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Eien ni Aishteru por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Con ustedes el especial de noche de brujas ????????.

 

 

Los personajes de Viewfinder pertenecen a su creadora Ayano Yamane.

Halloween.

 

Lunes por la mañana, un día después de festejarle a su pequeña hija colmandola de afecto y mimos, ambos adultos retomaron sus labores cotidianas, para lamento de los dos durante su ausencia el papeleo había aumentado al punto de dejarlos solo con un par de horas de sueño, casi a finales de mes la frustración entre ellos era notoria sin embargo debían cumplir con sus compromisos y trabajos atrasados. La solución a sus problemas fue por cortesía de unas grandes amigas, le contaron a su rubio amigo sobre la tradición americana donde los niños se disfrazan y salen a pedir dulces, ofrecieron llevar a los tres pequeños junto a sus hijos para dejarles unas horas la casa para ellos solitos.

 

Con tan solo veinticuatro horas de plazo, preparó el disfraz de sus bebés, a los gemelos les puso un traje de vampirito, a su hija la vistió de calaverita, con lo bien que lucían se acabó el rollo fotográfico en ellos haciéndo diferentes poses y caritas divertidas, a las 7 pm sus tías ya estaban puestisimas para llevarlos casa por casa pidiendo la delicia de los niños, las llamadas golosinas confitadas.

 

Mientras ellos se divertían él se encargaría de arreglar su habitación y sorprender al yakuza, su recamara fue adornada con velas rojas y negras al igual que las cortinas, su cama en un tono vino oscuro, por último el joven de ojos verdes se dió un baño de tina, se puso el traje especial para esa noche, cubriéndose el cuerpo con un aceite afrodisíaco, sabia que su amante no lo necesitaba pero quería sorprenderlo.

 

Recostado sobre el colchón espero al susodicho, a las 11:45 pm el automóvil se estacióno al pie de la escalinata dejando al dueño de la casa, apenas puso un pie dentro de su hogar, notó lo silencio que estaba y de inmediato corrió a su alcoba abriendo la puerta con sigilo, descubrió a su pareja quien caminaba hacía él moviendose sensual, vestido con un boxer negro del cual salía una cola que termina en punta, un top a juego ceñido al cuerpo, el collar que siempre usa y unas zapatillas de medio tacón, su piel desprendía un dulce aroma invitando al placer.

 

— Akihito ¿ Qué crees que haces pequeño travieso ?

 

— Lo que parece. Tomando sus labios posesivamente, pasando a lamer el contorno de su oído. — Yo tengo hambre y si sabes que soy, sabrás cómo saciarme. Cargandole hasta la cama dejándolo caer, entre besos su joven amante fue desvistiendolo ya sin nada que le estorbarse se dispuso a darle placer con la boca engullendo su hombría, deleitándose con los pequeños gruñidos que su yakuza dejaba escapar por la felación, paseaba su lengua desde el perineo hasta la punta del glande con su mano deba un mensaje al escroto.

 

— Aki basta, ya es suficiente. Trato de alejarlo, tirando de su rubio cabello sin embargo él chico se aferró hasta obtener su preciado alimento.

 

— Tenemos toda la noche para divertirnos, tu solo disfruta. Guiñandole el ojo aprovecho un momento de distracción  por parte del mayor, sujetándole las manos a la cabecera con una cuerda de cuero reforzado, colocó una venda oscura sobre sus ojos dorados.— No te enojes lo que sigue te gustará.

 

— Estas consciente que en cuanto me quites esto o yo logré liberarme, te haré pagar por todo lo que hagas al quíntuple y más.

 

— En ese caso dejaré de hablar aprovechando el tiempo. Repartiendo besos sobre toda la piel descubierta de su amante, abrió el cajón de la cómoda sacando dos aros, uno sencillo y otro doble, el más pequeño lo puso en la punta del miembro, el de tres anillos lo coloco entre los testículos y el prepucio, presionando ambos objetos por un lado estos comenzaron a vibrar. — Su pila dura media hora ¿ Que tanto podrás aguantar ?

 

— Agh esto te costará caro aah ya te lo dije.

 

— No importa, escucharte gemir, ser yo quien te dominé y te haga temblar, valdrá la pena pagar por mi fechoría. Deposito pequeños besos desde su rostro, bajando por el cuello a la clavícula, después a los pectorales entreteniendose en los pezones, oyendo en complacencia los suspiros que lograba sacarle a su esposo. Con el aumento de temperatura corporal, la escencia dulce se esparcía más provocando al empresario, su anhelo por tocar al travieso gatito aumento, sin embargo el joven de ojos verdes no tenía intenciones de soltarle pero él también estaba ansioso por sentir la virilidad de su amante dentro de su cuerpo. Para su sorpresa y por un descuido de su parte, el empresario consiguió romper sus ataduras tomandolo por la cintura, dejandolo de espalda a la cama.

 

— Ya te deje jugar mucho, es mi turno de hacerlo, te daré una lección antes de comenzar, debes sujetar bien las muñecas si dejas un poco de espacio la presa puede escapar.  Retiro los aros vibradores de sus genitales observandolos con cuidado para después ponerlos en su niño quitándole las diminutas prendas que le cubrían. — Lo he dicho antes, tu cuerpo tiene algo que atrae, hoy lo hace lucir demasiado apetecible. Separandole las piernas se puso entre ellas haciendo que ambos miembros se rozarán, en un movimiento  de reflejo Akihito elevó su cadera pidiendo ser penetrado. — Aún no es tiempo para eso quiero recorrer cada centímetro de piel dejando mi marca.

