Padre, líder y amigo.
Noche placentera para algunos, el nuevo día comenzaba con un informe nada alentador, el negocio se vería retrasado, la razón debían tomar una decisión sobre quien es el verdadero líder de cierta organización rusa.
—Como es posible esto —hablando en la sala de su casa con la persona más leal a él, Mikhail lucia bastante molesto — estas seguro que mi padre piensa darle el liderazgo a ese tipo, tanto le enfada que me haya casado con Fei.
—Mi señor, le digo lo que se, la transferencia de poder se hará el próximo mes, a menos que usted haga algo para impedirlo.
—Déjalo así, ya puedes volver a tus labores —quedándose solo, se recostó sobre el sofá meditando la situación y las consecuencias de intervenir o no en ese nombramiento por un momento se quedó dormido, fue despertado con besos de su pareja— sigo soñando, de ser así que nadie me despierte.
—De acuerdo, no te despertaré, solo disfruta —llevando una sencilla bata con flores de loto Fei Long quiso sorprender a su esposo colmandolo de besos y caricias.
—Tienes que estar bromeando si crees que voy a dormir cuando estas frente a mi, puedo tirar del cordón y descubrir un brillante tesoro —lo atrajo con una mano en el cuello robando sus labios, la otra mano viajo a la cintura quitando el nudo que sostenía la prenda en su lugar— perfecto, en toda la extensión de la palabra, tu eres perfecto.
Ahí en la sala Mikhail devoro a un exquisito dragón, en cada embestida que le daba repetía cuanto lo ama y lo mucho que le gusta su compañía. Fei Long terminó cansado con una sonrisa en los labios y fuertemente abrazado a quien es y seguirá siendo su esposo.
—Tienes problemas con algo puedo verlo en tu mirada, es un asunto que no podemos discutir o prefieres guardarlo para ti —dejando besos sobre su cuello Fei Long trataba de averiguar si podía ayudarle.
—Mi padre pretende sacarme del juego, mi hermano Nikolai será nombrado líder a menos que me aleje de ti —abrazándolo con fuerza se aseguraba de no perderlo— quiere casarme con la hija de un socio llamado Petrov, se supone que la están entrenando para que sea una buena esposa e incluso acepte que tenga amantes, la única condición es que no las embarace por aquello de los pleitos legales y que sean llamados ilegítimos —buscando sus labios disfruto de ellos en un tierno beso, poco a poco lo profundizó paseando sus manos por la suave piel— no pienso dejarte y cumplir los caprichos de ese sujeto, veré cómo lo resuelvo.
—Tienen como cuarenta habitaciones, no hagan eso en la sala —Tao bajo por algo de jugo cuando los vio bien amorosos en el sofá— la pequeña Irina está llorando, Nat despertó hace una hora está en mi cuarto y todos tenemos hambre.
Esa era la señal que debían levantarse y atender a sus hijos, se puede decir que las cosas volvieron a la normalidad. Después de un desayuno en familia, prepararon lo que dirán a la prensa cuando les pregunten sobre su familia y los rumores que circulan entorno a ella. Horas más tarde Mikhail pidió reunirse con su colega, pediría un favor que quizá lamentaría sin embargo era necesario para conservar el liderazgo junto a la estabilidad de las personas que ama.
—Vaya que eres muy oportuno Mikhail, de no ser por ti aun estaría en la habitación con un revoltoso rubio —envuelto en una bata, el cabello desordenado y visiblemente cansado, así recibió Asami a su invitado— voy a terminar mis supuestas vacaciones más agotado que otra cosa.
—Tampoco me puedo quejar, estoy seguro que disfrutaré los días en casa pero antes de eso necesito un favor, algo que cambiará mucho el negocio —a grandes rasgos Mikhail le explico a Asami lo que sucedió, el como iba afectar sus operaciones y la drástica solución— crees que se pueda hacer.
—De poder si, pero estas consciente de lo que acabas de pedir, es tu padre de quien hablamos, acabar con su vida no es problema, puedo hacerlo sin involucrarnos pero, estas bien con esa decisión.
—Ryuichi, mi propio padre contrato asesinos y mercenarios para alejarme de Fei, esta dispuesto a entregar la mitad de la organización para que ese sujeto conceda a su hija convirtiendola en la esposa perfecta, te aseguro que no cambiaré de opinión, tenemos menos de un mes para actuar.
—Nosotros solo tenemos trabajo para dos semanas, después de eso solo será papeleo y reuniones donde discutiremos futuros proyectos —Akihito se reunió con ellos, estaba listo para salir— Fei Long me llamó, iremos a las oficinas, lo que sea que piensen hacer, tienen exactamente quince días, si es que quieren mantenerlo en secreto —despidiéndose de su pareja con un beso y la promesa de terminar su asunto pendiente en la noche. Salió junto a su escolta a la reunión de su amigo y amigas.
—Si estabas ocupado pudiste decirme, vengo más tarde para no interrumpir tu desayuno, comida y cena con tu niño —el tono de burla daba a entender lo que planeaba hacer.
