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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola hola, muchas gracias por leer :), aquí los dejo con el siguiente cap, dedicado especialmente para los amantes del drama y de la bella pareja egoist xD.


Espero les guste la actu...


Nos leemos protno


Misagi * *

Capítulo 26:”Inminente Guerra”


 


 


La tarde estaba por acabar, para dar paso a la oscuridad brillante de la noche, ocultando los últimos rayos rojizos del atardecer bajo la negra manta. El reloj marcaría aproximadamente las 7 de la noche cuando se escucharon  cascos de caballos resonar en la entrada principal del reino Nakamura. Los porteros habían dado el paso sin chistar al ver al jinete y los  sirvientes que se encontraban en el patio acudieron rápidamente hasta donde el joven desmontaba a su fiel corcel.


 


-¡Haruhiko-sama!- exclamó uno de los sirvientes poniéndose al frente del príncipe, este les dirigió una sonrisa amable.


 


-buenas noches, hace tiempo que no nos vemos, les encargo a Turu por favor- se expresó el príncipe dejando las riendas de su caballo al muchacho. Y se dirigió a paso lento y casi cansado hacia el interior del castillo, a pesar de que había pensado seriamente no volver ahí desde que había discutido aquel día con su padre.


 


Subió las escaleras que daban hasta la entrada principal del castillo y caminó con relativa rapidez hasta la sala principal, encontrándose a su madre con un gesto entre alegría y preocupación, quien se acaba de levantar se su trono para ir a su encuentro.


 


-¡Haruhiko, cariño, ya llegaste!- exclamó la mujer corriendo a abrazar a su hijo, este correspondió el abrazo con mucha fuerza, sintiendo como en ese momento se desmoronaba, y comprobó cuanto  necesitaba ese abrazo; levantó su mirada buscando a una persona...y la encontró a algunos pasos de ellos, mirándolos con una media sonrisa, aunque su rostro parecía melancólico...casi arrepentido, y eso lo sorprendió.


 


-padre...-pronunció casi en un murmullo. El aludido caminó hacia  ellos hasta quedar frente a Haruhiko. La única mujer allí, observó la escena con un puchero en sus labios y lágrimas contenidas, observando como ambos hombres solo estaban uno frente al otro...


 


-¡maldición Toshio, abraza a tu hijo!- exclamó la mujer de nombre Kyoko, lo suficientemente fuerte, para que el mozuelo oji-gris riera un poco entre lágrimas y el mayor enfurruñado obedeciera a su mujer y estrechara en su brazos a su hijo mayor.


 


-padre...siento no ser lo que el reino necesita...yo...-empezaba Haruhiko, pero fue detenido por el hombre de cabellos tan negros como la noche.


 


-no Haruhiko...yo lo siento- exclamó sorprendiendo al muchacho- tu madre me hizo entender que no estoy en posición de mandar sobre tu vida.  Siempre hiciste lo que el resto del mundo consideró bueno...y no lo que tú querías...o necesitabas...yo...-


 


-¡lo sé!, no digas más...esto...- exclamaba ente avergonzado, sorprendido y feliz el príncipe heredero, mirando a su dos padres- ya estamos todo bien... ¿cierto?- sonrió a ambos.


 


-siempre, mi amor- dijo Kyoko. Su padre solo asintió.


 


-me alegra que todo se haya solucionado entre nosotros...ahora necesitamos hablar sobre asuntos importantes que no podríamos comunicarte en un carta, cariño- exclamó a mujer con voz acongojada y una mueca en el rostro de preocupación- pero...antes, me gustaría saber que ha pasado con Keiichi, ¡cuéntanos por favor!- rogó la mujer, tomando las manos de su hijo.


 


-como sabrás...-siguió su padre con la petición de su mujer- mandamos a traer a Manami para que te apoyara, no sabíamos la situación, pero supongo que ella fue capaz de reconfortante lo suficiente- comentó el hombre con media sonrisa- y desde entonces no hemos sabido nada... ¿qué pasó?...


 


Haruhiko vaciló un momento pasando de su sonrisa a un gesto bastante lastimero, emitió un suspiro que preocupó a sus padres, y al fin respondió...


