Eli caminó por el pasillo, el sueño lo evitaba. Su estómago gruñó haciendo que saliera de la cama y de su dormitorio a buscar comida. Encontró la cocina y se preparó un sándwich, Eunhyuk le había dicho que se sintiera como en su casa. Eli comenzó a pensar en las cosas que necesitaba hacer mientras daba los últimos toques del sándwich.
Una llamada al taller estaba en la lista. Eli odiaba haber dejado todo en manos de Alex, el jefe de los mecánicos. Aunque el hombre había trabajado para su abuelo durante cuarenta años, aun así Eli le gustaba revisar las cosas.
Un paseo parecía lo más adecuado después del funeral. Él ya extrañaba a su abuelo. Necesitaba serenarse. Le había enseñado a Eli todo lo que sabía sobre motores. No había mucho sobre camionetas y motocicletas que no pudiera hacer.
— No sabía que teníamos a un huésped.
Eli levantó la vista, saliendo de sus pensamientos. No había oído que alguien se aproximara. Ahí estaba un chico de pie de cabello rubio arena y grandes ojos café. Era unos centímetros más pequeño que Eli y era larguirucho. — Ellison Kim. —Inclinó la cabeza.
El hombre cruzó el cuarto y estrechó su mano — Kevin Woo.
— Soy amigo de Eunhyuk y Donghae. Solo estoy de visita. —Eli le dio una mordida a su sándwich, limpiándose la boca con una servilleta de papel mientras masticaba.
— Ah, el hombre que salvó a Donghae.
Eli giró los ojos mientras tragaba su comida. — ¿Todo el mundo sabe eso?
Kevin se rió. — No hay mucho que se pueda ocultar por aquí.
— Si, ya BAekhyun me dio una versión ampliada de la presentación.
Kevin hizo un guiño de dolor. — Siento eso. Baek se emociona un poco cuando conoce gente nueva. Él ha recorrido un largo camino desde su antiguo yo. Aunque es un buen chico.
Eli movió su mano hacia Kevin en un gesto para que descartara eso. — Lo imagino. No fue un gran problema. —Se preguntaba cuál sería la historia de Kevin, quién era su pareja. ¿Por qué infiernos el pensar en eso le molestaba?
— ¿Cuánto tiempo te quedarás? —Kevin preguntó.
Eli dejó su comida, ya no estaba interesado en comer, una intranquila sensación recorría su interior. A él nunca le había interesado un hombre antes, así que ¿por qué ahora estaba experimentando ese desconocido sentimiento? — Unos días. Tengo que regresar a la ciudad, empezaré a atender mi negocio. —Eli se movía de una pierna a la otra, estudiando al hombre más de cerca. Había algo en él que lo hacía querer jalarlo a sus brazos.
Él se frotó la parte de atrás de su cuello, tratando de averiguar lo que sucedía en su interior. De alguna manera algo lo hacía sentirse atraído, caminó hacia Kevin.
Eli se detuvo y se apartó.
— Oh, ¿qué tipo de negocio? —Kevin se deslizó en una de las sillas de la mesa, mirando a Eli como si cada una de sus palabras fueran sagradas. Esto no está bien, gritaba el interior de la cabeza de Eli.
— Taller. Camionetas y motocicletas. Hago un trabajo especializado. —Eli se deslizó en la silla frente a él. Realmente le agradaba que alguien estuviera interesado en su vida, incluso si alteraba sus patrones cerebrales.
Aislándose de todo el mundo a su alrededor él había pasado mucho tiempo solo, pero el miedo de que ellos se fueran y lo dejaran lo hacía mantener su distancia. Excepto por Donghae, Eli lo había dejado entrar, y el chico, como había predicho, terminó dejándolo. No es que Eli se hubiera sentido interesado sexualmente por el chico.
Nunca se había sentido interesado en un hombre…hasta ahora.
— Nosotros tenemos muchas en el frente, que probablemente requieran afinación.
Eli levantó las manos y soltó una carcajada. — Hey, estoy de vacaciones. No trates de ponerme a trabajar.
Kevin bajó la cabeza, claramente ruborizado. — Lo siento.
