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Cuando amar se vuelve imposible por nekita_kurosaki

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Notas del capitulo:

¡Y así es como quería comenzar el año!

Hola y feliz año a todas, que me he tardado siglos con las actualizaciones, y vale estoy feliz porque por fin he podido terminar una actualización de… bueno al menos una es algo ¿no? realmente quiero terminar cada Fanfic que he comenzado. Esa es mi meta de este año – vamos a ver hasta donde llego-.

Primero que nada quiero agradecer a todos esos dulces reviews de apoyo y simpatía por nuestro Sasuke. Se lo agradezco infinitamente, no saben lo feliz que me sentí al leerlos. Así que por eso no les daré más largas para que así disfruten este sensual capitulo.

Por cierto. Perdonen si se me escapó uno que otro error. ;)

¡Disfruten!

Capítulo 2


 


Enamorarse es fácil.


Una sonrisa, una palabra o hasta un simple momento vergonzoso podía hacer surgir esa chispa, ese Clic donde todo parece encajar en sus respectivas piezas y tu cerebro inmediatamente dice: “ah, es el indicado


Entonces la carrera empieza, gústate o no.


En un lapso de dos minutos comienzas a notar cada detalle de aquella persona en especial, como el sonido de su voz, el color de su cabello, el largor de sus pestañas, el brillo de sus ojos y su tonalidad. Cada curva de su rostro, la forma de sus labios al moverse o como estos eran humedecidos en cada cierto momento y la lista sigue y sigue, como si cada vez que miraras más detenidamente encontraras algo más en el cual terminar cautivado.


Para el momento en que te das cuenta, no hay marcha atrás. Es como si aquella persona se convirtiera en seguida una parte vital la cual necesitas para vivir, y resultaba extraño ya que solo tienes minutos en su presencia, pero… tu corazón había hecho una decisión.


La decisión del corazón de Sasuke había sido Kurama.


Y Sasuke no podía ser más feliz por ello.


Soltando un ligero bostezo Sasuke apoyó su cabeza en el hombro de Kurama mientras este comenzaba a reír divertido y le quitaba la botella de cerveza de sus manos, por un momento considero discutir por ello pero entonces se dio de cuenta lo realmente agotado que estaba y lo mucho que le gustaba su posición.


¿Por qué no disfrutar?


Maldición si fuera por él siempre se mantendría así, Kurama quizás no lo sospechaba pero recargarse en él era la cosa que Sasuke más disfrutaba hacer. La calidez… los músculos duros y ese aroma intoxicaste, en definitiva era mejor que beber un buen vino en un atardecer.


Dios, el hombre era su propia droga ¡Y este ni siquiera lo sabía!


Pero ¿Importaba? Mientras Kurama siempre se mantuviera a su lado, de esta manera tan cerca… Sasuke podía pasar por alto el sentimiento de desazón al no tener al hombre que quería como pareja.


Era un idiota. Pero un idiota enamorado, y qué.


Con una pequeña sonrisa de satisfacción en sus labios, Sasuke decidió acurrucarse más contra el duro cuerpo del hombre más sexi del mundo. Kurama no dijo nada por su acción, sus ojos rubí aún se mantenían pegados a la película mientras puñados de palomitas con mantequilla desaparecían en su muy apetitosa boca.


Soltó un suspiro.


Lo que daría por sentir esos labios en cualquier parte de su cuerpo, seguramente lo llevaría a tocar el cielo ¿Quizás esa era la razón por la cual el hombre tenía tantos pretendientes? Probablemente.


— Debo suponer por ese suspiro que ya no veras la película. ¿Verdad?


 Apartando la mirada de la boca sensual de su amigo, Sasuke se encontró con los encantadores ojos rubí mirándolo fijamente.


Y se preguntaban por qué estaba enamorado del hombre.


Maldición, era pura tentación encarnada.


Dándole una pequeña sonrisa de respuesta, se acercó un poco más al cálido cuerpo, eso sí había más por acercarse porque ¡Prácticamente estaba encima del hombre!


«Bueno, no me importaría estar sobre él. Preferiblemente desnudo, sudoroso y gimiendo su nombre, una y otra vez. »


Rió entre dientes ante el pensamiento.