 


-el día que salí de aquí me encontré con Kaoruko-san- los reyes lo miraron sorprendidos... ¿la maga del amor?...ello sabían que esa mujer ayudaba a los enamorados en sus más desesperados problemas y jamás se equivocaba ­-me puso a prueba, y gané el deseo de que me guiara hasta Keiichi...al bosque de Towika- murmuró lo último, como reviviendo aquella desesperación.


 


-¡¿Towika?! Haruhiko, ¡¿el bosque maldito?!, ¿pero qué hacía ese muchacho ahí?- preguntó con preocupación la mujer, alterada igual que su marido, conocían lo que se hablaba de ese bosque...y la leyendas sobre Aikawa y su maestro.


 


-¿y cómo está el muchacho?- se apresuró a preguntar Toshio, de alguna manera sintiéndose culpable por ocultar la carta tanto tiempo...si él no se hubiera opuesto a que la recibiera, el muchacho...quizás...


 


-ahora está bien- exclamó Haruhiko forzando una sonrisa, para tranquilizar a su familia, y se dignó a contestar su pregunta  su madre- no se con exactitud, madre, que  hacía Keiichi en ese lugar...pues lo considero lo suficiente sensato como para no entrar allí si no tiene una buena razón...lo único que se me ocurre es que sea parte de alguna prueba en su camino, o una emboscada- exclamó algo preocupado.


 


-cariño...-expresó con voz conciliadora la mujer castaña, Haruhiko apreció el gesto y se giró  hacia su padre, para contestarle a él- ...cuando lo encontré estaba demasiado herido, apenas pudo verlo consiente...se desvaneció frente a mi- declaró, poniendo los pelos de punta  su interlocutores- en ese entonces... yo no sabía a quién recurrir, si volvía tu seguramente no querrías socorrerlo- exclamó con gesto lastimero, Toshio lo miró pidiendo disculpas y poniendo un brazo en su hombro- y si iba a Sumi, su medre sufriría demasiado al verlo como le encontré...puede que Yura me hubiera matado a golpes sin si quiera dejar explicarle- exclamó con una risilla nerviosa. Su madre entendía aquello...sabía que el hermano de Keiichi era un joven bastante celoso...por eso decidí llevarlo a Usami. Velé por su bienestar día y noche...incluso descuidando el mío- exclamó algo decaído, sus padre compartía su dolor- ...hasta que un día despertó...-hizo una enorme pausa...sus padres pensaron que ya no hablaría más...


 


-cariño... ¿qué pasó entonces?- exclamó preocupada, viendo que su hijo había empezado a temblar con la cabeza gacha...


 


-mamá...-levantó su mirada, observando con sus ojos llorosos a su progenitora especialmente-...él no me recuerda...-La mujer abrazó de nueva cuenta a su hijo, contagiada del dolor que sentía en ese momento su “pequeño”. Haruhiko platicó con ellos todo lo que había pasado en cuanto a Keiichi, él y su familia...lo que sabían acerca de su pérdida de memoria...


 


-cariño, todo estará bien- reconfortó la mujer – mi hijo, con tantos problemas que resolver...y yo vengo a causarte más penas- exclamó. Harruhiko la miró curioso, ya repuestos los 3 de su llanto.


 


-¿a qué te refieres, madre?- preguntó.


 


-tenemos que hablarte sobre las razones que no podíamos escribir en esa carta...para lo que te mandamos a traer- exclamó Toshio.


 


-¿de qué se trata?- preguntó a su padre.


 


-es sobre algo que tu seguro ya sabes...- empezó el rey, al fin tomando asiento en su trono y pasarse las manos por su rostro cansado, Haruhiko lo miraba ansioso- es sobre las intenciones del concejo detrás del adelanto de tu boda con Hiroki- exclamó le rey.


 


-¿Qué?


 


-Haruhiko, cariño, tu padre y yo hemos estado tras las intenciones de estos hombres...no creerías que te dejaríamos solo en todo esto ¿no?- exclamó con una sonrisa conciliadora y vio la afirmación de aquello en el rostro de sus progenitores, sorprendido- sabes que el reino Kamijuo es uno de los más ricos en todo el continente, debido a que posee varias minas  tanto de oro y plata como de otros minerales preciosos-


 


-si...-afirmó el más joven sin entender de qué iba todo aquello.


