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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo. Pues bien, este capítulo es bastante sustancial xD, pero principalmente habrá dos cosas...reaparece un personaje olvidado...¿quién le hace una visita a la ahora muy humana Aikawa?...¿la legión de Usami en peligro?.


Espero les guste la conty.


Nos leemos pronto, gente bonita :3

Capítulo  48: “Ijir, las montañas laberinto”


 


 


Masamune no se equivocaba.


 


Alrededor de las  6 de la tarde, cuando iban subiendo por una empinada colina, pudieron divisar al fin la marcada división del terreno boscoso a uno más de tipo estepario. Estaban a escasos kilómetro y medio, quizás, para llegar a Ijir. Todos  iban algo agitados con la dura caminata y extrañamente tranquilos y satisfechos. Aún más Misaki, quien  disimuladamente no podía evitar voltear su mirada hacia el peli-plateado príncipe, rindiéndose tal vez, a que “le gustaba” más de lo que era normal…por lo que sin remedio recordaba esa pregunta que le había hecho el guapo varón en la mañana: “¿y tú…me quieres?”, sintió su rostro caliente de repente y por instinto se llevó las manos a sus, seguramente, sonrojadas mejillas.


 


-Misaki- la voz de Shinobu lo despertó de sus pensamientos, y enseguida todos le regresaron a ver- ¿te sientes bien?- preguntó frunciendo el ceño al verlo todo colorado.


 


-aah...s-sí, no te preocupes estoy bien- exclamó jugando con sus dedos, procurando voltear hacia otro lado. El rubio lo dejó pasar.


 


-he, chicos no se distraigan, estamos a punto de llegar- exclamaba Takano hasta el frente del grupo, iban todos ya bajando la empinada colina  y a punto estaban de entrar  a la zona semi-desértica, cuando escucharon un cuchicheo detrás de unos grandes arbustos al pie del camino.


 


-¡hey, ¿Quién anda ahí?!- preguntó Akihiko, quien se había puesto en guardia primero. Pasaron escasos segundos antes de que de entre los arbustos surgieran dos pequeños personajes.


 


Dos hombrecillos no más altos que  50 centímetros aparecieron ante su vista, vestidos con rústica ropita, remendada con parches de diferentes colores, con un saquito que parecía estar hecho de hojas secas, zapatos de cuero y espigados gorritos verdes.


 


-oh, perdonen el malentendido, no pretendíamos…sorprenderlos- exclamó con una sonrisa cómica uno de ellos, los chicos pensaron que más bien buscaban la palabra “asustarlos”.


 


-no estamos asustados, si es lo que piensas- respondió Shinobu enfurruñado.


 


-oh no…no tienen por qué, sin embargo lo que haya ahí dentro es a lo que deben temer- exclamó misterioso uno de los hombrecillos señalando la entrada a Ijir , dejando extrañados al resto de los chicos.


 


-¿a qué te refieres?, ¿Qué hay ahí dentro?- preguntó rápidamente Ritsu.


 


-¿están diciendo que van a entrar ahí sin saber algo acerca de…ella?- preguntó con un aire temeroso el otro hombrecito de barba rojiza.


 


-yo diría más bien… “eso”- contradijo el otro “enano”.


 


-anda ¡si!... “eso”


 


-y bien ¿Qué es  “eso”?- preguntó Akihiko ya harto de tanta charla “inútil”.


 


-un monstruo…el más aterrador que hayas visto- explicó uno de los enanos.


 


-un ser malvado, avaricioso y sobre todo… glotón- exclamó el otro.


 


-¿glotón?- preguntó Misaki


 


-ah si, pequeño- exclamó uno de los hombrecillos tomando levemente la mano del castaño, quien exaltado retiro la mano de la contraria, cuando Akihiko no tan contento con ese contacto dio un manotazo al “atrevido” hombre, quien sonrió antes de proseguir con su historia- “eso” come todo lo que caiga en sus “redes”- exclamó con una sonrisa.


 


-¿por qué dices que es avaricioso?- preguntó Miyagi.


 


-bueno, la poca gente ha salido de allí “viva” dice que “eso” les ha pedido grandes fortunas parara dejarlos salir de allí, los que se han negado…o no traigan nada de su gusto…los ha devorado. Así de fácil


 


Los 6 ahí escuchaban aquella advertencia atentos y también ¿Por qué no?... algo intrigados.


