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Lágrimas de plata por Zero Shiro Rose

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Notas del capitulo:

¡¡¡¡Holiiii!!!!

Y aquí esta la conti!!!! Bieeeeeeennnn!!!!

Estoy que me muero de sueño, entre que ayer me acosté a las tantas y hoy me he levantado a las 8, no se si he llegado a dormir 4 o 5 horas, así que no se si he hecho alguna falta garrafal o no, perdonadme, mañana lo revisaré de nuevo.

Bueno, espero que os guste mucho el capitulo!!!

 

Al día siguiente…

La música inundaba el gran salón del trono, decenas de jóvenes vampiros charlaban animados con los uniformes de gala de la Guardia Real, las pruebas habían terminado, y con ellas la tensión y el extraño sentimiento de traición entre compañeros para ganar un puesto entre los miembros de tan importante institución.

Zero estaba recargado sobre una columna con pose relajada, pero en realidad, todos sus sentidos de cazador estaban alertas ante la gran cantidad de vampiros de alto nivel que lo acompañaban en la sala.

“¿Hasta cuando vamos a estar esperando?” pensó irritado mientras miraba hacia el trono vacío.

-¡Hey, hey, hey!- gritó un joven justo delante suyo-¿Qué haces tan solo? ¿No te alegras de haber pasado las pruebas?- era un chico de su misma edad, puede que un año más viejo o más joven que él, su cabello negro estaba recogido en una cola baja que le llegaba hasta la cintura y sus ojos azules claros, tenían una chispa de diversión que Zero llevaba tiempo sin ver.

-Un noble…- murmuró.

-Sip, mi nombre es Iulus Sapphire, un placer en conocerte, pequeño Nivel-D -contestó con una sonrisa, Zero frunció el ceño y el vampiro levantó las manos preocupado- A-a-ah, lo siento, no quería ofenderte, me parece genial que hayan vampiros de todas los Niveles dentro de la GR y se acabe ya la fama de super elitistas que tiene este sitio y… bueno, te he llamado pequeño porque apenas aparentas 20 años.-

-Tengo 19, además tú aparentas menos que yo.- contestó Kiryuu a lo qué el joven sonrió.

-Jajajaja, ¿Con que así es el carácter del nuevo hijo de Aevum-san eh? jajaja que divertido- comentó feliz el peli negro- Respondiendo a tu acusación sobre la edad, sip puede ser lo que dices pero lo mío como tú muy bien has dicho, es solo apariencia, en realidad tengo 129 años.- calculó con los dedos- Más o menos tendría unos 23 años en edad humana.- concluyó satisfecho.

Zero iba a preguntar cómo diablos ese vampiro sabía de su relación con Sors; cuando el anuncio de entrada del rey llenó todos los rincones del salón, y desde la esquina derecha del podio sobre el qué estaba el trono apareció Regis vestido con su traje negro y la capa también negra hasta sentarse en el trono; a su lado derecho se situó Cor con el mismo traje de gala que los jóvenes vampiros y en su costado derecho estaba su inseparable katana.

-¡Hoy es un día especial!- empezó con voz seria y profunda- Hace una semana empezaron las pruebas de acceso a la GR para las que os preparasteis durante años en la Academia, de los cientos que erais, solo vosotros habéis logrado superarlas, y por ello quiero felicitaros.- Dio una mirada evaluativa por toda la sala- A medida que oigáis vuestro nombre, acercaos al trono para que el rey dicte vuestro papel en la GR, vuestros puestos corresponden con vuestras cualificaciones en la última prueba; la batalla cuerpo a cuerpo contra un miembro veterano de la GR.- terminó su discurso antes de abrir un sobre con la lista de todos los vampiros presentes.

-¡Ay va! Espero qué no hayas desaparecido cuando vuelva, plata-chan- dijo Iulus antes de correr al podio tras ser llamado.

