Acompañe a Angie y a la presi a revisar unos detalles, me mantuve al margen y me dedique a observar ya que sentía que si metía la pata no seria solo la presi la que trataría de mandarme al hospital, sentía miradas filosas de advertencia cada vez que íbamos a alguna zona y honestamente sentía que alguien me saltaría encima en cualquier momento y pensaba que la presi era la única que daba miedo del concejo.
Nos acercamos al que era el último lugar de revisión y vi a las dos chicas que habían hecho mi inscripción al torneo al ver a Angie se acercaron de golpe a ella.
-Angie, encontramos a la pareja perfecta para ti- ¿pareja perfecta?
- ¿Mabel de que hablas? - Tanto la presi como yo estábamos muy expectantes.
-De la competencia de baile, por supuesto, te prometimos encontrar a alguien adecuado así que lo hicimos- Por alguna razón suspire aliviada y Angie me miraba intrigada, aunque a mi lado la presi también se veía más relajada.
-Supongo que no queda de otra… dame el horario para no olvidarme- La chica del consejo le entrego a Angie una hoja con el horario y el nombre del chico con el que bailara.
Angie guardo la hoja, hizo algunas preguntas y finalmente nos marchamos para ver que la gente empezaba a ingresar, claramente esto significa que el festival finalmente dio inicio.
-Me sorprende que no hayas hecho ningún destrozo Garrido- suspire
-Jamás arruinaría el duro trabajo de Angie- Eso y que no soy una idiota suicida.
-Ustedes dos no dejaran de discutir ni siquiera en un festival ¿no? - Angie se veía entre molesta y agotada.
-No soy yo quien busca pelea- Trate de defenderme.
-Si fueras un poco más consciente de tu entorno no tendríamos tantos problemas- La presi no parecía querer rendirse
-A si, pues si no intentaras meterme en problemas cada vez que me vez talvez no estaríamos tan mal- ambas nos mirábamos con rencor… claramente nos detestamos.
-Muy bien… ¡SUFICIENTE! - Angie se interpuso entre yo y la presidenta y nos miro con fuego en sus ojos- Ambas van a hacer una tregua al fuego ahora mismo- enarque una ceja.
-Espera, ¿qué pretendes? - Angie me miro hastiada.
-Tanto tu como Susana se mantendrán alejadas una de la otra por lo que queda del día- Susana dio un paso al frente.
-Espera Angie eso no es justo, eso implica que no podrá verte por el resto del día- es un buen punto
-Susana sabes que aun sigo molesta y esa molestia no se ira, ayer te lo dije, te dije que pretendo no separarme de Amber- Susana se veía desesperada.
-Angie…-Suspire, puede que me arrepienta de esto- Se siente como si la estuvieras castigando solo a ella- Angie me miro enarcando la ceja.
- ¿Dime entonces que propones Amber Garrido? - Trague saliva ya que Angie pocas veces ocupa mi apellido y cuando lo hace es porque está molesta.
- ¿Quieres una tregua verdad?, bueno eso también te incluye, al menos por hoy… podrías darle una oportunidad ¿no? – Angie se veía impactada y la presi me miraba en shock.
-Garrido ¿te encuentras bien? - Suspire.
-Si no quieres aceptar mi oferta de paz allá tú- La presi se veía aun en shock
-Angie es quien tendrá la palabra final- La presi se veía tensa.
-Supongo que es lo justo, pero solo con una condición- Tanto yo como la presi asentimos.
-Lo que quieras- la presi claramente está desesperada.
-Cuando este contigo no hables mal de Amber o trates de coquetear conmigo y en cuanto a ti, procura no meterte en líos y mantente con Diego- Ni que fuera una niña pequeña.
Ambas asentimos y le propuse pasar tiempo con la presi después de la hora de almuerzo ya que estaría con Diego durante dos horas antes de su competencia.
Angie estuvo de acuerdo y la presi no se opuso, al contrario parecía feliz con esto nos separamos, al final yo pasaría prácticamente un 60% del festival justo a Angie mientras que la presi pasaría solo dos horas y el resto estaríamos involucrados en las competencias, aun sentía que era un poco injusto, pero Angie asintió y no seré yo quien tense más la cuerda, además podre tener un respiro de la vigilancia constante, se que lo hacen por mi bien pero todos necesitamos nuestro propio tiempo a solas sin mencionar que Diego es mucho mas flexible que Angie por lo que no me sentiré como una niña que necesita ser vigilada.
Mientras reflexionaba Diego se nos unió, se veía tan entusiasta como siempre y al verme su sonrisa se amplió más.
-Veo que si viniste… es increíble- Recibí un abrazo sorpresa.
-No hace falta el abrazo estrangulador ¿sabes? - Diego se puso a reír y se disculpó.