 


-bueno jovencitos, tenemos que proseguir…suerte


 


Nadie tuvo tiempo de despedirse de los extraños hombrecillos cuando vieron que desaparecieron con premura entre los arbustos.


 


-Mune…- exclamó el oji-esmeralda mago a su novio. Como preguntándole que se haría.


 


-no hay de otra, tenemos que entrar y procurar salir de él rápido, ya hemos tardado demasiado, no sabemos si requeriremos más tiempo en un futuro- exclamó el príncipe- avanzaremos con cuidado- El resto asintió decidido y muy poco tiempo se encontraron adentrándose en el rocoso paisaje, dejando atrás los altos arboles del bosque.


 


**********************************************************


 


El sol  de un nuevo amanecer se coló a través de las cortinas traslucidas de aquella habitación. El castaño abrió los ojos perezosamente encontrándose recostado en una cálida y reconfortante “almohada”. Se sonrojó al darse cuenta que estaba recostado sobre el pecho fornido de su atractivo novio, más su cuerpo se negó a levantarse y solo permaneció allí, admirando el rostro durmiente de su tritón mientras le abrazaba y recordaba los recientes acontecimientos, más específicamente ayer, que habló con su madre cuando su padre le había “robado” a Nowaki.


 


//Flash-Back//


 


Hiroki se había quedado viendo fijamente la puerta por la que acaba de salir su padre acompañado de su amado tifón, y mentalmente se preguntaba qué clase de plática tendrían ellos. Apenas se enteró cuando su madre trató de llamar su atención.


 


-perdón, ¿decías?- exclamó el castaño poniéndole extrema atención a su bella progenitora, que le sonreía con ternura y felicidad. La mujer le admiró un poco más en silencio, haciendo avergonzar al  doncel.


 


-¿Cómo te sientes?- le preguntó al fin.


 


-bien- respondió corto el muchacho mirando las colchas que cubrían sus piernas como si fueran lo más importante de mundo. Hiroki subió la mirada solo para encontrarse con el puchero de la castaña.


 


-oh vamos, bebé…sabes a qué me refiero- la mujer esperó un poco más admirando el bello color carmesí en las mejillas de su lindo doncel antes de “presionar” un poco más- se ve que ese muchacho te adora…- exclamó casi con una sonrisa abrasadora y eufórica. Hiroki asintió sonrojado – y tu…también lo adoras a él, mucho- Hiroki asintió igual o más sonrojado.


 


-vamos bebé, ¿no quieres contarle a mamá lo que pasa?- preguntó con una sonrisa, dándole confianza. El menor mordió sus labios, dubitativo, antes de hablarle al fin a su madre.


 


-¿qué quieres que te cuente madre?- exclamó con voz rendidas y sus mejilla ardiendo con pequeñas lagrimillas traicioneras en los ojos- ¿que perdí toda noción del tiempo cuando lo conocí?, ¿Qué me sentí la persona más egoísta cuando me dijo que me amaba después de que le hubiera alejado de mí?, ¿Qué fui la persona más feliz, nerviosa, pero feliz cuando me di cuenta que tendría un bebe suyo?, ¿Qué me totalmente enloquecido de euforia cuando me pidió que me casara con él?... …que ahora siento…que es la persona perfecta para mí. Mami…- la mujer lo recibió en sus cálidos brazos cuando su castaño se aventó a su pecho, escondiendo su rostro lloroso- …siento que nunca más me volveré a enamorar así…si algo pasa…yo…


 


-ho, cariño- consoló la mujer a su bello y mocoso hijo- todo saldrá bien. Ya verás que todo pasa perfectamente, nadie va a separar a tu preciosa familia mi lindo Hiro-chan


 


Hiroki recordó que después de eso habría sentido un beso en su frente y se había vuelto a dormir. Hasta que el tritón regresó y le despertó con una bella sonrisa y un tibio beso en los labios que le hizo sentir mariposas en el estómago, habían merendado y juntos y se habían  acostado al poco rato.


 


//Fin Flash-Back//


 


-hey, buenos días


 


Hiroki levantó la mirada, solo para encontrarse con los brillantes ojazos azules que le miraban con devoción, y sonrojado le dedicó una tímida sonrisita.