—No te preocupes, ya había terminado de comer, en cuanto al otro asunto a principios de mes es el cumpleaños de Aki, le diré a Yoh que apresure lo más que pueda las cosas por ahora hay que mantenerlos vigilados y cuidar que no se metan en problemas.
—En eso estamos de acuerdo, te dejare para que puedas cuidar de tus niños, iré a ver a los míos, cualquier problema o inconveniente estamos en contacto —despidiéndose como buenos amigos cada uno se encargo de cuidar sus casas y negocios.
En Rusia dos hombres hablaban en una taberna, su próximo movimiento sería lanzado en pocos días, en definitiva Sergey Arbatov destruiría a la persona que según él, engatuso a su hijo llevándolo por un mal camino. No descansaría hasta que su primogénito se case con una dama y forme una familia, solo así podría partir dejando todo el trabajo a Mikhail pero como se rehúsa a cumplir esa voluntad tendrá que obligarlo.
Las primeras semanas fueron divertidas para ambas parejas, Akihito hacia doble esfuerzo para atender a sus hijos e ir a trabajar después de satisfacer a su amante todas las noches, cuando terminaron las labores en la oficina, Asami lo mantenía ocupado en su habitación, de milagro podía levantarse ya que más del ochenta por ciento del cuerpo era torturado por un placer en común. El caso de Mikhail y Fei no era muy diferente, salvo por el hecho que debían detenerse para alimentar, bañar y cambiar a su hija además de convivir con sus otros dos retoños.
La última semana de abril sucedió algo no esperado que dio como resultado una cacería. El martes por la tarde Fei, Yuki, Ilia y Akihito se encontraban en el edificio de sus oficinas debido al buen término de una negociación por lo cual afinaban detalles, toda su concentración la tenían en organizar las decoraciónes y el banquete de una boda. Cuatro hombres dispararon al primer piso, el estruendo provocó que los ocupantes se pusieran alerta, trataron de salir pero un helicóptero les cerró el paso disparando desde las alturas, vaciaron sus armas dando un mensaje muy claro.
—Fue una suerte que vieras el monitor, gracias a eso logramos escapar.
—Yuki, tiene razón, por poco y no salimos, su suegrito lo ama demasiado de eso no hay duda, hasta sacrifico a sus colaboradores —recargandose sobre un árbol Ilia veía con incredulidad como el edificio colapsaba por culpa del impacto de helicóptero— deberíamos llamar y avisar que estamos bien.
—Asami me lo cobrará, se asegurara que no esté lastimado y me hará pagarle por haber construido ese pasaje secreto, tanto que me negué y al final lo utilicé, Fei estas bien, tu cara me dice que quieres asesinar a alguien.
—Quiero ahorcarlo, cortarlo en pedazos y darle de comer sus restos a cualquier animal hambriento, lo único que me detiene es que sea el padre de Misha.
—Te dejaría hacerlo con gusto solo que no deseo manches tus manos de esa repugnante y asquerosa sangre —Mikhail apareció por la parte trasera de la arbolada— Asami me dijo que los encontraría en este lado, él se quedó para hablar con la policía, oficialmente ustedes fueron a comer, van llegando y ven lo que pasó con su edificio —escoltandolos fuera de los árboles, llegaron con los oficiales preguntando que había pasado.
La versión oficial es que un cliente inconforme les atacó al punto de estrellarse contra el inmueble afortunadamente no había nadie adentro, aunque fuese una mintiera lo mejor era evitar involucrar a la mafia preservando un negocio intachable. De regreso a su hogar Akihito se vio obligado a crear un contrato bajo falsa identidad con ello explicaría que se rehusó a trabajar ya que descubrió no era un nombre verdadero y las cuentas bancarias eran de diferentes países.
—Van a estar bien, trabajarán desde casa —Asami quería saber que tanto le afecto ese ataque, aunque no fuese el primero, si le provocaba un poco de estrés a su amante.
—El cuarto para ejecutivos del hotel será la mejor opción, hasta Mikhail y Fei resuelvan ese asunto familiar no podemos arriesgarnos a otra sorpresa como esta y menos en casa de alguno con los niños y todo eso —por el computador organizaba sus reuniones además de recibir la confirmación de los pedidos realizados satisfactoriamente— no te preocupes, solo serán dos trabajos más que habrá que discutir, después de eso esperaremos nos dedicaremos a comprar y ubicar lo que el cliente pidió.
Con ello se resolvía parte del problema pero el resto debía concretarse rápidamente. Para el domingo en la noche Yoh informó que ya tenían los objetivos localizados y en unas horas comenzarían los ataques, al amanecer Mikhail llevó a sus hijos y pareja a desayunar, de ahí irían a comprar más ropa para sus niñas, algunas cosas que Tao necesitaría cuando retome las clases, tal vez los lleve a ver una película o a la feria, todo con tal de ser visto en Japón muy alejado de lo que estaba pasando en Europa y otras ciudades. Asami hizo lo propio desde su casa, comían en el patio, recibió a uno de sus socios que esperaba conocer a su pareja y pedirle la remodelacion de la propiedad que acababa de adquirir, Akihito no se negó concretando la cita para ver el lugar durante el fin de semana, los policías que llevaban el caso del edificio destruido también servirían como testigos ya que los vieron juntos, hablaron con ambos sobre las indagatorias y dieron parte de novedades, se puede decir que los dos jefes del bajo mundo estaban cubiertos.