— No es problema, amigo. Sólo estoy tratando de relajarme algunos días antes de que toda la locura se inicie. —¿Por qué le molestaba a Eli que Kevin se sintiera mal?— Me voy a mi cuarto. Encantado de conocerte, Kevin.
Necesitaba poner espacio entre ellos, para pensar. Eli acomodó la silla en su lugar y dejó al hombre, sintiendo cosas que nunca había experimentado antes.
— También yo, Eli. —Kevin se giró y vio a su pareja alejarse.
El hombre era un dios.
Era grande, fuerte y musculoso. Kevin apoyó el mentón en su mano, pensando en los grandes y soñadores ojos. ¿Le agradaría a su pareja? ¿Cómo sería su vida? Él parecía una persona agradable y fácil de tratar, una persona realmente agradable.
A Kevin no le gustaba que su pareja viviera en la ciudad y tuviera su propio negocio ahí. ¿Cómo podría vivir aquí si él tenía que trabajar? Se estremeció ante el pensamiento de que esos grandes y tatuados brazos lo rodearan.
Oyó un ruido detrás de él, y segundos después entró Baekhyun a la cocina. — ¿Que te tiene despierto tan tarde, señor Byun?
Baekhyun rodó los ojos. — Channie me envió por algo para beber, porque el sexo lo pone sediento.
Kevin sacudió la cabeza y se carcajeó. — No creo que él quiera que le digas a las personas eso.
— Probablemente no. ¿Conociste al amigo de Eunhyuk y Donghae?
— Conocí a Eli. Parece ser una persona agradable. —También sexy como el infierno.
— Qué mal que no sea gay. Aunque él dice que nunca ha tenido problemas con la gente gay. —Baekhyun tomó el bote de jugo y subió las escaleras.
¿No es gay? ¿Cómo podía ser eso? Kevin se sentía devastado. ¿Eli no es gay? Tenía que serlo. El destino no podía hacerle eso. ¿Verdad? Sentía que su corazón iba a ser desgarrado de su pecho.
No es gay.
No es gay.
No es gay.
Eso daba vueltas en su cabeza, burlándose de él. ¿Quizás Baekhyun había oído mal?
Kevin estaba muriendo por subir las escaleras, encontrar el cuarto en el que Eli dormía, y rogarle que le dijera que lo era. Retorcía nerviosamente sus manos frente a él. Esto no podía estar sucediendo, simplemente esto no podía ser.
Levantándose, Kevin lentamente subió las escaleras, sintiendo su interior en conflicto sobre lo que él debería hacer. Su mundo estaba desmoronándose a su alrededor. Necesitaba hablar con su Alfa. Jong In tenía que darle respuestas. Corriendo bajó las escaleras, Kevin corrió por el pasillo hasta llegar frente a la puerta que necesitaba. Tocó, esperando a que Jong In respondiera.
— ¿Hay algún problema, Kevin? —Jong In preguntó mientras abría la puerta de la recámara.
Lágrimas ardían en sus ojos. Esto no podía ser. — ¿Puedo…puedo hablar contigo? —Kevin era el menor de todos ellos, solo tenía noventa años. Él era un cachorro en comparación con los otros guerreros. Se sentía perdido, y necesitaba guía. Guía que solo el Alfa podía darle.
— Entra, cachorro. —Jong In abrió la puerta, permitiendo que Kevin entrara, Luhan, su pareja, estaba sentado en la cama, viéndolos— ¿Podríamos hablar a solas? —Kevin amaba a Luhan, pero el chico tenía una boca muy grande. Con la confusión que sentía en su interior, él no quería estar expuesto como en un aparador.
Jong In asintió y señaló hacia la puerta. — Ve a mi oficina. Te veré ahí en un minuto.
Kevin asintió y le sonrió a Luhan antes de correr por el pasillo. Se paseaba de un lado a otro en la oficina hasta que Jong In se le unió.
— Ahora, ¿qué te tiene tan alterado? —Jong In lo guió al sofá y se sentó a su lado. Kevin retorcía sus dedos juntos sobre su regazo mientras trataba de acomodar las ideas. Si Jong In no podía ayudarlo, no sabía qué podría hacer.