 


-hola…buen día


 


-¿estás cómodo?- preguntó Nowaki con una divertida sonrisa al ver al castaño tan relajado recostado sobre él, recargando su barbilla sobre su pecho, sintió con satisfacción un temblor proveniente de su nervioso y avergonzado castaño, frunciendo el ceño y sus rosados labios en un lindo puchero.


 


-¿y que si es así?- reprochó enfurruñado y sonrojado. Nowaki se permitió soltar una leve carcajada, que hizo al menor removerse “molesto” entre los fuertes brazos de su hermoso tifón.


 


-¿te estás burlando de mi mocoso?- exclamó Hiroki, el azabache tan solo siguió riendo mientras dejaba un reguero de besos por todo su cuello, sintiendo con satisfacción temblar la piel de su castaño, le parecía divertido que el cuerpo de su amado no siempre estuviera de acuerdo con él. Poco a poco sintió rendirse a su castaño, como casi siempre, a las pequeñas caricias de amor, como le decía él para hacerlo sonrojar. Muy pronto se habían encontrado sus bocas y el mayor suspiraba cada que las fuertes manos del tifón apretaban sus caderas.


 


-nng, N-Nowaki ,¿dónde crees que estás tocando?…m-mocoso idiota- “reclamaba” el mayor, una vez el tritón lo había envuelto  maniáticamente por la cintura y volteado para quedar así sobre él. Lo que él, ahora sensible, doncel le reclamaba era el suave recorrido que había hecho la mano del oji-azul por el estómago del menor hasta llegar al pecho, más específicamente a las suaves aureolas de sus pezones rositas que se erizaban con la mínima brisa, más si esta era del tipo “pasional”.


 


-solo relájate… Hiro-san…- murmuraba el menor entre besos ya marcados de un lindo color rojo en el blanco cuello del mayor, quien se retorcía sin poder evitarlo en brazos de su amor.


 


-n-no digas eso…


 


-¿Qué?... si has estado muy estresado- exclamó casi como suave regaño el príncipe tritón a su embarazada pareja, mirándolo por unos segundos con sus intensos mares que tenía por ojos  y una traviesa sonrisa. Hiroki le sostuvo la mirada por un momento y después frunció el ceño.


 


-esta vez no me convencerás con uno de tus métodos poco ortodoxos para relajarme- exclamó con el rostro carmesí, tal vez recordando las veces pasadas que Nowaki lo había “relajado”, tal vez deseando que Nowaki le “desobedeciera”…como casi siempre. Escuchó al joven tritón reír entre dientes contra su cuello quizás acordándose de sus travesuras…y ese simple sonido hizo que su corazón bombeara como loco y corrientes eléctricas atravesaran su cuerpo hasta la punta de sus dedos.


 


-yo digo que sí


 


Dicho y hecho Nowaki juntó con algo de brusquedad sus labios a los contarios antes de que estos le pudieran reclamar algo, muy pronto ambas manos ya paseaban por el pecho del doncel, apretando y acariciando cualquier trozo de piel que encontraban en su camino, y las manos de Hiroki yacían aferradas en puños a las azuladas sabanas de la cama.


 


-N-Nowa…espera…-beso


 


-mmm…no lo creo…-beso


 


-baka…-beso  


 


La mano del más alto acariciaba con insistencia una de las piernas del mayor, para colarse por el muslo interno….


 


TOC TOC TOC


 


Ambos se quedaron quietos por unos segundos, Hiroki con los ojos fijos en la puerta…


 


-¿Hiro-chan?...- se escuchó desde fuera.


 


Hiroki abrió muchos los ojos, su mamá. Volteó a ver la sonrisa pícara y traviesa de su guapo tritón…oh no…


 


-Nowaki…-advirtió en un susurró, enseguida  ya tenía a su oji-azul en lo suyo riéndose despacito. Trató de separarlo de su cuerpo, pero lo único que ganó fue que sujetara sus muñecas por encima de su cabeza- deja ya de jugar- murmuró sonrojado.


 


-¿bebé, ya estás despierto?- preguntó de nuevo la mujer detrás de la puerta


 


-¿m-mamá?- exclamó con la voz algo quebrada de placer, regresó a ver a Nowaki quien le sonreía espléndidamente, como si le hubieran dado el mayor festín a un cachorro travieso, bajó su rostro más bien pegando su mejilla al estómago tibio bajo la camisa de piyama del mayor- no te atrevas- le “amenazó enchinando los ojos en un susurró…-¿qué pasa?..-preguntó a  la puerta sin dejar de mirar a su tifón.


