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Una Situación Peculiar por Nekoboy mty

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Notas del capitulo:

Hola, Hola, Nekoboy Mty ha regresado a este fanfic tras un largo tiempo, con Un Capítulo Especial para Ustedes :D Espero que lo disfruten.

Un nuevo día estaba por comenzar en la ciudad de Tokio, el sol comenzaba a aparecer y con el las personas comenzaban nuevamente sus actividades, siendo inicio de semana, el movimiento era aún mayor que de costumbre, pues significaba que era momento de retomar las actividades, ya fuera en el trabajo, en la escuela, o en cualquier otro sitio. En una casa de dos pisos en un bello vecindario, algunas personas ya se encontraban ocupadas, un joven de cabellos celestes estaba terminando de preparar y empacar varios almuerzos, teniendo ya la mesa también servida para el desayuno, a sus espaldas otros dos hombres, uno de cabello rojo y otro de cabello azul, los cuales estaban vestidos ya de manera formal para ir a sus oficinas, terminaban sus respectivos platos, para luego tomar sus maletines, terminar de preparase e ir a la puerta donde el otro ya les esperaba con dos grandes paquetes de almuerzos para cada uno.

-Aquí tienen sus almuerzos.

-Gracias Tetsuya.

-Eres un amor Tetsuya.

-Saben que lo hago con gusto. -dijo sonrientemente-.

El chico justo paso entre los dos, dispuesto a continuar con sus actividades, cuando cada uno lo detuvo de un brazo para así darle un beso cada quien, haciéndole sonrojar como si aun fuera un adolescente.

-Taiga, Daiki, deberían darse prisa, se les hará tarde en la oficina de nuevo.

-Oh por favor, un beso no es perder el tiempo.

-Sabes que no podemos resistirnos cuando se trata de ti.

-El trabajo puede esperar un poco más.

-Nosotros por ti no, habría que divertirnos esta noche.

-Chicos, no creo que eso sea posible.

- ¿Ah? ¿Por qué no?

- ¿Ah? ¿Por qué no?

-Iniciando la semana siempre tengo mucho que hacer, lo más probable es que para cuando regresen yo aun tenga muchas cosas pendientes. Además, aún tengo que encargarme de nuestros hijos y con eso pueden estar seguros que terminare exhausto.

-Tsk, es cierto.

-Cielos, esperaba diversión.

-Quizá el fin de semana sea mejor momento. Ahora dejen de estar pensando en cosas pervertidas y dense prisa, perderán el transporte.

-… -viéndolo-.

-…-viéndolo-

-Les dije que dejen de pensar en esas cosas ¡Ya Váyanse!

-Jajaja de acuerdo tu ganas.

-Nos veremos en la noche Tetsu.

-No te esfuerces demasiado.

-Cuida a los pequeños.

-Y al par de idiotas crecidos.

Los dos salieron de casa cerrando la puerta, dejando al otro que continuo de pie en ese lugar por un momento.

-Ah, en eso me lo pones difícil Taiga, ese par de idiotas bien podrían ser ustedes, pero no pienso ir a su trabajo a vigilarlos. -mirando el reloj- Cielos, ya se está haciendo tarde y aquellos cuatro aún no se levantan.

-¡Papi!

-¡Papi!

Al voltear, Kuroko noto que, bajando de las escaleras, estaban sus hijos menores, Mine y Gami, los cuales ya se habían arreglado para ir a la escuela, teniendo por supuesto un par de errores al hacerlo. Cuando terminaron de bajar se les acerco dándoles un beso en la frente a cada uno para posteriormente ayudarlos en lo que se equivocaron. Sus pequeños era una copia idéntica suya de cuando tenía seis años, con la leve excepción de que los niños tenían heterocromía, uno poseía un ojo rojo y el otro azul, siendo claro quién era el padre de cada quien. Exceptuando eso, seguían siendo copias de su padre Tetsuya, poseyendo también la habilidad del chico de pasar desapercibidos, así como su temperamento calmo y mirada inexpresiva la mayor parte del tiempo.

-Listo pequeños. Vayan a la mesa, su desayuno está listo.

-Gracias papá.

-Gracias papá.

-Por nada mis amores.

Los dos pequeños tomaron su lugar de inmediato, dieron las gracias y empezaron a degustar, mientras les servían el jugo que faltaba. Kuroko vio nuevamente en dirección a las escaleras para luego ver de nuevo a sus niños.

-Pequeños, ¿Sus hermanos ya han despertado?

-(Mine) No lo creo papá.

-(Gami) Yo toque la puerta del cuarto, pero no respondieron.

-No puede ser, esos dos nunca cambian, como sus padres. Ah, continúen desayunando, papá ira a ver a esos dos.

-¿Están en problemas?

-¿Están en problemas?

-Podría decirse que sí.

-Te dije que papá los regañaría.

-Tenías razón Mine.

-Jajaja.

-Jajaja.

El padre subió las escaleras, llegando al segundo piso e ir a la puerta del cuarto que compartían sus hijos mayores. Dio un respiro, para luego dar algunos leves golpes en la puerta, esperando que por un milagro sus hijos mayores ya estuvieran despiertos y respondieran, tras unos segundos de espera no hubo ninguna respuesta, acabándose en instantes la poca paciencia que tenía, por lo que abrió la puerta de golpe hasta que esta topo con la pared escuchándose fuertemente el impacto.

-¡TAI Y DAI KUROKO! ¡Levántense en este momento!

El ruido y el grito, despertaron en el acto a los chicos, dando un brinco del susto en sus respectivas camas. Viendo a su padre el cual se mostraba claramente molesto.

-¡Ya se les está haciendo tarde! ¡Comiencen a arreglarse y bajen a desayunar! Tengo mucho que hacer como para estar lidiando con esto cada día, dejen de mirarme y apúrense, aún tengo que llevar a sus hermanos a la escuela.

-¡Si Papá, de inmediato estaremos listos!

-¡Si Papá, de inmediato estaremos listos!

Kuroko dejo la luz encendida, retirándose, mientras que los otros se movían rápidamente por el cuarto, intentando alistarse. Ya abajo nuevamente y tras unos minutos, los menores estaban terminando su desayuno cuando por la escalera bajaron los mayores, en ese momento Kuroko los miro, sus pequeños con los que tanto había tenido que pasar en el pasado ya no eran aquellos dulces niños de antes, sino que ya tenían trece años recién cumplidos, comenzaban la secundaria, siendo por completo iguales que sus padres a esa edad y para su envidia, ahora eran ya algo más altos que él.

-¡Hola Enanos! ¿Cómo están? ¿Durmieron bien?