“Estúpido chupa sangre ¿Cómo diablos sabía sobre Sors? Oh no, ahí vuelve” Pensó Zero.

-¡Plata-chan, plata-chan! Me han asignado como parte de la guardia de palacio, no está mal para haber quedado tercero en el ránking de mejor puntuación ¿verdad?- dijo con una sonrisa orgullosa y golpeándose el pecho.- Pero es raro, a ti aún no te han llamado, y yo siempre he sido el último en la lista de la Academia- dijo pensativo

-Ya lo he oído, tch, no hace falta que grites todo lo qué te pase.- contestó desganado.

-Kiryuu Zero- resonó por toda la sala acallando las voces alegres de todos los presentes, nunca antes habían conocido a nadie con ese nombre en la Academia.

Zero chasqueó la lengua, y se despegó de la columna para ir al podio dejando a Iulius un poco desorientado, subió las escaleras bajo la atenta mirada de todos y arrodilló una pierna delante del trono de Regis (Sors y Cor lo habían coaccionado antes de que empezara el evento).

-Kiryuu Zero, cazador de vampiros y vampiro Nivel-D.- dijo Regis levantándose del trono con los murmullos de sorpresa de fondo- Tú, que fuiste el tercero al mando de la GN, peleaste bajo sus principios y sobreviviste a la última batalla, recomendado por el comandante general y jefe de toda la Guardia Real, Cor, como miembro de primera categoría tras batallar con él…- los murmullos se hicieron más fuerte, pero se detuvieron cuando el Rey alzó una mano.

- Desde hoy en adelante, serás miembro del Círculo Interno de la Guardia de Palacio y el encargado de la seguridad de mi único hijo y heredero al trono.- le extendió otra medalla, esta era plateada con forma de espada, muy detallada y con incrustaciones de pequeños zafiros en el mango de la pequeña figurita.- Alza tu rostro y porta con orgullo tu puesto.-

Zero se levantó, se giró y miró a la multitud que se extendía ante él con el rostro inexpresivo pero con un brillo de precaución en sus ojos… A partir de ese momento, su nueva vida empezaba.

Durante el ágape de la fiesta… pequeño salón privado…

-¿Podría repetir cuál es mi deber?- preguntó Zero irritado y con una venita en la frente.

-Te encargarás de la protección de mi hijo.- concluyó muy feliz el Rey, aunque no lo mostrara su rostro, Cor lo miró escéptico y el rey explicó- Piénsalo como si fueras su guardaespaldas personal, lo acompañarás a todos los actos y procuraras que no se meta en líos.-

-Vamos, que seré su niñera.- concluyó el peli plata ganándose una mirada divertida del rey y otra enfadada de Cor.- No me mires así, es la verdad.- le dijo a Leonis.

-Mi hijo es muy irresponsable Kiryuu-kun, es un buen chico, educado, inteligente, fuerte y digno sucesor, pero no por ello deja de ser un adolescente y tener sus rabietas puntuales.- explicaba el Rey- por ello necesito que lo controles, tú eres poderoso y además qué limites un poco esas rabietas.-

-Pero para eso ya está Gladiolus Amicitia, él ha sido siempre el guardaespaldas del príncipe.-

-Exacto, siempre ha sido él, y por ello le permite sus desplantes, se han convertido en grandes amigos y aunque eso está muy bien, mi hijo necesita mano dura hasta que entre en razón.- lo miró- Tú no tienes miedo a decir lo que piensas ni aunque sean tus superiores, según los informes de Rogelius, muchas veces desobedecías sus órdenes por otras que tu creías mejores. Tienes mano dura, mucha convicción y eres firme con lo que dices… Eres lo qué necesito para mantener a mi hijo bajo control.- luego recordó algo- Además, Gladiolus ha sido ascendido a jefe del Círculo Interno de la Guardia de Palacio, así qué no tienes qué preocuparte por él.-

Zero se llevó las manos a la cara y suspiró exasperado, estaba a punto de negarse, pero recordó la actitud hipócrita y fría de Kuran y pensó, que tal vez podría cambiar la actitud del heredero para que no fuera como la del castaño, dudaba mucho conseguir algo pero por lo menos lo intentaría.

