Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Time por Ash_Ashford

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero les guste y también espero Reviews -w-

The Time.

Capítulo 11. Suficiente.

Miércoles 07:10 pm

Hacía tres horas aproximadamente que Usopp había salido de la escuela, pero apenas llegaba a casa.

4:00 pm

Al salir de Paradise, el moreno decidió que quería embriagarse. Usopp sólo había tenido una experiencia con el alcohol en toda su vida; exactamente un año antes, a finales de tercero de secundaria, cuando en una comida con los chicos confundió su soda con una cerveza que había pedido Franky, Usopp recordó entonces el amargo y frío sabor que no le había gustado nada y un escalofrío cruzó su espalda. Pero eso era exactamente lo que necesitaba algo amargo para olvidar la misma amargura por la que estaba pasando. "A duras penas puedo pintar naturaleza muerta, ¿cómo demonios voy a hacer un retrato? Y no sólo es un retrato. Es un retrato de él. ÉL. Maldición" Con esos pensamientos negativos en su mente se dirigió al único bar del que tenía conocimiento. Al llegar, sin pensarlo mucho entró decidido. El establecimiento era pequeño, un par de mesas, un "escenario" y la barra, todo decorado con un estilo entre hippie y hipster, bastante común en esos días. No había nadie adentro a excepción del bartender. El sujeto era alto y fornido, sin embargo, parecía algo mayor, no era intimidante por sí mismo, pero aun así desprendía un aura que imponía respeto.

: -Hola, puedo...

Usopp ni siquiera terminó de escuchar lo que el tipo iba a decir cuando salió rápidamente del local.

"¿En qué estaba pensando? Ni me he quitado el uniforme de la escuela, de seguro no me hubiera dado nada. Tampoco tengo dinero. Soy un estúpido." -Pensó con la cabeza cabizbaja.

Después de su vergonzosa experiencia con el alcohol (que seguramente algún día exageraría como una "gran borrachera") se dirigió a un puesto de comida rápida, compro un hotdog y se sentó a disfrutarlo, posteriormente vago por la ciudad con los audífonos puestos y la música a todo volumen, las letras de las canciones iban combinando con los paisajes que veía.

07:11 pm

Entró a la casa y vio una nota autoadhesiva de Brook pegada en la mesa, al lado del control de la televisión.

"Sabes que debes avisarme si vas a llegar tarde :c, hay ensalada en el refri, por si quieres"

Usopp sonrió. Después de todo sí que les importaba al menos a dos personas. Recordó las palabras que le había dicho Sanji a inicios del día. "Cuando quieras hablar de ello aquí estaré." Realmente le dolía tener que ocultarle cosas a Brook y a Sanji. Fue a la sala y se sentó. Recordó entonces cuando conoció a Sanji: Estaban en primaria, el año escolar estaba por la mitad, más o menos por las mismas fechas en las que ahora se encontraban cuando un niño más alto que él, rubio, de ojos azules y completamente loco por las niñas había llegado. Ah y además tenía unas cejas súper raras. Al principio a Usopp le pareció raro, después de todo ¿qué tenían las niñas de especiales? Al poco tiempo se supo que además de tener una gran atracción por las niñas le gustaba cocinar, fue entonces que todos los niños e incluso algunas niñas se alejaron del chico nuevo. Por ese entonces Usopp no tenía amigos, tenía compañeros con los que a veces jugaba pero como siempre terminaban descubriendo sus mentiras nadie quería ser su amigo. El ver que el nuevo era incluso más rechazado que él le despertaba cierta simpatía  en Usopp. Pero era un cobarde, siempre lo había sido y estaba seguro de que probablemente siempre lo sería, por ende Usopp no se atrevía a hablarle pues eso significaría suicidio social por el resto de sus años de primaria.

