Jeff se sentía como un adolescente hormonal, no podía creer que Jack había dicho aquellas palabras luego de que él lo reclamara moralmente. Era sensacional, ese sentimiento tan cálido que le provocaba el haber ganado le hacía querer sonreír y besar al alfa como si fuera suyo y solamente suyo. Pero olvidaba a aquel omega e ignoró por completo el rostro dolido y confundido que mostraba al alfa. Jeff se comportaba como un niño, quería mostrarle la lengua a ese rubio mientras que abrazaba a Jack, claro, no hizo eso. Pero se sentía tan feliz solo por tener aquellas palabras, Jack realmente no lo había olvidado y no había guardado rencor.
En cambio Jack se sentía nuevamente completo al tener a aquella violencia con patas sosteniéndolo de esa manera tan sobreprotectora. No dejaría que Jeff se vuelva a alejar de él, no, pero tampoco lo perdonaría tan fácilmente. Además, tenía a Harry ahí y había una promesa que cumplir con el chico, tenía muchas cosas que hacer y eso no solo implicaba a su vida personal, sino que también a su trabajo el cual ambos omegas estaban interrumpiendo.
-Jeff, ahora debo entrar a cirugía -explicó Jack, el omega castaño vio que estaban al lado de la puerta de un quirófano que decía "Neurocirugía" en una pequeña placa, entonces supo que el alfa había escogido la especialización que Jeff quería tener-. Envíame un mensaje para tener tu número, te escribiré más tarde para salir a beber algo y hablar sobre esto ¿vale? -Jeff asintió, claro que estaba feliz por haber tomado coraje, quizás por primera vez en su vida-. Harry, vuelve a casa por favor, Natanael debe estar muy preocupado porque te hayas ido sin decir nada.
Y Jeff recordó a su querido amigo rubio, se preguntaba cómo de grande estará su pequeña bola de carne rosa. Jack se despidió y ambos omegas se miraron al rostro, Harry rápidamente separó el rostro e hizo una mueca de incomodidad, Jeff empezó a sentir vergüenza porque el alfa lo eligió a él mientras que Harry estaba embarazado. No quería ver al chico, quizás su parte racional esté amedrentándolo por el posible hecho de dejar a un niño sin su padre.
Solo dio media vuelta y regresó a su consultorio, solo cuando vio la cantidad de omegas en el pasillo notó que había dejado su trabajo y había hecho una maltida escena en su primer día. Quiso recomponer su falta tomando todos los turnos de los omegas que se encontraban ahí y terminó agradándole en demasía su nuevo trabajo.
•§•
Se sentía nervioso a pesar de ya ser un adulto, se sentía casi tan nervioso como se sentía luego de encontrarse con aquel alfa años atrás. Recordaba que no lo quería, que no quería ni verlo a los ojos y no quería que se acercara a él. Qué irónico, ahora lo único que deseaba era estar a su lado y ver esos ojos tan profundos como el mar, fundirse en ellos y vivir en su mirada, justo como ahora lo estaba haciendo.
Jeff ignoraba olímpicamente la taza de café con una bonita flor dibujada en la crema, observaba con cariño aquel rostro que se volvió aún más masculino al pasar los años, vaya... no creía ser tan lento para los sentimientos, justo en ese momento se sentía bastante perdido por el alfa, quería que lo abrazara como años atrás. Solo supo que lo extrañaba cuando no sintió sus caricias mientras lloraba ni sus besos que lo dejaban atónito. Pero algo estaba mal y Jeff lo sabía.
A pesar de que el alfa dijo aquellas palabras, Jeff sabía que había algo mal, algo referente a aquel omega embarazado ¿acaso Jack era el padre? Y ninguno se atrevió a mencionar aquello en un largo tiempo, solo comentaban lo que habían hecho esos últimos años, informando al otro de lo que había sido de sus vidas, Jack sorprendiendo a Jeff otro por lo idiota que había sido.
-Lo lamento demasiado -dijo el omega, quizás viendo su café por primera vez en aquella mañana-. En serio lo siento Jack, soy un completo idiota y solo merezco que me termines ignorando -un suspiro se escapó inconscientemente-. Entenderé muy bien si es que deseas estar con Harry, él se ve adorable y además está embarazado, seguro lo quieres muchísimo.
Y cada maldita palabra que Jeff dejaba salir solo hacía que una grieta se abriera en su corazón. Dicen que una persona es capaz de morir por tristeza, los ligamentos que sostienen a las válvulas del corazón se rompen por la tensión generada y eso ocasionaba una de las muertes más dolorosas... Quizás ese dolor que estaba sintiendo se trataba de ello, le causaba una tristeza inmensa pensar en tener a Jack lejos de nuevo, se sentía un verdadero idiota. Sintió sus ojos cristalizarse y sintió una cálida mano que sostenía a la suya, conocía ese calor, el calor de su pareja. Levantó la mirada y una extraña ola de tranquilidad irrumpió en su tristeza, el alfa le transmitía aquellos sentimientos ¿era ese acaso su lazo de predestinados?
-Jeff, créeme cuando te digo que te amo -una pequeña sonrisa se formó en los labios del omega, esas palabras eran las más hermosas que escuchó en su entera vida-. Todos estos años te he estado amando y amando tu recuerdo, nunca quise olvidarte a pesar de que te alejaste para que haga eso, nunca quise otra pareja que no seas tú, solo porque tú llenabas hasta lo más vacío de mí y solo una sonrisa tuya o una maldición salida de tus labios lograba alegrar mi día, ¿te soy sincero? Tu recuerdo me mantuvo en pie, el recuerdo de nuestra felicidad y de nuestro pequeño me incentivaban a encontrarte y formar un mejor futuro junto a ti -guardó silencio por un momento, pensando en su siguiente movimiento-, pero ahora que llegaste a mí y que por fin te tengo luego de tantos años de esperarte, quiero pedirte un favor.
Jeff asintió, cuando escuchó ese "pero" supo que algo no andaba bien, no quería seguir escuchando, pero debía madurar de una maldita vez.
-Como yo te esperé, quiero que tú me esperes.
Y Jeff asintió sin dudarlo, eso era malo, era muy malo ¿era realmente malo? No lo entendía, pero haría cualquier cosa para estar con Jack nuevamente, ¿sería capaz de humillarse por él esperándolo mientras que estaba con otro omega? Quizás, pero el alfa no lo permitiría, Jeff escuchó sus razones, tenía que ver con el Harry y su embarazo, había una promesa muy importante que Jack debía cumplir con el omega y Jeff lo comprendió, escuchó a su alfa y escuchó las disculpas del mismo, no estarían separados nunca más, Jack no lo permitiría jamás, solo no formarían una relación formal frente a sus familias aún.
Jeff sonrió, esperaría, lo haría como Jack lo hizo y la espera sería menos dolorosa al tener al alfa a su lado, se sintió reconfortado, tenía a Jack nuevamente. Lo tomó de la mano y se atrevió a inclinarse para acercarse a los labios del contrario, sintiendo luego de años la suavidad de su piel y aquel hermoso aroma que portaba, sintiendo su corazón lleno de emociones.
Jack no negó su beso, lo disfrutó y sintió su corazón unirse con el del omega a través de un sentimiento en común: Lo amaba, se amaban a pesar de todo el tiempo que habían estado separados y aquel lazo primitivo que existía entre ellos lo confirmaba.
Estarían juntos por el resto de sus vidas.