—Tramaron algo verdad, Fei me habló desde una tienda de ropa porque Mikhail los llevo a desayunar y a comprar, además tu estas algo tenso y sospechoso, quieren cuartadas por si sale mal el trabajo o para que no los involucren —caminando a su habitación le grito desde el barandal— no quiero que mi casa sea un campo de batalla —metiéndose al cuarto preparo la bañera, sumergirse en el agua tibia y relajarse se le antojaba hacer.
No contaba con que su esposo tenía otros planes, adentrándose al baño Asami se sumergió junto a su joven amante iniciando un encuentro amoroso, lo tibio del agua, la resbaladiza espuma y los gemidos hacían todo más excitante. Cuando pasaron a la recamara ambos se encontraban dispuestos a satisfacer cada uno de sus placeres, recostados Asami lo penetraba con rapidez y certeza, sus piernas fueron alejadas una de la otra brindándole el espacio necesario, descendió dejando besos a su paso, el miembro del joven fue masturbando por una hábil boca, también dejó huellas de su paso en la parte interna de sus muslos, así construyeron el primero de muchos orgasmos.
Para el segundo encuentro Akihito tenía las manos esposadas por la espalda, de su collar salía una cadena que fue atada a la parte inferior de la cama, cada que brincaba sobre el pene del yakuza sus ataduras hacen ruidos al compás de sus jadeos. Presa de la lujuria le demostró a su cruel verdugo la flexibilidad que posee recostandose por completo, la espalda quedó mediamente elevada por sus manos, las rodillas quedaron dobladas y así se impulsaba para penetrarse a su ritmo, llegando al clímax derramó el semen sobre el abdomen de su pareja, sacando la virilidad de ese cavidad dejando ver como parte del líquido se escurría por sus piernas. Beso, lamio, chupo y succiono cada parte del miembro erecto, lo metía y sacaba deleitándose con lo largo y grueso que estaba, la bolsa testicular también fue consentida cada testículo era besado y estirado aumentando el placer, regresando al falo metiendolo por completo le succiono hasta que recibió la semilla bebiendola toda, las gotas que lograron escapar fueron capturadas por sus dedos saboreandolos provocativamemte, todo un espectáculo, Ryuchi se lamentaba por desconectar las cámaras de su alcoba ya que en esos momentos podía filmar con detalle los movimientos de su traviesa pareja.
El tercer encuentro fue más salvaje con ambos cuerpos sudorosos, bañados de fluidos seminales, las penetraciones producían sonidos sugerentes, Akihito sólo gemia pidiendo más de esa sensación que despertaba y recorría cada célula de su cuerpo, gritaba el nombre de su amante cada vez que su próstata era impactada por el miembro, por otro lado Asami gruñia en satisfacción, besaba y mordía la piel que tenía a su alcance, sus ojos dorados brillaban, una sola idea tenía en mente, complacer a la persona capaz de mantenerlo en casa. Y pensar que todo eso comenzó por una simple oración que se escucho a burla "mi amo y señor quiere jugar" esas palabras derivaron en besos y caricias que fueron aumentando hasta este punto.
Los dos se corrieron al mismo tiempo, uno sobre el colchón, el otro llenando su interior, dejandose llevar por la sensación placentera, recostados en la cama recuperaban el aliento. —Debería decir feliz cumpleaños Akihito y darte tu regalo.
—Yo pensé que este era mi regalo —acomodándose sobre su pecho, depositaba pequeños besos sobre la piel— en realidad creí que lo habías olvidado.
—Aunque es entre semana no lo olvide, al amanecer iré al club por un informe, regresaré temprano y te llevo a comer o cenar que prefieres —cubriéndolo con sus brazos— también hay que llevar a los niños hoy es su día.
—Yo ya no soy un niño —poniendo sus ojitos de borreguito hablo en un tono más agudo— soy grande y fuerte y con un... —el beso que recibió le hizo callar, aunque sus labios estaban hinchados disfrutaba de ese contacto.
—Vamos a descansar, mi niño grande tendrá todo lo que deseé en cuanto despierte —la idea era cumplirle cualquier capricho a él y a sus hijos, aunque eso dependía de lo que Yoh les reportará en la reunión del club.
Mientras ellos dormían, otros hombres se enfrentaban cada uno con su objetivo en claro, algunos cerca de casa otros en un país lejano. Como una sombra el líder de ellos se escabullo hasta la habitación principal de aquella mansión, con cuchillo en mano clavo la punta y después el resto en la garganta de lo que parecía ser un anciano cuyo nombre era Sergey Arbatov.