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Mi preciosa carga por AbiHummel3007

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Notas del capitulo:

Pues aquí esta por fin la segunda parte xD tengo la peor suerte del mundo, lo iba a subir y boom! Mantenimiento, pero por fin aquí esta, espero que lo disfruten, nos leemos al final

Mi preciosa carga

Two-shot

 

POV KUROKO

 

Por el momento tendría que ir al trabajo para tratar de cambiar turno por lo menos… De esa forma podría intentar evitar encuentros desafortunados, se mordió el labio inferior, esperaba ser más rápido que el rubio, paso las manos nerviosamente por su pancita… Su preciosa carga… No había nada más importante para él que esa pequeña criatura en su vientre… Lo protegería de todo… Aunque eso significará protegerlo de su propio padre.

 

Poco a poco se quedó dormido, a primera hora de la mañana pediría el cambio de turno a la tarde eso era lo único que abarcaba sus pensamientos hasta que cayó en brazos de Morfeo totalmente, o al menos hasta las tres de la mañana que su hijo decidió despertarlo a patadas reclamando un antojo por helado de limón, debía quedar algo en el refrigerador… Se levantó despacio siempre con una mano descansando en su hijo… Hacía una semana se había enterado que era niño… Sonrió un poco mientras bajaba despacio a la cocina.

 

Tomo el bote de helado que estaba al fondo del congelador y subió de vuelta a su habitación, se sentó al borde de la cama acariciando su vientre mientras comía, estaba un poco ansioso, tenía un mal presentimiento ¿Realmente sería capaz de rechazar a Aomine si aparecía queriendo hacerse cargo del bebé? ¿Realmente tendría el valor de mantener distancia teniéndolo frente a él? Se mordió el labio inferior, lo había amado tanto… Corrección, aun lo amaba desmedidamente, a pesar de todo no podía obviar lo que sentía por él.

 

-¿Qué voy a hacer si tu padre aparece?- susurró comiendo un poco más del bote de helado con una mueca casi imperceptible sobando a su hijo que se movía despacio -¿Qué voy a hacer si quiere saber de ti?- suspiró un poco –Lo conozco y debe estar furioso…- dejo lo que restaba del helado en la mesita de noche y se recostó de nuevo con ambas manos en su pancita -¿Qué voy a hacer…?- susurro quedándose dormido sin darse cuenta siquiera, un sueño un poco intranquilo y al sonar el despertador casi brinco de la cama, “darse prisa” era lo único que se repetía en su mente casi como un mantra, se vistió a toda velocidad y bajó a desayunar algo, aún era temprano así que su abuela debía seguir dormida y sus padres ya deberían haberse ido a trabajar, desayuno algo sencillo y salió de casa con una pequeña mochila al hombro.

 

No podía correr y no quería tomar un taxi, necesitaba caminar para hacer ejercicio por su pequeño, tomó su ruta de siempre de forma casi inconsciente, era muy temprano así que con un poco de suerte se libraría de visitas indeseadas, se detuvo en una tienda por un chocolate y siguió su camino como si nada, llegó al local sin mayores problemas, el dueño no estaba del todo convencido de cambiarle el turno, al parecer no se sentía cómodo con dejar que un embarazado saliera tan tarde de trabajar.

 

Tardó más de media hora en lograr que le cambiará el turno y aun así el dueño no se veía nada convencido con su argumento de “nadie se dará cuenta siquiera que cambie de turno” y como se había negado a explicar sus verdaderas razones, había aceptado más a regañadientes que nada… Agradeció con una suave reverencia y se despidió prometiendo regresar para el turno de la tarde, cargó su pequeña mochila y salió más calmado, por el momento estaría a salvo, hasta que pudiera hacer otra cosa, se acarició el vientre mientras caminaba, estaba metido en su mundo cuando sintió que lo sujetaban por el brazo, pegó un brinco por la sorpresa, se giró para tratar de soltarse encontrándose de frente con Aomine… Tenía que ser la peor broma de la historia.

