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Nuevo comienzo por seirei

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Había estado recordando pequeños fragmentos, escenas y cosas que pasaban por su cabeza repentinamente. A veces eran sobre él y algunas otras sobre aquel vampiro.

 

Hizo a un lado esos pensamientos y se recargo en una de las paredes viendo fijamente atreves de una enorme ventana.

 

Había estado recorriendo partes de la mansión durante un buen rato hasta que encontró lo que parecía ser su boleto de salida. Podía visualizar un helicóptero a lo lejos.

 

Espero y espero por el momento justo, no podía echarlo a perder, se colocó su abrigo negro y salió por la ventana suavemente sin emitir sonido alguno, se deslizo por el tejado hasta la orilla donde asomándose en la oscuridad con sus ojos de vampiro que veía perfectamente todo en esos momentos, salto hacia otro tejado y corrió sobre este agachándose de vez en vez para evitar ser visto por las cámaras, tuvo que saltar cayendo al suelo y ocultarse en las sombras unos minutos puesto que había guardias patrullando los alrededores, solo se sentó en el piso y aguardo hasta que estos se marcharon.

 

 

Retomo su camino cerca del helicóptero sin embargo se encontraba en zona abierta y custodiado por un guardia mientras el piloto lo abordaba, miro las cámaras voltear en otras direcciones y corrió a gran velocidad hacia el guardia quien intento dispararle pero logro detenerlo dejándolo inconsciente tomando su arma y se apresuró a subirse al helicóptero.

 

El piloto reacciono he intento salir, pero él fue más rápido y lo apunto con el arma por la espalda.

 

-Despega ahora-

 

El hombre lo miro con algo de temor pero hizo lo que le pedía.

 

No creía llegar muy lejos en helicóptero, ya pensaría que hacer una vez lejos de la mansión.

 

Cuando estuvieron elevados la escucho.

 

-¡Zero sama espera!-

 

Gritaban cerca de ellos.

 

-Maldición… ya se dieron cuenta-

 

Murmuro asomándose por un lado del avión y ubicando a la chica sobre el tejado más cercano haciéndole señas con los brazos.

 

-¡Zero sama no te vayas!-

 

Grito la vampira apuntándolo con una enorme bazuca.

 

Se sorprendió bastante ¿Acaso pretendía dispararle al helicóptero?

 

-¡Elévate más rápido!-

 

Le ordeno al hombre, cuando sintió un jalón hacia abajo, algo se había colgado al helicóptero mientras estaban suspendidos sobre el suelo y los detenía al intentar avanzar.

 

Se asomó intentando ver el obstáculo y se encontró con el mayordomo que los había atrapado con sus hilos y enredándolos a los árboles, sin embargo con eso no podría detenerlos por mucho tiempo, intento romperlos con una mano, pero estos eran tan duros y filosos que fácilmente podrían cortarlo, apunto su arma a estos para dispararles y así lograr que los soltara.

 

Para su sorpresa otro peso cayó sobre el helicóptero, haciendo que este se balanceara de un lado a otro sin control. Volteo y se encontró con la vampira colgada de este y con la bazuca en manos apuntando a las hélices. ¿Acaso pretendía?...

 

El mayordomo lo noto y he intento detenerla.

 

-¡Señorita Seras, por favor espere!-

 

Pero había sido muy tarde y tal como lo había pensado, la chica disparo su enorme arma hacia las hélices ocasionando que estas explotaran, haciendo que el helicóptero perdiera por completo el control y comenzara a caer balanceándose peligrosamente, tenía que saltar o se estrellaría junto al helicóptero. Miro al piloto que estaba muy asustado y la chica lo tomo rápidamente para ponerlo a salvo saltando, el helicóptero se giró comenzando a caer de cabeza y al final logro saltar estando casi en el suelo.

 

Lo que no pudo evitar fue la explosión que hizo este al estrellarse ya que lo alcanzo.

 

Cuando el humo se comenzó a disipar después de un rato, los soldados corrieron a apagar el fuego que se había iniciado en el lugar.

 

Había sentido su cuerpo algo caliente recorrerlo y después nada. Si lo había alcanzado la explosión ¿Por qué estaba bien? No notaba ningún daño en su cuerpo solo su ropa que se encontraba destrozada y mayormente quemada y cubierto de polvo.

 

Los soldados lo vean sorprendidos y tanto la chica como el mayordomo se acercaron a él rápidamente.

 

-¿Zero sama se encuentra bien?-

 

Pregunto sonriendo mientras lo veía algo preocupada.

 

-Tendremos que conseguirle nueva ropa-

 

Dijo pensativo el mayordomo mientras la chica le extendía una mano para ayudarlo a levantarse la cual no tomo y simplemente se levantó sin decir nada.

 

-Me parece que tendremos problemas ya que ese era el helicóptero favorito de Sir Integra y además hemos causado un enorme alboroto-

 

Concluyo el mayordomo.

 

-No puede ser, Walter san….-

 

Los dos se veían bastante deprimidos mientras que Zero se encontraba algo sorprendido por lo que acababa de suceder y a la vez furioso por haber fracasado en su huida.

 

 

-Zero sama, por favor regrese por ahora a su habitación, en cualquier momento Sir integra nos mandara a llamar y en este momento no se encuentra presentable, no dudo que sus ropas no tarden en desintegrarse dejándolo en evidencia muy pronto-

 

Zero abrió los ojos con sorpresa. ¿Tan mal había quedado su ropa? la chica policía soltó una risita mal disimulada que solo hizo que frunciera el ceño y cruzado de brazos se marchó a su habitación.

