Quiero que me encierres en tus brazos..
Narra Onodera
Hoy es 24 de diciembre, y siendo sincero ni se por que estoy haciendo esto!! Primero que nada mi relación con Takano es de trabajo, nada más!! (A: si claro.. y yo soy Barney.. 7u7) ahora no se si con esto pueda seguir caminando.. un momento!! Por que debo hacerlo??!! No tengo ningún interés en hacerlo feliz en Navidad, pero también es su cumpleaños. -sonrojo- No. Me quedaré aquí.
A las cuatro y media de la tarde.. -------------------------
Narró yo
El castaño caminaba de un lado a otro pensando en que debería hacer. El oji verde sabía que era inútil decir “esto no es amor” si en realidad era todo lo contrario; Onodera no era tonto, el sabía perfectamente que no había olvidado a Takano y Kento le había dicho algo muy importante:
Flash back…….
Todos se encontraban esperando al oji verde mayor ya que este se negaba rotundamente a la idea de usar un disfraz como regalo de Navidad para alguien que “no” ama. Fue ahí donde Kento hablo con él:
Kento: escucha Ritsu, el amor es complicado y muy pocos lo consiguen de verdad. Si Takano no te olvido por diez años y tu tampoco lo olvidaste, entonces ustedes deben estar juntos.
Onodera: pero solo es un pervertido…
Kento: Ritsu nadie es perfecto… además solo es pervertido contigo; por qué crees que sea? – el castaño se pone a pensar, el peli negro le dedica un cálida sonrisa – por que crees que te persigue todo el tiempo? Ritsu, Takano te ama.. y le duele cuando tú lo rechazas sabiendo que es lo contrario. Te lo digo porque yo pasé por lo mismo una vez… - ante esto, el castaño se asombró - Te haré el traje y luego quiero que decidas si lo usarás o no.. de acuerdo?
Onodera: bien…
Fin del flash back……
Onodera solo podía pensar en Takano y todo lo que él hizo. Luego se decidió al fin, usaría el disfraz ya que después de mucho y gracias a las palabras de Kento, le hicieron entender que no importa lo que haga, el corazón de Onodera Ritsu le pertenecía a Takano Masamune.
Con un fuerte sonrojo se vistió y espero unos minutos para recuperarse ya que el verse en esa posición le causaba algo de vergüenza y timidez. Antes de salir se colocó un tapado de cuerpo completo; no quería que nadie lo viera de esa forma, excepto una persona. Con lentitud y temblando salió de su departamento para tocar la puerta de su vecino.
En el departamento de Takano.. -------------------------
El editor en jefe del sector de shoujo, estaba relajado en su departamento viendo una película, encima de su sofá. Tenía planeado raptar a su hermoso vecino al finalizar la película para celebrar Navidad. El oji avellana estaba planeando el secuestro (A: xDD) pero algo interrumpió sus planes. Alguien tocaba la puerta con insistencia y sin tener opción se levantó con pereza y fue a ver a la puerta para encontrarse con un encapuchado. Sin pedir permiso, este entra al departamento y el peli negro se le queda viendo hasta que cae el tapado al piso y deja ver a su castaño vestido de conejo. (A: *_*)
Narra Takano
Esto es cierto??!! Onodera se vistió así y vino a verme??!! Debí haberme dormido en medio de la película y ahora esto es un sueño. Pero todo parece muy real. Viste un frac oscuro y que cae en “W” resaltando su delgada cintura, así mismo esta abierto, con guantes blancos; también una calza gris que resaltan sus largas piernas con zapatos oscuros, también tiene orejas y cola de conejo blanco, acaso eso es una zanahoria? (A: era como el traje que usan las ayudantes de los magos :D .. ya verán lo que tengo pensado con eso >:D); su cara esta sonrojada y mira el piso, que acaso no me puede ver? Veo como Ritsu comienza a juntar el tapado e intenta salir de mi departamento, con un rápido movimiento lo tomo del brazo y lo hecho contra la pared para iniciar un beso.
Narra Ritsu
Takano-san no me dijo nada y creo que no le gustó. Será mejor irme. Junto el tapado y me dirijo con rapidez a la puerta pero un brazo me agarra y me estampa contra la pared. Takano-san me está besando, no entiendo que le sucede pero con mucha vergüenza comienzo a responder el beso. Siento mis mejillas arder y mi corazón explotar, solo Takano-san logra ponerme de esta forma.
Narro yo
Ambos se besaban y se podía notar como el oji avellana agarraba de la cintura a su castaño; así mismo Onodera con suma vergüenza comenzaba a pasar sus brazos alrededor del cuello del mayor. Las piernas del conejo temblaban ya que el mayor tenía una entre estas. El beso se volvió más apasionado debido a la intromisión de la traviesa lengua del editor en jefe en la boca del novato. El beso quería seguir pero el aire faltaba así que se separaron.
Takano miro al oji verde y este estaba sonrojado y jadeante, fue ahí donde se acercó al oído del menor y comenzó a susurrarle de forma sensual:
Takano: -susurro- que significa esto?.. acaso es mi regalo de Navidad? O de mi cumpleaños?