 

-Tetsu…-su cuerpo entero tembló, ¿Qué hacía el moreno ahí? A esa hora debería estar en la escuela, lo estaba sujetando, no podía escapar de eso –Así que es cierto… Estás embarazado…- el rubio había sido más rápido de lo que esperaba

-Aomine-kun…- susurro, sentía el cuerpo tenso -¿Qué haces aquí?- lo sabía de sobra, no era idiota, era obvio que el rubio lo había contactado pero trataba de ganar algo de tiempo mientras buscaba a donde escapar o que hacer para zafarse de lo que estaba sucediendo

-No creo que sea necesario que te conteste eso…- el moreno no parecía dispuesto a caer en su juego de distracción -¿Por qué no me dijiste nada Tetsu?- trataba de mantener su expresión de siempre pero sentía su cuerpo temblar, tenía miedo de que estaba pasando por la cabeza del peliazul, no que temiera que lo dañará… Más bien todo lo contrario… Temía que tratará de meterse en su vida… Tenía miedo de caer en sus redes de nuevo y sentirse traicionado de nuevo por él, sentía que la confianza que había entre ellos se había roto

-Porque es mío…- susurró jalando su brazo con algo de fuerza –Porque…- se mordió leve el labio inferior –Porque no confió más en ti Aomine-kun…- sintió el agarre ajeno aflojarse ligeramente por esas palabras, sabía que lo había lastimado con eso, aprovechó ese segundo de debilidad para zafarse de él –No te necesito… No te quiero cerca de él…- retrocedió un paso… ¿De donde estaba saliendo ese tono de voz distante? Ni él lo entendía, solo estaba asustado y si para alejarlo tenía que herirlo lo haría, era su única manera de protegerse… Al menos a su forma de ver las cosas en ese momento de su vida, debía aprovechar ese momento de duda del más alto para irse, tendría que buscar una ruta distinta para ir al trabajo, no quería encontrárselo de nuevo…

-Tetsu…- la voz del contrario lo hizo mirarlo de nuevo, la manera en que lo estaba mirando… Al parecer sus palabras habían surtido el efecto contrario a lo que realmente deseaba –El bebé también es mío… Quiero hacerme cargo de él…- podía leer la determinación en los ojos azules del contrario, determinación que lo preocupaba más de lo que hubiera creído posible, aferró su vientre cariñosamente –Tetsu…- huyó de la mirada del moreno –Tetsu… Te amo…- negó con la cabeza, no quería escucharlo

-Ustedes solo se amaban a ustedes mismos…- se mordió el labio inferior con más fuerza –Amaste más tu deseo de “desaburrirte” que a mí… Que las cosas que yo te confíe… Tu sabías el significado de ese juego para mí…- volvió a negar con la cabeza –Tu no me amabas… Y este bebé… Es mío… No necesita tu amor incompleto Aomine-kun… Déjanos tranquilos… Solo olvídate que existo…- ¿Cómo salir de ese lugar? Estaba seguro que Daiki no iba a dejarlo ir así como así

-No tienes derecho Tetsu…- el tono de voz… Conocía demasiado bien al moreno para saber que se estaba enfadando –No tienes derecho a juzgar lo que siento por ti…- el ojiazul no era violento… Pero no por eso era menos intimidante –No tienes derecho de negarme a mi hijo…- estaba comenzando a entrar en pánico –Y así tenga que perseguirte… Así tenga que suplicarte te haré entender Tetsu…- desvío la mirada –Ahora… Te llevó a tu casa…- no podría sacárselo de encima, Aomine era la persona de la que más difícil le era desaparecer… Siempre había sido así

-No lo necesito…- no quería ceder tan fácil aunque sabía que no iba a lograr nada contra él

-No te lo estoy preguntando Tetsu- ¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué sus palabras producían el efecto contrario de lo que deseaba? Se sentía frustrado –Porque eres transparente para mí…- la voz de su ex pareja lo tomó por sorpresa, era casi como si le hubiera leído la mente –Porque te conozco lo suficiente para poder saber lo que piensas por la simple forma en la que miras… Por como mueves tus manos… Por como muerdes tus labios… Te conozco como a la palma de mi mano…- sintió sus mejillas calentarse por un sonrojo, solo él podía provocar una reacción así en él

