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Una Situación Peculiar por Nekoboy mty

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Notas del capitulo:

Ya estoy de vuelta, con un nuevo capítulo, averiguaremos que fue de nuestro querido y dulce Kuroko, solo les diré, que las cosas no siempre salen tan bien como pensamos. 

Capítulo 20: ¿AMOR?  

Kuroko continuaba correspondiendo el beso de Kise, el cual acerco una mano a la mejilla del otro para profundizar el beso, fue ante ese contacto repentino que el joven padre recupero la cordura y se separó del contrario dándose cuenta de lo que estaba haciendo con su nuevo amigo.

-…Kise…

-Kurokocchi…tú…tú me gustas, estoy enamorado de ti.

-Yo…yo…

-No tienes que decir nada ahora, entiendo que esto es difícil de procesar.

-Kise, yo, en verdad agradezco lo que sientes por mí, pero yo no…

-Por favor no digas eso, no se si no te percataste o si finges no hacerlo, pero me correspondiste cuando te bese, sé que lo hiciste. Sé que siente por mí, lo mismo que yo siento por ti.

-No, yo, quiero decir, yo no…

-Por favor Kurokocchi, te pido que me des una oportunidad.

-Yo, Kise, es que no…

-Sé que piensas en tus pequeños, en lo que esto puede ser para ellos, pero te juro que así como te amo a ti, los amo a ellos, así no los conozca nada. Pero son parte de ti y sé que los amo por eso, los amare como si fueran mis propios hijos.  

-Kise, es solo que… es mucho que procesar…

-Kurokocchi, no me importa esperar por una respuesta, pero si quiero que llegue, si quiero obtenerla. Tú me gustas, estoy completamente enamorado de ti, por eso te pido, me des una oportunidad, la oportunidad de hacerte feliz, la oportunidad de darte una vida mejor, la oportunidad de tener una vida juntos.

-Yo…yo…yo…

-Kurokocchi…Yo te Amo…

-Ag…

Kuroko no pudo más con la angustia y salió huyendo del lugar, Kise solo alcanzo a gritarle que esperaría por una respuesta suya mientras lo observaba alejarse. Solo unos segundos después de perderlo de vista, sintió dos presencias malignas tras suyo. Al voltear confirmo que se trataban de Aomine y Kagami, que habían tomado cada uno una rama de árbol mientras la sostenían dispuestos a darle una paliza, sabiamente el rubio salió huyendo del lugar mientras era perseguido por los otros que ahora tenían una mirada asesina, por nada del mundo permitirían que ese sujeto se robara a su Kuroko. Este por su parte había conseguido llegar hasta el edificio donde vivía, mientras subía las escaleras sintió que las piernas le fallaban, no podía sostenerse en pie y se dejó caer sobre uno de los escalones. Su respiración estaba agitada consecuencia de la carrera, su corazón latía a gran velocidad consecuencia del esfuerzo físico, necesitaba quedarse sentado ahí unos momentos o se colapsaría sin ser capaz de levantarse de nuevo.

-Porque…porque… ¿Por qué siempre me pasa esto?... ¿Por qué siempre los que considero mis amigos…terminan traicionándome de esta manera?... No es justo… no es nada justo, no he hecho nada para merecerme tal castigo. Esto no puede estar pasándome, esto tiene que ser una mala broma, no puedo corresponder a Kise, no puedo, mis hijos me necesitan y yo soy lo único que ellos necesitan, mis hijos están primero que cualquier cosa, inclusive que mi… Felicidad.

Dejo salir unas lágrimas con tristeza, pues era cierto que una parte suya correspondía los sentimientos de Kise, e inclusive se sentía muy cómodo a su lado, pero no importaba lo que el rubio hubiera dicho, para el solo estaban en frente de su visión, sus pequeños niños y solo en ellos se concentraría de ahora en adelante, así rechazara al apuesto rubio, sus hijos estarían antes que cualquier cosa. Se levantó con dificultad sosteniéndose del barandal, hasta recuperar la suficiente fuerza en las piernas para caminar por cuenta propia, llego hasta la casa de los ancianos, que le ayudaron a llevar a los pequeños ya dormidos hasta su propio departamento.

-Muchas gracias por cuidarlos, en verdad se los agradezco.

-No es nada, nos gusta ayudar y lo sabes, en fin que tenga buena noche.

-Si igualmente, muchas gracias de nuevo.