 

Los soldados corrían de un lado a otro intentando limpiar el lugar o averiguar que pasaba y lo veían de una manera extraña que no supo interpretar.

 

Al entrar en su habitación se sacó la ropa, esta estaba completamente quemada y mientras la retiraba gran parte se desasía entre sus manos.

 

Paso una mano por su pecho y abdomen realmente su cuerpo se encontraba en perfecto estado. Se metió a la ducha dejando el agua quitar el polvo de su rostro y cuerpo.

 

 

Soltó un suspiro, ahí estaba, había perdido su última oportunidad segura para salir de ese lugar, recargo un brazo en el frio y lujoso mármol de la pared viendo sus uñas negras y aquel sello. Intento tallar el sello como si con eso fuera a borrarse sin embargo no sucedió absolutamente nada. Después de unos minutos salió del baño enredando una toalla en su cintura y la otra la llevo a su rostro y cabello.

 

-¿Uh? ¿Qué es esto?-

 

Retiro la toalla y paso una mano por su cabello ya no era solo un centímetro más largo.

 

Rápidamente se colocó frente al espejo de la habitación y se sorprendió al ver su reflejo alterado, este tenía el cabello muy largo casi hasta la cintura y goteaba empapando el piso.

 

¡¿Que estaba sucediendo?! ¿Por qué había crecido de esa manera? no lo entendía y en ese momento no sabía si realmente quería entenderlo. Golpeo la pared con uno de los puños y con la otra se apretó la cara.

 

-Esto debe tener alguna explicación…-

 

 

Intento calmarse y seco su ahora largo cabello con la toalla y se tiro sobre la cama cubriendo su cara con una mano.

 

¡¿Qué le estaba pasando?!

 

Llamaron a la puerta y después esta se abrió dando paso al mayordomo quien hizo una leve reverencia para ingresar en la habitación con un nuevo cambio de ropa en las manos, mientras le sonreía.

 

Zero lo miro mas no pronuncio una sola palabra. Se fijó en la ropa, era muy parecida a la anterior, un suéter color vino de cuello alto con botones por un lado del cuello hasta el hombro, pantalón negro, botas de montar y abrigo algo largo negro con dobles botones.

 

-Por favor vístase, lo esperare afuera de la habitación Sir Integra quiere verlo-

 

Se marchó de la habitación y Zero se vistió, una vez listo salió y lo siguió rumbo a las largas escaleras donde se encontraba la vampira que los esperaba nerviosa.

 

Entraron de nuevo en aquella habitación, la mujer se encontraba viendo por la ventana con semblante serio.

 

-Integra sama…-

 

Hablo la chica policía acercándose un poco

 

-¿De quién fue la idea?-

 

Walter y Seras miraron a Zero un segundo.

 

-Yo… yo fui quien disparo lo siento mucho es mi culpa.

 

Zero la miro sorprendido.

 

-Suficiente Seras Victoria sé que el verdadero culpable es Zero-

 

El mencionado miro hacia otro lado molesto.

 

La mujer lo miro detenidamente su cabello era muy hermoso y contuvo una pequeña risa.

 

-Walter debiste haberlo detenido, también a esta chica, por causa de ustedes tres tendré que dar muchas explicaciones y alejar a los curiosos del desorden que causaron.-

 

Se sentó tras el elegante escritorio y apoyo las manos sobre este entre cruzándolas con una mirada seria.

 

- Pero sobre todo voy a tener que hablar nuevamente con Penwood para que me mande otro helicóptero y espero que sea igual al que tenía-

 

A esa mujer le preocupaba más el helicóptero que el hecho de haber intentado huir. La miro extrañado y esta lo miro un segundo.

 

-Si tantos deseos tienes de salir de aquí te los concederé, aunque sabes que él no se quedara de brazos cruzados-

 

Zero la miro sorprendido al igual que la chica vampiro y el mayordomo.

 

-Pero Integra sama el maestro...-

 

-Lo se Seras-

 

-Integra sama cree que sea buena idea que…-

 

-Lo prefiero así o terminara volando en pedazos mi mansión-

 

Miro seriamente a Zero y este le sostuvo la mirada.

 

-Walter llévalo al aeropuerto y encargate de los arreglos necesarios-

 

-Entendido-

 

Hizo una reverencia y salió del lugar siendo seguido por Zero y Victoria

 

¿Podría confiar en aquella mujer, realmente lo dejar ir sin más?

 

-Zero… ¿Realmente quieres marcharte?-

 

Pregunto la chica policía mientras miraba el piso.

 

-Si…-

 

La miro, se veía deprimida pero era necesario salir de ese lugar.

 

-Ya veo… pero el maestro.-

 

-Señorita Seras, no creo que debamos entrometernos, es su decisión-

 

La miro el mayordomo sonriendo como de costumbre y esta no muy convencida asintió.

 

 

Al fin saldría de ese lugar no podía creerlo. Se encontraba ansioso por regresar. Esperaba que su maestro y el director aún no hubiesen regresado de la asociación, después de todo iban a tardar en su viaje.

 

Se dirigía al aeropuerto en uno de los autos de lujo que había en la mansión, el mayordomo le había entregado un pase especial.

 

-Espero tenga un buen viaje y regrese pronto-

 

Las palabras del mayordomo antes de que se marchara de la mansión aun pasaban por su mente. Por supuesto que no regresaría, pero la amenaza de aquel vampiro de no dejarlo huir lo ponía ansioso y un atisbo de miedo recorría su cuerpo al pensar en él.

 

 

 


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