Largos dedos sondearon su rostro sorprendiéndolo e inmediato hizo aletear sus parpados mientras un pequeño jadeo abandonaba sus labios involuntariamente.


«Ah, maldición se siente taaan bien.»


 La caricia era ligera, dulce de la misma manera que acaricias algo preciado y precioso, y era justo lo que el alma de Sasuke anhelaba. Llámenlo loco pero desde un comienzo supo que habría marcha atrás, es cierto era doloroso y un tanto humillante estar solo en la posición de “amigo” pero… nada superaría como él se sentía cada vez que estaba cerca de Kurama.


«Dios ¿Por qué no se da cuenta de lo que siento por él? Que no puedo vivir sin su presencia, sin su risa y olor.


 Si lo hiciera, esta escena seria de otra manera. Conmigo besándolo desenfrenadamente hasta el olvido.»


Hablando de eso… Sasuke humedecio sus labios, miró fijamente los de Kurama y sonrió ante la idea de sentirse completo fundiéndose en ellos. Estaban tan cerca… si tan solo se inclinara un poco más ellos…


— En definitiva eres un lio cuando bebes de mas, pequeño gatito. — Susurro Kurama, en tanto acomodaba un largo mechón de cabello de Sasuke y lo colocaba detrás de su oreja. — ¿Deberé que vigilarte más ahora en adelante?


Oh, su tono burlón tan encantador como siempre.


«Espera. Me dijo pequeño gatito ¿o es simple idea mía? »


Lo miró fijamente.


Él sonreía.


«Sí, sí lo dijo.»


—No soy ningún pequeño gatito. — reprochó, tropezando un poco las palabras al pronunciarlas. — Y n-no bebí de más.


Mentalmente rodo los ojos.


Bueno quizás, solo un poco… ¡Pero solo porque había tenido un mal día!


— Eres tan necio. Como un pequeño gatito. — continuo Kurama con una ligera sonrisa mientras  alejaba su mano para así estirarse perezosamente en el sillón. Sasuke frunció los labios, no satisfecho por la pérdida de los mimos. — Sabes que te molestare mañana con esto ¿no?


«No me lo recuerdes.»


Entrecerrando los ojos, golpeo al gran hombre en el pecho, inmediatamente escucho la rica risa envolverlo.  Esta vez rodo los ojos y trato de concentrase en algo mejor. Tomando un puñado de la camiseta gris que cubría el extenso pecho y Sasuke hundió su rostro en el musculoso hombro, aspirando la exquisita fragancia que rodeaba al hombre.


Ahh…Sí que olía bien.


— Oh. ¿Ahora me olfateas? Esto es nuevo pequeño gatito.


Sasuke trago saliva tensándose. Antes de poder evitarlo la vergüenza llegó tan rápido que sintió un pequeño mareo cuando toda la sangre fue a sus mejillas.


Uff… quizás si estaba un poco tocado por el alcohol.


 — Aunque bueno… no te culpo, mi fragancia es exquisita. ¿No? te hace querer embotellarla y hacer millones, muchos me han dicho lo mismo.


Apartando su nariz de la camisa, Sasuke miró directamente al par de ojos que lo miraban traviesamente.


Jodido Tonto-hermoso engreído.


— En realidad, estaba comprobando. Me pareció que olías a perro mojado. — respondió a cambio, haciendo amargo al alejarse.


— Hm… pues eso no fue lo que me pareció ver.


— Ja. Ja. Ja. Nos salió gracioso el señor. — dijo, alejándose y tomando otra cerveza. Quizás jugar con fuego no era tan sabio como pareció en su mente, pero maldición si no le tentaba.  — ¡Oye! Iba a tomar eso.


— Que bueno que lo dices; ibas a tomar eso. — Sasuke frunció el ceño cuando la cerveza fue puesta al otro lado del sofá. — Deja de verme así, al paso que vas terminaras atacándome, y aunque es algo que me gustaría ver, sé bien que me matarías mañana si te dejara hacer eso.


— Chistoso ¿eh?


— Precavido, diría yo.


 Soltando un bufido, Sasuke cruzo sus brazos mientras volvía a recostarse en el hombro del hombre.