 


-sabes que los progenitores tanto de Asuka como de Hitomi se hicieron en su tiempo de todos estos territorios. La familia Usami  y  la familia Takano. Después de su muerte las dejaron a sus hijos. A Mitsuki Usami...la madre de Hiroki le tocó su propiedad y después de su casamiento con Neji Kamijou  se fijó el nombre del reino. Es bien conocido que Kamijou es uno de los reinos que ha sido blanco de diversos intentos de invasiones; sin embargo debido a su capitán del ejército y a Hiroki no les ha sido posible hacer nada-respondió la mujer.


 


-cuando Akihiko desapareció vieron como su campo de posibilidad de quedarse con alguno de los reinos más ricos revivía (Usami, Kamijou)- siguió Toshio- y todo fue mejor para ellos cuando fijaron el compromiso entre Hiroki y tu- explicó el hombre- claro que nosotros no sabíamos eso en ese entonces,de ser así…- el hombre apretó su puño, demostrando su furia, de tranquilizó un poco para seguir hablando- así atacarían a la familia Usami desde dos puntos diferentes...y a pesar de conocer sobre la profecía pensaron que no daría resultado después de tantos fracasos y de gente que iba a Usami a intentar estafar a Asuka de ser los “elegidos”


 


-sin embargo- siguió Kyoko- ahora empiezan a creer que realmente pueden lograrlo, y eso quizás, les pone más ansiosos...y por eso adelantaron su boda- agregó con un gesto lastimero- seguro se enteraron de lo que pasa con Keiichi...y creerán que estás demasiado susceptible a cualquier cosa- se desesperó la reina mirando a Haruhiko quien estaba sorprendido por eso- además decirte las cosas tan crudas...y sin que esté Hiroki, el cual seguro saben que los pondría en su lugar, ¡por Kami, saben que de estar Hiroki aquí no se atreverían a hacer nada!. Ellos saben que en este momento las potencias más grandes: los reinos pertenecientes a la familia Usami y Takano están débiles, ¡son un blanco fácil!- exclamó preocupada.


 


-si la mayoría de los jóvenes...se fueron a la “misión profética de Usami”...los reinos quedan desprotegidos- exclamó Toshio , mirando significativamente a su hijo, quien al fin entendía todo- Kamijou está sin Hiroki...su estratega de batalla; Marukawa está sin Masamune...el príncipe heredero y capitán del ejército; Usami está sin Miyagi, su capitán del ejército y consejero general de seguridad; Sumi está sin Keiichi...su única pieza para un “arreglo matrimonial” y el segundo al mando en batallas después de Yura y...nuestro reino, Nakamura, está sin ti...su príncipe heredero  y capitán del ejército- exclamó el rey mirando los ojos grises de su hijo preocupados...


 


-no puede ser...-exclamó el más joven dando una vuelta completa con las manos en el rostro... ¡cómo no lo había pensado antes!- si yo me caso con Hiroki...-


 


-Kamijou queda sin heredero al trono, y por lo tanto pasa a manos del concejo...-finalizó Toshio.


 


-¡esto no puede ser!... ¡PADRE ESTO ES MUCHO MAS GRANDE DE LO QUE PODEMOS HACER!- gritó desesperado.


 


-¡pero que pasa Haruhiko!, es caso de retrasarlos  y cuando llegue Hiroki...


 


-¡no, ustedes no entienden!- exclamó el oji-plata.


 


-¡¿pues dinos qué pasa, hijo?!


 


-¡Sousuke acaba de ser desterrado de Sumi que está al borde de la quiebra...y a Usami se le ha declarado la guerra!...- exclamó preocupado y con la mirada perdida.


 


-¿q-qué?...


 


*******************************************************


 


Aproximadamente a la misma hora, pero algunos kilómetros más al este, precisamente en el reino de Sumi, un príncipe  de cabellos castaños y ojos grises llegaba a su hogar. Bajó algo cansado de su caballo, lo encargó en el establo y se encaminó con premura al interior del castillo. Yura había decidido volver solo a Sumi, para ver que nada hubiera cambiado en su audiencia, mientras que su madre se quedó junto a Kioshi en Usami, todavía cuidando de Keiichi, pues ahora más que nunca que se había ido Haruhiko necesitaría de toda la gente que pudiera “entretenerlo”.