Pasaban los días y a pesar de que literalmente sólo las maestras le dirigían la palabra el chico nuevo no se veía molesto o triste. Al contrario, era amable con todos y en el receso o en tiempos libres se le veía leyendo recetarios con una gran sonrisa en su boca. Usopp no entendí como podía ser tan feliz estando tan solo. Probablemente él se hubiera vuelto loco. Un día, a las semanas de la llegada de Sanji a Usopp se le ocurrió contar una mentira. “La maestra me dijo que no iba a llegar” Todos sus compañeros se preguntaron si realmente era cierto, pues conocían las artimañas del narizón, pero Usopp insistió tanto y contó una historia tan realista que entró por completo en los frágiles cerebros de sus compañeros quienes ni cortos ni perezosos decidieron salir a pasear por la escuela. A los pocos minutos la maestra llegó al salón y encontró solamente a dos niños dentro del aula: un rubio con un enorme recetario de sopas frías y a un moreno sonriente quien dijo que por alguna razón sus compañeros se salieron del aula. Después de eso nadie le habló a Usopp incluso después de su disculpa. Terminaron por aislarlo hasta que lo orillaron a sentarse al lado de Sanji y se convirtió en el nuevo blanco de bromas pesadas y de odio en el salón. Un par de días después del incidente los niños más rencorosos del salón decidieron darle una paliza a Usopp así que lo acorralaron en el baño de niños. Usopp ya estaba resignado a que su nariz iba a ser quebrada de nuevo, cuando un chico más alto que él, rubio, de ojos azules con unas cejas muy peculiares apareció y empezó a dar patadas que Usopp describiría “Estilo Bruce Lee”. Una vez que todos los agresores salieron corriendo Usopp llorando le preguntó al pequeño cocinero “¿por qué?” a lo que Sanji respondería con una sonrisa “porque sólo unos idiotas caerían en unas mentiras tan malas y luego se enojarían por ello” desde ese entonces Sanji y Usopp se convirtieron en mejores amigos. Pero eso no facilitaba la posición de Usopp.

: -Tal vez Sanji lo entienda... no, claro que no. Él siempre está jodiendo con que los hombres sólo sirven para amar a las señoritas. Si le cuento que me gusta otro chico... dejaría de hablarme. O al menos se alejaría. Sí, empezaría a pensar que, si me gustó un chico, bien podría gustarme él, y más con lo egocéntrico que es. ¿Cómo reaccionarían los demás? Robín diría algo como "Tal como lo pensé", Nami se reiría y comenzaría a hacerme la burla con cualquier chico que a ella le guste. Franky diría que eso no es "SUUUPEER" y Luffy... Ni siquiera estoy seguro de que Luffy sepa lo que es ser gay. Maldición ni siquiera sé si sabe lo que es ser heterosexual. A Zoro casi no lo conozco, pero no parece alguien que tolera a "maricones". -Maricón. La palabra resonó en su mente. ¿Qué era un maricón como tal? Ahora se suponía que él era uno. Pensar en el posible rechazo de sus amigos sólo lo hizo deprimirse más. Tomó su celular y lo conectó a internet, necesitaba unos buenos memes. Entró a Facebook; tenía dos mensajes nuevos, toco el icono. Uno era de Cavendish, a quien se supone que haría un retrato. Suficiente. Apagó el teléfono y lo arrojó contra un sillón. En definitiva, ese era uno de los días más difíciles que había tenido.

~~~*~~~

Miércoles 07:20 pm

Luffy llevaba más de diez minutos hablando como perico detrás de él.

:-Shishishi, y, shishishi, entonces, Franky dijo... ¿Te he hablado de Franky? ¿Es un tipo genial! Lo conozco desde...

Ya. No le importaba una mierda, ni le importaba lo que había pasado en el almuerzo, ni le importaba quien era el tal Franky (aunque seguramente era un imbécil igual que Luffy). Estaba enojado con Luffy, con la vida, con la escuela, pero sobre todo consigo mismo por haber actuado de una forma tan estúpida. Era suficiente, su paciencia ya no existía.

:-¡Cállate! -explotó el oji-gris.

:-Torao...

:-¡NO QUIERO VERTE! ¡LARGATE! -Gritó aún más furioso. Sus ojos veían directamente al menor. El monito notó como el ceño de Trafalgar estaba fruncido, sus pupilas contraídas y su boca hacía un gesto de desagrado. Algo en el pecho le dolió.

:-Vale, pero... -dijo mientras hurgaba en su mochila – Un amigo mío hizo unas croquetas muy ricas hoy, me dio algunas y... pensé en compartirlas contigo -Finalmente sacó un tupper y se lo ofreció a Law, quien sin meditar un poco lo tiro de un manotazo. El recipiente cayó al suelo y su contenido salió volando. Luffy trató de atrapar las croquetas, pero Law lo empujó y pisoteó el platillo. Lo que antes habían sido crujientes aperitivos, ahora no eran más que una masa de papa, queso y tierra desagradable. El tiempo que Sanji había invertido en esa comida se había perdido también. La rabia y la adrenalina subieron por el cuerpo de Luffy, quien sin importarle nada se abalanzó contra Law y le dio un puñetazo en la cara. Después observo el rostro de Law, tenía sangre. Aun molesto tomo su tupper y su mochila y salió de ahí a paso rápido.

Lo que le faltaba, ahora Law tenía el tabique desviado también.