 

Desvío la mirada y empezó a caminar sintiendo como el más alto lo seguía de cerca, siguió caminando en silencio por un largo rato, su casa no estaba tan lejos, durante el trayecto mantuvo las manos reposando sobre su bebé, Daiki tampoco dijo nada, solo lo siguió hasta llegar, se detuvo en la puerta y se giró para mirarlo de frente, bajó la cabeza un segundo, por supuesto que no lo iba a dejar pasar, ya había hecho mucho con permitirle seguirlo hasta ahí

 

-Adiós Aomine-kun… Esta es mi casa…- sacó las llaves del bolsillo de su pantalón dispuesto a entrar –Si no tienes nada más que hacer te agradecería que te fueras de una vez…- sintió al bebé moverse suavemente

-Tan directo como siempre…- lo vio suspirar –Tu nuevo celular Tetsu…- tronó la lengua suave –¿O prefieres que me quede parado aquí afuera todo el día?- Sabía que no bromeaba, lo creía perfectamente capaz de quedarse ahí hasta que lo viera salir de nuevo y no podía quedarse preso en su casa, suspiró y sacó el aparato de su bolsillo para darle su número, no tenía una mejor opción en ese momento, ahora tenía que concentrarse en a pesar de todo no caer en sus redes.

 

POV AOMINE

 

La información incompleta que le había dado el torpe del rubio había servido de algo… Había dado con el peliceleste… Nunca en toda su ida había visto algo más adorable… Tetsu esperando era una imagen que quería seguir viendo… Tetsu esperando un hijo suyo… Un bebé de ambos… No podía simplemente cruzarse de brazos y dejar que se alejara de él, no quería permitirlo, sabía que estaba tratando de alejarlo, sabía que quería marcar una distancia entre ellos, sabía que se había equivocado al aceptar el plan de Akashi, sabía que había cometido un grave error al ignorar lo que sabía de esa persona y participar en ese estúpido juego… Pero se negaba a permitir que Tetsuya lo juzgará solo por eso, quería probarle que podía hacerse cargo de ese bebé… Quería probarle su arrepentimiento y que realmente le amaba… El problema era el cómo…

 

Por el momento tomaba como una pequeña victoria personal tener la dirección y el celular del más bajito, envió un texto a Momoi para informarle que no iría al entrenamiento, de nuevo, aunque esta vez tenía una buena razón, guardo el celular en el bolsillo trasero de su pantalón, tenía que recuperar a su pareja… A su pareja y a su futuro hijo… Fue por algo de comer a la cafetería en la que se había visto con el rubio, por ese día se retiraría para pensar, iría a ver a Tetsu a su casa después…

 

Dos semanas… Dos largas semanas en las que tuvo que estar básicamente persiguiendo al más bajo para descubrir un poco sus hábitos y los últimos tres días se había presentado a la hora de su salida para llevarlo de regreso a su casa, el pequeño ex-fantasma de Teiko no decía nada… Ni siquiera lo miraba mucho pero por lo menos no intentaba escapar de él… Simplemente le permitía caminar a su lado… No era mucho pero era un paso…

 

Era su cuarto día yendo a recogerlo, estaba esperando pacientemente recargado en la puerta de atrás esperando a que Tetsu saliera del trabajo, mantenía los ojos cerrados, suspiró mirando la hora en su celular, ya debería estar afuera… ¿Por qué tardaba tanto en salir? Suspiró un poco más moviendo una pierna con algo de impaciencia, no le molestaba esperarlo en sí, pero le preocupaba, cuando comenzaba a plantearse la idea de entrar a preguntar por él escuchó la puerta abrirse, se enderezó y se giró para mirarlo, mantenía esa expresión calmada en el rostro, pero podía leer la calidez que sentía por el bebé en sus ojos

 

-Tetsu…- susurro suavemente, guardando el celular en el bolsillo de su pantalón, seguramente ni siquiera le iba a responder pero bueno, metió las manos en los bolsillos dispuesto a seguirlo como siempre, sabía que probablemente su presencia no servía de nada pero se sentía más útil “protegiéndolo” de ese modo