 Era cierto, estaba bebiendo más de lo habitual, pero la frustración comenzaba hacer mella en su cuerpo, ya era malo que tuviera dos años de abstinencia. Sumando eso y un mejor amigo ardiente en tu sofá, el resultado era una bomba inestable.


Se gruñó a sí mismo, notando que ya nada de lo que pensaba tenía sentido.


¿Pero desde cuando lo tenía?


Bostezando, tiró la cabeza hacia atrás y miro el techo, sus parpados comenzaron a hacerse pesados al igual que su cuerpo. ¿Qué pasaría si hacia un pase hacia Kurama? ¿Este lo odiaría? ¿Dejaría de ser amigos? Su mente comenzó a dar vueltas, mientras escenarios posibles lo bombardearon, la mayoría terminaba con Kurama rechazándolo.


Su corazón se estrujó ante el pensamiento. No podía soportar imaginarse sin Kurama en su vida, el hombre había llegado para quedarse, desde el primer momento que sus ojos se fijaron en la traviesa sonrisa del hombre su corazón había sido irrevocablemente  tomado.


Entonces, qué sería de él si llegase a ser rechazado o qué si Kurama llegase a encontrar a alguien más, alguien que no temiera mostrar sus sentimientos como él. Un gemido lastimero abandono sus labios, mientras la agonía y desesperación comenzó adueñarse de su pecho.


«No quiero perderlo. De verdad no quiero hacerlo.»


Gruesas lágrimas obstruyeron su visión en cuestión de segundos, Sasuke se sorprendió verse sollozar como un niño pequeño, pero no podía evitar los sentimientos que lo golpeaban como un camión, entre mas resistía parecía que más duro terminaba sucumbiendo a ellos.


 Rápidamente intento de limpiar las lágrimas con sus manos pero antes de poder realizar esa acción, Kurama lo sorprendió al tomarlo de la cintura y acurrúcalo contra su duro pecho. Un escalofrío sacudió el cuerpo de Sasuke en el momento que sintió las grandes manos de su amigo acariciarlo y arrullándolo con suaves movimientos, causando que su corazón acelerara más.


— Tranquilo, cariño. Todo está bien, no llores por favor. — Dios, oírlo como intentaba de tranquilizarlo solo provocaba que sollozara más. ¿Por qué demonios el tipo tenía que ser tan perfecto? No era justo. — Vamos pequeño.


— N-no p-puedo parar…


— ¡Claro que puedes! — le reprendió, tomándolo del rostro y obligándolo a verlo a los ojos. — Sabes que no soporto verte llorar, así que has un intento pequeño gatito ¿sí? Por mí.


— Odio que me d-digas de esa manera Kurama. — susurró quedamente a cambio con un sonrojo cubriendo sus mejillas.


— Deberás que acostumbrarte. — Dijo de repente, con su exquisita voz ronca y una ligera sonrisa en sus delgados labios.  — Porque no cambiare de opinión, siempre serás para mí un pequeño gatito.


Sasuke resopló. — Eres imposible.


Esta vez la sonrisa de su amigo se ensancho. 


— Al menos cumplí con mi objetivo. Dejaste de llorar. — susurro, mientras limpiaba con el pulgar el rastro de lágrimas que aún tenía en sus mejillas. Sasuke cerró los ojos y suspiró. — ¿Me dirás por qué llorabas?


— No. Pero…


— Pero qué, pequeño.


— ¿Me prometes algo? — pregunto, mirándolo suplicante. Las cejas de Kurama se arquearon interrogantes.


— Claro, dime.


Brevemente pensó en la razón por la cual había terminado rompiéndose ante el magnífico hombre. La posibilidad de ser rechazado y remplazado de la vida de Kurama era su mayor temor, no quería perder al hombre que había llegado amar incondicionalmente.


 Puede que no llegase a ser más que el mejor amigo, pero estaba dispuesto a conformarse estar en esa clasificación, con tal de no salir de su vida… continuar viéndolo, reír junto a él. Sasuke podría aceptar su destino.


Humedeciendo sus labios desvió su mirada al suelo.


— ¿Sasuke?


— Prométeme, que si llegase a suceder algo… nunca me abandonaras, que siempre estarás a mi lado.