— Eli es mi pareja, pero él no es gay. ¿Por qué? —Kevin estaba en pánico, su voz era más alta que lo normal.
— Cálmate, Kevin. ¿Estás seguro?
Kevin asintió, moviendo la cabeza rápidamente. — Uh-huh. Estoy seguro. Siento la atracción hacia él. Baekhyun dice que no es gay. Eso no puede ser… ¿puede?
Jong In suspiró. — Nuestro pequeño guerrero finalmente tiene pareja. —Jong In tomó la mano de Kevin entre las suyas— Si él ha estado profundamente enterrado en el closet, puede que no lo sepa.
Kevin inclinó la cabeza hacia un lado, confundido ante las palabras del Alfa. — ¿Qué es lo que quieres decir?
— Quiero decir que Eli no se ha reconocido a sí mismo como gay —Jong In dijo suavemente.
Kevin sabía que era al que todos los guerreros cuidaban, Ricky podría ser afeminado, pero él era fuerte, rudo y podía cuidar de sí mismo, pero ellos veían a Kevin como si fuera un bebé, y eso lo irritaba. Era un adulto que salía al mundo por sus propios medios. Bueno, casi. Tenía a todos los otros guerreros rodeándolo. Apreciaba las paternales maneras de Jong In, pero ¿por qué no le podía hablar a Kevin como les hablaba a los otros Centinelas?
Kevin se puso de pie mientras pensaba en lo que le ocurría y retorció de nuevo las manos. — Pero, Alfa, él se va a ir en unos días. ¿Qué debo de hacer? ¿Seguirlo a la ciudad?
— No. —Jong In se estremeció visiblemente. Una vez más, Kevin comenzó a irritarse. Minsoo y Chan Hee le habían dicho que era demasiado confiado, demasiado ingenuo. Realmente estaba cansado de ser tratado de esa manera. Él era un guerrero... Kevin sabía que por su edad aun no tenía la madurez que los otros tenían, pero podía encargarse de sí mismo. Aunque ahora no era el momento de sacar todo eso, al menos no con el Alfa.
— No puedes ir a la ciudad. ¿He sido suficientemente claro?
— Sí, Señor. —Kevin suspiró resignado, él tenía que seguir las órdenes de su Alfa. Pero aun así seguía preocupado— Pero entonces, ¿qué debo hacer?
Jong In no tenía una respuesta fácil. ¿Cómo podía forzar a un hombre a salir del closet?
No podía.
Él tenía que salir voluntariamente. Kevin iba a recorrer un difícil camino. Jong In lo sentía por su joven guerrero. Eso iba a doler como un hijo de perra. Kevin era joven, llegó a la manada de Jong In con solo dieciséis años. El lobo había sido atrapado besando a otro chico, y el padre del otro chico se había enfurecido. La madre de Kevin lo sacó a mitad de la noche, entregándoselo directamente a Jong In. Él aún era virgen por el amor de Dios.
— No hay nada que puedas hacer ahora, no hasta que lo reconozca. Pasa tiempo con él, conócelo y deja que te conozca. Tómalo con calma, Kevin. No quiero verte lastimado.
— Está bien, Alfa. Si crees que eso puede funcionar.
Jong In pasó su mano por el rubio cabello de Kevin. — No puedo garantizarte nada, Kev. Solo no lo presiones.
Jong In sonrió tristemente cuando Kevin salía de su oficina. Si él pudiera conseguir una varita mágica para ayudar al cachorro a atravesar por el dolor que estaba sintiendo, la usaría en este momento. Desafortunadamente, no existía tal cosa.
— ¿Está todo bien? —Luhan preguntó cuando Jong In subió a la cama.
— Eli es la pareja de Kevin.
Luhan se quedó con la boca abierta. — Pero Eli no es gay.
— Y esa mentira es el problema.
Eli decidió trabajar en su motocicleta mientras estaba bien el clima. La moto había estado haciendo ruidos de camino hacia aquí, y el canal del clima pronosticó tormenta esa tarde.
— ¿Puedo ayudarte?
Eli levantó la vista y vio a Kevin parado ahí, con sus manos detrás de su espalda, moviéndose nerviosamente de un pie a otro.
