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Dos vidas diferentes, un mismo camino por Asato Hikaru

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Notas del capitulo:

Hola mis lindas niñas!!! Hikaru esta de vuelta con un capi mas y todo para consentirlas y agradecerles los lindos comentarios que me dejan.

Jessi! en este capitulo podras saber que paso e hizo Muraki despues de haber dejado a Asa-chan con la intriga... lo de soka, creo que no voy a poder complacerte... a lo mucho se llevara un sustito y no es por no querer seguir tu comentario es que ya tengo todo ideado... gomen!!!

Mijaru!!! niña on tabas!? tiempo sin leerte ne! aun asi gracias por seguirme!!!.... etto... que es kyou kara maou? disculpa mi ignorancia pero no lo conozco ^^U

-*-*-*-*-

 

Ahí sentado junto a la barra de servicio en un bar se encontraba un hombre de gabardina blanca y cabellera plateada, sentado bebiendo tranquilamente un trago de sake. No hablaba con nadie simplemente se mantenía ahí en la espera de alguien más. Repentinamente un hombre corpulento de alta estatura que vestía unos pantalones negros, camisa azul oscuro de manga corta cuyo aspecto era de cabellos castaños y piel bronceada hizo su entrada al local, agudizó su mirada color chocolate por todo el lugar y después de encontrar su objetivo se dirigió hacia el con paso decidido.

 

- Buenas Muraki-sensei ¿le hice esperar? –saludó el castaño con su ronca voz.

 

- Para nada recién acabo de llegar… Tsuzuki-san –respondió el aludido con una sonrisa misteriosa.

 

- Menos mal pero dígame Muraki-sensei ¿encontró al chiquillo? –inquirió sin más rodeos.

 

- Asato-kun? –le miró con duda a lo que el otro hombre asintió- Hai, hai… lo he encontrado –agregó con una feliz sonrisa.

 

- Lo tiene? –volvió a preguntar sin más preámbulos otra sonrisa en los labios del galeno le hizo saber que si- supongo que no tuvo problema alguno, ya que quienes le cuidaban eran un par de vejetes.

 

- Así es fue algo muy sencillo, a la anciana solo la envenené pero al abuelo le hice… –con la mano derecha hizo el ademán de una pistola- kapum!

 

- Bien, bien, no importa que método haya utilizado ya tengo el paso libre para poder actuar. Pero dígame qué ha hecho con el crío  ¿a caso ya le disfruto? –sonrió malicioso.

 

- Oh si –Muraki se lame los labios de solo recordar y agrega con sorna- para haber sido su primera vez no estuvo nada mal.

 

- Vaya, vaya usted no pierde el tiempo le dije que iba a obtener algo bueno de él pero lo que haga con el chiquillo me importa un comino hicimos un trato ¿o no? –le miró amenazante.

 

- Por supuesto Tsuzuki-san me ofende su duda yo soy un hombre de palabra –respondió inmutable.

 

- Bueno un hombre precavido vale por dos, aun así es bueno saberlo ¿tiene la cantidad acordada? –indagó apresurado.

 

- Veo que tiene prisa ¿ne? –observó la inquietud del moreno.

 

- Hai… aun tengo otros negocios que atender por ahí –dijo escuetamente

 

- Vale, no le haré perder más tiempo –metió la mano dentro del bolsillo de su blanca gabardina donde primero acarició con cautela un objeto y luego tomo unos cuantos papeles de valor numérico y lo entregó- tomé, cuéntelo si es necesario, es la cantidad acordada y un pequeño aditamento por los beneficios obtenidos.

 

- Muy generoso de su parte, pero no es necesario revisar confío en usted –dijo volviendo a su seguridad.

 

- Entonces el trato ha sido hecho –inquirió extendiéndole la mano.

 

- Hai, trato hecho –correspondió en un apretón de manos- ha sido un gusto hacer un trato con usted –se da media vuelta para dirigirse a la salida- ne Muraki-sensei… sayonara –se despide agitando levemente la mano dando la espalda.

 

- Sayonara Tsuzuki-san –sonrió- demo… -cambió su sonrisa por un semblante serio y se puso en pie.

 

Sigilosamente siguió al moreno de cabellos castaños unas cuantas calles, el hombre caminaba apresurado miró hacia ambos lados antes de decidirse a entrar por un solitario callejón.

 

- Tsuzuki-san –le llamó el galeno al momento de verlo detenerse frente al callejón.

 

- Muraki? –el hombre se sorprendió de verle ahí- que pasa, olvidó algo?

 

- Oh si, me olvidé de algo –sonrió.

