Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lágrimas de plata por Zero Shiro Rose

[Reviews - 239]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Loooooo Sientoooooooooooooo muchoooooooooo!!!!!

¡¡SIENTO MUCHO NO HABER ACTUALIZADO ANTES Y DEJAROS SEMANAS COLGADOS Y SIN NOTICIAAS!! ¡¡BUAAHH!!

¿Recordais esos problemillas de los que os hablé?  Pues estas semanas me he dedicado a ellos, y al fin se han solucionado, temporalmente, y puedo volver a dedicarme por completo a este fic y a todos ustedes.

Vuelvo a decir que lamento muchísimo esta desconexión por mi parte, pero prometo que en estas dos semanas nos pondremos al día rápidamente, por suerte mi ingenio ha tenido minutillos sueltos para trabajar y he podido ir escribiendo fragmentos, pero hasta ahora no he podido enlazarlos, editarlos (parecía lenguaje indio, lo juro, me ha costado entenderlo hasta a mí) y de ahora en adelante publicarlos.

PD: al final el fic se convertirá en serie (muy probablemente) puesto que, como sabéis, me gstan mucho las descripciones y centrarme en ciertos detalles y... el fic se alrgará muchísimo con toddo lo que tengo planeado, pero no preocuparos, cuando eso suceda os avisaré.

Bueno, me callo ya, disfrutad del capitulo y nos vemos abajo

-¡¡¿Dónde diablos está?!!- retumbó un grito por la solitaria biblioteca- Malditos libros prehistóricos ¡AAH!- gritó exasperado un joven mientras se revolvía sus cabellos castaños antes de dejar caer su cabeza sobre el polvoriento libro frente a él- Todo esto es inútil.- se quejó de forma lastimosa.

-Shhhhhhhh- se oyó a sus espaldas, se giró y en una esquina estaba ella, la gerente de la biblioteca, mirándolo de forma amenazante tras el brillo de sus gafas.

Hacía ya una semana desde que él y su maestro habían iniciado el plan, Yagari tomaba misiones complicadas de forma continuada, de forma que le diera tiempo al castaño de encontrar algún indicio sobre la barrera que cubría la zona oeste de la ciudadela cercana a la Academia.

-Nada, en estos asquerosos libros no hay nada de nada.- gruñó enfadado mientras se levantaba, cogió el libro y lo llevó de vuelta a su estante.

La biblioteca de la Asociación consistía en un edificio subterráneo de seis plantas, a las cuales se accedía dependiendo el rango y posición de los cazadores; la primera planta era abierta a todas las edades, y contenía sobretodo libros de instrucciones acerca del mantenimiento de las armas, hechizos básicos, la historia de los cazadores y libros teóricos sobre lucha cuerpo a cuerpo, como aprender a dominar la energía vampírica de los cazadores y cómo detectar a un vampiro.... entre otros.

La segunda planta, también era abierta a todas las edades, pero los más pequeños debían ir junto a la compañía de un adulto, en esta sección se profundizaba en el dominio de los hechizos, las distintas tácticas que tenían las armas de los cazadores en combate, y sobretodo, los sello y el contacto con el mundo espirituals; estos eran la estrella de la planta, explicaban todo tipo de sellos hasta el Nivel 3, necesarios para poder pasar el exámen de ascenso a cazador médium y las distintas fases que debía dominar un cazador para poder moverse por el mundo de los espíritus y la oscuridad sin sufrir alguna posesión o herida causada por estos seres.

La tercera planta estaba dedicada a los vampiros, única y exclusivamente a los vampiros, su forma de vida, su sociedad y costumbres, sus leyes, forma de gobierno, tratados, historia… todo, incluido su magia, poderes y algunos de sus hechizos. Habían libros sobre cómo combatirlos, puntos débiles y fuertes, y lo más importante, cómo detectar de qué clase eran. En esta sala los más pequeños y cazadores de menor rango, 1er y 2do año de entrenamiento, tenían la entrada prohibida, los adolescentes podían venir solos si tenían el permiso expreso de su maestro, pero preferiblemente debían entrar con algún adulto.

La cuarta planta, la zona central de aquella gigantesca biblioteca, en esta planta se concentraban todos los libros sobre las distintas y numerosas criaturas que habían existido y las que aún sobrevivían, era un lugar poco frecuentado debido a los escasos problemas que estos ocasionaban, la mayoría ya extintos o sellados; alguna vez se habían encontrado con algún caso aislado de hombres lobos o metamorfos, pero eran muy, muy escasos. A esta solo tenían acceso los cazadores en sus tres últimos años de entrenamiento, junto a sus maestros, los cuales solo venían porque en el exámen teórico y práctico de nivel salían estos temas, los adultos que casi nunca la frecuentaban, y los cazadores ancianos y retirados que eran los que más se paseaban por los pasillos de dicho piso, rememorando viejos tiempos de su juventud, donde sucedían más casos sobre esas fantásticas criaturas.

