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Touya & Yuki por AlexBane

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Notas del capitulo:

No me pude contener, y aquí está el noveno, jaja espero les guste.

Capítulo 9

Apenas deje mis cosas en mi casa y tome una ducha rápido, Salí en dirección al parque, las llantas de mi bicicleta rebotaban violentamente cada que pasaba un bache, tuve que pasar varias calles abarrotadas de gente y varios semáforos en verde, al fin llegué. El parque, estaba casi desierto, al ser hora de clase, no había personas más que una pareja de ancianos, que me vieron llegar y fruncieron el ceño al verme abandonar la bicicleta y correr hacia el bosque, el lugar, era un terreno a forme e irregular,  corrí primero lento, -mientras los ancianos dejaban de observarme-y luego aumenté la velocidad, rápido, lo más rápido que pude. Veía pasar los arboles como manchas verdosas, oía cada susurro que el bosque me podía ofrecer, y cada movimiento, luche contra el terreno y subí la cúspide hasta llegar al acantilado, observe desde ahí mi alrededor, de frente estaba la costa a lo lejos, y hacia abajo el agua un tanto turbia que bañaba las rocas del acantilado. El mar siempre me había parecido… ideal para pensar, hablar. Mire la valla que rodeaba el borde y evitaba caminar más allá del límite permitido, el aparcadero estaba más atrás, me quedé quieto, casi como una estatua, aspire el aire fresco y puro, las exhalaciones del mar, el sonido de las olas que parecía arrullarme,  de pequeño, siempre creí que era como una criatura dormida que respiraba sumergida en un sueño realmente profundo.

Tenía tantas preguntas, tantos recuerdos mezclados, no sabía cuáles eran los míos, no sabía cuales elegir, no sabía cuál era mi realidad, estaba confundido, nervioso, me sentía desprotegido, atacado, vigilado. Enfoque la vista en unas gaviotas volando cerca del acantilado, aterrizaban y despegaban de nuevo a placer, entonces llegó a mi mente de nuevo, su voz, nítida y fría “¿cómo puedes renunciar a volar?” me decía, desvíe la mirada, llevaba más o menos media hora y ni rastro de Touya. Entonces lo oí. Venía con un paso rápido y algo cansado, su reparación parecía agitada y su pulso, ese pulso que me enloquecía, y que me encantaba oír mientras dormíamos, más alocado y sonoro que antes, no era cansancio, eran nervios, había aparcado el coche de su padre unos segundos antes, no abrí los ajos hasta que lo tuve a unos pasos, oí su reparación detenidamente, como se fue calmando, acallando y al final… su voz.

-Yuki…- susurró. Volteé, con un movimiento intentó acercarse, me miro, percibí su miedo y dudas también, él lo sabía, sabía que me había dado cuenta, que me habían dicho, era lo único que lo podría poner así, una situación con tal… magnitud. Mi reacción lo freno, se quedó quieto, y vaciló.

Lo miré, no sabía que decir, estaba enojado, me sentía herido, ¿lo sabía? Siempre lo supo y lo ocultó, ¿qué más tenía que decir? ¿Qué más tenía que saber?

-Rubimoon me lo dijo.- solté, y el palideció, se quedó quieto inmóvil, y pude notar el casi imperceptible resoplido, desvíe la mirada indignado, no pensaba decirlo, que iba a morir. La criatura de cuento iba a desaparecer.- cuéntame por favor Touya, no quiero vivir con la duda, no quiero…  morir sin saber.

-Tu no vas a morir…- le oí susurrar, mientras se acercaba dio varios pasos y tomo mi mano, encajó perfectamente a la mía, hice una mueca, éramos perfectos juntos, lo voltee a ver tenía una sonrisa un tanto chueca, como para infundir… ¿ánimo?- no lo repitas por favor.

-Touya, habla,- le animé y mire con cara suplicante, debió notar mi desesperación y habló lentamente y son mucho cuidado, note que vacilaba y quería retroceder, como si le doliera el tema, apreté más su mano y lo acerqué más a mí. Lo rodee con mi brazo libre y enterré mi rostro en su cuello, su olor, otra de mis drogas personales, -todas eran sobre él- soltó mi mano y me rodeo la cintura apretando contra él, haciendo presión, inmovilizándome.

