Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

8. El turno de E.Den por dayanstyle

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

este es el final...

pero como yo las quiero les traigo otro fic de la serie

— ¿A dónde vamos? —Rasa dejó que E.Den lo guiara hacia la cocina y a la puerta de atrás.

— No veas. —E.Den le había cubierto los ojos, diciéndole algo acerca de que arruinaría la sorpresa. Rasa sostenía la mano de su pareja, sintiendo que el mundo finalmente estaba bien. Había estado asustado como el infierno de salir del closet para que todos lo vieran, pero con E.Den a su lado, él tenía valor.

— ¿Es mucho más allá, Papá pitufo? —Rasa se rió, amaba molestar al gran hombre.

— Bocón, puedes quitarte la venda ahora.

Rasa se quitó la venda de los ojos y dio un paso hacia atrás. Tenía que estar viendo cosas. No hay manera. Si él incluso hubiera tenido alguna duda acerca de lo que E.Den sentía por él, bueno, esto de aquí lo cimentaba.

— Te amo. —E.Den rodeó la cintura de Rasa— ¿Te gusta?

— E.Den —Rasa murmuró mientras caminaba hacia el corral. Dos hermosos caballos Tabiano Tennessee Walking (N/T: caballo de paso fino) paseaban tranquilamente. Llegó hacia uno y mimó la nariz del caballo.

— Incluso construí un establo para ellos. Tiene calefacción. Compré monturas y todo lo necesario. Había un experto que me ayudó para comprar todo lo necesario para montar.

— Te amo —Rasa lo soltó, las emociones lo bombardeaban. Ya podía sentir el viento en su cabello— Yo…Wow.

E.Den se limpió la garganta ignorando la declaración de Rasa. El vaquero estaba feliz. A él no le gustaban todas esas cosas emocionales pero el momento era tan abrumador para él, que solo se le salió.

— ¿Listo para enseñarme a montar?

— Obvio. —Rasa no podía contener su emoción. Dejó el bote de agua que había llevado abajo, ya que ahora siempre estaba sediento, pero a él no le importaba. Mientras el buen Señor le diera más tiempo con E.Den, cargaría el maldito bote el resto de su vida.

Ellos entraron al bosque y llegaron a un claro, Rasa nunca había sido más feliz en toda su vida. E.Den lo hacía completamente feliz. Ya no le importaba quién supiera que él era gay en tanto tuviera a E.Den. Finalmente entendió las palabras de Min Seok: “Deja que el mundo chupe un pene”.

E.Den lo perdió de vista, pero lo logró. Rasa lanzó la cabeza hacia atrás y disfrutó el sol que le caía. ¿Había algo más pacífico en la vida?

— Creo que deberíamos de regresar —E.Den dijo después de montar a través de multitud de claros durante horas.

Rasa asintió y giró el caballo guiando de regreso al bello animal al establo.

Ellos le quitaron las monturas y la manta y luego el freno del hocico del caballo y los cepillaron. Rasa le mostró a E.Den cómo cuidar a las gentiles criaturas. Los alimentó y se aseguró de que tuvieran agua. Se aseguró de que la temperatura estuviera perfecta antes de cerrar las puertas.

— Gracias, E.Den. —Rasa jaló al gran bruto a sus brazos y le dio un gran abrazo— Nunca olvidaré esto.

E.Den lo guió de regreso a la casa, Rasa se dirigió al estudio.

— Creo que alguien me debe un duelo. —Rasa jaló a Luhan a sus brazos mientras él se movía alrededor.

— R, detente. —Luhan se reía graciosamente.

— Atardecer amigo. —Rasa lo dejó y fue a la barra por una cerveza.

— Vamos, R, juega conmigo. —Min Seok le dio uno de los controles.

— Creo que la vez con Baek fue suficiente. Quiero mantener mi record de uno ganado. —Rasa fanfarroneó, dejó la botella y tomó el control de Kibum— Pero lo haré de nuevo.