 

- El que? –inquirió intrigado.

 

- Etto… pues vera –se lleva una mano dentro del bolsillo de su gabardina para tomar el arma que llevaba guardada- olvidé darle… -empieza a retirar la mano del bolsillo.

 

- Si? –temiendo cualquier ataque, aquel hombre también busco dentro del bolsillo de su pantalón un arma para defenderse.

 

Esa tarde el cielo se encontraba opacado por densas y grisáceas nubes que anunciaban una tormenta pronta a ocurrir. Ambos hombres que se encontraban cerca de aquel callejón hábilmente mostraron sus armas y ante el deslumbramiento y la onda sonora que el primer rayo despidió sus sonidos se vieron opacados al momento de escupir su contenido. Después de que el resplandor del rayo cediera de los dos hombres que en ese callejón estaban uno de ellos se mantenía aun en pie mientras que el otro yacía inerte sobre el piso que comenzó a empapar en un charco de un líquido espeso y de color carmesí.

 

- Sayonara… Tsuzuki-san –Muraki sonrió triunfal- gomen ne pero así tenía que ser –se acerca al cuerpo inerte para coger el dinero que anteriormente le había dado pero una mano le agarró.

 

- Mu…raki… maldito… por… por qué –quiso saber el moreno en su agonía.

 

- Tsuzuki-san, usted mismo lo recitó “un hombre precavido vale por dos” –sonrió con sorna.

- Mal… maldito… la va a… pagar –sentenció el moreno antes de fallecer.

 

- Al contrario,  la voy a gozar con ese criajo que usted me vendió –el peliplateado soltó tremenda risotada- Asato-chan ahora serás solo mío y de nadie más, disfruta tu pequeña libertad que pronto iré por ti.

 

Del cielo otro estruendoso rayo se desprendió pareciera que el cielo fuese cómplice de las atrocidades del galeno pues con su lluvia poco a poco fue borrando el camino de sangre que el cuerpo sin vida iba dejando al ser arrastrado hacia un lote baldío y enyerbado donde sería abandonado.

 

Y ahí sobre la cama un pequeño niño al escuchar el primer estruendo de un brinco despertó, sus pupilas estaban dilatadas en terror, su respiración era agitada y miraba a su alrededor en búsqueda de quien le maltrato y al segundo estruendo se cubrió los oídos.

 

- Iie…iie… iieeeeeeeeeee!!! -comenzó a gritar en silencio pues su garganta todavía se negaba a emitir sonido y en sus ojos se agolparon gruesas lágrimas que luego derramó. Ni aun bajo los efectos del sedante lograba olvidar la malévola carcajada de aquel que le violó y que al sonido del rayo se le asemejó.

 

Y a su lado otro niño despertó por la repentina agitación, al ver a su acompañante en estado de shock de inmediato le abrazó. (Nota: a partir de este momento los diálogos se llevan por medio del poder de la empatía. No mas comillas y letra cursiva XD)

- Tranquilo… tranquilo… -Hisoka acurrucó en su pecho a un Asato asustado- solo fue una pesadilla… tranquilo, yo estoy contigo ya no llores –comienza a mecerse junto con el acariciándole el cabello- no llores.

 

- Hisoka…. lo vi… lo vi… viene por mi… lo ha dicho, viene por mi –pensó tiritando de miedo.

 

- Kjj… maldito Muraki es que ni en sueños le vas a dejar en paz –pensó Hisoka con indignación- ya no llores, el no viene por ti Muraki no viene por ti –le dijo levantando su rostro para mirarlo con seguridad mientras le limpiaba las cristalinas lagrimas que aun emergían de los amatistas.

 

- Nani!? -Asato le miró sorprendido- pe… pero si yo no he hablado… co… cómo supo que…

 

- Puedo saber lo que piensas –contestó al leerle sus nuevos pensamientos.

 

- Hountou desu ka? –lo miró incrédulo.

 

- Hai –le sonrió.

 

- Kyaaaa!!! –en un arrebato de felicidad le abrazó efusivo- que alegría, al fin alguien me puede escuchar –sonrió feliz.

 

- Así es, mientras tu me lo permitas yo podré saber lo que piensas.

 

- Sugoi, sugoi, Soka eres increíble –el par de amatistas brillaban con emoción- ano…etto… te puedo llamar Soka… Soka-kun? –su emoción se convirtió en timidez.

 

- Hai dime como gustes –le sonrió- demo… tu nombre no es Tsuzuki ¿cierto? –el ojiamatista nego.

