Capítulo 4
Desperté, me sentía ligeramente presionado, me di cuenta que era Touya, estaba abrazándome con una gran sonrisa en el rostro mientras dormía, me voltee para quedar de frente a él, nos habíamos quedado dormidos después de cenar, era lunes por la mañana, debíamos ir a la escuela, le di un beso pequeño en los labios, mientras lo movía un poco, -nada- besé, sus ojos y frente, luego sus mejillas, otra vez su boca, todo era más que teatral y marcado, pero sí que tenía el sueño pesado, le quité la cobija de encima, oh valla sorpresa, estaba totalmente desnudo, me sonroje al instante volviéndolo a tapar, y fingiendo que no pasó nada, su risa melodiosa me apenó aún más.
-ya me has visto desnudo antes Yuki-dijo recordado nuestra escena de ayer, y mirándome mientras parpadeaba, se estiraba provocando que la sabana callera por su cuerpo hasta solo quedar sobre su entre pierna, (se había incorporado) su torso desnudo… era tan perfecto.
-lo sé, es solo que, no estaba… yo…-me besó, me abrazo tiernamente-me encanta tu personalidad, eres tan tímido cuando es conveniente- me dijo y me soltó, levantándose, voltee hacia otro lado, mientras se ponía ropa interior, me levante a seguirlo, nos preparamos para ir a la escuela, preparamos el desayuno, nos vestimos, tomamos nuestras mochilas y caminamos hacia el instituto, yo no había traído mi bicicleta, y como era temprano, decidimos caminar, fuimos a paso lento, íbamos hablando conscientemente de banalidades, pero, era tiempo juntos, era pasar tiempo con la persona que más quería en el mundo, era estar con Touya, caminamos calle abajo, y al girar en una esquina, la escuela nos esperaba, no quería entrara ahí y parecer emocionalmente desconectado de él, eso era fingir y era lo que menos quería, pero, por el bien de Touya, lo
haría.
-las prácticas de Soccer- dijo y se detuvo frente a un anuncio una vez que hubimos ingresado al plantel-¿recuerdas que eres bueno?- evaluó y me miro con una sonrisa.
-no más que tú- devolví, y me acerqué para ver más atentamente el anuncio, había una lista anexada y un bolígrafo pendía lentamente de un hilo, -únete al equipo, la escuela te necesita- decía una cintilla-es que tienes un novio muy talentoso-comento burlón, creo que le gusta hablar en tercera persona… el primer nombre de la lista era el rival nato de Touya, Shaoran que había llegado de intercambio de corea y que duraría poco tiempo aquí y que se había dedicado a acosarme y a molestarlo, rivalizaban cada que podían, lamentablemente siempre tenía que haber un ganador.
Caminamos hacia el salón, la primera clase, era terminología y métodos de comunicación, con lo cual teníamos, según las instrucciones del maestro, que ir a la biblioteca, y enfrascarnos en una potente investigación sobre palabras en latín, caminamos Touya y yo, no tomados de la mano, pero si me mantenía muy cerca, éramos como astros gemelos, me movía, se movía, me detenía, me cubría al instante, siempre con una sonrisa, siempre amable y atento, siempre siendo Touya. Llegamos a nuestra meta y empezamos con el trabajo, quedábamos casi enfrente de una ventana, yo de espaldas a ella, y Touya enfrente de mí- Yuki, tu y yo vamos a tener que estudiar mucho para este examen-comentó mientras escribía de una manera rápida y fluida- también creo que tengo algunos problemas de comprensión, ¿crees que puedas ayudarme mañana por la noche?- termino con una sonrisa, la verdad sabía que no tenía problemas con la materia, y el también solo me quería cerca, tuve un ataque de felicidad interno y me limite a asentir con una sonrisa…
Al terminar la clase, nos tocaban dos fantásticas horas de entrenamiento, era verdad, no era malo en soccer, pero no me agradaba tanto, era Touya aquí el fan, y yo lo tomaba desde siempre para tenerlo cerca, era algo que teníamos a fin, por razones y metas casi iguales “amor al… deporte” pensé y caminé a los vestidores, giré a mi casillero y choqué de frente (y sin meter manos) contra una persona que lentamente me incorporó, me tomo de los brazos y repetía constantemente: -¿estás bien?