-Yuki, tú, eres… la forma humana de un ángel guardián.-  calló un comento sin separarse de mí y continuó.- eras la fachada de Yue, para estar cerca de su señora sin levantar sospechas, fue mi amigo por estrategia, por planeación, pero ¿sabes? Fue la mejor y más única amistad que nunca tuve, la mejor. Luego, con el paso de los años, floreció este cariño y amor que he forjado para ti, Yuki, me has gustado desde siempre, y lo admitiré y aceptaré hasta la muerte.-trago saliva, y carraspeo, daba la impresión de… pasar por un gran dolor. – cuando Sakura se convirtió en cazadora de cartas Clow, tenía que cambiarlas con su propia magia, reclamarlas como suyas, poner su sello y borrar el de Eriol.-me tensé al oír el nombre, lo noto y me abrazó con más cariño y suavidad, comencé a delinear su cuello mientras me contaba el relato.- esto ocasionó que, tanto Yue como Kerberos se desestabilizaran un poco, ya que no tenía la fuerza para cambiarlas todas de una vez, y su control se perdía seguido; Eriol sugirió al mismo Yue, que tenía que desaparecerte, dejarte perdido, no volver a verte, si quería sobrevivir, debes entender que el gasta más energía que Kerberos porque tiene una doble vida,  nunca quiso optar por esa opción. Siempre… estuvo enamorado de mí también.-Sonreí. Las lágrimas casi desbordándose.-  Sakura intervino, decidió sacrificarse con tal de que yo estuviera feliz, contigo.- calló.- fue muy noble de su parte, pero no ha tenido mucho éxito, Yuki, tu cuerpo no se desvanece como debería, el ángel dentro de ti quiere sobrevivir, está en su sangre, tu no deberías luchar en teoría eres algo borrable según ellos, pero te estas aferrando, hay algo en ti que te aferra…- . Intenté susurrar, pero calle, era su amor, todo, él.- Eriol lo noto, y está más que fascinado y atormentado, intento separarnos porque cree que vamos contra la naturaleza mágica, contra toda regla, cuando se enteró que un ángel guardián iba a fusionarse con su forma humanan para sobrevivir, y permanecer el romance con el hermano de su señora, enloqueció, lo consideró sucio y bajo. Ahora su postura es “neutra” cree que desaparecerás de todos modos. Pero ¿sabes? Yo no lo creo, tú me has demostrado que ere fuerte, que eres implacable, y ese ángel fiero dentro de ti no me dejará ya lo sé.-

Para este momento mis lágrimas ya estaban derramándose por mis mejillas, tome mucho aire y lo mire a la cara, sus ojos llenos de solidaridad, dolor.

-Siempre quise decírtelo, no quería tener este secreto para mí solo, te quiero tanto, no soportaría…- lo besé. Lo abrace más hacia mí y lo apreté.- No voy a dejarte, así tenga que desafiar al mundo mágico y a ese Eriol con él, Yue y yo te amamos.- solté y lanzo una carcajada ronca entre suspiros y bocanadas de aire, sus pulmones reclamaban el aire que yo le robaba a sus labios.

-Todo va a estar bien.- prometió

-Hasta el fin.- comenté, y lo abracé.  Deshice el contacto de nuestros labios y me coloqué entre sus brazos viendo el mar, era hermoso, un buen lugar para armarse de fuerza, un buen lugar para estar con tu amado, un buen lugar para saber que debes luchar y Salir adelante, sobresalir, terminar.

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Nos despegamos al fin con una exhalación de mi parte, había lanzado sollozos durante un rato, luego silencio, y al final solo consuelo mutuo, no íbamos a separarnos, eso jamás. Tenía que luchar, luchar con mi otro yo, hacer que nuestra unión se realizara. El sol se estaba ocultando, danzaba lento dejándose abrazar por las olas, hasta donde mi vista se perdía, mire a Touya y sonreí, lo tenía todo aquí con él a mi lado.  Caminamos tomados de la mano, el silencio era abrumador, intenté entablar un tema de conversación pero no se me ocurría nada, llegamos al auto, me abrió la puerta y separe nuestras manos, subí al auto y cerró la puerta tras de mí, al instante note su alterado pulso, su nerviosismo, apenas se sentó junto a mí en el asiento del conductor,  me levanté de mi asiento poniéndome de rodillas en él; me apoye en un brazo y con mi mano libre tome el rostro de Touya.