-Ya está decidido ¿No? Entonces sea-

Regis asintió y entonces el sonido de apertura de las puertas de mader hizo que la vista de todos se dirigiera a esta. Zero abrió los ojos desmesuradamente, era el joven de cabellera negra-azulada de la fiesta y el que posteriormente lo había recogido en sus brazos en el hospital; este se acercó al lado de Regis sin prestarle atención y el rey dijo.

-Kiryuu-kun, te presento a mi hijo y heredero del trono de Lucis, Noctis Lucis Caelum.- el joven dirigió su mirada a donde estaba Zero, y al verlo brilló en sus ojos la sorpresa por unos breves segundos antes de volver a la expresión fría.- Hijo, él es Kiryuu Zero, tu nuevo guardaespaldas.- presentó antes de retirarse de la pequeña estancia con Cor.

-¡No me puedo creer que tú seas el príncipe!- gritó Zero con los dientes apretados- Tampoco me esperaba gran cosa y ahora que lo pienso creo qué ese papel de chico cool y frío te encaja como anillo al dedo.- soltó una risa sin humor- ¡Eres un maleducado, un hipócrita y un falso de mierda! ¡Estúpido príncipe sangre pura, TODOS SOiS IGUALES!- gritó con rabia acumulada.

-¿Es así como agradeces a la persona que te salvó de hacer el ridículo dos veces?- comentó Noctis con una voz profunda y carente de emociones- Una en la fiesta de hace un mes y la segunda el otro día en el hospital.- Lo miró sin expresión- No eres quien para insultarme cuando tu tampoco me respetas.-

-Yo respeto a quien se lo merece, y tú no has hecho nada por lo que deba respetarte- entrecerró los ojos- Te di las gracias cuando me recogiste en ambas ocasiones y tu simplemente lo ignoraste y encima me miraste por encima del hombro-

-Pensé que solo eras un sirviente, un Nivel-D.- se cruzó de brazos y se recargó sobre una pared.- Si hubiera sabido que eras alguien no hubiera dudado ni un segundo en responderte. Aunque sigo sin saber cómo has llegado hasta un puesto tan alto, ¿Acaso-?- No continuó cuando el peli plateado apuntó su pistola contra la frente del azabache y le quemó un poco la piel, Zero lo tenía acorralado contra la pared.

-Eres un idiota- lo miró sin una pizca de emoción- ¿Sabes? Yo no trabajo aquí por gusto, es más, lo qué más deseo ahora mismo es estar lo más alejado posible de tí, odio la realeza vampírica, todos unos hipócritas y fríos sin sentimientos, manipuladores, embusteros y sin sentimientos…- nombraba todos los defectos de cierto castaño con ojos borgoña- Sí, tu eres igual, la perfecta sanguijuela que me enseñaron a cazar- al ver el brillo de confusión qué atravesó por un milisegundo los ojos azules del príncipe, sonrió.

-Oh… ¿No lo sabes? Bueno, permíteme qué me presente correctamente.- Mi nombre es Kiryuu Zero, descendiente de una larga familia de cazadores de vampiros, yo mismo soy considerado como un prodigio desde el día en que nací, he cazado a cientos de tu especie incluyendo a dos sangre pura- se le acercó al oído y le susurró con prepotencia- y desde hoy en adelante… tu guardián.-

Se alejó de él con calma, y justo cuando estaba por salir de ese sitio se giró y dijo.

-Espero que me pongas las cosas difíciles, así tendré motivos y excusas para poder dispararte, y si no, lo haré también.- concluyó dejando solo al príncipe.