-estoy bien, disculpa, no tengo mucha coordinación, a veces suelo ser torpe-me aferré a mi casillero y vislumbre a mi “héroe”, Shaoran se pasaba una mano por el pelo mientras se mordía el labio y me miraba con mirada curiosa:- no estoy acostumbrado a recibir un ángel caído por las mañanas, pero si tengo que rescatarlo del suelo para tenerlo cerca y ver sus ojos, claro que me acostumbraría- buen intento, no sé porque lo que me decía, no hacía efecto en mí, ni un poco, la verdad siempre había pensado en Shaoran como el tipo que molestaba a mi mejor ex amigo, y tal vez por eso, me… era indiferente. –no volverá a pasar, espero, pero muchas gracias- Salí casi corriendo hacia el baño mientras un Touya en shorts deportivos y protectores en las rodillas me miraba desde ahí. Caminé y le sonreí mientras entraba- ya vengo- dije mientras pasaba, ya casi todos se habían ido, habían salido al campo, abrí el ultimo cubículo del baño, (en el me sentía más seguro y menos observado) me había puesto mi short y protecciones, era color verde, semejante al de Touya, el sonido de la puerta cerrarse, me hizo girar la cabeza, pasos hacia mí, deteniéndose en mi cubículo, tocando suavemente:
-te vi con Shaoran-oí decir del otro lado de la puerta, oh no, sabía lo que era, ataque de celos, llevábamos un día y ya tenía a mi celoso novio encerrándonos en un baño… era hermoso.
- no pasó nada, me estampe con él-abrí un poquito la puerta, para verlo, me estaba pasando la camisa por el cuello, abrió la puerta de golpe:- sé que no pasó nada, pero Yuki, sabemos que le gustas, y eres tan perfectamente amable que le has dado alas sin intensión, todo el mundo sabe aquí que eres dulce y perfecto, pero él piensa que lo eres solo con él. – Me tomó de las caderas acompañadas de mi torso desnudo, me había quedado con la camisa puesta en el cuello- simplemente no quiero ni siquiera que te voltee a ver. Me beso, un beso desesperado y con intenciones de ser correspondido, me aferré a su camisa, y la jalaba contra mí, mientras él me aprisionaba en una esquina del cubículo, empezó a tocar mi cuerpo desnudo –parcialmente- y a masajear mis pezones mientras me besaba el cuello, mordía mi oreja, y tocaba mis glúteos, eso era nuevo, mordió en la parte inferior de mis mejillas, dejando una leve pero visible marca que seguiría ahí un rato –eres mío Yukito, y no dejaré que te toquen- susurro a mi cuello, lo que me hizo tener un espasmo, me contraje, me excitaba que me hablara así, soy suyo no cabe duda, intente controlarme y lo empuje un poco hacia atrás, bese una última vez sus labios, y me coloqué la camisa, su altura era superior, su barbilla podía quedar bien reclinada en mi cabeza si quería, si estaba abrazado a él, podía ver su cuello y pecho sin problema, aferrado a su camisa como estaba le enviaba miradas fugaces: -tenemos que ir a los entrenamientos, fue tu idea Touya, anda, te prometo, que más tarde…- no terminé la frase porque ya tenía una sonrisa de oreja a oreja, lo veía feliz y sorprendido,-¿tú me estas proponiendo… sexo?- dijo enarcando una ceja-sabes que no te me vas a escapar después de estas palabras ¿no es así?- dijo juguetona mente devolviéndome el beso y haciéndome cosquillas, lo sabía: si lo sé, lo que tú no sabes, es que, no quiero escapar- me puse de puntitas y lo besé, Salí de ahí jalando a mi novio, y llevándolo al entrenamiento. Sería un día interesante…