 


-¡Yura!- escuchó su nombre ser mencionado con bastante urgencia, levantó su rostro encontrándose con un muchacho bastante hermoso de facciones finas y unos claros esmeraldas. Rápidamente corrió a su encuentro y lo estrechó entre sus brazos.


 


-Yuki, ¿cómo has estado mi príncipe?, perdón por haberte hecho viajar tan de repente- exclamó el varón abrazando por la cintura a su pareja y besando delicadamente sus labios- ¿ha pasado algo en nuestra ausencia?- preguntó caminando con el hacia la sala principal.


 


-estoy bien, no te preocupes demasiado, es un placer para mi poderte ayudar en estos momentos Yura...¿pero dime ...que ha pasado?...¡¿se trata de Keiichi, cierto?!...casi puedo estar seguro- exclamó preocupado con sus manos entrelazadas a la altura de su pecho.


 


-si...verás, pasaron bastantes cosas...Haruhiko encontró a Keiichi muy mal herido en Towika- exclamó en un gesto lastimero, que fue contagiado al hermoso doncel rubio- su cuerpo ha sanado...pero...perdió la memoria...parcialmente, los médicos piensan que es un bloqueo a todo su sufrimiento- exclamó preocupado.


 


-¡no puede ser!...entonces...-


 


-se podría decir que no recuerda nada después de Sousuke...y tampoco nada acerca de Haruhiko...-exclamó cruzándose de brazos, mientras cerraba los ojos. Ambos platicaron un poco más sobre lo que había propuesto a Haruhiko y cómo había vuelto a ver la sonrisa en el rostro de su hermano, sin embargo había cosas pendientes.


 


-¿Qué pasó con el asunto de Sousuke?- preguntó Yura, Yuki hizo un mohín extraño y miró con sus ojos preocupados a su oji-plata.


 


-pues, sabes que ya se le ha considerado desterrado del territorio y los ancianos del reino quieren condenarlo a muerte; sin embargo hay un problema...- exclamó con una mueca.


 


-¿problema?, ¿cuál?- preguntó apresurado.


 


-pues han venido mensajeros y representantes de varios  países e incluso algunos  de otros continentes, ellos piden su dinero que les fue robado por Sousuke...o en su defecto...quieren el derecho sobre la sentencia de él- exclamó. Yura frunció el ceño...ese hombre...hasta después de muerto les causaría problemas.


 


-y... ¿haz hablado de algo serio con alguno de ellos?- preguntó.


 


-¡claro que no!...ellos saben tan bien como yo que no tengo derecho sobre esos asuntos...pero he podido postergar  las citas para que tu o Kaede-san puedan hablar con ellos- exclamó el muchachito.


 


-bien, gracias Yuki...- exclamó dando un fuerte suspiro, mientras se recargaba en el respaldo del sillón en donde estaba sentado a un lado de Yuki...desde hace algún tiempo que habían decidido ir a la habitación del mayor- te juro que estoy agotado...ya no tengo tiempo ni para pensar...- exclamó el muchacho cerrando sus ojos y frotándose el puente de su nariz...Yuki en un gesto conciliador hizo al  mayor recostarse en sus piernas y pasar su delgados dedos por el cabello suave de su príncipe...


 


-tranquilo, Yura...ya verás que todo saldrá bien- trató de tranquilizarle, se sorprendió cuando este tomó una de sus manos que acariciaban su cabello y la llevó hasta sus labios, regalándole un beso en el dorso de la mano...sonrojándolo de in mediato


 


-quisiera estar así contigo para siempre, Yuki, no tienes una idea de cuánto te amo...si no te volviera a ver...¡Kami sabe cuánto te extrañaría!- exclamó como un suspiro. A Yuki se le formó un nudo en el estómago...y sintió como los ojos se le empezaron a llenar de lágrimas...