~~~*~~~

Miércoles 09:00 pm

Sanji estaba en la cocina preparando el bento para Zoro. En la cafetería sólo lo había visto comprar comida rápida, así que no estaba seguro de qué le gustaba, por lo tanto decidió jugársela con platillos tradicionales que a la mayoría de personas les gustaban, pero guisados de una manera poco común, así Zoro se sorprendería de su sazón. El rubio en general estaba de muy buen humor a pesar de haber perdido la apuesta: le encantaba cocinar pero sobre todo le encantaba deslumbrar a las personas con comida que jamás pensaron que les gustaría.

:-Oye, pequeña berenjena.

:- ¿Qué quieres? Viejo de mierda.

:- ¿Qué estás haciendo?

:-Arroz rojo.

:- ¿Por qué quieres arroz rojo para la cena?

:-No, no es para la cena.

:- ¿Entonces?

:-El marimo y yo hicimos una apuesta, el idiota ganó y ahora tengo que hacerle el almuerzo. -La respuesta de Sanji provocó un ataque de risa en Zeff- ¿Y exactamente que tanto te da gracia? - preguntó Sanji entre enojado y alegre.

:-Jajajajajajaj es raro le hagas bentos exclusivos a alguien que no sea una chica jajajaja.

:-Tsk, metete en tus asuntos.

:-Jajajaja, vale. -Después de una breve plática sobre el "verdadero sabor del arroz rojo" Zeff retomó el tema de los "Machos"- Pequeña berenjena.

:- ¿Qué?

:- ¿De verdad te molesta tanto el tal "marimo de mierda"?

:-Pues, en algunos momentos lo tolero, incluso se podría decir que me agrada, además, -mencionaba mientras ponía sal a la salsa- cuando se pierde siempre hace que me descojone de la risa jajajaja, es muy estúpido. Pero –el cuerpo de Sanji se puso rígido- cuando es grosero con una de mis damas me dan ganas de patearlo.

:-Mmm

:- ¿Qué? -preguntó Sanji volteando a ver al mayor- ¿Por qué tanto interés en el brócoli fallido?

:-Sanji –dijo Zeff sin prestar atención a la última pregunta- Quiero que seas Feliz. -El comentario produjo de inmediato un aura paternal, el corazón de Sanji se infló. ¿Quién diría que, sin buscarlo, encontraría un padre? Uno que se preocupara por él, un padre que lo respetaba y estaba orgulloso de él. Un padre que lo amaba. Sentía como la humedad se amontonaba en sus parpados inferiores, por instinto giró su cara y siguió haciendo su arroz.

