Capítulo 1
Solo en el mundo
Su destino estaba escrito, había perdido la batalla contra el cáncer. Guren repartía tiernos besos y caricias en las manos y rostros de su madre. Ella cerraba los ojos tratando de soportar el horrible dolor.
-Te amo mamá- le dijo Guren besándole el cabello
-Yo también hijo. Tú y tu padre fueron lo mejor que me pasó- sonrió débilmente- Ahora por fin me reuniré con él-
Su corazón se estrujó , ahora se quedaría completamente solo. Ya no tendría padres, a partir de esa noche de viernes sería huérfano.
-Me sentiré terriblemente solo y desprotegido- susurró
-Claro que no cariño. Ambos te cuidaremos desde el cielo-
Asintió sonriendo y miró las blancas paredes, en los pasillos se escuchaban murmullos. El silencio ambientaba la madrugada.
-Guren hay un último favor que quiero pedirte y realmente espero que me obedezcas- dijo seriamente
-Claro que lo haré-
-En mi recamara hay un sobre amarillo, está guardado en una caja de zapatos color negra dentro del ropero- comenzó a toser por el cansancio
- ¡¿Estás bien?!- preguntó Guren alarmado
-Cállate y escúchame- continúo tosiendo por unos instantes- Cuando lo encuentres dirígete a la dirección que esta anotada fuera del sobre, te llevará con los Hiragi, al llegar pide hablar con Tenri Hiragi. Haz lo que te pido hijo, de esa manera podré descansar en paz-
- ¿Para qué necesito ver a ese señor? -
-Antes de que muriera tu padre ese señor le prometió darte un buen futuro, así que debes ir a buscarlo porque con su apoyo lograras ser alguien en la vida- comenzó a llorar- ¿Lo harás verdad?
-Si eso te dará tranquilidad juro hacerlo. Seré alguien en la vida para que estés orgullosos de mí-
-Cariño ya lo estoy- besó su mano- Pero también prométeme que te enamoraras, debes hacerlo para no sentirte solo, busca alguien que no huya al conocer tus defectos, debe ser alguien que ilumine tu vida-
La señora cerró los ojos y un doloroso sonido invadió el lugar. Su corazón había dejado de latir.
- ¡No! ¡Mamá! - comenzó a llorar y besó sus mejillas- Yo iré con los Hiragi y seré el mejor empresario de Japón-
Las enfermeras entraron a la habitación y le pidieron que se retirara. Tenía quince años, no sabía qué hacer ni que decir así que llamo al jefe de su mamá, él se había comprometido a ayudarlo con los trámites.
El resto de la noche se quedó encerrado en el baño, llorando y enfrentando su nueva perdida.
Al día siguiente después del funeral Guren regresó a su departamento para buscar el sobre amarillo. Cuando lo encontró caminó hacía la salida.
- ¡Me esforzaré al máximo! ¡Siempre seré el mejor y nunca dejare que nadie destruya mis sueños ni mi corazón! - Miró la foto de sus padres- ¡Lo juro por ustedes! ¡Yo seré inalcanzable! –
Sin decir nada más se marchó y tomó un taxi. Ese día cambiaría su destino. Durante el trayecto pensaba la manera correcta de presentarse, pero decidió que era mejor improvisar.
El carro se detuvo frente a una casa exageradamente grande, protegida con una reja negra. Pagó y se bajó, caminó hasta el interfon.
- ¿Qué desea? - se escuchó una voz femenina
-Deseo ver al señor Tenri Hiragi. Mi nombre es Guren Ichinose-
-Espere un momento-
No se volvió a escuchar nada y después de algunos minutos el joven pensó que todos sus sueños se habían truncado. Dió la vuelta decepcionado, ya vería como sobrevivir.
- ¡Detente por favor! - gritaron- ¡Yo soy Tenri Hiragi! -
Guren frenó en seco y se sintió vivo otra vez. Regresó a la reja que se encontraba abierta y antes de entrar se detuvo.
-Entra por favor- le hizo una seña con el brazo- Escucharé todo lo que te ha sucedido y después te ofreceré mi apoyo-
"Todo estará bien a partir de ahora" pensaba para consolarse e inseguro puso el primer pie dentro de la mansión.