 

Giró el cuerpo del joven dejándole boca abajo empezó a mordisquear sus hombros bajando lentamente por la espina dorsal llegando al redondo y firme trasero dándole unos golpes con la mano hasta dejarlas coloradas.

 

— Está parte de tí no cambia, me pregunto cómo le haces para mantenerla en ese perfecto estado. Sonriendo para si mismo viendo a su pareja retorcerse y gemir por las atenciones, con una mano le levantó la cintura para volverlo loco separando sus nalgas lamiendo un par de veces la zona hasta meter su lengua por el esfinter simulando embestidas, el pobre rubio mordía la almohada en un intento por callar sus gritos quería correrse pero los anillos no se lo permitían por lo cual la presión en esa zona iba en aumento, tanta era su desesperación que no se percató cuando su amante dejo de prepararle solo sintió un gran trozo de carne metiendose a su ser.

 

— Aaaah aaah Ryuichi mng yo agh.

 

— No hables a menos que sea para pedir que te dé más duro, de lo contrario el único sonido que quiero escuchar de tí son tus gritos de placer. Embistiendolo en ritmo de rápido a lento y viceversa sintiendo a su niño apretandole con sus glúteos.

 

— Mng aah Ryuichi por agh ngh por favor aaah quitamelos mng aaah. Hablando entre gemidos, pedía ser liberado de los vibradores en sus genitales.

 

Entendiendo a que se refería, le volteo  dejándole ver su rostro, elevó sus piernas a los hombros para una penetración más profunda, tomo sus labios devorandole con un beso que lo dejó sin aliento para después susurrarle al oído con voz seductora.

 

— No te diste cuenta que la batería se acabó y hace un rato te los quité, lo que sientes ahora es todo el placer que te doy. Eso fue suficiente para que el ojiverde derramará su escencia entre ambos apretando aun más la parte de abajo, provocando al yakuza que lo embestia salvajemente. A las cuatro de la madrugada un grupo de jóvenes hacían maldades en los hogares deshabitados, llegaron a una gran casa que por fuera lucia desocupada, estaban apunto de cruzar la reja  cuando uno de ellos escucho un lamento proveniente del lugar.

 

— Y si mejor nos vamos. Dijo a sus compañeros dudoso de entrar.

 

— Opinó lo mismo, hay que irnos.

 

— Si vayamos a otro lugar, aún hay muchos otros lugares que estropear.

 

— Trío de gallinas le temen a los sonidos del viento. Estuvo a punto de cruzar cuando otro alarido se dejó escuchar obligándolo a retroceder. — Como tienen tanto miedo cumpliré su petición, vayamos pues a otra vivienda. Siendo el mayor y líder de la pandilla no iba admitir que le dió miedo invadir ese terreno, se alejaron del lugar lo más rápido que sus pies les permitieron llegando a otro sitio donde hacer sus fechorías.

 

Lo que ignoraban es que el lugar no estaba solo y los lamentos que escucharon eran los gemidos de una pareja amandose profundamente. — Ryuichi ngh basta mng aah vamos mas aah aaaah rápido ngh mng.

 

— Con gusto lo haré agnh el próximo año serás un vampiro aaah y no tomarás sangré vas a chupar otra cosa. Sentado como lo tenía le dió acceso a sus pezones ya duros y rojos de tanto estimulo, aun así continuó besandolos mientras su niño movía las caderas de arriba a abajo en el ritmo que el quería. Olvidaron cuantas veces lo hicieron recorriendo cada rincón de la habitación en diferentes posiciones aprovechando la flexibilidad del rubio, simplemente se dejaron llevar por el deseo y el calor del momento más el aditivo extra en forma de loción corporal, besándo, chupando, mordiendo y rasguñando cada parte del cuerpo marcandolo como suyo, el empresario fue quien se encargó de ello, dejándole pequeñas mordidas sobre sus muslos, dándole succiones a cada lado de la bolsa testícular, provocándole al joven más de un orgasmo.

 

Hicieron el amor una última vez antes de tomar un merecido descanso, derramando el semen entre los abdominales y otro llenando por completo el interior de la cavidad anal, cayendo así en un profundo sueño mientras se abrazaban reconfortandose. A la mañana siguiente el primero en despertar fue el ojiverde quien admiraba el rostro dormido de su amante, pasando una mano por la mejilla. — ¿ Que tanto miras ? Abriendo un ojo al sentirse observado, tomando del brazo a su niño dejándolo caer sobre su pecho.

 

— Será acaso que quieres provocarme.

 

— Nada de eso, apenas puedo hablar y tú esperas que aguante otra ronda, sólo veía que no has cambiado nada. Dandole un casto beso cerca de sus labios.

 

— Creí que eras un demonio del sexo, viven sólo para eso y se transforman en lo que más desea uno.

 

— Un sucubo, si es verdad y que es lo que más deseás. Elevando medio cuerpo para verle de frente.

 

— A tí, moviendo ese hermoso trasero sobre mí una y otra vez.

 

— Solo por hoy no me negare, he de complacerte hasta que nos vengan a interrumpir tres pequeños nenes y sus dulces. Quitándose la sábana se acomodó sobre el yakuza dándose sentones sobre su miembro, no hace falta mencionar que por un par de horas más Asami Ryuichi disfruto de los placeres que le proporcionaba su joven amante.

Notas finales:

Gracias por leer ????????.

 

Todos sus comentarios serán respondidos en la brevedad posible.


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