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One-shots- Haikyuu por Mari-Sponge

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Notas del capitulo:

Warning!

May contain hard~!!

Y con esto en cuenta, comencemos :D

P.D.: Escuchen esta canción cuando vaya a empezar lo bueno ¬u¬ -estaba escribiendo esa parte, cuando reproductor salvaje comenzó a reproducirla-

Era un frío día de invierno; por las calles, se podía ver a las personas con abrigos, y el rostro cubierto por las bufandas. Entre la multitud, un chico de cabello grisáceo con mechas negras, caminaba alegremente, balanceando en su mano, una bolsa plástica, con varias bolsas de papas y unas cuantas latas de refresco. Bokuto solo giraba en ciertos puntos, completamente seguro de a donde debía dirigirse en aquella enorme ciudad.

– ¡Hey hey hey! –saludó al llegar a la habitación de Kuroo, sonriendo de oreja a oreja. Por su parte, el moreno solo alzó la mano a modo de saludo, sin apartar la mirada de la revista que sostenía entre sus manos. Kotaro se sentó a su lado, en la cama, asomando su cabeza entre Tetsuro y la revista. – ¿Qué haces? ¡Quítate! –le apartó, empujándolo de la cara. Bokuto se dejó caer en el colchón, riendo ante la reacción de su amigo. En respuesta, el moreno comenzó a “golpearlo” con la revista, mientras ambos reían a carcajadas. – ¡Testsuro! –la voz de su madre resonó por la habitación, llamando la atención de ambos chicos, quienes se sentaron con rectitud en la cama.

La mujer comenzó a reír un poco. –Iré a visitar a una amiga, y también pasaré a hacer las compras. Es posible que regrese tarde –su expresión se tornó un poco preocupada ante esa última frase, mientras sus ojos no se apartaban de los rostros de los chicos. –Tranquila, no destruiremos la casa –respondió el menor, sonriendo despreocupadamente a su madre; por su lado, Bokuto asentía enérgicamente ante las palabras de su amigo. La mujer no pudo evitar volver a reí, antes de despedirse de los chicos, y salir de la habitación. Ambos se miraron con bastante seriedad, y un par de segundos después, asintieron con la cabeza al mismo tiempo.

Habían pasado 2 horas, la luz que entraba por las cortinas comenzaba a tomar un tono anaranjado, anunciando el atardecer. Por el piso, había unas cuantas latas de refresco tiradas, y el bote de basura, ya tenía unas cuantas bolsas de papas. Bokuto se estiró un poco, mientras Kuroo se dejaba caer sobre la libreta que tenía delante. – ¿Por qué los exámenes deben ser tan arduos? –la voz del pelinegro apenas resonaba a causa de su posición, llamando la atención del joven capitán de Fukurodani. –Jejejeje ¿cómo es posible que un simple examen te ponga en ese estado? –trató de animarlo, a pesar de que estuviera tan cansado como él. – ¡Cállate, búho molesto! –espetó Kuroo, lanzándose contra él.

A forma de juego, comenzaron a forcejear. – ¡Te enseñaré quién es el débil aquí! –amenzaba el menor, tratando de ganarle a Bokuto. Las manos aprisionadas sobre su cabeza, y el cuerpo del otro sobre el suyo, inmovilizándolo completamente. –Te gané –susurró, con aquella sonrisa felina, llena de orgullo. Los ojos de Kotaro estaban fijos en aquella mirada felina, y lo púnico que pudo hacer, fue tragar saliva con nerviosismo. –Si si, ahora, quítate de encima –logró murmurar, girando la cabeza, para evitar mirar a Kuroo. Un escalofrío recorrió su cuerpo, al sentir los labios del menor sobre su cuello, haciendo que soltara un casi inaudible grito debido a la sorpresa. – ¡¿Pero qué-?! –al momento que abrió la boca, sus palabras fueron cortadas por los labios ajenos. El búho seguía forcejeando, tratando de soltarse del agarre, pero por más que intentaba, la fuerza del gato, aumentaba.

Conforme el beso se profundizaba, Bokuto comenzaba a ceder, sintiendo como su mente se perdía lentamente. Por su parte, la mano derecha de Kuroo, se abría paso por debajo de la playera del mayor, acariciando con suavidad, la piel de su torso, provocando ligeros espasmos en el cuerpo del otro. Cuando la necesidad de respirar se hizo presente, Kuroo se apartó, mirando fijamente el rostro de su amigo: la mirada entrecerrada, las mejillas rojas cual cerezas, y la respiración agitada. Soltó lentamente las manos del contrario, volviendo a besar su cuello, dejando pequeñas mordidas, deleitándose con los suaves gemidos que Bokuto soltaba. Sin previo aviso, Kuroo se irguió, solo para sacarse la playera, dejando ver su  torso, cautivando por completo al búho.

El chico apoyó el peso de su cuerpo en sus codos, alargando una mano para poder tocar el pecho de Tetsuro. Por su parte, el menor atrapó su mano, ayudándolo a ponerse de pie, solamente para despojarlo de su playera, y posteriormente, aventarlo contra el colchón. Una vez más sobre él, comenzó besando su clavícula, mientras sus manos se deslizaban por su abdomen, deteniéndose juguetonamente en su cadera. Kuroo alzó el rostro, sonriendo con cierta malicia; una de sus manos, frotando deliberadamente el miembro del mayor, mientras observaba con atención las reacciones de este. –No he hecho gran cosa, ¿y ya estás así de duro? –su grave voz sonaba algo ronca debido a la excitación; por su parte, Bokuto no pudo más que cubrir su boca, tratando de contener el sonido de su propia voz.

***

Los ojos entrecerrados de Boluto, miraban fijamente el techo de la habitación; a su lado, Kuroo “dormía” plácidamente, abrazando su cuerpo. Una parte de él, quería salir corriendo de ahí, pero tampoco deseaba despertar al chico. Sin contar, el gran dolor en su trasero. Al inicio, no había tenido problema con toda esa “rudeza”, pero ahora, se lamentaba profundamente. Nunca pensó que terminaría en ese tipo de situación con su amigo… o tal vez sí, pero no de ESA forma. Él era mayor, ¡¿por qué demonios debía recibir él?! Entre más lo pensaba, más se “enfurecía”; y estuvo a punto de tirar de la cama a Kuroo de una patada. Plan frustrado debido a la expresión tan serena que el chico mostraba.

Se giró un poco, hasta quedar en una posición lo bastante cómoda como para poder admirar al menor. Su mano, acariciaba con cuidado aquella melena oscura. Sin pensarlo, besó sus labios, en casi un roce; y para su sorpresa, una mano le tomó por la nuca, manteniéndolo unido al beso, el cual devolvió con la misma pasión. –Así que, ¿eres del tipo que te gusta admirar a los demás mientras duermen? –la voz burlona de Kuroo se hizo presente, asustando un poco al chico. – ¡Ja! Quisieras, solo pensaba en que cosas pintarte en esa tonta cara tuya –reclamó Kotaro, alejándose un poco de Kuroo. Este no pudo más que reír, acariciando su mejilla. –Hey… ¿quieres una segunda ronda? –preguntó, sin siquiera esperar una respuesta, volviendo a unir sus labios. 

Notas finales:

Si, me gusta ver arder el mundo :D

Esta pareja fue petición de mi waifu... así que, aquí está xD

Pero no se preocupen, el karma trabaja rápido -se atragantó con un pedazo de gomita que estaba comiendo mientras escribía- me dolío el oído y un lado de la nariz x.x


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