La quinta planta, a la cual solo podían acceder los cazadores  ya adultos, con mínimo 10 años de experiéncia en el campo, y los pertenecientes a la élite. Aquí se profundizaban los temas de la historia a través de libros antiguos, polvorientos, y en más de una vez, carentes de páginas e información; otros explicaban de qué forma surgió la magia y los primeros lugares dónde fue usada por los cazadores; antiguos sellos de gran poder y magnitud y hechizos antiguos, como el caso de Shyllie.

Y por último la sexta planta, con la entrada únicamente destinada a los miembros del Consejo de Cazadores y al mismísimo Presidente. Su contenido era un absoluto misterio para todos, pues estaba prohibido revelar la información que se ocultaba tras esas oscuras escaleras que llevaban a la entrada de dicha planta.

“Tal vez mis respuestas estén allí abajo” pensó el joven mientras contemplaba las antiguas escaleras de piedra qué llevaban a esa exclusiva planta. “Me pregunto si tal vez haya información sobre eso…”

Flash Back

Las iluminadas calles contrastaban con la oscuridad del cielo, al final de la calle, una casa con el salón iluminado daba a entender que sus residentes aún estaban despiertos.

El amplio y confortable salón, estaba adornado con muebles de madera, pulidos y pintados de blanco y colores crema; las paredes beige contenían estanterías repletas de libros y distintas fotografías enmarcadas en cuadros negros; en el centro de la sala se encontraba una pequeña mesa de madera cuadrada, sobre la cual descansaba un hermoso jarrón de lirios que daban vitalidad al salón; a su alrededor habían dos sofás de felpa de color arena y dos sillones de cuero color café; en la pared izquierda de la sala había un gran ventanal con vistas al jardín, y de la pared norte, una pantalla de televisión mostraba la imagen de una hoguera, simulando ser una chimenea, para darle un toque más rústico al hogar.

Sentado en uno de esos sillones de cuero estaba Kaito, con la vista centrada en el movimiento de las llamas y sosteniendo unos papeles entre sus dedos; sus ojos verdosos estaban perdidos en algún lugar muy profundo de su mente, y el silencio que reinaba en la casa solo hacía que el joven se fuera perdiendo cada vez más en ellos.

-¿En qué piensas?- El joven pegó un pequeño salto al oír una voz a sus espaldas, por estar tan consumido en sus pensamientos había bajado la guardia y alguien lo había sorprendido, se giró y dijo enfadado.

-¡Shishou! No vaya asustando a la gente así, casi me da un infarto.- El hombre lo miró con su único ojo visible, y la ceja sobre este estaba alzado, como si dijera “¿En serio?”, seguidamente se quitó el sombrero y la gabardina y los colgó en la percha tras la puerta del salón.

-Es culpa tuya, Kaito, nunca bajes la guardia, ni siquiera cuando estás centrado en tus pensamientos.- le dio una breve lección de nuevo.- ¿Has encontrado algo nuevo?- preguntó mientras se sentaba en el sofá frente al joven.

-Lo mismo que ayer, antes de ayer, y todos los días de esta maldita semana.- se quejó el menor antes de dejar los papeles sobre la pequeña mesa.- Lugar desconocido, nula presencia mágica, tiempos remotos… No información encontrada.- enumeró cansado.

-Ya veo- dijo Yagari serio a la vez que leía los papeles, los dejó de nuevo sobre la mesa, rebuscó algo en uno de los bolsillo de su pantalón, sacó un pequeño trozo de papel doblado, y se lo tendió a Kaito.- Toma, a ver si esto te facilita la búsqueda.- El joven tomó el papelito y lo desdobló con cuidado.

-¿De dónde ha sacado esto, Shishou?- preguntó mientras observaba las distintas marcas que llenaban el papel.

-Del mismo lugar donde encontramos el pendiente.- contestó antes de encender un cigarrillo y acercarse al ventanal, lo abrió y se puso a fumar allí.- De camino aquí me pasé por ese sitio de nuevo, en busca de alguna pista que se nos hubiera olvidado o algo, y encontré ese símbolo esculpido en una roca, es un sello vampírico.-

-¿Y cree que habrá información sobre eso en la Asociación?- preguntó Kaito no muy seguro del plan.

- Estoy seguro de que sí, todo lo que necesitas está en el tercer piso de la biblioteca, allí está almacenada toda la información sobre todos los vampiros.- dijo muy convencido- Mañana volveré a marcharme a otra misión, volveré dentro de dos días, tres como máximo, procura mantenerte alejado de los problemas hasta entonces.-

-Je, shishou, el único que se mete en problemas cuando usted no está es Zero, no yo.- contestó el castaño con una sonrisa y causando otra en el rostro del azabache.

Fin Flash Back

-Esto es estúpido- suspiró derrotado el castaño,se alejó de las escaleras y dejó el libro antes de volver a su mesa; esta estaba repleta de papeles, notas escritas por él de distintos libros y manuscritos, ideas o información relacionada con el caso de Zero y esa extraña magia que envolvía los terrenos cercanos a la Academia, pero tras leer ese último libro, se dio cuenta de qué toda esa información era errónea.