 

- Iie me llamo Asato… Asato Tsuzuki.

 

- Con que Asato eh… bueno entonces yo te diré Asa-kun ¿te parece?

 

- Hai, hai… eso quiere decir que somos amigos –le miró con ilusión y el ojiverde sonrió- sugoi!!!! –se le lanzó en un efusivo abrazo.

 

- Cuidado! –Hisoka intentó detenerlo pues él estaba en las orillas de la cama y del impulsó cayeron los dos- itte! –se quejó adolorido después de azotar contra el duro piso.

 

- Sumimasen, Soka-kun… daijoubu? –inquirió mirándolo preocupado.

 

- Daijoubu desu… demo… -un ligero rubor tiñó sus mejillas al tener el rostro del ojiamatista cerca del suyo- podrías bajarte de mi… pesas mucho

 

- Eh? –se da cuenta que esta aplastando al rubio- Kyaaa!!! –gritó asustado levantándose de inmediato- sumimasen, hounto sumimasen –se disculpó con repetidas reverencias- ¿te lastime? –lo miró preocupado y con unos lindos ojos color amatista a punto de volver a llorar.

 

- Iie… estoy bien, no te preocupes –le dijo amable.

 

- Es que yo… yo… -se llevo las manos en puño sobre sus ojos comenzando a sollozar- soy un tonto, por emocionarme te he tirado… soy un tonto –lloriqueó.

 

- O… oe… no es para tanto –se sintió apenado de verle llorar- en serio que estoy bien y… no digas que eres un tonto porque no lo eres.

 

- Es que… extraño a bachan y a ojiisan –gimoteó.

 

- Y ellos dónde están, si son tus abuelos por qué te dejaron con ese doctor ¿él es tu tío? Y tus padres? –indagó intrigado.

 

- Ah… ha ha haaaa… abuelitos!!! –se dejó caer de rodillas llorando aun más.

 

- Qué pasa, dije algo malo? –se preocupó al verlo llorar de esa forma.

 

- Bachan y ojiisan… han muerto, ellos me cuidaban porque kaasan murió cuando nací y a otousan no lo conocí… ojiisan me decía que el abandonó a kaasan y a mi –un río de lagrimas continuaba humedeciendo sus mejillas

 

- Gomen –Hisoka se lamentó el haber indagado y se acercó a abrazarlo en consolación- pero piensa que ellos están bien allá donde quiera que estén.

 

- Ne, Soka tu crees que cuando alguien te quita la vida ¿tu alma puede descansar en paz? –Asato preguntó inocente.

 

- Nan da to… por… por qué lo preguntas, a quien han matado!? –le preguntó sorprendido.

 

- Muraki mató a…

 

Fuertes golpes contra la puerta fueron los que interrumpieron la confesión del ojiamatista.

 

- Kyaaa!! –Asato asustado pegó un brinco.

 

- Are… se le habrán olvidado las llaves a Tatsumi-san? –se dijo con extrañeza.

 

- Tat…sumi… san? –Asato parpadeó confuso.

 

- Hai, es un amigo y nosotros estamos en su casa –le explicó- bueno iré a abrirle –salió de la habitación para ir abrir- okaeri Tatsumi-san –sonrió.

 

- Hola Soka-kun ¿cómo estas? –saludó el hombre con una malévola sonrisa.

 

- So… sonna –una mueca de horror se dibujó en el rostro de Hisoka.

 

- He venido por la hermosa muñeca que me compre ¿doko da? –anunció mientras buscaba a su objetivo con la mirada y una feliz sonrisa.

 

- Oh no… Asato… no… no salgas –imploró en pensamiento esperando que el niño no se asomara- el no está aquí –respondió con una mirada desafiante

 

- Ah no? –Muraki escuchó unos pasos provenir de un pasillo y ansioso esperó a que el niño apareciera por si solo.

 

- Hisoka ¿dare da? –preguntó inocente el pequeño Asato al momento de salir de la habitación.

 

- Asato no vengas! –le gritó Hisoka al verlo salir.

 

- Por… -iba a interrogarle el por qué pero al mirar al frente descubrió de quien se trataba el recién llegado y de nuevo sintió una fuerte descarga eléctrica correr por su cuerpo y paralizarlo del horror.

 

- Buenas noches Asato-kun ¿te divertiste? –le saludó el galeno con voz melosa y una cínica sonrisa.

 

- Iieeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!! –gritó horrorizado.

 
Notas finales: Proximo capitulo EL FINAL!! que dicen, se atreven a leerlo?... sorpresas y mas sorpresas despues del final... esperenlo!!!

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