— Seguro, dame la llave que está ahí —señaló la hierba del otro lado de la motocicleta en donde estaba diseminada su herramienta.
— ¿Esta? —Kevin levantó la herramienta y la sostuvo para la aprobación de Eli.
Eli asintió, tomando la herramienta de Kevin. Había estado despierto la mitad de la noche tratando de entender sus sentimientos por ese hombre. El chico se veía dulce, inocente y excitante. Como un pequeño cachorro. Bueno, después de todo él era un lobo, y uno joven a juzgar por Eli. La manera en que Kevin actuaba alrededor de Eli le hacía pensar de esa manera.
— Jong In dice que puedes llevar la motocicleta a la bodega en el establo así no se te mojará. —Kevin señaló hacia atrás de la casa.
Eli sonrió e inclinó la cabeza. — Dile que gracias.
Kevin se sentó en la hierba cerca de Eli, cruzó las piernas y levantó una hierba. — Entonces, ¿qué edad tienes?
— Treinta ¿tú?
— Noventa. —Kevin se llevó la mano a la boca, su cara se volvió roja como remoclacha— Quiero decir, veinte —dijo después de bajar la mano.
— Está bien, Kevin. —Eli le sonrió al lobo. ¿Noventa? ¿Eso era joven o viejo para ellos? Se oía malditamente viejo para Eli, pero Kevin se veía más joven que el resto de los hombres de la casa.
— ¿Lo sabes, verdad? —Kevin murmuró.
— Lo descubrí hace tiempo con Donghae. —Eli comentó mientras sacaba las bujías. Las limpió mientras estudiaba al lobo a su lado. Si él fuera gay, y eso era un gran “si fuera”, Eli podría decir que Kevin era un hombre muy hermoso, alto, delgado y con facciones suaves.
— ¿Te molesta? —Kevin se mordió el labio y miró alrededor.
Eli se secó la mano en un trapo y pasó su índice bajo el mentón de Kevin, jalándolo hasta que giró la cara hacia él. Por alguna razón a Eli no le gustaba que Kevin estuviera tan nervioso alrededor de él. — ¿Por qué me molestaría? —preguntó con un amable tono de voz.
— No sé, pareces manejarlo muy bien. —Kevin giró la verde ramita de hierba entre sus dedos, mientras Eli soltaba su mentón.
— Entonces, ¿noventa años es joven o viejo para ustedes? —Eli llevó sus manos entre sus piernas, sus manos se movían distraídamente entre sus piernas mientras miraba al lobo. Sentía una instantánea atracción hacia Kevin y aun no sabía por qué a pesar de haber revisado todas las posibilidades durante la noche.
— Nosotros vivimos mil años, así que… —Se encogió de hombros y de nuevo se ruborizó.
— Entonces, eres un bebé —Eli terminó la oración.
— ¡No lo soy! —Kevin hizo un puchero.
Eli levantó una ceja, cuando Kevin se ruborizó por tercera vez. Realmente empezaba a gustarle el color de las mejillas de Kevin. Eli se sorprendió con ese pensamiento. ¿De dónde infiernos salió eso?
— Estamos totalmente maduros a los dieciocho años y listos para emparejarnos a los treinta. No soy un bebé —Kevin murmuró.
— Entonces, ¿quién es tu pareja? —Esa pregunta había estado carcomiendo a Eli. ¿Por qué? Él no lo tenía claro. Todo lo que sabía era que él se sentía atraído hacia el cachorro. Él quería encontrarlo tan pronto como había despertado y eso lo asustaba.
Miró a Kevin cuando no le contestó la pregunta. — ¿Kevin?
— ¿Por qué no me das un paseo? —Kevin preguntó.
Lo estaba evadiendo. Eli quería saber, pero lo dejó pasar, por ahora. — Usualmente no le doy paseos a los chicos en mi moto.- Vio cómo la expresión de Kevin se caía— Sólo uno rápido —agregó después de que sintió un giro en su corazón al ver la decepción.
El cachorro le sonrió. — ¿Necesito un casco? Jong In tiene uno, podría prestármelo.