Rasa luchaba en la carrera para que su carro cruzara la ciudad y vencer a  Min Seok que cruzaba la línea. Llegó en segundo, lo que le sorprendió. Derrotó a los autos de los otros equipos y lo golpearon, pero Rasa se había divertido. Jugó hasta que llegó E.Den y le robó el control de las manos.

— Hey, estoy jugando. —Rasa palmeó la mano de E.Den.

— Tienes que cocinar mañana —E.Den le recordó.

— Sí, sí. —Rasa chocó los nudillos con Min Seok— Paz.

E.Den lo veía con la boca abierta.

Rasa movía sus caderas mientras caminaba pasando a E.Den, empujó la boca de su pareja cerrándola. — Quieres —dejó de mover las caderas y volvió a su arrogante manera.

— No realmente. —E.Den lo siguió como un cachorrito.

 

 

 

— Mira, Hyusung. —Rasa se pellizcó el puente de la nariz, realmente cansado del acoso de ella— Soy gay. Siempre he sido gay, y siempre lo seré.

— Si no quieres salir. Solo tienes que decirlo. No tienes que mentir —Hyosung dijo molesta.

— No miento. También te he visto con esos niños que te rondan. Yo no juego al papi con nadie. —Rasa la pasó de camino a la cocina. Esto era ridículo. ¿Por qué tenía que darle explicaciones? ¿Dónde estaban las leyes contra el acoso sexual en el trabajo? Alguna gente solo no sabía tomar un no como respuesta. Lo tomaban como un insulto personal.

— Bastardo. —Hyosung tomó una servilleta y la lanzó a la cabeza de Rasa.

— A mi oficina ahora —Baekho ladró viendo a Hyosung mientras señalaba hacia el fondo de la cocina.

— Yo no hice nada —ella discutió, cruzando los brazos sobre su busto.

— Ahora. —Baekho miró a Rasa y asintió hacia él para que regresara a trabajar.

Diez minutos después Hyosung salía, despotricando furiosa. — Yo te demandaré por esto. —Ella tomó su abrigo de debajo del mostrador y salió como tromba del restaurante.

— Necesitaremos una nueva mesera. La despedí. —Baekho se inclinó sobre la máquina de malteadas para hacerse una malteada de fresa.

— Conozco a alguien, pero es un chico —Eunhyuk ofreció.

— No me importa en tanto no acose a ninguna pareja, ni a un guerrero emparejado y sepa lo que está haciendo.

— Él aprende rápido —Eunhyuk abogó por él.

— Tráelo. Veré qué hace. Sin garantías. —Baekho se apoyó contra el mostrador, viendo a su pareja beber su malteada.

— Gracias. —Eunhyuk salió del restaurante.

— ¿Su pareja? —Rasa preguntó.

— No sé, quizás. Supongo que lo descubriremos. —Baekho regresó a su oficina mientras Rasa regresaba a la cocina. Vio el reloj, emocionado por montar esa noche con E.Den. Él pensó en Jun por primera vez desde que se emparejó con E.Den. Su corazón ya no le dolía y no tenía calambres en su estómago. E.Den lo hacía feliz, lo hacía un mejor hombre. Rasa estaba orgulloso de quién era ahora y los amigos que hizo en el proceso. Era liberador no tener que esconderse. Nadie lo veía despreciativamente, lo amenazaba o lo echaba.

— Uh-oh. E.Den va a comerse toda la comida. —Ren se rió cuando E.Den cruzó la puerta. A Rasa realmente le agradaba Ren. Parecía una pequeña niña pero su inocencia era refrescante. Claro, tratar de entenderlo era un desafío.

— Está bien, Ren. Él consigue todo lo que quieres. —Rasa sonrió mientras E.Den lo envolvía en sus brazos— Amo tu gran apetito.