“Definitivamente alguien tiene que volver a leerse todos los libros y hacer limpieza con los que ya no sirvan, o al menos etiquetarlos por antigüedad.” pensó mientras recogía y apilaba todos esos folios en una pequeña columna. “Y luego está esto.” de entre el montón de apuntes, sacó aquel grabado qué le trajo su maestro de las cercanía del acantilado.

Un intrincado sello de color negro, este formaba algo parecido a un trébol de cuatro hojas, pero estas, en vez de ser redondeadas y suaves, eran rombos de espinas, envuelto por diversos trazos alargados, algo así como las astas de un ciervo, las cuales estaban en paralelo entre ellas por un centímetro de diferencia; dentro de las hojas habían runas escritas, unas tan antiguas que ni en los libros más antiguos se mostraban; y en el centro de la figura había una pequeña luna creciente qué desprendía un pequeño halo de luz.

-¿Quién hubiera imaginado que los cazadores tuvieran una biblioteca tan bien surtida- escuchó una infantil voz a sus espaldas, pero Kaito la ignoró al saber que no iba con él, tal vez se trataba de un joven que bajaba con su maestro por primera vez- ¡Ah! Tu eres el amigo de Zero ¿Qué estás mirando con tanto interés?- el castaño alzó el rostro y se encontró con dos grandes orbes azules mirándolo fijamente, se apartó de un saltó y desenfundó una de sus pistolas.

-¡Vampiro! ¡¿Cómo diablos has llegado hasta aquí?! ¡Vuestra entrada a la biblioteca de los cazadores está prohibida, es más ¿Qué demonios haces en la Asociación?!-

-¡Uaaah! ¿De verdad te crees que yo, el gran Hanabusa Aidou, le tendré miedo a un cazador armado? Je, Zero daba mucho más miedo que tú, incluso sin pistola.- dijo orgulloso de su valentía ante el cazador, pero poco le duró al escuchar como el castaño retiraba el seguro.- N-no, no puedes disparar.-

-¿Ah no? Un vampiro de nivel B se encuentra en unas instalaciones exclusivamente para el uso de los cazadores, instalaciones que prohíben el paso a todo ser vampírico, por si fuera poco estás en territorio enemigo y rodeado de cazadores, además de que tu nombre es uno de los más destacados en la batalla contra Rido Kuran, un nombre que puede pasar fácilmente a la lista en cualquier momento.- dijo con una voz tan afilada y cortante como un cuchillo, sonrió de forma fría- ¿Que crees qué pasará si disparo y argumento el hecho de tu presencia aquí, en esta sala? Yo te lo diré, habrá un vampiro menos del que preocuparse y yo habré conseguido un mérito más-

Aidou palideció al ver la seguridad con la que el joven pronunciaba esas palabras, con lo cual alzó las manos y trató de calmarlo, pues sinceramente, veía muy cercana su muerte si no conseguía aplacar al cazador.

“Da miedooo” pensó de forma lastimera a la vez que una gotita le caía por la sien- Calma, calma, no tenemos porqué ponernos agresivos, de veras, jejeje- pero al ver que no funcionaba agregó y el otro empezaba a apretar el gatillo, se cubrió los ojos- ¡Yo solo he venido a acompañar a Kaname-sama!- gritó asustado.

-¿A qué ha venido esa sanguijuela asquerosa a la Asociación?- preguntó con voz venenosa y Hanabusa se destapó el rostro enfadado.

-¡Oye! ¡No insultes a Kaname-sama! ¡Alguien tan indigno como tú ni siquiera merece el honor de encontrarse ni a 50 metros de su presencia!- gruñó antes de pasar a su pose arrogante- Je, los cazadores sois tan estúpidos que ni siquiera sé por qué seguís vivos.- cruzó los brazos sobre el pecho y asintió para si mismo- Exacto, es por la benevolencia de Kaname-sama, así que deberíais darle las gracias y-

BANG

-¡¡Hiiiiiiiii!! ¡Estás loco, sucio cazador, eres igual que Kiryuu, idiota, casi me das!- gritó alterado mientras miraba la pared detrás de él, más concretamente el punto donde había impactado la bala- Por poco y me alcanza.- dijo antes de darse la vuelta -¿Hu? ¿A dónde vas?- preguntó al ver como el castaño se alejaba de la mesa.

Kaito no respondió, simplemente aceleró el paso para perderlo, pero por desgracia, el rubio vampiro se interesó demasiado por sus cosas y decidió que la mejor manera de pasar el tiempo en ese lugar, sería seguir al cazador, en parte también porque no sabía cómo regresar al lado de su Kaname-sama.

Pasaron por distintos pasillos con las estanterías repletas de libros, Aidou observaba los títulos, muchos de los cuales llamaban su atención, y más de una vez se detuvo frente a ellos para cogerlos, pero en cada ocasión que su mano estaba a punto de rozar siquiera la tapa, una bala cruzaba el aire, deteniendo sus movimientos; era Kaito, no se fiaba ni lo más mínimo de dejar al rubio solo con toda la historia de los cazadores ahí, solo faltaría que le contara sus secretos al castaño ese.