-¿Terminando ya? Que traviesos, debieron esperarnos.

Los chicos agitaron el pelo de los pequeños, haciéndolos hacer un puchero mientras tomaban sus asientos para empezar a devorar el desayuno. Mine y Gami se miraron uno al otro, estaban en lados distintos de la mesa y tenían junto suyo al hermano mayor contrario. Los pequeños parecían comunicarse perfectamente entre ellos, entendiéndose de una manera que solo Kuroko era capaz de entender, en un segundo le dieron un piquete en la costilla a los mayores, los cuales casi se atragantan por el repentino dolor, tosiendo reiteradamente para no ahogarse. Cuando miraron a donde los pequeños, estos ya estaban escondidos cada uno detrás de una pierna de su padre en la cocina riendo un poco al respecto.

-Esos enanos.

-Esos enanos.

-Ya dejen de estar jugando. Mine, Gami, vayan por sus cosas ya tenemos que salir, Tai, Dai, terminen de desayunar y después a la escuela.

-¿No vas a decirles nada por lo que hicieron?

-¿No vas a decirles nada por lo que hicieron?

-En el camino lo hare, ustedes terminen de comer. -retirándose con los pequeños al segundo piso-.

-Tsk, papá tiene preferencia por esos enanos.

-No es justo Dai, nosotros nacimos primero.

-Eso lo sabemos, pero esos enanos se aprovechan de su ternura para hacer lo que quieran sin que papá les diga nada nunca.

-Agth, de pronto quisiera meterlos en el bote de basura y que se larguen. Pequeños usurpadores astutos.

-Ha, tienes razón, antes ese era nuestro lugar. Solo que ya no somos unos niños.

-Ah, de pronto extraño esos días, cuando todo era más sencillo, cuando la escuela no era tan complicada.

-Cierto, esos días tuvieron su encanto, también quisiera volver. Que papá me cargara en sus hombros…ah…

-Lo sé, también extraño eso, aunque no podemos hacer ya nada al respecto.

Los dos continuaron su desayuno ya en más calma, para luego volver a su habitación y tomar sus cosas, ya abajo su padre estaba también en la puerta, justo por salir con sus hermanos.

-Tai, Dai, aquí están sus almuerzos sobre la mesita de entrada, hice sus favoritos, así que no los pierdan.

-Gracias papá.

-Gracias papá.

-Bien, espero que les vaya bien en la escuela, Mine, Gami, ya es hora de irnos.

-Alto ahí.

-¿Qué pasa Tai?

-¿No estas olvidando algo?

-¿Qué? ¿En serio? ¿De nuevo?

-(Dai) Claro que sí.

-…ah…pensé que cuando crecieran ya no les gustaría esto. Pero, en fin, supongo que siguen siendo como niños de vez en cuando.

Los dos se agacharon un poco para permitir que su padre les diera un beso en la frente a cada uno, alegrándose al instante. Kuroko solo los miro con una sonrisa, tomo a los dos pequeños en cada mano y salió con ellos, sin darse cuenta que los menores les dieron una mirada molesta a sus hermanos más grandes, los cuales solo sacaron la lengua en burla a ellos.

-Ha, esos enanos estaban llenos de rabia, aunque no lo demuestren mucho.

-Se lo merecen por la broma que nos hicieron, ahora vámonos. No quiero terminar castigado fuera del salón otra vez.

-Ya Tai, ni que fuera la primera vez que nos pasa.

-Recuerda lo que dijo el profesor, otro retardo y mandara a llamar a nuestros padres. Por los idiotas no hay problema, pero de papá, ught... eso es algo con lo que no quiero tratar.

-Maldita sea, tienes un punto. En ese caso, ¡Corre Idiota! ¡El ultimo hará la tarea del otro este día!

-¡Detente Dai! ¡No empieces con eso! ¡Tu debes hacer la tuya!

Ambos chicos salieron de casa, corriendo a toda velocidad para dirigirse a su escuela. Al ser hermanos, siempre competían constantemente en todo y esa carrera a clases se había convertido en juego diario en el que el perdedor debía hacer lo que el otro dijera.

A distancia de ellos, su papá ya se encontraba en la escuela de los pequeños, los cuales se sujetaban de el como de costumbre, aunque no tenían ningún problema con asistir a clases, siempre parecían preferir quedarse con su progenitor un poco más antes de ingresar.

-Vamos niños, ya es momento de entrar.

-Un poco más papá.

-Deja que Gami y yo nos quedemos contigo un poco más.

-Lo siento, pero ustedes ya deben entrar, vayan con sus amigos y su profesora.

-Está bien.

-Está bien.

Le soltaron para luego ir donde sus amigos los cuales los recibieron con entusiasmó, la maestra también les saludo y luego se acercó al padre.

-Hola señor Kuroko, es un gusto verlo.

-Gracias profesora, de igual forma.

-Cuénteme, ¿Cómo van sus estudios? Una de mis docentes de la universidad me comento que era su estudiante, fue lindo saber que se esfuerza para ser maestro.

-Ha sido gratificante, me tomo tiempo el pensar sobre continuar con mis estudios oh no, pero después de terminar la preparatoria con ese examen, supe que quería continuar preparándome, la enseñanza siempre me intereso y estudiar algo que me apasiona es fantástico. No es sencillo por supuesto, pero me entusiasma con cada día.

-Qué bello pensamiento. Si no me equivoco en dos años terminara los estudios, cuando llegue ese momento y si gusta pude avisarme, tengo buena relación con la directora, podría abrirse una vacante aquí, inclusive podría terminar impartiendo clase a sus niños.

-No sé si ellos estén a gusto con tenerme cerca las 24 horas, pero agradezco el ofrecimiento, tal vez si se da la oportunidad acepte.

-Claro, continue esforzándose en sus estudios, vera que el esfuerzo valdrá la pena. -suena la campana escolar- Oh ya están iniciando, en fin, lo vere más tarde, que tenga lindo día.

Se inclino para despedir a la maestra y comenzó el trayecto de vuelta a casa, mirando el reloj supo que las clases de sus otros hijos también debían estar por iniciar, por lo que espero que ya estuvieran dentro. En cambio, Dai y Tai se encontraban corriendo hacia la entrada escolar mientras la campana sonaba, antes de poder entrar se toparon con otro profesor el cuan bloqueaba el camino a la vez que la campana cesaba.

-Tai Kuroko, Dai Kuroko, ¡Los dos llegan tarde!

-Ah…

-Ah…

-En serio muchachos, apenas es inicio de semana. ¿Cuesta tanto llegar a tiempo a la escuela?