:-Jaja, el viejo de mierda se nos puso sentimental.

:-Pequeña berenjena desa...

:-Pero yo ya soy feliz. Muy Feliz. -Una sonrisa iluminó el rostro de Zeff.

:-Bien, eso es suficiente para mí.

~~~*~~~

Miércoles 08:00 pm

Llegó a su casa hecho una masa de furia aún. Abrió la puerta, entró y la empujo para cerrarla. Un estruendo se escuchó.

:-¡LUUUUFFYYY! ¡¿Se puede saber por qué llegaste tan tarde?! Tengo entendido que en tu escuela salen a las 02:45 p.m.

:-Ahora no abuelo. -Luffy pasó rápidamente al lado de la figura autoritaria, en dirección a su habitación, pero el mayor lo tomo del brazo.

:-¡A NO! ¡NO VOY A DEJAR QUE ME FALTES EL RESPETO ASÍ! ¡LLAMÉ A LAESCUELA Y ME DIJERON QUE ESTÁS CASTIGADO! DIME QUE DEMONIOS... -Garp calló en cuanto vio el rostro de Luffy; sus pupilas estaban completamente contraídas, su ceño estaba fruncido al máximo, su cara roja como un tomate y en sus ojos asomaban unas lágrimas por el enojo.

:-Ahora no. -Repitió el menor con más coraje en su voz, mientras se libraba del agarre. Una vez libre se encaminó a su habitación. En la estancia resonó un fuerte azotón.

:-Adolescentes, después de los piratas, son lo peor. -dijo el marine resignado.

Estaba sentado en el piso, en el centro de su cuarto, tratando de tranquilizarse, pero cada vez que recordaba lo que había pasado un nuevo estallido de furia aparecía. ¿Cómo alguien podría ser tan idiota cómo para desperdiciar comida? ¿Cómo alguien sería tan hijo de perra como para aplastar la comida así?

Debió de habérselas comido en cuanto Sanji se las dio, las hubiera compartido con todos, o tal vez durante el castigo, con Usopp. Pero no, en cuanto las recibió, pensó en que, tal vez, a Law le hubiera gustado probarlas. Era cierto que estaban empanizadas, pero no lo suficiente para que supieran a pan. Maldición, pensar en las deliciosas croquetas sólo lo hizo enfurecer más, y también sentir hambre. Fue a su escondite secreto y lo abrió. Un adolescente de 15 años normal tendría pornografía, condones, alcohol, cigarrillos, pero a estas alturas no es necesario decir que Luffy no es normal. Lo que vio aligero un poco su carga, todavía quedaban dos bolsas de carne seca y dos más de frituras. Agradeció al Luffy del pasado por no comerse todo y empezó a ingerir la comida no tan saludable. Recordó la primera vez que probó la carne seca. Lucky Roo, amigo de Shanks había llevado un paquete al bar de Makino, al ser él un comedor compulsivo, a Luffy le costó mucho robarle uno de los paquetes para probarla, al final le gustó tanto que, desde ese entonces, cada fin de semana, Luffy compraba la caja de 40 paquetes de carne seca.

"Lucky Roo, tal vez debería de ir a visitarlo, me pregunto cómo estarán todos, como estaría Shanks" -pensó con nostalgia Luffy. Enfadado, confundido y triste el monito decidió que sus problemas no eran nada que una buena partida de videojuegos no arreglara.

09:15 pm

Después de jugar y ganar en la partida online que había comenzado Luffy se sintió mejor. Apagó su computadora, se acostó en su cama y sin darse cuenta se puso a pensar en lo que había ocurrido.

Cuando salió de clases (y de hacer los deberes por su castigo) Luffy se topó con Monet quien le informó que Torao se tendría que quedar hasta tarde por hacer algunas tareas que se le habían asignado. La peli-verde le insistió en que no esperara a Torao, pero el insistió en quedarse. Esperó alrededor de 4 horas a Torao. Tenía hambre, pero quería compartir las croquetas con él. Recordar lo que el moreno le hizo a las croquetas más que enojarlo lo puso triste. No sabía porque tenía tantas ganas de estar junto a él. Luffy quería saber que había pasado, porque estaba tan enojado, quería aclarar las cosas, pero estaba seguro de que él no sería quien buscaría a Torao para arreglar las cosas. No. Luffy no era una persona exactamente orgullosa, pero había límites y Torao había roto varios esa tarde. El monito se sentó y suspiro profundamente. Era una pena, estaba seguro de que Torao y él hubieran podido ser buenos amigos. El coraje ya había pasado y su hambre regresó aún más fuerte que de costumbre y además tenía que disculparse con su abuelo, así que salió de su habitación y se dirigió a la cocina para obtener una buena porción de comida y sermones.