Onodera: ambos.. – el menor estaba nervioso y muy sonrojado como para hablar mucho.
Takano: -susurro- entonces puedo hacer lo que quiera?..
Onodera: por que no hacemos la cena? – no quería hacer nada hasta la noche y eran las cinco de la tarde.
Takano: -susurro- de acuerdo.. pero luego no te salvas – al terminar, mordió la oreja del castaño y ocasionó que este soltará un gemido inconscientemente.
Con lentitud se desasieron del contacto y se dirigieron a la sala. Lo cual le pareció extraño al castaño así que decidió preguntar:
Onodera: Takano-san, acaso no haremos la cena?
Takano: aún es temprano y ya tengo todos los ingredientes listos; ven veamos una película.. – con una seña invito al joven castaño a sentarse al lado de él.
Onodera dudo por un momento pero recordó todas las palabras de Kento y decidió sentarse al lado de su jefe, claro sin abandonar el sonrojo de sus mejillas. Ambos estaban viendo la película tranquilos hasta que el peli negro paso su brazo y con su mano tomo la cintura del menor; sin poder evitarlo, el oji verde encaró al mayor para recibir un beso de este.
Ambos se besaban con amor ya que el castaño se dejaba guiar por su jefe. Sin que el joven oji verde lo noté, Takano lo depositó en el sofá y con su otra mano – una seguía agarrando la cintura del menor – comenzó a acariciar el cuerpo del novato. Onodera sintió como una mano recorría su cuerpo y comenzó a sonrojarse. Al cabo de unos minutos el beso terminó.
El peli negro no desprecio tiempo y comenzó a lamer el cuello de su pareja mientras usaba sus dos manos para acariciar el cuerpo que tenía debajo suyo. El oji verde suspiraba el nombre de su jefe y podía sentir como esas manos lo tacaban y calentaban cada parte de su cuerpo. Takano había abierto y dejado al descubierto el pecho del joven, con delicadeza comenzó a lamer los botones del oji verde:
Onodera: ahhh.. ahh.. Takano-san.. ahh.
Onodera solo gemía y suspiraba ante las atenciones del mayor; cuando sintió una mano colarse por debajo de la calza y tocar su miembro arqueó su espalda soltando un sonoro gemido. Takano estaba feliz y con rapidez al sur del menor para engullir con gula la intimidad de su amado oji verde.
El joven castaño gemía y se aferraba al sofá ya que estaba siendo tocado por la caliente boca de su amor de secundaria. El peli negro solo lamía y succionaba la deliciosa carne de su amor mientras sus manos tomaban posesión de la cintura del menor. Las piernas del joven temblaban y su final se acercaba, con inútiles esfuerzos intento advertir a su jefe pero le fue imposible y terminó en la boca del mayor. Takano trago toda la esencia de su amor mientras lo veía jadear.
Cuando el menor se recuperó Takano agarro la zanahoria y la lamió de forma provocadora, Onodera lo miro y podía quitar la vista así mismo comenzó nuevamente a excitarse. Cuando el peli negro dejo la zanahoria lista, la colocó en la entrada del menor procurando meterla con cuidado en el interior de su amado. Onodera se incómodo un poco pero luego se relajo un poco, fue ahí cuando el editor en jefe hablo:
Takano: bien es hora de cocinar, vamos Onodera.. – decía mientras se levantaba y comenzar a caminar hacia la cocina.
Onodera: espera y yo que hago con esto??!! – el menor estaba sonrojado y algo incómodo en esa parte.
Takano: solo no lo toques.. -decía de forma sensual.
Con lentitud, el castaño se levantó y se arreglo un poco para comenzar a ayudar con la cena. Con cuidado se paró y comenzó a caminar ya que el objeto le incomodaba en su parte posterior. Takano solo lo miraba de reojo y con una sonrisa curiosa.
Luego de unos minutos, Ritsu logró llegar a la cocina, así mismo el peli negro se reía por lo bajo. Ambos se pusieron a cocinar, durante una hora. Al finalizar la preparación de la cena Onodera ya no resistía más y con algo de brutalidad agarro a Masamune del cuello y comenzó a jadea con fuerza. Takano solo deshizo el agarre y colocó todo para comer. Ritsu necesitaba que su jefe le quite esa tortura pero como parecía colaborar solo para la cena, no tuvo opción más que ayudar también.
Cuando terminaron de acomodar la mesa para cenar, Onodera no se sentó sino que nuevamente se prendió del cuello de su jefe pero con mas fuerza, Takano volvió a deshacer el contacto y el castaño no tuvo otra opción más que hacer lo siguiente:
Takano: Onodera, a donde vas?
Onodera: solo voy al baño..
El castaño estaba sonrojado y jadeante así que se fue al baño. Takano lo siguió en sigilo cuando vio que Onodera entraba y cerraba la puerta, el peli negro se reposo justo en la misma para poder escuchar; al hacerlo creyó que oía mal pero tal parece que no ya que dentro del baño se oían “¿gemidos?”.