 


-¿tomarán el desayuno con nosotros?, tu papá está  a punto de irse a una importante reunión a un reino vecino, además Mikoto está ansiosa por conocer mejor a Nowaki- kun…- exclamó lo último con cierto retintín, la risita de su madre solo hizo que Hiroki volteara los ojos  y mirara fijamente al menor, quien comenzaba a repartir besitos en su abdomen que le hacían temblar como una hoja…


 


-¿M-mikoto?


 


-si cariño, Mikoto, ¿entonces, bajarán o será después?...-insistió la mujer. Hiroki empezó a gemir bajito, mordiendo sus labios, aun tratando con una mano de “despegar” al tritón de su cuerpo…aunque un el fondo no reprochara absolutamente nada…su cuerpo enteró vibró anticipado cuando la lengua suave y rosada del menor se acercó a su excitado pezón.


 


…./fuera de la habitación/….


 


-n-no…haggg…


 


-¿no?


 


-¡espera!…mmnn…aaah…¡si!


 


-¿si?


 


-¡oye!...no


 


-¡Hiro-chan, decídete de una vez, amor!


 


-l-lo …lo siento mamá, p-pero…mmm


 


-¡Hiroki!…ya dime de una vez, cariño, si no quieres no…


 


-¡AAAAH…!...¡oye…tú…no toques ahí…!, ¡NOWAKI!


 


La reina hasta entonces se coloreó de carmín hasta sus pequeñas orejas ataviadas de aretes  color olivo y colocó sus manos en su boca con sus  ojos almendrados  abiertos al máximo- creo…que será un no- murmuró con una sonrisa graciosa.


 


-Hiro-chan, cielo, creo que le diré a Mikoto que antes de que  venga a verles vaya a recoger algunas flores al jardín trasero más lejano…- exclamó algo alto, para que los chicos pudieran escucharle, y con sus mejillas aun sonrojadas…


 


-¡mnnn!…ahhh..mngg…¡AAAAAH!


 


-o mejor le diré que vaya al pueblo- sonrió y  lanzó una pequeña risita, se fue de allí a despedir a su marido.


 


**************************************************************


 


Los minutos parecían pasar rápido, y muy pronto el paisaje semidesértico montañoso apareció frente a ellos. Caminaron y caminaron siempre con cuidado de no perderse entre tanto tumulto de rocas exactamente iguales. Masamune aun en contra del viento  trataba de verificar que el camino que tomaran fuera realmente el más rápido y eficiente para salir prontamente de allí. No querían encontrarse con “lo” que se decía que habitaba allí…no necesitaba más sorpresas. De buena gana todos apresuraron el paso  y el cielo empezó a oscurecer.


 


-Mune, hay que buscar un lugar donde dormir…no parece que llegaremos hoy, será peligroso moverse en la noche- opinó Ritsu.


 


-será también peligroso no hacerlo, estamos en un lugar desconocido- exclamó Miyagi


 


-y además…no creo que “eso” sea lo único que habite estas montañas- exclamó Akihiko mirando a la primera pareja, mientras ofrecía silenciosamente un poco de agua del ánfora al pequeño Misaki, quien tomó con premura un poco, observando la discusión, ciertamente…tenía que confesar que lo que más había detestado del viaje eran los ruido de la noche, nunca se había considerado miedoso, pero esos realmente lograban atemorizarlo.


 


-¿el resto que dice?- preguntó Masamune tratando de hacer las cosas más “democráticas”.  No alcanzaron a responder, pues el crujido de algunas ramas desquebrajándose los alarmó, seguido de un potente aullido que no necesitaron preguntarse dos veces de qué se trataba.


 


-¿l-lóbos?- murmuró Misaki alarmado apretando inconscientemente sus manos en su arrugada camisa.


 


-eso parece…- exclamó Miyagi. El joven capitán de la guardia de Usami fijó la mirada en un pequeño cerró a algunos metros de ellos, el resto miró allí imitando al otro, descubriendo que de ahí venía el tenue galopeo. Pisadas…garras…y algo más…- corran…-exclamó Miyagi, mientras sujetaba la mano de un confundido Shinobu.