— ¿Qué quieres decir con eso? Hey, mírame pequeño. — Sasuke alzó la mirada, mientras apretaba en puño sus manos. — Dime.


— Solo promételo. P-por favor.


— Está bien. Ya. — fuertes brazos lo rodearon en un fuerte abrazo, fue cálido y acogedor. Un par de lágrimas cayeron, humedeciendo nuevamente sus mejillas. — Nunca te dejare Sasuke, lo prometo.


:::::::


 


Sasuke despertó soltando un largo jadeo, su vista se encontraba borrosa ante las lágrimas que hicieron acto de aparición ante el recuerdo de su sueño. Como una herida abierta las escenas de ese día ardía dolorosamente en su pecho.


 Aunque también le dolía la cabeza por la resaca, pero este dolor que desgarraba su corazón era peor que mil resacas. Kurama había hecho su elección y nunca fue él, ahora debía verlo a la distancia, pase su promesa. Sabía que su corazón no aguantaría ver el amor florecer entre Obito y Kurama.


Dios, era tan patético.


Débilmente limpio sus mejillas con el dorso de su mano y se detuvo en seco cuando a su lado las sabanas se removieron dejando a la vista una mata de cabello rubio alborotado. Intentó de incorporarse con los codos como apoyo pero se detuvo al sentir su cuerpo pesado y su culo adolorido.


— Por favor, esto no puede estar pasándome. No de nuevo. — soltó antes de dejarse caer nuevamente en la cama.


¿Por qué él tenía que meter la pata a lo grande? Ya era suficientemente malo que estuviera adolorido por la traición de su primo. Quizás Obito no sabía de sus sentimientos por Kurama pero si llevas a un hombre a casa de tus padres para un fin de semana en familia debe significar algo ¿No? Debieron sospecharlo. Y ahora él venía y remataba al tener sexo con el primer desconocido que se le cruzaba en las narices.


Gimió cubriéndose los ojos. Esto era denigrante y aun para él, pero Sasuke no podía ignorar el dolor en sus caderas que le decía qué si había jodido con el hombre y por lo visto el sujeto hizo un buen número con su cuerpo.


¡Ahg! Si tan solo no tuviera poca tolerancia al alcohol nada de esto habría sucedido. Ablando de eso ¿Cómo es que había terminado así? recordaba la visita inesperada de Suigetsu horas después que Kurama y Obito se fueran. De como había llorado en el hombro del hombre de forma desastrosa hasta que oscureció, luego de ese momento todo comenzaba a ser confuso… había bebido y comido mucho helado y luego… Nada.


¡Joder! ¿Dónde estaba la parte en la que se traía al sujeto a su casa? Resopló irritado, mientras quitaba el brazo de sus ojos para así ver el techo.


Tenía claro que Suigetsu no era, ya que este tenía el cabello blanco como la nieve y lacio, si llegase ser el caso Sasuke lo molería a golpes. Pero el hombre a su lado era rubio, como el color de las margaritas, brillantes y resplandecientes además de tener un aspecto salvaje y sedoso que llegaba ser cautivador.


 Ahora de donde había salido el dueño de tan semejante cabellera era la pregunta del millón.


Un gruñido salió del hombre desconocido y Sasuke contuvo el aliento por un momento. De reojo observo a la figura bajo la sabana ascender lentamente causando que la sabana se deslizara mostrando lisa piel bronceada por el sol en conjunto con músculos perfectamente cincelados. Pase su bronca por su desliz, Sasuke no pudo evitar humedecer sus labios ante la vista sin obstáculos de lo que parecía ser un buen cuidado cuerpo adulto.


«Bueno, mierda. Al menos sé que tengo buen gusto estando borracho.» se dijo, mirando el lado positivo de la situación, aunque no debería. Pero que más daba, estaba demasiado cansado como para molestarse por algo que probablemente disfruto.


Aunque… por el bien del hombre más le valía que fuera de esa manera. Pensó entrecerrando sus ojos.


Cuando el rostro del hombre giró en su dirección se sorprendió ver lo apuesto que era y joder, vale ahora si quería recordar porque parecía que su cita de anoche era un ¡Jodido modelo de ensueño! Con esos increíbles ojos azules como una piedra facetada de zafiro, sus labios eran delgados y firmes rodeados de una ligera barba de dos días que le provocaba estirar su mano para acariciarla, no se sorprendía haber caído en sus redes.


