"Lo Que El Ángel Envidia"
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Naruto se encontraba algo inquieto y preocupado, debido a la manera tan seria y algo cortante en la que Sasuke le había hablado la noche anterior.
Ambos acordaron verse en aquella modesta cafetería, donde siempre se reunian para desayunar juntos, pero ni aquel delicioso plato de hot cakes con miel, ni el batido de chocolate que tenía frente a él, podía ponerlo de humor y hacer más ligero el pesado ambiente que lo envolvía.
—Me pregunto, de que querrá hablar tu Teme padre —, de manera discreta masajeo aquel lugar donde su hijo crecía, mientras murmuraba aquellas palabras que lo tenían tan angustiado.
Miro de reojo, hacia la puerta de entrada, esperando a que su novio por fin llegara. Era muy inusual que él haya llegado muchísimo antes que Sasuke y eso definitivamente era muy raro.
Suspiro por décima vez en el día y comenzó a picotear con un tenedor, lo que sería su desayuno. Y después de pensarlo por unos breves segundos, decidió que comenzaría a comer, pero sus intenciones se vieron interrumpidas al ver que frente a él, se sentaba Sasuke.
— ¿Llevas mucho esperando, Dobe? —, preguntó burlesco el azabache.
—Naruto lo miro con ganas de matarlo —. Si, una hora para ser precisos Teme —, le reclamo con molestia —. ¿Por qué llegaste tan tarde?, no es nada usual en ti —, quiso saber. De alguna u otra forma, le preocupaba la respuesta.
Sasuke suspiro con pesar, para después comenzar a checar su celular. Naruto lo miraba con intriga y preocupación, sin duda el Uchiha estaba muy raro desde la noche anterior.
— ¿Sasuke? —, lo llamo con intriga.
—Mira esto Dobe —, le ordeno con seriedad, mientras le mostraba la pantalla de su celular.
Naruto asintió con nerviosismo, para después poner toda su atención al video que el Uchiha le había puesto. Y conforme pasaban los minutos, Naruto se horrorizaba al ver al protagonista de dicho video.
Una persona totalmente idéntica a él, se encargaba de bailar de manera tan descarada con varios varones. Lo que es más, el chico en cuestión no solo bailaba, también se hagazajaba con todo aquel que estuviera cerca de su persona.
Miro a su novio con horror al caer en cuenta de lo que Sasuke le quería decir y frunció el ceño con furia desmedida. Si ese bastardo creía que la persona del video era él, lo mandaría al diablo.
— ¿Piensas que soy yo?, ¿no? —, inquirió molesto —. Pues cree lo que se te dé la gana bastardo, pero ni vengas a mí para rogarme por volver, porque oficialmente terminamos, así que vete a la mierda Uchiha —, lanzó con rencor todas esas palabras, para después agarrar su mochila.
Sasuke masajeo su frente con frustración, para después tomar el brazo de su aun novio y obligarlo a sentarse junto a él. Suspiro resignado al ver que el doncel se le estaba resistiendo y sin saber que más hacer lo beso para que se callara y le permitiera hablar.
Lo que Sasuke se ganó, una fuerte cachetada que hizo que hasta él mismo se enojara con su Dobe novio.
— ¿Quieres por favor calmarte Dobe? —, le pregunto con molestia —. Ni he dicho nada y ya tomaste una decisión muy precipitada —, recalcó lo obvio —. Se perfectamente que el tipo del video no eres tú.
—Naruto detuvo todo su movimiento e intento de dejar al Uchiha con las palabras en la boca —. ¿Cómo? —, murmuró confundido.
—Lo que oíste Dobe —, respondió —. Y lo sé porque: Uno, tú eres tan inocente que después de tres años de sexo desenfrenado, aun continúas diciendo, "por favor Sasuke no me mires" —, dijo lo último con burla y no pudo evitar reír cuando Naruto se sonrojo hasta las orejas —. Dos, Dobe, tú eres tan Dobe, que pareces una monja virgen, de hecho, cada vez que te penetro, se siente como la primera vez, por eso es obvio que no andas de hombre en hombre, es decir, ¿no ya tendrías tu entrada tan extendida? —, en verdad que se estaba aguantando las ganas de reír, más con la cara de póker que el doncel tenía ahora —. Y la tercera, pero más importante, el día que el video fue filmado y filtrado, tu y yo estábamos aplicando las razones uno y dos.
