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Deseo en San Valentín por CaedesDarkParadaise

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- ¡Severus Potter!- gritó James al entrar a la cocina de su casa en el Valle de Godric.- ¿¡Que demonios me estas ocultando!?

Severus suspiró ahogadamente.

- ¿De que me estas hablando?

- ¡Te vi!- le señalo acusadoramente.- Paseabas con un hombre en el parque.

Este entrecerró los ojos.

- ¿Me estabas siguiendo, James?

- Eh...- se aclaró la garganta.- Ese no es el maldito punto.

James se sentía dolido, furioso, y muy celoso. Su esposo llevaba días despistado y evitando tener algún acercamiento con él. El sexo entre ellos siempre había sido fantástico, nunca tuvieron problemas de ese tipo, pero ahora...

- No estuve haciendo nada sospechoso.- dijo Severus.- Tenemos que hablar, James.

Aquella frase hizo que el corazón de James saltara.

- Sentémonos.- Severus cogió una silla de la cocina, James se quedo de pie, estático.- Por favor, James.

James se sentó en una silla frente a él.

- Aquel hombre es...es..

- ¡Tu amante!- soltó con rabia.

- ¡No!- dijo Severus, enfadado también.- No es mi amante. ¿Me vas a dejar hablar?

- Esta bien.

- Primero dime que hacías siguiéndome.- Severus cuadro los hombros.- ¡James!

- Hace días que estás pero no estas.- se rasco la cabeza.- Joder, Severus. No me tocas, ni siquiera me besas, tampoco te ríes conmigo...ni de mi. Te extraño. Y no es que haya querido seguirte. Necesitaba saber porque volvías a casa tan apagado.

- Lo siento, mucho.- La mirada de Severus se enterneció y beso los labios de James suavemente.- Perdoname, cariño.

- Severus creo que tenemos la confianza para que me digas lo que sientes o lo que te ocurre.- le atrapo la mano y la envolvió entre las suyas.- ¡Por merlín! Llevamos cinco años juntos. Tres años de casados. ¿No crees que es tiempo suficiente?

Severus asintió fervientemente.

- Confio en ti, cariño.- dijo.- No hay nadie en este mundo en quien mas confie.

- Pues dime, si no es un engaño.- suspiró.- ¿Qué es?

- Sabes que toda mi infancia fue un infierno.- James se acercó más a su esposo.- Mi padre era un capullo que nos pegaba a mi madre y a mi. Y que siempre tuve el miedo de que alguien me rompiera el corazón como hizo Tobias con ella.- se enjuago las lágrimas.- Mi familia no era una familia. Hubiera querido que fuera amorosa, de esas que se ríen y discuten juntos. No creí que aquello existiera...Hasta que llegaste tú con tu estupidez Gryffindor.

Potter hizo una mueca.

- Te quiero, James.- y el otro sonrió.- Pero tengo miedo.

- ¿Miedo de que, Sev?

Severus le miró fijamente.

- Estoy embarazado, James.

Esa confesión cambió por completo el mundo de James Potter.

El amor de su vida estaba embarazado de él y aquello solo hacía que la felicidad que sintió aquella noche de San Valentín retornara.

- James...- Severus dio pequeños golpes en su mejilla.- Cariño...yo...Comprenderé si no..

James reaccionó de inmediato.

- No digas tonterías, Potter.- James cogió el rostro de Severus con las dos manos y beso sus labios.- Te amo...Te amo...Te amo, Severus Potter.

Severus Snape, ahora Potter, no había visto tanta euforia en James excepto tal vez cuando aceptó su proposición de matrimonio. Hace cinco años después del baile pensaba que en algún momento se aburriría de él y cuando salió de Hogwarts se encontró viviendo en su casa del Valle de Godric y atado a su cama de por vida.

- Pero Severus.- James paró y tiro de Sev para que se sentara en su regazo.- ¿De que tienes miedo, amor?

- Una familia, James.- le dijo con la garganta seca.- Tengo miedo de formar una familia y que un día despierte y la destroce, James. Como hizo Tobias.

El pecho de James se oprimió al ver la tristeza obnubilar la mirada de su Sev.

- ¿Me amas, Sev?

- ¿Como puedes preguntarme eso? Claro que te amo.- Severus apoyó su frente en la de James.- Mas que a mi vida.

- Entonces nuestra familia será feliz, Sev.- Severus no lo comprendía.- Tobías no sabia amar. Y el amor de tu madre era unilateral. Tú amabas a tu madre, pero también le guardabas rencor por que dejaba que ese desgraciado te pegara y la pegara a ella. Pero nuestra familia es distinta.- acarició su mejilla.- Yo te amo y amo a nuestro bebé. Tu me amas.- Snape asintio.- Amas a nuestro bebe, ¿verdad?

Severus murmuró un sí con los ojos llorosos.

- Mucho, James.- reitero.- No sabes cuanto.

- Entonces no tienes que preocuparte de que te conviertas en un monstruo como tu padre.- Sev se sorbió la nariz.- Tú sabes lo que es el amor y eres más que correspondido.

Y se besaron con un ardor que dejó una sensación excitante entre ellos.

- ¡James! ¿¡Que ha ocurrido!? Sirius me contó...- Remus Black entro a la cocina con un Sirius agitado.- Lo siento.

- ¿Que ha ocurrido, James?- Sirius avanzó hasta ponerse a la altura de su esposo.- ¿Es verdad que Severus te ponía los cuernos?

- ¡Sirius/Black!- dijeron los tres en la cocina más otras voces que salieron de la puerta trasera de la cocina.