Tras subir un largo tramo de escaleras, el vampiro se atrevió a preguntar.

-Oye ¿Qué tal le está yendo a Kiryuu?- ninguna respuesta- Kaname-sama nos contó que esta entrenando para la prueba o no-sé qué de los cazadores ¿Le va bien?- seguía siendo ignorado.- ¡Oye, estoy siendo amable, lo mínimo que podrías hacer es contestarme!- gritó frustrado ante el rechazo del castaño, el cual dejó caer sus cosas sobre una de las mesas y se volvió a verlo con furia.

-¿Para qué? ¿Quieres saber dónde está para poder decírselo a tu “Kaname-sama”?- dijo con asco- Olvídalo sanguijuela, después de lo que le hicisteis a Zero no pienso decirte nada.- y dicho esto se sentó, abrió los libros nuevos que había ido recogiendo por el camino y continuó con su búsqueda.- Ahora lárgate de aquí, la salida es subiendo por esas escaleras, dos pisos para ser concretos.-

La sala se quedó en silencio, y entre ambos creció un micro-espacio de tensión, Kaito solo quería encontrar alguna maldita pista sobre ese sello y que el vampiro rubio ese se largara; mientras que Aidou quería saber sobre el peli plata, no por órdenes de Kuran, sinó por saciar su innata curiosidad, pero en ese momento, mientras estaba perdido en sus pensamientos vio algo que le llamó la atención.

-¿Hu? ¡Uuuaa, yo conozco ese símbolo!- gritó emocionado antes de inclinarse sobre la mesa, Kaito lo miró escéptico, pero no dijo nada y Aidou cogió el dibujo para inspeccionarlo mejor.- ¡Sí! ¡Es este, es este!-

-¿Enserio sabes lo qué es?- preguntó Takamiya un poco esperanzado, Hanabusa se giró a mirarlo y asintió con la cabeza, entonces cayó en algo y sonrió.

-Hagamos un trato: yo te digo lo qué es y tu me cuentas sobre Zero ¿Vale?- Kaito entrecerró los ojos, seguía sin fiarse del vampiro, por lo que este, se llevó una mano al pecho y dijo.- Te prometo que no le diré a nadie sobre esto, ni siquiera a Kaname-sama ¿Trato?-

“¿Habla en serio? Sigo sin fiarme… Pero qué mejor oportunidad que esta para saber qué es esa cosa” suspiró derrotado y dijo- Sea, pero ni una palabra a nadie ¿me oyes?- el rubio asintió entusiasmado y se colocó al lado de Kaito.

-Entonces… ¿Kiryuu está bien?- preguntó un tanto dudoso el rubio, sus ojos expresaban curiosidad y preocupación, pero sobretodo intriga, tenía muchas incógnitas que tal vez pudiera resolver el cazador en frente suyo.- Digo ¿Cómo es posible que desapareciera de repente y nadie se diera cuenta? ¿Dónde esta? ¿Qué hace? ¿Cómo le van las cosas? ¿Cuando va a volver?-

-Haces demasiadas preguntas…- repuso Kaito antes de suspirar- Sí, está bien; desapareció porque estaba harto del lío en el qué tu amo le había metido ¿Cómo lo hizo? Es un cazador, no lo subestimes; su paradero es información clasificada; está entrenando para daros una paliza a ti y todos los de tu especie, las cosas le van muy bien y volverá el día en que se seleccione al Presidente.- mintió de carrerilla sin entrar en detalles y con el rostro carente de emociones.

Aidou frunció el ceño al darse cuenta de que solo le había resuelto tres preguntas, pero no las importantes, y fue entonces que se dio cuenta de que no le sería tan fácil descubrir el paradero del peli plata, ni sonsacarle información específica.

-Una última cosa ¿Ese sello que buscas es para Kiryuu?- Kaito frunció el ceño y gruñó, una advertencia de que se había saltado su turno, con lo cual alzó los brazos y añadió.- Te prometo que es la última, y si me respondes sinceramente te contaré todo lo que sé sobre el sello.-

-Grrr, sí es para Zero- y rápidamente se inventó, a medias- El otro día Yagari shishou fue a visitarlo y él le pidió qué le buscara información sobre ese sello, lo había visto en no-sé-qué-libro, pero este no contenía nada de información sobre el sello, pensó que podía ser un sello ofensivo y por eso le pidió este favor, sin embargo, a Shishou le han encargado una misión para estos días y me ha pasado a mí el encargo.- Aidou asintió, se había tragado la historia al completo, y más al ver la mueca de fastidio del castaño cuando hablaba de dicha tarea.

-Ya veo- contestó antes de reír- Por tu cara se nota que no te gusta estar aquí, jeje.-

-Preferiría estar fuera cazando, pero Zero es mi futuro Presidente, y por él haré lo que sea.- contestó convencido de lo dicho.

