Y así lo izo una ves que ambos amantes estaban desnudos, Shu le pregunto si quería ir a tomar un baño antes de hacer el amor por primera ves, Eiri entendió que el pequeño estaba asustado y no era de esperarse, era su primera ves, pero le daría una buena jornada de sexo para que recordara este momento como único para ambos, ya en las duchas (si quise hacerlo en la ducha por que en una bañera u.u para mi no es muy excitante bueno si pero no me salía el lemon como yo quería) Shu se enjabonaba su cuerpo, mientras que Eiri se deleitaba la vista con su pequeño y envidiaba el agua que le estaba recorriendo el cuerpo de su niño antes que él, pero no se le izo esperar ya que su miembro se endureció aun mas al ver que Shu refregando su abdomen, caminó calladamente a pasos impresionantes hacia él. Colocándose silenciosamente detrás de Shu, le pinchó las costillas al pelirosa. Sorprendido Shuichi, gritó...y dejó caer el jabón. Una presumida sonrisa se dibujó en los labios rosas de Eiri al mismo tiempo que Shuichi dio media vuelta y comenzara a gritarle indignaciones en su cara.
- Eiri: Baka.- Eiri por fin le interrumpió - Shu: Eiri no me asustes de esa manera!!! - Eiri: cierra la boca y piensa un momento, estamos completamente solos.- Eiri osó interrumpir otra vez y antes de que Shuichi pudiera continuar con su pataleta, el rubio se adelantó dos pasos y trajo sus lisos pechos juntos. Shu inhaló repentinamente por el contacto y Eiri abrazó su mirada amatista.- Eiri: Y...- Eiri murmuró, moviendo la cabeza para encontrar el oído de Shuichi.- Tiraste el jabón.- seguido de que pellizcara el trasero de Shuichi. Los ojos de Shuichi se abrieron, y se ruborizó profundamente.
- Shu: Eiri… tu… ehmmm…mmmmnmm… Las palabras de él fueron sofocadas por los labios de Shuichi que terminaron en los labios cerrados de Shuichi. Abriendo los suaves, flexibles labios con su lengua, el chico ojos de ámbar frotó su cuerpo insistentemente contra el de su amante. Sus manos recorrieron el resto del trasero de Shuichi y los masajeó con un resuelto fulgor en sus ojos. - Shu: Ahora.- Shuichi miró detrás por la confusión poniéndose nervioso y excitado.- Qué? Tomando al otro chico por los hombros, Eiri le dio vuelta. Agarrando las caderas de Shuichi, susurró dentro de su oído una vez más con una voz audible en su ronca voz.- Recoge el jabón. Shuichi obedeció únicamente por la curiosidad, se inclinó desde la cintura y recogió la espumosa barra. Tomándola, intentó enderezarse cuando una mano en su espina dorsal se lo impidió, manteniéndolo inmóvil. Se estremeció un momento cuando sintió que los muslos de Eiri se presionaban contra su trasero. - Shu: ¿Eiri?.- preguntó aún inseguro de todo lo que estaba haciendo, sus dedos resbalaron por la pequeña espuma blanca. Unas manos lisas resbalaron firmemente hacia abajo de la espalda de Shuichi y unas caderas se presionaron hacia delante contra su trasero. Curvando su cuerpo alrededor del de Shu. Eiri rodeó sus brazos alrededor de la cintura de su amante y besó el oído de Shuichi. - Eiri: ¿Qué te parece recordar esto Shuichi? Agua caliente chorreó hacia bajo de sus rostros y cuerpos. Shuichi tomó un rápido jadeo de aire y su cabeza se levantó hacia delante cuando sintió el largo y duro miembro de Eiri endureciéndose aun más contra él. Sus labios se hicieron vistosos por las gotas de agua que surcaban hacia debajo de su rostro. Eiri le maniobró la cabeza de tal manera de que pudiera besarlos. Shuichi gimió por el ataque violento de la hambrienta lengua de Eiri, invadiéndolo fuertemente metió su lengua dentro de la abertura caliente de la tierna boca del pelirosa, presagiando las acciones que vendrían. Y dejó caer la barra de jabón, olvidándose de ella. Eiri seguía besando a Shu, mientras que unos dedos penetraron en la virginal cavidad del pelirosa, una, dos y tres dedos fueron mas que suficientes para preparar al pequeño, el dolor era insoportable pero debido al grado de excitación que ambos tenían en ese momento ninguno sentía dolor, una ves que Shu ya estaba totalmente preparado, Eiri oprimió su pene dentro de la oscura grieta en medio de los dos suaves glúteos del trasero de Shuichi y empujó el cuerpo de Shu, más enérgicamente hacia él. Ni un solo cabello podía atravesar el espacio que los dividía, porque sus cuerpos se acoplaron tan perfectamente. - Shu: ¡Ugh, Eiri!.