-Es que…

-Es que…

-Sin excusas, síganme, tendrán un castigo y hablare con su profesor, seguramente citarán a sus padres.

-Ah, es muy pronto para iniciar con el pie izquierdo.

-Por el lado bueno Tai, nadie gano la competencia hoy.

-Cállate, oh te golpeare.

-¡No se queden atrás! ¡Caminen!

Los adolescentes terminaron fuera del salón cargando dos baldes cada uno, su molestia no era nada comparado con saber que ahora el profesor les daría un citatorio y que su papá estaría muy molesto al enterarse.

-Tenemos que hacer algo Tai.

-No empieces, es mejor aceptar nuestro destino.

-Si papá se entera, estaremos muertos.

-¿Qué sugieres? ¿Ocultárselo? El castigo que nos dará será peor que cualquiera que nos pongan aquí.

-Tenemos que dárselo a los idiotas.

-¿A ellos? Ha, es una idea tonta… aunque tan tonta que podría funcionar. Pero, ¿A quién se lo daremos? Los dos tienen que ir al trabajo.

-No lo sé, quizá tu papá, suele ser más comprensivo.

-Yo sugiero el tuyo, no creo que preste mucha atención a lo que el profesor diga.

-Ah, el que sea, lo único que necesitamos es que venga, escuche el parloteo del profesor y así problema solucionado.

-Cierto, no tendremos que preocuparnos, ninguno de los dos hará caso a lo que diga el profesor.

-Vamos a salirnos con la nuestra, hermano jeje.

-¿Con que eso creen?

-¡Agth! ¿Pro-profesor?

-¡Agth! ¿Pro-profesor?

-Saben, estaba por dejarlos pasar al salón, pero escuche toda su conversación. Así que les daré el citatorio exactamente para su padre Tetsuya, el será el único con el que hablare. Y en cuanto a su castigo, supongo que otra hora fuera no les vendrá mal.

-Agth… maldita sea.

-Agth… maldita sea.

Atrapados y sin opciones, los dos solo se imaginaban la furia a la que se enfrentarían cuando su padre se enterara al respecto. Este en cambio ya se encontraba en casa haciendo los deberes del hogar, mantener limpio, lavar la ropa, sacar la basura, preparar la comida para cuando sus hijos regresaran, entre muchas otras tareas que hacía diariamente. Muchas cosas habían cambiado en su vida desde aquella noche que huyo de casa, hubo dificultades en el camino, reencuentros dolorosos, otros aterradores y heridas que tomaron tiempo en sanar. Pero tras todos aquellos sucesos, finalmente su vida se volvió pacifica, tenía un nuevo hogar, a sus primeros hijos los cuales veía crecer con orgullo, a sus nuevos hijos los cuales era unos ángeles en su opinión, así como a aquellos dos hombres a los que tanto amaba. Estaba con Aomine y Kagami como en el pasado, ahora tenían una relación bien establecida y formaban una gran familia.

-Ah, cuesta creer todo lo que ha pasado. -Miro una foto de toda su familia junta- No podría ser más feliz, esta vida es mejor que cualquier sueño que pudiera tener. Estamos todos juntos, mis niños crecen, mis esposos me aman y en pocos años podre titularme como maestro. Estoy seguro que mis padres estarían orgullosos de verme hoy en día. Ahora que lo pienso, sería mejor prender un incienso frente a su foto.

El chico fue por uno a la alacena y lo coloco frente a la fotografía de sus padres, dándoles una sonrisa también. Regreso a la cocina, continuando con los alimentos, debía hacer una gran cantidad, puesto que cuatro personas prácticamente devoraban casi todo.

-Seguro que todos disfrutaran la comida. Mmmm me pregunto, ¿Cómo estarán aquellos dos en el trabajo? Espero que no se queden con hambre.

Lejos de casa, en un gran edificio de oficinas, el movimiento en su interior era constante, los trabajadores se movían de un lado a otro, algunos llevando documentos, otros en computadoras, otros en camino a reuniones, era un lugar donde no se podía perder ni un segundo, salvo en la hora de descanso, algo para lo que aún faltaba tiempo y que tenía a dos oficinistas anhelado el almuerzo. Trabajando en el mismo escritorio, uno con computadora y otro con documentos, estando frente al otro podían mantener la comunicación sin obstáculo.

-Cielos, todo es un caos en este programa, asignaron diferentes reuniones al mismo tiempo, voy a tener que rehacer todo este basurero.

-Hey Taiga, ¿Mucho estrés?

-Es horrible Daiki, los que hicieron este programa en el primer piso no tienen ni idea de lo que hacen. -mostrando el monitor de su escritorio- No pueden juntar las reuniones de esta manera, comunicarme con los diferentes departamentos y reacomodarlos me llevara horas.

-Te entiendo, yo también estoy atascado con estas pilas de documentos. Juraría que el día de ayer había avanzado mucho en ellas, pero ahora inclusive parecen haberse multiplicado por el doble. ¿Qué demonios hacen los demás que continúan sacando más trabajo?

-Rayos, necesito unas vacaciones urgentes. Este programa va a acabar conmigo.

-Resiste un poco, toma una meta rápida.

-¿Cómo cuál?

-Cada segundo que pasa, es un segundo más cerca del almuerzo y de la comida que preparo Tetsuya.

-Eso puede funcionar, demonios ya tengo hambre.

-Estoy igual. Agg estos documentos me van a volver loco.

-¿Por qué no hablamos con el jefe? Podría aligerar la carga o dimitir algunas de estas cosas a otros compañeros.

-¿Es que estás loco? No me acercare a ese sujeto a menos que busque que me despidan. Lo cual no es una opción para nosotros. Recuerda que cargamos con los gastos de la casa.

-Cierto, además la escuela de los niños, los paseos, la colegiatura de la universidad de Tetsuya. Ah, son muchas cosas cuando uno lo piensa. Por algo siento que no siempre nos alcanza el dinero.

-No te desanimes, es natural que así sea. Pero todo lo vale, nuestros hijos y nuestro lindo esposo, además si todo continua como hasta ahora, en un par de años Tetsuya se titulara y comenzara a ejercer, ese dinero extra no sentara bien a todos.

-Y si Tai y Dai se metieran a algún empleo de medio tiempo sería mejor jajaja.

-Lo sé, me encantaría que aportaran algo a la casa.

-Pero, pensándolo con cuidado, no creo que Tetsuya los deje hacerlo.

-¿Y eso porque? No vendría mal que aprendan un poco sobre el mundo laboral.