-¿Cómo sabes que él será tu futuro Presidente? Según he oído decir a Cross, hay otros candidatos muy posibles a ser Presidente, entre ellos el mismo Cross.-

-Habladurías, desde el momento en que nació, Zero fue destinado a grandes cosas, una de ellas ocupar el cargo de Presidente de la Asociación por su gran poder, puede que antes, al haber sido mordido por una sangre pura muchos retiraran su fe de él, pero tras todos estos años de lucha contra su parte vampírica y haberla sometido, además de derrotar a los sangre pura Hio y Kuran él solo, se ha ganado el orgullo, la fe y confianza de los cazadores.- sonrió- Por eso va a ser él el Presidente, no hay nadie más capaz de superarlo, ni siquiera el ‘Cazador sin Colmillos’, a él ya le pasó su tiempo.- entrecerró los ojos y miró enfadado- Basta ya de charlas, me has hecho dos preguntas de más, así qué ahora te toca a tí, desembucha todo lo que sabes sobre el sello.- Aidou tragó duro y miro la imagen.

-Es un sello creado por vampiros hace miles de años, tal y como se ven las runas, ahora han cambiado mucho- Kaito lo miró sarcástico, como diciendo “¿En serio? No lo sabía”  y el rubio tragó duro- No se trata de ningún sello ofensivo, como creíais, los sellos ofensivos de esa época no tenían tantos diseños ni decoraciones, sino que consistían en figuras geométricas simples con el nombre de la runa empleada, como agua, fuego, hielo… o lo qué fuera.- se inclinó un poco más sobre el dibujo.- Por su forma diría que es o bien un sello de ocultación o un sello de defensa, para formar alguna barrera, aunque no sé si sería una barrera potente o no. Mmmmm… nunca había visto una imagen con tanto detalle, mira, hasta se pueden distinguir las runas perfectamente, esta significa “luna”- dijo señalando a la runa superior de la imagen, encasillada entre otras cuatro, luego bajó el dedo a la zona derecha, donde habían tres runas más- esta de aquí significa “luz”, la de la derecha “poder” y la de la izquierda “paz” y esta de aquí abajo- dijo señalando la única runa qué se encontraba fuera del sello- es “proteger”-

-¿Y las otras?- preguntó Kaito, el cual había apuntado todo lo que había dicho Hanabusa- ¿Qué pasa con todas esas?- Aidou se llevó una mano a la barbilla.

-Mmmmm, para serte sincero no lo sé, de pequeño estudié runas, las actuales claro, ya nadie usa estas tan antiguas. Las que te he dicho las he reconocido porque no han cambiado demasiado a lo largo de todo este tiempo, sin embargo, las otras… no tengo ni idea.- respondió sincero, Kaito empezaba a frustrarse y Aidou, ignoraba los malos pensamientos del castaño, ya que aún se encontraba demasiado absorto en el sello- Ne, Takamiya- lo miró- ¿Puedo llevarme el dibujo?- y antes de que el joven cazador pudiera negarse añadió.- En mi casa hay miles de libros sobre runas e historia, tal vez encuentre más información al respecto. Por favor.-

-¿Y como sé que no irás a contárselo a Kuran?- preguntó sospechoso, a lo que Aidou frunció el ceño, ofendido.

-Te he prometido que no diría nada, además, Kaname-sama está muy susceptible con el tema de Kiryuu, ha prohibido decir su nombre o cualquier cosa relacionada con él, sobretodo delante de Yuuki-sama, si fuera a decirle algo sobre él, puede que el castigo que recibiera fuera peor que la muerte.- confesó apesadumbrado.- Él ha cambiado mucho desde que Yuuki-sama regresó con él a la mansión Kuran, y su humor fue a peor cuando ella quedó embarazada.- apretó los puños sobre su pantalón mientras aguantaba las lágrimas- Kaname-sama se ha vuelto muy sospechoso de cualquiera, teme que le quieran hacer daño a Yuuki-sama o al bebé, o que Rido siga vivo, ya no se fía de nadie, y sus castigos son cada vez más crueles.- miró a Kaito- Por eso quiere acabar con todo esto, una vez todo haya acabado, Yuuki-sama estará a salvo, y él volverá a ser el de antes.-

-¿A qué te refieres?- preguntó Kaito, Hanabusa, al darse cuenta de toda su confesión se llevó una mano al cabello y sonrió despreocupado.

-¿Hm? No sé de qué me hablas. ¿Entonces, me dejas el dibujo?- puso su mejor sonrisa y dijo- Nos podemos encontrar de nuevo en la fiesta que celebrará Kaname-sama dentro de unos días.-

-¿Y qué te hace pensar que voy a ir a esa fiesta?-

-Por mandato de tu jefe, a eso hemos venido hoy aquí, a pedir cazadores para la fiesta, vendrán vampiros y humanos de alta clase para escuchar el anuncio de Kaname-sama. Nos reuniremos allí y te devolveré el dibujo junto a la información qué encuentre.- dijo mientras se levantaba, cogía el dibujo y se iba en dirección a las escaleras.