Dentro del baño… ----------------------------------------------
Onodera estaba recostando en la pared mientras se agarraba de lo que este a su alcance ya que se estaba tocando con su mano. “Takano-san no quiere hacer nada.. entonces lo haré yo” pensó el joven castaño. Jadeante de placer y mordiéndose el labio inferior trataba de acallar sus gemidos; con las piernas abiertas y sin ropa de la cintura para abajo, además de la zanahoria que seguía en su lugar y no planeaba quitársela hasta acabar. “No puedo creer lo que estoy haciendo.. pero enserio, ya no aguanto” pensaba el joven editor.
Fuera del baño…----------------------------------------------
El oji avellana no podía creer lo que oía así que con rapidez abrió la puerta y se topó con su amor, tocándose de forma atrevida y solo basto eso para acercarse y tomar las manos del menor y pasarlas por encima de su cabeza para así tocarlo a su antojo, ya que el peli negro tampoco aguantaba el no poseer ese seductor cuerpo.
Con maestría, el mayor tocaba a su pareja hasta hacerla llegar al límite; Onodera no tardó en comenzar a gemir ante las atenciones. Takano estaba en su límite así que despojo al novato de toda la ropa con rapidez y con cuidado levantó a su pareja y la llevo al cuarto, sin deshacer la felación en la entrepierna de su amado que gemía sin vergüenza.
Ya en el cuarto, Takano comenzó a lamer el cuello de su amor y a tocarlo con rapidez para que así pudiera terminar. Al cabo de unos minutos se cansó y decidió engullir la extensión y darle más placer; ante esto el castaño no resistió más y se corrió en la boca de su pareja con un sonoro gemido y arqueando la espalda en el proceso.
El editor en jefe vio como su amor sufría los espasmos por la reciente venida así que con cuidado retiro el objeto de la entrada de su amado, arrojándolo a algún lugar del cuarto, y se desvistió con rapidez para entrar de una estocada en el menor, ocasionando que este enterrara sus uñas en el colchón ante la inesperada intromisión. Takano espero que para que se acostumbrará y al sentir la señal inició con las embestidas; primero lentas y a los segundos, rápidas y rítmicas.
El joven oji verde no paraba de gemir y rogar por más. Takano tomo las manos de su castaño y colocó en su cuello para así tener mejor empuje en las estocadas; mientras el menor aferraba sus piernas a la cadera de su jefe. Minuto tras minuto, las embestidas tomaban más rapidez y profundidad, logrando llegar al punto débil del oji verde, ante esto, Onodera soltó un gemido con el nombre del causante de su placer; el peli negro siguió dando en el punto hasta que ambos sintieron su final cerca.
El joven castaño se aferro más a su pareja sin dejar de gemir y jadear de placer; esto le hizo saber al mayor que debía comenzar a tocarlo para hacer que su venida sea más placentera. Ambos perlados de sudor y jadeantes de placer mutuo, llegaron al clímax en pocos minutos. Onodera entre los vientres de ambos y el mayor dentro de su amado.
Ambos trataban de recuperar el aliento y cuando lo hicieron, el castaño sintió como el peli negro comenzaba a embestirlo levemente; fue ahí donde el menor hablo:
Onodera: ahh.. que haces.. Ah.. Takano-san?.. ahh estoy cansado..
Takano: puede que te hayas corrido tres veces hasta ahora, pero solo lo hice una vez… - ante esto el menor comenzó a temblar – además necesito aprender a cuidar a mi conejo.. y satisfacerlo hasta lo último.. – la sonrisa que Takano tenía en el rostro no era apta para menores.
Onodera: ahh.. tu no tienes.. ahh.. un conejo..
Takano: tu eres mi conejo ..
Onodera: ahh.. ya suéltame.. ahh.
Takano: sabes aun falta para media noche… que tal si aprovechamos el tiempo?
Onodera: Dx
Y así fue la Navidad de los nostálgicos. Luego de tener la ronda antes de medianoche, brindaron por dos minutos y Onodera volvió a ser preso de los brazos de jefe.
A la mañana siguiente, Onodera tiento levantarse pero al no lograrlo busco los calmantes; grande y horrible sorpresa se llevó al no encontrarlos; fue ahí donde Takano apareció en el umbral de la puerta y le extendió la mano derecha mostrándole los calmantes:
Takano: buscabas esto?.. – mientras miraba a su amado castaño de forma curiosa.
Onodera: me los podrías devolver?.. – el castaño estaba nervioso y sonrojado.
Takano: acaso no sabes, que los conejos se mejoran con mimos?.. – se estaba acercando peligrosamente al menor.
Onodera: mentiroso!! Oye no!!! Takano-san!!!!
El peli negro volvió a adueñarse del cuerpo de su oji verde para quitarle lo último de sus fuerzas. Así podría seguir durmiendo en los brazos de su amor.
Luego de la actividad, Takano tuvo que salir a comprar más de los calmantes ya que sino aprendería como se castra a un seme de forma manual..