Noctis se quedó mirando la puerta por la que había salido el joven peli plata durante unos minutos, nunca antes nadie lo había amenazado con un arma y por un momento, realmente pensó que ese chico apretaría el gatillo y su vida terminaría allí.

Sonrió, se llevó una mano al pecho y comprobó que los latidos de su corazón llevaban un ritmo frenético. Por primera vez en muchos siglos había experimentado un sentimiento distinto a la apatía y eso le gustó; la mirada desafiante de esas amatistas; el labio fruncido en un acto de superioridad; la pose tranquila y despreocupada con la que se dirigió a él; sus palabras mordaces y afiladas para hacerle daño sin importarle que él fuera su príncipe… pero sobre todo le encantó la facilidad con la que lo acorraló y amenazó con su arma, como lo pilló desprevenido.

“Eres alguien realmente interesante Kiryuu Zero… No puedo esperar a que llegue mañana y nos volvamos a encontrar…” pensó antes de reír en voz baja. “Creo que por primera vez desde hace mucho tiempo me emociono por algo tan sencillo.”

3 semanas después…

“Esto se esta volviendo una rutina, ya me va a oír ese intento de príncipe.” Pensó el peli plata con exasperación mientras aceleraba su paso por los los largos y lujosos pasillos del palacio Caelum, miró su reloj de muñeca, las 07:03 am, gruñó y caminó hasta detenerse frente a una gran puerta doble de madera oscura, casi negra.

-¡¡¿SABES ACASO QUÉ HORA ES?!!- gritó entrando en la enorme habitación sin molestarse en llamar. Las pesadas cortinas impedían que la luz del sol se filtrase por las ventanas, las abrió y toda la luz solar invadió la estancia revelando una gigantesca habitación de suelo de mármol blanco con pequeñas columnas, detalladas con espirales de oro, qué se alzaban hasta el techo, había varios muebles como el gigantesco escritorio negro, o los cómodos sillones acolchados qué rodeaban una pequeña mesa de cristal negro; al fondo de la habitación habían otras dos puertas, una era el vestidor y la otra un baño privado, ambas enormes también.

En el centro de la habitación había una gran cama, gigantesca y rodeada por un dosel  con cortinas de gasa negras; las sábanas de ese mismo color formaban un bulto entre medio de ellas y  varios de los numerosos cojines qué había en el cabezal, estaban en el suelo.

-¡¡DESPIERTA, ESTÚPIDO PRÍNCIPE!!- gritó Zero enfadado antes de tirar de las sábanas de golpe.

Bajo estas se reveló el impresionante cuerpo desnudo del príncipe, fuertes brazos con músculos bien tratados, los definidos pectorales, el notorio paquete de seis que poseía y de cintura para abajo llevaba unos pantalones de dormir de color azul oscuros; hizo una pequeña mueca de incomodidad por la repentina entrada del sol, y tras varios parpadeos rápidos abrió sus impresionantes ojos zafiro a la vez que una pequeña y pícara sonrisa se asomaba por sus labios.

-¿Ves algo que te guste?- preguntó al ver la cara sonrojada de Zero, este le lanzó las sábanas a la cara antes de contestar.

-Baka, ¡¿Cómo puedes dormir desnudo?! ¡¡Eres un príncipe por el amor de dios!! ¡¿Que pasa si algún enemigo entra en tu cuarto y te ataca?!- Noctis se sentó en el borde de la cama y trató de peinar sus cabellos con su mano derecha.- ¡Ponte algo!-

-El único que tiene la culpa eres tú así qué no te sulfures, siempre entras en mi cuarto sin avisar- lo miró y volvió a sonreír.-Al final voy a pensar que lo haces para verme desnudo, a eso se le puede considerar acoso ¿No?-

-Vete. A. La. Ducha ¡¡YA!!- gritó Zero rojo como un tomate, aunque Noctis no sabía si era por vergüenza o por enfado. Con toda la parsimonia del mundo, se levantó de la cama  y entró en el baño.

