Sé que debía mentirle a mi primo, no sabría explicarle lo que me ocurrió hace dos años atrás. Adoro y amo muchísimo a Kardia, pero no podría encontrar algún justificante al accionar que tuvo en aquel tiempo, cuando los dos éramos adolescentes.
Lo que recuerdo era que me gaste toda mi mesada en unos test de embarazo, puede sonar loco de que un hombre quede embarazado, pero al haber investigado muchísimo aquello y preguntar algunos colegas de mi padre acerca de ello, fue algo que me desconcertó muchísimo. Sí, era posible de que un hombre quede embarazado, pero las posibilidades eran minoría y era imposible saber el porqué de aquella rareza, de cómo se origina, si el hombre tiene solamente su pene como órgano reproductor, y para concebir a una criatura se necesita del ovulo femenino en donde se alberga en un útero. La verdad algo irreal, para mi parecer.
No importa aquello, solamente recuerdo que me hice seis pruebas de embarazo, tres de ellas dieron negativas y las otras tres que eran de otra marca daban positivas. Me quería morir, ya que los nervios que tenía me hicieron vomitar todo lo que me comí durante el día y lo de anoche.
Pero eran las siete de la mañana, me bañe y me aliste para ir al colegio. No deseaba ir aquel día, pero no debía faltar a clases o sino mi padre me castigaría.
En si todos parecían estar murmurando, pero no comprendía de que, hasta que escuche a un compañero de clases que alguien había quedado embarazado.
La pesadilla para mí…
Estaba consternado, ya que mi barriga era muy notable, llevaba siete meses de embarazo, mis mejores amigos Shion y Asmita sabían de esto, hasta Kardia lo sabía. Ambos estábamos ilusionados, pero el rumor de hace siete meses era mío, en aquel tiempo llevaba semanas de gestación.
Muchos compañeros míos me felicitaban por mi embarazo, hablaba con ellos, pero tres de aquellas personas me observaban muy de cerca, hasta que escuche la peor amenaza de todas.
- Será mejor que te cuides, vaca lechera, porque alguien terminara por abortar al bastardo – Comencé a llorar, sé que Kardia no estaba aquel día en el instituto, ya que debía acompañar a su hermano menor al aeropuerto de la ciudad de al lado, pero solo no podía llevar adelante un embarazo, pero mis dos amigos me apoyaban, ya que Shion también quedo embarazado, pero él estaba de tres meses, y yo de siete.
Detesto que siempre Radamanthys me acosara, detesto que Minos me humillara, y lo peor de todo era que Aiacos pretendía que era mi amigo y no lo era. Era la peor pesadilla que tenía, más sabiendo que los gritos de Manigoldo hacia el trio algo que siempre estaré agradecido – ¡Ustedes tres son las arpías más asquerosas de este colegio! Ojala que les duela en el alma, cuando sus parejas queden embarazados o que ustedes tres carguen con una criatura en el vientre – Sentí los brazos de Manigoldo ayudarme a levantarme y me lleva fuera del salón para así acompañarme al baño.
Al estar en el baño de chicos, Mani cerró la puerta con pestillo para después tenderme un pañuelo y por lo que podría aparentar era que te estaba llamando por teléfono. Me sentía tan solo, sin tu compañía, deseaba con anhelo de que regresaras Kardia, sin ti no sabría cómo ser madre de una criatura, que ahora sería nuestra bendición.
Escucho como tu mejor amigo hablaba contigo, hasta que él me dice que hablara con vos, para así yo sentirme mejor y seguir adelante. La verdad, siempre supiste como levantarme el ánimo, y en eso eres la mejor persona en hacerlo.
Hablamos un poco de todo, de cómo iban las clases, y hasta te pregunte cuando regresabas a casa, la noticia que me diste fue la mejor de todas, pronto regresarías para estar al lado mío y de nuestro hijo.