-Todo va a estar bien.- dije y jale su barbilla contra mí, uniendo nuestras bocas, besándolo con anhelo, con sensualidad, lento. Sabía que un contacto más profundo haría que saliera de su shock, de su dolor, nuestro dolor. No solté su barbilla, en vez de eso, con mi otra mano, empecé a acariciar su cuello, y sus hombros.

-Lo sé.- logró decir entre gemidos, y se lanzó sobre mí, atrayéndome más hacia él, con un abrazo fuerte y una presión que me mando entre el hueco de los dos asientos sonreí un poco ante esa desesperación, esas ganas de tomarme, de tenerme solo para él, me recordaban mis ganas, desde siempre, como al inicio. Me recliné en el asiento de atrás de  la camioneta y abrí las piernas, lo atraje a mí y bese con más ganas, con más empeño, es estaba hincado en el suelo del vehículo entre mis piernas, manoseando descaradamente mi miembro.- ahaa…- gemía al contacto de su mano por fuera,  rozando mis vaqueros, presionando mi cada vez más grande erección. Mi camisa quedó fuera de jugada en un ataque de lujuria por parte de Touya, se incorporó todo lo que el techo le permitió y subió sobre mí, con una pierna a cada lado de mi cuerpo, masajeando mi pezón y sentándose en mi pelvis, ahogaba mi hombría, la hacía despertar más. Me seguía besando, su lengua exploraba cada recoveco de mi boca, sus labios delgados y lentos me hacían experimentar oleadas de placer en forma de descargas, me estremecía, arranqué su camisa, oyendo un desgarre, la arroje contra la ventana. Tome el cabello de su nuca y lo jale hacia mí, toque sus glúteos y pase mis dedos pos su abdomen, jadeaba y él me miraba, le lance un beso y lamí sus labios. Me recostó sobre el asiento completo y subió sobre mí, nuestra ropa para este momento estaba ya regada,  aprovecho que estaba reclinado en el sillón y tomo mis rodillas, las separó, y entro en el hueco formado, empezó un vaivén sin penetración sobre mí, su miembro rozaba el mío, a cada movimiento se me escapaba un suspiro discreto, mi temperatura subía, me sentía arder, mi piel con la suya, el contacto.- Tou... ahaa.- no pude terminar la frase, me callo con un beso profundo y húmedo, me aprisiono más contra su cuerpo sudoroso, y se meció sobre mí.

-¿Lo quieres Yuki?-  preguntó, con gesto de malicia en su rostro. Se incorporó pasando sus manos sobre mi cuerpo, desde el cuello, pecho, abdomen, y terminó en la entre pierna, mi miembro más que despierto, lo tomo y empezó a masturbarlo lento y seguido.- dime Yuki…

-Ya…  lo sabes… si quiero.- logre decir, mientras jugaba con mi glande y lo besaba.

-dilo.- suspiré. Mi excitación llegaba a límites insospechados.

-Te quiero dentro, ya.-  me ruboricé. Me incorporé y lo tome del cuello lo bese y él se movió más cerca, tomo su grueso pene y lo puso en mi entrada, oscilando movimientos contra mis glúteos, golpeándolos con la punta.

-Tus deseos son ordenes.- dijo burlón, lo introdujo lentamente mientras se abalanzaba contra mí y mi cuerpo perlado ya por el esfuerzo, empezó a mover la cadera en un vaivén lento y duro contra mí, una forma maestra. Su pelvis chocaba contra mis glúteos y me empujaba con cada movimiento hacia la puerta, mientras envestía, tomo mis dos manos y las atrapo entre más suyas, me tenía dominado, atrapado, me encantaba. Mis piernas abrazaban sus caderas danzantes y las apretaban, tenia mis ojos cerrados, lo oí hablar.

-Ángel, abre los ojos, quiero verlos.- otra estocada, cada vez más profunda, obedecí y clave mi mirada en la suya, sus ojos… Siempre me encantaron. – Ahaa…  Touya me corro…- casi grite.

Una estocada más dura de lo normal, me llevo a esa oleada típica de electricidad, arquee la espalda y mi interior se contrajo, en ese momento Touya tomo mi miembro y lo movió de arriba abajo, mientras golpeaba unas vez más contra mis glúteos, el orgasmo llegó. Touya lanzó un gemido sonoro y se recostó sobre mí, jadeando y reparando entre cortada mente, lo bese y lo recosté en mi pecho, esperé a que mi respiración se normalizara.

 

Notas finales:

Hasta pronto :) 


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