Cuando Zero oyó el suave del pestillo, suspiró y se llevó una mano a la frente, desde el primer día que empezó a trabajar como guardaespaldas de ese tipo las cosas habían cambiado con el alto azabache.

Se había vuelto más hablador, sarcástico, irónico y siempre con una réplica a los comentarios de Zero (Aunque el peli plata seguía teniendo la última palabra), utilizaba cualquier situación para avergonzar al más joven, y por el brillo qué Zero veía en sus ojos, el príncipe disfrutaba de ver a Zero en una situación comprometida.

El sonido de la puerta al abrirse hizo que el miembro de la GR se girara y se encontrara con el cuerpo del azabache apenas envuelto con una pequeña toalla blanca alrededor de la cintura, la piel clara del más alto estaba aún algo húmeda y varias gotas caían de su cabello pasando por su piel.

-¿Otra vez Kiryuu?- Zero frunció el ceño y le tiró a la cara la camisa que debía ponerse hoy, la cual Noctis no pudo esquivar a tiempo.

-Vístete y ve a desayunar, nos vamos a las 8:30 am- fue lo único que contestó antes de salir del cuarto dando un portazo.

La mañana pasó bastante rápida, con Zero acompañando a Noctis a todos los actos y deberes que tenía que hacer, discutiendo con él cuando este quería escaquearse y con varias amenazas de muerte si no acababa todas sus tareas o se saltaba el horario que tenía.

Al final del día, la cena familiar entre el príncipe y el rey en el segundo o tercer salón de banquetes (Zero aún se perdía con los nombres de las estancias), era una sala con el suelo de mármol negro y columnas finas del mismo color y material que hacían de soporte de la sala, los capiteles de estas simulaban palmeras negras y a lo largo de la columna habían esculpidas con gran detalle pequeñas enredaderas que simulaban la planta, la pared izquierda estaba compuesta por grandes ventanales con grandes cuarterones separados por finas tiras de plata qué tenían intrincadas decoraciones.

A lo largo de las otras tres paredes, además de los guardias de palacio habían diversas plantas verdes qué daban algo de color a la estancia; del techo colgaba una enorme y hermosa lámpara de araña y bajo esta una gran mesa de madera negra pulida con más de 20 asientos, pero solo las cabeceras de la mesa estaban ocupadas por Regis y Noctis.

-Me alegra saber que estas últimas semanas estás cumpliendo con tus deberes.- comentó el Rey antes de tomar un pequeño sorbo de su copa- Estás demostrando una actitud muy madura y eso me alegra.-

-Sí bueno, es fácil cumplir el horario si tienes a alguien detrás gritando cada vez que llegas tarde, aunque solo sea un minuto, a algún sitio.- contestó Noctis.

-¿Gritando?- preguntó perplejo el Rey- No sabía que Miss. Aleana te gritara, tal vez deba hablar con ella.- el príncipe sonrió.

-No padre, ella sigue siendo igual de modesta que siempre. Hablo más bien de cierto guardia peli plata rebelde y sin conocimiento alguno por sus superiores.-

-¿Te refieres a Kiryuu-kun?-

-Sí, y no solo me grita también tiene un amplio arsenal de insultos, algunos increíblemente creativos, otras veces, si no llego a tiempo al auto, me hace correr tras él hasta alcanzarlo o hasta que cree que es suficiente martirio- enumeraba Noctis- ¡Oh! Y su método favorito… amenazarme con, según su expresión “Pegarme un tiro entre ceja y ceja o meterme una bala por el culo” con la pistola en mano y el dedo en el gatillo.- acabó antes de beber de su copa.

Regis estaba asombrado ante las distintas formas del joven cazavampiros para tratar a su hijo, por su parte, los guardias de palacio, además de asombrados y divertidos, temían por la integridad física del joven si el Rey la tomaba con él.