Una sonrisa apareció en el rostro de Mr. Delicioso en tanto se apoyaba en sus musculosos brazos y le daba una abierta mirada.


— Mmm… aun con tu cabello despeinado, verte ahí acostado con cara de haber sido bien jodido, es la mejor vista que un chico puede tener en la mañana. — Susurró con una voz ronca y dulce que trajo un sonrojo al rostro de Sasuke. — Oh, sí. Tan precioso como anoche ¿Te han dicho lo sexy que te ves sonrojado?


«Joder. Joder. Joder.


Respira Sasuke, solo respira.»


— Deja de decir tonterías. — logro decir a dura penas, su garganta dolía como un infierno. — No estoy para juegos.


— Eso no es lo que me decías anoche. — Dijo el hombre meneando sus perfectas cejas rubias. — Aunque a decir verdad nunca espere que un chico como tu fuera tan juguetón en los previos antes del sexo. Fue totalmente nuevo para mí, imagínate mi sorpresa cuando hiciste esa cosa con tu pier…


— ¡Silencio! — gimió Sasuke tomando su almohada y cubriéndose el rostro sintiéndose sumamente abochornado. — No quiero saberlo.


Ni ahora, ni nunca. No importaba que el hombre en su cama estuviera bueniisimo, como para comer sobre su abdomen desnudo. Pero el oír como él había actuado tan libertinamente era más de lo que quería escuchar. Maldita sea, no volvería a beber nunca más si estas eran la consecuencias.


— Ah, vamos precioso. Lo que hiciese anoche es algo de lo que deberías estar orgulloso, ya muchos hombres gays quisieran hacer las cosas que tú haces en la cama. — le escuchó decir antes de intentar de quitar la almohada de su rostro.  — Y de alguien que compartió la cama contigo anoche déjame decirte que eres alucínate.


Sasuke fulminó al hombre cuando colocó la almohada a un lado.


— Deja de mencionar lo que hice.


Mr. Desconocido inclino ligeramente su cabeza  y lo miró con el ceño fruncido.


— ¿Por qué debería? Es algo de lo que deberías estar orgulloso, provocaste que perdiera la mente en tres ocasiones. Y eso precioso, es un logro en mi vida sexual.


— Precisamente por eso no quiero saberlo. — refunfuñó intentando de incorporarse e hizo una mueca, tal como al despertar una punzada lo recibió en sus partes bajas. Le lanzo una mirada de desdén a su acompañante, este solo le devolvió una alucínate sonrisa.


Maldición, odiaba admitirlo pero el sujeto era encantador.


Un encantador muy salido.


Sacudiendo la cabeza, Sasuke logro sentarse en el borde de la cama. No podía creer que había pensado en eso.


— Aw, sé que puede ser duro pero debes aceptar que tienes una flexibilidad de un gimnasta olímpico. — Sasuke soltó un bufido y comenzó a buscar una camisa para cubrirse.


Puede que Mr. Desconocido fuera un dulce para la vista y probablemente el hombre más caliente con el que se había acostado en toda su vida, pero seguro que no entendía que algunas cosas debían mantenerse en secreto.


¿Dónde estaba el acto de confidencialidad de un extraño a otro cuando habían terminado de tener sexo? Gruñó cuando alcanzó sus boxes y su camisa de botones al pie de la cama. Hay que ver que cada día que pasaba los hombres se volvían brutos.


No obstante en el momento que alzo la mirada y se topó con el cuerpo semidesnudo del rubio impresionante con el cual había compartido más que el aire de la habitación, Sasuke sabía que el más bruto entre los dos era él.


¿Cómo es que había llegado a tener ese cuerpo entre sus mano y no lo recordaba? ¡Tenía que ser un animal para olvidar algo semejante! Si, era consiente que estaba enamorado de su mejor amigo pero eso no lo convertía en un ciego, ni mucho menos estaba hecho de piedra.


Tragando el nudo en su garganta, bajó la mirada al suelo y susurró.


— Deberías terminar de vestirte e irte.