-Lo sé, pero recién van en secundaria. Sabes que el no querrá que descuiden sus estudios, aun si solo es empleo de medio tiempo. Además, te recuerdo que esos dos, ingresaron al club de basquetbol de la escuela.

-Es cierto, lo olvide por un momento.

-No podrán trabajar y participar del equipo al mismo tiempo, es incompatible. Tienen que priorizar uno, conociéndolos la decisión que tomarían es obvia.

-Ha, por supuesto, esos dos no dejarían el club, es claro que están entusiasmados en el y seamos sinceros, es mucho más divertido que cualquier trabajo que puedan encontrar.

-Creo que la única desventaja es que no se gana dinero como en un trabajo. Ah… hay veces que extraño esos días. Todo era sencillo en ese entonces.

-Cierto, era muy divertido jugar los tres cuando niños y en el equipo. ¿Qué estará haciendo el resto del equipo?

-Ni idea, perdimos contacto con la mayoría después de la graduación y en ese entonces nuestra mente estaba mas ocupada en encontrar a Tetsuya. Aunque podría ser mejor, seria complicado explicar nuestra situación actual a muchos de ellos, ya mucha gente se confunde cuando les contamos nuestra relación.

-Si, no olvidare la reacción de mis padres cuando se enteraron.

-Jaja por lo menos solo sufrieron un shock muy grande, mi padre en cambio se desmayo por la noticia. Fue muy gracioso jaja.

-Hey, tengo una idea.

-Conozco esa cara, ¿Qué tienes en mente?

-Ya que estamos recordando algunas cosas del pasado, recuerdas ese balón de basquetbol que encontraron en el estacionamiento.

-Claro, si no me equivoco lo dejaron en el almacén del piso de abajo.

-¿Qué te parece un juego después del trabajo? Un uno a uno, en las canchas que están en parque de aquí cerca.

-Estupenda idea, me vendrá bien para relajarme luego de todo este trabajo.

-No te vayas a deprimir cuando pierdas, idiota.

-Ha, yo debería decirte eso, idiota.

-¿Apostamos algo entonces?

-Captaste mi atención.

-El que gane, tendrá a Tetsuya para el solo por un día entero.

-Me gusta esa idea, para dar mayor motivación, el que pierda tendrá que salir con los niños por todo ese día.

-Un golpe bajo, pero estoy de acuerdo. Ya te imagino lidiando con los niños cuando te derrote.

-Tu tendrás que encargarte de los monstruos jajaja.

Las horas siguieron su curso, Kuroko termino con sus deberes en casa, salió a recoger a sus pequeños, llegando al colegio en poco tiempo donde estos ya lo estaban esperando en la entrada, despidiéndose de sus compañeros y corriendo directo a su padre para darle un abrazo cada uno sujetándose de sus piernas. Les dio una sonrisa y regresaron los tres juntos a casa. Antes de entrar, noto que entraron corriendo sus hijos mayores, por su comportamiento estaba seguro de una cosa y es que estaban en problemas. Dentro los dos adolescentes debatían sobre que hacer al respecto, ignorando por completo que su padre, junto con sus hermanos menores ya estaban dentro escuchando todo lo que decían, Mine fue a la mesa donde vio que señalaban algo, tomo el papel y se lo entrego a su papá, este comenzó a leer la carta topándose con que era un citatorio por parte del profesor.

-¡Yo sugiero que quememos esa cosa!

-¡¿Y luego que?! Dai, sabes que el profesor no nos dejara entrar si el no va.

-Que se joda el profesor, ni que fuera tan grave el asunto.

-Que te he dicho de decir groserías en casa.

-Lo siento papá… ¡¿PAPA?!

-¡¿PAPA?!

-Hola hermanos.

-Hola hermanos.

Los pequeños pasaron de largo para ir a la sala encendiendo el televisor. Kuroko en cambio sostenía el citatorio en sus dos manos frente a su cara, comenzó a bajarla mostrándose en principio serio para en segundos cambiar su expresión por una furiosa, dirigida a sus hijos mayores, los cuales estaban temblando de nervios, aunque ahora eran más altos que él, cuando su papá estaba enojado con ellos se sentían como si aun fuera unos niños pequeños.

-¡¿Un Citatorio?! ¡¿Es enserio?!

- ¡No es nuestra culpa!

-El profesor es un exagerado. Tai y yo estábamos llegando a tiempo.

-Solo fueron unos segundos de más, es injusto que por eso nos veamos envueltos en este problema.

-No den excusas. Saben que llegarían a tiempo de no quedarse dormidos.

-Pero papá…

-Pero papá…

-Sin peros… muchachos, saben que tengo muchas cosas de las que hacerme cargo en casa, eso sin contar mis estudios. Ah… iré, es parte de la responsabilidad de ser padre.

-Lo sentimos, en verdad.

-No queremos hacerte perderte el tiempo con nuestros problemas.

-A veces me hacen dudar eso chicos. Bien, ya no hay nada que se pueda hacer al respecto, hablare con su profesor mañana y después tengan por seguro que ustedes y yo tendremos otra conversación.

-¿Qué-que vas a hacernos?

-Eso aun no lo decido Tai, su castigo lo vere mañana. Por ahora vayan a cambiarse, yo tengo aun cosas que hacer y reorganizar mi itinerario.

-Perdónanos padre.

-Perdónanos padre.

Los adolescentes se retiraron mientras que Kuroko se sentó en la mesa volviendo a revisar la nota entregada. Su vida diaria ya se encontraba muy escasa de tiempo y aunque esperaba no tardar demasiado con el profesor, el solo echo de ir a hablar con el significaba perder valioso tiempo. Muchas cosas en casa, la universidad y demás tareas, seguramente tendría un día complicado. Los adolescentes estaban ya en su habitación cambiándose, hablando ya mas tranquilamente luego de ser descubiertos.

-…Cielos, no pensé que nos descubriera tan rápido.

-Hubiera preferido tener algo de tiempo para explicarle.

-Tai, ¿Viste la cara de papá al final? Se veía triste.

-Agobiado, creo que sería la mejor descripción. No me gusta hacerlo sentir de esa forma, pasamos muchas cosas en el pasado, lo ultimo que quiero es causarle mas problemas.

-Te entiendo, tampoco me gusta hacerlo sentir así, no es con intención y él lo sabe, pero eso no quita el echo de que casi siempre somos la razón de que sus inconvenientes.

-Tendríamos que hacer algo para compensarlo.

-Ya lo veremos mañana luego de su junta con el maestro, aunque creo que podemos empezar por levantarnos por nuestra cuenta.

-Hubiera sido bueno que lo hiciéramos hoy, no estaríamos metidos en este asunto. ¡Agth! ¡Hey! ¿Por qué me lanzaste esa pelota a la cabeza?