-Ya veo…- dijo Regis antes de limpiarse los labios con su servilleta de seda- Kiryuu-kun, acércate.- Zero salió de entre los otros guardias hasta colocarse en el lado izquierdo del Rey. -¿Es cierto lo qué dice mi hijo?- Zero asintió.-Explícate y se honesto con tus palabras.-

-Su majestad, el príncipe es un hombre perezoso, maleducado, orgulloso, grosero, impuntual y desobediente.- dijo con voz neutra para asombro de todos.- No voy a negar que he hecho todo lo que él ha dicho, porque sí, lo he hecho y no me arrepiento.-

-Si empezamos así, Zero, y también puedo decir que eres terco, cabezota, gruñón, orgulloso, insubordinado, malhablado, vengativo, de genio fácil, rencoroso, y con una larga lista.- dijo Noctis recostado en la silla.-Además de ser una persona muy fácil de chinchar.-

-No empiece, su alteza, porque entonces puedo asegurar qué si yo soy terco usted lo es más, tengo que sacarlo arrastras de la cama cada día, y muchas veces el desayuno lo ha de comer en el coche.-

-Porque no me dejas venir a desayunar.- replicó de forma infantil.

-Porque entonces llegaríamos tarde y su fama de ser impuntual se haría aún mayor-

-Si no me amenazaras tantas veces con la pistola tal vez me diera más prisa- resopló- Ya temo por mi vida cada vez qué el sol sale de nuevo por la ventana.-

-Oh por favor, no se haga el víctima, es un sangre pura, se asusta de una simple pistolita, que decepción- contestó Zero con burla- Además no le amenazado tantas veces al día, mi máximo está en 20-

-16 esta mañana y 13 desde después de comer hasta la hora de la cena, eso hace 29, superaste tu límite- replicó el príncipe con los brazos cruzados sobre el pecho y una sonrisa burlona en los labios.-

-¡Vaya! ¿Solo 29? No se preocupe, de seguro mañana supero el nuevo record de hoy- replicó Zero, Noctis iba a decir alguna otra cosa cuando Regis levantó una mano y detuvo la infantil pelea entre ambos jóvenes.

-Veo qué ambos se llevan muy bien, incluso parecen amigos.- dijo con los ojos entrecerrados y las manos cruzadas sobre el regazo.

-¡¿Amigo suyo?!  ¡¡JAMÁS!!- dijeron a la vez, cosa que hizo qué tanto a los guardias como al rey les cayera una gotita estilo anime.

-Kiryuu-kun- dijo el Rey con voz seria, cosa qué llamó la atención de todos y creó un tenso silencio en la sala hasta qué- Debo felicitarte por tu arduo trabajo para con mi hijo, las noticias que me llegan sobre su comportamiento me llenan el pecho de orgullo y reafirma mi convicción de que Noctis será un Rey magnífico tras mi muerte.-

-¡¡OTOU-SAMA!!- gritó Noctis levantándose de la silla, la tensión en la sala ahora se mezcló con un aura pesimista y oscura que llegó a los corazones de todos.

-Son unas hermosas palabras, su Majestad- dijo Zero para sorpresa de todos- sin embargo, y como ha podido comprobar, el príncipe aún tiene un largo camino por recorrer antes qué preocuparse por el trono, sobretodo ha de centrarse en su comportamiento impetuoso e infantil.- lo acribilló con una mirada de la cual salían cientos de dagas invisibles- Por ello usted seguirá en el trono por varios milenios más, su hijo es alguien muy difícil de corregir.- acabó con una sonrisa para el Rey.

-Ya veo, entonces Noctis, apurate en aprender todo lo necesario y no tardes tantos milenios, si no, mis nietos nunca llegarán a ser Reyes.- contestó con una sonrisa divertida.

El aura oscura qué abarcaba la sal se disipó rápidamente tras esa simple conversación entre Zero y el Rey, el chico había logrado cortar fácilmente la tensión entre padre e hijo sobre ese tema (el cual siempre se quedaba en el aire), facilidad que impresionó a muchos, pero como habían podido comprobar a lo largo de esas últimas semanas, Kiryuu Zero no era alguien normal.