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Salimos al césped recién cortado, y con olor tan particular, uno de mis favoritos, ya los equipos estaban formados, nos dividimos el a un equipo y yo a otro, camine sin muchas ganas viendo cómo se alejaba al otro lado del prado, le sonreí y el igual para darme ánimos imaginé, esperamos la alineación, y por fin el silbatazo se oyó, me percaté de que Shaoran estaba en el equipo de Touya, la pelota oscilaba de un lado del campo a otro, corrí tras el balón como todos ahí, mi equipo, después de varios minutos al sol abrazador, -raro en septiembre- empezamos a ganar ventaja, y como no, los delanteros del equipo contrario, peleaban más contra sí que contra nosotros, como era de suponerse era Touya y Shaoran, así paso durante el primer tiempo, el entrenador paro el partido para realinear. Touya subió las escaleras de las gradas para hidratarse un poco antes de volver al juego, me quedé sentado en una banca esperándolo, tomé una toalla y me limpie, de verdad estaba cansado, observé como Shaoran subía en dirección a Touya y después de un rato vislumbre el peligro mucho antes de oír los gritos, se empujaban y empezaban a insultarse, los gritos ahogados me llegaban lentamente, mi campo de visión estaba un poco… borroso, camine o corrí, no note la diferencia era Touya, en una pelea, raro en él, corrí escaleras arriba y llegué a donde forcejeaban:
-¡paren!, por favor Touya!- imploré, pero ya era tarde, uno de los dos, me empujó y caí, golpee contra algo, duro y sin protección, mi cabeza dio un vuelco cuando empecé a ver una luz intensa, mi visión se cerraba, y oía a Touya decir mi nombre… apagándose… -Yuki..-
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Sentía una mano un tanto gélida en mi brazo, acariciando y trazando figuras con la punta del dedo, moví mi mano libre por el sitio, estaba al parecer en una camilla, algo dura para mi gusto, abrí los ojos y enfoqué mi cara favorita en el mundo, estaba sentado enfrente a mí con gesto de preocupación, apreté la mano con la que me sujetaba: -Hola...-dije con voz ronca, parecía un sapo, me sentía un tanto mareado, y me dolía la cabeza.- ¿cómo te sientes?-pregunto un tanto alarmado al ver que, me tocaba la cabeza.
-bien, casi, ¿Qué paso?-comente restándole importancia.
-discúlpame, de verdad Yuki, por mis actos inútiles e inmaduros te paso esto- me tomo la mano con más fuerza, se acomodó en la camilla junto a mí, me acuno en su brazos y me recordó lo ocurrido, al parecer había caído y pegado con un escalón, y por consiguiente, rodado hacia abajo.
-está bien, suelo ser torpe- dije y le devolví el abrazo no quería que se sintiera mal.
-No, yo te empujé, por pelear con Shaoran, discúlpame-
-todo está bien- tranquilicé-de verdad ya me siento mejor, solo fue una caída- la enfermera de la escuela acababa de entrar, me separé un poco de Touya por mera costumbre, pero el no hizo nada, permaneció en su posición, manteniéndome cerca, resguardándome.
-perdón, no quería interrumpir- dijo la menuda enfermera, que se acercó-¿puedo?-preguntó a Touya e hizo ademán de acercarse a mí, el asintió y ella revisó mis signos vitales y mis reflejos, al parecer estaba bien, pero querían asegurarse, me dejaron ir con Touya solo porque mis abuelos no estaban en la ciudad y querían que fuera a descansar a casa, que me sintiera en rutina de nuevo, y que evitara un daño por la caída, para cuando salimos de la escuela ya me sentía mucho mejor, camine yo solo sin necesidad de apoyarme en Touya, me tomaba discretamente de la manga y me llevaba a donde fuera que él iba, no se separaba:
-irás a mi casa- me soltó mientras llegábamos a la esquina que dividía el camino hacia nuestras respectivas casas-no puedo dejarte solo, yo te cuidaré- termino y me jalo de nuevo.