-¿He? ¿Qué dices? No te he lanzado nada.

-No seas mentiroso, ¿Y esta pelota de donde salió entonces?

-Esa cosa es de- ¡Agth!

Dai recibió un golpe directo en el lado izquierdo del rostro que tomo a ambos por sorpresa, cuando vieron hacia la puerta, notaron a sus hermanos pequeños los cuales estaban riendo traviesamente, claramente lo hacían con intención de molestarlos.

-Hey enanos, ¿Qué creen que hacen?

-¿No tienen a nadie a quien molestar hoy?

-No, solo a ustedes.

-Gami tiene razón, hoy queremos molestarlos.

-Escuches enanos, Tai y yo no estamos de humor ahora para sus bromas, así que es mejor que bajen o vayan a su cuarto y nos dejen en paz.

-De lo contrario no respondemos de lo que podamos hacerles. ¿Les quedo claro?

-Si nos hacen algo papi se molestará.

-No pueden hacernos nada.

-Grrr… estos enanos.

-Grrr… estos enanos.

-Mine, Gami, ¿En donde están?

-Ya vamos papi.

-Ya vamos papi.

Los pequeños se fueron riéndose una ultima vez antes de dejar a sus hermanos mayores los cuales seguían molestos con ellos. Aunque en general se llevaban bien, en otras ocasiones los mayores quisieran ahorcar a sus hermanitos, pues no mucho después de que aprendieron a hablar y caminar, descubrieron que, pese a verse inocentes, eran bastante traviesos, especialmente con ellos dos. Casi como si compitieran con ellos por tener la atención de su papá, cosa en la que ahora llevaban mucha ventaja.

-Hay como los odio.

-Ya nos la pagaran Dai, ya nos la pagaran.

Las horas transcurrieron hasta que se ya estaba bien entrada la tarde. Aomine y Kagami ya habían salido del trabajo y ahora se encontraban en una cancha jugando uno contra otro, como no lo hacían en mucho tiempo. Aunque ahora eran padres con un trabajo exigente, el poder jugar basquetbol de vez en cuando era una excelente manera de desestresarse, recordar viejos tiempos y también aprovechaban para enseñarles a sus hijos mayores, los cuales heredaron su talento innato para el juego.

-15 a 14, yo gano.

-Solo por un punto Daiki,

-Te dije que yo ganaría jajaja.

-Otro juego, ¿Qué dices? A menos que estes cansado anciano.

-Aquí el único anciano eres tú, acepto el reto.

Justo cuando estaban por iniciar otro partido, sus teléfonos sonaron por una alerta, al revisarlos notaron que era un mensaje de Kuroko, el cual pedía que volvieran pronto a casa. Tratándose de el nunca podían negarse, por lo que recogieron sus cosas, volvieron a ponerse sus chalecos del trabajo y pusieron rumbo a casa.

-¿Qué habrá sucedido?

-No lo sé, Tetsuya no suele pedirnos que volvamos pronto a menos que sea algo importante.

-¿Crees que haya tenido problemas con las clases de universidad?

-No lo creo Daiki, pero tampoco pienso que sea una cosa grave.

-Ha de ser algo con los niños. Mmm sabes, pensándolo con detenimiento, ha pasado tiempo desde la ultima vez que pudimos jugar con Tetsuya.

-Lo sé, en las últimas ocasiones solo han podido venir los chicos mas grandes y en menor medida los pequeños. 

-Deberíamos aprovechar el fin de semana para hacer un juego todos juntos. Extraño jugar con Tetsu.

-Yo igual, después de atender lo que pase, contémosle la idea, seguro que el también disfrutaría el juego.

Ambos continuaron su camino, deteniéndose para comprar algunas bebidas para todos, hasta que tras casi una hora llegaron a casa. Encontrándose en el comedor a Kuroko el cual tenia sentados del lado contrario a Tai y Dai, mientras los pequeños continuaban viendo la televisión. De inmediato se percataron del ambiente tenso, una sensación que solo pasaba cuando su esposo estaba molesto, una cosa que preferían evitar cuando sucedía, pero para su fortuna no estaba enojado con ellos en esa ocasión, siendo los seguros responsables, los chicos que continuaban mirando hacia la mesa sin reunir valor para verlos.

-¿Ahora que hicieron?

-Chicos, ¿Acaso se metieron en una pelea?

-¡Nada de eso! Es que…

-¡Nada de eso! Es que…

-Tai y Dai llegaron tarde a clases, de nuevo. Y no solo eso, sino que recibí un citatorio por parte del profesor para tratar el tema. -entregándoselo a los otros-.

-(Aomine) -Tomándolo- Si, te citan directamente a ti. Y hacen énfasis en que no seamos nosotros, parece que ya nos conocen bien.

-(Kagami) Chicos, ya hemos hablado de esto. Saben que su padre tiene muchas cosas que hacer, ¿Es que es tan difícil levantarse a tiempo por una vez?

-No es eso padre, es solo que… tenemos sueño pesado, es todo.

-Nunca escuchamos la alarma, quizá seria mejor tener una con el regaño de papá grabado, seguro que eso nos despertaría sin problemas.

-(Aomine) Dai, hijo, no te estas ayudando.

-Lo siento padre.

-Quizá despertarían a tiempo, si no se desvelaran viendo series en la computadora cada noche.

-Creo que deberíamos confiscárselas por un tiempo.

-(Tai) ¡No lo hagan por favor! ¡No lo hagan!

-(Dai) ¡Prometemos levantarnos a tiempo! ¡Lo juro!

-(Tetsuya) Esto no está a discusión, quiero que los dos vayan arriba, retiren ese aparato y lo traigan aquí.

-Ah… si papá -retirándose-.

-Ah… si papá -retirándose-.

-Y no tarden demasiado, voy a empezar a servir la cena.

-(Aomine) Ah, siempre tiene que ser algo con esos dos.

-(Kagami) Aunque no puedo evitar sentirme mal, nosotros también éramos así.

-(Kuroko) Bueno, eso es algo mas que heredaron de ustedes, además del gusto por el básquet y el problema con el estudio. -va a la cocina-.

-Hey, estas siendo injusto con nosotros.

-Si, pudimos hacer mucho por nuestra cuenta.

-¡Papás!

-¡Papás!

Cuando voltearon a la sala vieron a Mine y Gami, los cuales se asomaban por el respaldo del sofá, ambos estaban con los ojos cerrados, siendo la señal clara del juego favorito de los pequeños, uno que era divertido, pero que sus padres solían perder con mas frecuencia de la que quisieran admitir.

