Cap 2: "Una noche"
Permanecían en silencio mientras caminaban por un oscuro y maltrecho pasillo. El olor a humedad inundaba cada rincón del lugar y solo podían oírse sus pasos en el gastado suelo haciendo eco. Habían pagado una habitación en un sucio y barato motel de mala muerte, el más cercano del lugar.
La razón por la que se encontraban en otro de los famosos antros de la ciudad, eran dos palabras: Eustass Kid, quien no pudo contener la excitación ante la sugerente invitación del moreno en la barra momentos atrás, por lo que arrastrándole bruscamente del brazo hacia la salida de emergencia le aprisionó en contra de la fría pared de cemento.
—¿Crees que puedes coquetearme y largarte, así como si nada? Sí que tienes los huevos para hacerlo considerando que soy un hombre. — gruñó el pelirrojo al oído del moreno haciendo que se estremeciera bajo él.
—Eres un idiota, tú también me has coqueteado, no dejabas de mirarme y hasta me has invitado un trago. —le respondió mirando de forma desafiante a esos hipnotizantes ojos ámbar que aun en la oscuridad brillaban con fuerza y sintiendo las cosquillas producto de las palabras del otro contra su tierna piel.
—Además te he preguntado si tienes tiempo. — inquirió con tono molesto el tatuado.
Eustass no podía sacar de su rostro esa torcida sonrisa que tenía al escuchar a ese moreno, nadie nunca se atrevía a meterse con él, sin embargo, ahí estaba ese hombre tatuado y de menor estatura, tratándole de idiota y tocándole los huevos. Se lo pasaría de maravilla esa noche.
— Sí que lo tengo, ¿Es una invitación? — dijo Eustass de forma arrogante acercándose peligrosamente a sus labios, pero sin llegar a tocarlos.
—Lo es— respondió acercándose, las puntas de sus narices se acariciaban, pero sus labios solo se rozaban con los del pelirrojo al hablar, sintiendo la cálida respiración del otro en su rostro.
—¿Quieres follarme justo aquí Eustass-ya? —
Eustass le miró sorprendido unos segundos ante aquella frase totalmente explícita.
Law había dado en el clavo, más que una pregunta era una invitación bastante clara a hacerlo y que funcionaba para tipos como Kid y como él mismo. Porque lo había notado, Eustass era como él, fugaz y carnal, arrogante y orgulloso.
El pelirrojo amplió su sonrisa luego de procesar aquellas palabras, pero se preguntó así mismo ¿ese moreno que acababa de conocer realmente era así de fácil? Por un momento había pensado que era diferente a todo lo que había visto hasta ahora, pero y si no. ¿Se le ofrecía a cualquier salido que quisiese algo con él?, algo en su interior le decía que no estaba muy equivocado y que solo se lo cogiera ahí y se largara o tendría muchos problemas, pero se limitó a ignorar esos pensamientos y volvió a sus planes iniciales que eran divertirse esa noche.
—Es lo que pretendía, pero ... tengo mejores planes para ti, Trafalgar—Eustass deshizo la escasa distancia que había entre ellos y le besó despacio y delicadamente, tomándose todo el tiempo del mundo sin siquiera acariciar alguna otra parte de su cuerpo ya que aún mantenía sus manos en la fría pared rodeando a Law contra esta. Apenas sus labios tocaron los del moreno sintió pequeñas descargas eléctricas recorriendo toda su columna. El sabor del alcohol en los labios del ojigris, su textura tan suave, su pequeña barba que solo cubría una parte de su mentón y le hacía cosquillas contra su piel, todo eso le pareció perfecto y a la vez de lo más adictivo, no podía esperar a probar esa morena piel de Law por completo.
y así mismo se sintió el moreno. El calor que emanaba el cuerpo del pelirrojo era totalmente embriagante y al verse invadido por tantas nuevas sensaciones a la vez, se descubrió a si mismo con los ojos cerrados, completamente entregado, besando con una extraña parsimonia a ese imponente hombre que acababa de conocer. Sus besos eran tan delicados, muy contrario a como cualquiera podría pensar por el aspecto de este. Sus delgados labios parecían no querer separarse jamás de los suyos. La lengua del pelirrojo que de un momento a otro invadió su cavidad ahora se enredaba con la suya moviéndose a ese mismo ritmo desesperante. Law comenzó a sentirse extraño, no acostumbraba a ser besado de esa forma, siempre todo era rápido y a un ritmo frenético queriendo que todo acabase sin siquiera aun haber comenzado.
Sintió deseos de marcharse porque la repentina calma del pelirrojo ante la situación no venía al caso, sintió que aquel hombre podía escudriñar en lo más profundo de su ser besándole de aquella forma y eso le produjo pavor. Nunca había querido verse involucrado de esa forma con nadie, pero a la vez sentía que podía dejarse hacer por todas aquellas sensaciones que ahora experimentaba, que le invadían a la fuerza y nublaban su razón.
—¿Q-qué crees que...? — Intentó cuestionarle a Eustass entre besos. — Vamos. ¿No querías un polvo? —
Eustass solo rio bajo y suavemente contra sus labios. —No te apresures, tenemos toda la noche para eso— Definitivamente aquel pelirrojo del que solo sabía su nombre le atraía tanto como si fuera un imán.
Después de aquel extraño beso en el que ambos experimentaron nuevas emociones, Kid se llevó a su nueva fijación casi a rastras pensando que este podía arrepentirse de su invitación en cualquier momento, pero para sorpresa de Eustass, Law insistió en que él pagaría por la "mugrosa habitación", porque así le llamo, así que solo se limitó a aceptar sin reclamos. El moreno era todo un misterio para él.
La puerta principal, una vieja cama para dos, un baño con una sucia tina, un lavabo y un retrete. Una pequeña ventana hacia un callejón de ladrillos donde colgaba el viejo letrero de Neón con algunas letras de la palabra "Motel" averiadas. Así era aquel cuarto en tonos rojizos, hasta las luces de las desgastadas lámparas eran rojizas.
—Este cuarto se parece a ti—dijo el moreno al entrar en la habitación observando todo con detalle a su alrededor.
—¿Qué diablos quiere decir eso? — Preguntó al tiempo que cerraba de un golpe la puerta principal del cuarto y avanzaba dando pequeños empujoncitos acorralando la espalda de Law.
—Es todo tan rojo... como tu cabello— Se volteó para mirarle con esos grises ojos tan brillantes y extendiendo su mano hacia la parte posterior de su cabeza, deslizó sus dedos hacia arriba acariciando el cabello del pelirrojo.
Suave... tan suave, se sentía como seda entre sus largos dedos.
Eustass gruñó sensualmente ante aquella caricia y se abalanzó a los labios del ojigris, besándole con desesperación, haciéndole retroceder paso a paso hasta encontrarse con la vieja cama a un costado del cuarto para luego empujarle contra el colchón.
—Hey... idiota, no te apresures ¿No que teníamos toda la noche? —
El moreno intentó incorporarse afirmándose sobre sus codos, pero Eustass rápidamente se encontró sobre el impidiendo cualquier movimiento.
—Al diablo con eso—
Law también era muy ágil y en un segundo de descuido del pelirrojo, cambiaron de posiciones, ahora el ojigris se encontraba sentado sobre Eustass.
—Me parece una buena idea— dijo al tiempo que movía su cadera contra la pelvis del pelirrojo simulando embestidas.
—Agh!! maldición me estas volviendo loco Trafalgar— gruñó Kid agarrándole impulsivamente de la camiseta y acercándolo para besarle.