— También te amo, Rasa. —E.Den sacó una caja que había llevado con él.

— ¿Qué es eso? —Rasa trató de ver sobre el hombro de E.Den.

— ¿Te gustaría saber? —E.Den se carcajeó mientras la sostenía detrás de su espalda— Cierra los ojos.

— ¿Por qué?

— Rasa, por favor —E.Den rogó.

— ¿Por qué? —Rasa se reía pero los cerró. Sintió algo alrededor de sus hombros. E.Den levantó sus brazos y colocó algo alrededor de él apretado— ¿Qué estás haciendo? Mejor que no sea un bra. —Él podía oír la graciosa risa de Ren. Genial, probablemente lo era.

— Está bien, ábrelos. —E.Den se apartó, admirando su trabajo.

Rasa bajó la vista, pero realmente no podía ver lo que era. Él fue hacia las puertas cromadas del refrigerador para ver lo que era. — ¿Cómo funciona?

E.Den ajustó las tiras de piel. El artefacto le recordaba a Rasa la funda de una pistola, pero en lugar de tener una pistola en la funda, tenía una botella de agua. Gracias a Dios que no era un bra, o él tendría el duelo con E.Den. — Arreglé esto para que salga una pajilla, inclinas la cabeza un poco y voilà, tu sed es saciada. Tus manos estarán libres, no más cargar la botella.

Rasa se lanzó a los brazos de E.Den, se limpió los ojos en la camisa de su pareja para esconder las lágrimas. Después de todo él no era una maldita chica, y él no iba a ser atrapado llorando como una. — Gracias —murmuró dentro del pecho de E.Den.

E.Den caminó hacia atrás hasta que atravesaron las puertas de la cocina. — Ahora deja de esconder esas lágrimas. No hay nadie aquí aparte de nosotros.

— ¿Qué lágrimas? —Rasa se secó los ojos.

— Debes estar tomando mucha agua porque está empezando a salir de tus ojos —E.Den bromeó.

— Estás viendo cosas. —Rasa palmeó la mano.

— Quiero mostrarte algo después de tu duelo con Luhan. —E.Den jaló a Rasa a sus brazos.

— Muéstrame. Me gusta eso. —Rasa sonrió en su pecho— No necesitas convencerme.

— Pervertido, no estoy hablando de eso. —E.Den sonrió colocando sus nudillos bajo el mentón de Rasa y levantándole la cabeza para un beso.

— Bien. Dado que no me vas a mostrar ese pedazo de carne. ¿Qué es?

— Lo quieres. Solo prepárate. —E.Den palmeó su culo antes de dejar a su pareja para que trabajara.

— Bromeas —Rasa gritó desde la cocina.

Baekho se reía. — ¿Acosando a mis empleados?

— No. Por eso se queja. —E.Den sonrió, abrió la puerta y salió. Rasa estaba parado en el marco de la puerta y sonreía, viendo a su gran hombre salir.

 

 

 

— Diez pasos, entonces te giras y disparas. —Rasa entrecerró los ojos hacia Luhan.

— Has las paces con E.Den. Tú morirás —Luhan desafío.

— De espaldas al otro —Heechul indicó con su uniforme de sheriff— Sin trampas.

— Maldición, rayito de sol, tienes que usar eso en la cama esta noche —Siwon gruñó.

Heechul colocó su índice en sus labios. — Shh, estaba planeando eso. —Le hizo un guiño a su pareja antes de limpiarse la garganta y girarse hacia el par de duelistas.

Kibum estaba a un lado usando un traje de cirugía y una bata de médico, con una bolsa negra colgando de su pecho.

— Creo que tengo un ataque cardíaco. Revisa mi pene —Jonghyun bromeó con Kibum. Su pareja giró los ojos pero se ruborizó.

— ¿Listo? —Heechul gritó. Los guerreros estaban ahí, las parejas acurrucadas alrededor. Baekhyun se mordió las uñas, saltando de un pie a otro.