-¿Quién es quién? ¿Quién es Gami? ¿Quién es Mine?

-¿Quién es quién? ¿Quién es Gami? ¿Quién es Mine?

-Oh con que si niños. Pues esta ves no nos vencerán.

-Estamos listos para su juego, bien… Gami es el de la derecha.

-Y mine es el de la izquierda.

Los dos tomaron a los pequeños por debajo de los hombros alzándolos sobre sí, estando muy seguros de su elección, que el pequeño que sostenían era el suyo. Estos abrieron los ojos, revelando la verdad para sus progenitores.

-¡Se equivocaron! Jajaja.

-¡Se equivocaron! Jajaja.

-¿Otra vez? ¿Es en serio?

-¿Cómo es posible? Ya van veinte veces seguidas que nos ganan.

Los pequeños continuaban riendo burlándose de sus padres, este juego era su forma diaria de recibirlos y una de las cosas que mas les gustaba hacer. Kuroko en cambio comenzó a servir la cena para todos y mientras servía los últimos platos, sus hijos mayores bajaron con la computadora y sus componentes, dejándolos en la sala y uniéndose a la mesa. Ya cenando, el ambiente comenzó a ser mas ameno, las tensiones del día desaparecían y todos comentaban sobre las novedades. Kuroko estaba a la cabeza de la mesa, teniendo a Taiga a su derecha con sus hijos y a Daiki con los suyos a la izquierda, era un momento agradable, uno de esos que le hacían sentir que todo valía la pena. Tras terminar la cena, los hijos fueron a prepararse a dormir, Taiga y Daiki revisaban algunos papeleos en la sala y Tetsuya lavaba los platos, dejo sin terminar su tarea, subiendo para ver a sus hijos. En la habitación de Mine y Gami, encontró a los pequeños los cuales estaban ya dormidos los dos en la cama del primero. Sus pequeños parecían querer estar juntos la mayor parte del tiempo, por lo que no era raro que de pronto se acostaran en la misma cama, se acerco sin hacer ruido dándoles un beso a cada uno. Fue al cuarto de sus hijos mayores, encontrándolos terminando de acostarse.

-Buenas noches hijos.

-Buenas noches papá.

-Buenas noches papá.

-Mañana tras dejar a sus hermanitos, iremos juntos a su escuela, como cuando eran niños, descansen.

Los adolescentes por un segundo se sonrojaron al recordar como su papá solía acompañarlos a la escuela siendo mas pequeños, un momento especial solo para ellos tres. Ahora que eran más grandes, estaban seguros que llegando junto con el casi podría pasar por un compañero, después de todo seguía viéndose joven y era más bajo que ellos, hasta podría verse como algo romántico. Su ensueño se detuvo súbitamente cuando la imagen de su profesor apareció, recordando que no iba por diversión, sino por los problemas causados, poniéndose muy nerviosos al respecto.

Ya en el primer piso, Kuroko continuaba lavando los platos y utensilios faltantes, llamando la atención de sus esposos, si bien parecía sereno como de costumbre, ahora eran capaces de leerlo a la perfección, sabiendo que, tras esa mirada calma, se encontraba tenso y ansioso por el nuevo día. Kagami se acerco tomando su mano por sorpresa, quitándole la esponja para ocupar su lugar.

-Yo me encargare del resto. Tu ve a descansar.

-Ah, Taiga, te lo agradezco, pero no hay problema, puedo encargarme.

-No es necesario, lo hare yo.

-Bien, pero aun debo terminar los almuerzos para maña…

-Yo me hare cargo Tetsu, puedo ordenarlos y guardarlos sin problema.

-Ah, Daiki, no tienes por qué.

-No te niegues, aprovecha la ayuda, lo hacemos con gusto.

-Si, nuestro lindo esposo no tiene porque cargar con todo en la casa.

-Ve y acuéstate temprano esta vez, nosotros aun estaremos despiertos un rato. Después te alcanzaremos.

-… gracias, en verdad gracias…los amo.

-Y nosotros a ti -sonriendo-.

-Y nosotros a ti -sonriendo-.

Justo cuando estaba por subir a las escaleras, el llamado de sus esposos lo detuvo nuevamente.

-Hey amor.

-¿Si, Daiki?

-Bueno, yo y Taiga estuvimos pensando en que…

-En que seria divertido ir al parque a jugar basquetbol este fin de semana.

-Toda la familia junta, ¿Qué dices?

-Si, extrañamos jugar contigo y dejar en ridículo a Tai y Dai. También Gami y Mine se divertirán.

-Me parece una idea excelente, yo también extraño jugar con ustedes -sonriendo-.

-Entonces esta decidido.

-El domingo será para la familia.

Los dos continuaron con las labores en la cocina mientras el otro subió hasta su habitación, ya en esta se cambio por un atuendo cómodo, entrando a la cama, quedando justo al medio, cubriéndose con las sábanas, sintiéndose ya mas calmado, no tardo en quedarse dormido, descansado como no lo hacia en un tiempo. Aproximadamente en una hora, sus esposos llegaron a la habitación recostándose junto a él, quedando Aomine a la derecha y Kagami a la izquierda. El resto de la noche siguió en calma, hasta que por fin Kuroko fue el primero en levantarse, aunque temprano como de costumbre se sentía mas descansado que otras veces. Dejo la cama, saliendo de la habitación disponiéndose a comenzar el día. Ya en la cocina, comenzó a preparar el desayuno, no mucho después de terminar los primeros platos, sus esposos llegaron, ya arreglados, listos para ir hacia su trabajo. Se sentaron a disfrutar del desayuno junto con el otro quien dejo la cocina por un momento. Temprano en las mañanas era uno de los pocos momentos que tenían para ellos tres como en antaño, uno breve, pero sumamente agradable. No mucho después ya estaba despidiendo a sus esposos en la puerta a la vez que bajaban sus hijos pequeños los cuales estaban acompañados de sus hijos mayores.

-Vaya, esto es raro de ver, debería pedir un deseo.

-(Tai) Podemos levantarnos temprano cuando queremos.

-Y el no tener la computadora en la noche, no tuvo nada que ver ¿Cierto?

-(Gami) Hermano tonto.

-¡Hey Enano!

-No comiencen, vayan todos a la mesa, les serviré de inmediato. Tai y Dai, cuando salgamos me acompañaran a dejar a sus hermanitos, después iremos a su escuela.

-(Dai) Como tu digas papá.

-(Mine) Llévame en tus hombros.

-Ya veremos eso niño.