Los ancianos se retiraron y Kuroko cerró la puerta, se volteo dispuesto a recoger a sus pequeños para llevarlos a sus camas, cuando súbitamente los encontró despiertos a sus pies mirándole acusadoramente.

-¡Hay! ¡NIÑOS! ¡¿Qué les he dicho sobre asustarme de esa forma?!

-¿Dónde estabas papi?

-Salí Tai, ya se los había dicho.

-¿Y qué hiciste?

-Salí con un amigo Dai, fuimos a comer es todo.

-Papi, Tai y yo sentimos que paso algo.

-¿De qué hablas?

-Dai y yo ya estábamos dormidos cuando nos despertamos al mismo tiempo, sentimos que algo te paso.

-Pero no me paso nada pequeños, miren aquí estoy, no me ha pasado nada para que se preocupen. Dejen de pensar en cosas como esas, no es algo en lo que niños pequeños deban estar pensando, se supone que mi trabajo es preocuparme por ustedes.

-Pero papi es nuestro, podemos preocuparnos por papi.

-Tai tiene razón, nuestro trabajo es preocuparnos por papi, así estaremos juntos los tres por siempre.

-Ah, mis pequeños amores, en verdad que quieren quedarse a mi lado para toda la vida, ¿No es así?

-Sí, no queremos dejar a papi solo nunca.

-Son una ternura Tai, tú y tu hermano, sé que quieren lo mejor para mí, así como yo para ustedes. Si la vida fuera más simple papi en verdad se quedaría con ustedes siempre, hasta podríamos casarnos y ser familia jajaja.

-Sí, eso queremos con Papi.

-Sí, eso queremos con Papi.

-Pero eso no se puede mis amores.

-Pero Papi, ¿Por qué no?

-Un día cuando sean mayores, les explicare para que entiendan.

-Papi, prometiste estar conmigo y Tai para siempre.

-Si pequeños, porque son mis hijos y siempre estaré con ustedes, no es como que en verdad lo que mencione vaya a pasar, digo ustedes son mis hijos, un papi no se puede casar con sus pequeños.

-Pero Papi…

-Pero Papi…

-Nada de peros, escuchen pequeños por más que disfrute esta hilarante conversación, lo mejor es que ustedes se vayan a dormir de una vez, anden los acompañare a sus camas.

Kuroko llevaba a los pequeños a su habitación, solo entonces estos caían en cuenta que su declaración anterior había sido fallida, que su papi no había entendido lo que decían y que no correspondía sus sentimientos. No pudieron ser capaces de renegar o convencer a su papi de que los dejara dormir con ellos, antes de darse cuenta ya estaban en sus respectivas camas viendo hacia el techo oscuro de la habitación.

-Dai…

-¿Si Tai?

-Quiero llorar…

-Yo también…

-No le diré a nadie que lloraste si tú no le dices a nadie que estaba llorando.

-Tienes un trato.

-Entonces lloremos…

Los pequeños comenzaron a llorar cubriéndose con sus almohadas para evitar despertar a su papi, este no lo sabía, pero había herido enormemente el corazón de los pequeños, era su primer amor y los había rechazado y dejado en claro que nunca podrían estar juntos. En su cama Kuroko rodaba de un lado a otro sin ser capaz de conciliar el sueño, eran muchas cosas las que vivía últimamente y la confesión de Kise no hacía más que sumarse a la lista de problemas que lo agobiaban, con una gran dificultad logro dormirse, mas no sin estar pensando en esos problemas, problemas que lo agobiaron inclusive en sus sueños, toda la carga de problemas finalmente lo estaba afectando en todos lados.

En un lugar distinto Kise estaba llegando a su departamento, con una gran suerte había conseguido escapar de ese par de dementes que lo persiguieron y trataron de matarlo. Una parte suya comprendía la actitud de esos sujetos, después de todo tenían historia con Kurokocchi, pero esa historia, era ahora historia antigua, la única historia que importaba ahora era la que podían tener si terminaban juntos. Vio una carta sobre su mesa y procedió a leerla, al terminarla solo resoplo con pesadez. 

-Kurokocchi pronto…será pronto…

Por su parte Aomine y Kagami estaban reunidos en el departamento del pelirrojo, ambos estaban cansados por la extensa persecución y frustrados por no haberle alcanzado y partirle la cara. Desde el momento en que vieron a ese rubio besar a su Kuroko decidieron que ya no serían sutiles, ni comprensivos, la próxima vez que lo vieran, lo eliminarían definitivamente, pues este era una amenaza más grande que sus hijos, los pequeños no podrían estar realmente con su papa, por lo que el camino estaría libre para ellos, pero eso solo sería así si conseguían eliminar en definitiva al rubio.

