Habían pasado ya varios días desde el comienzo de clases. Yuuri no había tenido mayor problema con sus clases, excepto en el 1-1 donde un chico por alguna razon parecía odiarle y le había puesto el apodo de Katsudon-sensei. Sólo porque había comentado lo mucho que le gustaba ese platillo. Lo peor era que el apodo había llegado a oidos de los maestros y Cris, el profesor de educación sexual no dejaba de molestarlo y acosarlo cada vez que podía.
Para su suerte, Viktor era buen amigo de Cris y lo detenía. Agradecía las intervenciones de Viktor. Fuera de la primera impresión que este le había dejado, con el tiempo había descubierto lo confiable que podía ser Viktor, era llevado a sus ideas y no le gustaba ceder, pero también era muy cooperativo y atento.
Entendia el porque todas las alumnas, y algunos alumnos, estaban detrás de el, incluso tenía un club de fans. Internamente se preguntaba si el algún día tendría uno, rió, eso nunca pasaria.
-Mira es Katsudon-sensei!- se encontraba a mitad del pasillo y escucho la inconfundible voz del alumno de primero. Era un chico rubio y de facciones delicadas, quien también se llamaba Yuri. Apenas se giro a ver al chico vio como Mila le regañaba y luego la misma lo observaba con una sonrisa.
-Disculpe a mi primo, sensei. No sabe comportarse-la peliroja volvió a regañar al rubio quien comenzaba a insultarla. Junto a ellos se encontraba Otabek, observando la situación divertido, o al menos eso pensó Yuuri pues tenía una ligera sonrisa dibujada en el rostro.
-Katsuki-sensei... -escucho una pequeña voz llamarle desde atrás y en cuanto se giró pudo observar a Guang, uno de los compañeros de Yuri. A diferencia del rubio Guang era muy tímido y correcto, lo cual le generaba ternura al mayor.
-Que sucede Guang?- preguntó el pelinegro mientras el menor sacaba de atrás de su espalda un cuaderno. En seguida Yuuri comprendió- necesitas ayuda? - el menor asintió sonrojandose un poco.
- No termino de entender las preguntas de la clase pasada-Yuuri sonrió enternecido y comenzó a explicarle con detalle el como y donde encontrar la información para responder las preguntas.
- Quedó más claro?-el castaño asintió sonriendo y se despidió con una pequeña reverencia. Yuuri observó como Guang de alejaba y continuó su camino al salón de maestros.
Antes de llegar se encontró con Viktor, quien le saludó alegremente como solía hacer con todos.
-Buenos días Yuuri! Que tal las clases?-Viktor se le acercó y abrió la puerta del salón dejando que el pelinegro entrara primero.
-Pues tranquilas... excepto con su clase Viktor!-el pelinegro se mostró un poco molesto, aunque la verdad sólo fingia-sus muchachos no paran de decirme Katsudon-sensei... Habló con ellos?
-Yuuri...-Viktor contuvo la risa y sonrió- claro que hablé con ellos, pero yo no lo vería como algo malo. Los alumnos sólo ponen apodos cuando 1. Detestan al maestro o 2. Cuando les agrada el maestro- Viktor se acercó a Yuuri y pasó su brazo por sobre el hombro de este- y estoy seguro que a mis muchachos le agradas, igual que a mi.
-ah...-el pelinegro suspiró y con un ligero movimiento se soltó del peliplata-si usted lo dice.
-tú-Viktor se puso frente a Yuuri no dejándole avanzar, el ojicafe le quedo mirando no entendiendo el porque-"si tu lo dices"-le corrigió Viktor- ya dije que dejaras las formalidades conmigo.
-...-Yuuri sonrió algo cansado, no era parte de sus costumbres ser tan informal con un compañero de trabajo mayor que el, pero Viktor sin duda alguna era muy insistente con el asunto- Esta bien Viktor, como tu digas.
Viktor se apartó con una sonrisa triunfante y fue hasta donde estaba Cris con quien comenzó a hablar animadamente.
Yuuri por su parte fue hasta su escritorio y comenzó a revisar las guías que les entregaría a sus alumnos el día siguiente. Ese día ya no tenía más clases así que aprovecharía de adelantar trabajo antes de ir a casa.
El día transcurrió sin ninguna novedad, el pelinegro terminó sus deberes y se dispuso a retirarse, cuando sintió que alguien le cogía del brazo.
-Yuuri, ven a beber con nosotros!