 


-¡Yura!...no hables así...me asustas...-exclamó el muchachito inclinándose y besando los labios del mayor-si pasa algo, sabes que puedes decírmelo... ¿verdad?- exclamó preocupado, el mayor asintió y suspiro.


 


-sé...que me costaría más caro no decírtelo- asintió, aun sin desacomodarse de las piernas de su doncel- Yuki, tengo que volver pronto a Usami...-dijo sin más.


 


-¡¿Por qué?!...se supone que todo está bien, ¿no?


 


-no Yuki...hay bastantes problemas ahora...- Yuki no comprendió de todo y siguió escuchando- ...a Usami le han declarado la guerra y...- el rubio abrió los ojos sobresaltado...ya sabía para donde iba aquello.


 


-¡NO YURA!...-exclamó, casi como una súplica...al fin ambos se levantaron de aquel sillón mirándose de frente- ¡no es asunto tuyo!- dijo lloroso, dándose cuenta al fin de que había dicho algo sumamente egoísta, se abrazó a su pareja con fuerza...como si con aquello pudiera evitar que se fuera...


 


-Yuki, los chicos que protegen siempre a Usami  no están, el capitán del ejército tampoco. Debemos ayudarle...por todo lo que han hecho por  nosotros...por el reino...-exclamó Yura apretando más entre sus brazos a su rubio que se deshacía en lágrimas- ...Haruhiko y yo iremos al frente...


 


*********************************************************


 


Toc Toc...


 


Los sonidos de la puerta lo alarmaron y levantó su mirada miel hacia la puerta.


 


-pasa...-exclamó con una sonrisa. Observando como un muchacho de complexión delgada, alto, cabellos castaños y ojos negros, entraba a su habitación con una charola de comida en la mano.


 


-buenas noches...Keiichi-san- exclamó el recién llegado, dejando la charola de  comida en una mesita a alado de la cama – mi nombre es Takahiro...y al parecer yo le estaré trayendo toda la comida en estos días- suprimió muy bien el “hasta que llegue Haruhiko-san”...pensó Keiichi con un puchero.


 


-nee...¡¿crees que pueda salir algún día siquiera a desayunar al comedor, Takahiro-kun?!- preguntó algo decepcionado el príncipe, pues se aburría con facilidad, teniendo el carácter que tiene y ahora sin Haruhiko ni su niiisan a su lado.


 


-etto...- Takahiro estaba por intentar excusarse cuando una mujer entró casi corriendo por la puerta adelantándose al muchachito.


 


-¡Keiichi, cariño, ¿Cómo has estado?!- preguntó  con energía y felicidad de más y con su enorme sonrisa. A los dos chicos casi les sale una gota en la cabeza por aquella reacción.


 


-¿Manami-san, que hace aquí tan de tarde?- preguntó  el doncel con curiosidad...hace algunos días se la habían presentado, pues había sido imperativo que se conocieran en alguno de los pasillos del castillo cuando el castaño había intentado escapar de su habitación; sin embargo solo sabía que era una princesa “amiga de Asuka”...pero nada más. Y aun se seguía preguntando sinceramente ¡cómo rayos habían logrado congeniar tan bien!...


 


-¡nee acaso me estás corriendo, Keiichi...eso es mal educación de tu parte!- expresó con un puchero gracioso la mujer invitándose a si misma a sentar en la cama del muchacho- Keiichi, he venido a platicar un poco contigo...yo...y Takahiro-kun- expresó con una sonrisa sincera. El único que no era de la realeza ahí se puso nervioso acaso la muchacha tenía planeado hablar de más...


 


-platicar...¿los dos?...conmigo- expresó sin entender demasiado.


 


-mira...empezó Manami, yo no creo que decirte una parte de la verdad te afecte de manera negativa...antes bien podría  unirnos un poco más ¿no lo crees?- exclamó con una mirada  bastante seria para su forma de ser. Takahiro miró casi mal a la castaña y Keiichi con curiosidad.


 


-Manami-san...pero...-trataba de detenerle Takahiro.


 


-cariño, no hay por qué temer...Keiichi tiene derecho  a un poco de “ayuda”- exclamó la mujer poniendo su mano sobre la del castaño. El oji-miel miró curioso aquello.