-Lo acabare, no dejare nada de él que sea reconocible para nadie.

-Con calma Aomine, que un buen asesinato no se planea de forma apresurada, hay que tener cuidado para no dejar pistas.

-Es que no soporto verlo más tiempo cerca de nuestro Tetsu, ¡Es Nuestro! ¡No de nadie más! ¡Kuroko Tetsuya es nuestro! ¡Siempre ha sido así y siempre lo será! ¡Ese rubio no tiene por qué interponerse en nuestro camino!

-Eso lo sé, no por nada lo hemos buscado todo este tiempo, ese sujeto no arruinara nuestros planes de recuperarlo, hemos pasado por mucho para volver a verlo y no lo dejaremos marcharse otra vez. Kuroko Tetsuya ya nos pertenece a nosotros y ese idiota aprenderá eso, por las buenas o por las malas.

-Más vale que no se le ocurra aparecer mañana o será su fin de una vez por todas.

-En parte sería bueno que apareciera, así lo acabaríamos sin preocupación de que aparezca después, pero supongo que lo mejor será ver que pasara mañana.

La noche paso sin mayores novedades, finalmente comenzaba un nuevo día, así mismo Kuroko trataba de recomenzar su vida tras los hechos del día anterior. Se levantó y arreglo con cuidado, llevo a sus pequeños a su escuela, estos parecían llevar una actitud un tanto sombría comparada a su típica alegría de siempre, aunque las profesoras quisieron preguntar el porqué de ese estado, tras ver que el padre estaba casi igual prefirieron no molestar. Realizo una llamada informando que no podría presentarse a trabajar ese día por “problemas de salud” como nadie sospecho nada no hubo problema. Ahora tenía ese día libre para poner en orden todas sus ideas.

Tomo un autobús, una ruta que no tomaba hacia muchísimos años, fue sentado en uno de los últimos asientos, completamente en silencio viendo a través de la ventana, luego de su recorrido camino aun un poco más, hasta llegar a una esquina y ahí en el lado contrario se encontraba la que fuera alguna vez su casa. Al verla muchos recuerdos llegaron a él, recuerdos de los buenos tiempos que compartió con sus padres, recuerdos de los tiempos en que jugaba en la entrada de la casa, recuerdos de la primer pijamada que tuvo con Kagami y Aomine, pero sobre todo llego esa sensación de tiempos felices que tanto añoraba. Era en este momento que se daba cuenta de cuánto tiempo había pasado y de cómo habían cambiado tanto las cosas en su vida, en parte para bien y en parte para mal.

-Ya vamos tarde, date prisa en salir.

Esas exclamaciones lo hicieron regresar a la realidad, noto como una pareja salía de la casa, ahora que lo pensaba era evidente que la casa fue puesta en venta y que ahora alguien más vivía en ella. Su poca alegría se cambió por un semblante un tanto triste, pues eso era un recordatorio eterno de que nunca podría volver a poner un pie en esa, que alguna vez fue su casa.

-Sera mejor que regrese.

Se retiró con lentitud procurando no llamar la atención de nadie en el lugar, cosa que resulto fácil gracias a su talento para pasar desapercibido. Cuando estuvo de vuelta en terreno conocido, comenzó a caminar por las calles sin ningún destino en específico, solo avanzando a donde sus pasos lo llevaran, perdido en sus pensamientos y dejando todo el mundo exterior en el olvido. Caminaba con tranquilidad en una acera cuando de pronto se topó frente a frente con aquellos a quien menos deseaba ver, los cuales le miraban con una expresión entre seria y molesta.

-¿Ahora qué es lo que quieren?

-Tenemos que hablar.

-¿No hemos hablado ya lo suficiente?

-Kuroko, vimos todo lo sucedido, vimos el beso que se dieron ese sujeto y tú.

-Ah sí… ¿Y que hay con eso?

-¿Cómo que, que hay con eso Tetsu? Eso es muy importante para dejarlo pasar por alto.

-No es la gran cosa, solo fue un beso.

-Escuchamos que le gustas y que quiere estar contigo.

-…

-Kuroko, tú no puedes estar con él, nosotros no vamos a permitir que estés con ese sujeto tan desagradable.