- Shuichi gruñó, por el acto, llevando su boca hacia el frente porque sus manos involuntariamente subieron para desplegarse contra las hermosas losas de la regadera. Pistoneando sus caderas, Eiri repitió el sonido, saboreando la sensación de los músculos, abrazando ligeramente su cuerpo desnudo. Sus amplias manos vagaron por el cuerpo de Shuichi descansando sobre sus hinchados pezones rosas. Con la húmeda boca entreabierta besó los hombros de Shuichi y frotó los pezones en pequeños círculos. Su lengua lamió ardientemente el sabor de la salitre e hizo un breve sonido de apreciación. Shuichi jadeó y suavemente se enderezó, forzando a Eiri a hacer lo mismo, temblando debajo de su pareja por sus movimientos y el agua deliciosa, empujó su cuerpo hacia atrás esperando a Eiri dentro de él, empujándose él mismo, anheladoramente contra su amante. Shuichi llevó una de sus manos hacia fuera de la pared del baño y la llevó al trasero de Eiri. Apretando firmemente, tiró fuertemente para empujarlo contra su propio trasero haciendo que se oprimiera con el miembro de Eiri. Eiri, gritó sorprendido y se movió esporádicamente, su pene intentó enterrarse completamente dentro de la ajustada, caliente abertura de Shuichi. - Shu: ¡Ah, Eiri, hazlo! El chico gritó fieramente, dejó que su mano se enterrara furiosamente en la piel de Eiri. Sus ojos se cerraron firmemente y su labio bajó un poco porque tenía el órgano incrustado profundamente dentro de él y continuaba atormentándolo despiadadamente. Eiri apretó los dientes, arreglándoselas para crear una pequeña impresión de su diente en la parte de atrás del cuello del otro chico. Esto no pareció sorprenderle a Shuichi porque estaba ocupado empujándose atrás, en la erección de Eiri, intentando empalarse él mismo. Eiri se cerró de golpe hacia delante y los dos gritaron por la altísima fricción. Shuichi llevó la mano que tenía atrás hacia la enlosada pared y se sujetó cuando Eiri lo dobló por completo. El miembro de shuichi estaba casi rojo como un tomate, parecía orgulloso, grande y gritaba por atención. Shuichi llevó una vacilante mano hacia abajo y lo agarró desde la base, gimiendo ruidosamente, por la sensación que le producía el tocarse. Realizando lo que su amante estaba haciendo, Eiri le arrebató su mano y la llevó fuera. Lamiendo con los labios abiertos, Eiri penetró glotonamente la boca de Shu, succionando la lengua de la boca del otro chico, y deslizó un delgado dedo en medio de la división del firme trasero de su amante. Eiri tragó un sobresaltado sonido de Shuichi, que tembló del cuello hacia abajo. Suavemente fisgoneó dentro del pequeño orificio, sus dedos hicieron un rápido movimiento circular alrededor del músculo. Shuichi saltó y siseó, presionándose contra la deliciosa superficie. Sus ojos pestañearon duramente y su mirada color violeta tuvieron una perceptibilidad oscura del semblante de Eiri. - Shu: Más Eiri...Te quiero dentro de mí ahora mismo.- Las palabras fueron una orden y suplica, fundidas dentro de una necesitada voz ronca. Eiri trató de detenerse pero se reprimió. Viendo cómo Shuichi estaba en un estado desenfrenado por sus propias acciones, trataba de buscar alguna cosa para memorizarla y recordarla ardientemente, durante las noches cuando la vida les exigiera no poder estar juntos. El condenado, irritable, insaciable pelirosa podía ser cautivante y terriblemente excitante cuando buscaba...e incluso aparentemente hasta cuando no estaba consciente de ello. Eiri giró sus ojos fuera, y se movió para arrodillarse detrás de Shuichi, quien esperaba que sus órdenes fueran seguidas estrictamente. Pero conque una intencional lengua se metiera dentro de un lugar muy íntimo.- Shu: ¡Ah, Dios mío!.- Shuichi gritó desesperadamente, clavándose en las losas, sus dientes rechinaron cuando un húmedo y caliente intruso se hundió dentro de él. Se sentía tan extraño, ¡pero increíblemente bien! Shuichi nunca había sentido nada igual. Eiri le dio un suave golpe dentro de él, elevándola y girando dentro en espiral, con el propósito de hacerlo perder la razón.