-Touya no quiero dar más molestias, por favor… ya hiciste suficiente con perder tus clases y quedarte con migo en la enfermería- intenté rehusarme- sabes que lo haría una y mil veces, tú eres mi razón de vivir, tú y mi familia, ¡por favor Yukito! Ven a mi casa…- terminó e hizo un puchero chistoso, no pude evitar reír… acepte finalmente, y fuimos a su casa, me llevó a su cuarto y me pidió esperar, me comento que la pequeña Sakura tenía deberes pendientes y que decidió pasar una noche más con su mejor amiga Tomoyo, y como su papá estaba de viaje, teníamos la casa otra vez. Me preparó la tina jacuzzi del cuarto de su papá, y al poco tiempo me dijo que estaba lista, entré al baño y me desnude poco a poco, notaba el inconfundible color morado de los golpes en mi cuerpo, entre en la tina lentamente y me deje envolver por la temperatura, el suave olor a lavanda y el hecho de las burbujas en el agua, deje que el agua me tapara hasta la cabeza y me tomé un rato para estar solo meditando lo ocurrido -¿Cuál habría sido la razón de la riña de esos dos?- si me hundía lo suficiente, el agua me tapaba, por lo que podía sacar mis piernas y aun así no se veía nada “fuera de lugar”, empecé a hacer burbujas y a chapotear en el agua, para cuando me di cuenta ya estaba en medio de un mar de burbujas y espuma con olor exquisito… el sonido de la puerta me hizo salir de mi infantil estado de juego, Touya asomó su cabeza por la puerta estaba mirando con una expresión entre divertida y preocupada…
-pasa, le dije e hice un movimiento incitador con el dedo-sonrío y me complació acercándose lentamente-¿te sientes mejor?-dijo e hice un gesto, espero y no haya visto mis moretones.
-estas tu aquí, conmigo, estoy perfecto…- lo besé, primero un beso suave, lento, sus labios encajaban tan bien en los mis, como piezas gemelas, lo acerqué más y empecé a acariciarlo, lentamente hasta tenerlo de rodillas al lado de la tina, estaba jalándolo de su chamarra, mientras él se mojaba una manga sosteniéndose y con la otra mano acariciando mi pierna que sobre salía del agua.
-No…-susurró intentando apartarse, lo jalé de nuevo, era como mi aire, lo necesitaba cerca- ¿Qué pasa?-cuestioné
-no quiero lastimarte- me dijo al oído y lo abracé- lo prometí-asegure y lo miré con decisión. Me miro con una mirada ardiente y un gesto provocativo, lentamente se quitó la chamarra ya un tanto mojada y luego la camisa, su cuerpo me deslumbró de nuevo, se empezó a desabrochar el pantalón y bajarse el bóxer, debo admitir que esa escena me encantaba, y más lo que se avecinaba- si te lastimo dímelo, y pararé enseguida- dijo y comenzó a besarme, quede recostado en la tina con un Touya encima de mí, era muy fácil gracias al agua mantenerlo cerca y enredar mis brazos en su cuello, mientras él las mantenía en mí, tocaba mi pierna y muslos, los recorría hasta llegar a mi miembro jugar con él, y luego alejarla, la temperatura era alta. Cortó más la distancia entre nosotros lo que me hizo flexionar las piernas y abrirlas a él, se acercó y sentí su peso totalmente sobre mí- ahaa…- gemí, solo con el contacto de su pene, me sentía increíblemente satisfecho, era impresionante, me mordió la barbilla, bajo a mi cuello y vio uno de los moretones causados por la caída, lo lamio lentamente y bajo la vista a mí, me sonrió apenado y siguió besándome, recorría cada parte de mí las burbujas ayudaban, era un caso más… erótico que la primera vez. Se incorporó en sus rodillas y me acerco a él, -yo todavía acostado- y aprovechando el lubricante rodeándonos, metió lenta pero vigorosamente su miembro por mi entrada, tomo con sus manos mis pies a cada lado y empezó a embestir lento, diciendo mi nombre a cada estocada, luego aumento el ritmo haciéndome gemir cada vez más sonoramente. Mis piernas a cada lado rodeando a mi amado mientras penetraba más profundo: -Touya… ahaa… - me jaló más hacia él, y me encontré un momento después sentado en sus piernas con una penetración más profunda, estaba él hincado en sus rodillas y yo en sus piernas con su pene en mi entrada, mis piernas a cada lado impulsándome también a subir y luego a bajar con estocadas más fuertes cada vez empezó a embestir, era como un pequeño salto que lo movía (hacia arriba), y al mismo tiempo a mí, llevando su miembro más profundo, y haciéndonos ver estrellas, lo notaba, el disfrutaba tanto como yo:- te amo Yuki-dijo y se corrió lenta y deliciosamente dentro de mí, lo cual me hizo experimentar el clímax, haciendo que mis paredes lo aprisionaran dentro de mí, tardamos un momento en recuperarnos y volver a iniciar los besos, esos besos que nos encadenarían a una noche lejana a poder dormir, creo que estaríamos muy ocupados para eso…
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Estaba en la azotea de uno de los edificios más altos de Japón miraba la luna, mi hogar mi fortaleza, mi todo, mis alas se desplegaban inconscientemente, querían alzar vuelo, ir contra todo por volver ahí… noto su olor apenas llegan al edificio, los oigo y me resigno a pensar que ya no estoy solo, giro completamente y veo acercarse a la pequeña niña, mi nueva señora, la nueva dueña de las cartas Clow viene custodiada por mi compañero un majestuoso león alado con imponente mirada y fiero comportamiento. Me miran y de inmediato se dé que me hablarán, su mirada impaciente lo denota, tienen desesperación.