-Nos costó mucho encontrarte, prácticamente nos estábamos dando por vencidos, pero ahora que te tenemos de nuevo, no planeamos dejarte.

-No recuerdo haberlos aceptado en mi vida de nuevo para empezar, y tampoco deben preocuparse de Kise, no pienso estar con él, no de la forma en que él quiere.

-¿Ah?

-¿Ah?

-Mi rechazo al amor no es solo hacia ustedes, sino hacia todos en general, ahora me encuentro en una etapa muy complicada en mi vida, solo puedo concentrar mi amor en unas personas, mis pequeños y ellos son todo lo que necesito.

-¿Entonces no piensas estar con ese tipo Tetsu?

-Vaya que eres lento Aomine, pero si, no pienso estar con él. Lo rechazare en cuanto tenga la oportunidad, explicare lo que pienso y terminare con cualquier ilusión.

-Eso es espléndido Kuroko, me alegra ver que no piensas aceptar ninguna proposición de ese sujeto.

-Y tampoco pienso aceptar ninguna de ustedes, antes de que propongan algo.

-Vas a hacerlo, eventualmente vas a hacerlo.

-Nosotros tenemos historia Tetsu, no puedes alejarte de nosotros, no importa que tanto te esfuerces en hacerlo.

-Logre escapar de ustedes por varios años, podre volver a hacerlo.

-Nos subestimas Kuroko, ¿En verdad crees que te quitaremos el ojo de encima ahora? Eso no pasara, te seguiremos a donde sea que piense ir.

-Haremos lo que sea, con tal de estar junto a ti otra vez.

-…No me importa lo que digan… eso no sucederá, ahora con su permiso voy a retirarme de este lugar.

Kuroko se dio media vuelta y comenzó a caminar, escucho los pasos de los otros que empezaban a seguirle, apenas estaba por protestar cuando sintió como Aomine lo tomaba del brazo izquierdo y Kagami del derecho, para después recibir de cada uno un beso en la mejilla. Por un momento fue como si el tiempo se detuviera, se sentía en shock, sin saber el cómo reaccionar, pero sobre todo sentía una extraña y agradable calidez. Una calidez que no sentía en mucho tiempo, era una sensación agradable, que le encantaba, que no se parecía a ninguna otra, que era fantástica. Volvió en si al sentir que estos terminaron con el beso, lentamente se dio la vuelta para mirarlo de nuevo.

-Tetsuya, nosotros siempre vamos a amarte.

-Tetsuya, nosotros siempre vamos a amarte.

-…yo…yo…yo… ¡Ag!

Nuevamente salió huyendo, esta vez en dirección al colegio de sus hijos, dejando a sus viejos amigos tras suyo. La sensación que le dejo el beso, era mucho mejor que el beso que recibió de Kise, sin duda era más fuerte, más cálido y mucho más entrañable, se sentía como un cálido amor familiar, o aún mejor, el amor que solo se puede recibir de una pareja, en este caso, de dos.

Llego a la escuela de sus pequeños justo en el momento de la salida, ambos niños fueron corriendo de inmediato a abrazarlo, felices por tener a su papi de vuelta, la familia se retiró a su hogar mientras el padre seguía pensando en lo ocurrido previamente. Ya en su departamento los pequeños estaban ocupados viendo la televisión, en lo que su padre preparaba la comida y seguía ocupado con sus pensamientos.

-(Esos besos… ¿Qué es exactamente lo que sentí por ellos?... acaso fue aquello que todos llaman… ¿Amor? Ese amor que se siente por las personas que más amas… es muy similar al amor que siento por mis hijos, pero a la vez es distinto, se siente como si fuera único, en una forma en la que solo yo puedo comprender… lo que sentí por esos besos, fue sincero… en verdad… ¿En verdad Aomine y Kagami…me aman? ¿De una forma correcta?... ¿Ellos me aman realmente?... una parte de mi siente que quiere creerles, pero la otra parte… se sigue aferrado al gran dolor que me han hecho pasar… por más que intento, no puedo deshacerme de ese dolor, de esa traición, es muy difícil hacerlo, cuando llevas años aferrado a ello… ¿Valdrá la pena?... ¿Valdría la pena, dejarlos entrar otra vez en mi vida?... siendo sincero tengo gran temor de lo que pueda pasar, pero ahora, otra parte mía, también siente necesidad por volver a estar con ellos… Supongo que tenían razón, a final de cuentas… nunca puedo alejarme mucho de ellos).