Al terminar el desayuno y luego de limpiar la mesa, la familia estaba ya preparada para salir de casa. Al principio los menores de la mano con su papá, mas al poco tiempo pidieron a sus hermanos cargarlos, los cuales no se negaron, mas por la presencia de su padre que por querer hacerlo. Ya en la escuela de ellos, estos bajaron, despidiéndose de su familia para luego ir junto con sus amigos al interior.

-Los buscare en la salida hijos.

-(Dai) Aght mi cuello.

-(Tai) Esos dos ya pesan demasiado.

-No se quejen, yo los cargaba a ustedes a esa edad y a uno tras el otro, no me daban descanso. Ahora vengan, hay que ir a su escuela.

En el camino Kuroko caminaba un par de pasos en frente de sus hijos mayores los cuales se encontraban con sentimientos encontrados, por un lado, vergüenza de ser acompañados por su papá, imaginaban que sus compañeros no dudarían en hacerles bromas, por otro lado, sentían nostalgia, hacia tiempo que ya iban a la escuela por su cuenta, por decisión propia, mas al cabo de cierto tiempo extrañaron la presencia de su papá en el recorrido. Un pensamiento llego rápidamente a sus mentes y es que al ir de esa manera los tres, podrían parecer incluso compañeros, de no ser porque su padre no usaba uniforme. Si bien Kuroko había madurado con su edad, seguía viéndose relativamente joven, llegando a ser confundido con un estudiante en algunas ocasiones. Los dos pensaron en un escenario de fantasía, donde alcanzaban al otro de forma animada y continuaban alegremente a la escuela, un escenario que podrían considerar romántico. Sus sentimientos por su padre ahora eran confusos, si bien “renunciaron” a ellos hace tiempo, aun ocasionalmente se ponían celosos y posesivos tratándose de él, especialmente con sus padres. Se permitieron continuar con su fantasía sintiéndose alegres hasta que un llamado les hizo volver a la realidad.

-Chicos, estamos en su escuela.

-¡¿Qué?!

-¡¿Qué?!

-Parecían estar en las nubes. Andando, no tenemos tiempo que perder.

Ahora nerviosos entraron en la escuela, el prefecto detuvo al padre quien le explico el motivo de su visita, este le permitió continuar, indicándole a un asistente que guiara al padre hasta la sala de profesores.

-Vayan a su salón chicos, hablare con su profesor y los vere mas tarde en casa.

-…

-…

-Tengo miedo Tai.

-Yo también Dai.

Ambos continuaron hacia el salón siendo interceptados por algunos compañeros que tenían curiosidad al verlos acompañados por su padre. Ya en el aula, la campana sonó y no fue hasta unos diez minutos después que el profesor llego, disculpándose por la tardanza, para así dar inicio a la clase. Durante toda la jornada escolar se sintieron con ansiedad por saber lo que habría sucedido en la conversación, mas no tuvieron el valor de hablar con su maestro. Al salir de clases fueron directo a su hogar, despidiéndose de amigos en el camino. Cuando llegaron estaban frente a la puerta sin animarse a entrar, fue en ese momento que la puerta se abrió tomándolos por sorpresa, siendo uno de sus hermanitos el que abría.

-(Gami) Oh, ya llegaron. Entren, papa ya tiene lista la comida.

Ya en el interior el pequeño fue corriendo a la mesa donde ya estaba servido y su otro hermano lo esperaba.

-(Tai) Niños, ¿Dónde esta papá?

-(Mine) Esta en su cuarto en su computadora.

-¿Computadora? ¡Su Laptop!

-(Gami) Dijo que adelantaron sus clases y que no lo molestaran por un rato.

-(Dai) Uff, creo que nos salvamos de momento. Ven hermano, vayamos a comer, luego limpiemos todo y empecemos con la tarea.

La comida entre los hermanos era agradable, divertida y con risas, aprovechaban para hacer algunas bromas, juegos y robarse algo del plato del otro. Aunque chocaran en ocasiones, el lazo que tenían era mucho mas fuerte, los mayores amaban a los pequeños y estos a sus hermanos mas grandes. Tras terminar la comida, los pequeños fueron a la sala a ver televisión mientras los hermanos limpiaban la mesa y cocina. Comenzaron con sus deberes en el comedor, poniendo su mejor esfuerzo en cada cosa, los estudios no eran su fortaleza, mas al intentarlo con detenimiento lograban obtener mejores resultados de los que ellos mismos esperaban. Sin darse cuenta comenzó a hacerse de tarde, sus padres ya debían estar saliendo del trabajo, pero su otro papá ni siquiera había bajado. Subieron a buscarlo encontrando la puerta cerrada, tocaron esperando alguna respuesta sin obtener ninguna, el pelirrojo abrió la puerta con lentitud asomándose, vieron a su padre en el escritorio quien había quedado dormido mientras en la computadora se veían muchos documentos que debió estar leyendo tras terminar la clase. Sin duda quedo exhausto pues, aunque su comida estaba a un lado, no parecía haber podido tomar más que unos pequeños bocados, por lo que fueron hacia el tomándolo en brazos para dejarlo en su cama y cubrirlo un poco con una de sus chaquetas.

Ya al bajar, sus hermanos esperaban a un costado de la escalera, curiosos por como estaría su papá.

-(Dai) Hey enanos, papá se quedo dormido un poco, lo mejor será dejarlo en paz.

-(Mine) ¿No podemos ir con él?

-(Gami) No hemos jugado hoy juntos.

-(Tai) Créanme, no tiene fuerzas para jugar ahora. Será mejor que se queden aquí hasta que despierte.

-Papa no preparo la cena, se va a poner nervioso entonces.

-En eso tienes razón, se pondrá ansioso por ese detalle.

-(Mine) ¡Hay que cocinar nosotros!

-(Dai) Tengo una mejor idea, llamemos a nuestros padres y pidámosles que traigan algo de camino. Será mas sencillo y papá tampoco pasará mas tiempo en la cocina durante la noche.

-(Tai) Me gusta la idea, bien yo llamare.  

Kagami recibió la llamada de Tai, poniéndose ambos al tanto de la situación. Se detuvieron en un restaurante familiar para ambos y fueron a casa con un par de bolsas bien cargadas. Al entrar encontraron a sus hijos en la sala los cuales vieron el cargamento que traían.

-(Kagami) La cena esta servida.

-(Tai) Genial hamburguesas.

-(Dai) Genial hamburguesas. 

-(Mine) …

-(Gami) …

-(Aomine) Hey niños, no pongan esas caras, también les trajimos una malteada de vainilla a cada uno.

-¡Hurra!

-¡Hurra!