-Yue…-me llama mi señora, y camino hacia su encuentro, toma mi mano y me ve expectante- debo confesar, Yue, que aun con sobre todas las cosas, sigues teniendo características de Yukito, buen disfraz- dijo y me soltó.
-Yukito, bah…- bufó Kerberos que me veía expectante y con desesperación, quería oír noticias…
-Buenas noches Kerberos- dije y me incliné lentamente, hizo caso omiso y fue al grano: -¿Por qué Yuki no se ha alejado del hermano de nuestra ama?-
-no lo puede evitar… su existencia depende mucho de ese amor…- intenté defenderme… defenderlo.
- amor… jajá, no me digas Yue que después de todo, la existencia de ese disfraz te hace depender de tus sentimientos y dejarlos fluir…-
-no, en realidad, él es ajeno a mí. Él está enamorado de su hermano mi señora, no yo- mentí la verdad ese “disfraz” y yo teníamos muchas veces sentimientos en común eran tan fuertes que salían a relucir…
-mentiras, se nota tu devoción, ¿acaso no lo entiendes? Tu solo debes protegerla- señalo con la cabeza a Sakura- Yuki solo es un disfraz para estar cerca de su familia, pero claro, ahora estás enamorado .y él. De su hermano, eso te distrae, no puedes gastar la energía que no tienes, la magia que no tenemos por estar con él… tanto como lo haces, y bien lo sabes…-
-basta kero-silencio Sakura y me miró con una sonrisa un tanto chueca- ¿es feliz, cuando está contigo?-
-como dije, Yukito no sabe de mí, pero yo sé de la existencia de él, es mi fachada, sus emociones se descontrolaron a tal grado que se enamoró, puedo ver su felicidad, en ambos, es… místico.
-No quiero que lastimen a mi hermano…-caviló mi señora mientras me acercaba a ella.-no hagas nada, lo único que quiero es que sea feliz, mi hermano se lo merece, kero me puede proteger bien, tu encárgate de mi hermano y mantén a Yukito vivo, son una pareja hermosa… en cuanto a mí, intentaré cambiar todas las cartas y crear y abastecer más magia, los mantendré a mi lado, mis queridos guardianes, iré contra las decisiones de Eriol le gusté o no…no hare infeliz a mi hermano solo por complacer una estúpida regla de etiqueta, y va para ti también Kerberos, tenemos trabajo ¡vamos!- termino y se acercó a mí alejando a Kerberos con una orden- yo también lo noto, estás enamorado de mi hermano, no me disgusta la idea, dos personas hermosas amándolo sin condición. Pero favor haz que Yukito lo haga feliz, ellos no te conocen y probablemente nunca te verán pero sé que tú eres feliz a través de ellos…serás como un ángel que guarda su felicidad, gracias Yue- dijo y se alejó montando a Kerberos y volando hacia la luna…
…………….
Regresé a la casa de los Kinomoto y entre en la habitación de Touya, estaba desnudo y solo tapado hasta el torso, al lado de él, la figuran la cama revelaba que alguien había estado ahí acostado con él, -Yukito- pensé y suspiré voltee hacia el espejo y me contemplé: era pálido con ojos con pupila en vertical, verdes amarillosos, tenía una túnica blanca que realzaba y perdía más el albino natural de mi cabello, mis alas desplegadas romperían algo aquí, así que, las cerré y me transforme de nuevo en Yukito, sabiendo que ese hombre en la cama me hacía feliz, que yo y Yuki lo hacíamos feliz, y que podríamos ser felices… mientras durara..