Naruto no pudo evitar volver a golpear a su Teme, ¿la razón?, que pudo haberle ahorrado valiosos minutos y que pudo haber evitado que él tuviera ese increíble bochorno y sonrojo.
— ¿Y ahora porqué me pegas? —, preguntó Sasuke, mientras sobaba sus dos mejillas.
—Porque eres un Teme. Bastaba con solo decirme que me creías y ya —, respondió como un tomate —. Qué pena, creo que la mesera escucho todo.
Ambos miraron hacia la mesera, la cual corría desesperada al baño, ¿la razón?, el chorro de sangre que escurría de su nariz, debido a aquella detallada explicación.
—Pobrecita, ha de estar sufriendo —, murmuró con sarcasmo —. A todo esto Dobe, ¿qué querías decirme? —, preguntó intrigado.
—Naruto abrazo su mochila con fuerza, sin duda debía decirle a Sasuke, especialmente por la culpa que sentía al haber desconfiado de él —. ¿Recuerdas que me habías dicho que fuera al médico? —, cuestionó apenado.
—Cómo olvidarlo, si te lo dije precisamente, porque me vomitaste encima la semana pasada —, le recordó con molestia.
—Pues no fui —, le respondió nervioso —. Pero planeo ir hoy contigo, debido a esto —, tembloroso, le mostro la prueba casera que se había hecho la noche anterior.
Sasuke asombrado, le arrebato al rubio la bolsa donde la prueba estaba y no importándole donde había pasado, la saco y vio sin creerlo del todo, aquel signo que daba a entender que su Dobe esperaba un hijo suyo.
— ¿Sasuke? —, lo llamo con miedo.
El azabache le sonrió con sinceridad, para después lanzarse a abrazar a ese doncel que siempre le alegraba la vida.
—Con esto es obvio que tenemos que casarnos —, le dijo serio —. Y no acepto un no por respuesta.
—Naruto correspondió el abrazo —. Lo que digas Teme —, ahora estaba más tranquilo con decir un sí, y no por el bebé, sino porque ya era hora de unirse a su Teme como debía de ser.
—Es cierto, Naruto, ese video te lo mostré, porque alguien se lo envió a mi padre y él se lo envió al tuyo —, le explico seriamente —. No digo esto para preocuparte y menos en tu estado, pero alguien quiere separarnos.
Naruto asintió nervioso al ya tener un sospechoso de aquello, pero poco podía interesarle, porque nadie más que él, tendría el honor de estar formando una familia con su Teme favorito.
El problema era, que con Fugaku ahora en su contra, trataría de engatusar a Sasuke con alguna arpía de mala muerte. Y no había que ser un genio para saber que el amargado Fugaku Uchiha tendría las intenciones de separar a Sasuke de él, es decir, con lo del vídeo era obvio que eso era lo que quería. Y quería entenderlo, después de todo, Sasuke era su hijo menor, pero por un lado lo odiaba, eso era algo que le concernía a él y a su Teme.
—Supongo que debemos andarnos con cuidado —, hablo con calma el blondo.
—Ni te apures, yo ya tome mi decisión, así que le pese a quien le pese, tú serás mi esposo y muy pronto, Naruto Namikaze de Uchiha —, respondió con simpleza el azabache.
Naruto asintió con más seguridad. Tarde o temprano, él y Sasuke se casarían y muy pronto tendrían una familia llena de amor. Le pese a quien le pese, ellos se pertenecían el uno al otro.
Así que con eso en mente, ya tenía decidido enfrentar a su padre de una vez por todas y tratar de abrirle los ojos a la verdad.
~.o0o.~
Kurohi acababa de llegar de la escuela. Entró con enojo al lugar que era su hogar y miro con desprecio a la vieja mujer que siempre se entrometía con seguimiento en su camino.