-Aomine-kun…- la suave voz del contrario lo tomo por sorpresa –Tengo cita con el médico mañana por la mañana…- alzó ambas cejas ¿lo estaba invitando a la revisión? Estuvo a punto de ponerse a saltar de gusto pero mantuvo la compostura –Sé que es sábado y es algo temprano… Pero por si te interesa…- por supuesto que le interesaba, era por lo que había estado básicamente rogando esos días… Sólo una oportunidad para acercarse a él y al pequeño bebé que se estaba formando
-Ahí estaré… ¿Quieres que te recoja?- se atrevió a tentar su suerte, era un buen día así que tal vez no sería una mala idea preguntar, vio a su ex-pareja pensárselo un poco antes de hablar

-De acuerdo…- no se oía muy seguro pero esas palabras fueron como música para sus oídos –No llegues tarde Aomine-kun…- estaba a nada de ponerse a saltar, pero se conformó con sonreír mientras seguían caminando, ninguno dijo nada el resto del camino, se estaba ganando poco a poco al peliceleste de nuevo…. Eso le bastaba por el momento

 

Dejó al menor en su casa y volvió a la suya, desde su primer partido oficial en Teiko que no se sentía tan ansioso por algo, apenas si pudo dormir, podría ver a su hijo… Por primera vez podría… Suspiró un poco y se acostó, había estad huyendo de Momoi, no quería explicarle la situación aún, le costó conciliar el sueño y aun así fue un sueño muy ligero, al primer timbre del despertador saltó de la cama, no quería arruinar la oportunidad, se dio un baño y salió a buscar al más bajo, por primera vez en su vida llegó puntual a algún lugar, envió un texto a Tetsu y a los pocos minutos el pálido chico estaba saliendo de la casa, insistía en que el joven lucía demasiado lindo con ese vientre de embarazo.

 

-Aomine-kun… Buenos días…- suspiró extrañaba cuando Tetsu lo llamaba por su nombre en privado -¿Nos vamos?- asintió ligeramente

-Buenos días… Vamos Tetsu… ¿Quieres caminar o prefieres tomar un taxi?- quería consentirlo un poco, solo un poco… Claro si es que se lo permitía…

-Me gusta caminar… Es el único ejercicio que puedo hacer por el bebé…- asintió despacio, el consultorio no estaba muy lejos así que siguió caminando con él, era complicado para él entablar conversación con el más bajo, llegaron al lugar, era una clínica no muy grande, entraron y los recibieron de inmediato, el médico le dedicó una sonrisa suave al de ojos celestes

-Buenos días Tetsuya… ¿Cómo te has sentido?- al parecer estaba pasando de él… No le agradaba mucho la manera en que lo miraba aquel médico pero no dijo nada… Se conformó con observar

-Muy bien…- ese tono de voz… Sabía que a Tetsu no le agradaba como le hablaba… Era obvio que le fastidiaba la familiaridad ajena –El bebé ha estado inquieto y cada vez me cuesta más estar de pie… Pero… Me gusta cuando se mueve…- el tono cambiaba cuando hablaba de su hijo, era casi imperceptible, pero él podía percibirlo

-Muy bien… Es normal… Ahora vamos a pesarte y luego veremos a ese bebé…- sintió como lo miraba de reojo –Veo que trajiste a un amigo…- bufó por el comentario, vio a Tetsu posar la vista en él un segundo antes de hablar

-Es el papá de mi bebé…- sintió una sonrisa de satisfacción surgir en sus labios, sonrisa que no se molestó en reprimir al ver el gesto de sorpresa y desagrado en los labios del doctor de Tetsu –No había podido venir… Pero hoy no tenía trabajo- era obvio que el menor lo estaba usando para quitarse de encima al tipo ese, no era como que le molestará, de hecho por él estaba perfecto, aunque fuera de ese modo y con otras intenciones lo había reconocido como padre del bebé frente a alguien más

