

—¿Nos vamos?

 

 

—Quiero que Naruto descanse —demandó Sasuke pero tan pronto como dijo eso su celular sonó y tuvo que contestar al ver que era Tsunade.

 

 

—¿Qué quieres? —habló de mala gana.

 

 

—¡Trae a Naruto!

 

 

—Mierda —masculló—, pero… —dijo con fuerte voz.

 

 

—¡Y a mí qué me importa, inútil! —no le dejó terminar—. ¡Soy como su madre! ¡Tráemelo y ya!

 

 

Al diablo con “ir a su casa y descansar con el rubio entre sus brazos”, ahora tenía que llevarlo a la casa de Tsunade para que su rubio pudiera verla.

 

 

Cortó la llamada con la promesa de que irían directo a su casa, tuvieron que despedirse de Shino y Kiba, aunque con el último fue más difícil ya que los Omegas no querían soltarse, cosa que Sasuke entendía perfectamente, estaban en un nuevo mundo donde la mayoría de cosas daban miedo, sabía que era un gran paso para ambos Omegas al estar ahí afuera y no en un mísero cuarto de ese zoológico.

 

 

Tuvo que tranquilizar a Naruto con su aroma al ver que casi rompe a llorar cuando Kiba estaba siendo arrastrado —con suavidad—, por Shino.

 

 

—Él estará bien bebé, tranquilo —Sasuke beso suavemente su mejilla y Naruto se dejó, sintiendo como su pecho se llenaba de calor al sentir el espeso aroma de su Alfa.

 

 

—¿Lo prometes? —dijo bajito.

 

 

—Oh sí, lo prometo —dijo con una sonrisa haciendo que Naruto se sonrojara.

 

 

Era tan mono que le daban ganas de comérselo a besos por todos lados y guardarlo en una cajita para que solo él pudiera verlo, es que su Naruto era tan precioso que no quería dejarlo.

 

 

Bendito sea el destino que le dio al mejor Omega del mundo.

 

 

Lo agarró de la mano y lo condujo como a un niño pequeño por toda la estancia hasta llegar donde sus maletas y pasar todos los protocolos, para después irse.

 

 

Decir que había sido fácil no era verdad, Sasuke tuvo que chantajear con su estatus de policía para poder salir de ahí, Naruto no tenía papeles ni nada

 

 

Cuando estuvieron afuera Sasuke subió las maletas a un taxi y después subieron ellos, el Alfa le dijo la dirección de la casa de Tsunade y tomaron camino hacia ella.

 

 

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—¡¡Wow!! —dijo emocionado Naruto al ver las hermosas casas que estaban en el camino.

 

 

Viendo a las parejas pasear con sus hijos, parques llenos de niños y hermosas cosas. Muchos carros, edificios y bullicio, era tan diferente de lo que esperaba, todos se miraban tan libres, tan libre como él nunca lo fue.

 

 

Sintió nostalgia, se sentía un bicho raro ahí afuera, él todavía no se sentía libre, era muy raro, y sí, también tenía miedo.

 

 

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó Sasuke haciéndole saltar.

 

 

Y ahí estaba Sasuke, pensándolo bien y sin tener la cabeza caliente dominada por su animal, supo que también tenía miedo de Sasuke, ¿cómo era posible que confiara en un hombre que no conocía? Era extraño sentirse cómodo con él, Sasuke le había jurado protegerlo de todo pero ahí estaba el tratando de no perder la calma.

 

 

—Sí, es muy hermoso.

 

 

—Hay tanto por enseñarte —dijo Sasuke con una sonrisa tierna.

 

 

—¡Y yo quiero aprender! —dijo rápido Naruto y ambos sonrieron.

 

 

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—¡¡Tsunade!! —gritó Naruto al ver a la Alfa abrir la puerta de la enorme casa donde el taxi había parado—. ¡¡Tsunade!!

 

 

No pudo resistirse más, se tiró de lleno a los brazos de Tsunade y comenzó a rozarse en ella, sentir el aroma de Tsunade era nuevo ya que nunca había dejado salir su olor cerca de nadie ahí, su Omega lo repelía ya que no era el aroma de su Alfa pero él estaba tan contento.

 

 

Pudo sentir la penetrante mirada de Sasuke tras su cuello y se incomodó pero Tsunade lo arrulló contra sí, besando sus cabellos y dándole tanto amor que por un minuto no le importó Sasuke. Ni siquiera le importó —o más bien no se dio cuenta—, el Omega que veía todo con cara de horror.

 

 

—Mi pequeño Naruto —lo apachurró más—, estoy tan aliviada.