 


-Manami-san...¿ acaso tú  y Takahiro-kun...?-preguntó casi pícaro al ver la relación tan cercana...


 


-pues...algo así...- exclamó el mayor rascándose graciosamente la mejilla algo avergonzado.


 


-jejeje, ya casi lo convenzo- bromeó un poco Manami guiñándole un ojo al menor. Keiichi rio contento por la reacción de esos dos- pero bueno...a lo que importa...te decía que te iba a decir algo muy interesante-


 


-¿ha si?... ¡¿qué es?!- preguntó el chiquillo poniendo atención.


 


-es sobre la relación que tengo con Haruhiko- exclamó la muchacha quitada la pena. Mostrando una sonrisa graciosa y bastante inocente cuando vio a Keiichi fruncir el ceño...claramente celoso.


 


-¿relación?... ¿qué tipo de relación?-preguntó tan rápido que ocasionó la risa de los dos mayores frente a él.


 


-no te enojes Keiichi, jejeje- tranquilizaba la mujer- ...Haruhiko es mi hermanomi hermano mayor- aclaró con una gran sonrisa. Keiichi abrió los ojos muy impresionado y avergonzado por haber “casi” hecho un drama sin razón allí...


 


-oooh...


 


*************************************************************


 


Habían pasado ya dos días desde que habían librado a Ayami de su maldición. Hiroki y Nowaki se habían mantenido muy juntos desde ese momento, y sinceramente era una escena bastante extraña para cualquiera que hubiera conocido  a Hiroki algunos meses antes. Y no es precisamente por la razón de pasar todo el tiempo juntos como “nueva pareja, reconocida” que eran, sino porque era Hiroki el que buscaba al tritón muy a pesar de las discusiones metales con si mismo, sonreía a cuanto se cruzaba en su camino e incluso había estado algo más “holgazán” no queriendo madrugar y disfrutar en demasía las largas siestas...claro todo junto a su oji-azul. Hiroki lo había dejado pasar por un tiempo...sin embargo las respuestas le cayeron como balde de agua fría aquella mañana.


 


El castaño se había levantado tarde esa mañana, estaba seguro que de estar en “el exterior” lo hubiera despertado el sol de mediodía; sin embargo ese día despertó con un puchero algo gracioso y sentía una extraña nostalgia especialmente por su familia...tanta fue su divagación que incluso llegó a llorar por los rosales que estaban en el jardín de su madre y que no había visto hace tanto...y eso ya le parecía ridículo...


 


-maldita sea...estoy bastante sensible...- murmuró algo enojado con su cuerpo, mientras se disponía a cambiarse de ropa después de un reparador baño. El castaño cerró sus ojos por un momento  pasando ocasionalmente su mano por su estómago...y entonces lo sintió...abrió muy grandes su ojos. Posando su mano con  firmeza exactamente sobre su vientre- rayos...Hiroki...cálmate....joder... ¡cálmate!- se decía a sí mismo, mientras había empezado a hiperventilar...sus  manos  habían sentido un leve cosquilleo, como una energía...muy pequeña...justo en su vientre. Sus manos temblaban...muy pronto se enteró que no solo eran sus manos si no todo su cuerpo. Se recargó un rato en la pared, tratando de tranquilizarse...y cuando al menos ya tuvo vestido de la cintura hacia bajo decidió asegurarse del todo su teoría, caminó tambaleante hacia el cristal enorme que le servía de espejo y se paró de frente...sus ojos viajaron demasiado rápido hacia su vientre...y allí le encontró...


 


-¡oho...Kami!...-murmuró entre lágrimas el castaño, tapándose con una mano la boca para evitar sollozar demasiado fuerte y la otra mano bajaba un poco su pantalón dejando ver en todo su esplendor la hermosa y pequeña  estrella de cinco picos en tonos azules muy claros que adornaba una pequeña parte su vientre...y que lo acompañaría por 9 largos meses...


 


.


.


.


 


Continuará...

Notas finales:

Pues bien, tenemos dos guerras a la vuelta de la esquina, una "humana" en Usami y otra mágica en el cantón de Aikawa¡¡¡, pronto verán como proceden ambas :p


Nos leemos pronto, gente bonita :)


Misagi * *


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