-Espera- dijo Kaito, y el vampiro se giró a verlo- ¿Por qué haces esto? ¿No odiabas a Zero?-Aidou sonrió.

-Al principio sí, pero después de cierto “suceso”, nos convertimos más en rivales que otra cosa.- explicó- Y te ayudo porque me aburro, no tengo nada más que hacer, nos vemos.- y dicho esto se fue corriendo.

“Idiota, realmente es el idiota más ingenuo e infantil que he conocido en mi vida, a no, espera, el segundo, ya que el primero fuiste y seguirás siendo tu, estúpido Zero.” pensó con una traicionera sonrisa divertida.

Varios días después…

“¿Entonces eso e todo lo que has averiguado hasta ahora?”

-Sí, por ahora es todo, pero puede qué esta noche descubra algo más.-

“Hm. Ten cuidado y no te fíes de nadie” se oyen susurros por el otro lado de la línea “Te dejo, procura no crear una guerra.”

-Lo intentaré- y contestada la broma colgó el teléfono móvil. Suspiró mientras guardaba el aparato y miraba a su alrededor.

La luna lucía su traje completo y acompañada por las estrellas resplandecía como una joya más en el firmamento estival, pero esa vista empequeñecía en comparación con la ostentosa y monumental mansión ¿O tal vez castillo? que se alzaba frente a él, la mansión Kuran.

Los terrenos de dicho edificio estaban completamente rodeados por árboles, algunos perennes que conservaban todas y cada una de sus hojas intactas, y otros que, a medida que se acercaba el final del verano iban perdiendo su follaje; la entrada principal a la mansión consistía en un ancho y largo camino de grava volcánica, delimitado por piedras de mármol blanco pulido y colocados en fila india, a ambos lados de este camino el césped bien cuidado y cortado hacía su aparición y con cientos de rosales plantados en él, al final del camino se abría una gran rotonda con una inmensa fuente en el centro, también de mármol blanco con forma de sirena vertiendo una tinaja de agua; allí iban deteniéndose las distintas y numerosas limusinas negras de los invitados, para ser abiertas por los mayordomos y llevadas a algún parking cercano hasta que sus refinados y distinguidos dueños tuvieran bastante jolgorio por una noche.

“Sigo sin entender cómo alguien puede llevar todo eso y no ser víctima de la gravedad.” pensó Kaito al ver a una dama salir de su limusina ayudada por un fuerte mayordomo, la cual, iba bastante recargada con numerosas joyas de oro y piedras preciosas de tamaños considerables. “¿Es que acaso no ven que hacen el ridículo con tanta pedrería?” Se inclinó con respeto al pasar el ministro de interior junto a su esposa y volvió a suspirar aburrido antes de retornar a su expresión apática.

La pareja subió por una pequeña escalinata de mármol antes de ingresar en el edificio. Kaito miró con agobio tanta opulencia y alzó la vista: el edificio era una obra maestra de la arquitectura neoclásica, con sus paredes de mármol, grandes ventanales y ventanas picudas a lo largo de los tres pisos que componían la mansión; se encaminó con paso firme a la escalinata y la subió bajo la atenta mirada de todos los guardias qué la flanqueaban, todos vampiros, los cuales esperaban el más mínimo indicio de sospecha o peligro para abalanzarse sobre él.

-Es bueno verte por aquí, Kaito.- El nombrado se giró en medio del amplio pasillo y con un asentimiento reconoció al hombre que lo había llamado. Alto, de fuerte musculatura y con el cabello castaño recogido en una coleta baja, eso junto al traje gris azulado qué portaba, le daba un aire serio, y muy fácilmente se lo podría confundir con un hombre de negocios.- Creí que no vendrías, sobretodo después de lo de Kiryuu.-

-Precisamente por eso vengo, Taken- contestó con una sonrisa torcida y para nada sana.- Quiero ver como les va a esos miserables chupasangres.-

-Espero que no causes ninguna guerra esta noche- dijo el mayor andando a su lado.

-Otro igual. El de las ideas suicidas es Zero, no yo.- refunfuñó con el rostro estoico.- Solo venía a ver si encontraba alguna excusa para poder deshacernos de ellos.- miró a su alrededor y preguntó- ¿Dónde está Ken? Ayer no dejaba de saltar felizmente porque iba a venir con nosotros.-

-Esta tarde me ha llamado su madre, al parecer ha sufrido un corte de digestión por la extraña combinación de alimentos y nervios.-

-¿Qué ha comido?- preguntó curioso.

-Un helado de vainilla con sirope de fresa, pepinillos, plátanos y ketchup- se encogió de hombros- Eso fue lo que me dijo su madre.- añadió al ver el interrogante en los ojos del castaño.- Bueno, te veo luego, me toca vigilar la zona sur de la sala.- y tras eso se marchó entremedio de la multitud.