- Lily, Peter, Crouch, Malfoy, ¿Que haceis aqui?- Un Peter embarazado de cinco meses entró por la puerta trasera de la mano de Bartemius Crouch y a su lado estaba la pelirroja un tanto llorosa y también muy embarazada seguida de su platinado esposo Lucius Malfoy.- ¿Habéis escuchado todo?

- Yo no quería, pero...- Y saltó para abrazar a James y a Severus.- ¡Maldita sea, James! Si no quisieras tanto a Sev y si yo no quisiera tanto a Sev me hubiera casado contigo.

- ¡Lilian!- gruño Lucius Malfoy, molesto.- ¿Que demonios dices?

- Es broma, amor.- rodeo su cuello con los brazos y le dio un beso apasionado que Lucius convirtió en posesivo.- Yo solo te quiero a ti...en mi cama y en mi corazón.- susurró en su oído. Y Lucius sonrió arrogantemente.

- ¿Entonces lo habéis arreglado?- Peter sonrió al verlos asentir.- ¡Felicidades, muchachos!

- ¿Porque?- Remus abrió los ojos mientras que Sirius parecía confuso.- No entiendo nada.

- Eres tonto, Black o te entrenas.

- A callar, Snape.- A pesar de que Sirius no lo aceptara todos sabían que había llegado a apreciar a Severus e incluso a quererle.

- Estas tonto, Sirius. Esta embarazado.- Remus les abrazo con fuerza.- ¡Felicidades, chicos!

Una coreo de felicitaciones resonó en la cocina de los Potter.

- ¿Un bebé Potter?- Sirius sonrió.- ¡Por merlín!

- Una cosa, Sev.- James se puso pensativo.- ¿Quién era ese hombre con el que paseabas?

Severus frunció el ceño.- Ah.- recordó.- Era Rosier.

- ¿¡Rosier!?

- Es mi magicologo. Él revisara mi embarazo hasta que termine.- le explico.- Ni siquiera le había reconocido al llegar a la consulta. Y él si lo hizo.- James gruñó.- Me pidió perdón por lo de hace años. Me invitó a tomar algo y acepte.- Severus beso la mejilla de su esposo gruñón para tranquilizarle.- Estuvimos charlando y me contó que estaba casado y tenía dos hijos. Al parecer su esposo es un hombre de armas tomar y por él se volvió fiel.

- Maldito Rosier.

- Por eso se me hacía conocido.- murmuró Sirius.

Craso error.

- ¿¡Así que era eso lo que hacías en la mañana!?- rugió Remus.- Apañar las tonterías de James.

- Tranquilo, Rem.- intento abrazarle pero Remus se escurrió.- No hice nada malo. Están felices ahora

- Uhmm.- y se dejó besar a regañadientes.

- Ya sabéis un tonto.- Lucius señaló a Sirius y luego a James.- Sigue a otro tonto.

Bartemius se carcajeo, y Peter le miró con una sonrisa.

- Muy gracioso, Malfoy.

- Oye Sirius.- Peter miró a todos lados de la cocina.- ¿Y Teddy?

Remus hizo lo mismo que Peter y luego fulminó a su esposo con la mirada.

- Black.- Sirius se puso pálido.- ¿Dónde está tu hijo?

- Eh...Ahora vuelvo.- y desapareció de la cocina.

- Estos dos me van a matar.- se apoyó en la silla.- El otro día Sirius perdió al niño en nuestra propia casa.

- Ya sabes como es mi hermano, Rem.- Regulus Black se apareció en la cocina y detrás de él venía Thomas Riddle cargando bolsas de comida.- Hola a todos.

Riddle masculló lo mismo y dejo las bolsas en la mesa.

- Ahora viene Arabella.- les informo.

- Con su osito amoroso.- dijo Bartemius burlón.

Para todos había sido una sorpresa ver a la arrogante y hermosa Arabella Zabinni entrar al comedor la noche de San Valentín colgada del brazo de un Hufflepuff tan poco convencional como Amos Diggory, quien contemplaba con adoración a su acompañante. La sorpresa fue a peor cuando decidieron casarse al salir de Hogwarts.

- ¡Lo encontré, Moony!- Sirius Black traía a su pequeño hijo de dos años de ojos grises y cabello castaño moviéndose hiperactivamente.- Este mocoso estaba intentando ir a casa de los Nott en busca de los gemelos pelirrojos.

- Teddy.- Remus regaño a su hijo por hacer lo que no debía.- Me tienes que pedir permiso.

- Perdón, papi.- le puso ojos de cachorrito que había aprendido de Sirius.- Perdon, papa.- Sirius le revolvió el pelo.- ¡Papa!

- ¿Se puede saber qué ocurre aquí?- La bella Arabella Zabinni vino de la mano de su sobrino Cedric Diggory y luciendo una tripita de cinco meses.- Amor.- Amos, vestido elegantemente por la propia Arabella, vino tras ella.- Tenemos hambre.- ronroneo.

Amos, ablandado bajo los efectos de Arabella, sacó su varita y al ver la comida en la mesa invoco unos platos.

- ¿Que demonios haceis aqui? ¡Gorrones!- chilló Severus.- Qué más da. ¡A comer!

- ¡No te tragues todo, Sirius!- James le dio un golpe en la cabeza.- Lunático mira a tu esposo.¡Tu también Teddy!

- Niños.- carraspeó Remus.

Gryffindors, Slytherins y Hufflepuff se sentaron alrededor de la mesa de los Potter riendose del regaño que Sirius y Teddy recibían de su papi y esposo.

No había nada mejor.


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