— Si… debería estar haciendo eso. Pero antes…


Sasuke arqueó las cejas cuando su cabeza fue inclinada ligeramente hacia atrás y un pequeño beso fue robado de sus labios. Mr. Desconocido le sonrió ampliamente al alejarse.


— ¿Qué? Debía agradecerle de manera adecuada al hombre que logró que enroscara los dedos de los pies.


— ¿Con un beso? ¿Enserio? — el hombre se encogió los hombros.


— Bueno, te agradecería con una ronda mañanera pero dudo que acepte ahora que estas sobrio.


— Y estas en lo cierto. — admitió con una pequeña sonrisa. Su acompañante lo imito, joder si no era sexy. — Ahora, vístete. ¿Acaso no tienes lugares a donde ir?


— Pues sí, pero estaba pensando en un rico desayuno en compañía de este precioso hombre. — Sasuke rodo los ojos. — ¡Hablo enserio! A que sería interesante conocerte estando sobrio, no me malinterpretes anoche estabas genial siendo lanzado y mimoso pero sospecho que hay más.


— Lo único que obtendrás es la guía a la salida. Ahora ve.


Riéndose, Mr. Desconocido sacudió la cabeza haciendo que sus mechones rubios se sacudieran magníficamente.


— Vale, vale. Al menos puedo decir que lo intente.


Después de eso se terminaron de vestir en silencio, Sasuke por lo menos no tuvo que colocarse mucho. Con solo el pantalón de pijama y la camiseta estuvo listo en segundos. Por otra parte su acompañante el cual aún no sabía su nombre y esperaba no saberlo, en ningún momento apartó sus ojos azules de Sasuke y esa sonrisa…


Él quería saber que significaba esa sonrisa.


Ambos salieron de la habitación y bajaron las escaleras hasta llegar a la entrada e inmediato Sasuke hizo una mueca al notar el desastre que había en el recibidor. Bueno por lo menos sabía por dónde comenzar en su limpieza de desastres cometidos anoche.


— Oh, sí recuerdo esto. — comentó a su espalda el rubio, Sasuke lo miró sobre su hombro esperando a que continuara. El hombre le dio una sonrisa de disculpa. — Puede que te hayas emocionado un poco… cuando llegamos anoche.


— Define, emocionado.


Él se froto la nuca viéndose un tanto incómodo. « Oh, por favor que no sea lo que me estoy imaginando.» rogó.


— Te me lanzaste una vez que cerré la puerta. — Sasuke cerró los ojos sintiendo volverse en siete tipos de rojo. — Hey, oye no te avergüences. Como te dije, eres increíble, sexy y como un infierno de habilidoso. Además de lo que pasaste estás en tu derecho en destrozar tu recibidor al intentar de montar a un hombre.


Reprimió una sonrisa ante la imagen que llego a su cabeza de él asaltando a este increíble hombre rubio para tener sexo. Era algo que nunca creyó posible, pero ahí estaba la prueba, su recibidor destrozado. El perchero estaba caído y había dos jarrones que su tía le había regalado rotos en el suelo. Poco a poco una risa brotó de sus labios hasta convertirse en una carcajada plena llena de diversión.


Justo a esta hora ayer había recibido a Kurama y a Obito, para decirle que estaban saliendo juntos, dejándolo con el corazón roto, a continuación él llegaba y se emborrachaba y comía una gran cantidad de helado mientras lloraba la pérdida de su mejor amigo, llegaba Suigetsu y lo llevo a quien sabe dónde, para terminar teniendo sexo salvaje con este hombre y destruir este recibidor.


Dios, esto era demasiado.


«Tal como en una novela.»


— Eh… no sé si está mal preguntar pero ¿te encuentras bien?


Bien no sería la palabra que usaría. Sacudiendo la cabeza le dio una sonrisa a su Mr. Desconocido y observó esos brillantes ojos azules.


— Podría decirse que esto es la calma antes de la tormenta. Pero si, voy a estar bien.


— ¿Tan bien como para tener otra ronda de sexo salvaje?


Ah, el hombre era imposible.


— No tienes tanta suerte, vaquero. — le dijo golpeando su hombro.


— Hmm… que mal, y eso que realmente me habías gustado.