-¿Dónde esta Tetsu? -entregando las bebidas-.

-¿Aun no baja su padre, chicos?

-(Tai) El no…

-¡Aquí estoy! Perdonen, me pondré a hacer la cena de inmediato y…

-Ya no es necesario amor.

-Tai me llamo y nos puso al tanto, que sea comida rápida esta vez.

-…ah… bien, por esta ocasión es mejor.

-No pongas esa cara, te trajimos una bebida también.

-¡Ah! ¡Gracias! Extrañaba mucho una de estas.

-En serio que no cambias nada.

-Si Tetsu, solo con eso y una hamburguesa estas bien, tu y los pequeños son iguales.

-Y ustedes junto con Tai y Dai devoran esas bolsas y quedan con hambre. Eso me recuerda una cosa, chicos tengo que hablar con ustedes.

Los mayores se tensaron al instante deteniéndose de comer, los pequeños sintieron el peligro y se alejaron dejándolos a su suerte.

-¿Si, Papá?

-¿Si, Papá?

-Hable con su profesor. Estuve explicando el motivo de sus llegadas tarde y de paso también pedí información sobre su comportamiento y calificaciones.

-Agth.

-Agth.

-(Aomine) Hay que tarde es, hay que irnos a cambiar.

-(Kagami) Cierto, necesitamos ropa cómoda.

-Ustedes dos tampoco se muevan, quédense aquí.

-Si.

-Si.

-Con su problema del horario ya me encargué yo, pero por lo demás supe que han tenido algunos conflictos con otros estudiantes, se han metido en peleas. Aunque no eran como imaginaba en principio, sino que han intervenido cuando molestan a otros compañeros por cualquier motivo, les defienden y cuidan, asiéndoles sentir mejor. Fue reconfortante escuchar eso, saber que defienden a los demás, me hizo sentir orgulloso de ustedes.

-Lo hacemos porque nos enseñaste a defender a los demás.

-Nunca nos meteríamos en una pelea por una tontería, lo juramos.

-Y ahora lo se. También me entere de sus calificaciones, aunque llevan poco en la secundaria el profesor me mostro que han tenido una mejora en sus trabajos, si bien al principio no eran nada buenos han tenido su avance, sus calificaciones mejoran, incluso mas de lo que esperaba.

-(Aomine) ¿Qué? ¿Eso en serio? ¿De verdad?

-(Kagami) ¿No serian otro Tai y Dai? ¿Estas seguros que son los nuestros?

-También yo lo pregunte jeje, pero no, si son nuestros niños.

-Ha-hacemos nuestro mejor esfuerzo.

-Ha-hacemos nuestro mejor esfuerzo.

-Si que lo hacen. Pensaba en que me darían varias sorpresas negativas, pero no fue el caso. Es por eso que les quitare el castigo en parte.

-¡¿De verdad, papá?!

-¡¿De verdad, papá?!

-Solo será una semana, después de eso pueden tener la computadora de nuevo. Pero si vuelven a caer en el mismo problema, se las confiscare por mas tiempo.

-¡Gracias Papá!

-¡Gracias Papá!

Los dos abrazaron a su papa efusivamente con una gran sonrisa quien casi pierde su malteada por el ajetreo. Sus padres se sintieron orgullosos de ellos, sus hijos eran mejores de lo que pensaban y tras haber causado un pequeño inconveniente, habían logrado alegrar a Kuroko. Su alegría se detuvo cuando vieron a sus hijos que aun abrazaban al otro, sonreír de forma burlona hacia ellos y sacarles la lengua, recordando entonces un pequeño detalle.

-(Tsk, estos descarados).

-(Tsk, estos descarados).

-¡Muy bien! Felicidades Tai -tomando a su hijo-.

-Tendremos que celebrarlo luego Dai -tomando a su hijo-.

-¡Hey, suéltame Viejo!

-¡Déjame! Quiero seguir abrazando a papá.

-No juegues con tu suerte -susurrando-.

-No te atrevas a hacerlo otra vez Tai -susurrando-.

-(Mine) Papi, ¿Por qué nuestros hermanos y padres están locos?

-(Gami) Papi, ¿Por qué nuestros hermanos y padres están locos?

-No lo se pequeños, no lo se jaja, vengan vayamos a cenar.

Mientras los mayores forcejeaban un poco en la entrada, Kuroko junto con los pequeños se sentó el comedor, disfrutando de su bebida con ellos, los últimos dos días fueron tensos, pero terminaron mejor de lo que esperaba. 
El fin de semana llego, siendo una mañana soleada de sábado, con clima agradable y nubes que intercalaban entre sombra y luz el ambiente. La familia estaba en el parque, disfrutando de la ocasión. Kuroko estaba sentado en una mesa de picnic mientras que sus esposos e hijos ya se encontraban en una cancha practicando un juego amistoso.

-(Aomine) Están muy lentos chicos, no me vencerán de esa manera.

-(Tai) ¡Ha! Eso ya lo veremos.

-(Dai) Tu te estas haciendo lento, viejo jaja.

-(Kagami) ¡Deben saltar así para lanzar la pelota niños! ¡De esta forma!

-(Mine) ¡Wow! ¡Quiero hacerlo!

-(Gami) ¡Wow! ¡Quiero hacerlo!

El padre miraba con alegría a su gran familia, tras muchos problemas en el pasado, ahora las cosas iban de maravilla, tenían un hogar lleno de amor y un futuro que se veía brillante para todos.

-Realmente, estoy en una vida genial.

-¡Hey, Tetsu! ¿Qué estas esperando?

-Deja las cosas amor, únete a nosotros.

-Por supuesto, aquí voy chicos.

Kuroko fue directo a la cancha donde su familia le esperaba con entusiasmo, hacia mucho tiempo que no jugaban todos juntos y esa oportunidad era una que aprovecharía al máximo.

FIN

Notas finales:

Espero que este especial lo hayan disfrutado. Ya rondaba por mi mente la idea de escribir algo mas de este fanfic que tanto adoro y por fin me anime a hacerlo.

No se si llegue a escribir algo más sobre este fanfic, creo que me centrare en hacer otros de mi OTP Aokuro, pero dejare la ventana abierta a la posibilidad de escribir otro especial adelante.

Realmente quería mostrar la dinámica de Kuroko en su nueva vida con su familia, así como con sus hijos mas pequeños y con Tai y Dai siendo ya adolescentes, el resultado me ha gustado y espero también a ustedes.

Muchas Gracias por leer este especial y nos veremos próximamente. Cualquier cosa, pueden buscarme en Facebook como Nekoboy mty y en Twitter también. ¡Hasta la Próxima!


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