La sala, de proporciones gigantescas, estaba ocupada por cientos de personas vestidas de gala, largas mesas cubiertas por fina mantelería y con vajillas repletas de comida, las luces provenientes de las falsas velas de electricidad, creaban un ambiente más mágico y densueño. Las risas, los murmullos, halagos y críticas iban y venían de todas direcciones, tanto de vampiros como de humanos, los cuales no se daban cuenta del peligro que corrían al hablar con dichos seres nocturnos y Kaito solo se recargó sobre una de las paredes a observar los movimientos de los invitados.

Cerca de las diez, cuando todos los invitados ya se habían reunido, las puertas se cerraron y la luz de las velas bajó su intensidad, la música cambió a una más suave y tranquila, y los murmullos fueron apagándose poco a poco, expectantes de lo que estaba por venir. Los cazadores se tensaron e instintivamente una de sus manos se dirigieron a sus armas ocultas bajo los trajes.

Dos focos centraron su luz en las puertas de la pared norte, la cual también estaba situada sobre una pequeña escalera de mármol, y cuando se abrieron, las siluetas de un hombre y una mujer cogidos de la mano se hizo visible, siluetas que, a medida que avanzaban hacia los escalones se iluminaban sus sombras.

Kuran Yuuki iba vestida con un vaporoso y sencillo vestido verde menta de tirantes finos, justo bajo sus pechos se ataba una cinta de seda de un verde bosque, la cual acababa en su espalda formando un caído lazo, la tela caía en cascada hasta el suelo, solo formando un notable bulto en la zona del vientre de la castaña, sobre el cual tenía colocada su mano izquierda; su cabello caía suelto, apenas sujeto por una diadema formada por cintas de distintos tonos de verde y con pequeñas incrustaciones de diamantes. En su rostro se extendía una suave y feliz sonrisa y de su cuello colgaba un collar de oro blanco con un rubí esculpido en forma del escudo de armas de la casa Kuran, la rosa geométrica.

A su lado, Kuran Kaname se encontraba ataviado con un impecable traje negro y camisa blanca, atado alrededor de su cuello un pañuelo de color borgoña hacía juego con sus ojos, y en su pecho colgaban pequeños clips dorados con ornamentaciones de rubíes y diamantes, junto al emblema de oro de su casa; su brazo izquierdo estaba envuelto por el derecho de Yuuki, y como una pareja perfecta, avanzaron hasta situarse en mitad de la escalera.

-Me alegra mucho que hayan podido venir esta noche.- empezó el máximo representante de la familia y la sociedad vampírica.- Y espero qué estén disfrutando tanto como mi esposa y yo, de esta velada.- los aplausos no se hicieron esperar, pero silenciaron rápidamente tras un gesto del castaño.- De seguro muchos de ustedes se preguntan el porqué de esta fiesta, después de todo, hoy es un día más en el calendario para cualquiera de ustedes.- sonrió y miró a Yuuki- Pero para nosotros hoy es un día muy especial.- Alzó la voz- Hoy el doctor nos ha bendecido con la buena nueva de que nuestro retoño, nuestro hijo… es un varón.-

El silencio en la sala apenas duró unas milésimas de segundos antes de que la multitud estallara en murmullos de felicitación y aplausos, expresando su felicidad hacia la pareja, pero sin perder sus formas educadas.

-Un nuevo heredero para la casa Kuran, un hijo al que elevar para que un día, en un futuro, ostente el puesto que ahora me pertenece.- un camarero apareció a su lado con una copa de champán, y se retiró justo después de que el vampiro alzara la copa al aire.- Brindemos, por mi futuro hijo.- y tras un brindis general (menos Yuuki porque no puede) dio un sorbo y empezó la fiesta.

Para cualquiera aquel discurso habría sonado como algo normal, propio de cualquier padre orgulloso por tener un varón en la familia, pero los cazadores habían entendido el mensaje oculto tras esa declaración: una amenaza.

Con la sala repleta de vampiros leales a Kuran y el nuevo Consejo de Vampiros allí reunidos, esa noticia era una promesa de la continuación del linaje Kuran, una promesa de cambio, y no precisamente a favor de los cazadores. Estos por su parte entendieron que ahora, cualquier movimiento dirigido a la familia Kuran, era sinónimo de suicidio y de guerra, y estaba muy claro cuál bando sería el ganador: los vampiros, con una monarquía establecida y un príncipe en camino, se fortalecían día a día; y ellos, aún se recuperaban de la pérdida del último Presidente, la corrupción de este y todos los tejemanejes aún sin tocar, al menos hasta la llegada del nuevo Presidente.

“Esto se pone cada vez pero” pensó Kaito mientras se mordía el labio inferior. Cerca de allí, vio pasar una rebelde melena rubia y se acercó a ella rápidamente hasta agarrarla del brazo, era Aidou, este, al ver su oscura mirada, sintió un escalofrío recorrer su espalda y estuvo tentado a gritar, más le fue imposible cuando la otra mano del cazador tapó su boca y se lo llevó de allí a rastras, a través de unas puertas dobles abiertas.