~~~*~~~

Jueves 03:00 am

Doflamingo apenas podía moverse de lo ebrio que estaba, de no ser por el apoyo que el pelinegro, probablemente ya se habría caído mil veces.

:-¿Seguro de que estás bien, Doffy? Creo que bebiste demasiado.

:-¿Doffy? Desde cuando me llamas así.

:-Todos te llaman así, es contagioso.

:-Entonces, yo te llamaré Croco-chan.

:-Basta, no seas tan empalagoso, me da asco.

:-Fufufufu, vale. Deja la llave saco.

:-Jajaja okay –Crocodile liberó al rubio. Y empezó a observar alrededor. -Tu casa es por lo menos tres veces más grande que la mía.

:-¿Quieres saber que es tres veces más grande que la tuya también? -preguntó el rubio mientras abría la puerta y hacia un ademán para que Crocodile pasara.

:-Jaja, tal vez –contesto seductoramente el pelinegro.

:-Bienvenido a la Donquijote Family, mi hermosa mansión. ¿Quieres un recorrido, o quieres ver dentro de mis pantaloncillos?

:-Idiota. -Dijo cortantemente Crocodile, mientras avanzaba lentamente, de repente, paró.

:-¿Qué pasa? -preguntó Doflamingo

:-No sé dónde está tu habitación.

:-Fufufufu, lujurioso. -Ya más estable el rubio tomo la mano del pelinegro y lo condujo dentro de la mansión. Al cabo de unos minutos llegaron a la habitación. Entraron. - Ahora permítale al señor Doflamingo hacer que se sienta bien. - El rubio comenzó a besar torpemente el cuello del pelinegro.

:-Jajaja ¿y así me vas a hacer "sentir bien?", no lo creo. Mejor déjeme a mi hacerlo sentir MUY bien. El pelinegro empujó a Doflamingo, quien aterrizó en la cama. Comenzó a besar su cuello, a lamerlo, a succionarlo.

:-Fufufuf sinceramente, me gustaría más sentir eso en otro lado.

:-Claro, las estúpidas aves no tienen paciencia. -Dicho esto Crocodile se arrodillo, comenzó a masajear el miembro de Doflamingo por encima del pantalón. Posteriormente bajó el cierre y saco el erecto miembro. Antes de meterlo a su boca, Crocodile paró en seco.

:-Maldición, te golpearé si sigues haciendo esto. ¿Ahora qué?

:-Quiero que me digas algo, antes de jugar.

:-¡¿QUÉ?!

:-¿Qué se sintió matar a tu hermano?

Doflamingo despertó. Miro a su alrededor y reconoció su habitación. Estaba alterado y sudoroso.

:-Fufufuf menudo sueño.-dijo mientras veía su erecta entrepierna.-pero hubiera sido mejor si me hubieras dejado terminarlo tranquilo, Rocinante.

Notas finales:

Capítulo con contenido extra a la versión original.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).