Sasuke arqueó una ceja en su dirección, reprimiendo otra sonrisa mientras tomaba el picaporte de la puerta de entrada.


— Vamos, Mr. Desconocido es hora que vayas a tu verdadero hogar.


— Entonces soy Mr. Desconocido para ti ¿no? — susurro asechándolo provocativamente, Sasuke aspiró repentinamente llenándose de la masculina fragancia cuando el hombre rubio lo apresó contra la puerta.


— Era eso o Mr. Delicioso. — lanzó de vuelta, sintiendo su corazón latir cada vez más rápido. No tenía idea lo que le ocurría pero se sentía bien.


Sintiéndose atrevido, él deslizo su mano en el duro pecho logrando tener un poco de espacio entre ambos, pero no la apartó de la dura superficie. Su acompañante soltó un gruñido ante la acción, la cual trajo una sonrisa a sus labios.


— Me gusta más ese. Como que va con mi personalidad.


— Lastima que no tienes tanta suerte. — se mofó.


— Yo no creo lo mismo. — una salvaje sonrisa se dibujó en los labios del hombre. — Anoche tuve suerte de terminar en casa de un sexy chico. Y me encantó.


— Aun diciendo eso. No volveré a tener sexo contigo.  — sonrió alejándose lo sufriente para abrir la puerta. Hubo una queja de su parte pero la ignoro, todo esto de coquetear era divertido pero realmente necesitaba descansar. Y por todos los cielos, también necesitaba interrogar a Suigetsu para saber a donde habían ido anoche.


Antes de poder mirar hacia la calle, fue tomado de los hombros, su mentón fue alzado hasta encontrarse a pocos centímetros de hombre rubio. Por unos instantes Sasuke se preguntó qué era lo que pasaba por su mente al verlo, sus ojos azules eran tan intensos que podía ahogarse en ellos si quisiera.


Poco a poco sus alientos se entremezclaron y antes de siquiera pensarlo Mr. Desconocido tenia control de su boca de una manera abrazadora. Fue un beso rápido, pero en esos segundos Sasuke podía jurar que el hombre conquistó su boca, aquella lengua arrasó con la suya dejándolo en un estado de ensoñación peor que cuando estaba ebrio.


Cuando Mr. Desconocido se apartó, Sasuke simplemente se limitó a parpadear anonadado. Hacía tiempo que no era besado de esa manera y no sabía que hacer al respecto.


— Espero que no te moleste pero quería un pequeño recordatorio del precioso amante que tuve anoche. — sonrió en tanto acariciaba delicadamente su mejilla. — Nos vemos.


Rodeándolo, Mr. Desconocido salió por la puerta deteniéndose brevemente en el lumbral para darle una mirada altiva al hombre que en todo este tiempo los observaba.


Cuando el rubio y atrevido hombre desapareció de su vista, Sasuke miró ahora los duros ojos rubí pulido de su mejor amigo quien tenía una expresión sombría en su apuesto rostro. Hizo una mueca cuando el dolor de cabeza que había ignorado todo este tiempo hizo acto de aparición.


Esta no era la forma en la que había pensado como comenzar su sábado maldición. 

Notas finales:

Uff… las cosas comienzan a calentarse en la vida de Sasuke. ¿Adivinaron quien es Mr. Desconocido? Debo admitir para esa parte me costó un tiempo salir de ella, hasta hoy que la cambie y me encanto el resultado.

Ahora ya sabemos cómo era un poco la relación de Sasuke y Kurama. Sé que muchas odian a Kurama por hacer llorar a Sasuke, pero como todo hay una razón. Oh, sí les tengo preparado un drama monumental. Al igual de algunas escenas candentes –meneo de cejas-

Quiero agradecerle nuevamente por sus reviews. Justo ahora intentare de responderlos, para después ponerme a escribir la conty de otro Fic. ¡Esta noche me tranochoooooo!

Oh! Antes que se me olvide ¿Algún Fic en especial quieren que publique para esta semana?

Pueden escoger entre: Chico del suéter de panda- aunque este es seguro- El demonio y el doncel. Mi rubio y caliente jefe. Las orejas de gato. 

El destino de mis actualizaciones están en sus manos. ahahaha!

Dejen reviews! Gracias por leer!


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