-¡Hmmp! ¡Mmmmm! ¡Buah!- respiró profundamente cuando el mayor lo soltó- ¡¿En qué estabas pensando?! ¡¿Acaso querías ahogarme?!- le gritó, pero calló enseguida al ver como aquella oscura y penetrante mirada aún era dirigida a él- ¿Qué pasa?-

-¿Qué mierda ha sido eso?- preguntó enfadado- ¿Acaso pensabais que con ese estúpido numerito del niño y la sanguijuela embarazada ibais a hacer retroceder a los cazadores?-

-¡Oye! ¡No insultes a Kaname-sama, Yuuki-hime y el pequeño bebé!- gritó él también- Además, ahora no podréis acercaros a ellos, un solo movimiento en falso, y Kaname-sama ordenará la eliminación de todos los cazadores- dijo burlón- Con el bebé en camino, los lazos de los aliados de Kaname-sama se han fortalecido, y no dudarán ni un segundo en desgarraros el cuello a todos.- sonrió arrogante- Estáis acabados.-

-Eso ya lo veremos, sanguijuela.- amenazó Kaito sacando un arma de su pantalón.- Pero ahora eso da igual ¿Tienes lo que me dijiste?-

-¿Por qué esto me suena como un intercambio ilegal?- preguntó para sí, miró a su alrededor y le pidió al castaño que lo siguiera.- Aquí no podrán oírnos.- dijo al entrar en una habitación a oscuras y completamente vacía, se acercó a un sillón situado cerca de la pared y esperó a que Kaito hiciera lo mismo que él.

-¿Y bien?- lo apresuró tras sentarse y dejar el arma al alcance de su mano, Aidou se rascó la nuca, volvió a mirar a todos lados, y de un bolsillo en el interior de su americana, extrajo un dossier bastante denso.

-Esto es todo lo que he encontrado.- explicó al dárselo al cazador, el cual empezó a hojearlo.- No hay información sobre ese sello en concreto, yo lo confundí con otro más sencillo, pero muy parecido. Te he incluido una copia de todas las runas antiguas y símbolos que he encontrado, pero del sello, el conjunto, no hay nada, ni siquiera está en los registros más antiguos de la biblioteca del Consejo de Vampiros, cosa muy rara, puesto que datan de antes del despertar del primer Kuran.- dijo pensativo.

-¿Entonces no hay nada?- Aidou asintió- Así que nada de esto ha servido para nada, después de todo.- frustrado se dejó caer contra el sillón y cerró los ojos, hastiado y cansado de tanto esfuerzo sin resultado.- Menuda pérdida de tiempo.-

-Yo no diría eso, Takamiya-san.- se escuchó una tercera voz a sus espaldas.

Aidou saltó dejando escapar un grito para nada masculino, cosa que jamás admitiría ante nadie, pero que a Kaito le hizo muchísima gracia, y de no ser por su estricto control a la hora de ocultar sus emociones, ahora mismo se estaría descojonando vivo.

Ambos miraron a la puerta, la cual había sido cerrada por el rubio nada más entrar, pero allí, frente a ellos, estaban los únicos dos vampiros que Kaito nunca pensó ver, y menos para ayudarle, si el brillo que veía en sus ojos era correcto.

En la verja de entrada a la mansión…

El ruido de la música provenía sin fin desde el interior de la mansión, y por el camino hacía la puerta de entrada, una figura trajeada de negro se acercaba con paso firme y decidido, con la cabeza en alto y la espalda bien recta, pero se detuvo frente a la gran escultura marina de mármol, ya que apoyada sobre esta, había otro hombre trajeado.

-Hace una noche maravillosa ¿No crees?- preguntó la figura sentada mirando las estrellas- Me recuerda a nuestra primera noche juntos, tumbados en un amplio y mullido prado, observando juntos las estrellas y planeando mil cosas para hacer en un futuro, eramos tan felices...- miró a la figura de pie- ¿Qué nos ha pasado?-

-El tiempo y nosotros, Cross, eso es lo que ha pasado.- respondió el hombre encendiendo un cigarrillo.- Y ese pasado ya nunca volverá.- sentenció antes de dar una larga calada.

 

Notas finales:

¡¡OOOOOOH DIOOS MÍOOOO!!

¡El pasado de dos de nuestros personajes más debatidos y mencionados y a está aquí!! ¡¿Qué pasó entre ellos para que acabaran así?!!

Kyaaa no lo séeee

Ze: ¡¿Cómo no vas a saberlo?! ¡Eres la autos por el amor de dios.

ZSR: ¡Cállate! ¡La autos está muerta, cerebralmente hablando claro, mi mente por hoy a dixo kaput y kaput se queda. ¡¡NO ME HAGAS PENSAR!!

Ze: Bruja

ZSR: Calla o te maldigo (al público) En verda lo quiero mucho, mi nene

Ze: Te he oído. Y no os olvideis tampoco de esto 

¿Quién ha interrumpido los lamentos de Kaito? ¿Quienes son esos dos nuevos vampiros?

Nos leemos, besos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).