— Patéale el culo —Ren ánimo.

— Justo lo que haré —Rasa contestó.

— Bien… ¡ahora! —Heechul gritó, apartándose del camino de los contendientes que contaban los diez pasos. Las piernas de Rasa eran más largas alejándose más.

Ellos se giraron y el pecho de Luhan explotó con luces de colores. Cayó al suelo, cerrando los ojos mientas seguía ahí acostado.

Kibum corrió y presionó el botón que apagaba las luces que flasheaban en el pecho del hombre caído. Él buscó en su bolsa negra y sacó una calcomanía y la pegó en la cabeza de Luhan.

— Hey, ¿qué es eso? —Luhan preguntó mientras se quitaba la calcomanía pegada en su frente y la miró— ¿Perdedor? —Luhan arrugó la calcomanía y la lanzó a un lado.

— Soy el ganador. —Rasa saltaba alrededor bailando una danza feliz. Él se detuvo cuando E.Den llegó con él y le quitó el chaleco laser del pecho— Escucharé mi música country. Escucharé mi música country. —Rasa cantaba provocándolo.

— Quiero la revancha —Luhan hizo un puchero, enojado porque había perdido.

— Bebé perdedor —Jonghyun gritó.

— Está bien, suficiente no más burlas a mi pareja. —Jong In se reía y jaló a Luhan, levantándolo del suelo— Encontraste la horma de tu zapato.

— No, lo dejé ganar. —Luhan se desabrochó los cordones y levantó las manos para que Jong In lo levantara.

Jong In se inclinó y levantó a su pareja a sus brazos. — Vamos, te dejaré ganar.

— ¿Qué es lo que vamos a jugar?

Jongin se rió diabólicamente. — Ya verás. —Llevó a su pareja por entre la gente que ya se dispersaba, Jonghyun le juraba a Kibum que le dolía algo y que él necesitaba que le diera el boca a pene.

Siwon entró en la casa con las manos levantadas, Heechul lo apuntaba con su pistola de juguete en la espalda.

Rasa sacudió la cabeza y se carcajeó mientras veía al último entrar en la cocina.

— ¿Listo, Señor ganador?

Rasa se giró, viendo que E.Den lo miraba dudando. Su curiosidad le ganó y le siguió. ¿Qué haría su pareja que se veía tan inseguro?

— Quiero enseñarte algo. —E.Den lo jaló pasando la línea de árboles, se desnudó cuando ellos estuvieron fuera de la vista de la puerta trasera.

— Ya te dije que te ves hermoso. —Vio cómo E.Den mostraba toda su gloriosa piel— ¿Vamos a follar en el bosque?

E.Den movió sus cejas. — Después. —Tomando una profunda respiración agregó—: Ahora no te asustes.

Asintiendo, Rasa vio a su pareja transformarse en lobo. ¡Buen Señor, el lobo era del tamaño de un Pony! Él no iba a mentirse. Estaba un poco asustado. Su pareja era enorme.

Decidiendo que podía manejar eso, Rasa pasó su mano sobre E.Den en su forma de lobo. —Luciéndote.

Inclinando la cabeza como saludo, E.Den levantó la cabeza de su pareja. — ¿En serio? ¿Quieres que te monte?

El lobo asintió.

— Sin montura —Rasa bromeó deslizándose a la espalda del gran lobo— Sin riendas.

E.Den gruñó y se puso de pie.

— No trates de tumbarme.

E.Den trotó, llevándolo a lo profundo del bosque. Rasa bajó la cabeza y tomó el cuello de E.Den. La noche era clara, y las estrellas estaban por todos lados. No era el campo abierto, pero era un lugar pacifico. Podía oír los grillos y pequeños animales alejándose.