---TOC, TOC, TOC---

-¿Ah? ¿Quién podrá ser ahora? No recuerdo esperar ninguna visita.

Kuroko fue hasta la puerta y al abrirla se encontró de ese lado a Kise.

-Hola Kurokocchi.

-Kise, oh vaya, no esperaba verte, ¿Qué estás haciendo aquí?

-Quería verte, ¿Hay algún problema con eso?

-Bueno es que, pues con lo que paso...

-Oh si eso, bueno siendo algo sincero estoy aquí porque, esperaba una respuesta de tu parte.

-Kise yo…

-Por favor Kurokocchi… quiero escuchar tu respuesta, necesito oírla, no sabes lo que es para mí la incertidumbre de no saber lo que piensas al respecto, ya te he dicho que quiero estar contigo sin importar que, por eso, ahora necesito que seas tú el que responda.

-Kise…yo en verdad…aprecio lo que sientes, sé que tus sentimientos son sinceros pero, no puedo… simplemente no puedo hacerlo, no puedo corresponderte.

-Kurokocchi…

Kuroko empezó a dejar salir lágrimas y salió cerrando la puerta tras de sí, evitando llamar de ese modo la atención de sus pequeños.

-En serio aprecio lo que sientes por mí, mas sin embargo… no puedo aceptar tu propuesta… sé que esto es difícil, lamento no ser capaz de corresponderte, es solo que… jure que mi amor seria solo para mis pequeños, solo para ellos ¿Entiendes? No puedo dar cabida a nadie más.

-…

-Pero hoy…hoy me di cuenta, que quizá mi corazón… al que por tanto tiempo he mantenido cerrado por protección, puede estarse abriendo… mas no para ti… sino para… las personas a las que les debo mis hijos.

-…

-Todo esto, todo lo que me está pasando… es demasiado confuso… ya ni siquiera sé que hacer… ¿Ahora me comprendes? No puedo estar contigo, porque mi corazón… ya no puede seguir pasando por esto, porque… ya está pasando por más, de lo que puede un corazón normal.

-Kurokocchi…

-Lo siento Kise, en verdad lo siento, no era mi intención dañarte.

-Entiendo…

Kuroko sollozaba ahí de pie junto a la puerta mientras el rubio solo lo miraba con resignación, tal parecía que no lograría conquistar a ese hermoso ángel de color celeste.

-Lo siento también Kurokocchi, a decir verdad tampoco quería dañarte… pero temo que ya no tengo opción, deberé hacerlo a final de cuentas.

-… ¿Qué?...

En un rápido movimiento por parte del rubio, saco una jeringa de su bolsillo y aprovechando la diferencia de altura y fuerza, acerco a Kuroko hacia el para después inyectarle un líquido en el cuello.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡SUELTAME! ¡¿QUE ESTAS HACIENDO?!

-Lo que debí hacer desde el principio.

-¿Papi?

-¡¿Papi dónde estás?!

-¡¿Papi estas bien?!

-¡Pequeños!

-¡Papi!

-¡Papi!

Kuroko sintió como comenzaba a perder control de sus sentidos a gran velocidad, en solo unos segundos le fue imposible mantenerse de pie, cayó al suelo y se estiro con sus pocas fuerzas hasta la puerta. Sus pequeños temiendo algo malo, observaron por la ventana a su padre en el suelo así como al rubio que no les agradaba. De inmediato entendieron que ese sujeto le había hecho algo a su papi, por lo que empezaron a llamarlo desesperadamente.

-¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI!

-¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI! ¡PAPI!

-Dai, Tai… mis pequeños.

Kuroko perdió el conocimiento y solo alcanzo a sentir como era sujetado por Kise, quien lo cargo y observo a los pequeños gritar desesperadamente por la ventana,  queriendo evitar atención no deseada salió huyendo de ahí rápidamente llevando consigo al joven padre, que dejaba a sus pequeños solos y en completo pánico. La desgracia siempre perseguía a Kuroko Tetsuya y una vez más, lo había vuelto a alcanzar. 

Notas finales:

Es todo por ahora. Las verdades están saliendo a la luz, Kuroko se encuentra en problemas y ahora necesitara de sus viejos amigos para sobrevivir a lo que se avecina. Gracias x los reviews, pd me cuesta actualizar porque traigo turno rotativo en el trabajo. 


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