— ¿Qué me ve? —, le pregunto con desprecio.
—La mujer lo miro con desdén, para después suspirar resignada —. No sé porque eres así, pero te advierto que si algo malo le llega a pasar a mi niño Naruto, tú y ese hombre idiota que mi niño tiene por padre, se las verán conmigo —, advirtió con molestia.
—Que miedo le tengo —, dijo burlesco, mientras subía uno a uno por los escalones.
Poco le importo que la vieja mujer lo estuviera viendo con odio, Kurohi solo la ignoro y siguió subiendo las escaleras. Ya en el segundo piso, se dispuso a ir a su habitación, pero paro de manera repentina al ver que su descuidado primo había dejado abierta su habitación.
—Esta es una oportunidad única —, murmuró sonriente.
Miro hacia abajo y vio que Chiyo estaba sacudiendo los almohadones de los sillones. Decidido, comenzó a caminar hacia aquel lugar y de manera rápida y silenciosa, entro a la habitación de su eterno enemigo.
Sabía bien lo que buscaba, un viejo diario del que Naruto era dueño. Bien sabía que el rubio escribía allí todos sus secretos más importantes y que le escondía de una manera egoísta y recelosa.
¿Qué buscaba?, ni el mismo lo sabía, pero bien podía aprovechar, tal vez así encuentre algo malo en la relación que tenía con el Uchiha más joven.
Sonrió triunfante al hallar el cuadernillo y con prisa lo abrió para comenzar a leer. Poco a poco, su sonrisa se fue borrando. Allí no había más que palabras melosas y enamoradas de lo bien que llevaban su relación, lo que es más, Sasuke y Naruto eran pareja desde los once años y no fue sino hasta hace algunos años que comenzaron a mantener relaciones más íntimas, ¿cómo lo supo?, el rubio lo tenía escrito.
Estaba furioso, y ya harto de ver lo bien que le iba a su primo, iba a cerrar el diario, hasta que llego a ese nuevo secreto. No podía creerlo, Naruto estaba en espera de un hijo del Uchiha.
Sonrió maquiavélico al ya saber lo que haría y ese bebé sería el que le diera el poder de al fin, tener lo que más quiere.
~.o0o.~
Finalmente había pasado un mes desde que Sasuke y Naruto supieron que serían padres y aunque el doctor les había dicho que tanto el bebé como el padre doncel estaban en perfectas condiciones, eso no era la mayor preocupación de la joven pareja.
Por el contrario, escuchar aquello, los había aliviado demasiado, pero no así la situación en la que se encontraban. Fugaku no estaba nada contento al saber que su hijo seguía de novio con alguien demasiado promiscuo. Y aunque Sasuke le había dejado muy en claro a su padre que Naruto era de todo, menos infiel y promiscuo, el Uchiha mayor no se inmutaba, ni dejaba de lado las intenciones de separar a su hijo del doncel Namikaze.
Sin duda la situación era grave, al menos lo bastante grave como para que Fugaku logrará hacer que a Sasuke lo mandaran a estudiar a Francia como estudiante de intercambio. Y justo por eso, la pareja se había citado en el lugar de siempre y ninguno se veía muy feliz que se diga.
Naruto por su parte, estaba algo aterrado ante la idea de que Sasuke se fuera lejos y conociera a alguien mejor, pero descartaba lo último al recordar que ese Teme confiaba en él. Sasuke por otro lado, estaba muy molesto con su padre, es decir, lo que menos quería en esos momentos era estar lejos de su doncel y su pequeño en camino, pero Fugaku debía ganar en todo, aun en contra de los deseos de su propio hijo.
—Dejaré de estudiar —, sentenció con seguridad —. Cuando pueda, retomare mis estudios, pero ahora me es imposible apartarme de ti, así que mandare a mi padre al infierno si es necesario —, miro con seriedad a su Dobe.
Naruto lo miro con anhelo al oír aquello, pero aun cuando esas palabras lo alegraron, sabía bien que Sasuke quería terminar sus estudios como abogado, es decir, siempre se la pasó estudiando y preparándose para lograr sus metas y esa escuela en Francia era una gran oportunidad para ello.