 


-¿q-qué…?


 


-¡corran!


 


Todos corrieron como locos alejándose con rapidez más y más de donde escuchaban aquellas pisadas…los maullidos y jadeos de los animales muy pronto les llegaron cerca. Inconscientemente también se iban alejando del camino correcto.


 


-¡no lo lograremos, esta vez no!- gritaba Shinobu


 


-son muy rápidos, ya están aquí- exclamó Ritsu.


 


Misaki regresó a ver por un segundo hacia atrás. Lobos efectivamente. Hambrientos y muy cerca de ellos… ¿así sería su fin?...sintió la mano de Akihiko apretarse contra la suya, viró la mirada hacia él…estaba tan desesperado y agitado como él… corriendo, y aun así esos ojos tan violetas le daban una seguridad que no sabía que pudiera existir en él…le daba la certeza de que todo era posible.


 


-¡¡¡eeeh…allí, todos corran hacia esa cueva!!!


 


El grito de Massamune hizo que despertara de su sueño “violeta”…todos corrieron hacia la oscura gruta.


 


-¡ouch…ese es mi pie!


 


-¡¿quién me está pisando?!


 


La oscuridad de allí dentro era inmensa y no lograban ver nada. De repente un relámpago iluminó por unos instantes el lugar, permitiéndoles ver que al pie de la cueva estaban los lobos, 4 enormes y salvajes lobos, que agazapados  y atemorizados maullaba quedito retrocediendo lentamente, para seguido echarse a correr, colina abajo.


 


Todos se quedaron sorprendidos… ¿acaso algo los había asustado?


 


Mas relámpagos y truenos se dejaron ver y escuchar y casi enseguida una torrencial lluvia junto a una brisa fría inundó el lugar.


 


Misaki de repente sintió un desesperante escalofrió…y de la nada se puso nervioso. Maldita sea el momento en que podía sentir malos presentimientos, sintió como “algo” que escurría del techo de la cueva resbaló por su hombro…tembló.


 


-U-usagi-san…-murmuró tan bajito y tan agudo que apenas Akihiko pudo escucharle y al ver el rostro consternado y pálido  del oji-esmeralda se acercó a él con premura.


 


-¡¿Qué pasa Misaki?!- exclamó preocupado…el menor solo se limitó a tocar “eso” que se embarraba en su hombro con su mano temblorosa. Todos se acercaron rápidamente y pusieron atención a aquello. Los donceles contuvieron un grito de horror/ sorpresa la observar el líquido viscoso, rojo y con olor a putrefacción que se embarraba en la ropa de Misaki. Y  lentamente y casi al mismo tiempo todos fijaron su mirada en el techo, iluminado de cuando en cuando nada más que por los relámpagos…¿eso blanco que bajaba por el techo de la cueva era…?


 


-¿tela de araña?...-preguntó Shinoubu con el rostro sobresaltado.


 


-es…enorme…-comento Ritsu observando en una oportunidad el suelo, lleno de esta. Observó con atención y con los ojos abiertos al máximo como arriba, en el techo, colgaba el cuerpo en descomposición de algún animal…eso que caía era…- c-chicos…creo que ya sé por qué huyeron los lobos…-murmuró tembloroso. Mune vio lo que su novio observaba con tanto pavor.


 


-debemos salir de aquí…-murmuró el Takano empezando a jalonear la mano de su pareja, el resto trató de retroceder pero...


 


-estamos en problemas…- exclamó Misaki retorciendo lentamente, algún movimiento rápido de pisadas ágiles dentro de la cueva los paralizó y una ronca y siniestra voz se escuchó no antes de lanzar un escalofriante u escandalosa risotada que provocó eco en la caverna.


 


-…jump…ya lo creo…pequeño


 


********************************************************


 


Era de noche. Caía nieve y los vidrios de las ventanas de la gran mansión estaban empañados y crujiendo por las potentes corrientes de aire. La señora del antes bien llamado “castillo rojo”, recorría por última vez en esa noche, con sus cansados pasos, los pasillos.


 


-¿madre?- llamó la muchacha pelirroja a la antes bruja al ver que se había quedado enfrascada quizás en un pensamiento o recuerdo de antaño, como siempre. Aikawa regresó a ver los ojos ciruelos de su hija unos segundos después- vete a acostar ya, es muy tarde…-reprendió suavemente.