Pensó en Jeongseon y en las cálidas noches en que había dormido bajo las estrellas, preguntándose cómo podría darle un giro a su vida. Nada cercano a todo esto se había imaginado. Él era la pareja de una were-criatura, y viviría mil años. Era mucho para entenderlo, además del hecho de que ahora tenía rasgos de vampiro.

Realmente estaba muy lejos de Jeongseon. Se tensó ligeramente cuando E.Den caminó sobre un tronco caído, siendo cuidadoso de no desbalancear su carga. Rasa pasó su mano derecha por la cabeza de E.Den rascándole detrás de las orejas mientras levantaba la vista y veía las estrellas. — Es una hermosa noche, E.Den.

E.Den se detuvo cuando Rasa vio al cervatillo que salió corriendo.

— Intimidador —se rió.

E.Den le contestó con un resoplido. Rasa sabía que su pareja estaba sonriendo. Ellos llegaron a un pequeño claro, E.Den se agachó. Rasa se bajó y estiró las piernas.

E.Den cambió y estaba de pie desnudo como el día en que nació, y Rasa babeaba sobre las esculturales líneas y músculos que se flexionaban cuando E.Den se acercó.

— ¿Te gustó? —E.Den preguntó jalando a Rasa.

— Aun creo que necesitas una silla —sonrió.

E.Den gruñó, jalando a Rasa arriba de él mientras se acostaban en el suelo. — Móntame.

— ¿No es tu turno?

E.Den se encogió de hombros. — Sin ropa. Dejé la tarjeta de puntuación en mis pantalones.

Girando los ojos, Rasa suspiró. — Eso supongo.

Su pareja le hizo cosquillas en las costillas. Rasa se carcajeó tratando de hacer su mejor esfuerzo para no alejarse. — ¡Hombre!— gritó.

— Desnúdate.

— Mandón. —Rasa le enseñó la lengua pero se quitó la ropa.

— Maldición. Eres un hombre delicioso. —E.Den palmeó su abdomen, indicándole a Rasa que se sentara en él.

Rasa se subió sobre E.Den, pero no se sentó. En lugar de eso se colocó en cuclillas con una pierna a cada lado de la cadera, su fuerte y erecto pene pulsaba. — ¿Quieres algo de esto?

— Lo sabes, pareja. Quiero sentir tu apretado culo alrededor de mi pene.

— Sigue hablando sucio, podrás tenerlo. —La voz de Rasa tenía un tono bajo.

— Siéntate en mi pene, vaquero. Móntame como en el rodeo.

Los ojos de Rasa se volvieron pesados. — Suficientemente cerca. —Bajó, escupiendo en su mano y estirando su agujero.

— Quiero ver —E.Den jadeó.

Rasa se bajó y se colocó en cuatro patas así E.Den podía ver sus dedos empujarse dentro de su arrugado agujero.

— Joder, bebé, haces que quiera comer tu culo. —E.Den palmeó sus dedos retirándolos, lamiendo su agujero, chupándolo y entonces lo jodió con la lengua.

— Dios, nunca nadie me había hecho esto. —Rasa arqueó su espalda, separó las rodillas un poco más. E.Den deslizó dos dedos dentro mientras lamía alrededor de ellos.

— Voy a correrme. Mejor detente —Rasa exhaló.

E.Den sacó los dedos, agregó más saliva antes de acostarse de espaldas de nuevo. — Móntame.

Rasa golpeó su pecho antes de montarlo. Se inclinó hacia adelante, guiando el trozo de carne hacia su culo. Su agujero se abrió más. Se sentía lleno, teniendo sexo de esta manera. — Sigo sin ser una chica —gimió.

— Nunca pensé eso. —E.Den plantó sus pies, tomando las caderas de Rasa mientras lo levantaba. Rasa apoyó sus palmas en el pecho de E.Den. Sus dedos se encajaban en el pecho de E.Den mientras el estremecimiento por la montada lo recorría. Se inclinó y le dio un apasionado beso a E.Den. Los dedos de E.Den se envolvieron alrededor del cuello de Rasa, envistiéndolo más duro mientras Rasa gemía dentro de su boca. Era demasiado fácil perderse por la manera en que E.Den le hacía el amor.