-No puedes culparlo, yo aun no me creo que estes aquí y no en casa como todos los años- Honestamente…
-Ustedes se impresionan con demasiada facilidad chicos-
-No lo creo-
Decidí mejor empezar a recorrer el festival para evadir el tema, vi bastantes puestos de comida pero aun era muy temprano para comer, lo que si vi fueron varios juegos de desafío que no requerían demasiada energía, habían juegos de poner aros en botellas, derribar una torre de botellas, disparar a los objetivos, entre otros, Diego me pregunto si había hecho algo así antes y claramente respondí que jamás había hecho algo similar, lo cual es normal, mi ocupación principal es mi hogar y mis estudios y claro mis hobbies de lectura, anime y videojuegos, nunca había venido a un festival ni había visto este tipo de juegos, había escuchado de ellos pero nunca me llamo la atención, Diego se veía entusiasmado y me arrastro a uno de los puestos, me explico lo básico y como funcionaba incluso me hizo una demostración, era un juego sencillo de poner cuatro pelotas en cuatro fuentes que se hallaban semi inclinadas, si lograbas meter las cuatro te llevabas un premio grande, si metías tres obtenías un premio pequeño, era algo sencillo de entender y por lo que veía casi nadie lograba las cuatro, la mayoría lograba tres o solo dos, vi los premios, eran peluches, dulces… nada espectacular, Diego cuando me hizo la demostración logro meter tres y gano un algodón de azúcar, Angie también quiso intentarlo.
- ¿Te interesa algún premio? - Angie miraba un adorno de cabello de flor bastante bonito ya que tenia una gema en el centro.
-Tendré que esforzarme si lo quiero así que lo intentare- Angie se puso en posición y Diego le dio pequeños consejos yo me dedique a observar.
Para mala suerte de Angie solo logro meter dos de las cuatro, claramente su error estaba en la fuerza que había aplicado, por lo que puedo apreciar hay que lanzar con mucha suavidad e impedir que la pelota haga el rebote con la fuente, les dije que lo intentaría, me dieron mis cuatro pelotas y me puse en posición, lance la primera pelota de manera suave y sin resistencia la pelota se deslizo dentro… bien solo debo imitar lo mismo con los otros tres.
Me centre en manejar mi fuerza, la distancia y la velocidad, llegue al ultimo lanzamiento y repetí el proceso haciendo que la pelota entrara de manera suave y de esta manera colocando las cuatro dejando al chico del puesto bastante impresionado.
-Vaya chica, eres bastante buena- No lo creo, cuando sabes el truco solo es cosa de centrarse- Bien elije el premio que más te guste, tome el broche para el pelo que a Angie le había gustado y agradecí al chico, aunque cuando voltee la mirada tanto Angie como Diego tenían expresiones incrédulas en sus caras.
- ¿ocurre algo? – Angie suspiro
-Realmente eres alguien impresionante ¿no es así? - Diego por alguna razón se veía derrotado.
-No los comprendo, Angie ten esto es tuyo- Le di el broche a Angie que se sonrojo, pero agradeció.
-Amber no me dejare vencer por una principiante- Diego nos arrastro a las dos al siguiente juego de tiro al blanco.
El juego era sencillo, cinco disparos, tres objetivos, debías derribarlos, Diego se veía entusiasmado y Angie por alguna razón también yo no veía lo emocionante, llevo viendo a mi abuelo manejar armas de verdad desde que tengo memoria, sin mencionar que se como tomar un arma, aunque no por que quisiera… Educación elemental según mi abuelo.
Al igual que antes Diego fue el primero, derribo los tres objetivos aunque ocupo los cinco disparos y gano una caja de chocolates, Angie fue la siguiente y el verla tomar la pistola de juguete de manera tan segura trajo un escalofrió a mi columna, también derribo los tres objetivos aunque ocupo cuatro de los cinco disparos.
Finalmente llego mi turno, tome la pistola de juguete, tome una respiración profunda y recordé todo lo que mi abuelo me decía sobre las consideraciones a la hora de disparar un arma, mire mis objetivos y cargue el arma, me puse en posición y con una sola mano dispare de manera rápida y certera a los tres objetivos derribando los objetivos, el chico que estaba a cargo me miro con una expresión en blanco y me entrego mi premio me encogí de hombros y voltee a ver a Diego y Angie que me miraban un poco impresionados.
-Pensé que no sabias ocupar un arma-
-Cosas que se pegan cuando te cría un guardaespaldas que tiene armas de verdad en su casa- Angie suspiro
-El abuelo me dejo sostener un arma en su casa y me explico como sostenerla, pero no pensé que tu pudieras ser tan precisa y tener tanto dominio con tan solo una mano- Angie se veía entusiasmada.
-No es como si me enorgulleciera de eso, además es una pistola de juguete, las reales pesan un poco más sin mencionar que cuando disparas necesitas fuerza para resistir la fuerza de retroceso, no es difícil controlar una pistola de juguete cuando haz visto de cerca una verdad-Diego suspiro.
-Me pregunto qué pasaría si te lleváramos a jugar Paint Ball-
-No lo hagas…- sentí escalofríos.
Aun recuerdo ese verano a mis once años donde mi abuelo me llevo con engaños a practicar con el Paint Ball, recuerdo que éramos seis… Jamás sentí tanto miedo de la pintura… aunque eran armas con una potencia reducida los golpes dolían bastante, pero aprendí a camuflarme y a ocultar mi respiración, mi abuelo acabo ganando y yo no quise volver a saber de Paint Ball…
-Amber sigamos aun debemos seguir viendo tus talentos secretos- Diego y Angie se veían entusiasmados… y yo de algún modo sentí un dejavu, suspiré y los seguí en silencio.