 

 

Dan atrás de ellos sintió una punzada de dolor, ese era el famoso “Naruto” que su Alfa llamaba en la inconsciencia.

 

 

Quería ir allí y separar a Tsunade de ese Pequeño Omega, era más pequeño que él. ¡Dios mío!

 

 

Suspiró triste y Tsunade lo notó separando delicadamente a Naruto de ella, se volteó hacia él y le tendió la mano para que se acercara.

 

 

Cuando llegó cerca de ellos, vio al bonito rubio con pelo largo frente a él, no pudo evitar que le diera ternura pero aun así no lo demostró, Tsunade lo agarró de la cintura pegándolo hacia ella.

 

 

—Él es Dan —lo presionó más y le dio en beso en su sien—, es la madre de mi cachorro y mi pareja.

 

 

Finalizó y Dan sintió su corazón acelerarse, su Alfa lo estaba reconociendo enfrente de Naruto, así que su Omega se calmó.

 

 

Naruto pareció confuso pero luego entendió, la mención del cachorro pudo haberlo puesto triste pero decidió ignorar ese hecho y abrazar fuertemente a Dan, haciendo que se sorprendiera.

 

 

De hecho los japoneses eran muy reservados con el afecto en público, así que Dan estaba desconcertado pero aun así no hizo nada para quitárselo.

 

 

—¡Es un gusto! —dijo Naruto separándose, viendo al muy bonito Omega de Tsunade.

 

 

—Gracias por traerlo —dijo Tsunade a Sasuke que la mataba con la mirada.

 

 

—De nada —masculló de forma poco sutil, haciendo que Tsunade sonriera con diversión.

 

 

—¿Celoso? —siguió puyando.

—Para nada —gruñó.

 

 

—Sí claro, ve a decirle esa mentira a tu abuela —se burló.

 

 

Llegó con los dos Omegas y Sasuke tuvo que morderse la lengua, claro que estaba celoso, le ardía todo por el fuego que se había instalado en su cuerpo, su Alfa pedía exclusividad y no podía evitar el gruñido que crecía en su pecho. Tuvo que calmarse como pudo.

 

 

—Maldita Alfa —masculló para sí mismo.

 

 

Pudieron comer ahí y tanto Tsunade como Sasuke explicaron más o menos las cosas a sus Omegas y ellos entendieron, Dan más que Naruto pero ambos habían aceptado todo.

 

 

—Así que Naruto se quedara a vivir aquí.

 

 

—Sí así… —Sasuke se cortó y miró incrédulo a Tsunade—. ¿¡¡ Qué!!?

 

 

—Lo que oíste Sasuke —dijo Tsunade tranquila.

 

 

—¿¡¡De qué demonios hablas!!? El vendrá conmigo.

 

 

—Oh no, claro que no. Tanto Dan como yo cuidaremos de él, no dejaremos que un Alfa como tú se aproveche.

 

 

—Es mi… —se cortó, “es mi Omega”, eso iba a salir de su boca pero si Tsunade se enteraba de que Naruto portó sus cachorros en su vientre y que se aprovechó de él en su celo, seguro lo mataría.

 

 

Tuvo que aceptar a mala gana y Naruto pareció contento.

 

 

¿Por qué parecía contento? ¿Acaso no quería estar con él? ¡Ahh! Quiso gruñir muy irritado pero se contuvo.

 

 

—Le enseñaremos tantas cosas como podamos —dijo Dan—, y me ayudará con mi cachorro, ¿qué dices?

 

 

—Oh sí —dijo emocionado Naruto—, puedo pedir un favor.

 

 

—Claro cariño —dijo la Alfa.

 

 

—Quisiera cortar mi cabello.

 

 

Y todos ahí lo vieron incrédulos.

 

 

*

*

*

 

 

Itachi miraba irritado como la mujer frente a él estaba reclamándole, así que simplemente se paró de su asiento y la dejó quieta con su presencia de Alfa, recordándole quién era quién ahí.

 

 

—Se puede saber para empezar ¿quién demonios dejó entrar a esos Alfas? —dijo Itachi.

 

 

—Ellos forzaron las entradas —dijo Neji.

 

 

—Menos una —dijo un Beta de la nada y Neji frunció el ceño—, la jaula del Omega rubio no estaba forzada.

 

 

—¿Me estás diciendo que alguien le dio la llave?

 

 

—Sí, eso trato de decir —dijo el Beta y Neji frunció más el ceño.

 

 

—¿Sabes quién? —demandó Itachi.

 

 

—La grabación no miente señor, fue Hinata.

 

 

Y todo el mundo de Neji se congeló, ¿su tonta e inocente hermana había sido capaz de hacer eso y traicionar a la organización?