—No puedes hacer eso Teme —, le dijo calmado —. Yo sé cuánto quieres terminar tu carrera y solo estas a meses de lograrlo, por eso no puedo permitir que arruines esta gran oportunidad —, lo miro con suplica —. Aun cuando fue una trampa de tu padre, quiero que vayas y des lo mejor de ti para que nuestro hijo y yo estemos orgullosos.
El Uchiha solo detallo cada gesto en el rostro del rubio doncel. Fascinado y más enamorado por apoyarlo en ese tema tan delicado.
—Voy a ir, pero te llamare todos los días para preguntar por ambos —, poso su mano en el plano vientre de su doncel.
—Lo que digas Teme —, le sonrió agradecido y con total calma por escuchar una respuesta positiva.
Solo tuvieron unas cuantas horas para platicar y planear como sería su relación por los próximos cuatro meses. Era más que obvio que Fugaku Uchiha no quería al Namikaze cerca de su hijo, razón por la cual organizo que Sasuke partiera ese mismo día por la tarde.
Y aun cuando el patriarca de la familia estaba en contra, Sasuke llevó a su pareja para despedirse como era debido. Claro que no todo era malo, Mikoto, la esposa del amargado Fugaku, tampoco creía que el doncel fuera el protagonista de aquel horrible video.
La despedida fue dolorosa, tanto para Sasuke como para Naruto, pero ambos acordaron llamarse todos los días, aun cuando debían acoplarse en las diferencias de horarios.
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Ya era tarde, un poco más de las once de la noche, y Naruto llego a su hogar con una terrible expresión de tristeza y un humor de los mil diablos que no le permitiría aguantar a nadie en esos momentos, una lástima que su padre ni enterado de las razones de aquello.
El doncel paro en seco al ver a su padre justo frente a él. Ambos se miraban de manera indescifrable, justo en medio camino de las escaleras.
—Dime Naruto, ¿es cierto?
—El blondo se extrañó ante aquella pregunta —. ¿Qué cosa? —, preguntó dudoso.
—Minato endureció su mirada —. ¿Es cierto que estas embarazado? —, cuestionó sin más.
Naruto se sorprendió al oír que su padre ya sabía su secreto. No quería que se enterara de aquella manera, pero de alguna manera, Minato se las había ingeniado para saber aquello, así que no tenía caso ocultarlo más.
—Es verdad —, respondió nervioso —. Iba a decirte cuando hubiera sido el momento más oportuno, pero al parecer te enteraste de alguna manera —, respondió nervioso.
—No puedo creerlo —, Minato negó con nerviosismo, mientras se pasaba las manos por el cabello —. ¿Qué hice mal? —, preguntó en susurro.
— ¿Perdón? —, el doncel lo miro dudoso.
— ¿Cómo pudiste embarazarte?, y peor aún, querer engatusar al hijo de Fugaku Uchiha —, Minato miro con decepción a su hijo —. Estoy muy avergonzado de ti Naruto, no sé lo que hice mal, pero esto se acaba hoy. No solo le quitaste el novio a tu primo, también te revolcaste con un sin fin de varones y más encima, quedaste encinta.
Naruto por su parte quedo en shock por aquellas palabras dichas por su padre. No pudiendo creer del todo como Minato decía todo ese repertorio de insultos y humillaciones hacia su persona.
Bajo la cabeza con sumisión y apretó con fuerza sus puños hasta dejarlos blancos, incluso mordió su labio inferior para evitar decir alguna grosería, después de todo, aún tenía modales y educación, aun cuando su padre no merecía ningún signo de respeto. Estaba dispuesto a quedarse callado y dejar que su padre siguiera, hasta que Minato dijo algo que lo hizo entrar en razón.
—De una vez te digo que no voy a permitir que ese bastardo tenga, ni mi apellido, ni el de los Uchiha.
Algo hizo clic en la cabeza de Naruto. Algo en su interior se quebró y lo impulso, no a defenderse, pero si a defender a ese angelito que aguardaba en su interior.