“Maldito seas inútil Nivel-D” fue el pensamiento que pasó por la mente de alguien.

En casa de Sors y Zero…

-¡No sabes lo insoportable qué es ese tipo! ¡Aaagh!- se quejó Zero antes de dejar caer los brazos sobre la mesa y ocultar su cabeza entre estos.

-¿Otra vez con el mismo tema?- Preguntó Sors desde el sofá- ¿Y que es lo qué nuestro príncipe ha hecho esta vez?- preguntó con una sonrisa y un brillo divertido en sus ojos rojizos desprovistos de gafas.

-¡Se ha quejado sobre mis métodos delante de su padre, en medio de la cena!-

-No veo qué tiene de malo, el Rey te contrató para que ayudaras con el comportamiento del joven Caelum, y mientras lo logres, dudo que le interese la forma en que lo hagas-

-¡Uuugh! No lo entiendes, se ha burlado y esta me la pagará- con sus manos estrangulaba el aire imaginando que era el cuello del príncipe.- Por suerte mañana es domingo y no tendré que verlo-

Sors suspiró y negó con la cabeza suavemente, pero con mucha alegría al ver al peli plata lleno de vitalidad de nuevo, miró el reloj y dejó el libro qué estaba leyendo sobre la mesa.

-Zero, es la hora- el más joven frunció el ceño antes de levantarse y sentarse al lado del vampiro mayor, este se remangó la camisa hasta el codo y limpió la zona de la muñeca con un poco de agua, luego se la tendió a Zero.

Este miró con un poco de reticencia la carne qué se exponía frente a él, pero tras una mirada severa por parte del oji rojo, suspiró y se acercó la muñeca a la boca, extendió sus colmillos y los clavó suavemente en la vena de la muñeca izquierda; la espesa y caliente sangre de Sors bajaba por su garganta sin prisas, tenía un ligero sabor parecido al chocolate caliente, poderosa y calmante.

Cuando el mayor golpeó con un dedo su hombro derecho, el peli plata retiró sus colmillos sellando la herida con la lengua, tal y como le había enseñado el médico y se retiró un poco. Sors le agarró entre la mejilla y la barbilla y le limpió los labios con una suave servilleta blanca, una vez limpio asintió y le revolvió los cabellos.

-Mañana me marcharé a un congreso en Galahd, en principio regresaré en dos semanas, te he dejado sangre en la nevera y los sirvientes ya saben cuando debes tomarla.-

-¿A qué hora te vas?- preguntó entre preocupado y curioso.

-A las 05:00 am saldrá el coche que me llevará al aeropuerto, de allí hasta Galahd.-miró el reloj y dijo.- Y vete ya a la cama, mañana tienes trabajo en la cafetería- dijo con el ceño fruncido.

-Ya se que no te hace gracia, pero así consigo unos ahorros.-

-No necesitas trabajar, puedes usar el dinero de la cuenta de casa.- replicó Sors con el ceño fruncido- Ahora y para siempre serás mi hijo y heredero, todo lo mío es tuyo, así qué no temas en usarlo.- dijo antes de levantarse del sofá y darle un beso a Zero en la frente.- Buenas noches Zero.- y se fue del salón.

-¡Hey espera, que yo también me voy a dormir!- gritó para correr tras él con una cálida sensación de confort recorriendo su cuerpo.

Notas finales:

¡¡¡Y con esto... Nos vemos en el próximo capítulo!!!!

En el anterior cap avisé sobre los "qué" no se como arreglar lo del corrector, intento fijarme, pero puede que muchos se me escapen, pk cuando una escribe súper motivada no se fija, lo de arriba, mañana corrijo, hoy a dormir.

Bye bye. (besitos muac, muac)


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