-En todo caso es un placer… Es raro que un padre primerizo no se tome el tiempo de venir a las consultas… Pero imagino que es un alivio para Tetsuya que por fin haya podido acompañarlo- se estaba ganando un buen golpe de su parte pero se contuvo lo mejor posible aunque el peliceleste no hizo tan buen trabajo como él para disimular su molestia, era una de esas raras ocasiones en las que la expresión del más bajo variaba y esta vez se le notaba claramente molesto, había fruncido el ceño y apretado la quijada, lo sostuvo suave del brazo

-Tetsu…- susurro, no entendía el por qué seguía yendo a ese consultorio específico si tanto le desagradaba el hombre que lo atendía –Tranquilo… Te hará mal…- la otra mano del contrario se aferró a la que acababa de colocar en su brazo, la cosa se había puesto incómoda, el que carraspeó primero fue el de la bata

-Bueno… Vamos a pesarte… Usted puede sentarse…- le señaló vagamente una de las sillas frente al escritorio, no se molestó en replicar, solo obedeció y se sentó en silencio, puso atención mientras pesaba al contrario, y le hacía un chequeo general antes del dichoso ultrasonido, finalmente guio al contrario a una camilla y lo hizo recostarse, solo entonces se puso de pie, eso si no se lo perdería, quería verlo de primera mano.

 

Vio cómo se descubría el pequeño vientre y hacía una leve mueca por el gel que le pusieron, seguía cada movimiento con cuidado, vio el aparato que acercó a su vientre, miró la pantalla expectante y ahí estaba… No era muy bueno para interpretar pero la forma de su hijo ya era visible, ahí estaba su bebé… Sintió un nudo en el estómago y en la garganta, sentía la emoción a flor de piel, se mordió el labio inferior para controlar sus emociones.

 

-Y ahí está su bebé… Se ve muy sanito y parece estar creciendo de maravilla…- parecía que por fin se iba a comportar de una manera más o menos profesional con ellos –Y ahora… Vamos a escuchar su corazón… Tetsuya ya lo ha oído antes pero ya que es su primera vez… El latido se va a escuchar muy rápido pero no se asuste, es normal en este momento de la gestación…- solo asintió levemente mientras encendía algo en su máquina y el rápido latido del corazón de su hijo lleno la habitación, era el sonido más bonito que había escuchado nunca –Todo está en orden…- apartó el aparato del vientre de su ex-novio y la imagen y el sonido desaparecieron, lo vio entregarle a Tetsu las imágenes del ultrasonido y un pedazo de papel para que se limpiará los restos del gel que habían quedado en su pancita –Ya sabes las recomendaciones Tetsuya… Te daré algunas otras vitaminas para que no haya mayores problemas y nos vemos el mes que entra…

 

El mes que entra… Se aseguraría de estar ahí el mes siguiente también, se aseguraría de que para cuando su hijo naciera pudiera tener algo que ofrecerle… Recuperaría a Tetsu… Costará lo que costará, por el bien de ambos y por el bien del bebé que iban a tener, el bebé de ambos… No iba a dejar que se escaparan por entre sus dedos… No quería perder la perspectiva de familia… No quería perder sin pelear.

 

POV KUROKO

 

2 meses después…

¿Cómo había llegado a eso? ¿Cómo es que se había dejado atrapar de nuevo en el encanto de Aomine Daiki? Ni él podía comprenderlo… Pero ahí estaba con 8 meses y medio de embarazo discutiendo con el moreno sobre si debía internarse o esperar al parto en casa… ¿Por qué había dejado que se metiera de nuevo en su vida? Sintió a su hijo moverse y no pudo evitar sonreír, esa era la razón su única razón… Su preciosa carga… No, no solo suya… De ellos…

 

-Nuestra…- el susurro salió solo de sus labios por su cuenta, ese bebé era de ambos… Y si tenía a Daiki las cosas acabarían por ir bien…

Notas finales:

Bueno... Me quedó más largo de lo que esperaba y tal vez el final haya quedado raro pero disfrute mucho escribirlo... Espero que les guste también, un beso!


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