— ¿Quién querría ponerle tu mugroso apellido? —, murmuró de manera sombría —. ¡Preferiría morir mil veces antes de que alguien sepa que mi hijo está ligado a alguien tan patético como tú! —, le escupió con odio.
— ¿Cómo te atreves a faltarme al respeto? —, cuestionó nervioso. Su hijo jamás le había levantado la voz, más encima, nunca le había respondido de esa manera.
—Me atrevo porque es a mi hijo al que insultas y mi deber y obligación como su papi es defenderlo a capa y espada, pero, ¿qué vas a saber tú de defender a un hijo?, si desde que murió mi mamá te la pasas defendiendo al hijo de otro, pero ¿que no sea para regañar a Naruto?, porque eres el primer estúpido en insultarme —, le externo con odio —. Y ahora que por fin estoy defendiéndome, te diré, el día que ese maldito video te fue enviado y que casualmente llegue tarde, estaba feliz de la vida haciendo el amor con mi novio Sasuke, es más, llevamos siendo pareja desde los once años y nunca dije nada porque temía que me hicieras romper con MI Teme solo para hacer feliz al mal nacido de Kurohi, pero ahora no temo decirte la verdad por el simple hecho de que me tienes asqueado Minato.
El mayor no sabía ni que decir, su hijo le reclamaba y decía todas esas palabras que se había guardado durante años y que sus padres, la señora Chiyo e incluso Kakashi le venían diciendo desde hacía un buen tiempo. Pero aun cuando parecía que su hijo decía la verdad, recordaba a su amada Kushina y luego a Kurohi.
Hasta ese momento, Kurohi era inocente a su parecer y sin pruebas no podía dudar de la palabra de su pobre sobrino. Para Minato, Naruto solo estaba tratando de convencerlo para que no lo castigará, pero él no se dejara dejaría convencer tan fácil y menos que le faltara al respeto al pobre de Kurohi que ni había hecho nada, sin duda eso fue lo que nublo su juicio.
Tomo del brazo a su hijo y lo miro de una manera que hasta al doncel hirió. La mirada de Minato solo destilaba odio y decepción.
— ¡A Kurohi no le faltes al respeto! —, ordenó con frialdad —. Y tampoco te quieras hacer la víctima. Créeme que si es para hacer que dejes a tu primo y a Sasuke ser felices soy capaz de hacerte abortar —, le advirtió sin medir sus palabras.
Naruto abrió los ojos con horror. Había comenzado a temblar al imaginarse a su padre desgraciándole aún más la vida y sin poder evitarlo, comenzó a jalonear su brazo en un intento por liberarse de su padre.
—¡¡SUELTAME!! —, Grito temeroso —¡¡TÚ NO PUEDES HACER QUE PIERDA A MI HIJO!! —, ambos habían comenzado a forcejear.
—Minato no se dejaba amedrentar, había comenzado a ejercer fuerza para que su hijo no se soltara —. ¡¡PUEDO Y LO HARÉ DE SER NECESARIO!! —, le respondió de la misma manera.
—Naruto había comenzado a llorar ante aquello —. ¡¡YO LO AMO!! —, le grito una última vez antes de lograr soltarse.
Después de eso, todo pasó en cámara lenta. El doncel se había liberado del agarre de su padre, pero al hacerlo ejerció demasiada fuerza, tanta que perdió el equilibrio y solo vio como su padre intentaba alcanzarlo.
Un leve roce de dedos se logró hacer, más no se pudo evitar que Naruto rodara por esos diez escalones, ni que al caer se golpeara en la sien hasta hacerla sangrar un poco, pero lo que dejo petrificado a Minato, fue esa leve mancha de sangre, que había en el pantalón de su hijo.
— ¿Qué fue lo que hice?—, preguntó en susurro.
Se acercó con prisa a su hijo y solo al estar a punto de tocarlo se dio cuenta de las atrocidades que le había hecho a su hijo. Y solo en ese momento, pudo escuchar la voz de Kushina reclamándole por todo el daño que le había causado a su más grande tesoro.
Continuará