 


-no me digas que hacer, mocosa- La mujer con muchas arrugas visible en el blanco rostro frunció un poco el ceño. Haruna sonrió traviesamente-…voy en un momento- Haruna asintió y Aikawa no despegó su vista de ella hasta que la vio perderse por el pasillo hasta su habitación.


 


Un ruido alertó sus sentidos. Y  viró sus ojos hacia la última puerta de ese pasillo…las  luces se habían encendido de repente…


 


“la biblioteca” murmuró para si la bruja. Volteó a ver hacia tras, hacia donde se había ido Haruna, negó la cabeza, y con cautela caminó hasta allí.


 


La puerta rechinó cuando la empujó suavemente para abrirla, estaba entrecerrada. Sus ojos fueron rápidamente hacia la sombra que parada a un lado de la ventana, permanecía quieta mirando por ella, cubierta en una gran capucha verde olivo…Aikawa trató de ver quien era por el reflejo del empañado vidrio…pero fue imposible…más cuando vio la blanca mano que surgió de entre el manto pudo ver el anillo que portaba…


 


Pocas cosas lograban sorprenderla…y eso lo había logrado…ella conocía muy bien a esa persona, ese anillo solo podía pertenecer a….


 


-demasiado silencio como para estar en tu presencia…- la “sombra” había decidido comenzar la conversación, con un comentario algo burlón, cabe mencionar. Aikawa no hizo más que fruncir el ceño y esperar lo que quería obtener –así que es verdad el rumor que llegó a mis oídos hace unos días…-la pelirroja no dijo nada, no había nada que decir…ella misma podía verse en un espejo, maldiciendo al mismo tiempo…todos los días- Mason es implacable… ¿no?- una risita sardónica salió de la boca de su “invitado”.


 


-¿Qué quieres?, ¿Qué haces aquí?, hace tiempo que te creían en el “más allá”- exclamó Aikawa acercándose lentamente hacia donde estaba la otra persona. La risa de “ello” se detuvo…Aikawa estaba segura que había escuchado un rugido y los dientes rechinar furiosos.


 


-lo sé, sé lo que todos pensaron de mi….y deberías también saber a QUIEN busco. Me han dicho que tú serías la indicada para decirme su paradero


 


-te han mentido…- habló de inmediato la pelirroja, sosteniendo  su mirada a la sombra…


 


-¡no intentes jugar conmigo!…te lo advierto….


 


-¿estás intentando amenazarme?- la personalidad reacia de Aikawa salía a flote, probablemente sin detenerse a pensar en la diferencia de “poder” que había ahora.


 


-tómalo como quieras, yo solo quiero saber dónde está- la voz misteriosa se había apaciguado de nuevo…Aikawa emitió un suspiro pesado y cerró por unos segundos los ojos.


 


-lo sabía…antes. Ahora no. No creo ser la indicada para ayudarte, los magos deben saber…sabes bien que los magos no han sido precisamente mis amigos- su mirada le fulminó de arriba a abajo.


 


Un profundo silencio se extendió por toda la habitación.


 


-bien


 


La voz había salido rencorosa. Aikawa le miró fijamente…quizás aun sin creer que estuviera allí.


 


-tengo que irme


 


-bien- ahora fue el turno de Aikawa


 


-cuida a esa muchacha tuya, Aikawa…no sabes lo que duele perderles- El misterioso rostro hasta entonces se dejó ver por la bruja y tal como llegó….desapareció.


 


La pelirroja asintió, aun cavilando lo que acaba de suceder…. Escuchó los pasos de alguien tras ella y viró el rostro hacia atrás.


 


-¿madre?... ¿sigues despierta?, ¿Qué sucedió?...se escuchaban voces


 


-fue tu imaginación Haruna…vamos a dormir ya- la pelirroja más joven frunció el ceño, pero lo dejó pasar por esta vez y juntas regresaron a sus dormitorios.


 


-bueno


 


Aikawa mantenía, mientras tanto, la cabeza ocupada…pensando aun sorprendida…”ha sobrevivido…y le está buscando…pobre de quien se atreviese en su camino” sonrió de medio lado, tal vez extrañando la adrenalina de la venganza.


 


.


.


.


 


Continuará…

Notas finales:

Besitos de chocolate para todos :3

 

Misagi * *


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