 

 

Itachi miró las cámaras de seguridad dejando ver dónde estaba Hinata y se burló.

 

 

—Konan ¿no crees que debemos enseñar respeto por aquí?

 

 

—A mí me parece que sí —dijo ella.

 

 

Ambos salieron por la puerta y Neji tuvo que agarrarse de la mesa para no ir tras ellos, al divisarlos en las cámaras se sintió cada vez más ansioso, con la boca amarga al ver como Konan jalaba el pelo de Hinata.

 

 

Cuando menos lo sintió ya estaba corriendo en su dirección, llegó justo cuando Itachi iba a golpearla, él se metió en el camino recibiendo el fuerte golpe en lugar de su hermana, que miraba todo horrorizada desde abajo.

 

—P-por favor —dijo Neji—, c-castígame a mí… y-yo fui el encargado de esto y no pude evitar que se escaparan —dijo haciendo una reverencia—. P-por favor…

 

 

—¿Por qué debería hacerte caso? —preguntó Itachi—. ¿Acaso crees que puedes mandarme Beta? —gruñó en su cara.

 

 

—No mi señor —dijo humillándose—, pero mi hermana tiene un bebé que necesita de ella, por favor…

 

 

Itachi chasqueó la lengua y miró mal a Hinata.

 

 

—Más te vale llegar al cuarto oscuro para recibir tu castigo Neji —demandó Itachi—, se un hombre de palabra —y se fue dejándolos ahí solos.

 

 

—Siempre lo soy —susurró Neji y también se fue de ahí sin mirar a Hinata.

 

 

Ésta estaba completamente sorprendida.

 

 

Su hermano… su verdugo personal la había salvado.

 

 

Su corazón se aceleró… Oh Dios mío.

 

 

*

*

*

 

 

Gaara se acostó en la cama del cuarto de hotel más extravagante en el que él había estado nunca, claro que a él nunca le faltó el dinero pero Kakashi tenía más dinero y era obvio que solo buscaba las mejores cosas.

 

 

Se sentía un poco sofocado por lo que supo que estaba entrando en su etapa de calor y eso lo mantenía alarmado, no quería volver a pasarlo con Kakashi aunque su Omega pidiera desgarrado que dejara que su Alfa lo tomara, que su nudo se hinchara y dejara la semilla caliente que formaría un cachorro en su vientre.

 

 

Simplemente no quería.

 

 

Odiaba a su Omega, él no era así, su persona fuera de lo animal ¡¡no era así!!

 

 

Kakashi apareció tras la puerta del baño con su cuerpo desnudo, Gaara solo apartó la mirada. De verdad que él no sentía nada por Kakashi no como su Omega.

 

 

Kakashi era un gran lobo plateado digno de admirar y él un zorro hermoso y astuto. Ambos merecían respeto y lo buscaban.

 

 

Gaara no era un simple Omega que bajaba la cabeza, las situaciones lo habían hecho de roble y nunca se subyugaba, parecía tener alma de Alfa en algunas ocasiones. Kakashi por supuesto era un fuerte Alfa.

 

 

El sonido del celular de Kakashi lo sacó de su burbuja y vio como este rápidamente se ponía un pantalón y contestaba.

 

 

—¿Qué pasa Iruka?

 

 

Mierda, el sonido de la voz de su Alfa llamando a otro lo destrozaba cada vez que lo escuchaba, él era el Omega marcado por Kakashi, su feliz pareja y madre de sus crías.

 

 

Gaara respetaba al Omega de Kakashi por llevar la marca de mordedura en su cuello, el respetaba la marca, ya que la unión era sagrada y tan poderosa como encontrar a su destinado, su parte racional no culpaba a Kakashi por tener un Omega, ya que se habían emparejado mucho antes que Gaara apareciera en sus vidas. Hasta ya tenían dos hijos y ¿quién era el para meterse en sus vidas?

 

 

Claro, su Omega destinado.

 

 

Gruñó enfadado y se dio la vuelta dándole la espalda a ese Alfa.

 

 

—Si amor —dijo Kakashi sonando distante—. Regresaré en cuanto me sea posible…

 

 

—…

 

 

—¡No, tú entiende! —gruñó enojado—. Son temas delicados.

 

 

Después de eso nada más había pasado.

 

 

Gaara resopló y cerró los ojos pero su tranquilidad voló lejos al notar como Kakashi se acostaba tras él y olía su cuello haciendo que se estremeciera por completo.

 

 

—Estás entrando en calor —ronroneó en su oído.

 

 

Y Gaara supo que otra vez sería débil.

Notas finales:

espero les gustara y por favor dejar sus hermosos rw!

tambien conteste sus rw.

nos vemos.


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