- Shu: ¡¡Eiri!! ¡Dios, para! Te quiero dentro de mí.- gritó él con un ronco tono, golpeando con un puño contra la pared. Eiri no se detuvo no sin antes darle un memorable beso francés antes de obedecerle. - Eiri: Me recuerdas una canción.- Dijo Eiri casualmente ya él podía con su órgano enfurecido retándolo y no tener cuidado de eso. Posesionándose detrás de Shuichi, agarró las caderas del chico y comenzó a abrirse camino en él. Shuichi gimió llevando su cabeza hacia atrás. Pequeñas gotas de agua se deslizaron desde el final de su cabello hasta los labios y pecho de Eiri, que éste robó con rápido movimiento de su lengua. El baño fue largo, el agua se volvió fría pero los dos chicos no lograron notarlo no gastaron ni un solo momento de atención en nada ni nadie. La roja mejilla izquierda de Shuichi estaba pegada contra las baldosas y jadeaba duramente a través de su boca. Se encontró con que aún podía pensar coherentemente por un segundo y mientras acreditaba sus habilidades de ‘agilidad gatuna’ soltó contra la pared.- ¿Qué canción?La voz que le contestó fue casi cristalina excepto por más profunda, sensual y lujuriosa que lo usual. “Closer de Nane Inch Nails”. Con esto él embistió totalmente a su amante. Shuichi gritó por el dolor pero pronto se desvaneció en una suave sensación de felicidad. Sus uñas se clavaron dentro de los bordes en medio de las baldosas que estaban delante de él y sé movió a sí mismo hacia atrás, tomando más de Eiri dentro de él. Soltó un prolongado gemido que se mezcló con los de Eiri, éste rodeó con sus brazos la cintura de Shuichi, y comenzó un ritmo errático y frenético. Penetrando un ardiente Shuichi y finalmente rompiendo su control. Un salvaje gruñido salió a tropel de Eiri, golpeando dentro y fuera de su esposo y amante. Primitivos instintos lo espolearon, haciéndolo áspero y hambriento como él buscaba hacerlo. Shuichi se retorcía debajo de él, gritando su éxtasis que tan carnalmente se hacia presente.
Gruñendo con cada embestida, su velocidad aumentaba más y más dentro de la irresistible pasión. Su mano buscó primitivamente la mandíbula de Shuichi. La giró y aseguró la boca de su amante posesivamente, su diente mordía salvajemente y su lengua se lanzaba vorazmente. Hizo una áspera y final embestida, los músculos interiores de Shuichi que se oprimieron ajustadamente. Su velocidad se desbordó en un agradecido exilio, resbalando en el cuerpo de su amante y llevando atrás sus muslos. Eiri trató de guardarlo dentro pero emitió un sonido fuerte y adolorido cuando llegó al clímax. Éste totalmente se ahogó con los gritos de Shuichi de terminación y retumbaron contra la pared incluso después de que sus rodillas cedieron y se colapsaron encima del otro chico. Pronto el único sonido que se escuchó fue la rápida respiración. Eiri se colocó encima del cuerpo de Shuichi y extendió una mano para girar la llave de la regadera antes de caer perezosamente junto a él, para después que este cobrara el aliento, tomo en brazos a su esposo y lo acostó en la cama, ya vestidos se recostaron en la cama para dormir y reponer sus energías para lo que se avecinava horas después. Horas después Eiri escucho sonidos desde el otro lado de la puerta y de una patada la puerta de la habitación del príncipe se habré… - Guardia: Uesagi Eiri… queda usted detenido - Shu: GUARDIAS FUERA DE MI HABITACION!!! - Guardia: lo lamento mi señor, pero los reyes han tomado una decisión, nosotros lo tenemos que llevar acabo; ALPHONSE llévate al traidor!! - Shu: NO!!! EIRI!!!… no por favor no se lo lleven!!! - Eiri: te amo shuichi no lo olvides - Shu: EIRIIIIIIIII!!!!!!!!! Esta historia continuara…