Rasa quebró el beso y gritó a la noche su liberación.

E.Den empujó duro, su espalda se arqueó levantándose del suelo, tratando de enterrarse más profundamente dentro de Rasa, entonces explotó. — ¡Rasa!— gritó cuando su pene se empujó profundamente dentro del culo de su pareja. Colapsando, cayó con los brazos y piernas extendidos.

— Ahora me debes dos. —Rasa le sonrió a E.Den. En veintiocho años él nunca había sido tan feliz.

E.Den llenó el vacío de soledad que él no se había dado cuenta que tenía antes de dejar su estado natal. Seguro que él había estado con Jun, pero de algún modo siempre extrañaba algo, quizás por el hecho de que tenían que esconderse, lo que le había molestado más de lo que podía admitir para sí mismo.

Rasa se apoyó en el pecho de su pareja, respirando rápidamente. E.Den aún estaba en su interior, para nada se suavizaba. Tomó cómodamente la íntima conexión con su lobo.

E.Den levantó a Rasa, listo para deslizarse libre.

—No lo hagas.

E.Den asintió y pasó sus manos por los hombros, espalda y caderas. — ¿Extrañas tu casa?

Rasa giró la cabeza y miró el bosque. — Solía caminar sigilosamente, escondiendo lo que era. Mi casa eran los espacios abiertos y un caballo para montar. —Rasa besó el pecho de E.Den, entonces miró fijamente los profundos ojos cafés— Ahora puedo ser quien quiero, sin esconderme. El bosque tiene muchos claros y tengo hermosos caballos esperándome. Así que no, no extraño Jeongseon.

E.Den lo abrazó fuerte, permitiendo que su pareja se moviera en su abrazo mientras lo veía a los ojos de nuevo. — También tengo a un realmente genial hombre que estoy seguro que siempre me respaldará y nunca me negará.

— ¿Seguro que soy lo que realmente quieres? —E.Den preguntó pasando su mano por el rubio cabello de Rasa.

— Uh, amigo, tu pene sigue en mi culo. Estoy muy seguro.

E.Den pasó sus dedos por la cara de Rasa. — Temía que me rechazaras. Quería reclamarte justo ahí en el restaurante cuando Jae Suk nos presentó.

— Me sentí tan especial —sonrió.

— ¿Lo extrañas?

Rasa juntó sus cejas. — ¿A quién?

— Al hombre que rompió tu corazón. —Le dolió a E.Den preguntarle a su pareja, pero él quería saber. Quería conocer si su amor compartía su corazón con otro. Él no tendría elección, pero trataría con eso. A él no le gustaba eso, pero nadie podía evitar quien está en su corazón. Sabía desde el momento que conoció a Rasa que era todo para E.Den.

— ¿Jun? Infiernos no. Eso ya no duele más, creo que fue la traición. Ahora sé que terminé con él. Además tengo a un gran galoot que amar. No hay tiempo para casos de closet.

— ¿Casos de closet, huh? He oído que es claustrofóbico ahí.

— Sofocante. —Rasa rozó sus labios con los de E.Den. Por la romántica manera en que su hombre estaba actuando, E.Den estaba duro de nuevo. Rasa comenzó a moverse alrededor, empujase hacia el pecho de E.Den lentamente. E.Den siseó colocando sus manos en los costados de Rasa ayudándole.

— Sabes, cuando yo baje la cabeza, eres libre de tocarme cuanto quieras cuando esté dormido —E.Den gritó cuando se corrió de nuevo, Rasa se corrió después de él.

— Puedes apostar eso.

 

 Fin

Notas finales:

llegamos al final pero aqui les traigo otro fic

a continuacion...

9. el amor de Eunhyuk

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).