— Ve por él. —Viendo a Kevin correr hacia la casa, Eli se rió. El hombre realmente era excitante.
Eli terminó reemplazando las bujías por unas nuevas mientras pensaba en Kevin. Él era un chico atractivo. Esos grandes ojos café, fijos en Eli cada vez que él hablaba.
Sonrió cuando vio a Kevin correr de regreso desde la casa con un casco borgoña contra su pecho, sus mejillas rosadas por correr.
— Eso fue rápido. ¿Corriste todo el camino? —le preguntó mientras ajustaba la última bujía.
— Uh-huh. No quería hacerte esperar.
Eli se aclaró la garganta, estaba nervioso por la oleada de emociones que surgían de nuevo. — Déjame limpiar esto y nos vamos.
— Puedo ayudar. ¿Qué es lo que quieres que haga? —Kevin bajó el casco y miró a Eli expectante.
Eli vio cómo Kevin seguía exactamente sus instrucciones, dejando el área limpia en un momento.
— ¿Listo? —Vio las manos de Kevin temblar, cuando se acomodaba el casco, mostrando nervios acerca del paseo. No había manera que estuviera reaccionando así por él.
— Sube atrás. —Eli cerró los ojos cuando Kevin subió y rodeó la cintura de Eli con sus brazos. Se sentía demasiado correcto. ¿Qué infiernos estaba mal con él?— ¿Has montado motocicleta antes?
— No, señor.
Eli gruñó.
Joder si esas palabras no hacían que se endureciera su pene. Deja eso. Se tomó un momento para explicarle a Kevin cómo el pasajero se movía y para lograr mantener su libido bajo control, entonces encendió la motocicleta que rugió a la vida. El sonido era música para sus oídos y Eli salió hacia el camino pavimentado, con Kevin sosteniéndose fuertemente de su cintura. ¿Eso era un duro bulto detrás de él?. Eli lo excusó diciéndose que era causado por la emoción del paseo y no por algo sexual hacia él.
¿Por qué se sentía tan decepcionado?
Ellos tomaron carreteras secundarias, Kevin reía emocionado cuando Eli saltaba un bache, levantándolos unas pulgadas en el aire. Tenía una cálida sensación cuando Kevin se reía, quería oír su risa de nuevo. Eli sacudió la cabeza, esos pensamientos no deberían estar ahí.
Eli se estacionó, cuando Kevin golpeó ligeramente su abdomen. El cachorro se quitó el casco. — Yo, uh, tengo que ir.
Eli se rió. — Los arbustos están allá —señaló tras el hombre más pequeño.
Kevin se apoyó de sus hombros, bajó de la moto y le dio su casco a Eli.
Miró hacia el cielo, mientras el lobo atendía su asunto. La lluvia iba a llegar más rápido de lo que habían predicho. Ellos tendrían que acortar su corto paseo. Aunque él había dicho que sería corto, Eli y Kevin habían explorado los caminos por horas. Disfrutando de la compañía del hombre. El chico lo escuchó y se movió como si hubiera montado en la parte de atrás de una motociclista durante años. Era raro que Eli disfrutara tanto de la compañía de alguien.
Kevin regresó y se quedó ahí parado viendo a Eli a través de esas abundantes pestañas. Él no lo pensó antes de actuar, Eli acunó la cara de Kevin, jalando al cachorro más cerca mientras inclinaba la cabeza y depositaba un suave beso en esos dulces labios. Kevin gimió tomando la chaqueta de Eli en un puño, apoyándose en él.
Kevin se abrió, permitiendo que la lengua de Eli entrara a explorar los profundos recovecos de su boca. Un grito de protesta salió de la garganta de Kevin cuando Eli se apartó.
— ¿Por qué no puedo dejar de pensar en hacer esto? —Eli murmuró contra los labios de Kevin.
— Una vez más, por favor —Kevin rogó y jaló la chaqueta de cuero de Eli.
Eli lo jaló más cerca, devorando los suaves labios de Kevin. Él jaló a Kevin levantándolo a horcajadas sobre su regazo. Su pene pulsaba en un rítmico canto, rogando por ser liberado.
Eli desabrochó sus jeans, liberando la presión y dándole alivio a su eje. Guió la mano de Kevin para que envolviera su pene. Eli gimió. Kevin tenía manos muy suaves.
Eli se apartó mirando a los ojos a Kevin, mientras la brisa jugaba con el cabello del cachorro, haciendo que danzara alrededor de su cabeza. Eli estaba hechizado con la vista.
Kevin fue el que tomó los labios de Eli en esta ocasión. Besó profundamente a Eli, pequeños sonidos salían de la garganta de Kevin mientras acariciaba el pene de Eli.
— Duro, cachorro —Eli le ordenó con un suave tono.
— Sí, señor —Kevin gruñó, mientras hacía lo que se le decía.
Eli dejó caer la cabeza hacia atrás, sintiendo la brisa recorrer su cuerpo mientras se acercaba más a su liberación. Kevin estaba mordiendo su cuello, apretaba su mano y tomaba el pre semen de Eli con su pulgar. Eli estaba ahí, y calientes chorros de semen se esparcieron por la mano de Kevin mientras Eli gritaba su nombre.
Eli lentamente abrió los ojos y miró al cachorro. Kevin lo veía asombrado. Una sonrisa se formó en los labios de Eli mientras acunaba la mandíbula de Kevin y lo besó.
Eli se separó del beso y abrió los pantalones de Kevin, empujando al fondo de su mente que tenía el pene de otro hombre en su mano mientras se empujaba hasta que Kevin gritó su propio placer. Eli se sentía poderoso mientras veía a Kevin correrse. Eli no podía creer lo que acababa de hacer, pero no pudo encontrar ni un gramo de arrepentimiento por hacerlo.
Ellos siguieron ahí, disfrutando de las sensaciones después de su orgasmo, besándose suavemente hasta que las primeras gotas cayeron sobre sus caras. — Será mejor que regresemos. —Eli ayudó a Kevin a acomodar sus pantalones, después de arreglar su propio desorden. Eli sacó un trapo limpio de la caja lateral de la motocicleta y limpió sus manos, las de Kevin y sus cascos, encendió la motocicleta y regresaron a la casa.
Kevin estaba en el cielo. Su pareja lo había aceptado. Jong In le había dicho que fuera lentamente, pero al parecer Eli era más fácil de convencer de lo que pensaban. Eli fue el que hizo el primer movimiento.
El paseo había sido maravilloso y el sexo aún mejor. Eso no había sido una total penetración, pero no obstante Kevin estaba mareado. Tarareaba en su mente mientras patrullaba en su forma de lobo alrededor del bosque. Un conejo apareció frente a él. Kevin cayó en la tentación y lo cazó, la felicidad lo recorría.
Quizás Eli podría reubicar el taller aquí. A ellos les faltaba un mecánico en el pequeño pueblo. Todos los que necesitaban alguna reparación tenían que ir a la ciudad. Eli podría tener clientes en gran cantidad si se mudara aquí. Kevin se rió graciosamente consigo mismo. Kevin también podría pasar todo su tiempo libre con él.
Kevin entró en la cocina una vez que su turno había terminado, aun en su forma de lobo, y subió las escaleras a su cuarto. No tenía sentido esconder lo que era, Eli lo sabía. Él aún no había visto a Kevin en su forma de lobo, pero conocía su secreto. Cambiando, Kevin se duchó y se vistió, feliz como una alondra.
Corrió hacia la habitación de Eli, Heechul le había dicho cuál era porque a Kevin se le había olvidado preguntarle a Eli. Su mente tenía otras cosas más importantes en qué pensar. Se rió ante el pensamiento de estar entre esos tatuados brazos de nuevo.
Nadie contestó cuando tocó por segunda vez. Rezando porque su pareja no se enojara por la intromisión, Kevin entró.
Él se quedó parado ahí. Ese no podía ser el cuarto correcto. Ese no parecía estar ocupado. Saliendo del cuarto, Kevin revisó cada cuarto vacío de la casa, que eran bastantes.
Nada.
Salió al establo, abrió las puertas, y dejó salir un grito.
La motocicleta de Eli no estaba.
Su pareja lo había dejado.
continuara...